Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


domingo, 29 de mayo de 2022

El Buda es Vida Eterna: Ciclo de Lecturas sobre el Sutra del Nirvana - Capítulo 14 - La Parábola de las Aves

  Hoy, continuamos nuestro nuevo Ciclo de Lecturas sobre el Sutra del Nirvana, el último sermón dado por el Buda Shakyamuni en el mundo. El mismo es sumamente importante para el Budismo Mahayana, ya que fue parte de sus Enseñanzas Perfectas y Completas, donde reveló la totalidad de la Verdad de su Despertar, confirma sus enseñanzas superiores dadas en el Sutra del Loto, y contiene tres enseñanzas importantes: (1) el Buda es vida eterna - lo que llamamos "Budas" son manifestaciones de la Realidad Ultima, el Dharmakaya, el cual se manifiesta en los mundos para revelar el Dharma y salvar a todos los seres sintientes del sufrimiento, y llevarlos al Nirvana: la Unidad; (2) dado a que todos somos una expresión de la Unidad, de la Realidad Ultima, cuando descubrimos y accesamos a la Unidad Fundamental, por medio de nuestra Naturaleza Búdica, accesamos a nuestro Verdadero Ser (Atman), y esa Naturaleza Búdica es uno con el Buda Eterno; y (3) la meta final del Budismo es alcanzar el Despertar para  continuar la labor salvífica del Bodhisattva en el mundo, no alcanzar el Nirvana, pues el Nirvana, lejos de ser una meta final, es un estado mental al cual todos los seres pueden accesar por medio de su Despertar. Por ello, no hay una "extinción final", sino que todos somos una manifestación de la Vida Eterna del Cosmos. Con todo esto, el Sutra del Nirvana explica la verdadera naturaleza del Buda y de la Realidad, nuestra unidad con la misma, y la verdadera naturaleza del Nirvana.

En este estudio, presentaremos semanalmente una traducción al español de extractos importantes de cada capítulo del Sutra, con un comentario (exégesis) que dilucida sus enseñanzas, sus implicaciones, y cómo podemos aplicarlas en nuestra vida diaria. Esta es la primera vez que se comenta el Sutra del Nirvana y se presenta el mismo en español en el mundo. Espero que el mismo sea del agrado de todos los budistas en el mundo hispano.

Capítulo 14 - La Parábola de las Aves

El Sutra del Nirvana, siendo la enseñanza final del Buda Shakyamuni en su forma física en el mundo, es la última palabra en materias de doctrina y práctica budista. Por ello, no vemos las visiones maravillosas y los eventos fuera del tiempo que hemos visto en otros Sutras igual de importantes como el Sutra Avatamsaka, el primer sermón del Buda en este mundo, ni en el Sutra del Loto, su sermón más importante y su Revelación de la Verdad. Es por eso que el Sutra del Nirvana se desarrolla como un gran diálogo, de tu a tu, en medio de nuestro mundo. Eso es lo que representan los dos árboles sala en el Jardín de Kushinagara: la intersección de lo Eterno y lo Temporal, de lo Infinito en lo finito. El Buda, el Alma del Universo, se comunica directamente a nosotros en su forma física, por última vez en eones, para asegurarse que su Dharma Eterno perdure para la posteridad, hasta su próxima aparición en millones de años en el futuro.

Si bien el Budismo es visto como una religión que predica el abandono al mundo, como hemos visto, el mismo realmente predica una total afirmación del mismo, revelando que todos los fenómenos en el Cosmos, tal y como son, son una manifestación del Dharma. El Samsara y el Nirvana son dos caras de una misma moneda; dos manifestaciones de la misma Esencia o Dharmata. El Samsara, el mundo del a dualidad, es entonces el lugar donde manifestamos y actuamos acorde a nuestra Verdadera Naturaleza, y permitimos que la misma se manifieste en sus infinitas formas. Por ello, la meta final del Budismo no es alcanzar el Nirvana como un lugar lejano, fuera del Samsara - del mundo del a dualidad - sino alcanzar el Despertar: realizar la Unidad Fundamental y manifestar el Nirvana en nuestras vidas y nuestros cuerpos en medio del mundo de la dualidad, y hacer de este mundo uno mejor para nosotros, y para todos los seres sintientes. Entonces, el mundo del Samsara se transforma en la Tierra Pura de la Luz Serena. Este esp recisamente el tema principal de este capítulo.

El capítulo 14 del Sutra del Nirvana, titulado "La Parábola de las Aves", nos revela que el Samsara y el Nirvana son solo dos manifestaciones de la Talidad, la Esencia de la cual emana, se mantiene y regresa todo en el Cosmos. Con esto, reafirmamos lo que hemos aprendido sobre la irradicabilidad del sufrimiento, y su valor teleológico y soteriológico para nuestras vidas. Esto lo hace en la forma única del Buda, por medio de una parábola.

"El Buda le dijo a Kashyapa: '¡Oh, buen hombre! Hay dos especies de aves, una es el kacalindikaka y la otra el pato mandarín. Al jugar o detenerse (descansar), siempre actúan juntos; no se separan. Este es el caso del sufrimiento, lo no eterno y el no-ser. No se separan'.

"El Bodhisattva Kashyapa le dijo al Buda: '¡Oh, Honrado por el Mundo! ¿De qué manera se obtienen las cosas con el sufrimiento, lo no-eterno, y el no-ser como con el pato mandarín y el kacalindikaka?'

"El Buda dijo: '¡Oh buen hombre! Lo que es contrario al Dharma es sufrir, y lo que no es contrario al Dharma es la felicidad. Lo que es contrario al Dharma es lo no-eterno y lo que no es contrario al Dharma es lo eterno. Lo que es contrario al Dharma es el no-ser y lo que no es contrario al Dharma es el Ser. Por ejemplo, es como en el caso en el que el arroz se diferencia del cáñamo y el trigo, y el cáñamo y el trigo de los frijoles, el mijo y la caña de azúcar. No eternos son los capullos, las flores y las hojas. Cuando el fruto madura y cuando el hombre lo usa, decimos que es eterno. ¿Por qué? Porque esta es la Verdadera Naturaleza de la Realidad'."

En esta parábola, el "pato mandarín" es el Samsara, la dualidad, y el "kacalindikaka" es el Nirvana, la Unidad Fundamental, y el Buda nos dice que ambos son dos manifestaciones de la misma Esencia o Dharmata, y que son uno. Pero tenemos delante de nosotros dos caminos o opciones: (1) vivir de a mercer de nuestros deseos y pasiones, y sufrir, o (2) vivir de acuerdo con el Dharma y poder trascender todos estos sufrimientos y ver nuestra verdadera meta en la vida. Ahora que hemos acumulado el suficiente mérito para encontrar el Dharma, la elección es totalmente nuestra.

Cuando nacemos al mundo, venimos arropados por la oscuridad de la Ignorancia Fundamental, con un pesado karma, el cual detalla qué lecciones debemos aprender en esta vida, qué debemos experimentar, y cuál es nuestro destino. Por encima de esto, llegamos al mundo con un vacío existencias, al ya no estar conectados con la Unidad Fundamental, lo cual hace que tengamos el deseo constante de llenarlo, sin saber con qué.  Al no conocer el Dharma - ya sea por la Ignorancia Fundamental, o porque no hemos hecho conexiones dhármicas en vidas pasadas - tratamos de llenar ese vacío con las cosas equivocadas, tratando de satisfacer egoístamente nuestros deseos y pasiones, cometiendo errores en pensamiento, palabras y aciones, haciendo que generemos más mal karma, lo cual agrava nuestra situación actual y futura, y nos manitiene dormidos, ahogándonos en el océano de nacimientos y muertes del Samsara.

El Dharma, las Enseñanzas del Buda, el Alma del Universo, el cual revela las Leyes Universales de la Vida, nos permiten vivir en este mundo de la dualidad, acorde con el mundo de la Unidad, aliviar nuestro sufrimiento, y vivir vidas plenas y llenas de significado, siguiendo nuestra verdadera meta única en la vida. El mundo es tal como es, no como queremos que sea, y por ello, como en todo, debemos trabajar según sus reglas y leyes para poder vivir en armonía con nosotros, con los demás y con el Cosmos. El Dharma es entonces el Mapa de nuestra vida, el cual nos permite navegar por el océano de nacimientos y muertes del Samsara y llegar de Esta Orilla de la Dualidad y la Ignorancia, a la Otra Orilla del Nirvana de la Unidad y la Sabiduría. 

"Kashyapa le dijo al Buda: '¡Oh, Honrado por el Mundo! Si son eternos, ¿son iguales al Tathagata?'

"El Buda contestó: '¡Oh, buen hombre! No hables de esa manera. ¿Por qué no? Si uno dice que el Tathagata es como el Monte Sumeru, ¿esto implica que se separará cuando llegue el momento de que se desintegre? ¡Oh, buen hombre! No mires las cosas de esta manera. ¡Oh buen hombre! Con todas las cosas, excepto el Nirvana, ninguna es eterna. Simplemente para conformarnos con los caminos de la verdad secular, decimos que el fruto es eterno'.

"Kashyapa le dijo al Buda: '¡Oh, Honrado por el Mundo! Es bueno, es bueno. Es como dice el Buda'.

"El Buda le dijo a Kashyapa: 'Es así, es así, ¡oh buen hombre! Una persona puede ser fiel a lo que dicen los Sutras o puede haber practicado todos los Samadhis, pero hasta que haya aprendido el Mahaparinirvana, dirá que todo es no-eterno. Cuando una persona ha aprendido este Sutra, puede tener ilusión, pero es, por así decirlo, no-ilusión. Aprender este Sutra beneficia al hombre y al cielo ¿Por qué? Uno ve claramente que el propio cuerpo tiene la Naturaleza del Buda dentro. Esto es lo Eterno'."

Ahora, aunque ambos - el Samsara y el Nirvana - son iguales, no son lo mismo. El Samsara es temporal, y el Nirvana es eterno. Esto es porque el Samasara es la Realidad Convencional, y el Nirvana es la Realidad Ultima de la cual emana la Realidad Convencional. Pero esto no pone al Nirvana por encima del Samsara, pues ambos juntos hacen la Verdadera Naturaleza de la Realidad. Nuestro énfasis en el Nirvana es para poder vivir en el Samsara desde la Realidad del Nirvana - vivir en la dualidad desde el conocimiento y la experiencia de la Unidad - pues solo así podemos actuar confirme al Dharma y vivir vidas llenas de significado, paz y armonía. El énfasis es que el Samsara es experimentado desde el sufrimiento, la impermanencia, el no-ser (ser finito y falso) y la impureza, y el Nirvana es experimentado desde la Felicidad, la Eternidad, el Verdadero Ser y la Pureza. ¿Cómo deseamos experimentar la vida?

Sin embargo, aunque esto es cierto y lo podemos experimentar intelectualmente, es solo cuando lo realizamos activamente, en la práctica y sus frutos, que podemos ser realmente transformados y vivirlo en nuestras vidas diarias. El mismo Buda nos dice que no importa cuán fiel seamos a los Sutras [correctos] ni cuántos Samadhis (prácticas) hagamos, si no lo realizamos desde el espíritu de su verdadero mensaje y voluntad - el Sutra del Loto y del Nirvana - solo podremos experimentar el camino del Shravaka o Pratyekabuddha (caminos Hinayanas) del sufrimiento, la impermanencia, el no-ser y la impureza, o de las Enseñanzas Parciales con su nihilismo espiritual tras su mala concepción de la Vacuidad. Es por eso que el Buda reveló al final de su vida las Enseñanzas Perfectas y Completas, para que estuvieran más cerca de nosotros - más accesibles.

Cuando el Buda reveló el Sutra del Loto y del Nirvana en el mundo, la Realidad Absoluta descendió a la Realidad Concenvional (el Cielo bajó a la Tierra) y se abrazaron, y trascendieron sus aparentes diferencias. En ese momento, el sufrimiento encontró su propósito en el mundo, y la luz del Dharma se encendió en esta esquina del Cosmos para brillar eternamente, alejando desde aquí la oscuridad para la psoteridad. Es por ello que el estudiar y poner en práctica las enseñanzas de estos Sutras beneficia al Cielo y la Tierra.

Cuando estudiamos el Dharma, su perfume permea nuestras mentes, las cuales se amplían y se abren para recibir su Luz; y cuando ponemos el Dharma en práctica, hacemos que el perfume del Dharma permee nuestras palabras y acciones, y con ello, unimos el Nirvana con el Samsara; unimos la Realidad Absoluta con la Realidad Convencional, y hacemos realidad el Verdadero Camino Medio. Esta fue la verdadera intención del Buda con la revelación del Dharma en el mundo.

"'Además, ¡oh, buen hombre! Es como en el caso del árbol de mango. Cuando aparece su flor por primera vez, lo que hay (en ese momento) es la fase de cambio. Cuando da fruto y cuando otorga mucho beneficio, nosotros hablamos de lo eterno. ¡Oh, buen hombre! Una persona puede ser así fiel a todos los Sutras o puede haber practicado todos los Samadhis, pero cuando aún no ha escuchado este Sutra del Nirvana, todo se basa en lo no-eterno. Cuando la persona escucha este Sutra, aunque (aún) posee ilusión, es como si no tuviera ilusión. Es decir, que beneficia tanto al hombre como al cielo. ¿Cómo? Porque esa persona sabe claramente que tiene la Naturaleza del Buda en su interior. Esto es lo Eterno'."

La transformación espiritual en el Budismo es gradual, aunque hay personas para las que puede ser súbita e instantánea; todo depende de nuestro karma y méritos. Pero no debemos de aliminar todo nuestro mal karma, deseos e ilusiones para poder manifestar nuestra Budeidad Innata y traer el Nirvana al Samsara en nuestras vidas diarias. El mismo Buda nos dice que cuando estudiamos y ponemos en práctica las Enseñanzas Perfectas y Completas, podemos manifestar nuestra Naturaleza Búdica y vivir en el Nirvana en este cuerpo y en esta vida. Esto nos enseña el principio de disminuir la retribución kármica de uno. Si el pesado karma del pasado no se expió en la vida pasada o en esta vida, deberá sufrir los sufrimientos kármicos en el futuro, pero si experimenta dificultades extremas (camino del Samsara) o si se pone el Dharma en práctica (camino del Nirvana) en esta vida, los sufrimientos se desvanecerán instantáneamente, como el rocío (Samsara) ante el Sol de la Sabiduría (Nirvana). Esto es lo que el Buda explica en los siguientes párrafos.

"'Además, ¡oh, buen hombre! Cuando un lingote de oro se derrite, esta es la fase de lo no eterno. Una vez fundido, se convierte en oro. Cuando beneficia mucho a una persona, decimos que es eterno. El caso es así. Por lo tanto, oh buen hombre, una persona puede ser fiel a todos los Sutras o puede haber practicado todos los Samadhis, pero si aún no le ha escuchado a este Sutra del Nirvana, todo no es eterno. Cuando una persona le ha prestado atención a este Sutra, bien puede tener una ilusión, pero es como si no la tuviera. Por lo tanto, beneficia a todos los hombres y dioses. ¿Por qué? Porque la persona claramente llega a saber que tiene la Naturaleza del Buda en el interior. Esto es lo Eterno.

"'Además, ¡oh, buen hombre! El sésamo, por ejemplo, cuando aún no está prensado, no es eterno. Una vez que se ha hecho el prensado y se ha extraído el aceite, el sésamo ofrece un gran beneficio. Por lo tanto, oh buen hombre, una persona puede ser fiel a todos los Sutras o puede haber practicado todos los Samadhis, pero si aún no le ha escuchado a este Sutra del Nirvana, todo no es eterno. Cuando una persona le ha prestado atención a este Sutra, bien puede tener una ilusión, pero es como si no la tuviera. Por lo tanto, beneficia a todos los hombres y dioses. ¿Por qué? Porque la persona claramente llega a saber que tiene la Naturaleza del Buda en el interior. Esto es lo Eterno'.

"'Además, ¡oh, buen hombre! Es como en el caso en el que todos los ríos desembocan en el mar. Todos los Sutras y Samadhis fluyen hacia el Sutra del Nirvana. ¿Cómo? Porque finalmente expone a la Naturaleza del Buda. Eso es por eso digo: Algunos dharmas son eternos; Algunos dharmas no son eternos. Con el no-ser, también, las cosas equivalen a lo mismo. Es así como digo'."

En estos dos párrafos, el Buda nos trata de mostrar que podemos accesar la Unidad en medio de la dualidad. Ahora mismo, somos como oro derretido, la Unidad manifestada en la multiplicidad de la dualidad, pero cuando estudiamos y ponemos el Dharma en práctica, podemos fundir nuevamente ese oro y experimentar la Unidad Fundamental, ser uno con el Buda Eterno (Universo). Cuando lo hacemos, ocurre dentro de nosotros una transofrmación casi inexplicable, donde manifestamos nuestra Naturaelza Búdica en el mundo, y con ello, actuamos con sabiduría y compasión en el mismo. Cuando manifestamos nuestra Budeidad Innata, nos beneficiamos a nosotros y beneficiamos a los demás, pues actuamos desde nuestra Verdadera Naturaleza Iluminada, la cual a su vez, ilumina las mentes y corazones de los demás, trayendo más luz al mundo. Pero para que todo esto sea una realidad, debemos de fundir el oro y prensar el sésamo, es decir, debemos de poner le Dharma en práctica. En ese momento, participamos en la Vida Eterna del Buda Eterno.

Es interesante que el Buda utilice la metáfora del aceite de sésamo para mostrar que las dificultades - "prensar" - en la vida son necesarias para nuestro desarrollo espiritual y para manifestar nuestra Budeidad en esta vida. Esto es cónsono con otras parábolas usadas en otros Sutras, como la parábola del agua subterránea y la necesidad de cavar para encontrarla en el Sutra del Loto, o de la necesidad de remover las impurezas del metal para forjarlo en un artículo utilizable. A lo que todo esto apunta es que, si bien somos Budas en principio, no lo somos en la actualidad, y debemos de poner en práctica el Dharma para revelar y manifestar nuestra Budeidad en la vida. Entonces, las dificultades y el sufrimiento es lo que nos permite salir de nuestra zona de confort, de nuestro egoísmo e individualidad, y ver la Verdadera Naturaleza de la Realidad. Es por ello que el Reino de los Devas, los Cielos, no sea un lugar ideal para el desarrollo espiritual en el Budismo. Los seres en este reino se bañan en el placer y la comodidad, y no sienten necesidad de mejorar su situación espiritual ni la de los demás. En cambio, este mundo, con todo su sufrimiento, no es tan malo como los Cuatro Reinos del Mal de los Infiernos, los Espíritus Hambrientos, los Animales ni los Asuras como para ni tan siquiera tener la oportunidad de practicar. Es por eso que el Budismo llama a la Humanidad, "esta preciosa vida humana", pues es una manifestación del Camino Medio entre el dolor extremo (Cuatro Reinos del Mal) y el placer (Cielos), y nos permite abordar la práctica de forma ideal y balanceada.

"Entonces Kashyapa le dijo al Buda: '¡Oh, Honrado por el Mundo! El Tathagata ya está segregado de las flechas venenosas de la aprehensión y el sufrimiento. La aprehensión y el sufrimiento son el cielo (devas); el Tathagata no es el cielo. La aprehensión y el sufrimiento son el reino humano; el Tathagata no es humano. La aprehensión y el sufrimiento son las 25 Existencias. Por lo tanto, no puede existir la aprehensión o el sufrimiento con el Tathagata. ¿Cómo se puede decir que el Tathagata es aprehensión y sufrimiento?"

Aquí el Bodhisattva Kashyapa le pregunta al Buda que, si bien todo emana del Buda Eterno, de la Talidad, ¿por qué existe el sufrimiento? ¿Fue una creación del Buda Eterno? Esta es tal vez la pregunta que nos ha estado acosando todo este tiempo, desde que comenzamos a aprender las Enseñanzas Perfectas y Completas del Sutra del Loto y del Nirvana, y el Bodhisattva Kashyapa, en nombre de todos y cada uno de nosotros, se la hace al Buda antes de su Paranirvana. Igualmente, el Bodhisattva Kashyaa le pregunta al Buda que, si es realmente un Buda, ¿cómo puede experimentar sentimientos por los seres sintientes y desear salvarlos?

A diferencia de las religiones judeocristianas o occidentales, el Budismo no psoee una dicotomía entre el Bien y el Mal, sino entre la Ignorancia y la Sabiduría. Las personas no hacen el mal inicialmente porque son malas, sino porque no conocen las consecuencias de sus acciones, para ellos y para con los demás. El verdadero mal es solo cometido por aquellas personas que lo hacen aun sabiendo el peso de sus consecuencias. Igualmente, a diferencia de Occidente, el Budismo ni posee una figura central creadora, como un Dios Creador omnipotente y omnisciente, sino que postula que el Cosmos se crea, mantiene y desintegra, para volver a repetir el ciclo de forma infinita, siguiendo las leyes mecánicas del karma, y no solo un universo, sino una plétora de universos en el Dharmadhathu o Universo Dhármico. Por ello, si bien el Buda es la fuente de la cual emana toda la vida y es el Alma del Universo, no es su creador, por lo que no es idea del Buda la existencia de la Ignorancia y del sufrimiento, sino que solo sigue la mecánica evolutiva necesaria para su funcionamiento. Esto lo explica el Sutra de la siguiente manera:

"El Buda contestó: '¡Oh, buen hombre! En el Cielo sin Pensamiento ("avrha"), lo que se obtiene es la falta de reflexión. Si no se piensa, no puede haber vida. Si no hay vida, ¿cómo pueden existir los Cinco Skandhas, los 18 reinos y las doce esferas? Por lo tanto, no podemos decir que la vida del Cielo sin Pensamiento tiene un lugar para existir. ¡Oh, buen hombre! Por ejemplo, el dios de un árbol vive en el árbol. No podemos decir definitivamente que vive en la rama, el nudo, el tronco o la hoja. Aunque no podemos nombrar el lugar, no podemos decir que no existe. La vida del Cielo sin Pensamiento también es así. ¡Oh, buen hombre! El caso del Buda-Dharma también es así. Es muy profundo e insondable. El Tathagata no tiene aprehensión, sufrimiento ni preocupación. Sin embargo, muestra gran compasión hacia los seres, tiene aprehensión y tristeza, y los ve como ve a Rahula'."

Todos somos manifestaciones de una Sola Vida: la Vida Eterna del Buda - el Universo. Todo está hecho de la misma Esencia. El Nirvana (Realidad Absoluta) y el Samsara (Realidad Convencional) son una (Camino Medio). Es por eso que todos nosotros poseemos la Naturaleza Búdica y podemos alcanzar el Despertar de la Budeidad. En este sentido, todo el Cosmos, tal y como es, es un manifestación del Dharma Eterno. ¿Cómo entonces existe cabida para el sufrimiento?

El mayor sufrimiento en el Budismo es la sensación innata de parcialidad, resultado necesario del proceso evolutivo del Cosmos. Para que el Uno fuera los muchos, la Energía tuvo que limitarse en el tiempo y el espacio, en conocimiento y capacidad. Esto es un resultado necesario e inevitable de la evolución del Cosmos. Esto tuvo como resultado criaturas que buscaran la Unidad original. Este es el llamado del Infinito a todos los seres para que no olviden su Verdadero Hogar y que alcancen el Despertar. Al nacer en la Ignorancia, los seres buscan constantemente y sin cesar formas de llenar su vacío existencial. Esto los lleva a llenarlo con cosas erróneas y vacías, creando mal karma, hasta que las causas y condiciones maduran para que puedan encontrar el Dharma - las Leyes Universales y alcancen el Despertar. Para ayudarlos, el Universo se personifica en la figura de Budas, quienes revelan la Unidad Fundamental y las Leyes Universales, para aliviar el sufrimiento, revelar la Verdad, y ancaminar el Cosmos a la Iluminación. 

El sufrimiento, como hemos mencionado en todo nuestro estudio, es una parte integral e irradicable de la existencia. Si bien el sufrimiento es incómodo y doloroso, como todo en la vida, el mismo tiene un propósito. El sufrimiento nos obliga a movernos fuera de nuestro ser finito y buscar el Infinito. Es la búsqueda de los muchos (Realidad Convencional) por el Uno (Realidad Absoluta). Como seres finitos, estamos arropados por la oscuridad de la Ignorancia a nuestra Unidad Fundamental, y por ello, tomamos decisiones en pensamientos, palabras y acciones que crean karma negativo, y con ello, creamos nuestro propio sufrimiento. Dado a que sufrimos, buscamos desesperadamente acabar con ese sufrimiento, lo que nos lleva justo cuando lo necesitamos a las enseñanzas del Buda. El Dharma nos da las herramientas para poder iluminar nuestra ignorancia y ver la Verdadera Naturaleza de la Realidad, y cuando avanzamos en el camino aprendemos que nunca estuvimos solos, sino que somos uno con todos los otros seres, y cuando ellos sufren, nosotros sufrimos. Para ayudarnos a nosotros mismos y ayudar a otros, despertamos el Deseo del Alcanzar el Despertar (Bodhicitta). Entonces, comenzamos nuestro camino del Bodhisattva, un ser altruista que pospone su Iluminación para ayudar a otros. 

"'Además, la vida del Cielo sin Pensamiento solo puede ser conocida por el Buda. Está más allá de la comprensión de los demás. Además, lo mismo se aplica al Cielo de la No-Insuficiencia y de la No-Mentalidad. ¡Kashyapa! La naturaleza del Tathagata es pura y no contaminada, y es como un cuerpo transformado. ¿Cómo puede haber alguna aprensión, sufrimiento o preocupación? Si el Tathagata no tiene aprensión ni sufrimiento, ¿cómo puede otorgar beneficios a los seres y diseminar la enseñanza budista? Si no, ¿cómo ¿podemos decir que él ve a los seres como ve a Rahula? Si no ve a los seres como ve a su Rahula, tal afirmación solo puede ser falsa. Por lo tanto, oh buen hombre, el Buda es inconcebible, el Dharma es inconcebible, la naturaleza de los seres son inconcebibles, y la vida del Cielo sin Pensamiento es inconcebible. Si el Tathagata tiene alguna aprehensión o no, es para el mundo del Buda (saber). No es algo que los Shravakas o Pratyekabuddhas pueden comprender'."

El Buda, como la personificación y el Alma de la Realidad Absoluta, apareció en este mundo para revrlarnos el Dharma y ayudarnos a regresar a nuestro Verdadero Hogar, la Unidad del Nirvana. Si bien el  Buda Eterno, el Dharmakaya, es impersonal y no posee atributos, el mismo manifiesta una persona y atributos para mostrarse a los seres sintientes de acuerdo con sus necesidades, capacidades y naturalezas y llevarlos a la salvación, viendo a todos los seres como si fueran su único hijo, Rahula. 

"'Además, ¡oh, buen hombre! La enseñanza budista es como el pato mandarín y kacalindikaka que van juntos. El pato mandarín y el kacalindikaka buscan tierras altas en pleno verano cuando el agua es alta y depositan allí a sus crías. Esto es para criarlos. Más tarde, juegan como deben hacerlo. Lo mismo ocurre con la aparición del Tathagata. Él enseña a innumerables seres y les permite permanecer en el Dharma maravilloso. Esto es como el pato mandarín y el kacalindikaka que buscan tierras altas y depositar con seguridad a sus jóvenes allí. Lo mismo es con el Tathagata. Él permite a los seres actuar como deberían actuar y les permite ingresar al Mahaparinirvana. ¡Oh, buen hombre! Es decir, el sufrimiento es una enseñanza (dharma) y la felicidad es una diferente (dharma). Todas las cosas creadas son tristeza; el Nirvana es la Bienaventuranza. Es lo más maravilloso y destruye las cosas creadas'."

El Buda Eterno, con su aparición como el Buda Shakyamuni en este mundo, nos reveló las llaves de nuestra salvación. Las mimas estan en nuestras manos y solo nosotros poseemos la habilidad de abrir las puertas del Sufrimiento (Samsara) o la Felicidad (Nirvana). En ese aspecto, solo nosotros somos los amos de nuestro destino. Delante de nosotros tenemos dos posibilidades, continuar el sufrimiento del Samsara o vivir en la felicidad del Nirvana. Está en nosotros decidir y actuar. No importa cuál camino tomemos, el Buda siempre está con nosotros.

Las diferentes prácticas budistas del estudio, la meditación y la recitación (como el Nembutsu) son formas de alcanzar este estado; son formas de borrar nuestras barreras ficticias del ego y abrirnos al Infinito. El estudio refuerza la práctica, la práctica confirma el estudio, y la fe nos permite continuar el camino. La meditación es una comunión con el Uno: cuando nos vaciamos - cuando calmamos nuestros pensamientos y difuminamos nuestro ser finito y falso - podemos accesar al Infinito, nuestro Verdadero Ser, y ver cómo el mismo trabaja a través de nosotros, dándonos fuerza y seguridad en nuestro camino. Igualmente, cuando recitamos el Nembutsu con una mente meditativa, no somos nosotros quien lo recitamos sino que el es el llamado del Buda mismo que llega a través de nosotros y nos llama para que volvamos a nuestra Fuente - el Uno.

El Bodhicitta (el Deseo de Alcanzar el Despertar) y el trabajo del Bodhisattva surgen del Uno (Realidad Absoluta, el Nirvana, el Buda Eterno) y de su actividad dinámica en el universo. Al reconocer la Unidad Fundamental, el ser finito y falso se da cuenta de que no es un ser individual, sino que es uno con todos los seres. Esto es el Bodhicitta. Solo al despertar a esa Ley Universal (Dharma) - la Unidad de todas las cosas y su trabajo dinámico dentro y a través de nosotros, es que podemos realizar el trabajo del Bodhisattva. Cuando nos centramos en nuestro ser individual, falso y finito, sufrimos; pero cuando nos entregamos completamente por los otros, extinguimos nuestro ser finito y nos entregamos al Infinito. Este es el Nirvana, la extinción del egoísmo y la vuelta al Uno. Entonces, podemos continuar participando de la Vida Eterna del Universo de forma consciente, despierta, ayudando a otros, y haciendo de este mundo un reflejo del Nirvana, la Tierra Pura.

El Buda reitera la enseñanza de este capítulo de diferentes formas:

"Kashyapa le dijo al Buda: '¡Oh, Honrado por el mundo! ¿Cómo logran los seres el Nirvana y obtienen la Bienaventuranza preeminente?'

"El Buda dijo: '¡Oh, buen hombre! Como se dijo, la fusión de los compuestos es la edad y la muerte.

"Si uno es estricto en su forma de vida y no indolente,
Esto es amrta (el inmortal, ambrosía).Si somos indolentes y no estrictos
En nuestro modo de vida, está la muerte.
La no indolencia gana el lugar inmortal;
La indolencia siempre nos lleva a la muerte.

"'La indolencia es de lo creado, lo más importante del sufrimiento. La no-indolencia es el Nirvana, lo más importante de amrta y Bienaventuranza. Lo creado es un lugar de muerte, lo más importante del sufrimiento. El Nirvana es la inmortalidad, la más bella Bienaventuranza. También se habla de esto: la dicha eterna, la inmortalidad y el cuerpo indestructible. ¿Qué es la indolencia y qué no? El mortal común profano (es decir, un tirthika) es de indolencia y muerte eterna; el santo que huye del mundo ("shramana") pertenece a la clase de la no indolencia, en la que la edad y la muerte no tienen morada. ¿Por qué no? Obtiene lo más importante de la Bienaventuranza eterna y el Nirvana. Las personas santas de la etapa supramundana no poseen indolencia y no existe (para ellos) la edad y la muerte. ¿Por qué no? Entran en la etapa más importante del Nirvana eterno. Por lo tanto, el sufrimiento y la bienaventuranza son dos cosas diferentes; el Ser y el no-ser son dos cosas diferentes.

"'Un hombre se para en el suelo y mira hacia el cielo, donde no puede ver ningún rastro de donde han volado las aves. Lo mismo ocurre (aquí). ¡Oh, buen hombre! Lo mismo ocurre con los seres. Inmersos en la ilusión, no pueden ver la Naturaleza del Tathagata que poseen. Por esta razón, ahora expongo la (hasta ahora) no revelada enseñanza sobre la abnegación. ¿Por qué? Una persona que carece del ojo celestial no conoce el Verdadero Ser. Porque estima que el Ser es incorrecto. Todas las cosas creadas por la ilusión no son eternas. Por eso digo que lo Eterno y lo No Eterno son dos cosas diferentes.

"'Si uno con esfuerzo y coraje
Va a la cima de una montaña,
Uno ve las llanuras, la extensión de los campos y todos los seres.
Cuando se gana el gran palacio de la sabiduría,
Y el asiento (superior) maravilloso,
Uno ya se aleja de la aprensión y el sufrimiento,
Y ve la aprehensión de los seres.

"'El Tathagata corta innumerables ilusiones, vive en la montaña de la Sabiduría y ve a los seres que viven en medio de innumerables billones de ilusiones'."

El Buda es entonces el Camino, la Verdad y la Vida. Solo podemos llegar al Buda a través de su Dharma, la manifestación de su voluntad en el mundo. El Camino es el Dharma: solo a través del Buda y su Dharma podemos eliminar el sufrimiento, la impermanencia, el no-ser y la impureza y experimentar la Felicidad, la Eternidad, el Verdadero Ser y la Pureza. La Verdad es su mensaje salvífico: solo a través de los Sutras y la práctica podemos encarnar esa Verdad. Su Vida es la Sangha: solo a través de la Sangha podemos manifestar el Camino Medio y hacer de su meta una realidad en este mundo. El Buda no solo es el que muestra el Camino, sino que es el Camino. De igual forma, el Buda no dice que es la Verdad, sino la encarnación de la Verdad. Y finalmente, el Buda no dice que es la Vida, sino la Fuente de la Vida misma. Encontrar el Dharma es encontrar al Buda, y ahora que hemos encontrado el Dharma, es nuestro menester ayudar a la Sangha y repagar nuestra deuda de gratitud. 

Gratitud significa sentirse agradecido o devolver la bondad o generosidad recibida de los demás. A medida que practicamos el Budismo, llegamos a comprender el principio de que toda la vida y los fenómenos del universo son eternos y están interconectados. A lo largo de nuestras muchas existencias pasadas, hemos formado conexiones con todas las personas y, por lo tanto, les debemos gratitud. En el Budismo, hay cuatro deudas de gratitud: a nuestros padres y todos los seres sintientes, maestro, país y los Tres Tesoros del Budismo.

La Gratitud por los Padres es el punto de partida de la gratitud en el Budismo, pues fueron nuestros padres quienes nos dieron la vida. Aunque a algunos les puede resultar difícil sentir gratitud por sus padres, lo más importante es nuestro esfuerzo por transformar constantemente nuestro estado de vida esforzándonos en la práctica budista y tratando a quienes nos rodean con compasión. De acuerdo con el Sutra de la Contemplación en el Terreno Mental, la primera de las cuatro deudas se debe igualmente a todos los seres vivos, pues en algún momento, todos fueron nuestros padres.. Si no fuera por ellos, sería imposible hacer el voto de salvar a innumerables seres vivos. La Gratitud por el Maestro es la gratitud que le debemos a la persona que sirvió como Emisario del Buda y nos mostró el Dharma. La Gratitud por el País y la Sociedad de uno no significa apoyar incondicionalmente a quienes están en el poder. Más bien, significa tener una profunda compasión por el propio país y las personas que viven en él, y esforzarse con valentía por lograr la paz y la felicidad para todos. Y finalmente, la Gratitud por los Tres Tesoros del Budismo es sentir gratitud por el Buda, la Dharma (las enseñanzas budistas) y la Samngha (comunidad de sacerdotes y creyentes). Sin el Buda que expuso el Dharma, la el Dharma mismo y las personas que viven basadas en el Dharma, no tendríamos forma de acceder a nuestra Naturaleza del Buda  dentro de nosotros o despertar a otros a su Budeidad.

Pero por encima de esto, el Buda encarna a nuestro Padre Espiritual, nuestro Maestro, nuestro Ideal y los Tres Tesoros del Budismo, y por ello, merece la más profunda de nuestra gratitud.

"Kashyapa le dijo al Buda: '¡Oh, Honrado por el Mundo! Las cosas no son como se dice en el gatha. ¿Por qué no? El que entra al Nirvana no tiene temor ni alegría. ¿Cómo puede una persona así ganar el palacio de la Sabiduría? En la cima de la montaña, ¿cómo se puede ver a los seres?'

"El Buda dijo: '¡Oh, buen hombre! El palacio de la Sabiduría es el Nirvana. La persona sin aprehensión es el Tathagata; la persona que tiene aprehensión es el mortal común. El mortal común tiene la aprehensión y el Tathagata no. La cumbre del Monte Sumeru es una verdadera emancipación. Aquel que incesantemente hace un esfuerzo es como el Monte Sumeru, que no se puede sacudir. La tierra es una cosa creada. Todos los mortales comunes viven pacíficamente en la tierra y hacen todas las cosas. La sabiduría es el verdadero Despertar. Una persona alejada de la existencia es eterna. Este es el Tathagata. El Tathagata tiene lástima por los innumerables seres que están expuestos a las flechas venenosas de todas las existencias. Por eso decimos que el Tathagata tiene preocupación'."

Cuando estudiamos y ponemos el Dharma en práctica, somos Hijos del Buda en el mundo. Pero esto no nos hace estar por encima del mismo, ni mucho menos alejarnos de él, sino que nos permite abrazarlo completamente, con sus cosas buenas así como las malas, entender su razón (karma), y tratar de hacer del mismo uno mejor para nosotros y todos los demás, incluyendo todas las formas de vida y no vida, pues todo es una manifestación de la misma Esencia y Realidad. El hecho de que el Universo se personifique como Budas mismo nos revela que el mismo es uno esencialmente bueno, y esta experiencia que llamamos vida es una que se actualiza y se mejora con la ayuda del Buda, el Dharma y la Sangha. 

"Kashyapa le dijo al Buda: '¡Oh, Honrado por el Mundo! Si el Tathagata tiene preocupación y aprehensión, no podría ser el Iluminado'.

"El Buda le dijo a Kasyapa: 'Todo depende de las circunstancias. Cuando ve que su presencia es necesaria para salvar a los seres, el Tathagata se manifiesta a sí mismo. Aunque se manifiesta en la vida, realmente no hay vida. Por eso llamamos al Tathagata el Eterno. El caso es como el del kacalindikaka y el pato mandarín'."

El Buda, antes de morir, le dijo a sus discípulos que fueran un lámpara en ellos mismos. Cuando una lámpara contiene todo el aceite, está separada de todo lo que está a su alrededor, pero cuando se enciende, ilumina sus alrededores, sacrificándose, para darle vida a la luz. Igual sucede con nosotros. Cuando nos centramos en nuestro ser finito y egoísta, nos separamos del Uno y sufrimos. Pero cuando trabajamos por los demás, servimos a un propósito más grande en la obra salvìfica del Buda en el universo. Este es el verdadero significado del Budismo.

Pero, si todo esto es cierto, ¿cómo el Buda, nuestro padre espiritual, puede desaparecer físicamente de este mundo? Este es el tema del próximo capítulo. 

domingo, 22 de mayo de 2022

El Buda es Vida Eterna: Ciclo de Lecturas sobre el Sutra del Nirvana - Capítulo 12 - La Naturaleza Búdica

 Hoy, continuamos nuestro nuevo Ciclo de Lecturas sobre el Sutra del Nirvana, el último sermón dado por el Buda Shakyamuni en el mundo. El mismo es sumamente importante para el Budismo Mahayana, ya que fue parte de sus Enseñanzas Perfectas y Completas, donde reveló la totalidad de la Verdad de su Despertar, confirma sus enseñanzas superiores dadas en el Sutra del Loto, y contiene tres enseñanzas importantes: (1) el Buda es vida eterna - lo que llamamos "Budas" son manifestaciones de la Realidad Ultima, el Dharmakaya, el cual se manifiesta en los mundos para revelar el Dharma y salvar a todos los seres sintientes del sufrimiento, y llevarlos al Nirvana: la Unidad; (2) dado a que todos somos una expresión de la Unidad, de la Realidad Ultima, cuando descubrimos y accesamos a la Unidad Fundamental, por medio de nuestra Naturaleza Búdica, accesamos a nuestro Verdadero Ser (Atman), y esa Naturaleza Búdica es uno con el Buda Eterno; y (3) la meta final del Budismo es alcanzar el Despertar para  continuar la labor salvífica del Bodhisattva en el mundo, no alcanzar el Nirvana, pues el Nirvana, lejos de ser una meta final, es un estado mental al cual todos los seres pueden accesar por medio de su Despertar. Por ello, no hay una "extinción final", sino que todos somos una manifestación de la Vida Eterna del Cosmos. Con todo esto, el Sutra del Nirvana explica la verdadera naturaleza del Buda y de la Realidad, nuestra unidad con la misma, y la verdadera naturaleza del Nirvana.

En este estudio, presentaremos semanalmente una traducción al español de extractos importantes de cada capítulo del Sutra, con un comentario (exégesis) que dilucida sus enseñanzas, sus implicaciones, y cómo podemos aplicarlas en nuestra vida diaria. Esta es la primera vez que se comenta el Sutra del Nirvana y se presenta el mismo en español en el mundo. Espero que el mismo sea del agrado de todos los budistas en el mundo hispano.

Capítulo 12 - La Naturaleza Búdica

Una de las enseñanzas principales y más importantes del Budismo Mahayana es que todos los seres poseen la Naturaleza Búdica: la capacidad de alcanzar el Despertar y convertirse en Budas. Esta es una enseñanza importante porque, a diferencia de muchas otras religiones, el Budismo postula que todos podemos alcanzar el mismo estado espiritual que su fundador, el Buda. Esta enseñanza es revelada por el Buda mismo en el Sutra del Loto, y es nuevamente reafirmada en el Sutra del Nirvana en su capítulo 12, titulado "La Naturaleza Búdica", pero como veremos en este capítulo, esta doctrina budista es expandida y llevada a su expresión máxima, siendo igualada con el Dharmakaya, el Buda Cósmico del cual emana todo en el Cosmos. 

Al principio de este capítulo, el Bodhisattva Kashyapa le pregunta al Buda si existe el Verdadero Ser en las 25 Existencias o Reinos Cósmicos. Estos son subdivisiones del Triple Mundo del Deseo, la Forma y la No-Forma en el que los seres vivos repiten el ciclo de nacimiento y muerte del Samsara. Las 25 Existencias consisten en catorce reinos en el Mundo del Deseo, siete en el Mundo de la Forma y cuatro en el Mundo de la No-Forma. Los reinos en el Mundo del Deseo, nuestro mundo, comprenden los cuatro mundos inferiores (también llamados los Cuatro Caminos Malvados del Infierno, Espíritus Hambrientos, Animales y Asuras); los cuatro continentes que rodean el Monte Sumeru, que incluyen Jambudvīpa (nuestro planeta, y con ello, el Reino de la Humanidad); y los seis Cielos del Deseo. Los seres de este mundo se rigen por diversos deseos y pasiones, como los de comida, bebida y sexo. No obstante, podemos manifestar los Cuatro Reinos Nobles de la Mente en el Mundo de la Forma, como los Shravakas (Oyentes del Dharma), Pratyekabuddhas (Practicantes del Dharma), Bodhisattvas y la Budeidad, por medio del estudio y la práctica del Dharma. La práctica del Dharma, a su vez, nos permite renacer en uno de los cielos del Mundo de la Forma y No-Forma.

Los siete reinos en el Mundo de la Forma son el Cielo Mahabrahman (aquí contado como distinto del primer cielo de meditación), los cuatro Cielos de Meditación, el Cielo de No-Pensamiento y el reino de los Cinco Cielos de Pureza (tomado como un solo reino). Los seres de este reino tienen cuerpos físicos y están sujetos a ciertas restricciones materiales, pero están libres de deseos y se alimentan de luz.

El Mundo de la No-Forma se encuentra por encima del Mundo de la Forma y el Mundo del Deseo. Es el reino inmaterial del espíritu, del que se dice que está libre de las limitaciones de la materia y de todo pensamiento sobre la materia. El Mundo de la No-Forma tiene cuatro reinos inmateriales: el Reino del Espacio Vacío Ilimitado, el Reino de la Conciencia Ilimitada, el Reino de la Nada y el Reino de Ni Pensamiento ni No Pensamiento. Estos reinos también se describen como estados mentales en los que uno puede permanecer logrando la meditación correspondiente. 

Sin embargo, el Triple Mundo se encuentran en el Samsara. Solo las Tierras Puras se encuentran fuera del Triple Mundo. A su vez, el Triple Mundo y las Tierras Puras se encuentran dentro del Dharmadhatu, el Reino Dhármico, y emana de la misma Esencia (Talidad) y Energía de Vida que anima todo en el universo, el Buda Eterno. Veamos lo que dice el Sutra del Nirvana.

"El Bodhisattva Kashyapa le dijo al Buda: "¡Oh, Honrado por el Mundo! ¿Existe el Ser en las 25 existencias o no?" 

"El Buda dijo: "¡Oh, buen hombre! el 'Ser' significa 'Tathagatagarbha' (Matriz Búdica, Naturaleza Búdica). Todo ser tiene la Naturaleza Búdica. Este es el Ser, que ha estado al amparo de innumerables impurezas. Es por eso que el hombre no puede verlo. ¡Oh, buen hombre! Imagina que hay una pobre mujer aquí. Ella tiene oro verdadero escondido en su casa. Pero ninguna de las personas de su casa, ya sea grande o pequeño, lo sabe. Pero hay un extraño, que, por conveniencia, le dice a la pobre mujer: 'Yo te emplearé. ¡Ahora debes ir y desyerbar la tierra!' La mujer responde: 'No puedo hacer esto ahora. Si dejas que mi hijo vea dónde está escondido el oro, pronto trabajaré para ti'. El hombre dice: 'Conozco el camino. Se lo señalaré a tu hijo'. La mujer dice además: 'Nadie de mi casa, sea grande o pequeño, sabe de esto. ¿Cómo puedes saberlo tú?' El hombre dice: 'Ahora lo dejaré claro'. La mujer dice además: 'Deseo ver. Por favor, déjame verlo'. Entonces, el hombre extrae el oro que había estado escondido. La mujer lo ve, se alegra y comienza a respetar a esa persona. ¡Oh, buen hombre! El caso es el mismo con la Naturaleza Búdica que tienen todos los seres sintientes. Nadie puede verlo. Esto es análogo al oro que la pobre mujer poseía y, sin embargo, no podía ver. ¡Oh, buen hombre! Ahora dejo que las personas vean la Naturaleza Búdica que poseen, que está cubierta por impurezas. Esto es análogo al pobre mujer que no puede ver el oro, a pesar de que lo posee. El Tathagata ahora revela a todos los seres el depósito de la Iluminación, que es la Naturaleza Búdica, como se le llama. Si todos los seres ven esto, se alegrarán y tomarán refugio en el Tathagata. El buen recurso es el Tathagata, y la pobre mujer es todos los innumerables seres, y el barril de oro verdadero es la Naturaleza Búdica".

Como vemos, todos los seres poseen la Naturaleza Búdica, el Verdadero Ser sobre el cual hemos hablado en capítulos pasados, pero no lo saben. Esto es porque la Naturaleza Búdica se encuentra en el corazón mismo de la Existencia y de todos los seres sintientes, pero la misma está cubierta de incontables deseos y pasiones. No obstante, aunque está cubierta por nuestro mal karma e impurezas, la Naturaleza Búdica es inmaculada y no se ve afectada por ello, aino que, aunque cubierta, siempre brilla y tiene la capacidad de revelarse en nuestras vidas. El Buda apareció en este mundo para revelarnos que todos poseemos la misma Esencia y que somos manifestaciones de la misma Energía de Vida que  es el Buda Eterno. Es por eso que todos nosotros podemos alcanzar el Despertar y convertirnos en Budas. 

Desde el punto de vista de la Realidad Convencional, los seres sintientes estan plagados de deseos, pasiones y mal karma, por lo que su Verdadera Naturaleza se encuentra en estado potencial e inmanifiesta. Sin embargo, desde el punto de vista de la Realidad Absoluta, poseemos todas las cualidades del Buda. Cuando practicamos el Dharma, manifestamos nuestra Naturaleza Búdica, purificamos nuestros deseos, pasiones y karmas, y alcanzamos el Despertar. Esto no es algo que alcanzamos fuera de nosotros, sino algo que poseemos desde el principio del tiempo y logramos manifestar en nuestras vidas. Esto es ilustrado en el Sutra del Loto con la Parábola de la Gema en el Abrigo, la cual hace eco de la pequeña parábola presentada en este capítulo. 

La Parábola de la Gema Escondida habla de un hombre empobrecido que va a visitar a un amigo cercano rico. Al ser tratado con vino, se emborracha y se queda dormido. El amigo rico debe salir por negocios, pero antes de irse, cose una joya de valor incalculable en el forro de la túnica de su amigo dormido. Cuando el hombre pobre despierta, no tiene idea de que le han dado la joya. Luego emprende un viaje. Para proveerse de comida y vestido, busca con todas sus energías, encontrando grandes dificultades. Estando siempre necesitado, se contenta con lo poco que puede obtener. Más tarde se encuentra con su viejo amigo, quien se sorprende por su pobreza y le muestra la joya de la túnica. El hombre se da cuenta por primera vez de que posee una joya de valor incalculable y se llena de alegría. Por supuesto, el hombre rico en esta parábola es el Buda, y la gema escondida es la Naturaleza Búdica. Lo mismo sucede con nuestra mente.

La Verdadera Naturaleza de la mente es igual al Dharmadhatu, la Realidad Ultima de todos los fenómenos, como una joya. Dentro de su estado presente, se manifiestan todo el potencial de esa Realidad, refractada por nuestro karma. Esa Realidad, aunque está siempre presente, es oscurecida por la Ignorancia Fundamental, nuestros deseos y pasiones y mal karma. Sin embargo, la práctica budiata nos permite remover todas esas coberturas y manifestar nuestra Verdadera Naturaleza.

Pero más allá de ser simplemente una presentación alterna de la capacidad de todos los seres de alcanzar la Budeidad por medio de su Naturaleza Búdica, el Sutra del Nirvana nos dice que este es nuestro Verdadero Ser, y que si lo descubrimos y manifestamos, podemos trascender todo miedo y dificultad y alcanzar nuestra verdadera meta en la vida.

"También, a continuación, ¡oh buen hombre! Como ejemplo: una mujer tiene un hijo que, siendo aún muy joven, es atacado por una enfermedad. Preocupada por esto, la mujer busca un buen médico. El buen médico viene y prepara tres medicinas, que son mantequilla, leche y caramelo de roca. Esto le da, para que el niño se lo tome. Entonces dice a la mujer: 'Cuando el niño haya tomado la medicina, no le des leche por algún tiempo. Cuando el medicamento se haya disipado, puede dar leche'. Luego, la mujer aplica una sustancia amarga en su pezón y le dice al niño: 'No lo toques (es decir, su pezón). Mi pezón es venenoso'. El niño se muere por la leche y quiere tenerla. Pero al enterarse del veneno, se aguanta. Después de que la medicina ha hecho su trabajo, la madre lava su pezón, llama a su hijo y le da su pezón. Aunque tiene hambre, el niño, habiendo oído hablar del veneno, no vendrá a él. La madre entonces dice: 'Solo puse veneno en mi pezón para darte la medicina. Como ya has tomado la medicina, me he lavado el veneno. ¡Ven! Toma mi pezón. Ya no es amargo'. Al escuchar esto, el niño regresa lentamente y lo toma. ¡Oh buen hombre! El caso es el mismo con el Tathagata. Para salvar a los seres, les da la enseñanza del No-Ser. Habiendo practicado así el Camino, los seres eliminan sus acondicionamientos mentales de aferrarse a sí mismos y obtienen el Nirvana. Todo esto es para eliminar los conceptos erróneos de las personas, para mostrarles el Camino y hacer que se mantengan por encima, para mostrar que se adhieran a sí mismos, que lo que se obtiene en el mundo es todo falso y no verdadero, y que les hagan practicar el No-Ser y purificarse. Esto es similar a la mujer que aplica una sustancia amarga a su pezón por amor al niño. Es lo mismo con el Tathagata. Para practicar el Vacío, digo que no existe el Ser. Esto es como la mujer que limpia su pezón y llama a su hijo para que participe de su leche. El caso es el mismo con el Buda: hablo del Tathagatagarbha. Por esta razón, los Bhiksus no tienen miedo. Es analogo nosotros al niño que escucha a su madre, vuelve lentamente y toma la leche. La situación es la misma con los Bhiksus. Deben saber bien que el Tathagata no esconde nada".

Como vimos en un capítulo anterior, originalmente, el Buda predicó la doctrina del No-Ser para permitir que los seres se desapegaran de sus cuerpos, deseos y pasiones, y de las concepciones erróneas del mundo y de sí mismos. Una vez lograron abrir sus corazones y mentes, ahora, en el Sutra del Nirvana, el Buda revela la existencia del Verdadero Ser, que es uno con el Buda Eterno y refleja la total interconexión de todos los seres y fenómenos en el Cosmos. 

Ahora que hemos recibido esta revelación, no podemos aferrarnos - como los seres se aferraban anteriormente a sus concepciones erróneas - a doctrinas primitivas budistas, que presentan verdades perciales e imperfectas como el No-Ser (Antaman), sino que debemos de mirar en nuestro interior, por medio de la meditación, comulgar con nuestra Verdadera Naturaleza, y descubrir nuestro Verdadero Ser, nuestra Naturaleza Búdica. 

El Sutra del Tathagatagarbha presenta la Naturaleza Búdica (Tathagatagarbha) como un Homúnculo Búdico, un Buda totalmente dotado de sabiduría, inmaculado, sentado majestuosamente en la postura del loto dentro del corazón de cada ser, claramente visible solo para un Buda perfecto con su visión sobrenatural. Otros dos Sutras importantes que preceden parcialmente la doctrina del Tathagatagarbha, el Sutra de Lankavatara y el Sutra del Rugir de León de la Reina de Srimala, presentan el Tathagatagarbha como una enseñanza completamente consistente e idéntica a la Vacuidad y sintetiza el Tathagatagarbha con el Sunyata de los Sutras Prajnaparamita o de Perfección de la Sabiduría. Igualmente, estos Sutras identifican la Naturaleza Búdica con el Alayavijnana, la Consciencia Alaya, como la conciencia del almacén u octava conciencia. Entonces, el proceso del Despertar comienza con la luz de la mente girando dentro de la octava conciencia, de modo que el la consciencia Alaya, también conocido como Tathagatagarbha, se transforma en la "Sabiduría del Espejo Brillante". Cuando esta transformación activa se completa, las otras siete conciencias también se transforman. La séptima conciencia de la discriminación engañosa (Manas o el "Ego") se transforma en la "Sabiduría de la Igualdad". La sexta conciencia del sentido del pensamiento se transforma en la "Sabiduría Profunda de Observación", y las primeras cinco conciencias de los cinco sentidos sensoriales se transforman en la "Sabiduría Omnipresente". Sin embargo, no es suficiente simplemente entender intelectualmente la Naturaleza Búdica. Más bien, debe experimentarse directamente, idealmente, por medio de la meditación.

Por otro lado, en el Sutra del Nirvana, la Naturaleza Búdica es presentada de una manera más abstracta, menos personalista, como la Esencia trascendental inherente e inmortal y que reside en un estado oculto (oculto por nuestros deseos, pasiones y mal karma) en cada ser sintiente - nuestro Verdadero Ser. De esta forma, el Buda nos revela ahora esta enseñanza como un antídoto contra una comprensión falsa y nihilista de la Vacuidad (Sunyata), en la que incluso el Nirvana y el Buda se consideraban erróneamente como ilusorios e irreales. No obstante, muchas personas aun lo perciben así. Es por eso que el Buda explica cómo él solo da sus enseñanzas secretas sobre la Naturaleza Búdica y el Verdadero Ser cuando sus discípulos ya no son como "niños pequeños" de capacidad limitada y de poder de asimilación insignificante, sino que han "crecido" y ya no pueden satisfechos con el sencillo alimento espiritual que habían recibido inicialmente. Mientras sus discípulos aún eran inmaduros, solo podían "digerir" el alimento espiritual simple y básico del "sufrimiento, la impermanencia y el no-ser", mientras que una vez que alcanzan la edad adulta espiritual requieren más nutrición espiritual y ahora están listos para asimilar las enseñanzas culminantes donde se presenta la Verdad en su totalidad.

Así que, no importa qué hayamos hecho, ni cual sea nuestro pasado o nuestro mal karma, nuestro Verdadero Ser es puro, inmaculado, perfecto y brillante, y nada puede disminuirlo o taparlo completamente. 

"La Naturaleza Búdica es fuerte y vigorosa. Es imposible de destruir. Por lo tanto, no hay nada que pueda matarla. Si hubiera algo que realmente pudiera matarla, la Naturaleza Búdica moriría. Pero nada puede jamás destruir tal Naturaleza del Buda. Nada de esta naturaleza puede ser cortado. La naturaleza del Ser no es otra cosa que el depósito oculto del Tathagata. Tal depósito nunca puede ser destruido, incendiado o eliminado. Aunque es no es posible destruirlo o verlo, uno puede conocerlo cuando alcanza la Iluminación insuperable. Por lo tanto, no hay nada que pueda matarlo." 

La Naturaleza Búdica existe de dos formas: (1) como potencial no manifestado, existente desde el principio del tiempo y en el corazón de todos los seres; y (2) como potencial desarrollado, manifestado gracias a el Dharma y las prácticas budistas, como la Meditación, el Nembutsu, los Preceptos y los Paramitas, etc. Pero el primer paso es desarrollar el Bodhicitta, el Deseo de Alcanzar el Despertar por el Bien de Todos los Seres Sintientes, y tomar Refugio en los Tres Tesoros, que como vimos, no son como los presenta el Budismo tradicional, sino en los Tres Tesoros Eternos del Buda Eterno (el Alma del Universo y nuestra Naturaleza Búdica), el Dharma Eterno (las Leyes Cósmicas y la Energía de Vida que anima a todo y busca el Despertar), y la Sangha Eterna (la comunidad de personas comprometidas con el Despertar y la salvación de todos los seres sintientes). El mismo Buda nos lo recuerda cuando dice:

"¡Oh, buen hombre! No veas los Tres Tesoros como lo hacen todos los Shravakas y los mortales comunes. En este Mahayana, no hay distinción entre los Tres Tesoros. ¿Por qué no? La Naturaleza Búdica contiene dentro de ella el Dharma y la Sangha. Para enseñar a los Shravakas y al común de los mortales, se recurre a la discriminación y se habla de los tres diferentes aspectos con respecto a los Tres Tesoros. Siguiendo el camino del mundo, se habla de la distinción con respecto a los Tres Tesoros. ¡Oh buen hombre! El Bodhisattva pensará: 'Este yo ahora se refugia en el Buda. Si este yo alcanza la Iluminación y la Budeidad, no mostraré respeto, adoración ni haré ofrendas a todos los Budas. ¿Por qué no? Porque todos los Budas son todos iguales. Todos ellos son refugio de todos los seres. Si uno desea respetar el Cuerpo del Dharma y las sharira (reliquias), también debe respetar las estupas de todos los Budas. ¿Por qué? Para guiar a todos los seres. También hace que los seres conciban en mí un pensamiento de estupa, para hacerlos adorar y hacer ofrendas. Tales seres hacen de mi Cuerpo del Dharma el lugar donde se refugian. Todos los seres se basan en lo que no es verdadero y lo que es falso. Ahora, paso a paso, revelaré el verdadero Dharma. Si hay personas que se refugian en monjes que no son del calibre adecuado, me convertiré en el verdadero refugio para ellos. Si hay quienes ven los Tres Refugios como distintos, me convertiré en un solo lugar donde puedan refugiarse. Así que no puede haber ninguna distinción entre los Tres Refugios. Para un ciego de nacimiento, seré sus ojos, y para los Shravakas y Pratyekabuddhas seré el verdadero refugio'. ¡Oh, buen hombre! Tales Bodhisattvas promulgan las obras del Buda por el bien de innumerables seres malvados y toda la gente sabia. ¡Oh, buen hombre! Hay, como ejemplo, una persona aquí que va al campo de batalla y piensa: 'Yo soy el primero de todos, el primero de todos estos. Todos los soldados dependen de mí'. Además, es como el príncipe que piensa: 'Conquistaré a todos los demás príncipes, sucederé en las obras de un gran emperador, ganaré un poder sin restricciones y haré que todos los demás príncipes me rindan homenaje. Por lo tanto, no permitas que entretenga un ápice de pensamiento de auto-entrega'. Al igual que con el príncipe del rey, también con el ministro. ¡Oh, buen hombre! El caso es el mismo con el Bodhisattva-Mahasattva, y él piensa: '¿Cómo se vuelven los tres uno conmigo?' ¡Oh, buen hombre! Hago (en mi enseñanza) que las tres cosas son Nirvana. El Tathagata es el insuperable. Por ejemplo, la cabeza es la parte más alta del cuerpo de un hombre, no las otras extremidades o las manos y piernas. Lo mismo ocurre con el Buda. Es el más respetado, no el Dharma o la Sangha. Para enseñar al mundo, se manifiesta de manera diversa. Es como subir una escalera. Siendo este el caso, no consideres los tres refugios como diferentes, como lo hacen los mortales comunes y los ignorantes. Permanece en el Mahayana con tanta valentía y decisión como una espada afilada".

El verdadero Refugio es el Buda Eterno, pues el Buda Eterno contiene dentro de sí mismo los Tres Refugios, así como posee los Tres Cuerpos. 

El Dharmakaya, el Cuerpo del Dharma, es eterno, puro, único; es el universo mismo y todo lo que está en el; es la esencia de la vida, la Verdad misma. Lo posee todo y no carece nada. El Dharmakaya trasciende toda concepción humana. Se considera que es la Sustancia de la sabiduría misma, y, como sustancia no tiene color ni forma ni va o viene de alguna parte, por lo que se encuentra en todas partes, es en sí un aspecto no originado e inextinguible, es decir sin principio ni fin, que se encuentra en todas partes, en todo momento y en todo lugar y se accede a él mediante la investigación de nuestro propio ser. Este estado es inmutable ya que es absoluto y no tiene límites creados por el tiempo o el espacio, es un algo que no se puede definir ya que no existe forma de definir algo que no tiene principio ni fin, y la única conceptualización posible se asocia con la pureza primordial. La esencia de Buda lo llena todo y existe eternamente por encima del concepto humano o de las dudas acerca de Buda ya que es sustrato de todo fenómeno manifiesto y de todo ser sintiente siendo al mismo tiempo todo cuanto existe y nada a la vez. Este cuerpo es representado por el Buda Eterno, representado por el Buda Mahavairocana (Dainichi Nyorai).

Este es el Buda Eterno, la Realidad (Tathata) de la cual emanan todos los Budas (Tathagatas), y de la cual emana todo en el Cosmos. Ahora, existen dos tipos de Dharmakaya: el Dharmakaya de la Talidad (Sabiduría), el Buda Eterno impersonal, la Unidad; más allá del tiempo y la forma; la realidad trascendente; la Luz, personificado como el Buda Mahavairocana; y el Dharmakaya de Actividad Hábil (Compasiva), la cual asume forma y personalidad para revelarse a los seres sintientes; la realidad inmanente; la Vida, personificado como el Buda Amida. Ambos son dos caras de la misma moneda. Aunque son dos realidades inseparables, trascendentes, fuera del tiempo y el espacio, el Dharmakaya de Actividad Hábil, se manifiesta en movimiento y entra en la forma y el tiempo como una presencia que lo permea todo para revelarse a los seres sintientes. La habilidad de llevar a los seres a la Budeidad, a la Unidad, surge del fundamento del Buda Amida en la Talidad o el Nirvana, pero la liberación de todos los seres requiere la capacidad de volverse activo en la vida de los seres sintientes.

El Sambhogakaya es la Naturaleza del Buda que emerge del Dharmakaya, dado a su compasión y sabiduría, como un espíritu sin forma que se manifiesta con formas y símbolos como el nacimiento y la muerte, hace votos, entrena y revela su nombre para llevar a todos los seres al Despertar. Es el cuerpo o emanación compasiva del Buda para aparecerse ante los seres en el espacio y el tiempo. La compasión es la Esencia de su cuerpo y el espíritu del Buda busca innumerables formas, medios hábiles y vehículos para instruír a los seres y llevarlos a la emancipación. Como un fuego que una vez encendido no muere hasta su alimento se acaba, la compasión del Buda no cesará hasta que las pasiones se hallan conquistado. Este cuerpo es representado por el Buda Amida en su Tierra Pura o el Buda de la Medicina (Yakushi Nyorai). 

El Nirmanakaya es el cuerpo que el Buda usa para bajar a los mundos y predicar el Dharma a todos los seres. Es la potencialidad encarnada. El Buda Shakyamuni es el Nirmanakaya del Universo, quien nos dejó 84,000 enseñanzas para llevarnos al Despertar. De todas estas, el Sutra del Loto es suprema, pues en este Sutra el Buda nos muestra que aunque sus enseñanzas parezcan muchas, su esencia es una - el que todos los seres alcancen el Despertar y se conviertan en Budas. 

Dado a que todos somos emanaciones del Dharmakaya, todos poseemos la Naturaleza Búdica, la capacidad de alcanzar el Despertar y convertirnos en Budas. ¿Dónde puede florecer nuestra Naturaleza Búdica Innata? Solo en el Nirmanakaya, el "Cuerpo Encarnado". El Nirmanakaya es el mundo fenomenal: nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestras circunstancias y todo lo que nos rodea. En este aspecto, el universo es una gran matriz (Garbha) que produce a los Budas (Tathagata) y a todos los seres sintientes y se encuentra en vias de Iluminación. Entonces, la Naturaleza Búdica, el Sambhogakaya, es el Espíritu Santo del Buda dentro de todos y cada uno de nosotros, la cual nos anima y nos mueve a alcanzar el Despertar. Es la Naturaleza Búdica (nuestro espíritu iluminado) el Verdadero Atman, el Verdadero Ser, que se manifiesta en el universo dual fenomenal para alcanzar la Iluminación y hacer del mismo una Tierra Pura.

Muchos de nosotros podemos estarnos preguntando: ¿Cómo es posible esto, si soy un ser tonto, lleno de deseos y pasiones ciegas, que solo vela por sus intereses? Esto es cierto en la Realidad Convencional del mundo dual del Samsara, pero en la Realidad Absoluta, incluso esos deseos, pasiones y mal karma son una manifestación de la Unidad Fundamental.

El Gran Maestro Chih-i equiparó la Naturaleza Búdica (Tathagatagarbha) con la Vacuidad (Sunyata), describiendo la Naturaleza Búdica como abarcadora, inmanente y trascendente, pero funcional, que aunque permanente y eterna, es dinámica, pues se vierte dentro del mundo fenomenal para ayudar a todos los seres sintientes a Despertar. Por ello, es una manifestación del Camino Medio. Es por ello que Chhi-i nos dice que el Samsara es idéntico al Nirvana, y que los Deseos son la Iluminación. Esto no significa que no necesitemos la práctica. Como hemos mencionado, si bien somos estamos Iluminados Originalmente, lo estamos en potencial, pero debemos manifestarlo. Esto solo es posible a través de la práctica. Esto es la doctrina Tendai de la Iluminación Original.

La doctrina Tendai de la Iluminación Original (Hongaku) contrasta con la "Iluminación Adquirida" (Shikaku), la visión de que la Iluminación se produce como resultado de llevar a cabo la práctica budista, disipar las ilusiones y desarrollar la sabiduría. Este es el punto de vista del a mayoría de las escuelas budistas en el mundo. En la escuela Tendai, la doctrina de la  Iluminación Original, con sus bases en el Sutra del Loto y del Nirvana - las Enseñanzas Perfectas y Completas - nos dice que las personas comunes ya son Budas incluso antes de dedicarse a la práctica budista, y que el mundo tal como es es igual al mundo de la Iluminación. Esta doctrina es profundamente positiva, pues muestra el lado comprometido del Budismo al abrazar el mundo, no negarlo, y nos dice que, si bien poseemos deseos y pasiones, podemos transformar los mismos - los deseos y sufrimientos terrenales pueden transformarse en beneficio e Iluminación en virtud del poder del Dharma.

El Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana nos enseñan que, al descubrir nuestra Naturaleza Búdica, uno puede alcanzar el estado del Nirvana en su forma actual como una persona ordinaria que posee deseos terrenales y sufre los sufrimientos del nacimiento y la muerte. Esto ilustra el principio de que los sufrimientos del nacimiento y la muerte no son otros que el Nirvana. Desde el punto de vista del Verdadero Budismo, el nacimiento y la muerte son dos fases integrales de la Vida Eterna. El Nirvana, por lo tanto, no es el cese del nacimiento y la muerte del Samsara, sino un estado de Iluminación que se experimenta cuando uno repite el ciclo de nacimiento y muerte del Samsara. Los sufrimientos del nacimiento y la muerte y el Nirvana, o la Iluminación, son inseparables. No es necesario extinguir uno para alcanzar el otro. Esto es a lo que se refiere Chih-i cuando dice que estos sufrimientos pertenecen a los nueve mundos (Infiernos, Hambruna, Animalidad, Asuras, Humanidad, Cielos, Shravakas, Pratyekabuddhas y Bodhisattvas), y el Nirvana, al mundo de la Budeidad. Dado a que los nueve mundos y el mundo de la Budeidad se incluyen mutuamente, cada mundo puede manifestar los otros nueve, es por ello que podemos manifestar la Budeidad mientras estamos en el mundo de la Humanidad. Al manifestar el estado de Budeidad en el Samsara, uno disfruta del Nirvana mientras repite el ciclo de nacimiento y muerte. 

Si estamos leyendo estas líneas, debes estar seguro que has generado el mérito y la virtud necesaria para encontrar estas enseñanzas, pero más que ello, es un regalo del Buda Eterno para ti en este momento. Siendo la Realidad Absoluta (Dharmadhathu) algo eterno pero dinámico, en última instancia, es el trabajo incansable de ese mismo dinamismo lo que nos ayudó, vida tras vida, a preprararnos para esta enseñanza y descubrir este camino. 

La Naturaleza Búdica es la quintaesencia última, pura, inasible, inconcebible, irreductible, inatacable, ilimitada, verdadera e inmortal de la Realidad emancipadora del Buda, el núcleo mismo de su naturaleza sublime (Dharmakaya). Por lo tanto, es el Verdadero Ser interior y oculto (Atman), intocado por toda impureza y ego codicioso de nuestro ser falso y finito. Debido a su ocultación, es extremadamente difícil de percibir. Por eso el Dharmadhathu produce a los Budas.

El Buda Eterno (Dharmakaya), entonces, es la personificación misma del Cosmos, quien por amor y compasión a sus criaturas, aparece en los mundos duales para revelar su Dharma Eterno (Sambhogakaya), salvarnos del sufrimiento y revelarnos la Unidad Fundamental, y ayudarnos a revelar la Verdadera Naturaleza del mundo (Nirmanakaya), la Tierra Pura, y hacerla una realidad en nuestras vidas, manifestando la Sangha Eterna. Es por ello que el Buda Eterno, el Dharmakaya, es el Verdadero Refugio, pues contiene los Tres Refugios.

"El Bodhisattva Kashyapa le dijo al Buda: 'Pregunto sobre lo que sé, no sobre lo que no sé. Pregunto sobre acciones puras e inmaculadas por el bien de los Bodhisattvas enormemente valientes, para que el Tathagata, por el bien de los Bodhisattvas, proclame lo que es maravilloso y lo exponga, y así (los Bodhisattvas) desearán alabar los Sutras Mahayana. El Tathagata, el Compasivo, ahora habla. Yo también moraré pacíficamente en ello. Las acciones puras del Bodhisattva están bien proclamadas en el Sutra del Nirvana. ¡Oh, Honrado por el Mundo! Ahora, por el bien de todos los seres, difundiré la tesorería no revelada del Tathagata. Además, ahora daré fe y conoceré los Tres Refugios. Si cualquier ser cree firmemente en la enseñanza del Sutra del Nirvana, ese ser alcanzará los Tres Refugios de manera natural y clara.'"

Ahora que hemos recibido esta maravilla enseñanza, debemos de aceptarla con fe hasta que su veracidad sea manifiesta en nuestras vidas. Debemos recordar que estas enseñanzas del Sutra del Nirvana, al igual que las del Sutra del Loto y el Sutra Avatamsaka, - la "Tesorería no revelada del Tathagata" - fueron predicadas para seres de capacidad superior que estaban preparados para recibirlas en su forma completa y perfecta, y que no las podremos comprobar inmediatamente. Pero si tenemos fe, la fe nos puede llevar muy lejos, y algún día, gracias a la Gracia del Buda y a nuestra práctica dedicada, podremo revelar nuestra Naturaleza Búdica y hacerla brillar, manifestandose en todos los aspectos de nuestras vidas, revelando nuestra Budeidad Innata, alcanzando el estado de Hijos del Buda, y podremos superar y trascender todas nuestras viscicitudes y salir victoriosos en esta vida. Pero debemos recordar que nuestra Naturaleza Búdica es algo que descubrimos a medida que caminamos el Camino del Bodhisattva, siempre siguiendo nuestra meta principal de alcanzar el Despetar, mientras trabajamos incansablemente por salvar a todos los seres sintientes. 

"Entonces el Buda elogió al Bodhisattva Kashyapa: '¡Bien dicho, bien dicho, oh buen hombre! Has logrado la más profunda y aguda de las Sabidurías'."

El Budismo es una religión llena de optimismo, y la misma contiene, como hemos visto, todo lo necesario para nuestras vidas. Somos seres que vivimos en una encrucijada, entre la Iluminación y la Ignorancia, entre ser Budas y ser seres sintientes ignorantes, llenos de pasiones y deseos, y como tal, debemos de trabajar diligentemente por descubrir, manifestar y hacer brillar nuestra Naturaleza Búdica en nuestras vidas, y ayudar a los demás seres sintientes, pues solo así las sublimes verdades contenidas en este Sutra pueden llegarse a concretizar. 

martes, 10 de mayo de 2022

El Buda es Vida Eterna: Ciclo de Lecturas sobre el Sutra del Nirvana - Capítulo 11 - Los Cuatro Sellos del Dharma

 Hoy, continuamos nuestro nuevo Ciclo de Lecturas sobre el Sutra del Nirvana, el último sermón dado por el Buda Shakyamuni en el mundo. El mismo es sumamente importante para el Budismo Mahayana, ya que fue parte de sus Enseñanzas Perfectas y Completas, donde reveló la totalidad de la Verdad de su Despertar, confirma sus enseñanzas superiores dadas en el Sutra del Loto, y contiene tres enseñanzas importantes: (1) el Buda es vida eterna - lo que llamamos "Budas" son manifestaciones de la Realidad Ultima, el Dharmakaya, el cual se manifiesta en los mundos para revelar el Dharma y salvar a todos los seres sintientes del sufrimiento, y llevarlos al Nirvana: la Unidad; (2) dado a que todos somos una expresión de la Unidad, de la Realidad Ultima, cuando descubrimos y accesamos a la Unidad Fundamental, por medio de nuestra Naturaleza Búdica, accesamos a nuestro Verdadero Ser (Atman), y esa Naturaleza Búdica es uno con el Buda Eterno; y (3) la meta final del Budismo es alcanzar el Despertar para  continuar la labor salvífica del Bodhisattva en el mundo, no alcanzar el Nirvana, pues el Nirvana, lejos de ser una meta final, es un estado mental al cual todos los seres pueden accesar por medio de su Despertar. Por ello, no hay una "extinción final", sino que todos somos una manifestación de la Vida Eterna del Cosmos. Con todo esto, el Sutra del Nirvana explica la verdadera naturaleza del Buda y de la Realidad, nuestra unidad con la misma, y la verdadera naturaleza del Nirvana.

En este estudio, presentaremos semanalmente una traducción al español de extractos importantes de cada capítulo del Sutra, con un comentario (exégesis) que dilucida sus enseñanzas, sus implicaciones, y cómo podemos aplicarlas en nuestra vida diaria. Esta es la primera vez que se comenta el Sutra del Nirvana y se presenta el mismo en español en el mundo. Espero que el mismo sea del agrado de todos los budistas en el mundo hispano.

Capítulo 11 - Los Cuatro Sellos del Dharma

En el capítulo anterior, vimos que el Buda explicó las Cuatro Nobles Verdades, su primera enseñanza en el mundo, a la luz de la revelación final de la Verdad en el Sutra del Loto. Pero a medida que reflexionamos, podemos ver que estas "Nuevas Cuatro Verdades" estaban contenidas en su primer sermón, el Sutra del Giro de la Rueda del Dharma, del periodo Hinayana o Nikaya, pero las personas solo pudieron leer su significado literal y superficial. Por esto, el Buda, en sus últimas horas en este mundo, volvió a explicar las mismas a la luz de su Despertar. Lo mismo ha hecho con otras enseñanzas a lo largo del Sutra del Nirvana, como la verdadera naturaleza del Buda y del mundo, la verdadera realidad del Nirvana y del Ser, así como el verdadero significado de los Tres Tesoros del Buda, el Dharma y la Sangha, entre otras. Ahora, en este capítulo, que es una continuación del capítulo anterior, veremos el verdadero significado de los Cuatro Sellos del Dharma, otra de sus enseñanzas tempranas.

Los Cuatro Sellos del Dharma es una enseñanza básica budista que estipula que el mundo está caracterizado por cuatro cosas: (1) Sufrimiento, (2) Impermanencia, (3) No-Ser, y (4) Impureza. De muchas maneras podemos atestar a la verdad de estos Cuatro Sellos. La vida es realmente difícil, y está llena de altos y bajos, los cuales crean un sin número de insatisfacciones. Gran parte de nuestro sufrimient surge de la realidad de que todo está en constante cambio, y por ello, es impermanente. Nada dura para siempre: nuestros seres queridos mueren, las cosas que nos causan felicidad y placer perecen, los tiempos y las circunstancias cambian...nada es igual para siempre. 

Por encima de esto, gran parte de lo que creemos cierto o real es falso e irreal: no poseemos un ser individual e independiente de todos - es decir, no poseemos un alma eterna e inmortal que trascienda nuestra muerte física y reencarne en otra existencia - sino que lo que llamamos nuestro "ser" es un conglomerado de Cinco Skandhas formados por (1) nuestro cuerpo - el cual es impermanente, se enferma, envejece y muere -, (2) nuestras emociones - que son aun más impermanentes y sujetas al cambio que el mismo cuerpo -, (3) nuestros pensamientos - los cuales surgen y desaparecen, solo quedando la memoria, la cual muere con la muerte del cuerpo físico -, (4) nuestra voluntad y (5) nuestra consciencia. 

El Budismo subdivide la consciencia en Nueve Conciencias: (1-5) las primeras cinco corresponden a las consciencias de nuestros cinco sentidos, (6) la sexta consciencia es nuestra mente, nuestra memoria, la cual analiza, categoriza y almacena todo lo que recibimos de los cinco sentidos y crea la memoria, y con todo esto, produce nueva información, (7) la séptima consciencia, la cual es nuestro "ego", pues surge de la impresión de que, dado a que experimentamos el mundo, tenemos memoria y perceción dual, somos algo separado e independiente del todo; (8) la octava consciencia, la cual es el Almacén de la Consciencia Colectiva nuestra y de todos los seres, donde se almacena todo el karma nuestro y de los demás seres en el pasado, presente y futuro; y (9) la Consciencia Universal o Amala, la Budeidad, la cual es el trasfondo o la Energía Vital que mueve todo en el Cosmos. Todo esto hace que tengamos ideas erróneas de nosotros mismos y del mundo, y que pensemos, digamos y hagamos cosas negativas, las cuales general mal karma, y solo perpetúan nuestro engaño y nuestro sufrimiento, vida tras vida, mundo tras mundo, en el Samsara, y hagan de esto un lugar impuro, pues continuamos ahogándonos en el océano del sufrimiento de nacimientos y muertes del Samsara sin un mapa o una luz que nos guía de Esta Orilla del Sufrimiento a la Otra Orilla del Nirvana. Es por eso que el Buda apareció en este mundo y predicó el Dharma.

Esta era la enseñanza del Budismo Primitivo. Esto fue lo que el Buda enseñó originalmente, para preparar las mentes de los seres a desapegarse de sus nociones erróneas del mundo y de sí mismos y del deseo, y dirigieran sus mentes a ideales más y más elevados, para que pudieran poco a poco abrir sus mentes y preparar sus corazones para recibir la totalidad de su Despertar y revelar la Verdad. Pero en este momento en el Sutra, la Verdad ya ha sido revelada en el mundo, pero los seres aun se aferran a las enseñanzas parciales e incompletas. Tristemente, esto aun continúa ocurriendo en el mundo budista en el Siglo 21. Es por ello que el Buda, en este capítulo, aclara la enseñanza de los Cuatro Sellos del Dharma a la luz de la Verdad de la Budeidad.

Muchos budistas se aferran, como hemos mencionado, a las primeras dos de las Cuatro Nobles Verdades, y solo predican la doctrina del Sufrimiento y la Impermanencia, y se olvidan de las otras dos Nobles Verdades de la Psibilidad de Aliviar y del Camino Fuera del Sufrimiento. Solo se enfocan en el Otoño y el Invierno e ignoran la Primavera y el Verano. La Impermanencia declara que, así como las cosas buenas son impermanentes, de igual forma - y para nuestro alivio - las cosas malas son igualmente pasajeras. El sol sale y se pone todos los días. La luna crece y mengua cada mes. Las estaciones cambian a medida que gira la rueda del año. Y en nuestras propias vidas, siempre habrá momentos de abundancia y luz, seguidos de periodos de escasez y oscuridad. Así es como funciona, y aceptar que nada dura para siempre puede quitarte una carga de los hombros. No puedes luchar contra el cambio, como tampoco puedes luchar contra la luna. Hay paz que se puede encontrar en simplemente dejar ir. Al final, lo mejor que podemos hacer es dar lo mejor de nosotros mismos, y dejar el resto en las manos del Buda Eterno.

"El Buda le dijo a Kashyapa: 'Hablamos de los Cuatro Sellos del Dharma o las 'Cuatro Inversiones'. Se habla de 'inversión' cuando abrigamos la idea del sufrimiento donde no hay sufrimiento. 'No sufrimiento' es el Tathagata. Surge la idea de sufrimiento cuando una persona piensa que todos los Tathagatas no son eternos y que cambian. Si una persona dice que el Tathagata cambia, esto es (el concepto del) sufrimiento y constituye un gran pecado. Si una persona dice que el Tathagata renuncia a este cuerpo de sufrimiento y entra en el Nirvana, y que esto es como combustible que se quema todo, por lo que el fuego se apaga, esto es tener la idea de sufrir vis-a-vis el no-sufrir. Esto es una inversión (de la verdad) Una persona podría decir: 'Decir que el Tathagata es Eterno es una visión egocéntrica. De esta visión egocéntrica surgen innumerables pecados. Por lo tanto, uno debería decir que el Tathagata no es Eterno, y al (decir) esto obtendré Bienaventuranza'. El hecho de que el Tathagata no sea Eterno implicaría sufrimiento. Si hay sufrimiento, ¿cómo podría uno esperar encontrar la Felicidad en eso? Cuando la idea de la Felicidad ocurre (en tal conexión), decimos 'inversión'. Esto se dice porque el pensamiento del sufrimiento surge en (lo que verdaderamente es) la Felicidad. La Felicidad es el Tathagata. El sufrimiento es lo no Eterno del Tathagata. Si una persona dice que el Tathagata no es Eterno, esto es un pensamiento de sufrimiento en Bienaventuranza. El hecho de que el Tathagata sea Eterno es Bienaventuranza. Si digo que el Tathagata es Eterno, ¿cómo puedo entrar en el Nirvana? Si digo que el Tathagata no sufre, ¿cómo podría desechar mi cuerpo y entrar en el Nirvana? Cuando una persona tiene el pensamiento de sufrir en Bienaventuranza, decimos que esto es una inversión, esta es la primera inversión."

Aquí el Buda nos dice que, si bien existe el Sufrimiento, existe una forma de aliviarlo. Esta forma radica en alcanzar un entendimiento profundo de la Verdadera Naturaleza de la Realidad, de cómo funciona el mundo, y de tomar pasos proactivos para actuar y vivir acorde con ello. Cuando escuchamos y estudiamos el Dharma, podemos obtener una idea clara de las Leyes Universales que rigen el Cosmos, ver nuestra Verdadera Naturaleza y la de la Realidad - la Unidad Fundamental - y pensar, hablar y actuar conforme a ella en este mundo de la dualidad. Esto es fácil de leer y de entender, pero es bien difícil de poner en práctica. Es por eso que, en estas líneas, el Buda nos recuerda que, al igual que él, todos participamos en la Vida Eterna del Universo, y dado a que somos uno con el Buda Eterno, nunca estamos solos, y el Buda siempre se encuentra con nosotros, ayudándonos en cada paso, y que nunca nos abandona.

No podemos pensar que el Buda es alguien que acabó su karma y entró en la Exitinción Final del Nirvana, y que esta es nuestra meta igualmente, como piensan los Hinayana, quienes aborrecen este mundo, su dualidad y su sufrimiento, y se niegan a ver las maravillas y los milagros que nos rodean diariamente. Este es el caso de quellos que quieren dejar todo atrás y no aceptan la Verdadera Naturaleza de la Realidad, y creen que con darle la espalda, pueden salir de ella. Esto es perpetuar la Ignorancia Fundamental. Pero como la ciencia y el Buda nos revelan, el mundo es continuo, y no hay forma de escapar de él. Lo mejor que podemos hacer es entender su funcionamiento y tratar de vivir de acuerdo con el, en paz y armonía, tratando de mejorarnos a nosotros mismos y de ayudar a los demás. Somos uno con el Buda Eterno (Universo), y somos todos manifestaciones irremplazables y únicas de la Vida Eterna. Por ello, es nuestra misión despertar a esta Relaidad y ayudar a los demás. Este es el Camino del Bodhisattva. Este es el verdadero significado del Despertar. Todo lo contrario es Sufrimiento.

"La idea de lo Eterno frente a lo no Eterno, y la idea de lo no Eterno frente a lo Eterno, son inversiones. Lo no Eterno es la no práctica del Vacío. Cuando no se practica el Vacío, la vida se acorta, si se dice: 'Si no se practica el Vacío y la quietud, se alcanza la vida eterna', es una inversión, es la segunda inversión."

Aquí el Buda nos explica que, s ibien todo es Impermanente, esto es solo real al nivel de la Realidad Convencional dual, pues debajo de esta realidad, existe la Realidad Absoluta, la Unidad Fundamental. Por ello, si bien todo cambia, ese cambio - la Esencia, no el fenómeno - es eterno. Cuando experimentamos lo Eterno, podemos accesar a una inagotable fuente de fuerza, paz, calma y armonía, y obetenr toda la perseverancia necesaria para poder trascender nuestros problemas y viscicitudes y vivir en armonía. Esto lo podemos lograr por medio de la Meditación y el Nembutsu, nuestra comunión con lo Eterno; participamos en la Vida Eterna.

“El pensamiento del Ser con respecto al no-Ser, y el pensamiento del no-Ser con respecto al Ser, son inversiones. La gente del mundo dice que existe el Ser, y dentro del Budismo también decimos que existe el Ser. Pero e mundo dice que existe el Ser, pero no existe la Naturaleza Búdica. Esto es tener la idea del Ser en (lo que es) el no-Ser. Esto es una inversión. 'El Sí mismo del que se habla en el Budismo es la Naturaleza Búdica'. La gente del mundo dice que no hay Ser en el Budismo. Esta es la idea del no-Ser en el Ser. 'Es definitivo que no hay un Ser en la enseñanza budista. Es por eso que el Tathagata les dice a sus discípulos que practiquen el desinterés'. Si se dice eso, esto es una inversión. Esta es la tercera inversión."

En este pasaje, nuevamente, el Buda toca la doctrina del No-ser y del Verdadero Ser, como lo ha hecho - y continuará haciendo - por todo el Sutra del Nirvana. Esto es porque esta es tal vez una del as doctrinas finales y completas más difíciles para muchos budistas. Pero nuevamente, el Buda distingue el Ser en el Budismo con el Ser en otras tradiciones religiosas, aclareciendo que si bien el nombre es similar, no son lo mismo. Como recordaremos, podemos ver nuestro Verdadero Ser desde dos niveles: (1) a nivel micro, nuestro Verdadero Ser es nuestra Naturaleza Búdica manifestada en el mundo; es el Ser que se revela cuando alineamos nuestros pensamientos, palabras y acciones al Dharma Eterno del Buda. En otras palabras, nuestro Verdadero Ser es nuestro reconocimiento, aceptación y manifestación de nuestro rol como Bodhisattvas, como Hijos del Buda, en el mundo. (2) Por otro lado, nuestro Verdadero Ser es nuestro reconocimiento y comunión con el Buda, nuestra Unidad Fundamental, nuestra total interconexión con todos los seres sintientes. En ambos niveles, nuestro Verdadero Ser no es algo separado e independiente del Todo, sino la máxima expresión de la doctrina budista de la Originación Interdependiente. Cuando meditamos o cuando recitamos el Nembutsu, comulgamos con nuestro Verdadero Ser, con el Buda Eterno. En este pasaje, el Buda nos dice literalmente que nuestro Verdadero Ser es nuestra Naturaleza Búdica, y la misma es una con todos los seres sintientes. 

No podemos seguir aferrándonos a la doctrina primitiva del No-Ser del Budismo Hinayana. Cuando descubrimos y hacemos brillar nuestra Verdadera Naturaleza, nuestra Naturaleza Búdica, descubrimos que, lejos de ser impuros, somos puros, pues todo en el Cosmos es puro. Esto es lo que el Buda aclara con el sello final del Dharma.

"Lo no Puro en lo Puro, y lo Puro en lo no Puro, son inversiones. Lo Puro se relaciona con lo Eterno del Tathagata. No es un cuerpo sustentado por alimentos, no es un cuerpo de ilusión. No es un cuerpo carnal, no un cuerpo hecho de tendones y huesos. Si uno dice que el Tathagata no es Eterno, un cuerpo sostenido por alimentos, unido por tendones y huesos, y que el Dharma, la Sangha y la emancipación se extinguen, esto es una inversión. Decimos que la idea de lo no puro en lo puro es una inversión. Una persona podría decir que no hay una pizca de lo que es no puro en su mente, que como no hay una sola cosa que sea no puro, entra en un lugar que es puro, y como la persona practica la meditación de lo no puro de la que habló el Tathagata, todo lo que se dijo arriba debe ser falso. Si una persona habla así, esto es una inversión. Esta es la cuarta inversión".

Aquí el Buda nos explica que, dado a que todo es Uno, todo es puro. La impureza es solo una manifestación de nuestra mente dual. En el Sutra de Vimalakirti, el Buda nos dijo que no existen mundos puros y mundos impuros, sino que la diferencia radica en las mentes de los seres sintientes. Este Mundo Saha mismo es una Tierra Pura. En la Realidad Absoluta, todo es Uno y está intrínsicamente interconectado. Esto es lo que se llama en el Budismo el Mundo Dhármico. Este cuarto Sello del Dharma es uno que el Buda expande en el próximo capítulo. Cuando abrimos nuestros corazones y mentes y entendemos esto cabalmente, podemos unir nuestras manos, ver nuestro Salvador, y decir:

"El Bodhisattva Kashyapa le dijo al Buda: '¡Oh, Honrado por el Mundo! Ahora he obtenido por primera vez la visión correcta. ¡Oh, Honrado por el Mundo! Hasta ahora, todos nosotros éramos aquellos que moraban en pensamientos erróneos'".

La Reina Maya: La Madre del Buda y del Mundo - Sermón del Día de las Madres 2022

 

¡Feliz Día de las Madres! Hoy, en este día tan especial, conmemoramos a nuestras madres, y les damos las gracias. En nuestra tradición budista, encontramos dos madres especiales: Mahamaya, la madre biológica de Siddhartha Gautama (Buda), y Mahaprajapati, su tía adoptiva. La Reina Maya, la Madre del Buda de nuestra era, murió poco después de su nacimiento. Entonces, el futuro Buda fue criado por su tía y madrastra, Mahaprajapati. Pero hay muchas otras.

La concepción y el nacimiento de Buda fueron milagrosos. El Buda fue concebido cuando un elefante blanco entró como un rayo de luz por el lado derecho de la Reina Maya. Igualmente, el Buda nació del lado derecho de su Madre. La luz emanaba de cada poro del cuerpo del Bodhisattva, mientras residía en el cielo Tusita (gozoso) antes de descender a la tierra. 

El Sutra Avatamsaka, describiendo el nacimiento milagroso del Buda en este mundo, narra que cuando la Reina Maya iba a dar a luz al Buda, el Jardín de Lumbini, donde nació, se transformó en una Tierra Pura:

"Entonces aparecieron diez presagios milagrosos en esta arboleda de Lumbini. ¿Qué diez? Toda la arboleda quedó nivelada, sin terreno irregular, sin montañas; este fue el primer presagio que apareció. Entonces toda la arboleda quedó libre de grava y zarzas, y el suelo se volvió adamantino, cubierto de joyas; este fue el segundo presagio que apareció. Entonces todo el bosque se adornó con hileras de árboles de toda clase de joyas; este fue el tercer presagio que apareció. Entonces todo el bosque se adornó con adornos puestos sobre raíces de árboles, hecho de figurillas de joyas aromáticas, echando brotes más fragantes que los perfumes celestiales, brotando de minas de polvos aromáticos, produciendo multitudes de toda clase de pendones y pendones, este fue el cuarto presagio que apareció. Entonces toda la arboleda se llenó de toda clase de arreglos de guirnaldas de varias flores celestiales; este fue el quinto presagio que apareció. Luego se abrieron grandes tesoros de joyas en todos los árboles de este bosquecillo; este fue el sexto presagio que apareció. Luego, en todos los estanques de loto en la arboleda, todo tipo de lotos joya brotaron de la tierra en capullo y emergieron en la superficie del agua; este fue el séptimo presagio que apareció. Luego, los diversos seres de los reinos del deseo y el reino de la forma en este mundo se pararon reverentemente aquí en este bosque; este fue el octavo presagio en aparecer. Entonces las hembras de todas las diversas clases de seres vinieron aquí alegremente con toda clase de ofrendas y se inclinaron ante la higuera sagrada; este fue el noveno presagio que apareció. Luego aparecieron en este bosque luces llamadas 'lámpara de las manifestaciones mágicas del nacimiento de los seres iluminados' que emanaban de los ombligos de todos los Budas de las diez direcciones; y en todos los rayos de luz, se vieron reflejos de las manifestaciones mágicas de los nacimientos de todos los Budas, y los sonidos de las voces de los Budas hablando de las virtudes de los seres iluminados mágicamente se escucharon emanando de los rayos de luz. Este fue el décimo presagio que apareció. Estos diez presagios aparecieron cuando se acercaba el momento del nacimiento del ser iluminado Shakyamuni, y debido a la aparición de estos presagios se les ocurrió a todos los líderes mundiales que el ser iluminado nacería.

"Entonces, cuando la Reina Maya salió de la ciudad de Kapilavastu, diez presagios de gran luz aparecieron en esta arboleda de Lumbini, por cuya apariencia creció el fervor de la alegría de la visión de la enseñanza de la omnisciencia en incontables seres. ¿Cuáles eran los diez? La luz apareció en las cámaras de todas las torres de joyas en el nivel del suelo, la luz apareció en los capullos de todas las fragantes flores, la luz apareció en los capullos de todas las joyas de loto, provenientes de todos los pétalos, y de ellos fluyó un dulce y agradable sonido, también apareció la luz de la primera inspiración de los seres iluminados de las diez direcciones, iluminando esta arboleda de Lumbini, también la mística manifestación de luz de los seres iluminados de las diez direcciones que entran en todas las etapas de los seres iluminados aparecieron en este bosque. Además, la luz del logro del conocimiento en la consumación de todos los caminos trascendentes por parte de los seres iluminados de las diez direcciones apareció en esta arboleda. También la luz del conocimiento que controla todos los votos de los seres iluminados de las diez direcciones apareció en esta arboleda. También la luz del conocimiento de todas las disciplinas del desarrollo de los seres iluminados apareció en esta arboleda. También la luz del logro del conocimiento de los principios del reino de la realidad de todos los seres iluminados apareció en esta arboleda. También la luz del logro del conocimiento de todos los seres iluminados del nacimiento proyectado de Buda, el abandono de la sociedad y la realización de la Iluminación apareció en esta arboleda. Aparecieron estos diez presagios de luz, por los cuales se iluminó la oscuridad de los recovecos de las mentes de infinitos seres iluminados."

De igual forma, el Sutra Avatamsaka nos narrra todos los milagros que acontecieron durante el parte del Buda en el mundo, todo gracias a la Reina Maya, quien es la Matríz Búdica Universal, y la Santa Madre de todos los seres en el Cosmos.

"Entonces, mientras la Reina Maya se apoyaba contra la higuera sagrada, todos los gobernantes del mundo, los dioses y diosas del reino del deseo, los dioses y diosas del reino de la forma, y ​​todos los demás seres que se habían reunido allí para hacer ofrendas al Iluminado fueron bañados en el glorioso resplandor del cuerpo de Maya, y sus arreglos de ofrendas también fueron iluminados por lo tanto, y todas las luces en el universo de mil millones de mundos fueron eclipsadas por la luz de Maya. Las luces que emanan de todos sus poros, no repelido por otras luces, sin oscurecer, sin obstruir, penetrando por todas partes, extinguió todos los dolores de los infiernos, los reinos animales, los reinos de los fantasmas, y los dolores y aflicciones de los seres en todos los estados de existencia, luego permaneció, brillando, iluminando. Este fue el primer milagro que asistió al nacimiento del Iluminado en la arboleda de Lumbini.

“Entonces todo en este universo se vio reflejado en el abdomen de la Señora Maya, y en todos los mundos del universo, al pie de los árboles en arboledas en las capitales de los continentes del sur apareció la Reina Maya tal como lo hizo en la arboleda de Lumbini, rodeada de todos los líderes mundiales cuando estaba a punto de dar a luz al ser iluminado, por el milagro del conocimiento que da nacimiento a los seres iluminados, este fue el segundo milagro que asistió al nacimiento del ser iluminado en la arboleda Lumbini.

"Entonces, de cada uno de los poros de la Reina Maya surgieron visiones de cómo el Bendito había servido a los Budas mientras realizaba prácticas iluminadoras en el pasado, y las enseñanzas expuestas por esos Budas también se escucharon en las voces de los Budas que salían de sus poros. Así como el sol, la luna, las estrellas, los planetas y las nubes de tormenta se ven reflejados en un lago, en una pieza de oro, en un espejo o en aguas cristalinas, de la misma manera las pasadas emanaciones de los Budas, tronando con exposición de todas las enseñanzas, se vieron en los poros de la Reina Maya.Este fue el tercer milagro que asistió al nacimiento del ser iluminador en la arboleda de Lumbini.

"Entonces, de cada uno de los poros de Maya aparecieron visiones de todos los universos, todos los mundos, todas las tierras y todos los lugares que el Bendito había llevado a cabo prácticas de Iluminación, todas las características de las tierras, siendo enseñado los medios de salvación, los nombres y números de las edades, los Budas allí, los pináculos de purificación, la duración de la vida de los seres de esas edades, los nacimientos del ser iluminador en los mundos, las personas con las que se asoció, los benefactores espirituales a los que siguió, los buenos prácticas a las que se aplicó, los principios que puso en acción, las tierras del Buda en las que llevó a cabo la práctica de Iluminación, los cuerpos en los que realizó la práctica de Iluminación y logró la no regresión, y cuál fue su apariencia, entorno y experiencias placenteras y dolorosas. en sus vidas sucesivas, todo se vio en cada uno de los poros de Maya. Y en cada una de esas vidas, la Reina Maya fue la madre de los seres iluminados. Y todos los cuerpos del ser iluminado fueron een como un reflejo mágico en los poros de la Reina Maya. Este fue el cuarto milagro que asistió al nacimiento del ser iluminador en la arboleda de Lumbini.

"Entonces las formas físicas, los medios de subsistencia, los placeres y dolores, y los ciclos de vida a través de los cuales el Bendito realizó la práctica iluminadora en el pasado, todos se vieron reflejados en todos los poros del cuerpo de la Reina Maya. Este fue el quinto milagro que asistió. el nacimiento del ser iluminador en la arboleda de Lumbini.

"Luego, los difíciles sacrificios que hizo el Bendito en el curso de su pasada práctica iluminadora, renunciando a todo dentro y fuera de sí mismo, las apariciones del ser iluminador como donante, las apariciones de aquellos que recibieron sus dones, los dones mismos, las circunstancias. de la entrega, y la compañía del ser iluminador, todo se vio reflejado en los poros de la Reina Maya.Este fue el sexto milagro que asistió al nacimiento del ser iluminador en la arboleda de Lumbini.

"Luego manifestaciones de las tierras, los bosques, las vestiduras, las flores y guirnaldas, perfumes e inciensos, estandartes, banderines y sombrillas, todos los adornos preciosos, y los sonidos sublimes de la música y el canto de los tiempos en que todos los budas del pasado descendieron al vientre de su madre, aparecieron en esta arboleda para que todos los vieran y escucharan. Este fue el séptimo milagro que asistió al nacimiento del ser iluminador en la arboleda de Lumbini.

"Luego, todos los muebles del ser iluminador, superando a los que adornan las moradas de los jefes celestiales y las moradas de los jefes de todos los demás reinos del ser: torres de diamantes, mansiones de diamantes, redes de diamantes, estatuas de diamantes, adornos de diamantes, todas las fragancias más finas, y todo tipo de objetos hermosos - emergieron del abdomen de la Reina Maya y vistieron esta arboleda de Lumbini. Este fue el octavo milagro que asistió al nacimiento del ser iluminador en la arboleda de Lumbini.

"Entonces tantos seres iluminados como átomos en incontables millones de tierras de Buda, todos de la misma apariencia que el bendito Vairocana, adornados con marcas similares y adornos de grandeza, con auras similares, emanando luces similares, con comportamiento similar, proyectando luces similares. resplandor, con séquitos similares y adornos similares, emergió primero del abdomen de la Señora Maya, exaltando las innumerables cualidades del Bendito. Este fue el noveno milagro que asistió al nacimiento del ser iluminador en la arboleda de Lumbini.

"Entonces, cuando llegó el momento del nacimiento del Iluminado, el suelo de diamantes frente a la Reina Maya se partió y emergió una gran joya de loto llamada Cáliz Adornada con Todas las Joyas. Su cáliz era un diamante sin igual, rodeado de todas las joyas más finas en una matriz deslumbrante. Tenía tantos pétalos como átomos en diez tierras del Buda, todas ordenadas uniformemente, hechas de varias joyas bordeadas con gemas puras que conceden los deseos, revestidas con innumerables filamentos de los colores de todas las joyas, cubiertas con redes de innumerables joyas, cubiertos con montones de diamantes indestructibles, rodeados de jefes celestiales, rociados por lluvias de nubes fragantes por los espíritus del agua, rodeados por los principales semidioses que sujetan flores celestiales en sus manos, con los principales músicos celestiales apareciendo cantando elogios del servicio pasado del ser iluminador de budas, los principales titanes postrándose en señal de respeto, libres de arrogancia, orgullo y presunción, los principales pájaros arrastrando serpentinas de joyas, adornando el cielo, los principales coristas celestiales mirando alegremente cantando canciones animando a los seres iluminados, las principales serpientes derramando adornos, proclamando su alegría. Este fue el décimo milagro que asistió al nacimiento del ser iluminador en la arboleda de Lumbini.

"Después de que estos diez milagros hubieron aparecido, el Iluminado, manifestando una efusión de luz inconcebible e inconmensurable, emergió del abdomen de la Reina Maya, como el sol del horizonte, como el relámpago de las nubes, como la difusión del amanecer de las montañas, como una gran antorcha de la oscuridad. Así se manifestó el Iluminado emergiendo del abdomen de la Reina Maya, por la naturaleza de manifestación de forma ilusoria, por la naturaleza de no venir, por la naturaleza de manifestación de apariencia al mundo sin origen o extinción."

Más adelante, en el Sutra Avatamsaka, la Reina Maya le cuenta a una practicante budista, Sudhana, quien la encuentra en uno de los estados exaltados por los que viaja en su peregrinaje espiritual por el Reino Dhármico, todo sobre la concepción de Buda. Ella menciona que no solo el Bodhisattva Siddhartha entró en su útero por medio de su luz, sino que también entraron en su útero multitud de otros Bodhisattvas. Su cuerpo, dice, llegó a abrazar al mundo entero. Esto es porque ella es el principio materno de todo el Cosmos. Además, la Reina Maya revela que no solo dio a luz a Siddhartha Gautama, el Buda de este mundo y época, sino también a todos los Budas del pasado en todos los demás mundos, y que ella será la Madre del futuro Buda de este mundo, Maitreya. 

Encontrando a la Reina Maya en el Reino Dhármico, Sudhana purifica su mente, y ve a la Reina Maya sentada en el Trono de la Iluminación.

"Sudhana vio a la Reina Maya sentada en ese trono, su forma física trascendiendo todo en el mundo triple, habiendo ido más allá de todos los estados del ser; frente a todos los seres, apareciendo según sus mentalidades; sin mancha de ningún mundo, estando hecha de miríadas de virtudes; a semejanza de todos los seres, apareciendo de tal manera que agrada a todos los seres; adaptada para desarrollar y guiar a todos los seres, descendiendo a la presencia de todos los seres; apareciendo continuamente a los seres en todo momento como el cielo, apareciendo a todos los seres como permanente; no llendo a ninguna parte, no desapareciendo de todos los mundos, no viniendo a ninguna parte, no llegar a existir en ningún mundo; sin origen, absorta en la ecuanimidad del no origen; inextinguible, involucrada en los asuntos de todos los mundos; no real, habiendo alcanzado la Talidad; no falsa, apareciendo de acuerdo con el mundo; no en movimiento, estando divorciadao de la muerte y el nacimiento; no aniquilada, por la no aniquilación de la naturaleza de la realidad; indefinible, estando más allá de cualquier manera de hablar; uniforme, sus características auspiciosas surgiendo de la indefinibilidad; como un reflejo, apareciendo según las mentes de todos los seres; como magia, hecha de la magia del conocimiento; como motas de luz, momento a momento sustentadas por los pensamientos de los seres; como una sombra, ligada a todos los seres por el compromiso; onírica, apareciendo a los seres según sus mentalidades sin mezclarse; alcanzando todos los universos, siendo en naturaleza pura como el espacio; emanando de la compasión universal, comprometida en la protección de la comunidad de los seres; saliendo de la puerta de la no obstrucción, impregnando el cosmos en cada instante; infinita, morando en todos los mundos sin contaminación; sin medida, trascendiendo toda forma de expresión verbal; no residente, que se manifiesta para guiar a todos los seres; sin fijar, apareciendo mágicamente en el cuerpo de un ser vivo; no existiendo realmente, hecho por la magia de la aspiración; insuperable, estando más allá de todos los mundos; irreal, siendo una manifestación de tranquilidad; no producida, conectado a los seres según sus actos; como una joya que colma los deseos, cumpliendo el compromiso de satisfacer los deseos de todos los seres; sin discriminación, basado en los pensamientos de todos los seres; más allá de la concepción, incognoscible para todos los seres; basado en la resolución, nunca dejando lo mundano; puro, no conceptual como la Talidad.

"En esta forma Sudhana vio a la Reina Maya, manifestando un cuerpo físico que no era forma, siendo un reflejo de la forma; no sintiendo, siendo la cesación última de los sentimientos dolorosos del mundo; fuera de los pensamientos de todos los seres, pero apareciendo en sus pensamientos; emanando de la naturaleza no fabricada de la realidad, desapegada de la acción ilusoria; trascendiendo la esfera de la conciencia discriminatoria, nacida del conocimiento de los votos de los seres iluminados; sin esencia intrínseca, estando más allá del alcance de toda expresión verbal; libre de la quema del torbellino mundano, habiendo llegado al estado de suprema frescura del cuerpo-realidad, se aparecía físicamente a los seres de acuerdo con sus mentes mediante el dominio de sus mentes, apareciendo en formas que se asemejaban a todos los seres pero superiores a las formas físicas de todos los seres. Algunos seres la vieron en la forma de una mujer diabólica, con una forma superlativa entre mujeres demonio; algunos la vieron en formas superlativas entre las diosas de varios cielos; algunos la vieron en formas superlativas entre las hembras de las diversas clases de seres; algunos la vieron en la forma de una princesa humana hermosísima.

"Entonces Sudhana, vaciado de las nociones de las formas de todos los seres, penetrando las mentes de otros seres, vio a la Reina Maya en las mentes de todos los seres, su virtud sustentando a todos los seres, su cuerpo una acumulación de las virtudes de la omnisciencia; ella estaba involucrada en la entrega perfecta no discriminatoria, imparcial hacia todos los seres, habiendo unido a todos los seres en la comunión de la compasión universal; se había propuesto actualizar las virtudes de todos los Budas; había entrado en el océano de todas las formas de tolerancia; su mente se expandió con un torrente de energía de omnisciencia; ella fue infatigable en la clarificación de todas las esferas de la verdad; era experta en la meditación sobre la esencia de todas las cosas; su mente estaba consumada en todas las ramas de la meditación; estaba ocupada en todas las ramas de la meditación sin confusión y había percibido la esfera única de meditación de aquellos que llegan a la Talidad; estaba atenta a varias meditaciones para evaporar el océano de aflicciones de todos los seres; supo analizar las enseñanzas de todos los Budas; ella tuvo la sabiduría de considerar todos los designios de la realidad; miró incansablemente a todos los Budas; ella observó incesantemente la sucesión de Budas del pasado, presente y futuro; se enfrentó a la puerta de la visión de todo lo que el Buda tiene; conocía la variedad de técnicas para realizar a la perfección el camino de consecución de todos los Budas; ella discurrió en el espacio de todos los que realizan la Talidad; supo cuidar a todos los seres; apareció en una infinita variedad de reflejos para desarrollar y guiar a los seres según sus mentalidades; comprendió la variedad de purezas de todos los cuerpos del Buda; ella había jurado purificar todas las tierras; ella había perfeccionado el voto de guiar a todos los seres a la liberación final; su mente impregnaba las esferas de todos los Budas con respeto; ella tuvo la energía para producir todos los milagros de los seres iluminados; había purificado el supremo cuerpo espiritual; manifestó infinitos cuerpos físicos; ella aplastó el poder de todos los demonios; estaba imbuida del poder de grandes raíces de bondad; con el intelecto nacido del poder de la verdad percibió el poder de los Budas; ella había perfeccionado todos los poderes de dominio de los seres iluminados; la inundó el poder de la omnisciencia; su sabiduría fue iluminada por el relámpago del conocimiento de todos los Budas; su saber contempló el océano infinito de las mentes de los seres; comprendió la miríada de mentalidades de los seres; era experta en el conocimiento de las diferencias de facultades de los demás; era diestra en el conocimiento de las diferencias de intereses de infinitos seres; su cuerpo impregnó infinitos océanos de tierras en las diez direcciones; era experta en el conocimiento de las diferencias en todos los mundos; ella era experta en los medios para conocer la unión y disyunción de todas las tierras; ella vio a través de todos los reinos por conocimiento; ella estaba al tanto de todos los tiempos; se inclinó ante todos los Budas; su mente estaba dirigida hacia la recepción del océano de todas las enseñanzas del Buda; ella estaba comprometida en lograr el cumplimiento de todas las cualidades de los Budas; su intelecto se aplicó a la producción de todas las provisiones para la Iluminación; ella con audacia consideró y llevó a cabo todas las empresas de los seres iluminadores; había completado todos los elementos del desarrollo de la voluntad de la Iluminación; ella se ocupaba de proteger a todos los seres; se comprometió a ser la madre de todos los seres iluminados y Budas."

Entonces, la Reina Maya le dice a Sudhana:

“He alcanzado una liberación esclarecedora, 'manifestación mágica del conocimiento de los grandes votos'. Imbuida de esta liberación, soy la madre de todos los seres iluminados en su existencia final en todos los mundos de este océano de mundos donde tiene lugar la manifestación milagrosa del nacimiento del Buda como un ser iluminado en la existencia final, creciendo en mi vientre y saliendo de mi lado derecho. Así también aquí en esta gran ciudad de Kapilavastu, como esposa del rey Shuddhodana, me convertí en la madre del ser iluminador Siddhartha, por el gran milagro inconcebible del nacimiento de un ser iluminador...Así como recibí al Iluminado en mi vientre en este mundo, así también lo hice en todos los mundos en el universo de mil millones de mundos."

Después de que la propia madre del Buda, la Reina Maya, muriera después del parto, Mahaprajapati cuidó al futuro Buda, soportó noches de insomnio y lo crió como si fuera su hijo. Pero eso no es todo lo que hizo. Es gracias a Mahaprajapati que las primeras monjas budistas obtuvieron derecho a la ordenación budista. El Buda honró a su madre al instituir la Sangha de monjas, porque ella lo merecía, y porque todos los seres poseen la Naturaleza Búdica - la capacidad de alcanzar el Despertar y la Budeidad. Eventualmente, Mahaprajapati alcanzó su Despertar y se convirtió en un Buda, y en un ejemplo para todas las mujeres en la comunidad budista. Igualmente, la esposa del Buda, Yashodara, igualmente se ordenó dentro de la Sangha budista y alcanzó su Despertar.

El Budismo nos dice que debemos ver a todos los seres como si fueran nuestras propias madres. ¿Por qué es esto? Esto es porque, en alguna vida pasada, o en alguna vida futura, todos los seres han sido o serán nuestras madres, e igualmente, nosotros hemos sido o seremos las madres de todos los seres. Esto es en parte lo que la visión de la Reina Maya representa.

Cuando el Budismo nos enseña a amar a todos los seres sintientes como si hubieran sido nuestras madres en una vida pasada, simplemente nos muestra cuánto le debemos a nuestras madres en nuestra vida presente. Por todo esto, hoy honramos a las madres del Buda, quienes trajeron la Luz al mundo, y a todas nuestras madres.