Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


domingo, 28 de abril de 2024

El Ministerio del Buda: Abordando las Enseñanzas Preparatorias del Buda en el Canon Pali - 4 - El Sutra a los Kalamas

 El Buda Shakyamuni, tras alcanzar su Despertar bajo el Arbol Bodhi y manifestar su Budeidad en este mundo, predicó el Sutra Avatamsaka (Sutra de la Guirnalda de Flores) para el preparar el terreno espiritual de este sistema mundial y permitirle a todos los seres alcanzar igualmente su Despertar. Luego de esto, el Buda transfiguró su cuerpo y asumió nuevamente la forma física de un monje asceta, y se dirigió a donde se encontraban sus primeros cinco discípulos para exponerle el Dharma Preparatorio que había ideado y comenzar el trabajo dhármico de abrir los corazones y mentes de los seres, y así, poder revelar eventualmente la Verdad, su Verdadero Dharma Eterno. Con estas primeras enseñanzas, el Buda buscó eliminar todos los conceptos erróneos de los seres sobre el mundo y sobre sí mismos, por lo que su primera tarea fue hacer que se desapeguen de los mismos. 

Ya habían pasado unos años desde que el Buda había alcanzado su Despertar de la Budeidad bajo el Arbol Bodhi, y su Comunidad, que estaba compuesta de muchos discípulos y laicos, crecía diariamente. El Buda ofrecía un Camino a la Salvación personal verídico, sin promesas vacías, pavimentado en la igualdad de todos los seres, sin importar sus diferencias de sexo, casta ni condición social. El Buda aceptaba en su Comunidad a hombres, mujeres, ancianos y niños, ya fueran ricos, pobres, guerreros, mercaderes, ascetas, etc., todos eran aceptados como seguidores del Buda y formaban parte de su Comunidad. Así, el Buda fue el primer líder religioso indio que aceptó en su Comunidad a hombres y mujeres de todos los trasfondos sociales, económicos y religiosos.

Mientras el Buda atraviesaba la aldea de Kesaputta, fue recibido por sus habitantes, un clan llamado Kalamas, quienes eran una dependencia de Kosala y su rey Pasenadi, los cuales al verlo, le preguntaron: por décadas, esta aldea ha sido visitada por muchos maestros espirituales, santos y ascetas errantes, exponiendo sus enseñanzas y criticando las enseñanzas de los demás. Entonces, ¿qué enseñanzas deberíamos seguir? La pregunta de los Kalamas es una pregunta mucho más válida hoy que hace 2,500 años. Vivimos en un momento en la historia sin precedentes, donde todas las personas tienen acceso al "mercado religioso". En casi todos los países existen representantes de todas las religiones, e incluso, de sus denominaciones internas, así como casi diariamente alguien inventa una religión o una denominación nueva. Con tantas opciones que prometen contestar nuestras preguntas perennes (universales y atemporales) y otorgarnos la salvación, ¿en cuál debemos confiar?

La realidad es que no todas las religiones son iguales. Existen religiones étnicas y universales, excluyentes e incluyentes. Las religiones étnicas son aquellas que pertenecen a un grupo o raza en particular, y suelen difundirse a través de la migración y el intercambio cultural, más que de la conversión religiosa, como el Hinduismo para los Indios, el Shinto para los japoneses, y el Judaismo para los judíos, entre otras. Otras religiones, desde sus inicios, son universales, como el Budismo, el Cristianismo y el Islam, entre otras, donde las personas pueden unirse sin importar su raza, nacionalidad o trasfondo. De hecho, el Budismo fue la primera religión universal en la historia de la Tierra. Las religiones étnicas permiten a personas externas unirse, pero es como si se unieran a un pueblo con una historia y una cultura en común, a diferencia de las religiones universales que se adaptan a los pueblos donde entran. Dentro de ambas, existen religiones excluyentes, que predican poseer la absoluta y única verdad, y donde uno debe de aceptar todo tal y como es dado por la tradición y la religión, y si no crees o sigues los postulados de las mismas, no perteneces a la religión. Y otras son incluyentes, aceptando a todas las personas que acepten sus postulados de fe (aunque tengan diferentes grados de adherencia a sus enseñanzas o abracen diferentemente sus prácticas), e incluso, puedes pertenecer a varias religiones al mismo tiempo, aceptando que otras religiones poseen un grado de verdad, y por lo tanto, de salvación. Hoy día, todas estas religiones están disponibles a todas las personas, y todas prometen poseer la verdad, e incluso, la salvación (aunque lo que signifique "salvación" varíe entre ellas). 

Las cinco religiones más predominantes a nivel mundial son el Judaísmo, el Cristianismo, el Islam, el Hinduismo y el Budismo (dos étnicas y tres universales), cada una con diferentes denominaciones. De acuerdo con ciertos estimados, existen más de 4,200 religiones en el mundo actualmente, y su número solo seguirá creciendo. Al examinarlas todas, podemos preguntarnos: ¿Cuál de ellas posee la Verdad? Esta es la misma pregunta que le plantean los Kalamas al Buda, y es la pregunta que muchos de nosotros nos planteamos o nos hemos planteado en algún momento.

El Sutra a los Kalamas es tal vez uno de los Sutras Budistas más malentendidos, pero más citados, sobre todo, por aquellos que menos lo entienden.  La mayor creencia errónea sobre el mismo es que el Budismo no posee dogmas, no tiene un Canon Budista definitivo, e incluso, que no es una religión (o que acepta todas las religiones como verídicas), cuando el Budismo sí posee dogmas, doctrinas y enseñanzas; sí posee un Canon Budista definitivo, llamado el Canon Budista de Doce Divisiones (establecido por el Buda mismo); y sí es una religión que se coloca por encima de todas las religiones en una Jerarquía de la Verdad. Aclaremos estos malentendidos a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas del Verdadero Budismo.

"Así he oído. En una ocasión el Buda, transitando en el reino de Kosala con un gran grupo de bhikkhus, arribó al poblado de los Kalamas llamado Kesamutta. Los Kalamas de Kesamutta oyeron: 'Dicen que el asceta Gautama, hijo de los Shakyas, renunciante del clan de los Shakyas, ha arribado a Kesamutta. La buena reputación de este Buda Gautama se ha propagado así. Por esto, el Buda es un Arhat, perfectamente iluminado, dotado de visión y conducta, bien encaminado, conocedor del universo, incomparable líder de hombres capaces de ser domados, maestro de devas y humanos, Iluminado, el Buda. Él, habiendo realizado por medio de su propio conocimiento directo este mundo, lo hace conocer junto con sus devas, Maras, Brahmas, esta generación junto con sus ascetas y brahmanes, humanos y devas. Él expone el Dharma que es bueno en el comienzo, bueno en el medio, bueno en el final, con significado y con palabras; revela la vida santa que es completamente pura. Es bueno ver a tales Arahants'."

Al comienzo del Sutra, vemos que la reputación del Buda llegó al clan de los Kalamas antes que el mismo Buda, pues el Buda llevaba ya varios años realizando su ministerio y proclamando su Dharma de Salvación, habiendo llevado a muchos seres al Nirvana (inicial y preparatorio; a la paz). Todos reconocen incluso la existencia del clan original del Buda, el clan Shakya, pues eran destacados por ser un pueblo guerrero pero honrado, del cual había surgido un gran asceta de entre su corona, algo nunca antes esuchado. Después de todo, nunca antes un príncipe (Kshtriya) había abandonado su trono, su palacio, su familia y si estatus para volverse un asceta errante, mucho menos un santo, y nunca antes había existido un Buda. 

Si bien la Tradición Budista habla de que existieron otros Budas antes del Buda Shakyamuni, estos Budas habían existido en otros mundos, no en el nuestro. El Buda Shakyamuni fue el primer Buda que encarnó en la Tierra, pero definitivamente no será el único. Como vimos en el Sutra Lalitavistara y el Sutra Avatamsaka, un Buda no aparece en un mundo sino hasta que los seres sean lo suficientemente evolucionados física, mental y espiritualmente para recibir la llegada del Salvador. Para preparar el camino, el Buda Eterno aparece en la forma de santos, maestros y líderes espirituales, los cuales predican y fundan religiones y filosofías religiosas - verdades parciales - hasta que los seres crecen mental y espirutalmente para la aparición de la Verdadera Personalidad del Rey del Cosmos, un Buda.

"Después, los Kalamas se acercaron al Buda. Habiéndose acercado, algunos, después de haber rendido homenaje al Buda, se sentaron a un lado; algunos, habiendo intercambiado cortesías con el Buda, después de una conversación cordial y memorable, se sentaron a un lado; algunos, después de saludar con reverencia al Buda, se sentaron a un lado; algunos, permaneciendo en silencio, se sentaron a un lado. Estos Kalamas de Kesamutta, sentados a un lado, dijeron esto al Buda: 

"'Venerable Señor, hay algunos ascetas y brahmanes que vienen a Kesamutta. Ellos explican y elucidan solamente sus propias doctrinas, pero menosprecian, desprecian, repudian, degradan las doctrinas de otros. También después, Venerable Señor, algunos otros ascetas y brahmanes vienen a Kesamutta y ellos también explican y elucidan solamente sus propias doctrinas, pero menosprecian, desprecian, repudian, degradan las doctrinas de otros. Venerable Señor, existe perplejidad en nosotros acerca de ellos, existe la duda: ¿Quién de esos respetables ascetas y brahmanes dice la verdad, quién dice falsedad?'"

Los Kalamas hacen una pregunta perenne y muy importante: con tantas religiones en el mundo, ¿cuál debemos aceptar? Al igual que en el tiempo de los Kalamas, en mayor grado y cantidad, existen muchas religiones en el mundo, y todas claman poseer la verdad. La mayoría, al igual que con los Kalamas, "menosprecian, desprecian, repudian, degradan las doctrinas de otros." Con la llegada y el acceso universal al internet, esto se ha exacerbado. 

En respuesta a la pregunta de en qué religión creer en un mundo donde existen muchas, el Buda delinea - por medio del razonamiento lógico - cómo debemos de buscar la verdad, la sabiduría y el conocimiento, ya sea religioso o no. El Buda, en respuesta, procede a enumerar una serie de criterios a través y por los cuales cualquier persona sensata puede decidir qué enseñanzas aceptar como verdaderas. No creas ciegamente en las enseñanzas religiosas, les dice a los Kalamas, simplemente porque se dice que son verdad, o incluso mediante la aplicación de varios métodos o técnicas. Se puede recurrir al conocimiento directo basado en la propia experiencia. Él aconseja que las palabras de los sabios deban ser escuchadas y tomadas en cuenta. Propone, no una aceptación pasiva sino, más bien, constantes preguntas y pruebas personales para identificar aquellas verdades que de manera verificable reducen el propio estrés o la miseria. Las próximas líneas son las más citadas por muchos budistas, pero las más malentendidas.

"El Buda dijo: 'No aceptéis por tradición oral, no por linaje de la enseñanza, no por rumores, no por colección de escrituras, no a causa de la lógica, no a causa de la inferencia, no por consideración de causas, no por aceptación reflexiva de una idea, no por la competencia [del maestro], no porque el asceta es nuestro maestro. Sino, Kalamas, cuando vosotros comprendáis en vosotros mismos: 'Estas cosas son insanas, estas cosas son reprochables, estas cosas son censuradas por los sabios, estas cosas, cuando aceptadas y practicadas, conducen al sufrimiento y perjuicio. Entonces, Kalamas, vosotros deberíais abandonarlas'."

En estas líneas, el Buda les pide a los Kalamas y a todos sus devotos que no acepten una enseñanza, religiosa o no, solo porque haya sido pasada históricamente, o porque sea lo que las personas recomiendan, o porque estén escritas en los libros religiosos, o porque sea únicamente lógica, o porque venga de una persona santa o un buen maestro. En resumen, el Sutra a los Kalamas se opone a la fe ciega, el dogmatismo y la creencia engendrada por el razonamiento engañoso prevalente en el tiempo del Buda, y el nuestro. Sin embargo, el Buda en todo momento habla sobre las creencias religiosas (y no religiosas) erróneas de su época, no las propias. 

Antes de presentar la verdadera postura budista sobre sus dogmas, Canon y las demás religiones, continuemos brevemente con el Sutra. Luego de estas palabras, el Buda le pregunta a los Kalamas su opinión sobre lo que acaba de decir, y los conduce por un pensamiento lógico para poder darles las herramientas para analizar las religiones y ver, no solo sus grados de verdad, sino también (y a veces mucho más importante por sus implicaciones inmediatas) su valor en la vida de las personas, para sí mismos y para su vida en sociedad.

"¿Qué pensáis de esto Kalamas? ¿El deseo, surgiendo dentro de un hombre, surge para su beneficio o para su perjuicio?" "Para su perjuicio, Venerable Señor." "Kalamas, el individuo codicioso, poseído por el deseo, con mente subyugada por el deseo, destruye la vida, toma lo no dado, va con la esposa de otro, dice falsedades, y también instiga a otro a hacer esto. ¿Es esto para su sufrimiento y perjuicio por largo tiempo?" "Sí, Venerable Señor."

"¿Qué pensáis de esto Kalamas? ¿El odio, surgiendo dentro de un hombre, surge para su beneficio o para su perjuicio?" "Para su perjuicio, Venerable Señor." "Kalamas, el individuo iracundo, poseído por el odio, con mente subyugada por el odio, destruye la vida, toma lo no dado, va con la esposa de otro, dice falsedades, y también instiga a otro a hacer esto. ¿Es esto para su sufrimiento y perjuicio por largo tiempo?" "Sí, Venerable Señor."

"¿Qué pensáis de esto Kalamas? ¿La ignorancia, surgiendo dentro de un hombre, surge para su beneficio o para su perjuicio?" "Para su perjuicio, Venerable Señor." "Kalamas, el individuo confundido, poseído por la ignorancia, con mente subyugada por la ignorancia, destruye la vida, toma lo no dado, va con la esposa de otro, dice falsedades, y también instiga a otro a hacer esto. ¿Es esto para su sufrimiento y perjuicio por largo tiempo?" "Sí, Venerable Señor."

Aquí el Buda le da a los Kalamas (y a todos los seres) las herramientas para poder juzgar la condición humana y ver si una religión o filosofía en particular ayuda a las personas a superar los Tres Venenos de la Ignorancia, la Ira y la Avaricia - los males fundamentales inherentes a la vida que dan lugar al sufrimiento humano; la fuente de todas las ilusiones y deseos terrenales. Los Tres Venenos se llaman así porque contaminan la vida de las personas y trabajan para impedirles volver sus corazones y mentes al bien y la Verdadera Naturaleza de la Realidad. El Gran Maestro Chih-i, en su obra, "Palabras y Frases del Sutra del Loto" (Hokke Mongu), nos dice que los Tres Venenos son la causa subyacente de las tres calamidades de la hambruna, la guerra y la pestilencia, y afirma: "Debido a que la Ira aumenta en intensidad, surgen luchas armadas. Debido a que la Avaricia aumenta en intensidad, surge el hambre. Debido a que la Ignorancia aumenta en intensidad, estalla la pestilencia. Y debido a que ocurren estas tres calamidades, los deseos terrenales se vuelven más numerosos y poderosos que nunca, y las opiniones falsas florecen cada vez más". Solo la Verdad puede ayudarnos a disminuir los Tres Venenos y trascender nuestro sufrimiento, de una vez y por todas, para nuestro beneficio y el de los demás. Es por eso que el Buda predicó este Sutra, para que sus discípulos se desaferren a las nociones sobre el mundo que han aprendido desde pequeños, las cuales no reflejan la Verdadera Naturaleza de la Realidad, y son la causa de la división y de muchos de los conflictos humanos. Por el contrario, la Enseñanza del Buda es Suprema, el Verdadero Dharma Eterno.

Luego de darles las herramientas para poder entender la verdadera raíz de nuestro sufrimiento (los Tres Venenos) y juzgar su las religiones y creencias de su época ayudaban con la misma (si causaban perjuicio), el Buda ahora nos provee con una serie de criterios para poder ver si una religión o creencias es positiva (sana) para nosotros y la sociedad.

"¿Qué pensáis de esto Kalamas? ¿Son estas cosas sanas o insanas?" "Insanas, Venerable Señor." "¿Reprochables o irreprochables?" "Reprochables, Venerable Señor.' "¿Censuradas por los sabios o elogiadas por los sabios?" "Censuradas por los sabios, Venerable Señor." '¿Aceptadas y practicadas, conducen al sufrimiento y perjuicio o no? ¿O cómo es aquí?" "Venerable Señor, estas cosas aceptadas y practicadas conducen al sufrimiento y perjuicio. Así pensamos nosotros aquí."

El Buda ahora revela que esta enseñanza que acaba de dar es para poder difuminar el humo creado por las religiones y creencias falsas de su época y permitirles ver con su mente y corazón abiertos la Verdad del Dharma Eterno del Buda.

"Kalamas, fue por esto que dijimos: 'Venid vosotros Kalamas. No aceptéis por tradición oral, no por linaje de la enseñanza, no por rumores, no por colección de escrituras, no a causa de la lógica, no a causa de la inferencia, no por consideración de causas, no por aceptación reflexiva de una idea, no por la competencia [del maestro], no porque el asceta es nuestro maestro. Sino, Kalamas, cuando vosotros comprendáis en vosotros mismos: 'Estas cosas son insanas, estas cosas son reprochables, estas cosas son censuradas por los sabios, estas cosas, cuando aceptadas y practicadas, conducen al sufrimiento y perjuicio, entonces, Kalamas, vosotros deberíais abandonarlas'. Por esta razón esto fue dicho."

Existen muchas religiones y creencias que no solo son falsas o parcialmente ciertas, sino que también son negativas, para el individuo y para la sociedad; religiones que condenan, que dividen, que manipulan, que dañan directa o indirectamente a la persona y al mundo. Hoy día, gracias a los avances tecnológicos, las ideas se esparcen casi a la velocidad del pensamiento, y con ellas, muchas falsedades y verdades a medias, muchas veces manipuladas por intereses políticos y económicos. Esto no solo es cierto en el ámbito de la religió, sino también en el ámbito social y político (pues, cuando una persona rechaza la religión, la reemplaza por un ideal político, su "nueva religión", como ha sucedido en los países comunistas). Este es el gran mal de nuestra era, el relativismo y la secularización. La religión es tan importante para el individuo y la sociedad como lo es toda institución humana y social; es necesaria para la existencia individual y colectiva. El relativismo nos dice, como los demonios posmodernistas, que no existe la verdad, sino "verdades"; que la verdad es subjetiva; que todo es una construcción social y de poder. Esto permite que Mara reine; que prolifere la falsedad y el caos, como las ideologías que plagan el mundo contemporáneo. La secularización nos dice que la religión es un vestigio del pasado; que el mundo sería mejor y más unido sin las mismas, cuando la función principal de las religiones es darle sentido a la vida y unir a las personas, no dividirlas. Es por eso que el Buda le da estas guías a los Kalamas, para que puedan ver a través de sus nociones erróneas del mundo y de sí mismos y eliminarlas, y a la vez, para que puedan abrir sus corazones y mentes y descubrir (por sí mismos) la Verdad contenida en su Dharma. 

"Venid vosotros Kalamas. No aceptéis por tradición oral, no por linaje de la enseñanza, no por rumores, no por colección de escrituras, no a causa de la lógica, no a causa de la inferencia, no por consideración de causas, no por aceptación reflexiva de una idea, no por la competencia [del maestro], no porque el asceta es nuestro maestro. Pero, Kalamas, cuando vosotros comprendáis en vosotros mismos: 'Estas cosas son sanas, estas cosas son irreprochables, estas cosas son elogiadas por los sabios, estas cosas, cuando aceptadas y practicadas, conducen a la felicidad y beneficio, entonces, Kalamas, vosotros, habiendo comprendido, deberíais morar en ellas."

No obstante, el Buda les muestra a los Kalamas que, si bien existen muchas religiones y creencias falsas, también existen aquellas que proveen verdades a media, siendo positivas para nosotros y los demás. Si una religión ocreencia es positiva para uno, nos da significado y un mapa de vida (de sentido y significado en el mundo), y nos hace relacionarnos mejor con los demás y el mundo, y ser mejores personas, podemos seguirla. Este es el criterio rector del Buda en este Sutra.

El Buda ahora, como un medio hábil, presenta un antídoto temporero para los Tres Venenos de la Ignorancia, la Avaricia y la Ira: el No-Deseo (Desapacionamiento), la No-Avaricia (Desapego), y la No-Ignorancia (Conocimiento). Esto es porque, en esteos primeros sermones, en lo que sus discípulos progresaban espiritualmente, el Buda, presenta su Dharma por medio de la Vía Negativa, pues la meta era que sus discípulos se desaferren a las nociones sobre el mundo que han aprendido desde pequeños, las cuales no reflejan la Verdadera Naturaleza de la Realidad. 

"¿Qué pensáis de esto Kalamas? ¿El no-deseo, surgiendo dentro de un hombre, surge para su beneficio o para su perjuicio?" "Para su beneficio, Venerable Señor." "Kalamas, el individuo no codicioso, no poseído por el deseo, con mente no subyugada por el deseo, no destruye la vida, no toma lo no dado, no va con la esposa de otro, no dice falsedades, y tampoco instiga a otro a hacer esto. ¿Es esto para su felicidad y beneficio por largo tiempo?" "Sí, Venerable Señor.”

"¿Qué pensáis de esto Kalamas? ¿El no-odio, surgiendo dentro de un hombre, surge para su beneficio o para su perjuicio?" "Para su beneficio, Venerable Señor." "Kalamas, el individuo no iracundo, no poseído por el odio, con mente no subyugada por el odio, no destruye la vida, no toma lo no dado, no va con la esposa de otro, no dice falsedades, y tampoco instiga a otro a hacer esto. ¿Es esto para su felicidad y beneficio por largo tiempo?" "Sí, Venerable Señor."

"¿Qué pensáis de esto Kalamas? ¿La no-ignorancia, surgiendo dentro de un hombre, surge para su beneficio o para su perjuicio?" "Para su beneficio, Venerable Señor." "Kalamas, el individuo no confundido, no poseído por la ignorancia, con mente no subyugada por la ignorancia, no destruye la vida, no toma lo no dado, no va con la esposa de otro, no dice falsedades, y tampoco instiga a otro a hacer esto.  ¿Es esto para su felicidad y beneficio por largo tiempo?" "Sí, Venerable Señor."

"¿Qué pensáis de esto Kalamas? ¿Son estas cosas sanas o insanas?" "Sanas, Venerable Señor.” "¿Reprochables o irreprochables?" "Irreprochables, Venerable Señor." "¿Censuradas por los sabios o elogiadas por los sabios?" "Elogiadas por los sabios, Venerable Señor." "¿Aceptadas y practicadas, conducen a la felicidad y beneficio o no? ¿O cómo es aquí?' "Venerable Señor, estas cosas aceptadas y practicadas conducen a la felicidad y beneficio. Así pensamos nosotros aquí."

"Kalamas, fue por esto que dijimos: 'Venid vosotros Kalamas. No aceptéis por tradición oral, no por linaje de la enseñanza, no por rumores, no por colección de escrituras, no a causa de la lógica, no a causa de la inferencia, no por consideración de causas, no por aceptación reflexiva de una idea, no por la competencia [del maestro], no porque el asceta es nuestro maestro. Pero, Kalamas, cuando vosotros comprendáis en vosotros mismos: 'Estas cosas son sanas, estas cosas son irreprochables, estas cosas son elogiadas por los sabios, estas cosas, cuando aceptadas y practicadas, conducen a la felicidad y beneficio, entonces, Kalamas, vosotros, habiendo comprendido, deberíais morar en ellas. Por esta razón esto fue dicho."

Si leemos la primera línea de los párrafos anteriores, veremos que el Buda les dice a los Kalams que abandonen los dogmas y creencias de otras religiones y filosofías y solo se refugien en su Dharma Eterno, cuando el Buda les comienza diciendo: "Venid vosotros Kalamas." "Vosotros" aquí se refiere a la Comunidad Budista (Sangha) y su Dharma Eterno de Salvación. En otras palabras, les dice: "Abandonad todo y solo creed en mi Dharma".

El Budismo, aunque muchos no lo sepan, posee dogmas, doctrinas, enseñanzas y prácticas religiosas. Los Dogmas Budistas son un conjunto de principios establecidos por el mismo Buda en su Dharma, así como por la Tradición Budista, como indiscutiblemente verdaderos a través del tiempo. Una verdad exige la respuesta de la fe si es revelada por el Buda y la Tradición Budista la ha definido infaliblemente como tal. Los Dogmas Budistas se diferencian de las Doctrinas Budistas, que son las enseñanzas e interpretaciones doctrinales características de una denominación budista en particular. Por lo tanto, un dogma es cualquier verdad que la Tradición Budista ha definido infaliblemente como contenida en la revelación dhármica, es decir, parte de la Tesorería del Dharma transmitido a la Sangha por el Buda, sus Discípulos y los Grandes Maestros. Una doctrina, por otro lado, expande el dogma a la luz de la interpretación patriarcal de la denominación budista en particular. Una enseñanza es la aplicación de los dogmas y doctrinas en la vida diaria, y tienen un mayor rango de amplitud e interpretación. Las prácticas, si bien pueden ser compartidas, cambian en su intepretación dada por la doctrina. Esta es la Jerarquía de la Verdad del Dharma Budista. Lamentablemente, con el pasar del tiempo, la Enseñanza Budista fue ignorada o malinterpretada, siendo incluso negada, especialmente en la Era Final del Dharma, el tiempo en el cual vivimos. En la Era Final del Dharma en la cual vivimos, el ser tradicional y ortodoxo es ser radical.

¿Cuáles son las fuentes de los Dogmas, Doctrinas y Enseñanzas Budistas? Las fuentes de los Dogmas, Doctrinas y Enseñanzas son las Escrituras Sagradas y la Tradición Budista.  Estos dogmas no son fabricados por un grupo de individuos, sino que se basan en el consenso encontrado en el Canon y la Tradición, y son preservados por la Orden (sacerdotes budistas). Las verdades encontradas en las Escrituras Budistas dentro del Canon de Dice Divisiones estipulado por el Buda en el Sutra del Nirvana, y la Tradición Budista, armoniosamente unidas, forman los Dogmas, Doctrinas y Enseñanzas Budistas. El Canon y la Tradición Budista forman la ortodoxia budista.

La palabra "Ortodoxia" proviene de la palabra de raíz griega "orthos", que significa "correcto", "verdadero" o "recto", y "doxa", que significa "opinión", por lo que Ortodoxia significa "correcta doctrina", y se refiere a la presentación completa y perfecta del Dharma o la Enseñanza Eterna del Buda en la Tierra, según se desprende del Canon (la Palabra del Buda) y la Tradición Budista. Este es un Budismo Completo y Perfecto, según el Mensaje, el Legado y el Testamento del Buda en el mundo, contenidos en el Sutra Avatamsaka, el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana, respectivamente.

Es importante destacar que cuando hablamos de la Tradición Budista, nos referimos al cúmulo completo a través del espacio y el tiempo de la historia, los textos primarios (Sutras o la Palabra del Buda) y secundarios (Tratados o comentarios de los Grandes Maestros), los patriarcas, los desarrollos y la aplicación del Dharma a la Fe Budista. Esto es diferente a las tradiciones posteriores desarrolladas por los discípulos, las denominaciones budistas. Estas tradiciones pueden ser ortodoxas o heterodoxas, dependiendo de cuán completo y perfecto presenten el Dharma o la Enseñanza Eterna del Buda.

La palabra "Heterodoxia", por otro lado, proviene igualmente del grigo "heteros" que significa "diferente", ya que es diferente parcial o completamente de la doctrina original o establecida, por lo que se refiere a una presentación imparcial o imperfecta del Dharma o la Enseñanza Eterna del Buda en la Tierra, según se desprende del Canon (la Palabra del Buda) y la Tradición Budista. 

Hoy día, existen muchas denominaciones budistas, pero todas parten del mismo Budismo. ¿Por qué las diferencias? Las diferencias estriban en un conflicto de interpretaciones sobre la correcta doctrina y práctica. Si bien el Buda nos legó su Religión Universal, sus discípulos tuvieron diferentes interpretaciones de la misma, lo que dió como resultado diferentes denominaciones, las cuales comenzaron desde el tiempo del Buda. Durante el tiempo en el que el Buda aún se encontraba físicamente en la Tierra, guió gradualmente a sus discípulos y devotos a la Verdad de su Persona, Mensaje y Misión, abriendo poco a poco las mentes y corazones de los seres para poder recibir y comprender la Verdad. Sin embargo, algunos discípulos egoístamente, y porque no estaban preparados, decidieron voluntariamente adherirse a las enseñanzas expedientes y primitivas y no recibir la totalidad de la Verdad, la cual fue revelada por el Buda al final de su vida. Esto dio paso a que hubieran diferencias de interpretación en su Orden y Comunidad, la Sangha, llegando al primer Cisma siglos más tarde con la división de la Sangha entre las ramas Hinayana y Mahayana. 

Siglos más tarde, a medida que el Budismo se esparcía misioneramente por todo el continente asiático, diferentes adherentes de ambas ramas, unido al tiempo que tomaba traducir los textos, permitieron que versiones del mismo Dharma llegaran incompleta y parcialmente, dando como resultado grupos de adherentes de una o varias enseñanzas en vez de la totalidad del Dharma. Esto dio paso a la formación y creación de escuelas o denominaciones budistas.

Aunque el Dharma Eterno del Buda se fragmentó y dividió, la Verdadera Enseñanza se mantuvo preservada por un grupo de Discípulos y Grandes Maestros, quienes la mantuvieron completa y perfecta en la Tradición Budista; de aquí la diferencia entre la "Tradición" y las "tradiciones". Estos Grandes Maestros, como Asvaghosha, Nagarjuna, Vasubandhu, y Kumarajiva, la preservaron en la India y la transportaron a China, seguido por Daosheng, y Huisi, hasta que llegó al Gran Maestro Chih-i en el Siglo VI. Chih-i no solo continuó la Tradición Budista, sino que la institucionalizó, formando la escuela Tientai (Tendai) en China, la cual fue luego llevada a Japón y perfeccionada por el Gran Maestro Saicho en el Siglo IX, quien la volvió la Verdadera Religión de Japón.

Si bien la Tradición Budista ortodoxa existía en Japón para el Siglo IX, con el pasar del tiempo, surgieron otras tradiciones, con monjes budistas que tomaron una enseñanza y una práctica de la misma y formaron nuevas denominaciones en el medioevo japonés. No obstante, si bien fundaron nuevas escuelas, las mismas mantuvieron su relativa ortodoxia, pues se nutrían de las Enseñanzas Perfectas y Completas, la cual formó su fundamento doctrinal, aunque de forma parcial e incompleta. 

Como vemos, la diferencia entre ortodoxia y heterodoxia en el Budismo es difícil de demarcar pues, si bien existen muchas denominaciones (tradiciones), todas mantienen sus raíces firmes en la Tradición Budista. Esto las vuelve, con el pasar del tiempo, "Heterodoxias Ortodoxas". 

Como vemos, la clasificación tradicional no es fácilmente aplicable en el contexto del Budismo. Claro, existen heterodoxias radicales dentro del Budismo, tanto históricas como modernas, pero son muchas veces claramente distinguibles de la ortodoxia o una sana hetero-ortodoxia.

Una categoría que es más hábilmente aplicable al Budismo es el concepto de Polidoxia acuñado por el teólogo norteamericano Alvin J. Reines, el cual define que un grupo de personas o individuos pueden abordar la misma religión manteniendo diferentes entendidos internos sobre la misma, sin entrar en conflicto. Reines personalmente concibe a Dios como "'la posibilidad duradera del ser", explicada como "la potencialidad permanente y continua a partir de la cual el universo se realiza continuamente", y llama a esta posición "Hiloteísmo". Esto es altamente aplicable al Budismo, tanto en sus inicios como contemporáneamente. El Buda es, en el Budismo, el ideal del ser, y el Cosmos y todos sus seres evoluciona y se dirije a su Iluminación. Esta postura budológica podría ser llamada "Hilobudismo" (lo cual concuerda con el Budismo Esotérico o Vajrayana).

Cuando examinamos el estado actual del mundo, podemos ver que ya no estamos separados por barreras de tiempo y espacio, y el mundo ahora es una "aldea global". Los avances tecnológicos han podido difuminar las fronteras, así como las divisiones tradicionales históricas y culturales que distanciaban los pueblos del mundo. Esto nos ha forzado a enfrentar al "otro" y vivir en un mundo crescientemente pluralista. Haboendo sido el Budismo históricamente la verdadera primera religión mundial, ¿Cómo ve el Budismo a las religiones no-budistas? ¿Requiere que nuestro compromiso con el Dharma ignore o rechace las otras religiones del mundo? Aunque estas preguntas son sumamente importantes, no han sido aun planteadas en el mundo budista, al menos no en Occidente. Ciertamente, las respuestas a estas interrogantes nos ayudarían a ubicarnos en el panorama contemporáneo y occidental de las religiones mundiales, por lo que el futuro del Budismo - sobre todo, en el contexto fuertemente cristiano hispano - requiere que desarrollemos una Teología Budista de las Religiones.

La Teología de las Religiones es la rama de la Teología (principalmente representada por la teología cristiana, hindú, islámica y judía) y los estudios religiosos que intentan evaluar teológicamente los fenómenos de las religiones, y la relación y el lugar de una religión entre las religiones del mundo. Es la reflexión de cómo vivir entre personas de diferentes fes. En el caso del Budismo, podríamos llamarlo "Budología de las Religiones". 

Para nuestros propósitos, la Teología Budista de las Religiones busca responder cómo, desde un punto de vista budológico y dharmológico, debemos ver y relacionarnos con las religiones y filosofías no-budistas. Esto a su vez sucita otra preguntas, como: ¿Cómo debemos de ver budológicamente el fenómeno de la religiosidad humana? ¿Podemos afirmar la veracidad de otras religiones, y si sí, sobre qué base? ¿Es posible que los no-budistas puedan experimentar la salvación (Despertar - Nirvana)? ¿Qué rol tienen las otras religiones en el Plan Salvífico Dhármico del Buda? ¿Para qué propósito y sobre qué base debemos de establecer el diálogo interreligioso? ¿Es posible adoptar elementos de otras religiones no-budistas y adaptarlas al Budismo? Podemos entonces agrupar estas preguntas en cuatro categorías: (1) la interpretación budológica de la religiosidad humana (pregunta 1); (2) la veracidad de las otras religiones no-budistas (pregunta 2); (3) la posibilidad de la salvación en las religiones no-budistas (preguntas 3 y 4); (4) la contextualización de la misión budista (pregunta 5 y 6). Estas preguntas a su vez se pueden explorar en relación con tradiciones religiosas específicas, como en nuestro caso, el Cristianismo. Por supuesto, todas estas preguntas deben de ser abordadas desde el Canon Budista, y no desde concepciones personales, pues la Teología Budista de las Religiones, al igual que sus homólogos en otras religiones, surge de la Aparición del Buda en el mundo y la Revelación de su Dharma Eterno para todos los seres del planeta. 

Existen tres escuelas importantes o tipologías dentro de la Teología de las Religiones. Estas son el exclusivismo, el inclusivismo y el pluralismo. 

El exclusivismo se asocia a la creencia de que la salvación (Despertar - Nirvana) es posible solo a través del Dharma Eterno del Buda. El exclusivismo extremista percibe a todas las religiones no-budistas como falsas, o en el mejor de los casos, inmaduras, pues dependen de un sistema de creencias y prácticas que no le permiten a los seres eliminar su Ignorancia Fundamental sobre la Verdadera Naturaleza de la Realidad ni salir de la Rueda de Renacimientos del Samsara. Este es de hecho el paradigma o la tipología general de la mayoría de los budistas tradicionales y ortodoxos en Asia, pero como veremos, no es un punto de vista canónico.

El inclusivismo generalmente se refiere a la visión de que la salvación es multifascética y multidimensional, y que el Buda se encuentra presente en las otras religiones, por lo que la mayoría de las religiones pueden ser vistas como Medios Hábiles (Upayas) - recursos convenientes adaptados a las capacidades, naturalezas, necesidades y circunstancias de los seres - reveladas por los Budas para llevar a los seres a la salvación, por lo que las demás religiones contienen un cierto nivel de la Verdad y pueden tener un rol positivo en la salvación. 

El pluralismo es la creencia de que múltiples religiones son verdaderas e igualmente válidas en su comunicación de la Verdad, el mundo y la salvación. Por ello, el pluralismo postula que casi todas las religiones son formas válidas de alcanzar la salvación (Despertar - Nirvana). Este es de hecho el punto de vista mayoritario entre los budistas occidentales.

Como vemos, un factor común en todas las tipologías es la figura de devoción central (ser superior Dios - Buda) y la salvación. Por ello, antes de continuar nuestra reflexión, debemos de definir someramente ambos términos dentro del Budismo. 

Primero, veamos la figura del ser superior u objeto de devoción del Budismo. El Budismo es una de las pocas religiones del mundo que no posiciona la figura de un Dios como eje central, a diferencia de las religiones occidentales y orientales.  Si bien existe y se reconoce la figura de dioses, los mismos son vistos como la personificación de leyes cósmicas y fuerzas naturales, por debajo de la figura absoluta de un Buda, quien es la personificación del Alma del Universo, la Fuente de Energía y Vida de la cual emana y que anima todo en el Cosmos. Esto es lo que el Budismo llama el Buda Eterno. El Buda no crea el mundo, sino que, como una manifestación de su Samadhi o  emanación de la Mente Iluminada del Buda, el mismo sigue la ley de causa y efecto, el Karma - movimientos naturales.  

El Buda Eterno posee un aspecto triuno: (1) el primer aspecto es el Dharmakaya o Cuerpo del Dharma, el cual se compone de todo lo que existe en el Dharmadhatu (Cosmos). El Dharmakaya posee dos aspectos: el primer aspecto es el Dharmakaya Impersonal, el cual es la Unidad Fundamental indiferenciada - la Esencia; el segundo aspecto es el Dharmakaya Personal o Hábil, el cual es la personificación del Dharmakaya Impersonal para revelarse a los seres, lo cual hace por medio de sus otros dos cuerpos o aspectos. (2) El segundo aspecto es el Sambhogakaya o Cuerpo de Emanación o Recompenza, el cual es la aparición fenomenal espontánea del Dharmakaya a los seres de forma etérica o espiritual, para revelarse de acuerdo con las necesidades, capacidades y naturalezas de los seres, exponer su Dharma, y llevar a los seres la salvación. (3) El tercer aspecto es el Nirmanakaya o Cuerpo Encarnado, el cual es el aspecto que se hace carne y habita entre los seres, adaptándo su forma y lenguaje a la forma, el tiempo y las circunstancias de los seres sintientes en un mundo particular para predicar su Dharma y brindarles directamente la salvación. El Buda Shakyamuni, el Buda histórico quien vivió hace más de 2,500 años atrás en la India es el Nirmanakaya de este mundo. El Buda Eterno es el objeto de devoción, la figura central y el ser superior del Budismo, semejante a la posición y figura de Dios en las religiones occidentales y orientales. Todos los demás Budas son emanaciones o aspectos de la Mente Iluminada (apariciones hábiles) del Buda Eterno. 

Veamos ahora el rol de la salvación en el Budismo. El Budismo parte de la premisa de que la existencia (humana y general de todos los seres) conlleva sufrimiento. Por sufrimiento (dukkha), el Budismo postula que vivir es experimentar una amplia gama de experiencias que, si bien no se circunscriben a, se caracterizan por la insatisfacción, el dolor, la carencia, dificultades, y un sin número de viscicitudes. Este sufrimiento es raíz de lo que llama los Tres Venenos de la Ignorancia, la Ira y la Avaricia. De estos tres, le verdadera fuente del sufrimiento en el mundo es la Ignorancia. ¿Ignorancia a qué? Ignorancia a la Verdadera Naturaleza de la Realidad y del mundo. Desde nuestro punto de vista limitado y finito, el mundo se compone de una interminable cantidad de objetos, seres y circunstancias que se encuentran separadas e independientes unas de otras y de nosotros mismos. Este punto de vista dual es el resultado natural (y necesario) de la evolución del universo y de nuestros aparatos de los sentidos. Por ello, nosotros somos algo separado, independiente y ajeno al resto del mundo. Dado a esta percepción, desarrollamos gustos y disgustos, queremos que las cosas y seres duren para siempre y que nuestros planes y deseos se cumplan y salgan como querramos, y cuando algo de esto no sucede, sufrimos. A esto, le añadimos la existencia de la enfermedad, la vejez y la muerte, propia y de otros, lo que conlleva más sufrimiento. Este es el mundo de la dualidad. Este es el mundo desde la Ignorancia de la Verdadera Naturaleza de la Realidad. Así, debido a esto, vivimos vidas tras vidas persiguiendo nuestras ilusiones, satisfaciendo a toda costa nuestros deseos y pasiones ciegamente, de forma egoísta, causando dolor y sufrimiento a otros. Esto hace que acumulemos mal Karma (causas y condiciones o resultados), lo que hace que renazcamos en niveles inferiores de existencia dentro del Samsara, y solo sumamos al mundo y nosotros mismos en un ciclo interminable de dolor. 

Pero el Budismo nos muestra que el Cosmos donde vivimos es uno fundamentalmente bueno, y el Buda, el Absoluto o la Realidad Ultima, no es algo frio y distante, sino que que compadece de sus criaturas, por lo que el Buda Eterno se personifica y aparece en los mundos, revelando su Dharma Eterno de salvación - las Leyes Universales que nos permiten vislumbrar la Verdadera Naturaleza de la Realidad, disipar nuestra Ignorancia, y vivir vidas más plenas y felices, alcanzando el Despertar y la salvación. ¿Qué es el Despertar? Es reconocer la Unidad Fundamental detrás del mundo de la dualidad; que todos los seres y eventos no existen como cosas separadas e independientes sino que son posibles dado a una red infinita de interconexiones. Es descubrir que todos poseemos el Espíritu del Buda dentro de nosotros, nuestra Naturaleza Búdica, lo que nos permite despertar a esta Verdad y experimentarla, para que cuando lo hagamos, podamos vivir con mayor compasión y sabiduría en el mundo, transformando así nuestra experiencia del mundo como Sufrimiento, Impermanencia, Impureza y Falso Ser, en Felicidad, Eternidad, Pureza y descubramos nuestro Verdadero Ser, el cual es uno con todo y todos, permitiéndonos poner fin al ciclo interminable de sufrimiento y muerte en la Rueda del Samsara y experimentar el Nirvana (unidad, paz y dicha) en esta vida, para que podamos ayudar a todos los demás seres a igualmente experimentarlo. Esta es la salvación en el Budismo.

Habiendo definido la figura central de devoción y la salvación en el Budismo, continuemos con nuestra exploración sobre la Teología Budista de la Religiones.

De las tres tipologías aneriormente mencionadas, si bien el Budismo asiático se inclina al exclusivismo y el Budismo occidental al pluralismo, para la sorpresa de muchos budistas, la más cercana al Canon Budista es la realmente la segunda tipología, la postura inclusivista. Como mencionamos anteriormente, para poder llegar a esta conclusión, vamos a abordar la Teología Budista de la Religiones desde cuatro aspectos: (1) la interpretación teológica budista de la experiencia religiosa humana; (2) la posibilidad de la existencia de la Verdad en las religiones no-budistas; (3) la posibilidad de la salvación fuera del Budismo; y (4) la contextualización de creencias y prácticas no-budistas al Budismo.  

Como mencionamos anteriormente, la Teología Budista de las Religiones es inclusivista, es decir, ve a la mayoría de las otras religiones del mundo como Medios Hábiles (Upayas) ideadas por el Buda eterno  - recursos convenientes adaptados a las capacidades, naturalezas, necesidades y circunstancias de los seres - para llevar a los seres a la salvación, por lo que las demás religiones contienen un cierto nivel de la Verdad y pueden tener un rol positivo en la salvación.  Así, vemos que el Budismo nos dice que la salvación es multifascética y multidimensional, es decir, no hay que ser budistas para alcanzar la salvación del Budismo, la cual, como vimos, es el poder reconocer nuestra Unidad Fundamental con la Existencia, ver el Espíritu del Buda (igualdad) en todos los seres, y trabajar compasiva y sabiamente en este mundo - conforme a la Verdadera Naturaleza de la Realidad - para ayudar a otros y hacer del mismo uno mejor. El Buda nos dice: "A los que no han obtenido la liberación, los libraré. Para aquellos que no se han iluminado, los iluminaré. Para aquellos que no han sido pacíficos, les otorgaré paz. Para aquellos que aún tienen que alcanzar el Nirvana, los guiaré al Nirvana. Entiendo las vidas presentes y futuras tal como son. Soy el Omnisciente. Soy el Omnispectivo. Conozco el Camino, abro el Camino y expongo el Camino. ¡Todos ustedes, dioses celestiales, humanos y asuras, vengan a mí y escuchen mi Dharma!" (Sutra del Loto 5)

Para poder ver cómo llegamos a esta conclusión, abordemos la Teología Budista de la Religiones desde cuatro aspectos: (1) la interpretación teológica budista de la experiencia religiosa humana; (2) la posibilidad de la existencia de la Verdad en las religiones no-budistas; (3) la posibilidad de la salvación fuera del Budismo; y (4) la contextualización de creencias y prácticas no-budistas al Budismo.

El Budismo es, primero que todo, una religión, aunque puede ser abordada como filosofía o un estilo de vida basado en sus enseñanzas y prácticas. Después de todo, el Budismo fue la primera religión mundial, habiendo sido fundada hace más de 2,500 años atrás por una encarnación del Buda Eterno en la figura del Buda Shakyamuni, y expandiéndose por toda la India, pasando luego a los países vecinos, en gran parte gracias al Rey Ashoka en el Siglo 3 AEC, quien envió misiones por todo el continente asiático, llegando en un punto a cubrir casi todo Asia. 

Dado a que el Budismo postula que todo en el Cosmos emana del Buda Eterno (Dharmakaya), todos los seres poseen el Espíritu del Buda, la Naturaleza Búdica, por lo que todos los seres poseen la capacidad para descubrir su Verdadera Naturaleza y la del mundo; es decir, convertirse en un Buda, un omnisciente. Por ello, podemos ver que las personas, aunque no haya aparecido un Buda en el mundo antes del Buda Shakyamuni hace 2,500 años, siempre han buscado la Verdad.

Los Budas - todos emanaciones de un mismo Buda Eterno como diferentes aspectos de su Mente Iluminada, adaptada a las capacidades, necesidades y naturalezas de los seres - aparecen en los mundos bajo diferentes formas y nombres y predican diferentes doctrinas, adaptadas hábilmente a las circunstancias históricas y culturales y al desarrollo y necesidad de los seres para llevar un mensaje de unidad y encaminarlos poco a poco a una comprensión directa y completa de la Verdad - la Verdadera Naturaleza de la Realidad. En el Canon Budista leemos: "El Buda Eterno siempre aparece ante los seres en la forma más amistosa y lleva a ellos los métodos más eficaces para su salvación." Igualmente, leemos: "Todos piensan que el Buda nació como un príncipe y logró alcanzar el camino de la Iluminación como un mendicante, pero en realidad, hubo una muy larga preparación puesto que el Buda siempre existió en un mundo que es sin comienzos y sin fin. Todo este tiempo ilimitado, el Buda ha estado siempre en este y todos los mundos, y como un Buda Eterno que conoce las tendencias de los seres, los ha venido salvando por todos los medios." (Sutra del Loto 16)

En el Sutra del Loto, ocurre un episodio que nos muestra esta verdad. En el capítulo 11, del centro de la Tierra, surge una gigantesca Torre de los Tesoros, una inmensa Estupa, adornada con los metales y las siete joyas preciosas, y se suspende en el aire frente al Buda y toda la congregación. Los dioses entonces llueven flores e incienso en ofrenda a la Estupa, y del centro de la misma, surge una voz que alaba al Buda Shakyamuni por predicar el Sutra del Loto, la enseñanza eterna de todos los Budas en el Cosmos, en este mundo. Entonces, el Buda Shakyamuni, para contestar la pregunta silente de toda la audiencia, les explica que en esta Estupa se encuntran los restos o Shariras de un Buda del pasado, llamado Muchos Tesoros (Taho), quien hizo el voto de aparecer donde quiera que se predique el Sutra del Loto para dar testimonio de su veracidad. Luego, a petición de la audiencia, el Buda dice que para que puedan ver al Buda Muchos Tesoros, debe de traer a todas las emanaciones del Buda Eterno, el Buda Shakyamuni, que se encuentran por todos los mundos, y unir el Cosmos en una sola Tierra Pura. Así, el Buda purifica todos los mundos y los une, y aparecen todos los millones de emanaciones del Buda Eterno, pues todos los Budas son emanaciones o manifestaciones de una misma Esencia, el Alma del Universo, junto con sus comitivas de millones y billones de Bodhisattvas y discípulos. Solo entonces, el Buda eleva a toda la audiencia en el aire y ven al Buda Shakyamuni sentarse al lado derecho del Buda Muchos Tesoros, dos Budas sentados lado a lado, representando el pasado y el presente (y el futuro), declaranlo la eternidad del Dharma. Con este episodio, lo que el Buda nos quiere mostrar es que, para poder revelar la Verdad, su Dharma Eterno, ha tenido que aparecer bajo diferentes formas en diferentes tiempos para predicar una verdad conveniente, imperfecta e incompleta, para llevar a los seres poco a poco a abrir sus mentes y corazones y poder recibir la totalidad de la Verdad. 

En el Sutra del Loto, el Buda dice: "Seré un Buda en otra tierra y seré conocido por un nombre diferente. Aunque la idea de la extinción los llevará a entrar en lo que perciben como el Nirvana, debido a que estos discípulos seguirán buscando la sabiduría del Buda, finalmente podrán escuchar el Sutra del Loto. Es sólo a través del Vehículo Único del Buda que uno es capaz de alcanzar el verdadero Nirvana." (Sutra del Loto 7). Con esto, podemos ver que las religiones anteriores (y posteriores) al Budismo fueron medios hábiles, reveladas a los seres por diferentes emanaciones del Buda Eterno para poder preparar a los seres para el Vehículo Unico del Buda - su Dharma Eterno, el Budismo. 

Una segunda consideración que la Teología Budista de las Religiones debe atender es la presencia de la Verdad en las otras religiones no-budistas. Como vimos en el apartado anterior, la mayoría del as religiones (que afirman lo sacro de la vida humana, la igualdad de los seres, el camino ético y la ayuda altruista de los demás) son medios hábiles empleados por los Budas para llevar a los seres a la salvación, y prepararlos para la revelación total de la Verdad. Es por eso que el budismo es inclusivo, y nos dice que podemos encontrar pedazos de la Verdad en las demás religiones del mundo. Si uno sigue correctamente las enseñanzas - usualmente místicas - de otras religiones, como el Hinduismo, el Taoismo, el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam, uno puede llegar a conclusiones similares - podemos acercarnos a la Verdad: la Unidad Fundamental, el valor y la importancia de la vida, la igualdad y la dignidad de todos los seres, la necesidad de una vida ética y comprometida con los demás y el mundo. Si seguimos correctamente y evolucionamos espiritualmente dentro de las demás religiones, desarrollando una visión universal - basada en los principios universales budistas expuestos anteriormente - podemos tener una experiencia del Despertar, y con ello, acercarnos a la salvación. En el lenguaje canónico budista, la mayoría de las religiones son diferentes "vehículos" para llegar al Despertar, pero solo realmente existe un solo vehículo, el Vehículo Unico (Ekayana) de la Budeidad.

No obstante, el verdadero propósito del Buda Eterno al exponer estas enseñanzas era cultivar la capacidad de los seres para que finalmente pudiera enseñarles el Vehículo Unico, el único vehículo mediante el cual las personas pueden alcanzar el estado de Budeidad. La totalidad de la Verdad solo se encuentra en el Dharma Eterno del Buda, el Verdadero Budismo, basado en sus Enseñanzas Completas y Perfectas predicadas cerca del final de su vida terrenal en el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana. Pues, solo en el Budismo el Buda revela su Verdadera Religión Dhármica Universal; solo en el Budismo el Buda revela su Verdadera Esencia; solo en el Budismo el Buda revela su Dharma Eterno, su Mensaje y Testamento; solo en el Budismo podemos trascender los Seis Reinos de la Existencia del Samsara y accesar al Nirvana; la salvación final. Es por eso que en el Canon Budista leemos: "Si un ser desea sinceramente alcanzar la Iluminación, es imprescindible la ayuda del Buda. Alcanzar la Iluminación sin la ayuda del Buda, no está en poder del ser común" (Sutra del Buda Amida). Esto es porque, como nos dice el Sutra del Loto: "Este triple mundo es de mío. Todos los seres vivos son mis hijos. Hay muchos sufrimientos en este mundo. Solo yo puedo salvar a todos los seres vivos". (Sutra del Loto 3)

La tercera consideración ha sido implicada, y es la posibilidad de la salvación en las religiones no-budistas. Debemos de recordar que en el Budismo, la salvación es el Despertar a nuestra Unidad Fundamental, reconocer la Verdadera Naturaleza de la Realidad, y, en base a esta experiencia y reconocimiento, vivir en este mundo con sabiduría y compasión. Esto tranforma el mundo en una Tierra Pura. Esta tercera consideración nos lleva a plantearnos tres interrogantes: (1) ¿Debemos llevarle el Dharma a los no-budistas? (2) ¿Es posible para los no-budistas el escuchar el Dharma y ponerlo en práctica y alcanzar la salvación? (3) ¿Qué rol, si alguno, tienen las otras religiones en la salvación? Las contestaciones a estas preguntas tienen fuertes implicaciones misionológicas, que llevarían al Budismo a retomar su carácter proselitista abandonado y despertar los Bodhisattvas de la Tierra en este mundo. Este es, después de todo, el Camino del Bodhisattva, de los Hijos del Buda, y su misión de cumplir el Voto Primal del Buda de salvación de todos los seres sintientes. En el Canon Budista, leemos: "Los Budas, los Honrados por el Mundo, desean abrir la puerta de la sabiduría del Buda a todos los seres vivos, para permitirles alcanzar la pureza. Por eso aparecen en el mundo. Desean abrir y mostrar la sabiduría del Buda a los seres vivos y, por lo tanto, aparecen en el mundo. Desean hacer que los seres vivos despierten a la sabiduría del Buda y, por lo tanto, aparecen en el mundo. Desean inducir a los seres vivos a entrar en el camino de la sabiduría del Buda y, por lo tanto, aparecen en el mundo. Shariputra, esta es la gran razón por la cual los Budas aparecen en el mundo" (Sutra del Loto 2).

Dado a que los seres sinientes viven en Ignorancia - de la Verdadera Naturaleza de la Realidad, y por ello, de sí mismos - necesitan de guía para poder vivir vidas seguras, éticas, y correctas para con los demás, los otros y el mundo. La religión, desde el principio de los tiempos, ha proveído ese factor necesario cohesivo que la historia nos ha mostrado no puede ser generado y provisto por ninguna otra filosofía o rama humana, mucho menos el secularismo. Por esto, la forma en la que el Buda desde el pasado ha unido a la humanidad y la ha guiado ha sido por medio de la religión. Simplemente no hay otra forma. 

Si bien el Buda ya no se encuentra en su forma física en el mundo (solo en Espíritu), el mismo continúa guiando a los seres por medio de su Dharma Eterno y el trabajo de su Cuerpo en el Mundo, la Sangha - la Orden Budista, compuesta por sacersdotes y laicos, quienes se dedican a realizar la Voluntad del Buda en la Tierra y llevar a todos los seres al Despertar de salvación. Como Hijos del Buda, los budistas que han respondido al llamado de la fe y realizan la labor del Bodhisattva deben de, primero que todo, encarnar el Dharma en sus propias vidas, y en el proceso, llevar el Dharma a todos los seres, aunque al principio no tengan que ni siquiera decir que estan predicando el Budismo. Este es el poder de ls medios hábiles, la capacidad de atemperar el mensaje a las capacidades, necesidades, naturalezas y circunstancias históricas, culturales y el trasfondo de la persona o ser sintiente al que se lleva el Mensaje. En el Canon Budista leemos: "Id por el bien de muchos, por el bienestar de muchos, por compasión por el mundo. No dejéis que dos de vosotros vayáis en la misma dirección, enseñad el Dharma que es hermoso al principio, en el medio y al final, exponen tanto el espíritu como la letra de la vida sagrada completamente cumplida, perfectamente pura. Hay seres con muy poco polvo en los ojos, que al no escuchar el Dharma declinarán pero que, si lo escuchan, crecerán". (Mahavagga, Vinaya Pitaka). Este es un llamado a llevar el Dharma a los no-budistas.

Dado a que todos los seres poseen el Espíritu del Buda, la Naturaleza Búdica, todos los seres poseen la capacidad de llegar a la Verdad y alcanzar la salvación, ya sea que se conviertan al Budismo o no. Por ello, si bien todos los seres pueden el escuchar el Dharma y ponerlo en práctica y alcanzar la salvación, no hay necesidad de convertirse en budistas no abandonar sus religiones o filosofías anteriores, siempre y cuando no contradigan el Verdadero Dharma y puedan armonizar las mismas. Como nos dice el Buda: "La Misericordia del Buda está dirigida a todos los seres, como el amor que siente el padre por su hijo único. El Buda enseña y dirige a todos los seres como si fueran sus hijos, y los enriquece con el tesoro de la Iluminación." (Sutra del Loto 3) Aquí podemos ver el paradigma universalmente inclusivo del Budismo. El peligro en no lograr comprender la verdadera intención del Buda y darle mayor importancia a las enseñanzas anteriores, que el Buda expuso como medios hábiles, es que podría hacer que los seres se desvíen y retrocedan en su progreso espiritual y el camino de la fe en el Vehículo Unico de la Budeidad. Es por eso que el Budismo nos recalca la importancia del tiempo, señalando que un claro reconocimiento del tiempo (circunstancias históricas y culturales, así como el estado de desarrollo de los seres) es crucial. Es por eso que, incluso dentro del Budismo, también, hay momentos apropiados, respectivamente, para que las enseñanzas del Hinayana, el Mahayana Provisional o el Verdadero Mahayana se difundan en beneficio de la humanidad. Es también un reconocimiento integral de la época que tiene en cuenta la condición espiritual del pueblo, el estado de la sociedad y del país, las enseñanzas y creencias que allí prevalecen, etc. 

Finalmente, sobre qué rol tienen las otras religiones en el Plan Dhármico de Salvación del Buda en el Mundo, como hemos visto, las religiones anteriores (y posteriores) al Budismo son medios hábiles revelados por el Buda Eterno para preparar a los seres para su Revelación, su Dharma Eterno. Pero no todos los seres están listos para la Verdad, por lo que, cónsono con la visión budista de múltiples vidas, todos los seres se encuentran en un momento diferente de su desarrollo espiritual, y por ende, de su Despertar. Algunos se encuentran más cerca, otros más lejos, pero todos llegarán a la salvación del Despertar en esta o en una próxima vida. Esto no nos hace más importantes que otros, pero si nos da una gran responsabildad. Como nos encomienda en el Buda mismo a sus Hijos: "El Buda es el padre de la compasión y la madre de la misericordia. Los seres se comportan como dementes manejados por el deseo y la ignorancia. El Buda también actúa como un demente movido por la compasión para salvarlos. Sin su misericordia no puede haber salvación, y como hijos del Buda, debemos seguir su Camino de Liberación." (Sutra del Loto 16) 

Por todo esto, podemos ver que es posible que, como budistas, nos unamos con otras religiones y filosofías que comparten los mismos valores universales de la vida, el ambiente y el diálogo interreligioso, y poder abordar asuntos de interés común, uniendo fuerzas para poder todos juntos, como una sola humanidad, un solo planeta, afrontar los problemas sociales y hacer de este mundo uno mejor para todos.

Los fundamentos del Budismo son el Buda, el Dharma (Enseñanza) y la Sangha (Orden Budista, compuesta por sacerdotes y laicos quienes se dedican a preservar y poner en prácticas las enseñanzas buditas, trabajando por su Despertar y la salvación de todos los seres, realizando la Voluntad del Buda en el mundo). Esto solo puede ser encontrado en el Verdadero Dharma Eterno del Buda - el Budismo. La Teología Budista de las Religiones debe de servir para devolver el caracter misionero al Budismo.

Esto nos lleva a nuestra cuarta consideración: la contextualización de la misión budista - misionología. Es importante poder definir lo que llamamos "Contextualización", y la mejor forma es compararlo con "Indigenización" La Indigenización proviene de la palabra "indígena", y se refiere a algo que es nativo u oriundo de un lugar o pueblo. En el ámbito de la religión, aunque no lo eran originalmente, podemos decir que las religiones indígenas del mundo hispano son el Cirstianismo, seguido por un menor número por el Judaísmo y el Islam, las tres religiones abrahámicas. La Contextualización, por otro lado, proviene de la palabra "contexto", y se refiere a "unir junto", por lo que en nuestro caso religioso, se refiere a hacer los conceptos y métodos relevantes a un contexto histórico. En el ámbito del Budismo, esto se refiere a hacer el Dharma relevante - adaptarlo - a nuestro contexto cultural y religioso hispano, con su visión del mundo, valores y metas particulares. La contextualización también se refiere a la continua adaptación ante los cambios sociales del futuro.

La contextualización en el Budismo se remonta a los tiempos mismos del Buda Shakyamuni. El Buda, siguiendo su Plan Dhármico, adaptó (upayas) su Dharma o Verdad a las naturalezas, capacidades y necesidades de los seres, pero también a las circunstancias culturales e históricas del momento de su aparición hace más de 2,500 años atrás en la India. Posteriormente, los patriarcas y grandes maestros igualmente adaptaron el Dharma a sus tiempos, culturas y necesidades particulares. Este caracter contextualizador es lo que hizo del Budismo la primera religión mundial, y en parte es el responsable por la amplia vaeridad de denominaciones budistas. 

Pero la contextualización tiene sus peligros, el mayor de ellos siendo la pérdida de la ortodoxia y la distorción del mensaje original del Buda, algo que lamentablemente ha pasado en el pasado, y sigue pasando hoy día. Es por esto que toda contextualización debe ser hecha con mucho cuidado, paulatinamente, y adheriéndose firmemente en el Canon Budista y la ortodoxia, por miembros del clero budista.

Existen varios modelos de contextualización, siendo los más populares los modelos de Correspondencia Formal, que presenta el mensaje de forma intacta e inalterada desde su fuente original a la nueva; el modelo de Equivalencia Dinámica, el cual busca presentar el mensaje en el lenguaje y en las formas locales donde se presenta; el modelo Dialéctico, tomando el contexto sociocultural como base para su propagación (como lo hizo la llamada "Teología de la Liberación"); pero el modelo más recomendado porque hace justicia al mensaje original y está enraizado en la ortodoxia, a la vez que atempera el mensaje al contexto cultural e histórico es el modelo Dialógico, el cual busca establecer un diálogo entre el mensaje original y el contexto sociocultural.  Este es el modelo que personalmente he seguido durante estos últimos más de diez años en mi ministerio.  En base a este modelo, he seguido las siguientes guías: 

  • El Canon Budista y la tradición es la autoridad final en el proceso de contextualización, y siempre debe ser así, no doblegando el Verdadero Dharma a los cambios ideológicos humanos ni diluyendo el mensaje con sincretismos. (Como por ejemplo, enfatizando filosofías o ideas culturales o el colectivo por encima del individuo o del Dharma). 
  • Se deben de preservar los elementos religiosos, filosóficos y práctico-transformacionales en el proceso de contextualización, preservando la ortodoxia y la tradición. (Como por ejemplo, no realizar ciertas prácticas tradicionales importantes, o presentar el Budismo "Coach").
  • Los líderes indígenas (locales) deben de estar a la vanguardia en la reflexión que resulta en las formulaciones teológicas contextualizadas. No podemos simplemente transplnatar el Dharma de su fuente original (India, China o Japón - Estados Unidos) y plantarla en el mundo hispano, pues se debe de moldear a la cultura, permitiendo que las personas aborden el Dharma con sus palabras, manerismos y corazón. (Como por ejemplo, dejar que otros miembros del clero, no hispanos, impongan sus ideas o formas).
  • Se debe de evitar el sincretismo en la mayor medida posible, sino totalmente. La meta es poder continuar la tradición asimilidadora que el Budismo tuvo desde sus inicios, pero presevando el contenido del Verdadero Dharma y sus formas. (Como por ejemplo, el New Age).
  • Se deben de usar las herramientas adecuadas para poder hacer un análisis correcto y real del contexto sociocultural, evitando caer en ideologías, especialmente políticas o radicales, para poder alterar el resultado del proceso de contextualización. (Como por ejemplo, hacer un Budismo "izquierdista", un Budismo de "justicia social", o con "ideología de género").

Por todo esto, en el proceso de contextualización, se debe de hacer primeramente justicia al Canon y la tradición budista, y luego al contexto sociocultural, logrando un balance adecuado para la correcta transmisión del Dharma al mundo hispano. En última instancia, el objetivo final de la contextualización es poder hacer el Dharma Eterno del Buda disponible a todos los seres en nuestro mundo hispano, cumpliendo el Voto Primal del Buda Eterno. 

La Teología Budista de las Religiones es la base de la Misionología Budista, una división de la Sanghología. Es un llamado al retorno del carácter original proselitista del Budismo, comenzado por el mismo Buda - siguiendo la Voluntad del Buda - de forma compasiva, sabia y hábil. Esto es llamado "Shōju" en japonés, que significa llevar a otros a la enseñanza correcta gradualmente, de acuerdo con su capacidad y sin refutar directamente sus conceptos religiosos erróneos. Este es un enfoque tolerante a una persona sin negar la persona o el malentendido de la persona, calmadamente despertando a la persona del malentendido por medio del Dharma, y con el uso de la compasión, la sabiduría y los medios hábiles. Esto es ejemplificado en el Sutra del Loto con el Bodhisattva Jamás Despreciar (Jogyo Bosatsu), quien reverenciaba a cada persona que encontraba, diciéndoles que los veneraba profundamente porque poseían el Espíritu del Buda, la Naturaleza Búdica. 

Como hemos visto, el propósito del Budismo es despertar a los seres de la Oscuridad de la Ignorancia y llevarlos a la Luz, el Despertar, y hacer de este mundo uno mejor. El verdadero propósito del Dharma es permitir que todas las personas se conecten con eso aquí y ahora. Así, la Teología Budista de las Religiones nos provee las bases para poder relfexionar sobre el significado, el valor y la importancia (así como el lugar) de las otras religiones en el Plan Salvífico Dhármico del Buda.

Como mencionamos anteriormente, el Buda reveló la Verdad, su Dharma o Enseñanza Eterna, gradualmente, hasta revelar la totalidad de la Verdad cerca del final de su vida, solo cuando sus discípulos estuvieron listos para recibirla y entenderla. Aún así, no todos los seres estuvieron (o incluso están hoy día) listos para la Revelatión de la totalidad de la Verdad, el Verdadero Budismo - la Religión Universal. Los seres difieren en capacidades, naturalezas y necesidades religiosas, por lo que la misma Verdad puede ser interpretada por cada uno de ellos de una forma que le es útil en su peregrinaje espiritual. El Buda Eterno, entonces, ha ido revelando diferentes religiones y filosofías religiosas a través del tiempo, adaptadas a las necesidades, capacidades y naturalezas de los seres, pero todas llevan a las personas gradualmente a la Verdad, el Verdadero Dharma. Así es como el Buda define su Religión en el Canon Budista. Los reformadores budistas, fundadores de denominaciones budistas, no son vistos entonces como "herejes" sino como personas que, como seres comunes (no Budas), interpretan el Dharma de acuerdo con lo que creen que es mejor para ellos y el resto de la población religiosa a la que sirven, aún cuando mutilen el Verdadero Dharma. Como lo dice el mismo Alvin Reines: "Cada miembro de la comunidad polidoxa se compromete a afirmar la libertad religiosa de todos los demás miembros a cambio de sus promesas de afirmar la suya propia. En consecuencia, la libertad de cada persona termina donde comienza la libertad de la otra persona."

Esta es la razón por la cual la Tradición Budista ha sido amplia y leniente hacia otras religiones y filosofías rleigiosas, pues las ve como "verdades acomodadas", medios hábiles, que llevan poco a poco a los seres, a través de sus vidas, a la Verdad del Despertar y la Budeidad. La Polidoxia, entonces, afirma la indpendencia del individuo de acercarse a la religión, así como reconoce que todos nos enconttramos en nuestro propio progreso espiritual, caminando poco a la Verdad. Sin embargo, a doferencia de la interpretación original de Reines, sí existe una Verdad infalible; sí existe una ortodoxia, la cual es como un ideal al cual todos van a llegar. La Verdad es una (ortodoxia - la Verdad Ultima), pero todos nos acercamos a nuestro propio tiempo (heterodoxia - la Verdad Convencional); el camino del estado actual de los seres a la Verdad es la polidoxia (Camino Medio). 

Así, la Fe Budista puede ser mejor comprendida si vemos las denominaciones budistas como diferentes interpretaciones dadas por los devotos; diferentes formas de acercarse gradualmente - de forma incompleta e imperfecta, adaptada a las caapacidades, naturalezas y necesidades - de acuerdo con su progreso espiritual, a la Verdad. Pero como profetiza el Buda en el Sutra del Loto, todos los seres llegarán a ser Budas.

Regresando al Sutra, luego de ayudar a los Kalamas y todos los seres a eliminar sus concepciones erróneas sobre las creencias prevalentes de su tiempo, el Buda ahora pasa a dar una instrucción moral.

"Entonces, Kalamas, el discípulo noble, así, sin codicia, sin mala voluntad, sin confusión, comprendiendo claramente, constantemente atento, mora abarcando una dirección con una mente imbuida de amor benevolente. De la misma forma, una segunda dirección. De la misma forma una tercera. De la misma forma, una cuarta. Así, arriba, abajo, a lo ancho, en todas partes, a todos, mora abarcando el mundo entero con una mente imbuida de amor benevolente, vasta, ilimitada, sin hostilidad, sin mala voluntad."

"Mora abarcando una dirección con una mente imbuida de compasión. De la misma forma, una segunda dirección. De la misma forma una tercera. De la misma forma, una cuarta. Así, arriba, abajo, a lo ancho, en todas partes, a todos, mora abarcando el mundo entero con una mente imbuida de ecuanimidad, vasta, ilimitada, sin hostilidad, sin mala voluntad.

"Mora abarcando una dirección con una mente imbuida de regocijo altruista. De la misma forma, una segunda dirección. De la misma forma una tercera. De la misma forma, una cuarta. Así, arriba, abajo, a lo ancho, en todas partes, a todos, mora abarcando el mundo entero con una mente imbuida de ecuanimidad, vasta, ilimitada, sin hostilidad, sin mala voluntad.

"Mora abarcando una dirección con una mente imbuida de ecuanimidad. De la misma forma, una segunda dirección. De la misma forma una tercera. De la misma forma, una cuarta. Así, arriba, abajo, a lo ancho, en todas partes, a todos, mora abarcando el mundo entero con una mente imbuida de ecuanimidad, vasta, ilimitada, sin hostilidad, sin mala voluntad."

Una verdadera religión es una que une, no divide; es una que transforma el individuo y la sociedad para bien, no para mal; es una cuyo poder transformador se ve, se siente y se vive, no que solo existe tras la muerte. Por siglos, el Budismo ha sido como un gran árbol, cuya semilla fue plantada en este mundo por el Buda Eterno para la sombra, la brisa y el descanso de todos los seres, y desde entonces, sus ramas se han extendido en las diez direcciones del planeta, y cada día, tiene más hojas (devotos) y frutos (Bodhisattvas).

Ahora, el Buda continúa su sermón moral con las Cuatro Certidumbres: (1) renacer en un Cielo, (2) una vida feliz, (3) desear el bien, (4) pureza.

"Kalamas, cuando este discípulo noble ha hecho de esta manera su mente sin enemistad, ha hecho de esta manera su mente sin mala voluntad, ha hecho de esta manera su mente sin impurezas, ha hecho de esta manera su mente pura, ha obtenido cuatro certidumbres en esta misma vida.

"Si existe otro mundo y si existe el fruto, el resultado de las buenas y malas acciones, entonces yo, después de la muerte, con la disolución del cuerpo, surgiré en el mundo celestial, en un buen destino. Esta primera certidumbre es obtenida por él. Si no existe otro mundo y si no existe el fruto, el resultado de las buenas y malas acciones, entonces, yo vivo feliz en esta misma vida, sin enemistad, sin mala voluntad, sin odio. Esta segunda certidumbre es obtenida por él.

“Si al malhechor le ocurre el mal, entonces yo, que no deseo el mal a nadie, no haciendo una mala acción, ¿cómo me afectará el sufrimiento? Esta tercera certidumbre es obtenida por él. Si al malhechor no le ocurre el mal, entonces, yo me percibo a mí mismo puro en ambas formas. Esta cuarta certidumbre es obtenida por él."

Este párrafo es interesante porque en el mismo, el Buda expone las cuatro posibilidades o promesas de las religiones: nacer en el Cielo, tener una vida feliz, hacer y desear el bien para otros, y vivir una vida de santidad. Estas cuatro promesas son logrables a través del Budismo.

Tras escuchar las palabras del Buda, los Kalamas abrieron sus corazones y sus mentes y purificaron los mismos de sus creencias erróneas, pavimentando así poco a poco el camino para la Gran Revelación que el Buda hará en unas décadas con el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana, su Verdadero Dharma Eterno, el Verdadero Budismo. Al aceptar las palabras del Buda, se arrodillaron frente al Salvador, tomaron Refugio, y dijeron:

"Así es Buda, así es. Magnífico Venerable Señor, magnífico Venerable Señor, el Dharma ha sido iluminado en muchas formas por el Venerable Señor, como enderezando lo que está torcido, revelando lo que está oculto, indicando el camino al que está perdido, sosteniendo una lámpara en la oscuridad para que los que tienen ojos puedan ver. Nosotros vamos al Venerable señor por refugio y al Dharma y al Sangha de bhikkhus. A partir de hoy que el Venerable Señor nos recuerde como discípulos laicos que han ido por refugio de por vida."

Como vemos, el Sutra a los Kalamas solo puede ser comprendido relamente cuando es entendido en su verdadero contexto, entendiendo cuándo el Buda lo predicó dentro del Plan Dhármico de Salvación (Cinco Periodos) y cuál era su verdadera intención. Esto solo puede ser comprendido cuando se aborda de acuerdo con el Canon y la Tradición Budista del Loto. El Sutra a los Kalamas fue predicado por el Buda cerca del inicio de su ministerio para ayudar a los seres a abandonar las religiones y filosofías falsas de su tiempo y abordar el Verdadero Dharma de Salvación que el Buda, el Alma del Cosmos, vino a revelar en la Tierra.

Cerca del final de su vida, el Buda revela la Totalidad de la Verdad de su Persona (Buda Eterno - Dharmakaya), Enseñanza (Dharma Eterno), y Orden y Comunidad (Sangha Ordenada y Laical), y revela que sólo él posee la Verdad Eterna, la cual legó en su Canon de Doce Divisiones, que contiene su Mensaje, Legado y Testamento, por lo que debemos interpretar toda su carrera misionera en base al Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana, sus últimos dos sermones en la Tierra. Es nuestra misión como Bodhisattvas, sus Hijos, el aclarar el verdadero significado de su Palabra, para que el Dharma brille y salve a todos los seres hasta el final del mundo.

miércoles, 24 de abril de 2024

El Ministerio del Buda: Abordando las Enseñanzas Preparatorias del Buda en el Canon Pali - 3 - El Sutra del Fuego

 El Buda Shakyamuni, tras alcanzar su Despertar bajo el Arbol Bodhi y manifestar su Budeidad en este mundo, predicó el Sutra Avatamsaka (Sutra de la Guirnalda de Flores) para el preparar el terreno espiritual de este sistema mundial y permitirle a todos los seres alcanzar igualmente su Despertar. Luego de esto, el Buda transfiguró su cuerpo y asumió nuevamente la forma física de un monje asceta, y se dirigió a donde se encontraban sus primeros cinco discípulos para exponerle el Dharma Preparatorio que había ideado y comenzar el trabajo dhármico de abrir los corazones y mentes de los seres, y así, poder revelar eventualmente la Verdad, su Verdadero Dharma Eterno. Con estas primeras enseñanzas, el Buda buscó eliminar todos los conceptos erróneos de los seres sobre el mundo y sobre sí mismos, por lo que su primera tarea fue hacer que se desapeguen de los mismos. 

Luego de que el Buda predicara sus primeros dos sermones, sus discípulos, poco a poco, atrajeron personas interesadas en la Enseñanza del Buda, y el número de personas que se congragaban a escuchar el Dharma del Buda creció, obteniendo así cada vez más discípulos. Las personas podían sentir cómo la Enseñanza del Buda era realmente transformadora y real. Una vez el Buda convirtió a los primeros treinta discípulos, los envíó en todas direcciones, exhortándolos a "vagar por el bienestar y la felicidad de muchos, por compasión hacia el mundo, para el beneficio y el bienestar y la felicidad de los dioses y de los seres humanos".

Luego, el Buda vaga hacia el Este, hacia Uruvela, donde había alcanzado su Budeidad. En el camino, se encuentra con un grupo de treinta jóvenes con sus veintinueve esposas. La novia del soltero les ha robado sus cosas y la están buscando. El Buda les dice: "¿Qué es mejor para vosotros? ¿Buscas una mujer o te buscas a ti mismo?", y con esto, se convierten en discípulos del Buda. Al llegar a Uruvela, el Buda se encuentra con tres ascetas adoradores del fuego, cada uno llamado Kassapa, con sus mil seguidores. Estos lo tratan de engañar, haciéndole pasar la noche en su templo, donde vivía una gugante serpiente Naga. Al el Buda pasar la noche en el templo, se le acerca la serpiente, pero para la sorpresa de muchos, en la mañana, el Buda salió del templo con vida, y la serpiente queda domesticada. Al ver esto, los tres ascetas y todos sus miles de discípulos se convierten igualmente ante el Poder del Buda. Tras su conversión, el Buda predica su tercer sermón a los antiguos ascetas adoradores del fuego, para eliminar sus creencias erróneas sobre el culto al fuego y llevarlos completamente al culto de la Iluminación.

El Sermón del Fuego fue el tercer sermón dado por el Buda en el Periodo Agama, varios meses después de su Iluminación, en la cima de la colina Gayasisa, cerca de Gaya, en la India. El mismo fue predicado para un millar de ascetas recién convertidos que anteriormente practicaban un ritual de fuego sagrado. El Buda, nuevamente apelando a las creencias y visiones de las personas que se le acercaban, utilizó la metáfora del fuego como eje de su predicación. En este discurso, el Buda describe las bases de los sentidos y los fenómenos mentales resultantes como “ardientes” con pasión, aversión, ilusión y sufrimiento. Al ver eso, un noble discípulo se desapasiona, y por lo tanto, se libera de las bases de los sentidos, logrando el estado del Arhat. Este es un sermón corto, pero muy iluminador, que expande las enseñanzas dadas en los sermones anteriores del Buda.

"Así he oído. En una ocasión, el Buda estaba en Gaya, en la Cabeza de Gaya, junto a un grupo de mil monjes. Estando ahí, se dirigió a ellos con estas palabras: "Monjes, todo está ardiendo. ¿Y qué es este 'todo' que está ardiendo?"

Mientras el Buda predicaba este sermón, todavía se levantaban por el horizonte las llamas de fuego de adoración que se extemdían por todo el campamento de los ascetas. El Buda utilizó entonces el fuego físico para aludir al fuego de las pasiones y del deseo que arde incontrolablemente en el corazón de todos los seres.

"El ojo está ardiendo, las formas están ardiendo, la conciencia del ojo está ardiendo, el contacto del ojo está ardiendo, también toda la sensación placentera o penosa, o la que no es ni placentera ni penosa dependiente del ojo como su condición indispensable, está ardiendo. ¿Ardiendo con qué? Ardiendo con el fuego de la codicia, con el fuego de la animadversión, con el fuego de la falsa ilusión; ardiendo con el nacimiento, la vejez y la muerte, con las penas, lamentaciones y dolores, con angustia y desesperación, declaro yo."

¿Qué es lo que arde? Como vemos, el Buda en este sermón presenta otro análisis del conjunto de la experiencia sensorial humana. En el segundo sermón, Buda utilizó el marco de los Cinco Agregados de la experiencia (Skandhas). En este discurso, utiliza un marco diferente. En el mismo, el Buda presenta que nuestra experiencia de la Realidad se filtra a travéz de los cinco órganos de los sentidos más la mente; los cinco objetos de los sentidos más los contenidos de la experiencia mental: las ideas. En este sentido, las ideas son igualmente experiencias sensoriales percibidas por nuestro sexto sentido, la mente.  El contacto entre los sentidos, incluida la mente, moldea nuestra experiencia del mundo. 

La mayoría de las persons creen que existe un mundo independiente de nuestra experiencia sensorial, pero lo único que tenemos para basarnos es la experiencia de nuestros sentidos. Esto es –lo que se ve, se oye, se huele, se saborea, se toca y se piensa–, esto es el mundo entero. Cualquier otra cosa es una idea en nuestra mente. Y las ideas ya están incluidas.

Aquí el Buda nos muestra que los sentidos, desatendidos, descontrolados, nos llevan a perseguir sus diversas pasiones: a buscar visiones hermosas y odiar visiones feas. Así, el sentido del ojo (el primero al que hace referencia el Buda) arde con los Tres Venenos de la Ignorancia, la Ira y la Codicia. Esto hace que cometamos mal Karma, el cual nos ata aún más a los Tres Destinos Malignos del os Infiernos, los Espíritus Hambrientos y los Animales, y hace que continuemos sufriendo en el océano de nacimientos y muertes sin fin del Samsara, sin esperanza de salvación. Lo mismo ocurre con los otros cuatro sentidos, y la mente.

"El oído está ardiendo... La nariz está ardiendo… La lengua está ardiendo... El cuerpo está ardiendo... La mente está ardiendo, las ideas están ardiendo, la conciencia de la mente está ardiendo, el contacto de la mente está ardiendo, también toda la sensación placentera o penosa, o la que no es ni placentera ni penosa dependiente de la mente como su condición indispensable, está ardiendo. ¿Ardiendo con qué? Ardiendo con el fuego de la codicia, con el fuego de la animadversión, con el fuego de la falsa ilusión; está ardiendo con el nacimiento, la vejez y la muerte, con las penas, lamentaciones y dolores, con angustia y desesperación, declaro yo."

Esto es natural. Llegamos al mundo ignorantes, sin conicmiento de las Leyes Universales que gobiernan el Cosmos, del Dharma Eterno del Buda, y somos criados por otras personas ignorantes que, por más que avance la civilización, sus deseos base no evolucionan a la par con su intelecto. Aun hoy día, poseemos una tecnología comparable con los dioses, pero un cuerpo con un funcionamento interno que sigue igual al tiempo en que los primeros humanos pisaron la Tierra. Es por eso que el Buda apareció en el mundo, y con su Dharma, nos da el remedio para controlar (no apagar) los fuegos de los deseos, y permitirnos vivir vidas acorde con la Verdadera Naturaleza de la Realidad.

Anterior al Buda, habían surgido religiones y filosofías por toda la India, pero ninguna le permitía a los seres controlar sus pasiones y vivir una vida de santidad. Por el contrario, todas hechaban leña a los fuegos de las pasiones, permitiendole a las personas tratar de alterar el destino a su conveniencia, de acuerdo con sus egos y deseos, por medio de la intervención divina; o había otras que buscaban apagar los fuegos de las pasines por completo, buscando acabar con el renacimiento. Solo el Buda predicó por primera vez el Camino Medio entre los dos extremos; la moderación iluminada. Esto es lo que el Buda busca infundir en el corazón y las mentes de los ascetas adoradores de fuego.

"Monjes, viendo esto, el bien instruido noble discípulo experimenta repugnancia hacia el ojo, hacia las formas, hacia la conciencia del ojo, hacia el contacto del ojo y hacia toda la sensación placentera o penosa, o la que no es ni placentera ni penosa dependiente del ojo como su condición indispensable. Experimenta repugnancia hacia el oído... Experimenta repugnancia hacia la nariz... Experimenta repugnancia hacia la lengua... Experimenta repugnancia hacia el cuerpo... Experimenta repugnancia hacia la mente, hacia las ideas, hacia la conciencia de la mente, hacia el contacto de la mente y hacia toda la sensación placentera o penosa, o la que no es ni placentera ni penosa dependiente de la mente como su condición indispensable. Y experimentando la repugnancia, se vuelve desapasionado. Mediante el desapasionamiento, [su mente] es liberada. Cuando es liberado, aparece en él este conocimiento: ‘Ésta es la liberación’. Entonces entiende que ‘el nacimiento está destruido, la vida santa ha sido realizada, la tarea ha culminado. No queda más nada por delante’".

Entonces todo, la totalidad de nuestra experiencia, el mundo entero, está ardiendo. Es por eso que el Buda nos dice en el Sutra del Loto que el Triple Mundo es una casa en llamas. Pero no es el mundo el que inherentemente arde, somos nosotros quienes lo encendemos en fuego con nuestras pasiones desenfrenadas e ideas y acciones egoístas. El Sermón del Fuego es una invitación a superar el ardor, la obsesión, la tristeza o la disociación, identificándolos como tales. La verdad es que la experiencia sensorial no es sólo lo que nos sucede: es cómo aparece el mundo como resultado de nuestra participación activa en él. El mundo se presenta según lo que queremos, lo que nos importa, lo que creemos, según la calidad de nuestra atención. Si vemos el fuego y el mundo como lo describe el Buda en este Sutra, veremos que hoy en día muchas personas son adoradores del fuego. El mundo de nuestra experiencia es un drama constante, impulsado por tramas de compulsión, hostilidad y confusión. Pero, ¿qué sucede cuando nos damos cuenta de esto y comenzamos a prestar atención, no al contenido de nuestra experiencia, sino a cómo se manifiesta ante nosotros? Lo primero que podríamos notar es que nosotros mismos somos en gran medida responsables de cómo aparece y se presenta el mundo. Si todo te recuerda al sexo, o todo es terrible, o que el mundo se está yendo al Infierno, eso te dice algo sobre tus propias tendencias psicológicas. Después de todo, somos nosotros mismos quienes elegimos a qué prestar atención y cómo responder o reaccionar. Por supuesto, estamos hablando aquí de tendencias habituales profundamente arraigadas. Pero pueden cambiar, y ese es el objetivo de participar en la práctica budista. Por lo tanto, el discurso continúa identificando tres etapas de cambio positivo: desencanto, dominio de uno mismo y liberación. 

Las primeras enseñanzas budistas enfatizan que el Despertar o Nirvana es el fin de la compulsión, la hostilidad y la confusión. En cierto modo, se puede decir que eso es todo el Despertar. Pero quizás sea preferible decir que el fin de la compulsión, la hostilidad y la confusión es una forma de describir el Despertar en términos psicológicos negativos. Lo mismo sucede posteriormente cuando en el medio de su ministerio el Buda compara el mundo con la Vacuidad (Sunyata). De manera más positiva, podríamos agregar que el Despertar también puede describirse en términos de satisfacción, amor y sabiduría - la Talidad (Tathata), como las Cuatro Cualidades Iluminadas de las que hablamos con las que el Buda describe el Verdadero Nirvana: Eternidad, Felicidad, Pureza y Verdadero Ser.

Como recordaremos, el propósito principal de este Sutra (y de todos los sermones preparatorios del Buda en el Periodo Agama) es permitirle a sus discípulos desapegarse de sus cuerpos - pues los seres estaban muy apegados e identificados con el mismo, al punto de adorarlo (hedonistas) o repudiarlo y odiarlo (ascetas renunaciantes) - y de sus visiones erróneas del mundo y de sí mismos. Es por eso que el Buda, al menos en sus primeros años, predicó el desapego completo al cuerpo, al mundo y a las creencias prevalentes de su tiempo. Todo era un medio hábil para poder permitir que sus discípulos se elevaran en mente y cuerpo para poder recibir la Verdad que daría posteriormente, cerca del final de su tiempo en la Tierra. 

En este sermón, el Buda propone por primera vez el ideal preparatorio budista, el Arhat, alguien que ha extinguido su karma por medio de su práctica budista y ha acabado con el deseo, alcanzando el Nirvana - la salvación personal por medio de la extinción del renacimiento en el Samsara. El arhat es aquel que ha alcanzado la más alta de las cuatro etapas que los Shravakas pretenden alcanzar mediante la práctica de las enseñanzas Hinayana. "Arhat" significa "alguien digno de respeto"; una persona que "no renace", porque un Arhat se ha liberado de la transmigración en los Seis Reinos del Samsara. Sin embargo, con el tiempo y la predicación posterior del Buda de los Sutras Mahayana, el término Arhat pasó a referirse exclusivamente a los sabios del Budismo Hinayana - alguien que todavía no ha alcanzado el Despertar ni concebido el Bodhicitta: el Deseo de Alcanzar la Budeidad por el Bien de Todos los Seres Sintientes. Como menciona el Buda en el Sutra del Loto, es como un hijo extraviado que ha abandonado la casa de su padre rico y vive en pobreza voluntariamente, recogiendo estiercol y pasando privaciones, hasta que algún día, regrese a la Casa del Buda y vuelva a ser Hijo del Buda, un Bodhisattva, y realice el trabajo del Buda, trabajando por la salvación de todos los seres.

"Esto dijo el Buda y aquellos monjes fueron elevados y se deleitaron en las palabras del Buda. Y durante este discurso, las mentes de estos mil monjes fueron plenamente liberadas de las contaminaciones a través del no-apego".

Al final de este sermón, el Buda logró su cometido. Gracias a estas palabras, sus discípulos - o al menos, muchos de ellos - estaban un paso más adelante en su progreso espiritual y en camino a su Gran Revelación Final.

martes, 23 de abril de 2024

Joyas de la Tesorería del Dharma: La Sabiduría del Maestro Ippen - El Dharma se Vive en la Vida Diaria

 


Una de las creencias erróneas populares de las personas, incluidos miuchos budistas, es que hay que mudarse a un lugar solitario y aislado del mundo para practicar el Verdadero Dharma. Pero el Buda nos dice en su Canon en muchas ocasiones que el Verdadero Dharma, el Budismo, se practica en la vida diaria; en el "loto de fuego" de la sociedad.

El Buda, cuando predicaba su Dharma en la Tierra, vivía en los alrededores de las ciudades donde las personas se congregaban para que pudieran escuchar y beneficiarse de su Dharma, su Enseñanza. Igualmente, cuando mendigaban entre las casas y pueblos, llevaban la buena nueva del Buda. El Buda hizo énfasis en que no se podía discriminar entre los estratos sociales ni las personas; todas eran dignas de su Dharma de Salvación; todos podían dar Caridad a la vez que recibían el Alimento del Dharma Eterno. Así, la Sangha, lejos de ser algo fuera del mundo, se encuentra en el mundo. Sin embargo, con el pasar del tiempo, a medida que el Budismo se esparcía por la India y todo Asia, años tras el Parinirvana del Buda, su Verdadero Dharma - como el mundo - se comenzó  deteriorar. Pasados quinientos años tras la desaparición física del Buda en la Tierra, entramos en la Era del Dharma de la Semblanza, donde las personas ya no estab tan interesadas en la espiritualidad y sus capacidades se embotaban; de igual forma, la Orden Budista, compuesta de personas, perdía su poder de presentar el Dharma adecuadamente, por lo que los monjes comenzaron a alejarse de las personas y residir en las montañas y bosques, lejos de la sociedad. Tras 1,00 años del Parinirvana del Buda, entramos finalmente en la Era Final del Dharma (Mappo), donde los seres se encuentran cada vez más sumidos en la Oscuridad de la Ignorancia, llenos de deseos, pasiones y mal karma. Esto salpica igualmente sobre la Orden Budista, pues los monjes son, después de todos, humanos, y cuando se vive en una era degenerada, todos somos degenerados, sin excepción, por lo que tuvieron que alejarse de la sociedad casi por completo para poder practicar el Dharma correctamente y alcanzar su desarrollo espiritual. Esto hizo que el Budismo fuera asociado exclusivamente con el retiro de la sociedad y la soledad de las montañas.

El Santo Ippen nos recuerda que el Budismo no estuvo hecho para la soledad montañosa, ni para solo unos pocos que abandonan la sociedad, sino que fue predicado para la salvación y el Despertar de todos los seres. Para ello, el Budismo debe de estar en la sociedad, y ser practicado en medio de la misma. Ippen nos dice:

"Hay tres clases de practicantes del Nembutsu. El practicante de la naturaleza superior, mientras mantiene esposa e hijos y vive una vida hogareña ordinaria, está libre de todos los apegos y así logra el Renacimiento. El practicante de naturaleza media, aunque abandona su esposa e hijos, todavía mantiene un lugar para vivir y provisiones para ropa y comida, y al no tener ningún apego a ellos logra Renacer. El practicante de la naturaleza inferior abandona y se libera de todas las cosas para alcanzar el Renacimiento. Estamos convencidos de que, dado que somos de naturaleza inferior, si no lo abandonáramos todo, indefectiblemente acariciaríamos apegos a cosas diferentes en el momento de la muerte y esto obstaculizaría nuestro nacimiento. Por eso practicamos de esta manera. Debéis deliberar sobre esto plenamente en vuestras propias mentes."

Con estas palabras, el Santo Ippen nos dice que, dado a que vivimos en la Era Final del Dharma, donde los seres poseen poca capacidad mental y espiritual para el Verdadero Dharma, debemos muchas veces de alejarnos temporeramente de la sociedad, y como los monjes de la antiguedad, retirarnos a la montaña (al templo en un retiro budista) para poder alcanzar el Renacimiento, es decir, para poder practicar el Dharma correctamente. Aquí, Ippen nos dice que, para poder abordar el Verdadero Dharma correctamente, debemos de dejar todo a un lado - nuestros trabajos, nuestra familia, nuestras obligaciones y enredos mundanos - sobre todo, nuestras visiones erróneas del mundo y de nosotros mismos (y del Budismo), para poder aprender a desaprender; para poder vaciar nuestra copa (mente) y recibir te fresco (verdadera información sobre el Dharma). La mayoría de la información sobre Budismo que encontramos en el mundo (y sobre todo, en internet) es errónea, falsa o parcial. Es por eso que, viviendo como seres de "naturaleza inferior", debemos de abordar el Verdadero Dharma de fuentes fidedignas, acordes con el Canon y la Tradición Budista. Una vez hacemos esto, podemos subir en capacidad, dejando de ser seres inferiores, para poder ser seres de "capacidad media", y finalmente, seres de "naturaleza superior", y así, podes vivir el Verdadero Dharma en medio de la sociedad, en nuestra famila, trabajo, comunidad y con todos los seres sintientes. Esto es aplicar el Verdadero Dharma a todos los aspectos de nuestra vida cotidiana. 

"Al oír esto, alguien preguntó: 'En la explicación de los tres tipos de practicantes, el Sutra del Buda de la Luz y Vida Infinita (Sutra Largo) enseña que el practicante superior es aquel que abandona el hogar y desecha los deseos. Esto difiere de lo que acabas de decir. Por favor explique por qué'.

"Ippcn respondió: 'Todo lo que el Budismo requiere del funcionamiento del corazón y de la mente. Las apariencias externas no son motivo de preocupación. El corazón, al abandonar el hogar y desechar los deseos, queda sin apegos; esto es lo que se enseña como practicante superior."

Como vemos, no hay que abandonar nuestras parejas, familias, trabajos y el mundo para poder abordar y practicar correctamente el Verdadero Dharma; debemos de hacerlo temporeramente para poder dedicarnos de lleno, sin obstáculos, y entrenar nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu a poder hacer lo mismo que hacemos sin obstáculos, en la soledad del retiro espiritual, en medio de la sociedad, con todos sus problemas y distracciones. Solo entonces estamos practicando verdaderamente el Verdadero Dharma.