Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Shingi Hokke Shu - Escuela del Loto Reformada 新義法華宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


viernes, 19 de abril de 2024

El Espíritu del Buda: Las Enseñanzas de los Sutras Tathagatagarbha - El Sutra de la Naturaleza Búdica 1

 Entre los Sermones del Buda encontrados en el Canon Budista, encontramos una serie de discursos sobre el Espíritu del Buda innato en todos los seres, la Naturaleza Búdica. Al principio de su ministerio público, el Buda negó la existencia de un "Alma" (Atman) que fuera eterno, inmutable e independiente, para que sus discípulos pudieran desapegarse de sus conceptos erróneos de sí mismos y del mundo que imperaban en su época y puedieran abrir sus mentes y corazones para la Verdad. Sin embargo, durante el transcurso de su ministerio iluminado, y especialmente, en la década final de su vida en la Tierra, el Buda reveló que sí existe un Espíritu dentro de todos los seres, el cual es eterno, pero no separado del Todo, pues es uno con el Buda y con todos los seres sintientes. Este es su Espíritu, el Espíritu del Buda Eterno, que mora en el corazón de todos nosotros, y es gracias a ese Espíritu que los seres pueden alcanzar el Despertar y la Budeidad. Estos sermones dentro del Canon Budista se conocen como los Sutras Tathagatagarbha, que culminan con el último sermón dado por el Buda en este mundo, el Sutra del Nirvana.

El Sutra de la Naturaleza Búdica (Sutra del Tathagatagarbha) es un sermón dado por el Buda durante la última década de su tiempo en la Tierra, y dilucida con ocho símiles la Naturaleza Búdica, el Espíritu del Buda en todos los seres, que es llamado "Tathagatagarbha" o "Matríz Búdica". El término "Tathagatagarbha" se compone de "Tathagata" que es un epíteto del Buda que se puede traducir como "Aquel que Viene de la Talidad o del Mundo de la Unidad", y "Garbha", que se puede traducir como "Embrión" o "Matriz". Ambos términos, "embrión" y "matriz" son significativos, pues nos muestran dos formas de ver la Naturaleza Búdica.

La Naturaleza Búdica en todos los seres es como un "embrión", una "semilla", que existe dentro de todos los seres vivos, que se puede cultivar para producir un Buda, un Ser Despierto. El método de cultivo es el Camino Budista, que se compone de la fe, el estudio y la práctica del Dharma ETerno revelado por el Buda. Pero a su vez, el Cosmos entero es una matriz destinada a producir Budas; el Cosmos entero está en vías de Iluminación. El Sutra de la Naturaleza Búdica fue una de las primeras revelaciones sobre esta Verdad dada a los seres. 

"Así lo he oído. Una vez el Buda se alojaba en el Pico del Buitre, cerca de Rajagrha, en la sala de conferencias de un pabellón de muchos niveles construido con fragante sándalo. Había alcanzado la Budeidad diez años antes y estaba acompañado por una asamblea de cientos y miles de grandes monjes y una multitud de Bodhisattvas y grandes seres sesenta veces el número de arenas del río Ganges".

Estas palabras ponen el Sutra en su contexto histórico y dentro del Plan Dhármico de Salvación del Buda que el Gran Maestro Chih-i sistematizó como los Cinco Periodos, y nos dice que este sermón fue dado temprano en la carrera misionera del Buda, luego de los Sutras Agamas, temprano en el Periodo Mahayana. Es por esto que aparecen Bodhisattvas entre la multitud, quienes no habían revelado su existencia sino hasta que el Buda comenzó a predicar los Sutras Mahayana.

Las palabras "Así he oído" significan que este sermón fue uno predicado por el Buda y recordado por Ananda, su primo biológico y discípulos más cercano quien tenía una muy buena memoria y pudo recordar todos los sermones dados por el Buda en su vida. Tras el paso físico del Buda en la Tierra, Ananda y los discípulos más avanzados - por el Poder del Buda - organizaron Concilios para recitar la Palabra del Buda y pasarla fielmente a la posteridad. Este fue uno de los sermones que fueron pasados por siglos hasta que fueron compuestos en hojas de papiro atadas por un hilo. De ahí la palabra "Sutra".

El Sutra ahora describe la audiencia; quiénes se encontraban presentes en ese momento, y sus logros espirituales. Entre ellos, se encontraban Grandes Bodhisattvas Trascendentales como el Bodhisattva Avalokiteshvara, el Bodhisattva Manjushri, el Bodhisttva Maitreya, y muchos otros. Igualmente, entre ellos, se encontraban muchos dioses y seres celestiales. Todos se encontraban congregados alrededor del Buda para escuchar el Dharma.

"En ese momento, el Buda se sentó erguido a meditar en el pabellón de sándalo y, con sus poderes sobrenaturales, realizó una exhibición milagrosa. Aparecieron en el cielo una innumerable cantidad de flores de loto de mil pétalos, tan grandes como ruedas de carro, llenas de colores y fragancias que uno no podía comenzar a enumerar. En el centro de cada flor había una imagen conjurada de un Buda. Las flores se elevaron y cubrieron los cielos como un estandarte enjoyado, cada flor emitía innumerables rayos de luz. Todos los pétalos desplegaron simultáneamente su esplendor y luego, a través de los poderes milagrosos del Buda, todos se marchitaron en un instante.

"Dentro de las flores, todas las imágenes de Buda estaban sentadas con las piernas cruzadas en posición de loto, y cada una emitía innumerables cientos de miles de rayos de luz. El adorno del lugar en ese momento era tan extraordinario que toda la asamblea se regocijó y bailó extasiada. De hecho, fue tan extraño y extraordinario que todos comenzaron a preguntarse por qué todas las innumerables flores maravillosas debían ser destruidas repentinamente. A medida que se marchitaban y oscurecían, el olor que desprendían era fétido y repugnante.

"En ese momento el Honrado por el Mundo se dio cuenta de por qué los bodhisattvas estaban perplejos, por lo que se dirigió al Bodhisattva Vajramati (Sabiduría Adamantina) y dijo: 'Oh, buen hijo. Si hay algo en las enseñanzas del Buda que te deja perplejo, no dudes en preguntar al respecto'. El Bodhisattva Vajramati sabía que todos en la asamblea estaban perplejos, y se dirigió al Buda diciendo: 'Oh, Honrado por el Mundo, ¿por qué hay imágenes del Buda conjuradas en todas las innumerables flores? ¿Y por qué ascendieron a los cielos y cubrieron el mundo? ¿Y por qué cada una de las imágenes del Buda emitió incontables cientos de miles de rayos de luz?'

"Todos en la asamblea observaron y luego juntaron sus manos en señal de respeto. En ese momento, el Bodhisattva Vajramati habló en versos y dijo:

"Nunca he sido testigo
de una manifestación milagrosa como la de hoy.
¡Ver cientos de miles y millones de Budas
Sentados en los cálices de las flores de loto,
cada uno emitiendo innumerables corrientes de luz,
llenando todos los campos,
eliminando la suciedad de los falsos maestros,
y adornando todos los mundos!
Los lotos se marchitaron de repente;
No había uno que no fuera repugnante.
Ahora cuéntanos,
¿por qué mostraste esta visión conjurada?'"

Aquí, el Bodhisattva Vajramati habla en nombre de todos en la audiencia, y sobre todo, por todos nosotros, quienes recibimos esta Enseñanza en la Era Final del Dharma. El Buda, durante toda su vida, realizó espectáculos milagrosos para poder permitir que sus discípulos trasciendan sus límites mentales y espirituales, pero también, para dejarles saber, poco a poco, a medida que pasaban los años, que él no era un simple maestro y un humano. Estos espectáculos milagrosos también contenían muchas enseñanzas, como la que el Buda ahora va a dilucidar.

"En ese momento, el Honrado por el Mundo habló a Vajramati y a los demás Bodhisttvas y les dijo: 'Buenos hijos, existe un gran sermón llamado 'Tathagatagarbha', el cual es predicado en su momento por todos los Budas del pasado, presente y futuro. Fue porque quería explicártelo que te mostré estos signos. Todos debéis escuchar atentamente y reflexionar bien'.

"El Buda dijo: 'Buenos hijos, se puede establecer una comparación entre las innumerables flores conjuradas por el Buda que de repente se marchitaron y las innumerables imágenes conjuradas del Buda con sus muchos adornos, sentados en posición de loto dentro de las flores, que arrojaron una luz tan extraordinariamente rara que no hubo nadie en la asamblea que no mostrara reverencia. De manera similar, buenos hijos, cuando observo a todos los seres con mi ojo del Buda, veo que escondido dentro de los klesas (impurezas) de la codicia, el deseo, la ira y la estupidez, está sentada, augusta e inmóvil, la Sabiduría del Tathagata, el la Visión del tathagata y el Cuerpo del Tathagata, y su Espíritu. Buenos hijos, todos los seres, aunque se encuentran con todo tipo de klesas, tienen un Tathagatagarbha que está eternamente inmaculado y que está repleto de virtudes que no son diferentes a las mías. Además, buenos hijos, es como una persona con visión sobrenatural que puede ver los cuerpos de los Tathagatas sentados en posición de loto dentro de las flores, aunque los pétalos aún no estén desplegados; mientras que después de que se han quitado los pétalos marchitos, esos Tathagatas se manifiestan para que todos los vean. De manera similar, el Buda realmente puede ver los Tathagatagarbhas de los seres sintientes. Y como quiere revelarles el Tathagatagarbha, les expone los Sutras y el Dharma para destruir los klesas y revelar la Naturaleza Búdica que mora en ellos. Buenos hijos, tal es el Dharma de todos los Budas. Ya sea que aparezcan Budas en el mundo o no, los Tathagatagarbhas de todos los seres son eternos e inmutables. Es sólo que están cubiertos por los klesas de los seres sintientes. Cuando el Tathagata aparece en el mundo, expone el Dharma por todas partes para eliminar su ignorancia y tribulación y purificar su sabiduría universal. Buenos hijos, si hay un Bodhisattva que tiene fe en esta enseñanza y la practica con determinación, alcanzará la liberación y la verdadera Iluminación, y por el bien del mundo realizará actos búdicos en todas partes'.

En ese momento, el Honrado por el Mundo se expresó en versos, diciendo:

"Es como las flores marchitas;
Antes de que sus pétalos se hayan abierto,
Quien con visión sobrenatural puede ver
El cuerpo inmaculado del Tathagata.
Después de quitar las flores marchitas,
se ve, sin obstáculos, al Maestro,
Quien, para cortar los klesas,
aparece triunfalmente en el mundo.
El Buda ve que todo tipo de seres
poseen universalmente el Tathagatagarbha,
El cual está cubierto por innumerables klesas,
como una maraña de pétalos marchitos y malolientes.
Así que yo, en nombre de todos los seres,
explico en todas partes el Verdadero Dharma,
para ayudarlos a eliminar sus klesas
y alcanzar rápidamente el Camino del Buda.
Veo con mi ojo del Buda
Que en los cuerpos de todos los seres
yace oculto el Buddhagarbha,
Por eso explico el Dharma para revelarlo".

Aquí el Buda responde las preguntas del Bodhisattva Vajramati y le dice que, igual como las flores contenían Budas en sus centros, cuya luz se esparcía en todas las direcciones aún cuando sus flores se marchitaba y podrían, de igual forma, todos los seres poseen dentro de sí el Espíritu del Buda, su Naturaleza Búdica, aunque la misma esté cubierta por impurezas, deseos, pasiones y mal karma, y por ello, los seres no pueden verla. Aunque la misma esté cubierta, la Naturaleza Búdica se mantiene inmóvil, impoluta, y brilla puramente. Esta Naturaleza Búdica contiene la visión, la sabiduría y el poder del Buda. Solo los Budas pueden verla; incluso los Bodhisattvas no pueden necesariamente vislumbrarla en los seres; solo la asumen con fe. De igual forma, aunque no la veamos, debemos tener fe en la Palabra del Buda y trabajar arduamente para descubrirla, no solo en nosotros, sino también descubrirla en todos los seres. Quien pueda descrubrir su Naturaleza Búdica verá que es uno con el Buda, y puede manifestar su Budeidad Innata, realizando la labor del Buda en el mundo. Es por esto que posteriormente el Buda le dice a todos sus discípulos y devotos que todos serán Budas, pues todos poseen al Buda Eterno en su corazón.

Ahora, el Buda utiliza nueve símiles para poder permitirle a los seres comprender, aunque sea someramente - pues solo puede ser descubierta y experimentada - la Naturaleza Búdica.

"Oh, buenos hijos, es como miel pura en una cueva o en un árbol, rodeada y protegida por un enjambre incontable de abejas. Puede suceder que aparezca una persona que conozca algunas técnicas inteligentes. Primero se deshace de las abejas y toma la miel, y luego hace con ella lo que quiere, comiéndola o regalándola a todas partes. De manera similar, buenos hijos, todos los seres sintientes poseen innatamente el Tathagatagarbha. Es como miel pura en una cueva o en un árbol, que está cubierta de klesas, como un enjambre de abejas, que le impiden llegar a ella. Con mi ojo del Buda lo veo claramente y con medios hábiles apropiados explico el Dharma para destruir los klesas y revelar la visión del Buda. Y en todas partes realizo actos del Buda para el beneficio del mundo'.

"Entonces, el Honrado por el Mundo se expresó en versos, diciendo:

"Es como lo que sucede con la miel de una cueva o de un árbol,
aunque esté rodeada de innumerables abejas,
es tomada por alguien que conoce una técnica inteligente
para deshacerse primero del enjambre.
El Tathagatagarbha de los seres sintientes
es como la miel en una cueva o en un árbol.
El enredo de la ignorancia y la tribulación
es como el enjambre de abejas
que impiden llegar a ella.
Por el bien de todos los seres,
explico el Verdadero Dharma con medios hábiles,
eliminando las abejas de los klesas,
revelando el Tathagatagarbha.
Dotado de una elocuencia que no conoce obstáculos,
predico el Dharma del dulce rocío,
aliviando compasivamente a los seres sintientes,
ayudándolos en todas partes a alcanzar la verdadera Iluminación".

Este es un hermoso símil donde el Buda compara nuestra Naturaleza Búdica a la miel, que aunque se encuentra dentro de nuestro cuerpo, la colmena, está cubierta de abejas, que son nuestras impurezas y mal karma, el cual debe ser removido hábilmente (por medio de la Gracia del Buda y del Dharma) para ser revelada. El propósito de la aparición del Buda en el mundo es para permitir que todos los seres tengan acceso al Dharma Eterno, el cual es nuestro Mapa de Vida, y nos permite descubrir las Leyes Universales que gobiernan el Cosmos, y así, vivir vidas acordes con la Verdadera Naturaleza de la Realidad. El Buda nos revela el Dharma que nos permite sacar la miel de la colmena, y nos protege de las abejas (las malas enseñanzas falsas) y nos conduce a nuestro Despertar y salvación.

"Oh, buenos hijos, es como un grano de trigo al que aún no le han quitado la cáscara. Alguien empobrecido podría tontamente desdeñarlo y considerarlo algo que debería descartarse. Pero cuando se limpia, siempre se puede utilizar el núcleo. De la misma manera, buenos hijos, cuando observo a los seres sintientes con mi ojo del Buda, veo que la cáscara de los klesas cubre su ilimitada visión del Tathagata. Entonces, con medios hábiles y apropiados, explico el Dharma, para permitirles eliminar esos klesas, purificar su sabiduría universal y alcanzar en todos los mundos la Iluminación más elevada'. 

"Entonces, el Honrado por el Mundo expresó esto en versos, diciendo:

"Es como lo que sucede cuando todos los granos,
cuyas cáscaras aún no han sido lavadas,
son desdeñados por alguien que es pobre,
y dice que son algo que debe ser desechado.
Pero aunque el exterior parezca algo inútil,
el interior es genuino y no debe ser destruido.
Una vez eliminadas las cáscaras,
se convierte en comida digna de un rey.
Veo que todo tipo de seres
tienen un Buddhagarbha escondido por klesas.
Predico la eliminación de esas cosas
para permitirles alcanzar la sabiduría universal.
Así como yo tengo una Naturaleza Búdica,
también la tienen todos los seres.
Cuando la desarrollan y la purifican,
rápidamente alcanzan el sendero más elevado".

Aunque muchos de nosotros hayamos cometidos innumerables pecados y poseamos un increíble mal karma, todos poseemos dentro de nosotros el Espíritu del Buda, el cual no se ve manchado por nuestras acciones, aunque las hayamos cometido por innumerables vidas. Esto nos muestra que todos podemos ser redimidos por el Poder del Buda y su Dharma. El Buda, al vernos, no ve nuestras faltas, sino nuestra Naturaleza Búdica; no ve pecadores, sino hijos, y como todo hijo amado, desea salvarnos, sobre todo, de nosotros mismos. Es por eso que el Buda nos dice que todos somos valiosos; todos hemos llegado aquí con un karma, un propósito, una misión. El Dharma Eterno del Buda nos permite descubrir esta misión; nos permite manifestar el Bodhisattva que llevamos dentro para que seamos de utilidad en la sociedad y lo ayudemos en la salvación de todos los seres. 

"Oh, buenos hijos, es como el oro genuino que ha caído en un pozo de desechos y ha estado sumergido y no ha sido visto durante años. El oro puro no se descompone, pero nadie sabe que está ahí. Pero supongamos que apareciera alguien con una visión sobrenatural y que dijera a la gente: 'Dentro de los desechos impuros hay una prenda de oro genuino. Deberías sacarlo y hacer con él lo que quieras'. De manera similar, buenos hijos, el desperdicio impuro son sus innumerables klesas. La prenda de oro genuino es vuestro Tathagatagarbha. Por esta razón, el Tathagata expone ampliamente el Dharma para permitir que todos los seres destruyan sus klesas, alcancen la verdadera Iluminación y realicen los actos del Buda'.

"En aquel momento, el Honrado por el Mundo se expresó en versos, diciendo:

"Es como lo que sucede cuando el oro se sumerge
en desechos impuros, donde nadie puede verlo.
Pero alguien con visión sobrenatural lo ve
y se lo cuenta a la gente, diciendo:
'Si lo sacas y lo lavas,
puedes hacer con él lo que quieras',
lo que hace que sus familiares y familiares se regocijen.
La visión del Buda es así.
Él ve que para toda clase de seres,
la Naturaleza del Tathagata no se destruye,
aunque esté sumergida en el lodo fangoso de los klesas.
Así, él expone apropiadamente el Dharma
y les permite manejar todas las cosas,
de modo que los klesas que cubren la Naturaleza Búdica
sean rápidamente eliminados y los seres sean purificados".

El Buda aparece en el mundo y nos revela que no somos el resultado del azar en un universo frío y mecánico, sino que somos una manifestación deseada en la Existencia; somos parte de un Universo Vivo, y el Buda, su Alma, nos muestra su Dharma Eterno, las Leyes Universales que gobiernan el Cosmos para que podamos vivir vidas armónicas con su voluntad y propósito, transformando nuestro aparente Sufrimiento, Impermanencia, Impureza y No-Ser (ser finito y falso) en una Felicidad verdadera, acirde con un propósito; para que podamos vivir en su Vida Eterna, siendo olas en el Gran Océano del Buda Eterno; para que podamos reconocer nuestra Pureza innata, y que todos podemos cambiar y transformar nuestros destinos; y para que todos podamos reconocer al Buda Eterno que mora dentro de sí mismos y de todos los seres, su Verdadero Ser.

Todos poseemos el Espíritu del Buda, y con él, poseemos una poderosa herramienta, innata o adquirida, con la cual manifestaremos nuestra misión del Bodhisattva en esta Tierra. Si bien no la vemos, la poseemos. El Buda la ve y nos la señala; otros muchas veces igualmente la ven. Este peude ser un talento innato que marca una vocació o un ministerio, o un talento desarrollado por nosotros, voluntariamente o involuntariamente (por las fuerzas y las circunstancias de la vida). Este es nuestro Poder del Bodhisattva, así como Avalokiteshavara es el Bodhisattva de la Compasión, Manjushri el Bodhisattva de la Sabiduría, y Ksitigarbha el Bodhisattva de los Votos y los Seis Reinos. Todos poseemos nuestro propio Poder del Bodhisattva. 

"Oh, buenos hijos, es como un tesoro escondido debajo de una casa empobrecida. El tesoro no puede hablar y decir que está ahí, ya que no es consciente de sí mismo y no tiene voz. Es exactamente lo mismo con los seres sintientes. Pero no hay nada que le tema al poder de la visión del Tathagata. El tesoro del Gran Dharma se encuentra dentro de los cuerpos de los seres sintientes. No oye ni es consciente de las adicciones y engaños de los cinco deseos. La Rueda del samsara gira y los seres son sometidos a innumerables sufrimientos. Por lo tanto, los Budas aparecen en el mundo y les revelan el Depósito de Dharma del Tathagata en sus cuerpos. Y creen en ello, lo aceptan y purifican su sabiduría universal. En todas partes, en nombre de los seres, él revela el Tathagatagarbha. Emplea una elocuencia que no conoce obstáculos en nombre de los fieles budistas. De esta manera, buenos hijos, con mi ojo del Buda veo que todos los seres poseen el Tathagatagarbha. Y así, en nombre de los Bodhisattvas, explico este Dharma'.

"En ese momento, el Tathagta se expresó en versos, diciendo:

"Es como un tesoro
dentro de la casa de un hombre empobrecido.
El dueño no se da cuenta,
ni el tesoro puede hablar.
Durante mucho tiempo permanece enterrado en la oscuridad,
ya que no hay nadie que pueda notar su presencia.
Cuando tienes un tesoro pero no lo sabes,
esto causa pobreza y sufrimiento.
Cuando el ojo del Buda observa a los seres sintientes,
ve que, aunque transmigran
a través de los cinco reinos de la reencarnación,
hay un gran tesoro en sus cuerpos
que es eterno e inmutable.
Cuando ve esto, el Buda
Enseña en nombre de todos los seres,
permitiéndoles alcanzar el tesoro de la sabiduría
y la gran riqueza de cuidarse unos a otros.
Si crees lo que te he enseñado
acerca de tener un tesoro,
y lo practicas fiel y ardientemente,
empleando medios hábiles,
rápidamente alcanzarás el sendero más elevado".

Este es uno de los Sutras o Sermones del Buda más sucintos y hermosos dentro de todo el Canon Budista. Ninguna otra enseñanza en otra religión se compara con ella. 

Nuestra Naturaleza Búdica, el Espíritu del Buda, se encuentra oculta en nuestro corazón, y en el de todos los seres, esperando a ser descubierta. Cuando no conocemos esto - cuando no conocemos el Dharma Eterno - somos como personas pobres, pobres física, mental y espiritualmente, pues si no conocemos el Dharma, si no conocemos las Leyes Universales del Buda Eterno, vagamos por la vida sin rumbo, sin Norte ni propósito, satisfaciendo solo nuestros deseos instintuales, como animales. Esto es lo que la mayoría de las personas del mundo hacen; es como la mayoría de los seres viven, sin consideración por los demás ni el medio ambiente. Esto es lo que la mente humana ha concebido, que vivimos un mundo mecánico que sigue leyes físicas; que no existe el espíritu, solo la materia; que la religión es un vestigio de un pasado precientífico, algo falso, y que solo somos moléculas agrupadas por el azar flotando en una partícula de polvo que vaga errante por el universo. Pero el Buda nos revela el Verdadero Camino, la Verdad y la Vida, y nos dice que no tenemos por qué seguri viviendo como personas pobres, como personas mundanas, pues poseemos una Gran Tesorería dentro de notros, llena de paz, calma, eternidad, pureza, de bien. No tenemos que comportarnos como animales, pues podemos aspirar a ser algo inlcuso superior al ser humano: podemos ser Hijos del Buda, Bodhisattvas, y convertirnos en Budas. Es por eso que desde el periodo Mahayana el Buda ya no se dirige a sus discípulos como discípulos, sino como hijos.

La Tierra tiene alrededor de 4,600 millones de años. Los seres humanos hemos estado en la Tierra durante cientos de miles de años, en nuestra forma de homo sapiens. Nuestros primeros ancestros proceden de hace unos 4 a 6 millones de años. Esto quiere decir que hemos vivido por millones de años como animales, como seres empobrecidos, y no fue sino hasta hace apenas 2,500 años que, gracias a la Aparición del Buda y su Revelación de su Dharma Eterno de Salvación, hemos podido a penas vivir como seres humanos. Y aún así, la mayoría de los seres no se distinguen de los animales. Pero el Buda no nos muestra solo cómo ser humanos, sino como ser Bodhisattvas, sus Hijos. Para ello, el Buda nos muestra que, si bien hemos evolucionado de los animales, poseemos una herencia divina, una herencia iluminada, pues todos poseemos su Espíritu. Esto es muestra igualmente de su Paternidad Espiritual, la cual revela posteriormente en el Sutra del Loto. ¿Existe algo más esperanzador? ¿Cómo sería el mundo si todos poseyeran esta Sabiduría? 

Durante millones de años, hemos vivido en la Oscuridad de la Ignorancia, pero ya hemos sido dados la Luz. Ahora, con la Luz del Dharma, podemos iluminar los confines más recónditos de nuestros corazones y encontrar el Espíritu del Buda que mora en nosotros. Con este descubrimiento viene una transformación. Si no hay transformación, no lo has descubierto. Cuando descubrimos nuestra Naturaleza Búdica, vemos el Espíritu del Buda en todos los seres y en la fábrica misma de la Existencia. Esto nos exige actuar con mayor sabiduría y compasión en el mundo, y ayudar al Buda en su trabajo salvífico, haciendo de este mundo una Tierra Pura.