Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


martes, 13 de junio de 2023

Recibiendo el Nembutsu: La Gracia del Buda Eterno - Sermón Conmemorativo al Gran Maestro Genshin

 

En esta semana conmemoramos la vida y obra de uno de los Grandes Maestros de nuestra escuela y de nuestra Sangha Hispana, el Gran Maestro Genshin (Eshin Sozu 942-1017), el gran sistematizador de las enseñanzas Tierra Pura dentro de la escuela Tendai. Entra la gran cantidad de escritos, muchos los cuales aún no se encuentran disponibles en un lenguaje occidental, se encuentra una breve documento llamado "Palabras del Dharma de Yokawa", donde brevemente expone la esencia de su enseñanza. Yokawa fue el templo principal donde Genshin pasó la mayoría de sus últimos años, tanto así que a Genshin se le conoce como "Yokawa Eshin Sozu", o "Prelado del Templo de Eshin en Yokawa". En honor a Genshin Daishi, presentamos una traducción comentada de este breve escrito.

Palabras del Dharma de Yokawa

Es una causa de gran felicidad que, de entre todos los seres vivientes, hemos escapado de los 3 reinos inferiores y hemos nacido como seres humanos.

Aunque la posición de uno en la vida puede ser baja, no es peor que la existencia en un estado de Animalidad; aunque pobres, no vivimos como en la tierra de los Fantasmas Hambrientos; y aunque experimentamos dolor en nuestros corazones, esto no es comparable al sufrimiento de los reinos del Infierno.

A pesar de que vivimos en un mundo donde abunda el odio, el deseo de alcanzar la Iluminación todavía puede surgir entre los seres, y podemos estar agradecidos por la posibilidad de un Renacimiento favorable. De hecho, debido al profundo Voto Original del Buda Amida, todos los que practican están seguros de su renacimiento en la Tierra Pura.

Si uno es capaz de recibir el Nembutsu y recitarlo con la aspiración de encontrarse con el Buda en la Tierra Pura, este es un acto de tremenda virtud y mérito. Para estas personas, entrar en contacto con el voto original es realmente una ocasión feliz.

Sabemos que los pensamientos distraídos son una parte de la vida cotidiana común. De hecho, no hay nada más que estos pensamientos distraídos.

Pero si, una vez en el momento de la muerte, un ser común es capaz de recordar en su corazón el nombre del Buda Amida, el Buda vendrá a encontrarse con él, transformando los pensamientos distraídos en el Corazón Puro Despierto.

Recordar al Buda en medio de los pensamientos distraídos es análogo al loto que crece en el fango sin ser manchado.

Por lo tanto, debemos dejar todas las dudas y tomar la decisión de renacer en la Tierra Pura.

A pesar de estar preocupados por las distracciones y poseer un corazón poco profundo, debemos recitar continuamente al Nombre (Namu Amida Butsu) desde el interior de nuestro corazón.

* * *

La vida humana en el Budismo es algo precioso, irreemplazable y difícil de adquirir. Cuando examinamos la amplia variedad de vida en la Tierra y en el universo, no podemos pasar por desapercibido que, siendo las variedades de vidas infinitas, es un enorme privilegio el haber nacido como un ser humano. Solo un nacimiento humano nos permite poder estudiar y practicar el Dharma del Buda de forma adecuada. Es por eso que en el Canon Budista la dificultad de obtener un nacimiento humano es comparado con una tortuga que emerge del fondo del océano cada cien años, y al salir a la superficie, logra entrar su cabeza por el hueco de un tronco de madera que se encuentra flotando sobre el agua. Es por eso que el Gran Maestro Genshin comienza su escrito diciendo: "Es una causa de gran felicidad que, de entre todos los seres vivientes, hemos escapado de los 3 reinos inferiores y hemos nacido como seres humanos.

En la Cosmología Budista, la vida en esta Tierra, el Mundo Saha ("Mundo de la Perseverancia"), es solo uno de muchos planos de existencia que existen paralela y concurrentemente. Por debajo de la Humanidad, nuestro estado actual como humanos, existen otros tres (o cuatro, dependiendo de cómo se colocan horizontal o verticalmente) mundos o reinos de la existencia: los Infiernos, los Espíritus Hambrientos o Hambruna, y la Animalidad. Estos son llamados los Tres Reinos del Mal.

Los Infiernos son tradicionalmente colocados por debajo del Cosmos, y se componen de una casi inifnita variedad de Infiernos, donde los seres renacer dado a su muy mal karma para poder purificarlo y posteriormente renacer en otras formas de existencia y otros reinos. Tradicionalmente existen ocho Infiernos calientes y ocho Infiernos fríos, los cuales son descritos en los Sutras y recopilados por el Gran Maestro Genshin en su magna obra, el Oyojoshu ("Tratado sobre el Renacimiento en la Tierra Pura"). Los Infiernos son lugares donde los seres experimentan indescribibles agonías, siendo atormentados por demonios quienes infligen una amplia varidad de torturas y castigos, y es un estado de vida caracterizado por el sufrimiento, la desesperanza y el dolor. Pero los Infiernos en el Budismo no son eternos, sino que los seres, una vez cumplen su karma, renacer en otros reinos.

Luego de los Infiernos se encuentra la Hambruna o el Reino de los Espíritus Hambrientos, quienes viven entre los Infiernos y este mundo (en un plano astral o espiritual). Los Espíritus Hambrientos son seres que poseen un hambre insaciable, y tienen cuellos largos y finitos que no les permiten consumir nungún alimento, y el poco alimento que pueden consimur les causa una increíble agonía, por lo que estos seres vagan por los Infiernos y el mundo causando problemas, esparciendo enfermedades, y atormentando mentalmente a todos los seres. 

Luego de la Hambruna se encuentra un reino cercano a nosotros, el Reino de los Animales, el cual es gobernado por la lucha por la superviencia, el miedo y el tormento, donde los más grandes devoran a los más pequeños y los seres solo viven para satirfacer sus deseos instintivos de comer, dormir, procrearse y sobrevivir, y están a merced del ambiente y de los otros seres. 

Cuando examinamos estos tres estados inferiores de existencia, podemos ver que poseen pocas facultades y escasas oportunidades para poder acercarse al Dharma, entenderlo, y mucho menos practicarlo. Es por eso que el Gran Maestro Genshin nos dice: "Aunque la posición de uno en la vida puede ser baja, no es peor que la existencia en un estado de Animalidad; aunque pobres, no vivimos como en la tierra de los Fantasmas Hambrientos; y aunque experimentamos dolor en nuestros corazones, esto no es comparable al sufrimiento de los reinos del Infierno.". Aunque podemos ser poco educados, aun así tenemos la capacidad de auto-educarnos y subir en escala social, pues poseemos inteligencia, un atributo que no poseen los animales. Aunque podemos ser bien pobres, podemos trabajar para ganar nuestra subsistencia y satisfacer nuestras necesidades básicas, algo imposible para los Espíritus Hambrientos. Y aunque podemos experimentar sufrimientos (y todo en este mundo está permeado por el sufrimiento y la insatisfacción), podemos aliviarlo y trascenderlo, o incluso evitarlo, cambiando nuestras circunstancias, algo igualmente fuera del alcance de los seres en los Infiernos. Con esto, el Gran Maestro Genshin nos trata de ayudar a despertar a la preciosidad y el valor incalculable de esta vida humana, para que podamos aprovecharla al máximo, desarrollar nuestro potencial, y Despertar a la Verdadera Naturaleza de la Realidad, alcanzando el estado de vida más alto posible, la Budeidad. 

Ahora, el que hayamos nacido como humanos no significa que no debemos hacer nada para desarrollar nuestra vida y espiritualidad. Este nacimiento, como todos los nacimientos en el Samsara o la Existencia, es impermanente, lo que significa que, tras nuestra muerte, podemos renacer en cualquiera de los otros reinos de la existencia, incluyendo los Tres Reinos del Mal, de acuerdo con nuestro karma. Igualmente, nacemos humanos pero no somos necesariamente humanos. ¿A qué me refiero con eso? Hemos llegado a este precioso nacimiento humano gracias a un buen karma (o a la Gracia salvífica del Buda o la ayuda de un Bodhisattva), pero hemos vagado por infinitas vidas en los otros reinos del Samsara, por lo que tenemos mucho mal karma (proveniente de nuestros nacimientos en los Tres Reinos del Mal), lo que a veces hace que las personas no se comporten de forma diferente a cuando eran demonios, espíritus hambrientos o animales. Idealmente, el estado de la Humanidad se caracteriza por la paz, la calma y la armonía. Es un estado de relativo balance y equilibrio entre todos los opuestos. Pero dado a nuestro mal karma y nuestra Ignorancia Fundamental, seguimos pensando, diciendo y haciendo cosas malas, haciendo que surjan los Tres Venenos de la Ignorancia, la Ira y la Avaricia. Es por eso que el primer paso en nuestro desarrollo espiritual y nuestro Camino Budista es el ser verdaderos seres humanos. Es por eso que el Gran Maestro Genshin nos dice: "A pesar de que vivimos en un mundo donde abunda el odio, el deseo de alcanzar la Iluminación todavía puede surgir entre los seres, y podemos estar agradecidos por la posibilidad de un renacimiento favorable. De hecho, debido al profundo Voto Original del Buda Amida, todos los que practican están seguros de su Renacimiento en la Tierra Pura.

Hemos nacido en este mundo, en un mundo donde ya ha aparecido un Buda, y ese Buda ha predicado su Dharma Eterno, y su Orden, la Sangha Budista, mantiene viva la Luz del Dharma, alumbrando la vida de los seres y permitiéndoles alcanzar la salvación. Es por eso que podemos tomar refugio en el Buda Eterno, su Dharma y su Comunidad. De hecho, este es el summum bonum de la vida: alcanzar el Despertar. Esto es posible gracias al Voto Original o Primal del Buda Eterno, quien, como la personificación del Alma del Cosmos, desciende a los mundos para predicar su Dharma Eterno de Salvación, el cual contiene las Leyes Universales que nos permiten comprender la Verdadera Naturaleza de la Realidad, aliviar nuestro sufrimiento existencial, moderar nuestras paisones y deseos, purificar el mal karma y generar karma positivo, y Despertar a nuestra Unidad Fundamental, manifestar nuestra Budeidad Innata, y vivir en el Nirvana (paz y felicidad) en este cuerpo y en este mundo. Cuando realizamos este estado, transformamos nuestro se finito y falso y tracendemos el Samsara (nuestra visión errónea del mundo y de nosotros mismos) con su Sufrimiento, Impermanencia, Impureza y No-Ser, y podemos experimentar una verdadera Felicidad en esta vida, viviendo en la Vida Eterna del Buda (Universo), regresar a nuestra Pureza innata, y manifestar nuestro Verdadero Ser. En otras palabras, renacemos en la Tierra Pura de este mundo; renacmos como Hijos del Buda, y continuamos la labor salvífica (el Voto Original) del Buda en la Tierra. 

En las próximas líneas, el Gran Maestro Genshin nos muestra cómo podemos realizar esto, cuando nos dice: "Si uno es capaz de recibir el Nembutsu y recitarlo con la aspiración de encontrarse con el Buda en la Tierra Pura, este es un acto de tremenda virtud y mérito. Para estas personas, entrar en contacto con el voto original es realmente una ocasión feliz." Podemos renacer - transformar nuestras vidas - por medio de la práctica budista, y cuando recibimos el Espíritu del Buda dentro de nosotros. El Nembutsu es la oración devocional budista, que usualmente se manifiesta como "Namu Amida Butsu", o "Tomo Refugio (Me Abro en Corazón y Mente) al Buda Eterno (de la Luz y la Vida Infinita)". Como vemos, Genshin dice "recibir", no recitar, y esto es porque el Nembutsu no es algo que recitamos (aunque al principio pensamos que los recitamos), sino que es algo que recibimos del Buda Eterno; es un regalo que fue hecho para todos y cada uno de nosotros - el regalo de la vida, y con ello, el regalo de la salvación; la salvación de nuestro sufrimiento causado por nuestra Ignorancia Fundamental generado por nuestra percepción dual del universo y por nuestras malas decisiones. Cuando surge en nosotros el deseo o la urgencia de recitar el Nembutsu, es prueba de que ya hemos sido tocados por la Luz Salvífica del Buda, la cual ha venido desde afuera de nosotros, pero a la vez, ha surgide desde dentro de nosotros, pues el Espíritu del Buda es algo que poseemos todos innatamente, nuestra Naturaleza Búdica, y el Nembutsu es solo una forma - un medio hábil - que el Buda nos ha revelado para que podamos tracender nuestro ser finito y falso y accesar nuestro Verdadero Ser, el Infinito. Cuando recitamos el Nembutsu con esta consciencia, nos encontramos con el Buda Eterno y con nuestra propia Naturaleza Búdica, y estamos en la Tierra Pura, e inevitablemente experiemntamos paz y felicidad. Esto es el Shinjin o la Fe Certera.

Podemos preguntarnos: ¿por qué no he experimentado aún esto? No hemos podido experimentar esto debido a nuestro mal karma, nuestros deseos y pasiones, los cuales oscurecen nuestra visión espiritual. Es por eso que, el Gran Maestro Genshin, habiendo él mismo experimentado este obstáculo, nos dice: "Sabemos que los pensamientos distraídos son una parte de la vida cotidiana común. De hecho, no hay nada más que estos pensamientos distraídos." Si bien todos poseemos la Naturaleza Búdica y ya hemos asegurado nuestro Renacimiento en la Tierra Pura (nuestro Despertar y posibilidad de experimentar el Nirvana en este mundo), el mismo no se puede actualizar hasta que lo permitamos. El Buda no fuerza a nadie. El cambio debe de ser voluntario, por lo que lo debemos de permitir - iniciar - nosotros mismos. Las prácticas budistas como la Meditación y el Nembutsu son formas - herramientas espirituales - que han sido reveladas por el Buda para permitirnos voluntariamente hacer esto; para poder tracender el mundo de la dualidad - los pensamientos distraídos - y ver la Unidad Fundamental que subyace detrás de la multiplicidad, en esta vida. Pero no todos los seres están listos, por lo que el Buda, como siempre lo ha hecho, continúa llamando y trabajando incansablemente por Despertar a los seres de su Sueño de la Ignorancia. 

Dado a que esta vida es preciosa y valiosa, el último momento que tenemos para poder alcanzar esto es en el momento de la muerte. No importa lo que hayamos hecho ni quiénes hayamos sido, el Buda siempre está a nuestro lado, llamándonos, buscándonos, para que nos redimamos, por lo que incluso en los últimos momentos de nuestra vida podemos abrir nuestros corazones y mentes y recibir la mano extendida de salvación del Buda. Es por eso que el Gran Maestro Genshin nos dice: "Pero si, una vez en el momento de la muerte, un ser común es capaz de recordar en su corazón el Nombre del Buda Amida, el Buda vendrá a encontrarse con él, transformando los pensamientos distraídos en el Corazón Puro Despierto."

Por supuesto, lo ideal es cultivar el corazón budista durante toda nuestra vida. Como hemos visto, no tenemos que ser perfectos para ser budistas ni para ser Hijos del Buda. Lo primero que tenemos que ser es verdaderos seres humanos. Es por eso que el Gran Maestro Genshin nos dice: "Recordar al Buda en medio de los pensamientos distraídos es análogo al loto que crece en el fango sin ser manchado." En el Budismo, la existencia es comparada con el fango, y nuestro desarrollo espiritual con el crecimiento del loto. Sin el fango (los deseos, las pasiones y el mal karma, así como la sociedad, pues todo esto nos motiva y nos permite verdaderamente practicar el Dharma) no puede existir el loto (manifestar nuestra Budeidad Innata). De igual forma, es la relación dinámica entre la dualidad (deseos y pasiones y el Samsara, los "pensamientos distraídos") y la Unidad (Nirvana, el "recordar al Buda") lo que es realmente la Verdadera Naturaleza de la Realidad. Entonces, la práctica budista (Nembutsu) es lo que nos permite descubrir y realizar que somos uno con el Buda y que este mundo es una Tierra Pura.

El Gran Maestro Genshin termina su breve obra diciendo: "Por lo tanto, debemos dejar todas las dudas y tomar la decisión de renacer en la Tierra Pura. A pesar de estar preocupados por las distracciones y poseer un corazón poco profundo, debemos recitar continuamente al Nombre (Namu Amida Butsu) desde el interior de nuestro corazón." Con esto, el amado maestro nos insta a practicar continuamente, a vivir constantemente con un corazón y una mente abierta, libre y pura, que pueda reflejar la Verdadera Naturaleza del mudno y de nosotros mismos; que vivamos en la Tierra Pura aquí y ahora, conectados (conscientemente) en todo momento con el Buda Eterno. Esto nos dará la fuerza para pode manifestar nuestra Naturaleza Búdica, trascender el sufrimiento, y superar todas nuestras circunstancias. Esto es posible gracias al Regalo del Buda, su Santo Nombre - el Nembutsu.

lunes, 12 de junio de 2023

Viviendo en la Tierra Pura del Eterno Presente - Sermón Conmemorativo al Gran Maestro Genshin

 

En esta semana conmemoramos al Gran Maestro Genshin (Eshin Sozu 942-1017), el gran sistematizador de las enseñanzas Tierra Pura dentro de la escuela Tendai. Genshin fue un patriarca de nuestra escuela, cuyo amor por todos los seres puede ser percibido en sus obras, las cuales atesoramos inmensamente en nuestros días. Conocido por su profundo conocimiento del Budismo de la Tierra Pura, las opiniones de Genshin sobre la salvación fueron influyentes y siguen resonando en el pensamiento budista incluso en nuestros tiempos. Despues de todo, fue Genshin quien movió al reformador Honen a proponer su creencia basada en la práctica exclusiva de la oración (Nembutsu) al Buda, la única práctica accesible para todos los seres en los tiempos que vivimos, la Era Final del Dharma, y quien movió a Shinran a proponer que los seres, lejos de tratar de eliminar sus pasiones y deseos y alcanzar su Despertar, debían descanzar y confiarse plenamente en la fe en el voto salvífico del Buda. 

El Gran Maestro Genshin nos muestra en sus escritos que el Buda Eterno, debido a su gran compasión, hizo votos para establecer la Tierra Pura, un reino de máxima felicidad y liberación. Estos votos tienen como objetivo proporcionar un camino accesible a la salvación para todos los seres, independientemente de sus circunstancias o capacidades espirituales. Genshin enfatizó que la sabiduría y la compasión infinitas del Buda Eterno sirven como un verdadero refugio y fuente infinita de gracia para aquellos que se vuelven sinceramente hacia él. Con esto, el Gran Maestro nos muestra que la fe juega un papel crucial en el logro de la salvación - en nuestro Despertar de la Budeidad. Es por eso wue el Gran Maestro hizo hincapié en la importancia de confiarse de todo corazón al voto Primal del Buda, el voto de salvación de permitir que todos los seres alcancen el Despertar de la Budeidad, reconociendo las limitaciones del Poder Propio y confiando en cambio en el poder del Otro Poder - el poder del Buda Eterno. Así, la fe no es solo un componente esencial, sino que es la puerta de entrada a poder alcanzar la Tierra Pura, aquí y ahora, permitiendo a las personas dejar de lado los apegos egoicos y entregarse a la guía compasiva del Buda. La oración devocional (Nembutsu), con una mente sincera y enfocada, nos permite establecer una relación armoniosa con el Buda, descubrir  nuestra propia Naturaleza Búdica, y unir el Samsara, este mundo, con el Nirvana, el mundo del Buda - la Tierra Pura.

La visión del Gran Maestro Genshin sobre la salvación fue inclusiva, y abrazó la idea de que todos los seres, independientemente de sus habilidades espirituales o conducta moral, tienen el potencial para la liberación. Creía que los votos del Buda Eterno lo abarcaban todo y que incluso el karma negativo más profundamente arraigado podía purificarse a través de la fe sincera y la confianza en el poder del Buda Eterno. Así, las enseñanzas de Genshin ofrecieron consuelo y esperanza a aquellos que se sentían agobiados por sus propias limitaciones, enfatizando que la salvación estaba al alcance de todos los que la buscaban. La fe inquebrantable de Genshin en la guía compasiva del Buda Eterno y su defensa de la práctica del Nembutsu continúan inspirando y resonando entre los seguidores del Budismo de la Tierra Pura en nuestra escuela, e incluso en otras denominaciones, en la actualidad. Sus enseñanzas sirven como un recordatorio de que la liberación se puede lograr a través de la fe sincera, la confianza en el poder del Otro Poder y el cultivo de una conexión profunda con el Buda Eterno.

En nuestra escuela, el Buda nos promete la salvación, no en el futuro, sino en el Eterno Presente. Esta no es una promesa de esperanza, sino de aseguranza, en la cual vivimos arropados por la Luz en la Vida eterna del Buda, recibiendo sus bendiciones incondicionalmente. Cuando practicamos, comulgamos con el Buda, nuestra Verdadera Naturaleza - Naturaleza Búdica - y somos Budas, aún cuando tenemos deseos y pasiones, pues somos como gotas que ingresan al gran mar. Esto es llamado "Shinjin" o la verdadera fe. Cuando realizamos esto, vivimos en doble tiempo, pues la promesa de salvacion del Buda transforma nuestro presente. Aún así,  mientras vivamos en este mundo, las nubes cubren el cielo. El Shinjin (el reconocer que somos contanstemente guiados por el Buda, quien está afuera y también dentro de nosotros por medio de la práctica budista) no nos borra, sino que nos trasciende. La Luz del Buda siempre brilla sobre nosotros, y su Vida siempre nos acompaña. Vivir el Camino Budista es vivir con esta visión sacramental, siempre presente.

Si vivimos con este entendimiento (y ese es el propósito de la práctica religiosa budista), no puede haber dudas sobre seguir los Preceptos ni el Camino Budista, ya que vivir en la Vida Eterna del Buda significa abandonar nuestros deseos egoístas y guiarnos por nuestro Bodhicitta, la Voluntad del Buda, y nuestra práctica, lejos de ser un medio para obtener algo, es una ofrenda, un acto devocional completo hacia el prójimo y todos los seres, para repagarle al Buda su bendición y salvación.

Que todos los seres puedan despertar a la actividad dinámica que desde el principio del tiempo ha estado trabajando por su salvación, y que no los ha abandonado en ningún momento. 

jueves, 8 de junio de 2023

Aspectos de la Budología: Reflexiones sobre la Teología Budista de la Religiones - Parte 2

 A finales de Diciembre del 2022, el Templo Tendai de Puerto Rico y su Sangha Tendai Hispana, publicó el libro titulado Dharmología: Catecismo Budista - Las Enseñanzas y Prácticas Fundamentales del Verdadero Budismo (Hikari Publishing, 2022), el cual expone las enseñanzas doctrinales canónicas del Dharma Eterno del Buda desde la óptica de la escuela Tendai japonesa - la madre de todas las escuelas budistas en Japón - desde el contexto de nuestra cultura religiosa hispana. En las próximas entradas, expandiremos sobre aspectos específicos del Catecismo, desde un enfoque dharmológico (estudios doctrinales), para poder comprender detalladamente sus implicaciones.

En esta entrada, exploraremos brevemente un aspecto de la Budología: la Teología Budista de las Religiones.

Como mencionamos anteriormente, la Teología Budista de las Religiones es inclusivista, es decir, ve a la mayoría de las otras religiones del mundo como Medios Hábiles (Upayas) ideadas por el Buda eterno  - recursos convenientes adaptados a las capacidades, naturalezas, necesidades y circunstancias de los seres - para llevar a los seres a la salvación, por lo que las demás religiones contienen un cierto nivel de la Verdad y pueden tener un rol positivo en la salvación.  Así, vemos que el Budismo nos dice que la salvación es multifascética y multidimensional, es decir, no hay que ser budistas para alcanzar la salvación del Budismo, la cual, como vimos, es el poder reconocer nuestra Unidad Fundamental con la Existencia, ver el Espíritu del Buda (igualdad) en todos los seres, y trabajar compasiva y sabiamente en este mundo - conforme a la Verdadera Naturaleza de la Realidad - para ayudar a otros y hacer del mismo uno mejor. El Buda nos dice: "A los que no han obtenido la liberación, los libraré. Para aquellos que no se han iluminado, los iluminaré. Para aquellos que no han sido pacíficos, les otorgaré paz. Para aquellos que aún tienen que alcanzar el Nirvana, los guiaré al Nirvana. Entiendo las vidas presentes y futuras tal como son. Soy el Omnisciente. Soy el Omnispectivo. Conozco el Camino, abro el Camino y expongo el Camino. ¡Todos ustedes, dioses celestiales, humanos y asuras, vengan a mí y escuchen mi Dharma!" (Sutra del Loto 5)

Para poder ver cómo llegamos a esta conclusión, abordemos la Teología Budista de la Religiones desde cuatro aspectos: (1) la interpretación teológica budista de la experiencia religiosa humana; (2) la posibilidad de la existencia de la Verdad en las religiones no-budistas; (3) la posibilidad de la salvación fuera del Budismo; y (4) la contextualización de creencias y prácticas no-budistas al Budismo.

La Religiosidad Humana

El Budismo es, primero que todo, una religión, aunque puede ser abordada como filosofía o un estilo de vida basado en sus enseñanzas y prácticas. Después de todo, el Budismo fue la primera religión mundial, habiendo sido fundada hace más de 2,500 años atrás por una encarnación del Buda Eterno en la figura del Buda Shakyamuni, y expandiéndose por toda la India, pasando luego a los países vecinos, en gran parte gracias al Rey Ashoka en el Siglo 3 AEC, quien envió misiones por todo el continente asiático, llegando en un punto a cubrir casi todo Asia. 

Dado a que el Budismo postula que todo en el Cosmos emana del Buda Eterno (Dharmakaya), todos los seres poseen el Espíritu del Buda, la Naturaleza Búdica, por lo que todos los seres poseen la capacidad para descubrir su Verdadera Naturaleza y la del mundo; es decir, convertirse en un Buda, un omnisciente. Por ello, podemos ver que las personas, aunque no haya aparecido un Buda en el mundo antes del Buda Shakyamuni hace 2,500 años, siempre han buscado la Verdad.

Los Budas - todos emanaciones de un mismo Buda Eterno como diferentes aspectos de su Mente Iluminada, adaptada a las capacidades, necesidades y naturalezas de los seres - aparecen en los mundos bajo diferentes formas y nombres y predican diferentes doctrinas, adaptadas hábilmente a las circunstancias históricas y culturales y al desarrollo y necesidad de los seres para llevar un mensaje de unidad y encaminarlos poco a poco a una comprensión directa y completa de la Verdad - la Verdadera Naturaleza de la Realidad. En el Canon Budista leemos: "El Buda Eterno siempre aparece ante los seres en la forma más amistosa y lleva a ellos los métodos más eficaces para su salvación." Igualmente, leemos: "Todos piensan que el Buda nació como un príncipe y logró alcanzar el camino de la Iluminación como un mendicante, pero en realidad, hubo una muy larga preparación puesto que el Buda siempre existió en un mundo que es sin comienzos y sin fin. Todo este tiempo ilimitado, el Buda ha estado siempre en este y todos los mundos, y como un Buda Eterno que conoce las tendencias de los seres, los ha venido salvando por todos los medios." (Sutra del Loto 16)

En el Sutra del Loto, ocurre un episodio que nos muestra esta verdad. En el capítulo 11, del centro de la Tierra, surge una gigantesca Torre de los Tesoros, una inmensa Estupa, adornada con los metales y las siete joyas preciosas, y se suspende en el aire frente al Buda y toda la congregación. Los dioses entonces llueven flores e incienso en ofrenda a la Estupa, y del centro de la misma, surge una voz que alaba al Buda Shakyamuni por predicar el Sutra del Loto, la enseñanza eterna de todos los Budas en el Cosmos, en este mundo. Entonces, el Buda Shakyamuni, para contestar la pregunta silente de toda la audiencia, les explica que en esta Estupa se encuntran los restos o Shariras de un Buda del pasado, llamado Muchos Tesoros (Taho), quien hizo el voto de aparecer donde quiera que se predique el Sutra del Loto para dar testimonio de su veracidad. Luego, a petición de la audiencia, el Buda dice que para que puedan ver al Buda Muchos Tesoros, debe de traer a todas las emanaciones del Buda Eterno, el Buda Shakyamuni, que se encuentran por todos los mundos, y unir el Cosmos en una sola Tierra Pura. Así, el Buda purifica todos los mundos y los une, y aparecen todos los millones de emanaciones del Buda Eterno, pues todos los Budas son emanaciones o manifestaciones de una misma Esencia, el Alma del Universo, junto con sus comitivas de millones y billones de Bodhisattvas y discípulos. Solo entonces, el Buda eleva a toda la audiencia en el aire y ven al Buda Shakyamuni sentarse al lado derecho del Buda Muchos Tesoros, dos Budas sentados lado a lado, representando el pasado y el presente (y el futuro), declaranlo la eternidad del Dharma. Con este episodio, lo que el Buda nos quiere mostrar es que, para poder revelar la Verdad, su Dharma Eterno, ha tenido que aparecer bajo diferentes formas en diferentes tiempos para predicar una verdad conveniente, imperfecta e incompleta, para llevar a los seres poco a poco a abrir sus mentes y corazones y poder recibir la totalidad de la Verdad. 

En el Sutra del Loto, el Buda dice: "Seré un Buda en otra tierra y seré conocido por un nombre diferente. Aunque la idea de la extinción los llevará a entrar en lo que perciben como el Nirvana, debido a que estos discípulos seguirán buscando la sabiduría del Buda, finalmente podrán escuchar el Sutra del Loto. Es sólo a través del Vehículo Único del Buda que uno es capaz de alcanzar el verdadero Nirvana." (Sutra del Loto 7). Con esto, podemos ver que las religiones anteriores (y posteriores) al Budismo fueron medios hábiles, reveladas a los seres por diferentes emanaciones del Buda Eterno para poder preparar a los seres para el Vehículo Unico del Buda - su Dharma Eterno, el Budismo. 

La Verdad en las Religiones No-Budistas

Una segunda consideración que la Teología Budista de las Religiones debe atender es la presencia de la Verdad en las otras religiones no-budistas. Como vimos en el apartado anterior, la mayoría del as religiones (que afirman lo sacro de la vida humana, la igualdad de los seres, el camino ético y la ayuda altruista de los demás) son medios hábiles empleados por los Budas para llevar a los seres a la salvación, y prepararlos para la revelación total de la Verdad. Es por eso que el budismo es inclusivo, y nos dice que podemos encontrar pedazos de la Verdad en las demás religiones del mundo. Si uno sigue correctamente las enseñanzas - usualmente místicas - de otras religiones, como el Hinduismo, el Taoismo, el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam, uno puede llegar a conclusiones similares - podemos acercarnos a la Verdad: la Unidad Fundamental, el valor y la importancia de la vida, la igualdad y la dignidad de todos los seres, la necesidad de una vida ética y comprometida con los demás y el mundo. Si seguimos correctamente y evolucionamos espiritualmente dentro de las demás religiones, desarrollando una visión universal - basada en los principios universales budistas expuestos anteriormente - podemos tener una experiencia del Despertar, y con ello, acercarnos a la salvación. En el lenguaje canónico budista, la mayoría de las religiones son diferentes "vehículos" para llegar al Despertar, pero solo realmente existe un solo vehículo, el Vehículo Unico (Ekayana) de la Budeidad.

No obstante, el verdadero propósito del Buda Eterno al exponer estas enseñanzas era cultivar la capacidad de los seres para que finalmente pudiera enseñarles el Vehículo Unico, el único vehículo mediante el cual las personas pueden alcanzar el estado de Budeidad. La totalidad de la Verdad solo se encuentra en el Dharma Eterno del Buda, el Verdadero Budismo, basado en sus Enseñanzas Completas y Perfectas predicadas cerca del final de su vida terrenal en el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana. Pues, solo en el Budismo el Buda revela su Verdadera Religión Dhármica Universal; solo en el Budismo el Buda revela su Verdadera Esencia; solo en el Budismo el Buda revela su Dharma Eterno, su Mensaje y Testamento; solo en el Budismo podemos trascender los Seis Reinos de la Existencia del Samsara y accesar al Nirvana; la salvación final. Es por eso que en el Canon Budista leemos: "Si un ser desea sinceramente alcanzar la Iluminación, es imprescindible la ayuda del Buda. Alcanzar la Iluminación sin la ayuda del Buda, no está en poder del ser común" (Sutra del Buda Amida). Esto es porque, como nos dice el Sutra del Loto: "Este triple mundo es de mío. Todos los seres vivos son mis hijos. Hay muchos sufrimientos en este mundo. Solo yo puedo salvar a todos los seres vivos". (Sutra del Loto 3)

La Salvación en las Religiones No-Budistas

La tercera consideración ha sido implicada, y es la posibilidad de la salvación en las religiones no-budistas. Debemos de recordar que en el Budismo, la salvación es el Despertar a nuestra Unidad Fundamental, reconocer la Verdadera Naturaleza de la Realidad, y, en base a esta experiencia y reconocimiento, vivir en este mundo con sabiduría y compasión. Esto tranforma el mundo en una Tierra Pura. Esta tercera consideración nos lleva a plantearnos tres interrogantes: (1) ¿Debemos llevarle el Dharma a los no-budistas? (2) ¿Es posible para los no-budistas el escuchar el Dharma y ponerlo en práctica y alcanzar la salvación? (3) ¿Qué rol, si alguno, tienen las otras religiones en la salvación? Las contestaciones a estas preguntas tienen fuertes implicaciones misionológicas, que llevarían al Budismo a retomar su carácter proselitista abandonado y despertar los Bodhisattvas de la Tierra en este mundo. Este es, después de todo, el Camino del Bodhisattva, de los Hijos del Buda, y su misión de cumplir el Voto Primal del Buda de salvación de todos los seres sintientes. En el Canon Budista, leemos: "Los Budas, los Honrados por el Mundo, desean abrir la puerta de la sabiduría del Buda a todos los seres vivos, para permitirles alcanzar la pureza. Por eso aparecen en el mundo. Desean abrir y mostrar la sabiduría del Buda a los seres vivos y, por lo tanto, aparecen en el mundo. Desean hacer que los seres vivos despierten a la sabiduría del Buda y, por lo tanto, aparecen en el mundo. Desean inducir a los seres vivos a entrar en el camino de la sabiduría del Buda y, por lo tanto, aparecen en el mundo. Shariputra, esta es la gran razón por la cual los Budas aparecen en el mundo" (Sutra del Loto 2).

Dado a que los seres sinientes viven en Ignorancia - de la Verdadera Naturaleza de la Realidad, y por ello, de sí mismos - necesitan de guía para poder vivir vidas seguras, éticas, y correctas para con los demás, los otros y el mundo. La religión, desde el principio de los tiempos, ha proveído ese factor necesario cohesivo que la historia nos ha mostrado no puede ser generado y provisto por ninguna otra filosofía o rama humana, mucho menos el secularismo. Por esto, la forma en la que el Buda desde el pasado ha unido a la humanidad y la ha guiado ha sido por medio de la religión. Simplemente no hay otra forma. 

Si bien el Buda ya no se encuentra en su forma física en el mundo (solo en Espíritu), el mismo continúa guiando a los seres por medio de su Dharma Eterno y el trabajo de su Cuerpo en el Mundo, la Sangha - la Orden Budista, compuesta por sacersdotes y laicos, quienes se dedican a realizar la Voluntad del Buda en la Tierra y llevar a todos los seres al Despertar de salvación. Como Hijos del Buda, los budistas que han respondido al llamado de la fe y realizan la labor del Bodhisattva deben de, primero que todo, encarnar el Dharma en sus propias vidas, y en el proceso, llevar el Dharma a todos los seres, aunque al principio no tengan que ni siquiera decir que estan predicando el Budismo. Este es el poder de ls medios hábiles, la capacidad de atemperar el mensaje a las capacidades, necesidades, naturalezas y circunstancias históricas, culturales y el trasfondo de la persona o ser sintiente al que se lleva el Mensaje. En el Canon Budista leemos: "Id por el bien de muchos, por el bienestar de muchos, por compasión por el mundo. No dejéis que dos de vosotros vayáis en la misma dirección, enseñad el Dharma que es hermoso al principio, en el medio y al final, exponen tanto el espíritu como la letra de la vida sagrada completamente cumplida, perfectamente pura. Hay seres con muy poco polvo en los ojos, que al no escuchar el Dharma declinarán pero que, si lo escuchan, crecerán". (Mahavagga, Vinaya Pitaka). Este es un llamado a llevar el Dharma a los no-budistas.

Dado a que todos los seres poseen el Espíritu del Buda, la Naturaleza Búdica, todos los seres poseen la capacidad de llegar a la Verdad y alcanzar la salvación, ya sea que se conviertan al Budismo o no. Por ello, si bien todos los seres pueden el escuchar el Dharma y ponerlo en práctica y alcanzar la salvación, no hay necesidad de convertirse en budistas no abandonar sus religiones o filosofías anteriores, siempre y cuando no contradigan el Verdadero Dharma y puedan armonizar las mismas. Como nos dice el Buda: "La Misericordia del Buda está dirigida a todos los seres, como el amor que siente el padre por su hijo único. El Buda enseña y dirige a todos los seres como si fueran sus hijos, y los enriquece con el tesoro de la Iluminación." (Sutra del Loto 3) Aquí podemos ver el paradigma universalmente inclusivo del Budismo. El peligro en no lograr comprender la verdadera intención del Buda y darle mayor importancia a las enseñanzas anteriores, que el Buda expuso como medios hábiles, es que podría hacer que los seres se desvíen y retrocedan en su progreso espiritual y el camino de la fe en el Vehículo Unico de la Budeidad. Es por eso que el Budismo nos recalca la importancia del tiempo, señalando que un claro reconocimiento del tiempo (circunstancias históricas y culturales, así como el estado de desarrollo de los seres) es crucial. Es por eso que, incluso dentro del Budismo, también, hay momentos apropiados, respectivamente, para que las enseñanzas del Hinayana, el Mahayana Provisional o el Verdadero Mahayana se difundan en beneficio de la humanidad. Es también un reconocimiento integral de la época que tiene en cuenta la condición espiritual del pueblo, el estado de la sociedad y del país, las enseñanzas y creencias que allí prevalecen, etc. 

Finalmente, sobre qué rol tienen las otras religiones en el Plan Dhármico de Salvación del Buda en el Mundo, como hemos visto, las religiones anteriores (y posteriores) al Budismo son medios hábiles revelados por el Buda Eterno para preparar a los seres para su Revelación, su Dharma Eterno. Pero no todos los seres están listos para la Verdad, por lo que, cónsono con la visión budista de múltiples vidas, todos los seres se encuentran en un momento diferente de su desarrollo espiritual, y por ende, de su Despertar. Algunos se encuentran más cerca, otros más lejos, pero todos llegarán a la salvación del Despertar en esta o en una próxima vida. Esto no nos hace más importantes que otros, pero si nos da una gran responsabildad. Como nos encomienda en el Buda mismo a sus Hijos: "El Buda es el padre de la compasión y la madre de la misericordia. Los seres se comportan como dementes manejados por el deseo y la ignorancia. El Buda también actúa como un demente movido por la compasión para salvarlos. Sin su misericordia no puede haber salvación, y como hijos del Buda, debemos seguir su Camino de Liberación." (Sutra del Loto 16) 

Por todo esto, podemos ver que es posible que, como budistas, nos unamos con otras religiones y filosofías que comparten los mismos valores universales de la vida, el ambiente y el diálogo interreligioso, y poder abordar asuntos de interés común, uniendo fuerzas para poder todos juntos, como una sola humanidad, un solo planeta, afrontar los problemas sociales y hacer de este mundo uno mejor para todos.

Los fundamentos del Budismo son el Buda, el Dharma (Enseñanza) y la Sangha (Orden Budista, compuesta por sacerdotes y laicos quienes se dedican a preservar y poner en prácticas las enseñanzas buditas, trabajando por su Despertar y la salvación de todos los seres, realizando la Voluntad del Buda en el mundo). Esto solo puede ser encontrado en el Verdadero Dharma Eterno del Buda - el Budismo. La Teología Budista de las Religiones debe de servir para devolver el caracter misionero al Budismo.

La Contextualización de la Misión Budista

Esto nos lleva a nuestra cuarta consideración: la contextualización de la misión budista - misionología. Es importante poder definir lo que llamamos "Contextualización", y la mejor forma es compararlo con "Indigenización" La Indigenización proviene de la palabra "indígena", y se refiere a algo que es nativo u oriundo de un lugar o pueblo. En el ámbito de la religión, aunque no lo eran originalmente, podemos decir que las religiones indígenas del mundo hispano son el Cirstianismo, seguido por un menor número por el Judaísmo y el Islam, las tres religiones abrahámicas. La Contextualización, por otro lado, proviene de la palabra "contexto", y se refiere a "unir junto", por lo que en nuestro caso religioso, se refiere a hacer los conceptos y métodos relevantes a un contexto histórico. En el ámbito del Budismo, esto se refiere a hacer el Dharma relevante - adaptarlo - a nuestro contexto cultural y religioso hispano, con su visión del mundo, valores y metas particulares. La contextualización también se refiere a la continua adaptación ante los cambios sociales del futuro.

La contextualización en el Budismo se remonta a los tiempos mismos del Buda Shakyamuni. El Buda, siguiendo su Plan Dhármico, adaptó (upayas) su Dharma o Verdad a las naturalezas, capacidades y necesidades de los seres, pero también a las circunstancias culturales e históricas del momento de su aparición hace más de 2,500 años atrás en la India. Posteriormente, los patriarcas y grandes maestros igualmente adaptaron el Dharma a sus tiempos, culturas y necesidades particulares. Este caracter contextualizador es lo que hizo del Budismo la primera religión mundial, y en parte es el responsable por la amplia vaeridad de denominaciones budistas. 

Pero la contextualización tiene sus peligros, el mayor de ellos siendo la pérdida de la ortodoxia y la distorción del mensaje original del Buda, algo que lamentablemente ha pasado en el pasado, y sigue pasando hoy día. Es por esto que toda contextualización debe ser hecha con mucho cuidado, paulatinamente, y adheriéndose firmemente en el Canon Budista y la ortodoxia, por miembros del clero budista.

Existen varios modelos de contextualización, siendo los más populares los modelos de Correspondencia Formal, que presenta el mensaje de forma intacta e inalterada desde su fuente original a la nueva; el modelo de Equivalencia Dinámica, el cual busca presentar el mensaje en el lenguaje y en las formas locales donde se presenta; el modelo Dialéctico, tomando el contexto sociocultural como base para su propagación (como lo hizo la llamada "Teología de la Liberación"); pero el modelo más recomendado porque hace justicia al mensaje original y está enraizado en la ortodoxia, a la vez que atempera el mensaje al contexto cultural e histórico es el modelo Dialógico, el cual busca establecer un diálogo entre el mensaje original y el contexto sociocultural.  Este es el modelo que personalmente he seguido durante estos últimos más de diez años en mi ministerio.  En base a este modelo, he seguido las siguientes guías: 

  • El Canon Budista y la tradición es la autoridad final en el proceso de contextualización, y siempre debe ser así, no doblegando el Verdadero Dharma a los cambios ideológicos humanos ni diluyendo el mensaje con sincretismos. (Como por ejemplo, enfatizando filosofías o ideas culturales o el colectivo por encima del individuo o del Dharma). 
  • Se deben de preservar los elementos religiosos, filosóficos y práctico-transformacionales en el proceso de contextualización, preservando la ortodoxia y la tradición. (Como por ejemplo, no realizar ciertas prácticas tradicionales importantes, o presentar el Budismo "Coach").
  • Los líderes indígenas (locales) deben de estar a la vanguardia en la reflexión que resulta en las formulaciones teológicas contextualizadas. No podemos simplemente transplnatar el Dharma de su fuente original (India, China o Japón - Estados Unidos) y plantarla en el mundo hispano, pues se debe de moldear a la cultura, permitiendo que las personas aborden el Dharma con sus palabras, manerismos y corazón. (Como por ejemplo, dejar que otros miembros del clero, no hispanos, impongan sus ideas o formas).
  • Se debe de evitar el sincretismo en la mayor medida posible, sino totalmente. La meta es poder continuar la tradición asimilidadora que el Budismo tuvo desde sus inicios, pero presevando el contenido del Verdadero Dharma y sus formas. (Como por ejemplo, el New Age).
  • Se deben de usar las herramientas adecuadas para poder hacer un análisis correcto y real del contexto sociocultural, evitando caer en ideologías, especialmente políticas o radicales, para poder alterar el resultado del proceso de contextualización. (Como por ejemplo, hacer un Budismo "izquierdista", un Budismo de "justicia social", o con "ideología de género").

Por todo esto, en el proceso de contextualización, se debe de hacer primeramente justicia al Canon y la tradición budista, y luego al contexto sociocultural, logrando un balance adecuado para la correcta transmisión del Dharma al mundo hispano. En última instancia, el objetivo final de la contextualización es poder hacer el Dharma Eterno del Buda disponible a todos los seres en nuestro mundo hispano, cumpliendo el Voto Primal del Buda Eterno. 

Conclusión - Hacia una Misionología Budista

La Teología Budista de las Religiones es la base de la Misionología Budista, una división de la Sanghología. Es un llamado al retorno del carácter original proselitista del Budismo, comenzado por el mismo Buda - siguiendo la Voluntad del Buda - de forma compasiva, sabia y hábil. Esto es llamado "Shōju" en japonés, que significa llevar a otros a la enseñanza correcta gradualmente, de acuerdo con su capacidad y sin refutar directamente sus conceptos religiosos erróneos. Este es un enfoque tolerante a una persona sin negar la persona o el malentendido de la persona, calmadamente despertando a la persona del malentendido por medio del Dharma, y con el uso de la compasión, la sabiduría y los medios hábiles. Esto es ejemplificado en el Sutra del Loto con el Bodhisattva Jamás Despreciar (Jogyo Bosatsu), quien reverenciaba a cada persona que encontraba, diciéndoles que los veneraba profundamente porque poseían el Espíritu del Buda, la Naturaleza Búdica. 

Como hemos visto, el propósito del Budismo es despertar a los seres de la Oscuridad de la Ignorancia y llevarlos a la Luz, el Despertar, y hacer de este mundo uno mejor. El verdadero propósito del Dharma es permitir que todas las personas se conecten con eso aquí y ahora. Así, la Teología Budista de las Religiones nos provee las bases para poder relfexionar sobre el significado, el valor y la importancia (así como el lugar) de las otras religiones en el Plan Salvífico Dhármico del Buda.

Aspectos de la Budología: Reflexiones sobre la Teología Budista de la Religiones - Parte 1

 A finales de Diciembre del 2022, el Templo Tendai de Puerto Rico y su Sangha Tendai Hispana, publicó el libro titulado Dharmología: Catecismo Budista - Las Enseñanzas y Prácticas Fundamentales del Verdadero Budismo (Hikari Publishing, 2022), el cual expone las enseñanzas doctrinales canónicas del Dharma Eterno del Buda desde la óptica de la escuela Tendai japonesa - la madre de todas las escuelas budistas en Japón - desde el contexto de nuestra cultura religiosa hispana. En las próximas entradas, expandiremos sobre aspectos específicos del Catecismo, desde un enfoque dharmológico (estudios doctrinales), para poder comprender detalladamente sus implicaciones.

En esta entrada, exploraremos brevemente un aspecto de la Budología: la Teología Budista de las Religiones.

Cuando examinamos el estado actual del mundo, podemos ver que ya no estamos separados por barreras de tiempo y espacio, y el mundo ahora es una "aldea global". Los avances tecnológicos han podido difuminar las fronteras, así como las divisiones tradicionales históricas y culturales que distanciaban los pueblos del mundo. Esto nos ha forzado a enfrentar al "otro" y vivir en un mundo crescientemente pluralista. Haboendo sido el Budismo históricamente la verdadera primera religión mundial, ¿Cómo ve el Budismo a las religiones no-budistas? ¿Requiere que nuestro compromiso con el Dharma ignore o rechace las otras religiones del mundo? Aunque estas preguntas son sumamente importantes, no han sido aun planteadas en el mundo budista, al menos no en Occidente. Ciertamente, las respuestas a estas interrogantes nos ayudarían a ubicarnos en el panorama contemporáneo y occidental de las religiones mundiales, por lo que el futuro del Budismo - sobre todo, en el contexto fuertemente cristiano hispano - requiere que desarrollemos una Teología Budista de las Religiones.

La Teología de las Religiones es la rama de la Teología (principalmente representada por la teología cristiana, hindú, islámica y judía) y los estudios religiosos que intentan evaluar teológicamente los fenómenos de las religiones, y la relación y el lugar de una religión entre las religiones del mundo. Es la reflexión de cómo vivir entre personas de diferentes fes. En el caso del Budismo, podríamos llamarlo "Budología de las Religiones". 

Para nuestros propósitos, la Teología Budista de las Religiones busca responder cómo, desde un punto de vista budológico y dharmológico, debemos ver y relacionarnos con las religiones y filosofías no-budistas. Esto a su vez sucita otra preguntas, como: ¿Cómo debemos de ver budológicamente el fenómeno de la religiosidad humana? ¿Podemos afirmar la veracidad de otras religiones, y si sí, sobre qué base? ¿Es posible que los no-budistas puedan experimentar la salvación (Despertar - Nirvana)? ¿Qué rol tienen las otras religiones en el Plan Salvífico Dhármico del Buda? ¿Para qué propósito y sobre qué base debemos de establecer el diálogo interreligioso? ¿Es posible adoptar elementos de otras religiones no-budistas y adaptarlas al Budismo? Podemos entonces agrupar estas preguntas en cuatro categorías: (1) la interpretación budológica de la religiosidad humana (pregunta 1); (2) la veracidad de las otras religiones no-budistas (pregunta 2); (3) la posibilidad de la salvación en las religiones no-budistas (preguntas 3 y 4); (4) la contextualización de la misión budista (pregunta 5 y 6). Estas preguntas a su vez se pueden explorar en relación con tradiciones religiosas específicas, como en nuestro caso, el Cristianismo. Por supuesto, todas estas preguntas deben de ser abordadas desde el Canon Budista, y no desde concepciones personales, pues la Teología Budista de las Religiones, al igual que sus homólogos en otras religiones, surge de la Aparición del Buda en el mundo y la Revelación de su Dharma Eterno para todos los seres del planeta. 

Existen tres escuelas importantes o tipologías dentro de la Teología de las Religiones. Estas son el exclusivismo, el inclusivismo y el pluralismo. 

El exclusivismo se asocia a la creencia de que la salvación (Despertar - Nirvana) es posible solo a través del Dharma Eterno del Buda. El exclusivismo extremista percibe a todas las religiones no-budistas como falsas, o en el mejor de los casos, inmaduras, pues dependen de un sistema de creencias y prácticas que no le permiten a los seres eliminar su Ignorancia Fundamental sobre la Verdadera Naturaleza de la Realidad ni salir de la Rueda de Renacimientos del Samsara. Este es de hecho el paradigma o la tipología general de la mayoría de los budistas tradicionales y ortodoxos en Asia, pero como veremos, no es un punto de vista canónico.

El inclusivismo generalmente se refiere a la visión de que la salvación es multifascética y multidimensional, y que el Buda se encuentra presente en las otras religiones, por lo que la mayoría de las religiones pueden ser vistas como Medios Hábiles (Upayas) - recursos convenientes adaptados a las capacidades, naturalezas, necesidades y circunstancias de los seres - reveladas por los Budas para llevar a los seres a la salvación, por lo que las demás religiones contienen un cierto nivel de la Verdad y pueden tener un rol positivo en la salvación. 

El pluralismo es la creencia de que múltiples religiones son verdaderas e igualmente válidas en su comunicación de la Verdad, el mundo y la salvación. Por ello, el pluralismo postula que casi todas las religiones son formas válidas de alcanzar la salvación (Despertar - Nirvana). Este es de hecho el punto de vista mayoritario entre los budistas occidentales.

Como vemos, un factor común en todas las tipologías es la figura de devoción central (ser superior Dios - Buda) y la salvación. Por ello, antes de continuar nuestra reflexión, debemos de definir someramente ambos términos dentro del Budismo. 

Primero, veamos la figura del ser superior u objeto de devoción del Budismo. El Budismo es una de las pocas religiones del mundo que no posiciona la figura de un Dios como eje central, a diferencia de las religiones occidentales y orientales.  Si bien existe y se reconoce la figura de dioses, los mismos son vistos como la personificación de leyes cósmicas y fuerzas naturales, por debajo de la figura absoluta de un Buda, quien es la personificación del Alma del Universo, la Fuente de Energía y Vida de la cual emana y que anima todo en el Cosmos. Esto es lo que el Budismo llama el Buda Eterno. El Buda no crea el mundo, sino que, como una manifestación de su Samadhi o  emanación de la Mente Iluminada del Buda, el mismo sigue la ley de causa y efecto, el Karma - movimientos naturales.  

El Buda Eterno posee un aspecto triuno: (1) el primer aspecto es el Dharmakaya o Cuerpo del Dharma, el cual se compone de todo lo que existe en el Dharmadhatu (Cosmos). El Dharmakaya posee dos aspectos: el primer aspecto es el Dharmakaya Impersonal, el cual es la Unidad Fundamental indiferenciada - la Esencia; el segundo aspecto es el Dharmakaya Personal o Hábil, el cual es la personificación del Dharmakaya Impersonal para revelarse a los seres, lo cual hace por medio de sus otros dos cuerpos o aspectos. (2) El segundo aspecto es el Sambhogakaya o Cuerpo de Emanación o Recompenza, el cual es la aparición fenomenal espontánea del Dharmakaya a los seres de forma etérica o espiritual, para revelarse de acuerdo con las necesidades, capacidades y naturalezas de los seres, exponer su Dharma, y llevar a los seres la salvación. (3) El tercer aspecto es el Nirmanakaya o Cuerpo Encarnado, el cual es el aspecto que se hace carne y habita entre los seres, adaptándo su forma y lenguaje a la forma, el tiempo y las circunstancias de los seres sintientes en un mundo particular para predicar su Dharma y brindarles directamente la salvación. El Buda Shakyamuni, el Buda histórico quien vivió hace más de 2,500 años atrás en la India es el Nirmanakaya de este mundo. El Buda Eterno es el objeto de devoción, la figura central y el ser superior del Budismo, semejante a la posición y figura de Dios en las religiones occidentales y orientales. Todos los demás Budas son emanaciones o aspectos de la Mente Iluminada (apariciones hábiles) del Buda Eterno. 

Veamos ahora el rol de la salvación en el Budismo. El Budismo parte de la premisa de que la existencia (humana y general de todos los seres) conlleva sufrimiento. Por sufrimiento (dukkha), el Budismo postula que vivir es experimentar una amplia gama de experiencias que, si bien no se circunscriben a, se caracterizan por la insatisfacción, el dolor, la carencia, dificultades, y un sin número de viscicitudes. Este sufrimiento es raíz de lo que llama los Tres Venenos de la Ignorancia, la Ira y la Avaricia. De estos tres, le verdadera fuente del sufrimiento en el mundo es la Ignorancia. ¿Ignorancia a qué? Ignorancia a la Verdadera Naturaleza de la Realidad y del mundo. Desde nuestro punto de vista limitado y finito, el mundo se compone de una interminable cantidad de objetos, seres y circunstancias que se encuentran separadas e independientes unas de otras y de nosotros mismos. Este punto de vista dual es el resultado natural (y necesario) de la evolución del universo y de nuestros aparatos de los sentidos. Por ello, nosotros somos algo separado, independiente y ajeno al resto del mundo. Dado a esta percepción, desarrollamos gustos y disgustos, queremos que las cosas y seres duren para siempre y que nuestros planes y deseos se cumplan y salgan como querramos, y cuando algo de esto no sucede, sufrimos. A esto, le añadimos la existencia de la enfermedad, la vejez y la muerte, propia y de otros, lo que conlleva más sufrimiento. Este es el mundo de la dualidad. Este es el mundo desde la Ignorancia de la Verdadera Naturaleza de la Realidad. Así, debido a esto, vivimos vidas tras vidas persiguiendo nuestras ilusiones, satisfaciendo a toda costa nuestros deseos y pasiones ciegamente, de forma egoísta, causando dolor y sufrimiento a otros. Esto hace que acumulemos mal Karma (causas y condiciones o resultados), lo que hace que renazcamos en niveles inferiores de existencia dentro del Samsara, y solo sumamos al mundo y nosotros mismos en un ciclo interminable de dolor. 

Pero el Budismo nos muestra que el Cosmos donde vivimos es uno fundamentalmente bueno, y el Buda, el Absoluto o la Realidad Ultima, no es algo frio y distante, sino que que compadece de sus criaturas, por lo que el Buda Eterno se personifica y aparece en los mundos, revelando su Dharma Eterno de salvación - las Leyes Universales que nos permiten vislumbrar la Verdadera Naturaleza de la Realidad, disipar nuestra Ignorancia, y vivir vidas más plenas y felices, alcanzando el Despertar y la salvación. ¿Qué es el Despertar? Es reconocer la Unidad Fundamental detrás del mundo de la dualidad; que todos los seres y eventos no existen como cosas separadas e independientes sino que son posibles dado a una red infinita de interconexiones. Es descubrir que todos poseemos el Espíritu del Buda dentro de nosotros, nuestra Naturaleza Búdica, lo que nos permite despertar a esta Verdad y experimentarla, para que cuando lo hagamos, podamos vivir con mayor compasión y sabiduría en el mundo, transformando así nuestra experiencia del mundo como Sufrimiento, Impermanencia, Impureza y Falso Ser, en Felicidad, Eternidad, Pureza y descubramos nuestro Verdadero Ser, el cual es uno con todo y todos, permitiéndonos poner fin al ciclo interminable de sufrimiento y muerte en la Rueda del Samsara y experimentar el Nirvana (unidad, paz y dicha) en esta vida, para que podamos ayudar a todos los demás seres a igualmente experimentarlo. Esta es la salvación en el Budismo.

Habiendo definido la fugura central de devoción y la salvación en el Budismo, continuemos con nuestra exploración sobre la Teología Budista de la Religiones.

De las tres tipologías aneriormente mencionadas, si bien el Budismo asiático se inclina al exclusivismo y el Budismo occidental al pluralismo, para la sorpresa de muchos budistas, la más cercana al Canon Budista es la realmente la segunda tipología, la postura inclusivista. Como mencionamos anteriormente, para poder llegar a esta conclusión, vamos a abordar la Teología Budista de la Religiones desde cuatro aspectos: (1) la interpretación teológica budista de la experiencia religiosa humana; (2) la posibilidad de la existencia de la Verdad en las religiones no-budistas; (3) la posibilidad de la salvación fuera del Budismo; y (4) la contextualización de creencias y prácticas no-budistas al Budismo.  Esto lo veremos en la próxima entrada.