Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


domingo, 29 de noviembre de 2020

Chih-i: El Gran Restaurador del Budismo - Charla sobre la Vida y Obra del Gran Maestro Tendai

 En estas semanas, en los Templos Tendai en todo Japón, se conmemora el Shimotsuki-E: el Memorial al Gran Maestro Tendai Daishi (Chih-i 538-597), el fundador de facto de la escuela Tiantai (Tendai) en China. Si bien hemos hablado anteriormente sobre su vida y obra, hoy, en nuestra conmemoración, trataré de hacer énfasis en la importancia y el impacto de Chih-i y la Tradición del Loto en el Budismo Mahayana mundial.

El Budismo como lo conocemos hoy día no existiría en su forma actual si no fuera por la vida y obra del Gran Maestro Chih-i, el fundador de la escuela Tendai en China. El Gran Maestro Chih-i rescató el verdadero mensaje unificador del Buda del mundo y reveló su misión de salvación universal para todos los seres sintientes. 

Chih-i, conocido póstumamente como Tendai Daishi, o "Gran Maestro del Monte Tientai", nació en el año 538 en China, hijo de oficiales gubernamentales. Al caer huérfano, fue ordenado a la edad de 18, decidido a dedicar su vida entera a lo que consideraba el sermón más importante del Buda en todo el mundo, el Sutra del Loto, siguiendo así la larga tradición del Loto, comenzada por el Buda Shakyamuni, seguida en la India por grandes maestros como Nagarjuna, Vasubandhu y Kumarajiva, y que continuó en China con Taosheng y Huisi.  Chih-i se volvió discípulo de Huisi (515-577), un gran monje y erudito del Sutra del Loto. Si bien ya era considerado un erudito del Sutra del Loto por su propio mérito, Chih-i alcanzó la Iluminación en el Monte Dasu, llegando a tener una revelación total del verdadero propósito de la aparición del Buda en el mundo y su mensaje. Tras esta experiencia, luego de siete años de estudios bajo Huisi, Chih-i partió con la bendición de su maestro para volverse un maestro. 

Luego de largos años de estudio, y tras leer y estudiar todo el canon budista, Chih-i comenzó a clasificar todos los sermones dados por el Buda en sus más de 40 años de predicación en el mundo y a organizarlos cronológica y en orden de importancia, algo que nunca antes nadie había hecho. En el enorme corpus del Buddhavachana, Chih-i pudo confirmar su experiencia iluminadora, y vió que el Buda, si bien había dado más de 84,000 enseñanzas, todas procedían de un mismo Dharma o Ley, y que todas estaban diseñadas para llevar progresivamente a sus discípulos a la revelación total de su Despertar, el cual fue dado al final de su vida en el Sutra del Loto. Los tres tipos de enseñanzas (Shravaka, Pratyekabuddha y Bodhisattva) fueron medios hábiles empleados por el Buda para preparar las mentes y expandir las cosnciencias de los seres sintientes. Así, Chih-i pudo dividir toda la predicación del Buda en Cinco Periodos.

Tras alcanzar el Despertar, el Buda estuvo 49 días bajo el Arbol Bodhi. Aquí, el Buda fue recibido por una gran cantidad de sers iluminados y divinos, y predicó su primer sermón desde el aspecto del Cuerpo del Dharma o de la Budeidad, sin recurrir a medios hábiles, destilando la totalidad del Despertar a todos los presentes en todas partes del Cosmos. Sin embargo, el Buda Shakyamuni, como la encarnación del Universo o la Realidad en este mundo, sabía que las personas no estaban preparadas para estas sublimes verdades. Para ello, ideó un plan a través y por el cual, iría revelando poco a poco una porción de la Verdad, preparando gradualmente las mentes de sus discípulos para la revelación total. Luego, partió al Parque de los Ciervos donde dió su primer sermón, predicando las Cuatro Nobles Verdades y el Noble Sendero Octuple, enseñanzas básicas e imparciales que sentarían las bases para el resto de su minsiterio, y ayudarían a los seres a descartar sus visiones preconcebidas del mundo y de sí mismos, dirigidas a aquellos seres que no podían aún ser Bodhisattvas o seres iluminados. Así, permitió que sus discípulos de desapegaran de sus visiones erróneas y buscaran alcanzar el Nirvana - la salida de la Rueda del Samsara - aunque el Nirvana como tal no existía. Estas enseñanzas, conocidas como el periodo Agama (Hinayana) duró 12 años. Estos sermones hoy se conocen como el Canon Pali, y presentan las enseñanzas incompletas y preparatorias del Budismo Primitivo.

Luego de predicar los Sutras Agama, el Buda predicó los Sutras Mahayana en lo que se conoce como el periodo Vaipulya, donde reveló las leyes del universo y la existencia de otros Budas y Bodhisattvas: seres que posponen su Iluminación hasta que todos los seres hayan sido salvados. Fue luego de este periodo, donde el Buda predicó los famosos Sutras Mahayana como el Sutra de Vimalakirti y el Sutra del Buda Amida, entre otros, que el Buda predicó los Sutras Prajnaparamita o de la Perfección de la Sabiduría, donde enfatiza la Vacuidad o total interconexión e interdependiencia de todos los fenómenos. Aquí encontramos Sutras como el Sutra del Diamante y el Sutra del Corazón, y estos periodos duraron por 22 años. 

Finalmente, cuando los seres ya estaban listos, el Buda reveló nuevamente la totalidad de su Iluminación en el Sutra del Loto, y el Sutra del Nirvana, el cual lo afirma, expande y complementa. Aquí, el Buda revela (1) su plan salvífico: todas estas enseñanzas fueron dadas para preparar a los seres para recibir la totalidad de la Verdad del Dharma; (2) el Buda, al igual que todos los Budas, es una manifestación carnal de la Energía del Universo, el cual desciende a los mundos para llevar un mensaje de unidad y revelar las leyes del Cosmos; (3) todos los seres poseen la Naturaleza Búdica - la capacidad de convertirse en Budas y realizar el trabajo salvífico dhármico a través de los universos. Estas fueron las enseñanzas que el Buda dió durante los últimos 8 años de su vida hasta su Parinirvana. Este blog, y todo mi ministerio, se basa en estas enseñanzas, las cuales se llaman las Enseñanzas Perfectas y Completas, ya que revelan la Verdad del Dharma en el mundo. 

Este esquema, llamado los Cinco Periodos, es solo una de las muchas grandes aportaciones de Chih-i al mundo budista. Antes de Chih-i, el Budismo se había dividido en múltiples escuelas, cada una enfatizando una parte parcial y específica de sus enseñanzas, sin ver la totalidad del Plan Dhármico del Buda ni su verdadero mensaje para el mundo. Chih-i restauró el verdadero Budismo, rescatando el Dharma de su fragmentación y malinterpretación y continuando la misión unificadora y armonizadora del Buda en el mundo. Es gracias a Chih-i que enseñanzas budistas Mahayana que hoy damos por sentadas como el la realidad metafísica del Buda, la Naturaleza Búdica innata en todos los seres, y la importancia del rol del Bodhisattva, existen en la mayoría de las escuelas budistas del mundo. 

Entre sus otras aportaciones, se encuentran el desarrollo de la doctrina de la Triple Verdad, el Ichinen Sanzen o los Tres Mil Mundos en Un Solo Instante, la Triple Contemplación, los Cuatro Samadhis, etc. Igualmente, Chih-i restauró la importancia de la práctica de la meditación budista, escribiendo el primer manual de meditación en el mundo budista, el Shoshikan, así como escribió tres de las obras más importantes en todo el Budismo: "El Significado Profundo del Sutra del Loto" (donde detalla sus enseñanzas), "Palabras y Frases del Sutra del Loto" (un comentario al Sutra) y la Gran Calma y Contemplación (también conocido como Makashikan, donde provee un resumen de todas las enseñanzas y prácticas budistas, con énfasis en la meditación en el Absoluto). Con todo esto, Chih-i tuvo una profunda e indeleble influencia en el resto de las escuelas budistas en China, y su influencia permeó el Budismo en todo el Este de Asia. Gracias al Gran Maestro Chih-i, Saicho (Dengyo Daishi 767-822), fue a China a traer las Enseñanzas Perfectas y Completas y fundó la escuela Tendai en el Monte Hiei en el 809, la cual continuó y perfeccionó la tradición del Loto en China, la cual fue la madre de todas las escuelas budistas japonesas, y desde donde ilumina el Budismo para el resto del mundo.

Por todo esto, me atrevo a llamar al Gran Maestro Chih-i el Restaurador del Budismo, ya que fue Chih-i quien nuevamente trajo de la oscuridad el verdadero propósito, plan y mensaje del Buda en el mundo. Así, hoy, al igual que todos los años, celebramos su vida y agradecemos su obra: Isshin Bujo Koso Tendai Chisha Daishi.

jueves, 26 de noviembre de 2020

"El Espíritu de Gran Compasión y Sacrificio" - El Agradecimiento en el Budismo - Charla del Dharma para el Día de Acción de Gracias

 Hoy, se celebra en Occidente y en muchas partes del mundo el Día de Acción de Gracias, una festividad que conmemora un evento histórico en los Estados Unidos pero que ha trascendido su razón inicial, y que es celebrado internacionalmente como un día de reflexión y agradecimiento por las bendiciones de la vida y de aquellos seres cercanos. En el Budismo, ¿por qué daríamos gracias? En el Budismo, damos gracias por la vida humana y nuestros seres queridos, las bendiciones de la vida, el Dharma, y la oportunidad de realizar el trabajo dhármico del Buda en el mundo.

Una de las primeras enseñanzas del Buda, conocida como las Cuatro Nobles Verdades, nos enseña que la vida contiene sufrimiento. Esta enseñanza budista básica, conocida como la Primera Noble Verdad, ha sido tristemente evidente durante todo este año. La llegada de la pandemia mundial, con la triste muerte de miles de personas mundialmente, unida al cambio climático, a las catástrofes naturales y nuestros problemas sociales e individuales, nos recuerdan diariamente la cercanía de todos los seres con esta verdad. Si bien esta es una enseñanza budista básica y fundamental, es importante no aferrarnos a la misma; no podemos pintar de gris el lente a través y por el cual vemos las cosas y transcurrimos nuestras vidas. Cerca del final de sus días, el Buda nos reveló que si bien el mundo está permeado por el sufrimiento y la transitoriedad, podemos accesar a la Verdadera Realidad a través de nuestra Budeidad Innata, y con ella, podemos tocar la fábrica misma de la Existencia, la cual está preñada de Felicidad, Eternidad y Pureza. Si bien el sufrimiento es una realidad irradicable, el mundo sigue siendo un ligar bello y lleno de bendiciones. En medio de toda esta confusión, a veces perdemos de vista las cosas por las que deberíamos estar agradecidos.

En esta temporada, celebramos el Día de Acción de Gracias. Esta celebración se da en el Otoño, cuando la humanidad antiguamente recogía las últimas cosechas, y le daba gracias al Universo por el sustento. El Otoño, con sus tonos de amarillo, naranja y marrón, cambia completamente nuestro entorno, recordándonos la impermanencia y su efecto en nuestras vidas. El Día de Acción de Gracias marca el comienzo de esta temporada de celebración. En medio de la comida, la bebida y la diversión, nos tomamos un tiempo para estar agradecidos. Sin embargo, en el Budismo, todos los días son días de acción de gracias; esto es porque hemos sido bendecidos con un nacimiento humano, y con la oportunidad de encontrar el Dharma, y realizar el trabajo del Bodhisattva en el mundo.  ¿Cómo podemos hacer de cada día un día de gratitud, un día de acción de gracias?

El Budismo tiene una larga tradición de gratitud. La gratitud, de hecho, es un elemento sine qua non del primer Paramita: Dana, que significa "caridad". Durante muchos siglos, los monjes siguieron el ejemplo del Buda Shakyamuni y sus discípulos, renunciando a las posesiones mundanas y viviendo de la mendicidad. La única comida que comían era la que les daba la gente del pueblo. Si no recibían comida, no comían. Dependiendo de otros para sobrevivir, estaban agradecidos por lo que recibían. Esta tradición de gratitud todavía existe hoy. En los templos budistas y en los hogares de muchos fieles, es costumbre recitar la palabra "Itadakimasu" antes de comer. Traducido de forma libre, esto significa: "Damos gracias por lo que recibimos". Esto es para hacernos conscientes de que los alimentos que recibimos provienen de una infinita red de causas y condiciones - muchas veces al costo de vidas - para poder sostenernos. El Budismo enseña que todo lo que existe es el resultado de causa y efecto. Todo depende de lo que pasó antes. Nada existe de forma independiente. Cuando decimos “Itadakimasu” estamos expresando nuestro agradecimiento a todos los fenómenos que convergieron a través del espacio y el tiempo, así como a las vidas envueltas, todos siendo los responsables de proporcionar la comida que ingerimos. El sol, el agua, la tierra, las plantas, sus nutrientes, los insectos, los animales, el granjero, el camionero, el dueño de la tienda, el cocinero e incluso los animales que mataron para que tengamos carne son destinatarios de nuestro agradecimiento. Estamos agradecidos y recibimos humildemente su ofrenda. Es gracias a estos alimentos que podemos sostener nuestras vidas, las cuales dedicamos en cuerpo, mente y espíritu al trabajo dhármico del Buda en el mundo.

Es el Espíritu budista de Gran Compasión, Sacrificio, Gratitud y Caridad (Dana) que es fundamental para el Budismo que compartimos en este día. Estos valores no solo nos ayudan a progresar hacia la realización de nuestra interconexión fundamental (todos estamos conectados), sino que también nos ayuda a liberarnos del apego y a construir una mente compasiva, finalmente llevándonos al Despertar.

En los Sutras, las Escrituras Sagradas budistas, vemos muchos ejemplos de la importancia de la gratitud en nuestras vidas, cuando leemos: "Cuando alguien nos beneficie, aunque sea un poco, debemos pagarle con todo nuestro corazón. Incluso si alguien está enojado con nosotros, siempre debemos tratarlo bien". (Upasakasila Sutra). Es por eso que debemos estar conscientes siempre de las Cuatro Deudad de Gratitud en el Budismo: (1) la deuda de gratitud a nuestros padres; (2) la deuda de gratitud al gobernante de la nación; (3) la deuda de gratitud a todos los seres vivos; y (4) la deuda de gratitud a los Tres Tesoros (el Buda, el Dharma y la Sangha). 

La primera es la deuda de gratitud es para con nuestros padres y familiares. ¡Cuán infinitamente profunda es la deuda que tenemos con nuestros padres que nos dieron la vida y nos nutrieron! Los Sutras dicen que nuestra deuda con nuestros padres es mayor que el Monte Sumeru, y más profunda que el océano. Segundo, está la deuda de gratitud con el gobernante de la nación. Esta es la gratitud que se le debe al gobierno. En el mundo democrático de hoy, donde la soberanía descansa en el pueblo, es la gratitud a la sociedad misma. El tercero es la deuda de gratitud para con todos los seres vivos. La vida es eterna, y se extiende a través de las tres existencias del pasado, presente y futuro; los Sutras nos enseñan que hemos nacido en este mundo después de haber pasado por el ciclo de nacimiento y muerte infinitas veces. Desde ese punto de vista, en un momento u otro del pasado, todos los seres han sido nuestros padres y nuestras madres. El Budismo nos revela que todos estamos fundamentalmente interconectados y en deuda de gratitud entre nosotros. Y en cuarto lugar, el Buda nos enseña que pagar nuestra deuda de gratitud a los Tres Tesoros del Budismo es lo más importante para establecer la mejor vida posible como un ser humano. Los Tres Tesoros son los tres pilares de la fe y la práctica budistas, a saber, el tesoro del Buda, el tesoro del Dharma (las enseñanzas del Buda) y el tesoro de la Sangha Budista (la comunidad de sacerdotes y creyentes, que en última instancia se exitiende a todos los seres sintientes). El Buda, después de todo, fue una manifestación compasiva del Universo, el cual se personificó y se reveló a los seres sintientes para revelar la sabiduría del Dharma y salvarnos del sufrimiento. Es gracias al Alma del Universo, el Buda, que podemos ser conscientes de nuestras bendiciones y mostrar agradecimiento este día. 

La cuarta deuda de gratitud, la deuda de gratitud para con los Tres Tesoros, es la más importante, ya que es a través del Dharma que la humanidad se beneficia: "Durante inconmensurables cientos de miles de millones de miles de millones de asamkhya kalpas, he practicado esta Ley de la Suprema de la Iluminación Perfecta que es rara y difícil de alcanzar. Ahora les he confiado el Dharma. Debes concentrarte de todo corazón en difundir ampliamente el Dharma a fin de brindar mayores beneficios, bendiciones y prosperidad para todos". (Saddharmapundarika Sutra)

A través de nuestra práctica budista, podemos accesar a esa dimensión infinita - nuestra Naturaleza Búdica - y volvernos más consciente de las bendiciones que recibimos abundamente del Universo. Esto es ilustrado en el Sutra del Loto, donde el Buda dice: "Los lugares en los que habitan los hijos del Buda, pertenecen al mismo Buda. Siempre que estén caminando, sentados o descansando, el Buda vive dentro de ellos". (Saddharmapundarika Sutra). Al basar nuestras vidas en nuestra práctica, podemos transformar cualquier sufrimiento en alegría y aprecio, y vivir con abundancia y riqueza de corazón. Con esto, podemos hacer frente a todas las adversidades kármicas de la vida y realizar efectivamente el trabajo del Buda en el mundo.

Igualmente, en los Sutras vemos ejemplos de cómo un cambio en nuestro enfoque puede hacer de toda oportunidad un momento para dedicar nuestras vidas a los demás:

"En un bosque de bambú en las faldas del Himalaya vivía un loro con otros muchos pájaros y animales. Un día, de repente, empezó a soplar un viento fuerte que originó un incendio a raíz del fuego encendido por la fricción de dos bambúes. El viento fue agrandando el fuego y las aves y los animales lloraban y gritaban en gran confusión en busca de escape. El loro, por una parte en agradecimiento al bosque de bambú que le había dado casa por largo tiempo, y por otra parte, sintiendo compasión por la desgracia, de tantas aves y animales, decidió hacer lo posible por salvarlos. Fue a un estanque vecino, se mojó las alas y, volando sobre el fuego, hizo caer gotas de agua. Repitió esto con diligencia pensando sólo en la gratitud hacia el bosque de bambú y en la compasión que sentía hacia los desesperados.

"Este espíritu de compasión y de sacrificio conmovieron a los dioses del cielo. Uno de ellos bajó para decirle: “Tu alma es noble, pero cómo podrás apagar un fuego tan grande con las gotas de agua de tus alas?” A lo que el loro le contestó: “Si pretendiera apagar sólo con el agua, de seguro, no podría; pero lo hago con este sentimiento de agradecimiento y compasión. Debe ser posible. Yo seguiré trayendo agua una y otra vez, y lo seguiré haciendo también en mi próxima vida. El dios se sintió emocionado por el espíritu del loro y le ayudó a apagar el fuego". (Samyuktaratna-pitaka)

A veces olvidamos el poder de una sola palabra o una sola acción de un individuo. Cuando comenzamos nuestro camino en el Dharma, las divinidades conspiran y nos ayudan en nuestro camino. Si bien todos estamos pasando por una pandemia mundial, aún existen muchas cosas por las que estar agradecidos. Durante nuestras vidas ocupadas y estresantes, a menudo olvidamos lo que tenemos y, en cambio, nos enfocamos en lo que creemos que necesitamos. Si tan solo tuviéramos más dinero, más posesiones, más amigos, más de todo, entonces seríamos felices. Nuestro ego nos impulsa hacia adelante. El Budismo enseña que este es el mundo de la ilusión causado por nuestro ego. ¿Cómo podemos realmente tener algo cuando todo es impermanente? Lo único que tenemos es el ahora. Debemos apreciar el momento. En estos momentos de incertidumbre, donde tantas personas han muerto, es importante que celebremos esta festividad con nuestra familia, nuestros seres queridos y allegados, y les demos gracias por apoyarnos y estar presentes en nuestras vidas. Mañana, puede que ya no los volvamos a ver.

Además de decir "Itadakimasu", existen otras oraciones budistas que son adecuadas para esta ocasión. Para los budistas, una oración regular es una de "Metta" o "Bondad amorosa". Esta oración ayuda a que broten las semillas de la compasión en nuestras mentes, lo cual es fundamental en la práctica budista. Sin compasión, los Tres Venenos se hacen cargo rápidamente. El Sutra de la Bondad Amorosa (también conocido como Metta Sutta) es un pequeño extracto de un sermón del Buda, que es utilizado a manera de oración por muchos budistas alrededor del mundo. Una buena práctica budista para el Día de Acción de Gracias puede ser recitarla antes o después de la comida. Una versión abreviada y adaptada para la ocasión leería así:

"Para todos los seres vivos, sin importar quiénes o qué sean. Ya sea que se vean o no se vean. Ya sea que vivan cerca o lejos. Ya sean nacidos o no nacidos. Que nadie engañe ni desprecie a nadie. Que nadie desee hacer daño a otro, por ira u odio. ¡Que todos los seres estén seguros, en paz y felices!" (Metta Sutta)

Así, en este día, entre familiares, amigos, o aún estando solo en tu hogar, antes de tomar el primer bocado de comida en su cena de Acción de Gracias, trata de reflexionar sobre la infinidad de causas y condiciones que hicieron posible esta cena. Luego, en el silencio de tu corazón o con tus palabras, trae a tu mente las Cuatro Deudas de Gratitud y comprométete a repagarlas por medio del sustento que recibes a través de estos alimentos. Siente en ese momento la Vida y la Luz Infinita del Buda, la cual brilla incesantemente sobre nosotros, iluminando todos los aspectos de nuestra vida. Finalmente, lleva el primer bocado a tu boca y disfruta, con un corazón lleno de gratitud, y lleva este sentimiento a tu vida diaria. 

domingo, 22 de noviembre de 2020

El Mundo del Despertar: Ciclo de Lecturas sobre el Sutra Avatamsaka – Introducción al Sutra de la Guirnalda de Flores III

 Tradicionalmente, el Templo Tendai de Puerto Rico tiene varios Ciclos de Estudio y Lectura sobre los Sutras – los Textos Sagrados canónicos del Budismo. Dado a la pandemia mundial, no nos hemos podido reunir. Pero todo problema conlleva una oportunidad, y en nuestro caso, nos brinda la bendición de hacer estas lecturas públicas en este blog, para el beneficio de la Sangha y de toda la comunidad Hispana.

Este año, comenzaremos por primera vez un nuevo Ciclo sobre el Sutra Avatamsaka, el primer sermón dado por el Buda tras su Despertar en el mundo. El mismo revelaba completamente el contenido de su Iluminación, pero dado a que los seres sintientes de este mundo no estaban preparados, el Buda modificó y redujo la complejidad y capacidad de sus enseñanzas, para preparar mentalmente a los seres para su eventual revelación. Este Sutra es uno de los más hermosos y complejos, y representa el punto más alto del desarrollo de la literatura religiosa budista. El mismo explica la naturaleza de los Budas y de la Budeidad, su rol en los universos, la metafísica del surgimiento de los mundos y las leyes que gobiernan el Cosmos, y la importancia del rol del Bodhisattva y la salvación de todos los seres sintientes. Es por eso que este Sutra – que fue el primer sermón dado por el Buda - es equiparado con el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana – los últimos sermones del Buda en el mundo. No obstante, dado a su voluminosidad e inaccesibilidad, el mismo ha estado fuera del alcance de muchas personas.

En nuestra primera entrada, vimos someramente los temas principales del Sutra Avatamsaka y su relación con el canon budista y en especial con el Sutra del Loto. Luego, en nuestra segunda entrada, vimos un resumen breve de la primera mitad de sus capítulos y cómo encajan en el mensaje salvífico del Buda. Hoy, culminaremos con nuestro resumen temático del Sutra. Como mencionamos anteriormente, el mismo se basa en el resumen hecho por el traductor Thomas Cleary en su obra, la cual es basada a su vez en la tradición comentarial. Al igual que nuestras series pasadas, el mismo no será completamente traducido en estas páginas, sino que mayormente presentaremos una sinopsis junto con una humilde exégesis propia basada en la larga tradición comentarial y las Enseñanzas Completas y Perfectas de la escuela Tendai. Todo error es enteramente mío.  


Como recordaremos, el Sutra Avatamsaka representa la cima del pensamiento budista, y es como un libro que presenta el Despertar desde el punto de vista del Buda, diferente del Sutra del Loto, que presenta la Budeidad desde el punto de vista del mundo convencional. Por ello, el mismo no es un Sutra fácil. Su consumación se materializó en el Sutra del Loto. Ya vimos los primeros 20 capítulos en la primera parte; hoy, veremos panorámicamente los últimos 19 capítulos.

El capítulo veintiuno, titulado “Diez Prácticas”, habla sobre las Diez Perfecciones, o formas de trascendencia, sobre las cuales se basa el Camino del Bodhisattva; estas son: Generosidad (Dana), Precdeptos (Sila), Tolerancia (Kshanti), Energía (Virya), Meditación (Dhyana), Sabiduría (Prajna), Medios Hábiles (Upaya), Poder (Bala), Votos, y Conocimiento (Jnana). El capitulo los presenta desde la perspectiva de la Vacuidad (aunque el traductor a veces usa la palabra “relatividad”; los primeros Seis Paramitas, que son los más conocidos, se basan especialmente en la Vacuidad dentro de la existencia convencional o relativa, mientras que los últimos cuatro se basan en la existencia relativa dentro de la Vacuidad o la Realidad Ultima. 

El capítulo vigésimo segundo, titulado “Diez Tesoros Inagotables”, trata de diez fuentes del desarrollo y la actividad de los Bodhisattvas: Fe, Ética, Arrepentimiento, Conciencia, Aprendizaje, Dar, Sabiduría, Recogimiento, Preservación del Dharma y Elocución. Veamos algunos de ellos. La sección sobre la Fe trata sobre el objeto de la fe, expresado principalmente en términos de la Verdad Absoluta, así como los estados mentales engendrados por la fe, y su importancia crucial en la práctica budista. La sección sobre Ética se ocupa de los principios y la orientación de los Preceptos, con énfasis en los Diez Preceptos Mayores. El Arrepentimiento se refiere a estar avergonzado de errores pasados, cometidos en pensamiento, palabra y acción. La Conciencia se refiere a la resolución de no seguir actuando imprudentemente. La sección sobre Aprendizaje se ocupa de aspectos específicos del origen interdependiente de estados condicionados y del conocimiento analítico. Dar implica desapegarse a los modos anticuados y a los errores preconcebidos, así como el acto de darse a sí mismo y el estado de ánimo de la generosidad. La sección sobre Sabiduría trata tanto de los fenómenos como de los principios, y el conocimiento discursivo que conduce a la comprensión de la Vacuidad y la Originación Interdependiente. El Recogimiento implica el recuerdo de cada momento de conciencia, representado como innumerables edades debido a la densidad de la experiencia, incluidos los cambios sufridos, así como los contenidos de lo aprendido. La Preservación del Dharma significa la preservación de las enseñanzas del Buda y las ciencias involucradas en esto. La Elocución se refiere a la exposición y la enseñanza.

El capítulo veintitrés, titulado “Ascenso al Palacio del Cielo Tushita”, describe con gran detalle los conjuntos de ornamentos dispuestos para dar la bienvenida a Buda a este Cielo. El Cielo Tushita, el Cielo de la Felicidad o Satisfacción, representa la morada de un futuro Buda justo antes de alcanzar el Despertar Perfecto y Completo en el mundo. La asamblea de Bodhisattvas allí también se describe en términos de las prácticas y cualidades que los desarrollaron. Después de esto hay una descripción detallada de las cualidades espirituales del Buda. Un Buda no es solo un ser que ha alcanzado un estado iluminado, sino que es la personificación, manifestación y materialización de la Budeidad.

El capítulo veinticuatro, titulado “Elogios en el Palacio Tushita”, elogia la universalidad de la conciencia y la realidad metafísica del Buda, reconciliando la multiplicidad y unidad, enfatizando la relatividad de la manifestación del Buda a las mentes de los perceptores. Esto revela nuevamente que los Budas (como todo) son emanaciones de la Realidad (Tathata), del Uno (en términos platónicos y occidentales), que se manifiesta como muchos para llevar la sabiduría del Dharma y salvar a los seres sintientes, ayudándoles a realizar su unidad fundamental con la Existencia y regresar a su Verdadero Hogar.

El capítulo veinticinco, titulado “Diez Dedicatorias”, es uno de los libros más largos del Sutra, lo que indica la gran importancia de la dedicación en la vida de los Bodhisattvas. La dedicación refleja particularmente dos principios esenciales de la práctica de los Bodhisattvas: dar o renunciar; y juramento o compromiso. La orientación básica de la dedicación es el pleno desarrollo, liberación e iluminación de todos los seres. El alcance de las Diez Dedicatorias está más allá de la capacidad de un individuo para realizarlas personalmente; es a través de la dedicación que el Bodhisattva individual se fusiona con el esfuerzo total de todos los seres iluminados. Formas de dar que no son literalmente posibles, por ejemplo, se presentan en gran longitud; estos representan el desapego, tanto material como espiritual, particularmente en el sentido de dedicación al servicio de toda la vida. Este capítulo vuelve a enfatizar la integración de la sabiduría y la compasión, actuando con determinación incluso sabiendo la naturaleza en última instancia irreal de la existencia condicional. Esta habilidad de actuar sin apego, sin compulsión, sin aferrarse o rechazar la existencia o el vacío, se presenta como la esencia de la dedicación y como un elemento fundamental en el camino de salvar a todos los seres.

El capítulo veintiséis es tan famoso que circuló como un Sutra independiente sobre las Diez Etapas de la Iluminación. La enseñanza de las Diez Etapas se presenta como la base de todas las enseñanzas budistas, al igual que un alfabeto es la base de todos los escritos en su idioma. Como vemos, el Sutra Avatamsaka contiene, de una forma u otra, todas las fases de la enseñanza budista; de igual forma, abarca todas las formas de práctica. Siguiendo un tema de desarrollo progresivo, las Diez Etapas abarcan el curso del Bodhisattva desde los primeros pasos del desarrollo espiritual hasta la lluvia final de enseñanza que brota del conocimiento iluminado, completando así y reiniciando el ciclo de Despertar propio y de los demás. Dentro de este ciclo general hay ciclos paralelos de elevación de uno mismo y de los demás; a medida que los Bodhisattvas progresan de una etapa a otra superior, hay una expansión continua no solo de la extensión, profundidad y precisión de la conciencia y la percepción, sino también de la correspondiente versatilidad y poder en el alcance comunicativo: a la vez que los seres iluminados progresan, progresan todos los seres y el Cosmos. A lo largo de este progreso, se impide que el desarrollo del Despertar se detenga en cada etapa debido a la aspiración primordial de una Iluminación Completa y Perfecta, ya que la Budeidad es inherente a toda la vida y al progreso evolutivo del Cosmos (emanan del Buda Eterno), y los pensamientos de los Bodhisattvas se fijan en última instancia en los atributos de la Budeidad. Las Diez Etapas incluyen fases de práctica tales como las que generalmente se asocian con los llamados vehículos menores de la salvación individual (Hinayana), pero el practicante no toma la aniquilación o liberación de las preocupaciones mundanas que estos métodos ponen a disposición como la realización final. En la etapa superior en la que tiene lugar la falta de esfuerzo y el cese de la acción física y mental, es la inspiración externa la que motiva al practicante a elevarse incluso más allá de esta etapa de paz personal. En la etapa más alta, la conciencia cósmica cuya perspectiva impregna todo el Sutra finalmente se abre explícitamente, mostrando la visión de “todo en uno, uno en todos” del reino de la Realidad.

Un tema importante en las Diez Etapas, que aparece aquí y allá a lo largo de los Sutras en varias formas, es el cultivo del bienestar tanto mundano como transmundano (espiritual). Esto se presenta en términos concretos en este capítulo, ya que el practicante en una determinada etapa se involucra en el desarrollo y ejercicio de habilidades en ocupaciones mundanas. La elección de estas actividades, ya sea en las artes y las ciencias, los negocios, la artesanía, las actividades literarias y culturales, el entretenimiento u otros campos, no está guiada por los deseos personales de los profesionales, sino por las necesidades actuales de la sociedad a la que sirven, de acuerdo con lo que será beneficioso. Esto nos recuerda al ejemplo del laico Vimalakirti. El desarrollo de tales habilidades ocupacionales se lleva a cabo en la misma etapa en la que la meditación es la práctica principal entre las diez formas trascendentes. El equilibrio del trabajo en el mundo y las prácticas espirituales que trascienden el mundo, característico del ideal de la actividad budista integral, funciona para promover el beneficio simultáneo de uno mismo y de los demás, evitando lo que se llama "intoxicación por el vino de la concentración de la meditación", un obstáculo en el camino y una indulgencia prohibida por los Preceptos dl Bodhisattva del Sutra de la Red de Brahma. 

Ahora, es importante aclarar que si bien se presentan Diez Etapas al Despertar (que luego se expanden a 52 en todo el Sutra Avatamsaka), todos juntos forman una sola totalidad, mientras que cada uno son elementos distintos de esa totalidad; todos son iguales en la medida en que se complementan y trabajan juntos para producir el efecto total, mientras que individualmente tienen diferentes funciones dentro de toda la obra salvífica dhármica; como elementos de una misma totalidad, forman el todo y en él alcanzan su consumación individual, mientras que por separado no sólo no forman un todo, sino que tampoco se perfeccionan individualmente sin los demás. Es por eso que si bien se describen como Diez Etapas (o 52 Etapas), todas comienzan y se consuman en la primera: en el desarrollo del Bodichita o el Deseo de Alcanzar el Despertar. Es por ello que la Fe tiene la capacidad de manifestar nuestra Budeidad Innata aquí y ahora, en este cuerpo y en esta vida, a través de las diversas prácticas budistas. Es por eso que el Sutra Avatamsaka, así como el Sutra del Loto, incluyen todas las enseñanzas y prácticas budistas: todas provienen del Vehículo Único del Ekayana de la Budeidad. Considerar los fenómenos y principios del Budismo bajo esta luz, por ejemplo, produce una comprensión bastante diferente de la que fomenta la noción de la multiplicidad de enseñanzas budistas como representantes de escuelas rivales e ideologías conflictivas. Estos Sutras, que representan las Enseñanzas Perfectas y Completas, nos ayudan al proveernos una herramienta diagnóstica útil para evaluar movimientos que en realidad se han endurecido en escuelas o ideologías exclusivas: vistos en el contexto del Ekayana, tales movimientos se vuelven estériles interiormente por la estabilización en torno a enseñanzas temporales y parciales, pero exteriormente contienen una porción de nutriente en el sentido de que demuestran este proceso. En ultima instancia, hay seres que las necesitan para avanzar a las más abiertas e inclusivas. 

Esta enseñanza es ejemplificada por la aparición y la constante referencia en el Sutra a la práctica y la figura del Bodhisattva Samantabhadra, la encarnación del Bien Universal. Aquí, todos los Budas y Bodhisattvas son una totalidad, todo el esfuerzo es una totalidad. Dentro de este único esfuerzo cósmico universal, diferentes trabajadores cumplen diferentes funciones; estos pueden representarse, por ejemplo, como diferentes escuelas, diferentes ciclos de enseñanza, diferentes modos de práctica, etc. En esencia, todos estos trabajadores son iguales, basados en la aspiración a la Iluminación Universal. En última instancia, todos emanan de la misma Esencia, que se manifiesta como la Naturaleza Búdica, pero son diferentes en características, en las formulaciones y métodos que emplean. El trabajo de todos los trabajadores forma el "cuerpo" de Samantabhadra, así como la multitud forma el uno. Ningún trabajador individual completa toda la tarea solo; el ser que se ilumina, “ilumina a todos los seres sintientes" y "purifica todos los mundos". Si diferentes fórmulas, prácticas o fases de la Enseñanza se mantienen separadas como dogmas, absolutos y completos en sí mismos, la dinámica total del trabajo dhármico universal se desintegra. Esta es la importancia última del Ekayana.

El capítulo vigésimo séptimo, titulado “Diez Concentraciones”, habla del Bodhisattva que rompe las barreras del mundo relativo familiar - barreras de espacio, tiempo, multiplicidad, solidez - mediante la concentración mental. Un aspecto de esta práctica es la entrada y salida de la concentración en diferentes dominios. "Entrada" se interpreta como concentración o absorción y "salida" como percepción o conocimiento; a través de la concentración en un dominio, se despierta la comprensión de otro. Esto se hace a través de numerosos medios diferentes de concentración y está relacionado con el desarrollo de la visión del Sutra Avatamsaka de la interpretación de principios y fenómenos y la interpenetración de fenómenos. Es por eso que se recurre frecuentemente a la imagen de la Red de Indra: el Sutra Avatamsaka es como un holograma, con el todo concentrado en todas las partes; el cosmos mismo, todo interreflectante, el uno y los muchos interpenetrados. 

El capítulo veintiocho, titulado los “Diez Conocimientos”, describe las facultades superiores, funciones desarrolladas a través de las concentraciones, que se dice que son inconcebibles para cualquier mente, excepto las de los que están completamente despiertos. 

El capítulo vigésimo noveno, titulado las “Diez Aceptaciones”, trata de la entrada en aspectos no convencionales de la Realidad. Los límites de la construcción mental convencional se traspasan pero no se destruyen porque se realiza su naturaleza ilusoria en última instancia. Esto refleja la Triple Verdad. Se aceptan los niveles de verdad trascendental y mundano: la inmanencia de lo Absoluto en lo relativo se experimenta como fenómenos espirituales omnipresentes y se descubre que los fenómenos mundanos tienen la misma naturaleza fantasmagórica; así se alcanza la máxima tolerancia mediante la cual se libera la mente.

El capítulo treinta, titulado “Incalculable”, desarrolla los inmensos números usados en los Sutras. Los números más altos superan con creces las estimaciones actuales del número de átomos en el universo; se acercan más a ellos por el número de operaciones cerebrales potenciales. El método de cálculo del Sutra Avatamsaka incluye la dimensión del tiempo y el espacio, y sigue los principios expuestos en los Sutras, por ejemplo, dado que todo es una serie de momentos, que pasan y se renuevan continuamente, cada momento, por lo tanto, es un nuevo universo; además, el contenido de cada momento de conciencia que pasa es un universo. Además, todos los existentes son lo que son en relación con todos los demás existentes; así, en términos de la visión de la Red de Indra, las facetas de la existencia son incalculables, interreflectantes ad infinitum. El capítulo concluye con un verso que declara que el cosmos es indeciblemente infinito y, por lo tanto, también lo es el alcance total y el detalle del conocimiento y la actividad de la Iluminación.

El capítulo treinta y uno, titulado “Longitud de Vida”, nuevamente ilustra la interpenetración de los planos cósmico y mundano en la perspectiva del ser iluminado.

El libro treinta y dos, titulado “Las Residencias de los Iluminados”, nombra centros de actividad espiritual a través del universo. Mientras que el libro treinta y dos representa a los Budas en el estado causal como seres iluminados en dominios específicos, el libro treinta y tres, titulado “Cualidades Inconcebibles de los Budas", trata de los Budas en el estado de efecto o realización, y los atributos universales de los Budas. Aquí nuevamente se menciona que los Budas representan la sintonía con el Buda Cósmico, el Dharmakaya o la Realidad. Igualmente, ilumina la doctrina final de la Ley de Causa y Efecto: la causa produce un efecto, y el efecto produce causa; este es uno de los significados de representar el Dharma como una rueda que avanza continuamente.

El capítulo treinta y cuatro, titulado "El Océano de las Marcas Físicas de los Diez Cuerpos del Buda",  contiene una larga serie de visualizaciones, y presenta el estado de efecto o realización, en términos de conciencia integral, representado por multitudes de luces penetrantes que revelan los fenómenos de los mundos material y espiritual. 

Luego, el capítulo trigésimo quinto, titulado "Las Cualidades de los Adornos y Luces del Buda", detalla que el Buda Shakyamuni es el Buda Vairocana en persona, y se refiere al estado causal, es decir, al Buda como un ser iluminado, que ilumina y emana la luz del Despertar, penetrando y rompiendo los velos del reino de la ignorancia. Estas exposiciones de las cualidades de la Budeidad, que generalmente muestran la emanación de los principios universales de la Budeidad del estado de efecto al estado de causa, son seguidas por el capítulo trigésimo sexto, titulado “La Práctica del Bodhisattva Samantabhadra”, que retoma nuevamente el ciclo de causa a efecto. Narrado por Samantabhadra, el prototipo y la representación de todo el cuerpo de los actos prácticos de los seres iluminados, este capítulo es seguido por “La Aparición de Buda", en el que Samantabhadra continúa describiendo extensamente las innumerables facetas de la manifestación del Buda y cómo se debe percibir.

Los dos últimos capítulos del Sutra Avatamsaka, “Desapego del Mundo” y “Entrada al Reino de la Realidad”, tratan sobre el desarrollo del Bodhisattva. “Desapego del Mundo”, que según el comentario tiene el significado de trascendencia mientras se está en medio del mundo, es una serie de dos mil respuestas a doscientas preguntas sobre varios aspectos de la evolución de los Bodhisattvas en Budas.

“Entrada al Reino de la Realidad”, el último capítulo, es quizás el drama más grandioso del canon budista. Conocido en sánscrito como una escritura individual llamada Gandavyuha, este libro describe el desarrollo de la Iluminación a través de cuentos de peregrinaciones. El personaje central, un buscador de la verdad llamado Sudhana, es enviado en un viaje por Manjushri, la personificación de la Sabiduría. Inicialmente dirigido por Manjushri, Sudhana va a varios guías espirituales, cada uno de los cuales lo envía a otro para una mayor Iluminación. Es aquí donde Sudhana se encuentra con la Torre de Maitreya, que, junto con la Red de Indra, es una metáfora sorprendente del infinito:

“En medio de la gran torre ... vio el universo de mil millones de mundos ... y en todas partes veía a Sudhana a sus pies ... Así, Sudhana vio las prácticas de ... trascendencia de Maitreya durante incontables eones (kalpas), de cada de los cuadrados de la pared del tablero de ajedrez ... De la misma manera, Sudhana ... vio toda la manifestación celestial, estaba perfectamente consciente de ella, la comprendió, la contempló, la usó como un medio, la contempló y se vio a sí mismo allí..”

Finalmente, Sudhana llega a la morada de Maitreya, el futuro Buda, y finalmente se integra con el ser total de Samantabhadra, la representación del Bien Universal, la actividad de la Iluminación. Los muchos llegan al Uno. Esto sugiere que con un cambio sutil de perspectiva podemos llegar a ver que la Iluminación que el peregrino buscaba tan fervientemente no solo estaba con él en cada etapa de su viaje, sino también antes de que comenzara; que la Iluminación no es algo que deba ser ganado, sino algo de lo que el peregrino nunca se apartó.

Los guías con los que se encuentra Sudhana, conocidos como benefactores espirituales o amigos, son jóvenes y ancianos, mujeres y hombres, budistas y no budistas, renunciantes y cabezas de familia, miembros de diversas clases y expertos en diversas profesiones, artes y ciencias. Veinte de ellos son mujeres, incluida una prostituta iluminada; la esposa de Siddhartha Gautama y su madre, una reina, una princesa y varias diosas. Los sabios masculinos incluyen un esclavo, un niño, un médico y el capitán de un barco. No están organizados en una jerarquía o institución formal perceptible y no siempre son conocidos por el público por lo que son. Los amigos espirituales se conocen entre sí de acuerdo con sus propios logros, y es a través de la dirección sucesiva de los propios guías que Sudhana descubre quiénes son y dónde están. Ninguno de ellos afirma tener toda la verdad, y ninguno intenta atar a Sudhana a un sistema determinado de dogma o mantenerlo como un seguidor. Muchos de ellos enseñan en entornos y formatos que no están asociados abiertamente con lo que convencionalmente se considera religión.

Según el traductor, el libro comienza con una descripción simbólica de las manifestaciones de la conciencia iluminada, explicando que aquellos que están dentro de un sistema fijo no tienen el menor indicio del alcance de la conciencia que se encuentra más allá de los límites de sus percepciones condicionadas por su entrenamiento y desarrollo. Sugiere que todos los puntos de vista que están condicionados por la historia cultural y personal son por definición limitantes, y existe una conciencia potencial que atraviesa los límites impuestos por la descripción convencional basada en el hábito mental acumulado. Según los Sutras, la tarea perenne de ciertas personas, en virtud de su propio desarrollo, es ayudar a otras a superar las restricciones arbitrarias de la conciencia para despertar al pleno potencial de la mente. Para llevar a cabo esta tarea, es necesario operar en parte dentro del campo de estas mismas restricciones. 

¿Quiénes eran, quiénes son, estas personas especialmente dedicadas y desarrolladas? El Sutra nos dice de ellos:

“Algunos aparecieron en forma de mendicantes, algunos en forma de sacerdotes, algunos en cuerpos adornados de pies a cabeza con signos emblemáticos particulares, algunos en forma de eruditos, científicos, médicos; algunos en forma de comerciantes, algunos en forma de ascetas, algunos en forma de animadores, algunos en forma de pietistas, algunos en forma de portadores de todo tipo de artes y oficios; se vio que habían venido, en sus diversas formas, a todos los pueblos, ciudades, pueblos, comunidades, distritos y naciones. Con el dominio del tiempo adecuado, procediendo según el tiempo, mediante modificación de formas y apariencias adaptadas, modificaciones de tono, lenguaje, comportamiento, situación, llevando a cabo las prácticas de los seres iluminados, que son como la red cósmica de todos los mundos e iluminan las esferas de todas las artes prácticas, lámparas de arco que arrojan luz sobre el conocimiento de todos los seres, son conjuntos de proyecciones de todas las realidades, irradian la luz de todas las verdades, purificar el establecimiento de vehículos de liberación en todos los lugares, e iluminar las esferas de todas las verdades, se vio que habían llegado a todas las aldeas, pueblos, ciudades, distritos y naciones, con el propósito de llevar a la gente a la perfección”.

Esto nos revela que los Budas y Bodhisattvas vienen al mundo con un propósito, utilizando las herramientas disponibles del mundo para realizar su tarea dhármica. Estos son los Medios Hábiles o Upayas descritos en el Sutra del Loto, que son las formas en las cuales los Budas y Bodhisattvas modifican su apariencia y actividad, adaptándose a las circunstancias específicas de la época -culturales, lingüísticas, tecnológicas, etc.- y a las necesidades de las personas con las que trabajan, parte de una libertad básica iluminando.

El último maestro que visita Sudhana es el Bodhisattva Samantabhadra, quien le enseña que la sabiduría solo existe por el simple hecho de ponerla en práctica; que solo es bueno en la medida en que beneficia a todos los seres vivos.

Según los Sutras, la sabiduría y las virtudes del Buda están en todas las personas, pero la gente no se da cuenta de ello debido a sus ilusiones y pasiones. Así como los Sutras señalan que hay tierras y seres que son una mezcla de impureza y pureza, existen incontables seres iluminados incipientes que siempre se manifiestan en cada pensamiento, palabra y acción de compasión. Es la tarea de los seres iluminados más desarrollados en cada comunidad contactar y nutrir lo mejor de los demás; si lo hacen a través de la religión o el arte o la cooperación en actividades ordinarias es puramente una cuestión de conveniencia local. Esto sienta las bases de la universalidad, la inclusión y la tolerancia. Al mostrar la Verdad dividida en muchos Budas, Bodhisattvas y maestros, el Sutra nos trata de enseñar que la Verdad no puede ser contenida por un individuo, sino que en realidad es sostenida por muchas personas o enseñanzas. Es por ello que debemos recurrir a las Enseñanzas Perfectas y Completas del Buda, y no a meras representaciones parciales e incompletas. Esto es lo que distingue al Verdadero Budismo. 

Así, el Sutra Avatamsaka, el cual fue  el primer sermón del Buda – en su sentido cósmico – en el mundo, afirma y se completa con el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana, los sermones finales del Buda donde revela nuevamente la totalidad de su enseñanza. 

La próxima semana, comenzaremos propiamente nuestro estudio y comentario del primer capítulo del Sutra.

domingo, 15 de noviembre de 2020

El Mundo del Despertar: Ciclo de Lecturas sobre el Sutra Avatamsaka – Introducción al Sutra de la Guirnalda de Flores II

 Tradicionalmente, el Templo Tendai de Puerto Rico tiene varios Ciclos de Estudio y Lectura sobre los Sutras – los Textos Sagrados canónicos del Budismo. Dado a la pandemia mundial, no nos hemos podido reunir. Pero todo problema conlleva una oportunidad, y en nuestro caso, nos brinda la bendición de hacer estas lecturas públicas en este blog, para el beneficio de la Sangha y de toda la comunidad Hispana.

Este año, comenzaremos por primera vez un nuevo Ciclo sobre el Sutra Avatamsaka, el primer sermón dado por el Buda tras su Despertar en el mundo. El mismo revelaba completamente el contenido de su Iluminación, pero dado a que los seres sintientes de este mundo no estaban preparados, el Buda modificó y redujo la complejidad y capacidad de sus enseñanzas, para preparar mentalmente a los seres para su eventual revelación. Este Sutra es uno de los más hermosos y complejos, y representa el punto más alto del desarrollo de la literatura religiosa budista. El mismo explica la naturaleza de los Budas y de la Budeidad, su rol en los universos, la metafísica del surgimiento de los mundos y las leyes que gobiernan el Cosmos, y la importancia del rol del Bodhisattva y la salvación de todos los seres sintientes. Es por eso que este Sutra – que fue el primer sermón dado por el Buda - es equiparado con el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana – los últimos sermones del Buda en el mundo. No obstante, dado a su voluminosidad e inaccesibilidad, el mismo ha estado fuera del alcance de muchas personas.

En nuestra primera entrada, vimos someramente los temas principales del Sutra Avatamsaka y su relación con el canon budista y en especial con el Sutra del Loto. En esta, nuestra segunda entrada, veremos un resumen breve de la primera mitad de sus capítulos y cómo encajan en el mensaje salvífico del Buda. El mismo se basa en el resumen hecho por el traductor Thomas Cleary en su obra, la cual es basada a su vez en la tradición comentarial. Al igual que nuestras series pasadas, el mismo no será completamente traducido en estas páginas, sino que mayormente presentaremos una sinopsis junto con una humilde exégesis propia basada en la larga tradición comentarial y las Enseñanzas Completas y Perfectas de la escuela Tendai. Todo error es enteramente mío.  


Como recordaremos, el Sutra Avatamsaka fue el primer sermón del Buda en el mundo, justo en el momento de su Despertar. No obstante, el mismo no es narrado por el Buda Shakyamuni, sino que es predicado por diferentes seres atemporales simbólicos de los diferentes aspectos metafísicos de la Iluminación.

En el primer capítulo, titulado “Los Maravillosos Adornos del Líder de los Mundos”, comienza narrando que en ese momento, el Buda se encontraba bajo el Árbol Bodhi en el Trono de la Iluminación, justo en el momento de su Despertar, pero a su vez, al accesar a la dimensión omnisciente y omnipresente de la Budeidad, el Buda estaba en todos lados, siendo uno con la Realidad misma Es por eso que el Buda se encuentra en el Océano de la Tesorería de los Mundos. En ese instante, una infinidad de seres iluminados en distitnas partes del Cosmos alaban su logro, y narran el Sutra. El mismo nos detalla la omnisciencia y la omnipresencia de la Budeidad, la cual abarca todo lo existente física y metafísicamente en el Cosmos, y cómo los Budas, como emanaciones del Universo, aparecen en los mundos para llevar un mensaje de unidad y dar a conocer las leyes universales del Cosmos, las cuales son adaptadas a las capacidades, naturalezas y necesidades de los seres sintientes. Esto hace eco de las enseñanzas reveladas posteriormente por el Buda Shakyamuni en nuestro mundo en el Sutra del Loto. Aquí, la palabra Buda y Budas se refiere a la Realidad misma, a sus emanaciones personales, y a la capacidad de todos los seres de alcanzarla. Es por ello que los diferentes seres iluminados que aparecen en el Sutra representan realmente diferentes aspectos y cualidades de la Iluminación del Buda, a la vez que representan la Naturaleza Búdica inherente en todos los seres.

En el segundo capítulo, titulado “La Apariencia del Buda”, vemos en detalle las características de la Budeidad, haciendo énfasis en la eternidad e infinidad del Buda en su sentido cósmico como la Realidad misma. Debemos recordar que uno de los Diez Epítetos del Buda es el “Tathagata”, que significa “Así Venido”, el que viene de la Talidad (Tathata). ¿De dónde viene? De la Realidad misma no predicada. Así, todos los Budas son emanaciones de la Realidad del Universo. Es por ello que el Sutra utiliza la palabra Buda como un término plurisignificativo y multidimensional que se refiere a la Realidad misma, sus emanaciones, así como el potencial inherente en todos los seres. Por ello, el Buda aparece en todos lados a todos los seres, pero es visto de acuerdo con las naturalezas, capacidades y necesidades de los seres sintientes, llevando mensajes paralelos de acuerdo con sus capacidades perceptivas; por ello, los Budas presentan diferentes enseñanzas y prácticas para encaminar a los seres a la realización de la Budeidad. Esto presagia igualmente las enseñanzas del Sutra del Loto de los medios hábiles, donde el Buda explica que no existen diferentes enseñanzas y prácticas, sino que son solo diferentes formas de presentar medios para alcanzar la Realidad, de acuerdo con la diversidad de los seres.

En el tercer capítulo, titulado “La Meditación del Bodhisattva Samantabhadra”, explica la metafísica del Bodhisattva, un ser que trabaja por la iluminación universal de todos los seres. El mismo utiliza la figura del Bodhisattva Samantabhadra como el ideal bodhisátvico, representando la total interrelación fundamental de todos los seres y fenómenos en el universo. Todos los seres iluminados, al estar en total contacto y unión con la Realidad (Talidad), sin la influencia distortiva de las preconcepciones, todos están unidos y conscientes unos de otros. La unidad de su propósito les permite aparecer en diferentes formas en diferentes partes en diferentes tiempos para llevar el Dharma o el mensaje de la salvación universal a todos los mundos, de acuerdo con las necesidades, capacidades y naturalezas de los seres sintientes.

En el cuarto capítulo, titulado “La Formación de los Mundos”, vemos que los universos y los mundos son formados en cada eón por el karma de los seres sintientes. Las características de cada mundo dependen en los estados mentales y las consecuencias de sus habitantes. Nuestra visión del mundo, así como nuestras actitudes y acciones, es lo que transforma y moldea nuestra experiencia.

En el quinto capítulo, titulado “El Océano de la Tesorería de los Mundos”, la palabra “océano” se refiere nuevamente al campo unificado del espacio y el tiempo que abarca todo en el Cosmos. Las “flores” se refieren a los pensamientos, palabras y acciones de todos seres, las cuales producen semillas kármicas. Este capítulo presenta una cosmología visionaria describiendo los sistemas de los mundos y cómo son purificados por los votos y hechos del Buda Vairocana – el Buda Cósmico o el Principio Fundamental de la Budeidad. Cada sistema mundial descansa sobre un océano de agua fragante, que simboliza la consciencia Alaya, o el repositorio de la conciencia colectiva universal, que es donde todas las acciones de los seres se almacenan. Es de estas impresiones que las imágenes del mundo surgen. Esto presagia las enseñanzas dadas posteriormente por el Buda en el Sutra Sandhinirmorcana o el Sutra Lankavatara. 

El sexto capítulo, titulado “El Buda Vairocana”, nos explica que el Buda Vairocana no es tanto un Buda Cósmico como es el Principio Fundamental de la Budeidad, la Esencia Cósmica impersonal de la cual todos los Budas emanan. Así, el Buda Vairocana es el aspecto eterno, cósmico y metafísico del Buda Shakyamuni. 

El séptimo capítulo, titulado “Los Nombres del Buda”, nuevamente enfatiza que los Budas predican el Dharma de acuerdo con las capacidades, necesidades y naturalezas de los seres sintientes. Es por eso que el Universo se manifiesta de muchas formas (diferentes Budas), adaptadas a cada situación. 

El octavo capítulo, titulado “Las Cuatro Nobles Verdades”, nos muestra que el Dharma es enseñado gradualmente por los Budas para llevar a los seres sintientes poco a poco a una comprensión mayor sobre las verdades metafísicas del Cosmos, y es explicado a veces desde su perspectiva mundana o realidad convencional (el sufrimiento existe), o desde la perspectiva última (la vacuidad del sufrimiento y de todos los fenómenos) para mostrar las verdades universales dentro de la realidad mundana.

El noveno capítulo, titulado “Despertar Lumínico”, nos muestra la existencia de diferentes mundos y universos, todos iluminados por la luz del Buda, la cual despierta a los seres de su ignorancia fundamental y los hace trabajar por la salvación universal de todos los seres, por medio del Dharma.

El decimo capítulo, titulado “Un Ser Iluminado Pide Clarificación”, explica la metafísica y la psicología budista en más detalle, explicando el principio de la total interconexión de todos los fenómenos: nada existe de forma independiente, sino que todo existe dado a una red interminable de causas y condiciones; todas las cosas en la existencia en realidad son una proyección en la mente generada por la constante asimilación de datos por los órganos de los sentidos; en realidad, todo está en constante cambio y movimiento. Es por eso que las condiciones de los seres es un resultado de sus acciones – en la realidad última, es el apego de la mente a sus propias formaciones mentales lo que provee un sentimiento de continuidad. Para poder despertar a los seres a esta realidad, los Budas utilizan diferentes enseñanzas y prácticas. Este capítulo hace énfasis en la necesidad de aplicar estas enseñanzas en la vida para poder comprobar su veracidad.

En el undécimo capítulo, titulado “Prácticas Purificadoras”, vemos una serie de oraciones y letanías que ayudan a encarnar el Dharma en nuestras vidas, permitiéndonos enfocar nuestras actividades mundanas a la realización de la total interconexión de todos los seres y fenómenos y el entrenamiento. Las mismas sirven para sacralizar cada actividad en nuestro diario vivir y guiar nuestras vidas de acuerdo con el Dharma.

En el duodécimo capitulo, titulado “Superior en Bondad”, se exalta la Aspiración a Alcanzar el Despertar (Bodichita), el monumental momento de conversión budista en donde un ser ordinario se convierte en un aspirante a Bodhisattva para trabajar por la salvación y liberación de todos los seres sintientes. En ese momento, la vida se convierte en un vehículo para la Budeidad. Este capitulo enfatiza la necesidad de la fe, el estudio y la práctica para la consecución del Despertar.

En el capítulo trece, titulado “Ascenso al Pico del Monte Sumeru”, y el capítulo catorce, titulado “Alabanzas en el Monte Sumeru”, el cual es la cima del mundo budista, donde vive Indra (o Shakra), el rey de los dioses, narra cuando el Buda asciende al Cielo y es recibido por los seres celestiales tras su Iluminación. Aquí, el Buda, como la encarnación de la Verdad Universal, es alabado por todos los seres celestiales. En el mismo, se explica que el Buda es la Esencia Cósmica y la Realidad misma; el Buda no está limitado las condiciones del mundo. La realidad convencional se denomina consta de concepciones y puntos de vista habituales. Definir el mundo a través de representaciones verbales y conceptuales es por su propia naturaleza limitante, restringiendo la conciencia, por lo que este capítulo enfatiza la necesidad de ver a través - ver más allá - de la realidad convencional para poder alcanzar el Despertar. Estos capítulos afirman que la base de la ilusión y la falsedad es la realidad, lo que significa que el engaño y la falsedad, al estar condicionados, no tienen ninguna realidad inherente o inevitabilidad; este mismo vacío de la realidad inherente es lo que se llama Realidad o Verdad Absoluta. 

En el capítulo quince, titulado “Las Diez Moradas”, vemos es una breve descripción de la Diez Moradas, que son las etapas o estados mentales de los Bodhisattvas. La primera morada es la de la Determinación Inicial, dirigiendo la mente en la omnisciencia, para ampliar sus horizontes. El segundo es Preparar el Terreno o el Cultivo; aquí se enfatiza el desarrollo de la compasión universal. También está involucrado el aprendizaje, tanto de personas y situaciones como del estudio formal. En tercer lugar, está la morada de la Práctica, para aclarar el conocimiento; aquí se enfatizan varios aspectos de la Vacuidad (indefinición, no absoluta). El cuarto es la morada del Nacimiento Noble, que significa renacimiento por medio del Dharma; aquí se enfatiza el conocimiento de los seres, los fenómenos, la causalidad, etc., así como el conocimiento, la práctica y la realización de las enseñanzas de los Budas. de todos los tiempos, con conciencia de la esencia de la Budeidad, que es igual en todos los tiempos. En quinto lugar, la morada de los Medios Hábiles, implica un mayor desarrollo del conocimiento y los medios para transmitir el conocimiento y trabajar por la salvación universal. Sexto, está la morada del Estado Mental Correcto, que implica desarrollar una mente que no vacila ante los aspectos aparentemente contradictorios de las cosas; aquí se enfatiza de nuevo la Vacuidad inherente de las cosas. Séptimo, la morada de la No Regresión, significa no retroceder independientemente de lo que uno pueda escuchar con respecto a diferentes aspectos de las cosas, y aprender los principios de reconciliación de oposiciones a través de la relatividad. En octavo lugar, la morada de la Naturaleza Juvenil, implica el desarrollo de impecabilidad, de libertad psíquica, y una vasta extensión de la gama de estudio y aplicación de las enseñanzas. Noveno, la morada del Príncipe de la Enseñanza, es una etapa de desarrollo del conocimiento discursivo y las ciencias particulares de la docencia. Finalmente, está la etapa de la Coronación o Unción, refiriéndose al logro del conocimiento de todas las ciencias y medios de liberación y el desarrollo de una esfera de la Budeidad.

El capítulo dieciséis, titulado “Práctica Religiosa”, describe investigaciones analíticas detalladas que eventualmente llegan a ser inaprensibles, quitando sistemáticamente la mente de los apegos, desmantelando la estructura de un mundo religioso formal para abrazar la verdad informe. Después de esto, el libro continúa planteando los poderes especiales de conocimiento de los Budas como reinos de estudio profundo, y concluye con exhortaciones para integrar la compasión con la comprensión de la ilusión.

El capítulo decimoséptimo, titulado “El Mérito de la Determinación Inicial para Alcanzar la Iluminación”, describe en términos grandiosos las virtudes de la aspiración a la Iluminación, destacando que esta determinación trasciende todas las aspiraciones limitadas y se dirige hacia la omnisciencia y la liberación e iluminación universal de todos los seres, porque en la Realidad, todos estamos unidos fundamentalmente y todos somos Uno. En este sentido, se mencionan específicamente muchos puntos o campos del conocimiento, entre ellos la "contención mutua" o inmanencia mutua de diferentes cuantos de ser y tiempo, aludiendo a la interdependencia de definiciones, y la interrelación de elementos y conjuntos estructurales. Otras esferas destacadas del conocimiento son las involucradas en el estudio de las mentalidades y los fenómenos mentales, siendo este tipo de conocimiento esencial para la ciencia de la liberación. La orientación correcta desde el principio se considera esencial para trascender verdaderamente la limitación del yo; sin esta resolución trascendente, el poder de los ejercicios espirituales exagera y refuerza las aflicciones del egoísmo y puede conducir a entendimientos incorrectos de las enseñanzas.

El capítulo dieciocho, titulado “Método de Clarificación”, presenta una serie de listas de elementos del camino de los Bodhisattvas. Primero, enfatiza el desarrollo de la determinación por la omnisciencia, que significa conocimiento de todo lo pertinente a la liberación. Luego, pasa a trabajar sobre la no indulgencia o la atención, en términos de los Diez Paramitas o Perfecciones que conducen a diez tipos de pureza, y de curas específicas de enfermedades espirituales.

El capítulo diecinueve, titulado “Ascenso al Palacio del Cielo Suyama”, es muy parecido al libro trece; aquí el Buda es recibido en el Cielo llamado Suyama, sin dejar, sin embargo, su Trono en el Árbol de la Iluminación y la cima del Monte Sumeru. Esto introduce el siguiente capítulo, el capítulo veinte, titulado “Elogios en el Palacio del Cielo Suyama”, en el que se enfatiza la omnipresencia de Buda. Este capítulo enfatiza la universalidad del Buda en términos de esencia metafísica y en términos de práctica. El cuerpo espiritual del Buda se ve aquí como el cultivo del potencial o la Naturaleza Búdica inherente a todos los seres sintientes en todos los tiempos. Aquí vemos una descripción ontológica maravillosa del Buda como Realidad Última o Esencia Cósmica cuando leemos: “El cuerpo no es el Buda, el Buda no es el cuerpo; solo la Realidad es el cuerpo del Buda, que comprende todas las cosas. Aquellos que pueden ver el cuerpo del Buda puro como la esencia de las cosas no tendrán ninguna duda sobre la Enseñanza del Buda. Si ves que la naturaleza fundamental de todas las cosas es como el Nirvana, esto es ver al Buda”. Este capítulo también es la fuente de la famosa frase: “La mente es como un artista, que representa los mundos. ... Si uno sabe que la acción de la mente crea todos los mundos, ve al Buda y se da cuenta de la verdadera naturaleza del Buda”.

La próxima semana, culminaremos nuestro resumen temático del Sutra.

domingo, 8 de noviembre de 2020

El Mundo del Despertar: Ciclo de Lecturas sobre el Sutra Avatamsaka – Introducción al Sutra de la Guirnalda de Flores I

 Tradicionalmente, el Templo Tendai de Puerto Rico tiene varios Ciclos de Estudio y Lectura sobre los Sutras – los Textos Sagrados canónicos del Budismo. Dado a la pandemia mundial, no nos hemos podido reunir. Pero todo problema conlleva una oportunidad, y en nuestro caso, nos brinda la bendición de hacer estas lecturas públicas en este blog, para el beneficio de la Sangha y de toda la comunidad Hispana.

Este año, comenzaremos por primera vez un nuevo Ciclo sobre el Sutra Avatamsaka, el primer sermón dado por el Buda tras su Despertar en el mundo. El mismo revelaba completamente el contenido de su Iluminación, pero dado a que los seres sintientes de este mundo no estaban preparados, el Buda modificó y redujo la complejidad y capacidad de sus enseñanzas, para preparar mentalmente a los seres para su eventual revelación. Este Sutra es uno de los más hermosos y complejos, y representa el punto más alto del desarrollo de la literatura religiosa budista. El mismo explica la naturaleza de los Budas y de la Budeidad, su rol en los universos, la metafísica del surgimiento de los mundos y las leyes que gobiernan el Cosmos, y la importancia del rol del Bodhisattva y la salvación de todos los seres sintientes. Es por eso que este Sutra – que fue el primer sermón dado por el Buda - es equiparado con el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana – los últimos sermones del Buda en el mundo. No obstante, dado a su voluminosidad e inaccesibilidad, el mismo ha estado fuera del alcance de muchas personas.

En esta primera entrada, veremos someramente los temas principales del Sutra Avatamsaka y su relación con el canon budiata y en especial con el Sutra del Loto. Al igual que nuestras series pasadas, el mismo no será completamente traducido en estas páginas, sino que mayormente presentaremos una sinopsis junto con una humilde exégesis propia basada en la larga tradición comentarial y las Enseñanzas Completas y Perfectas de la escuela Tendai. Todo error es enteramente mío.  

El Sutra Avatamsaka, que se puede traducir como el Sutra de la Guirnalda de Flores (Kegon Kyo), fue el primer sermón dado por el Buda tras su Despertar en el mundo y revela la totalidad de su Iluminación. El mismo es uno de los textos fundamentales del canon budista y tuvo un impacto monumental en la tradición budista del Este de Asia. Junto con el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana, este Sutra es parte del Triunvirato Canónico Budista. Es por ello que considero parte de mi misión dhármica el traducirlos y comentarlos para el beneficio de toda la comunidad budista Hispana. 

El Sutra Avatamsaka es el Sutra budista más largo, contando con aproximadamente1,800 páginas en su traducción al inglés. Según los eruditos modernos, el Sutra Avatamsaka fue escrito en etapas, comenzando por lo menos 500 años después de la muerte del Buda. Se hicieron dos traducciones completas al chino. La traducción fragmentaria probablemente comenzó en el siglo II EC, y el famoso Capítulo de las Diez Etapas, a menudo tratado como un Sutra individual, se tradujo por primera vez en el Siglo III. La primera versión china completa fue completada por Buddhabhadra alrededor del 420 en 60 rollos con 34 capítulos, y la segunda por Śikṣānanda alrededor de 699 en 80 rollos con 40 capítulos.

Este Sutra es tan importante e impresionante, que el erudito budista D.T. Suzuki dijo: "En cuanto al Sutra Avatamsaka, es realmente la consumación del pensamiento budista, el sentimiento budista y la experiencia budista. En mi opinión, ninguna literatura religiosa en el mundo puede acercarse jamás a la grandeza de la concepción, la profundidad del sentimiento y la gigantesca escala de composición, como se alcanza en el Sutra. Aquí no solo las mentes profundamente especulativas encuentran satisfacción, sino que también los espíritus humildes y los corazones fuertemente oprimidos se verán aliviados. Las verdades abstractas están representadas aquí de manera tan concreta y simbólica que uno finalmente llegará a una comprensión de la verdad de que incluso en una partícula de polvo todo el universo se ve reflejado, no solo este universo visible, sino un vasto sistema de universos, concebible solo por las mentes más elevadas".

Si bien el canon y la tradición nos dicen que fue el primer sermón dado por el Buda en el mundo tras su Despertar, si lo leemos, vemos que el Buda Shakyamuni no habla en ningún momento. En realidad, el mismo es narrado por Bodhisattvas y seres iluminados avanzados gracias al poder espiritual del Buda, desde la perspectiva omnisciente y omnipresente de la Budeidad. El mismo explica la naturaleza de los Budas y de la Budeidad (como la personificación del Universo), su rol en los universos (para llevar un mensaje de unidad y de salvación), la metafísica del surgimiento de los mundos y las leyes que gobiernan el Cosmos, y la importancia del rol del Bodhisattva y la salvación de todos los seres sintientes. Por ejemplo, los Budas – como manifestaciones salvíficas del Universo - tienen la habilidad de crear y manifestar formas infinitas, y lo hacen de muchas maneras hábiles por gran compasión por todos los seres:

“En todos los átomos de todas las tierras
El Buda entra, en todos y cada uno,
Produciendo exhibiciones milagrosas para salvar a los seres sintientes:
Así es el camino de Vairocana ...
Las técnicas de los Budas son inconcebibles,
Manifestándose de acuerdo con la mente de los seres ...
En cada átomo los Budas de todos los tiempos
Aparecen, según las inclinaciones de los seres y sus necesidades;
Si bien su naturaleza esencial no va ni viene,
Con el poder de sus votos impregnan los mundos”.

Sin embargo, ¿Cuál es el estatus del Sutra en la tradición del Loto? El Gran Maestro Chih-i (Tendai Daishi 538-597), el fundador de la escuela Tiantai (Tendai) en China, fue el primer monje erudito en ordenar, catalogar y clasificar todos los sermones dados por el Buda Shakyamuni en sus más de cuarenta años de predicación en el mundo. Tras leer y analizar todo el canon budista, Chih-i creó el sistema hermenéutico de los Cinco Periodos, donde expuso que el Sutra Avatamsaka fue el primer sermón dado por el Buda tras su Despertar en el mundo, pero que el mismo – revelando la totalidad de su Iluminación – era muy complejo para los seres sintientes, quienes ni estaban preparados para el contenido de su mensaje y su misión. Por ello, el Buda modificó su mensaje y sus enseñanzas y, por el uso de los medios hábiles, predicó una serie de enseñanzas parciales preparatorias para llevar poco a poco a los seres a madurar mental y espiritualmente para la revelación eventual de sus verdaderas enseñanzas. Así, el Buda predicó los Sutras Agama (Hinayana – Nikayas), para ayudar a los seres poco a poco a descartar sus apegos y sus preconcepciones erróneas del mundo y de sí mismos. 

Primero, el Buda le dijo a los seres qué hacer y qué no hacer; lo que es bueno y lo que es malo. Luego, el Buda demarcó una serie de guías éticas para vivir una vida iluminada y aliviar el sufrimiento. Dado a que los seres sufren dado a sus ideas erróneas y sus ilusiones, el Buda enseñó un camino para aliviar el sufrimiento, alcanzar un estado elevado espiritual (Arhat) y la liberación personal, y alcanzar el Nirvana (el fin de la existencia cíclica). Estas enseñanzas del Budismo Primitivo no representan la verdadera enseñanza del Buda y no son acordes con la verdadera naturaleza de la realidad, sino que se basan en la existencia temporal, lidiando con las ilusiones de los seres sintientes, y fue diseñada para permitirle a los seres descartar sus pegos a sus modos anticuados y convencionales de ver el mundo y a sí mismos. 

Una vez los seres avanzaron mental y espiritualmente, el Buda reveló los Sutras Mahayana, donde reveló que existían muchos Budas en el universo y que el verdadero progreso al Despertar se alcanzaba por medio del Camino del Bodhisattva – el postergar el Nirvana personal en pos de la salvación de todos los seres, ya que todos estamos fundamentalmente interconectados. En este periodo, el Buda predicó Sutras Mahayana como el Sutra de la Red de Brahma, donde revela los verdaderos Preceptos budistas, el Sutra del Buda de la Medicina, el Sutra Lankavatara y los Sutras del Buda Amida y la Tierra Pura.

Nuevamente, una vez que los seres maduraron mental y espiritualmente, el Buda predicó los Sutras Prajnaparamita o de la Perfección de la Sabiduría, donde exponenció la total interconexión de todos los fenómenos y todos los seres y habló sobre la Vacuidad, para ayudar a los seres que se habían aferrado a sus primeras enseñanzas primitivas a desaferrarse a las mismas y a expandir sus consciencias. Aquí fue el que Buda predicó Sutras como el Sutra del Diamante, el Sutra del Corazón y el Sutra de Vimalakirti. En uno de estos Sutras, el Sandhinirmorcana, el Buda ya daba indicios de sus enseñanzas verdaderas al explicar que la verdadera naturaleza de la consciencia y que el Buda es uno con el Cuerpo del Dharma (Dharmakaya), que es la fábrica fundamental del Cosmos; no obstante, el Buda aún no había revelado toda la verdad.

Finalmente, una vez los seres estaban listos, el Buda reveló nuevamente el contenido total de su Despertar en el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana, y explicó que los Budas son una manifestación personal de la Energía de Vida del Universo, quien por compasión por los seres, aparecen en los mundos para llevar la sabiduría del Dharma, revelar las leyes fundamentales del cosmos, aliviar el sufrimiento y permitirles alcanzar el mismo estado de Despertar de la Budeidad. Por ello, todos los sermones dados por el Buda fueron un medio hábil para ayudarlos a elevarse mental y espiritualmente para estas enseñanzas, y que todos somos copartícipes en el drama cósmico de la Iluminación del Cosmos. Esto es porque, siendo todos uno con la energía del Universo, poseemos la Naturaleza Búdica – la capacidad de alcanzar la Budeidad.

En esta última etapa, el Buda vuelve a las enseñanzas del Sutra Avatamsaka, pero desde una perspectiva práctica, revelando cómo los seres sintientes pueden contribuir al trabajo salvífico del Buda en el mundo. Es por ello que el Sutra Avatamsaka igualmente habla sobre el Vehículo Único (Ekayana) como lo hacen el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana. 

Ahora, si bien el Sutra Avatamsaka tiene una igual importancia que el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana, ¿qué lo distingue? El Sutra Avatamsaka fue predicado por el Gran Buda Cósmico – el Dharmakaya – el Buda Mahavairocana: el Buda del cual emanan todos los Budas. Tras su Despertar, el Buda Shakyamuni se da cuenta de que él es una encarnación (Nirmanakaya) del Universo, que vino a este mundo a predicar el Dharma y salvar a los seres sintientes. Por ello, su ser finito e irreal como Siddhartha Gautama desapareció y el Buda era ahora un recipiente para la Iluminación. Por ello, todo el Sutra se narra en la dimensión transhistórica dhármica; es narrado por la Iluminación misma desde diferentes puntos de vista, por medio de seres iluminados simbólicos que representan varios aspectos de la Iluminación, y su contenido estaba dirigido a los Bodhisattvas avanzados y los seres celestiales. En el Sutra Avatamsaka, el narrador es el Buda fundamental predicando la verdad fundamental sin filtros ni limitaciones, en todos lados en los tres tiempos (pasado, presente y futuro); expresa el universo como lo ve un Buda (el Dharmadhatu), que ve todos los fenómenos como vacíos y, por lo tanto, infinitamente interpenetrados, desde el punto de vista de la Iluminación. Esta interpenetración se describe en el Sutra Avatamsaka como la percepción "de que los campos llenos de ensamblajes, los seres y eones que son tantos como todas las partículas de polvo, están todos presentes en cada partícula de polvo". A diferencia de esto, el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana fue predicado por la encarnación de Mahavairocana – el Buda Shakyamuni (Nirmanakaya) – para todos los seres: desde los más bajos hasta los más avanzados, en un lenguaje que todos pudieran entender. El Universo mismo se hizo carne para poder comunicar su mensaje por medio del lenguaje humano. Otra diferencia es el lugar donde los Sutras fueron predicados. El Sutra Avatamsaka fue predicado en el Océano de los Mundos de la Tesorería del Dharma: la totalidad del Cosmos en todas sus direcciones y en todos sus tiempos. Por otro lado, el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana fueron predicados en nuestro mundo, para nosotros, y sus aspectos más importantes fueron predicados una vez el Buda unificó y purificó todos los mundos en el universo. No obstante, ambos Sutras hablan sobre el Vehículo Único de la Budeidad. Ambos Sutras son el Alfa y el Omega, el principio y el fin, de la predicación del Buda y forman un circulo que abarca y unifica la misión del Buda en el mundo.

Por estas razones, el Sutra del Loto (y el Sutra del Nirvana) es considerado el summum opus del Buda en el mundo.

Esto nos sirve a manera de introducción. Las próximas semanas, veremos un breve resumen de cada uno de sus capítulos, para luego entrar de lleno en nuestro estudio y comentario exegético del mismo.


domingo, 1 de noviembre de 2020

Textos Fundamentales del Budismo Tendai: Endonsho - Un Comentario a la Perfecta y Repentina Calma y Contemplación

 El Budismo Tendai es una escuela tradicional ortodoxa de Budismo japonés que se basa en las Enseñanzas Perfectas y Completas del Buda en el mundo. La escuela Tendai, a diferencia de otras escuelas, abarca todas las enseñanzas y prácticas budistas dadas por el Buda en sus más de cuarenta años de predicación, y las presenta a la luz de su Enseñanza Máxima y Superior. Esto hace que la escuela Tendai contenga una enseñanzas no promulgadas por las otras escuelas budistas en el mundo. Para poder ilustrar sus enseñanzas, la escuela Tendai cuenta con una larga tradición hermenéutica y exegética que clasifica y presenta las enseñanzas del Buda de acuerdo con su intención original. 

Entre los Textos Fundamentales, se encuentran los escritos del Gran Maestro Chih-i (Tendai Daishi 538-597), el fundador de la escuela Tiantai china (precursora de la escuela Tendai japonesa). El Gran Maestro Chih-i fue quien originalmente catalogó cronológica y cualitativamente todas las enseñanzas dadas por el Buda durante su predicación en la Tierra, regresando el Budismo a sus verdaderos orígenes y reclamando su intención original, y por ello, sus escritos son fundamentales para entender cabalmente las Enseñanzas Perfectas y Completas. Ya hamos hablado anteriormente sobre la vida y la obra de este Gran Maestro. Hoy, estudiaremos y comentaremos brevemente el Endonsho, que se puede traducir como el "Tratado de la Perfecta y Repentina Calma y Concentración", un extracto de su magnum opus, el Maka Shikan ("Gran Calma y Concentración"). El mismo puede ser considerado como el "Sutra del Corazón de la escuela Tendai" ya que presenta el monismo budista de la tradición del Loto y forma parte de las bases de la meditación en la escuela Tendai. El mismo es recitado litúrgicamente en muchos templos Tendai aún hoy día. Esta es una exégesis basada en la larga tradición comentarial, las enseñanzas de mi maestro, y mis propias concluciones. Todo error es enteramente mío.

Endonsho

La Perfecta y Repentina Meditacion de la Calma (Samatha) y la Contemplación (Vipassana), desde el principio, lleva como su objeto la Realidad Ultima. No importa cuál sea el objeto de la contemplación, es idéntico al Camino Medio. No hay nada que no sea la verdadera realidad. Cuando uno fija la mente en el Dharmadhatu (Reino Dhármico - Universo) como objeto y unifica la atención en el Dharmadhatu tal y como es, entonces no hay una sola visión ni olor que no sea el Camino Medio. Lo mismo sucede con el reino del ser, el reino del Buda, y el reino de los seres vivos. Dado que todos los agregados y los sentidos del cuerpo y la mente son el Vacío, no existe el sufrimiento. Dado a que la ignorancia y las aflicciones son idénticas en sí mismas a la Iluminación, no hay sufrimiento que erradicar. Puesto que los dos puntos de vista extremos son el Camino Medio y los falsos puntos de vista son la manera correcta, no hay un camino que deba ser cultivado. Dado a que el Samsara es idéntico al Nirvana, no hay extinción que alcanzar. Debido a la inextistencia intrínseca del sufrimiento, su origen y su eliminación no existen; debido a la inexistencia de la ruta y su cesación  no existe lo supramundano. Como único, la Realidad Pura es todo lo que existe - no hay entidades, ni nada que exista fuera de ella. Todas las entidades estan, por naturaleza, reposando y se encuentran en "Calma", que, aunque inactivas, su naturaleza es siempre luminosa, y se llama "Contemplación". Aunque se hace una distinción verbal entre las etapas anteriores y posteriores de la práctica, no hay dualidad última, ni hay distinción entre ellas. Esto es lo que se llama "la Calma y la Contemplación Perfecta y Repentina”.

Usted debe saber que la persona y la tierra son el único momento de pensamiento que comprende los Tres Mil Aspectos. Por lo tanto, cuando uno alcanza el Camino, de acuerdo con este principio, el cuerpo y la mente en ese momento pervaden el Reino del Dharma.

* * *

La Perfecta y Repentina Meditacion de la Calma (Samatha) y la Contemplación (Vipassana), desde el principio, lleva como su objeto la Realidad Ultima. Este es un Tratado que forma parte de los Textos Fundamentales de la tradición del Loto y de la escuela Tendai. El mismo trata de ilustrar la Realidad Ultima o el Absoluto, la primera de las Tres Verdades formuladas por el Gran Maestro Chih-i. Aquí, Chih-i trata de explicar cuál es el verdadero objeto de la meditación budista: alcanzar el Infinito, el Absoluto, la Realidad Ultima - la unidad fundamental con el Buda Eterno. Para ello, Chih-i nos aconseja utilizar la meditación Shikan, la práctica meditativa principal de la escuela Tendai. Shikan es una palabra japonesa que une dos modalidades complementarias de meditación. "Shi" se refiere a Samatha, o la práctica de calmar la mente a través de la adopción de una postura conductiva para la meditación, del control pacífico de la respiración y de las fluctuaciones mentales. Es como si la mente fuera un lago, cuya superficie es movida por el soplar del viento, que simboliza nuestros pensamientos. Una vez podemos calmar el viento, podemos profundizar y ver el fondo del lago, así como el lago refleja a su vez todo su entorno en su superficie. Entonces, pasamos a "Kan", que se refiere a Vipassana, donde entonces contemplamos y nos concentramos sobre la Verdadera Naturaleza de la Realidad. Aunque este sea nuestro objeto, podemos meditar y contemplar otros elementos del Dharma, como las Cuatro Nobles Verdades, la Originación Interdependiente, así como alguna otra enseñanza budista, o podemos recitar el Nembutsu ("Namu Amida Butsu"), o un mantra, o realizar una visualización, entre otras prácticas budistas. 

No importa cuál sea el objeto de la contemplación, es idéntico al Camino Medio. No importa sobre qué meditemos en Vipasana, todo es parte del Absoluto - la Realidad Ultima. Esto hace referencia nuevamente a las Tres Verdades estipuladas por el Gran Maestro Chih-i. La Triple Verdad tiene su genesis en los escritos de Nagarjuna con las Dos Verdades. La doctrina de las Dos Verdades diferencia entre dos niveles de “Satya”, que significa “verdad” o "que realmente existe" en el discurso del Buda: (1) la Verdad "Convencional" o "provisional" (saṁvṛti), y (2) la Verdad "Ultima" (paramārtha). Para Nagarjuna, las dos verdades son verdades epistemológicas. El mundo fenoménico se concede una existencia provisional. Se declara que el carácter del mundo fenoménico no es ni real ni irreal, sino lógicamente indeterminable. En última instancia, los fenómenos están vacíos (Sunyata) de un ser o esencia inherente, pero existen dependiendo de otros fenómenos (Pratītyasamutpāda – Originación Dependiente). La Triple Verdad es una doctrina Tendai que lleva las dos Verdades de Nagarjuna y la Escuela Madhyamaka a su culminación. La Triple Verdad se concretizó con los escritos de Tientai Chih-i, el fundador de la escuela Tendai (Tientai) en China. La Triple Verdad es: (1) la Verdad de la Vacuidad, o que todas las cosas surgen de acuerdo a causas y condiciones - esta es la Realidad Ultima o el Absoluto (el Uno), (2) la Verdad de la Convencionalidad, o la reafirmación de la importancia del mundo mundano - aunque todo es Vacuidad, las cosas existen convencional y provisionalmente (el mundo dual) y (3) la Verdad del Camino Medio o la afirmación de la Vacuidad y la realidad convencional de todas las cosas. Estos tres aspectos no pueden ser independientes uno del otro. Esta doctrina ocupa una posición central en el Tientai y es considerada como la enseñanza máxima del Buda. Es por eso que el Endonsho dice que: No hay nada que no sea la Verdadera Realidad. Esto es porque aunque parezca que vivimos en el mundo de la dualidad, este mundo de la dualidad existe dentro del mundo de la unidad; si bien parece que existen muchos objetos y seres sintientes, todos somos uno.

El Endonsho continúa tratando de mostrarnos qué debe ser el verdadero objeto de contemplación de la meditación budista y por qué no existe nada que no sea la Verdadera Realidad: Cuando uno fija la mente en el Dharmadhatu (Reino Dhármico - Universo) como objeto y unifica la atención en el Dharmadhatu tal y como es, entonces no hay una sola visión ni olor que no sea el Camino Medio. Cuando fijamos nuestra mente ya calmada y contemplamos la Verdadera Naturaleza de la Realidad, podemos ver nuestra Verdadera Naturaleza y reconocer nuestra unidad fundamental con la totalidad de la existencia. En esta unidad, no existe lo sagrado ni lo profano, lo bueno ni lo malo - todo es un campo unificado de Talidad (Tathata). Es por esto que la meditación es una especie de comunión con el Buda (Cosmos). Cuando meditamos, abrimos nuestros seres finitos con el Infinito (Universo - Buda), y realizamos nuestra Unidad Fundamental - este es el Despertar. 

Lo mismo sucede con el reino del ser, el reino del Buda, y el reino de los seres vivos. Estos son las Tres Existencias del Ichinen Sanzen o los Tres Mil Mundos en un Instante, que significa que existe una unidad fundamental entre el ambiente, los seres sintientes y la Budeidad. Todo es una manifestación temporal de la realidad atemporal y eterna de la Budeidad. Dado que todos los agregados y los sentidos del cuerpo y la mente son el Vacío, no existe el sufrimiento. En la Absoluta Unidad, no existe el sufrmiento, porque todo es uno. Dado a que la ignorancia y las aflicciones son idénticas en sí mismas a la Iluminación, no hay sufrimiento que erradicar. Dado a que todo es uno, y existe en su "psoción dhármica" todo es como debe ser, y no hay nada que afirmar ni negar. Puesto que los dos puntos de vista extremos son el Camino Medio y los falsos puntos de vista son la manera correcta, no hay un camino que deba ser cultivado. Los "dos puntos de vista extremos" son el eternalismo (todo es eterno) y el nihilismo (nada existe); ambos son falsos porque son verdades a medias; dos caras de la misma moneda - solo el Camino Medio muestra la Verdadera Naturaleza de la Realidad. Aquí, el Endonsho nos revela que en la Realidad Ultima no aplican las Cuatro Nobles Verdades ni el Noble Sendero Octuple. Como vemos, el Endonsho nos está tratando de mostrar cómo podemos ver las cosas desde el Absoluto o la Realidad Ultima - la Absoluta Unidad. Dado a que el Samsara es idéntico al Nirvana, no hay extinción que alcanzar. Esta es una de las conclusiones lógicas y una de las enseñanzas budistas más elevadas e importantes de la escuela Tendai: la total interconexión e identidad del Samsara (la existencia cíclica) con el Nirvana (la Iluminación y la Realidad Ultima). Esto lo afirma nuevamente cuando dice que: Debido a la inextistencia intrínseca del sufrimiento, su origen y su eliminación no existen; debido a la inexistencia de la ruta y su cesación  no existe lo supramundano. Como único, la Realidad Pura es todo lo que existe - no hay entidades, ni nada que exista fuera de ella. Solo existe la energía de vida de la Talidad, la cual forma y guía todo en el Universo. Esto lo explica Chih-i en su gran obra el Makashikan, cuando dice: "La liberación debe de encontrarse en las mentes de los seres sintientes. Los seres sintientes son la iluminación; son el Nirvana, y no puede extinguirse. Cuando el Sutra de la Contemplación en el Bodhisattva Samantabhadra dice que el Buda Mahavairocana (Shakyamuni) es omnipresente, esto es lo que significa. Debes de entender que todas las cosas son enseñanzas del Buda, porque el Buda es el Cosmos". El Buda (Tathagata - Aquel Que Viene de la Talidad) es una personificación compasiva del Universo, quien en su infinita compasión nos revela la sabiduría del Dharma para ayudarnos a aliviar el sufrimiento (auto-creado, pues no existe en la Realidad Ultima) y ayudar igualmente a los demás seres sintientes a realizar la Unidad Fundamental con la Existencia. Todo es sagrado. Es por ello que el Budismo Tendai es un monismo místico. Esto fue lo que el Buda reveló durante los últimos ocho años de su existencia en sus últimos dos sermones: el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana, los cuales transforman y alteran radicalmente todas las enseñanzas dadas anteriormente, las cuales fueron dadas para preparar mentalmente a los seres sintientes para estas verdades.

Siendo un Tratado teórico para la práctica de la meditación, el Endonsho continúa diciendo que: Todas las entidades estan, por naturaleza, reposando y se encuentran en "Calma", que, aunque inactivas, su naturaleza es siempre luminosa, y se llama "Contemplación". Esto nuesvamente afirma el caracter dual pero complementario de la Realidad Abosulta (Monismo - Uno - Vipassana) y la Realidad Convencional (Mundo Convencional - Muchos - Samatha). La Realidad Untima del Absoluto, o Vipassana, se manifiesta en la Multiplicidad, Samatha. No obstante: Aunque se hace una distinción verbal entre las etapas anteriores y posteriores de la práctica, no hay dualidad última, ni hay distinción entre ellas. Esto es lo que se llama "la Calma y la Contemplación Perfecta y Repentina”. 

Usted debe saber que la persona y la tierra son el único momento de pensamiento que comprende los Tres Mil Aspectos. Esto se refiere a la doctrina Tendai del Ichinen Sanzen expuesta en el Sutra del Loto y sistematizada por el Gran Maestro Chih-i, de que cada momento de la vida abarca todas las posibilidades de la existencia, dado a que todos los fenómenos y los seres en el universo estan fundamentalmente interconectados. Cada momento de existencia de todos los seres vivos (Ichinen) está dotado de los Tres Mil Mundos o Reinos Fenoménicos (Sanzen). "Ichinen" significa un momento de la vida. "Ichi" significa "uno" y significa la única Realidad Ultima o el Camino Medio de la naturaleza del Dharma. Un solo momento de existencia abarca todos los elementos que forman la vida de un mortal común, como el cuerpo y la mente, y la causa y el efecto. El término se refiere a todas las formas de existencia. "Sanzen" significa "Tres Mil Mundos o Reinos Fenoménicos", pero es un número simbólico que incluye todos los fenómenos del universo entero. El Ichinen Sanzen describe en su totalidad la verdadera entidad, o naturaleza, del Universo, percibido a través de la sabiduría (omnisciencia y omnipresencia) del Buda. Esta doctrina enseña que incluso la parte más pequeña de vida que posee una sola entidad está realmente dotada de todos los fenómenos de los tres mil reinos diferentes. Dado a la unidad fundamental de todo en el universo, o sea, dado a que todos somos una manifestación (consciencia temporal y finita) del Buda Eterno (consciencia pura abolusta e infinita), podemos alcanzar la unidad (Despertar) con el Universo (Buda) aquí y ahora, en esta vida yu en este cuerpo, a través de la meditación Shikan (Samatha y Vipassana). Por lo tanto, cuando uno alcanza el Camino, de acuerdo con este principio, el cuerpo y la mente en ese momento pervaden el Reino del Dharma. Al experimentar y realizar la Verdadera Naturaleza de la Realidad, a través de la meditación, nuestra vida, en nuestra forma actual, manifestará el estado de la Iluminación - alcanzamos la unidad y nos fusionamos (Despertamos) con el Universo (Buda), así como una gota se funde en el océano.