Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


viernes, 12 de septiembre de 2014

Sanmitsu Yoga Parte III


El Verdadero Propósito del Sanmitsu Yoga


El Sanmitsu Yoga es un sistema de desarrollo físico, mental y espiritual, cuyo propósito es despertar nuestro máximo potencial aquí y ahora, en esta vida. 

La expresión más popular de esta práctica es el Kuji-In y el Kuji-Kiri. Kuji-In significa "los 9 sellos", y se refiere a la práctica ritual del Sanmitsu, según se desprende de las artes marciales y las prácticas esotéricas y mágicas de China y Japón.

El ritual del Kuji-kiri (九字切り), (los 9 Cortes) se basa en un grupo de gestos manuales y sonidos, utilizado en el Budismo esotérico japonés, como en el Budismo Tendai, el Shingon y el Shugendo. También se practica en algunas escuelas de artes marciales tradicionales, contándose entre ellas el Ninjutsu.

KUJI – IN


Los ‘Kuji-in’ ( 九 字 印 ), “Sellos de Nueve Sílabas” son una forma de meditación budista derivados de los mándalas del Budismo Esotérico (Mikkyo). También es utilizado por otras sectas budistas por todo Japón, por algunos Taoístas y sacerdotes Shinto y de la religión tradicional china, así como en la magia popular en toda Asia oriental.

El Kuji-In tiene sus orígenes históricos en la tradición brahmán India, donde una serie de Mudras con fines muy específicos fueron ritualizados para lograr un sistema completo de desarrollo personal a nivel físico, mental y espiritual. Luego pasaron a China, donde se unieron a una serie de sílabas relacionadas con los Generales Zhia, poderosos espíritus del folklor taoísta, y a una serie de movimientos de enegía por los centros y canales energéticos del cuerpo. Aquí estos se unieron al Budismo traído de la India, que se estaba asentando en China. En ese momento se le incorporaron una serie de mantras budistas, formando el Kuji-In que conocemos hoy día.

Técnicamente, la palabra “Kuji-in” se refiere únicamente a las posturas de la mano (Mudras) y sus significados o encantamientos (Mantras). A esto se le une una serie de visualizaciones (Mandalas) que mueven la energía por todo el cuerpo, eliminando bloqueos, facilitando la sanación y el bienestar, y desarrollando el Cuerpo del Diamante. Cuando los nueve gestos se realizan el aire con los dedos o en papel con un pincel (cinco horizontales y cuatro verticales, alternando) se le llama Kuji Kiri.

En la magia Japonesa y Onmyodo, los nueve cortes se realizan a menudo a lo largo de un escrito o imagen para hacerse con el control del objeto deseado. Por ejemplo, un marinero que quiera protegerse para no naufragar podría escribirlos entre los kanjis para “mar” (海-Umi) o “agua” (水-Mizu).

En la práctica, los Kuji-In simbolizan todas las fuerzas del universo y su unión contra el mal; por esto, a menudo la gente lo utiliza como protección para aumentar su suerte cuando salen de viaje, sobre todo cuando van a la montaña.

KUJI – KIRI (Los 9 Cortes)


Cuando los nueve sellos se realizan en el aire con los dedos o en un trozo de papel o con un pincel (cinco horizontales y cuatro verticales, alternando) se le llama KUJI KIRI (九字切り).

Los 9 sellos del KUJI-IN simbolizan a las fuerzas del universo y su poder contra el mal; por ello, a menudo la gente lo utilizaba como protección y para incrementar su suerte cuando salían de viaje, sobre todo cuando iban a la montaña. Esto también se realiza para purificar un espacio o para realizar un exorcismo.

Por todo esto, el Kuji-In, más que un método mágico o "para alcanzar poderes", es un sistema de meditación y desarrollo interno, cuyo objetivo final es alcanzar el estado de vacuidad y la Iluminación.

Convertirse en un Buda en esta misma vida: Sokushin Jobutsu 


La palabra "soku" significa aferrarse a,  cumplir, o ser uno con otro objeto. "Sokushin Jobutsu" significa que uno se convierte en un Buda con su cuerpo físico actual. La enseñanza es que uno no se convierte en un Buda sólo luego de que uno ha muerto; significa que uno es capaz de alcanzar la perfección de todas las cualidades de un Buda mientras uno está todavía viviendo en su actual cuerpo físico. 

De acuerdo con la tradición Tendai, todas las cosas en este universo, tanto la materia física, la mente y los estados mentales, se componen de unos seis elementos primarios. Estos seis elementos principales son: la tierra (el principio de solidez), agua (humedad), el fuego (energía), el viento (movimiento), espacio (el estado de ser sin obstáculos), y la conciencia (las seis formas de conocer los objetos). El Buda, así como los seres humanos comunes, se componen de estos seis elementos, y en este sentido, tanto el Buda y los seres humanos son básicamente y en esencia idénticos. Cuando nos damos cuenta de esta verdad, entonces nuestras acciones, nuestras palabras y nuestros pensamientos serán sometidos a una experiencia de fe que causan que sean correctos y purifican sus alrededores. Este cuerpo físico será capaz de lograr la Budeidad. Fue con esta Verdad que el Budismo Tendai divide la condición de la obtención física de la Budeidad en tres etapas. 

Estos son los tres tipos de Sokushin Jobutsu:

1. Somos Todos Budas en Principio (Rigu no Jobutsu) 

Todas las criaturas han recibido el gran espíritu de Mahavairocana por razón de haber nacido en este mundo como seres humanos. Sin embargo, la mayoría de los humanos no se dan cuenta de esto y, por lo tanto, creen que son criaturas ignorantes y ordinarias. Cuando estas personas escuchan y entienden las enseñanzas Tendai, se dan cuenta de que son, básicamente, Budas, y con esta experiencia, que alcanzan la esfera del Despertar. Esto se denomina Hongaku - iluminación Original, uno de los pilares tranformacionales y revolucionarios del Budismo Tendai.

2. Nos Convertimos en Budas a través del Empoderamiento (Kaji no Jobutsu) 

Una persona que ahora se da cuenta de que él es básicamente un Buda, un ser totalmente despierto, tiene que hacer algo con el fin de manifestar o encarnar esta iluminación en su vida diaria. El primer paso para esta actualización se encuentra en la práctica de las enseñanzas budistas (el Dharma). El devoto ahora se esfuerza para que sus acciones, sus palabras y sus pensamientos, sean uno con los Tres Misterios del Buda. En su práctica religiosa, el devoto se apoya en el poder del Buda, por su estado inherente de la iluminación, y trabaja para desarrollarla: esto es visto por el devoto como una fuerza que trabaja sobre él desde el exterior, el poder de los Budas, una gracia adquirida a través de su cultivación religiosa. Esto es lo que se llama Empoderamiento, que es la entrega del poder a otra persona. En este estado, el devoto experimenta el hecho de que el Buda y él mismo se han convertido en Uno. Esto se puede realizar a través de la práctica devocional o del Sutra del Loto.

3. La Manifestación de la Budeidad (Kentoku no Jobutsu)

Cuando el devoto ha alcanzado la perfección en su cultivación de la práctica religiosa en los Tres Misterios, que purifican su cuerpo, su discurso y su mente, el gran espíritu de Mahavairocana de repente y claramente prorrumpe y despierta al devoto como un Buda plenamente despierto . En este punto, la persona común y corriente que ha estado trabajando y cultivando de esta manera, se convertirá en un Buda plenamente despierto, y él vendrá a ser respetado como un Buda por los demás. 

El Buda Sakyamuni y Dengyo Daishi son ejemplos de personas que actualizan este estado subyacente de la iluminación en su propia vida y son respetados por un gran número de personas. Cuando nosotros también nos demos dado cuenta de que poseemos estos atributos, desde el momento de nuestro nacimiento, experimentamos la naturaleza búdica, que es la potencialidad de nuestro devenir en un Buda, cuyas acciones, palabras y pensamientos, han sido totalmente purificados; entonces, sólo nos resta cultivar una vida de fe.

Esta es la meta final del Sanmitsu Yoga.