Algunos maestros Tierra Pura, como Shinran, han dicho que el Nembutsu es la "No-Práctica"; que recitar el Nembutsu no es una práctica religiosa. ¿A qué se refiere Shinran en esta declaración? Por supuesto, el Nembutsu - al igual que todo el Budismo - es práctica religiosa. El Buda Amida es el objeto de adoración, y el Nembutsu es la oración o práctica religiosa. ¿Cómo podemos reconciliar ambos puntos de vista?
Tradicionalmente, los maestros Tierra Pura como Nagarjuna, Vasubandhu, Taosho y Shandao, por nombrar algunos, han mostrado el Budismo Tierra Pura desde la perspectiva de los seres sintientes; desde el Samsara. Desde el punto de vista del ser ordinario, uno recita el Nombre Sagrado, el Nembutsu, y es salvado por el Buda Amida, quien responde su plegaria. Por ello, uno debe de mantener esta oración viva en mente y corazón (y en los labios) en todo momento, "sin abandonarlo ni un instante". Pero desde el punto de vista de los Iluminados, desde el Nirvana, no hay ser sintiente ni hay práctica, pues todo es el Buda Eterno (Amida - el Dharmakaya). Ya hemos sido salvos, por lo que el Nembutsu no es una práctica en el serntido tradicional de que es una herramienta (medio hábil) que nos lleva de un estado al otro, como del Mundo Saha al a salvación y el Renacimiento en la Tierra Pura, sino que es el funcionamiento de la actividad dinámica del Universo, del Buda Eterno, trabajando a través de nosotros; es nuestra aceptación del Regalo de Salvación. Es darnos cuenta de nuestra Unidad Fundamental con el Buda; es vivir en el Buda, con infinita gratitud. Por eso, es la "No-Práctica". El Santo Ippen nos dice:
"'No abandonar de un instante a otro' es el funcionamiento virtuoso de la unidad del practicante y el Buda Dharma en Namu-Amida-Butsu. Algunas personas interpretan esto en términos del practicante, otras en términos del Dharma. Ambas son visiones parciales. Cuando nos hemos dado cuenta de que tanto el practicante como el Dharma son el funcionamiento virtuoso del Nombre Sagrado, aunque lo tomemos en términos del practicante o en términos del Dharma, no hay error. Puesto que es el Nombre Sagrado de la no dualidad del practicante y del Dharma, aparte de Namu-amida-butsu no hay nadie que se refugie ni en nada".
Aquí Ippen nos dice que no podemos abandonar el Nombre Sagrado (no estamos separados del Buda Amida y su Gracia Iluminadora), pues somos uno. Sin embargo, nuestra mente dual (y algunos Maestros en la Tradición Budista) percibe el mundo y el Buda desde la dualidad, por lo que la mayoría del tiempo (sino todo el tiempo) pensamos y sentimos que el Buda es algo fuera de nosotros, y que debemos recitar el Nombre Sagrado para Renacer en la Tierra Pura, el Nirvana. Este es el pensamiento dual y linear de las personas comunes. Como nos dice Ippen, esto es interpretar el Nembutsu desde la perspectiva del practicante. Sin embargo, el interpretarlo únicamente desde la perspectiva del Buda, del Dharma, es igualmente parcial, pues en la Verdadera Naturaleza de la Realidad, ambos son puntos de vistas extremos que solo representan la Verdad a medias. La Verdadera Naturaleza de la Realidad es el Camino Medio. Esta es la doctrina de la Triple Verdad del Budismo Tendai. La Verdad Absoluta o Ultima es que somos uno con el Buda; esto es interpetar el Nembutsu desde el Dharma. La Verdad Convencional es que somos personas comunes, llenas de deseos y pasiones, finitas, y el Buda es algo "fuera de nosotros", igual que su Tierra Pura, por lo que debemos de recitar el Nombre Sagrado para ser salvos. Pero ambos son dos caras de la misma moneda. Tanto el Mundo del Nirvana (Unidad) como el Mundo del Samsara (Dualidad) son dos manifestaciones dinámicas de la Esencia (Talidad) de lo cual está compuesto todo en el Mundo Dhármico, el Cosmos (Dharmadhatu). Recitamos el Nombre porque el Buda nos llama y nosotros respondemos. El Nembutsu es el puente que une ambas realidades en el aquí y ahora. Somos uno con el Buda y el Cosmos a través del Nembutsu.