Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


martes, 10 de mayo de 2022

El Buda es Vida Eterna: Ciclo de Lecturas sobre el Sutra del Nirvana - Capítulo 11 - Los Cuatro Sellos del Dharma

 Hoy, continuamos nuestro nuevo Ciclo de Lecturas sobre el Sutra del Nirvana, el último sermón dado por el Buda Shakyamuni en el mundo. El mismo es sumamente importante para el Budismo Mahayana, ya que fue parte de sus Enseñanzas Perfectas y Completas, donde reveló la totalidad de la Verdad de su Despertar, confirma sus enseñanzas superiores dadas en el Sutra del Loto, y contiene tres enseñanzas importantes: (1) el Buda es vida eterna - lo que llamamos "Budas" son manifestaciones de la Realidad Ultima, el Dharmakaya, el cual se manifiesta en los mundos para revelar el Dharma y salvar a todos los seres sintientes del sufrimiento, y llevarlos al Nirvana: la Unidad; (2) dado a que todos somos una expresión de la Unidad, de la Realidad Ultima, cuando descubrimos y accesamos a la Unidad Fundamental, por medio de nuestra Naturaleza Búdica, accesamos a nuestro Verdadero Ser (Atman), y esa Naturaleza Búdica es uno con el Buda Eterno; y (3) la meta final del Budismo es alcanzar el Despertar para  continuar la labor salvífica del Bodhisattva en el mundo, no alcanzar el Nirvana, pues el Nirvana, lejos de ser una meta final, es un estado mental al cual todos los seres pueden accesar por medio de su Despertar. Por ello, no hay una "extinción final", sino que todos somos una manifestación de la Vida Eterna del Cosmos. Con todo esto, el Sutra del Nirvana explica la verdadera naturaleza del Buda y de la Realidad, nuestra unidad con la misma, y la verdadera naturaleza del Nirvana.

En este estudio, presentaremos semanalmente una traducción al español de extractos importantes de cada capítulo del Sutra, con un comentario (exégesis) que dilucida sus enseñanzas, sus implicaciones, y cómo podemos aplicarlas en nuestra vida diaria. Esta es la primera vez que se comenta el Sutra del Nirvana y se presenta el mismo en español en el mundo. Espero que el mismo sea del agrado de todos los budistas en el mundo hispano.

Capítulo 11 - Los Cuatro Sellos del Dharma

En el capítulo anterior, vimos que el Buda explicó las Cuatro Nobles Verdades, su primera enseñanza en el mundo, a la luz de la revelación final de la Verdad en el Sutra del Loto. Pero a medida que reflexionamos, podemos ver que estas "Nuevas Cuatro Verdades" estaban contenidas en su primer sermón, el Sutra del Giro de la Rueda del Dharma, del periodo Hinayana o Nikaya, pero las personas solo pudieron leer su significado literal y superficial. Por esto, el Buda, en sus últimas horas en este mundo, volvió a explicar las mismas a la luz de su Despertar. Lo mismo ha hecho con otras enseñanzas a lo largo del Sutra del Nirvana, como la verdadera naturaleza del Buda y del mundo, la verdadera realidad del Nirvana y del Ser, así como el verdadero significado de los Tres Tesoros del Buda, el Dharma y la Sangha, entre otras. Ahora, en este capítulo, que es una continuación del capítulo anterior, veremos el verdadero significado de los Cuatro Sellos del Dharma, otra de sus enseñanzas tempranas.

Los Cuatro Sellos del Dharma es una enseñanza básica budista que estipula que el mundo está caracterizado por cuatro cosas: (1) Sufrimiento, (2) Impermanencia, (3) No-Ser, y (4) Impureza. De muchas maneras podemos atestar a la verdad de estos Cuatro Sellos. La vida es realmente difícil, y está llena de altos y bajos, los cuales crean un sin número de insatisfacciones. Gran parte de nuestro sufrimient surge de la realidad de que todo está en constante cambio, y por ello, es impermanente. Nada dura para siempre: nuestros seres queridos mueren, las cosas que nos causan felicidad y placer perecen, los tiempos y las circunstancias cambian...nada es igual para siempre. 

Por encima de esto, gran parte de lo que creemos cierto o real es falso e irreal: no poseemos un ser individual e independiente de todos - es decir, no poseemos un alma eterna e inmortal que trascienda nuestra muerte física y reencarne en otra existencia - sino que lo que llamamos nuestro "ser" es un conglomerado de Cinco Skandhas formados por (1) nuestro cuerpo - el cual es impermanente, se enferma, envejece y muere -, (2) nuestras emociones - que son aun más impermanentes y sujetas al cambio que el mismo cuerpo -, (3) nuestros pensamientos - los cuales surgen y desaparecen, solo quedando la memoria, la cual muere con la muerte del cuerpo físico -, (4) nuestra voluntad y (5) nuestra consciencia. 

El Budismo subdivide la consciencia en Nueve Conciencias: (1-5) las primeras cinco corresponden a las consciencias de nuestros cinco sentidos, (6) la sexta consciencia es nuestra mente, nuestra memoria, la cual analiza, categoriza y almacena todo lo que recibimos de los cinco sentidos y crea la memoria, y con todo esto, produce nueva información, (7) la séptima consciencia, la cual es nuestro "ego", pues surge de la impresión de que, dado a que experimentamos el mundo, tenemos memoria y perceción dual, somos algo separado e independiente del todo; (8) la octava consciencia, la cual es el Almacén de la Consciencia Colectiva nuestra y de todos los seres, donde se almacena todo el karma nuestro y de los demás seres en el pasado, presente y futuro; y (9) la Consciencia Universal o Amala, la Budeidad, la cual es el trasfondo o la Energía Vital que mueve todo en el Cosmos. Todo esto hace que tengamos ideas erróneas de nosotros mismos y del mundo, y que pensemos, digamos y hagamos cosas negativas, las cuales general mal karma, y solo perpetúan nuestro engaño y nuestro sufrimiento, vida tras vida, mundo tras mundo, en el Samsara, y hagan de esto un lugar impuro, pues continuamos ahogándonos en el océano del sufrimiento de nacimientos y muertes del Samsara sin un mapa o una luz que nos guía de Esta Orilla del Sufrimiento a la Otra Orilla del Nirvana. Es por eso que el Buda apareció en este mundo y predicó el Dharma.

Esta era la enseñanza del Budismo Primitivo. Esto fue lo que el Buda enseñó originalmente, para preparar las mentes de los seres a desapegarse de sus nociones erróneas del mundo y de sí mismos y del deseo, y dirigieran sus mentes a ideales más y más elevados, para que pudieran poco a poco abrir sus mentes y preparar sus corazones para recibir la totalidad de su Despertar y revelar la Verdad. Pero en este momento en el Sutra, la Verdad ya ha sido revelada en el mundo, pero los seres aun se aferran a las enseñanzas parciales e incompletas. Tristemente, esto aun continúa ocurriendo en el mundo budista en el Siglo 21. Es por ello que el Buda, en este capítulo, aclara la enseñanza de los Cuatro Sellos del Dharma a la luz de la Verdad de la Budeidad.

Muchos budistas se aferran, como hemos mencionado, a las primeras dos de las Cuatro Nobles Verdades, y solo predican la doctrina del Sufrimiento y la Impermanencia, y se olvidan de las otras dos Nobles Verdades de la Psibilidad de Aliviar y del Camino Fuera del Sufrimiento. Solo se enfocan en el Otoño y el Invierno e ignoran la Primavera y el Verano. La Impermanencia declara que, así como las cosas buenas son impermanentes, de igual forma - y para nuestro alivio - las cosas malas son igualmente pasajeras. El sol sale y se pone todos los días. La luna crece y mengua cada mes. Las estaciones cambian a medida que gira la rueda del año. Y en nuestras propias vidas, siempre habrá momentos de abundancia y luz, seguidos de periodos de escasez y oscuridad. Así es como funciona, y aceptar que nada dura para siempre puede quitarte una carga de los hombros. No puedes luchar contra el cambio, como tampoco puedes luchar contra la luna. Hay paz que se puede encontrar en simplemente dejar ir. Al final, lo mejor que podemos hacer es dar lo mejor de nosotros mismos, y dejar el resto en las manos del Buda Eterno.

"El Buda le dijo a Kashyapa: 'Hablamos de los Cuatro Sellos del Dharma o las 'Cuatro Inversiones'. Se habla de 'inversión' cuando abrigamos la idea del sufrimiento donde no hay sufrimiento. 'No sufrimiento' es el Tathagata. Surge la idea de sufrimiento cuando una persona piensa que todos los Tathagatas no son eternos y que cambian. Si una persona dice que el Tathagata cambia, esto es (el concepto del) sufrimiento y constituye un gran pecado. Si una persona dice que el Tathagata renuncia a este cuerpo de sufrimiento y entra en el Nirvana, y que esto es como combustible que se quema todo, por lo que el fuego se apaga, esto es tener la idea de sufrir vis-a-vis el no-sufrir. Esto es una inversión (de la verdad) Una persona podría decir: 'Decir que el Tathagata es Eterno es una visión egocéntrica. De esta visión egocéntrica surgen innumerables pecados. Por lo tanto, uno debería decir que el Tathagata no es Eterno, y al (decir) esto obtendré Bienaventuranza'. El hecho de que el Tathagata no sea Eterno implicaría sufrimiento. Si hay sufrimiento, ¿cómo podría uno esperar encontrar la Felicidad en eso? Cuando la idea de la Felicidad ocurre (en tal conexión), decimos 'inversión'. Esto se dice porque el pensamiento del sufrimiento surge en (lo que verdaderamente es) la Felicidad. La Felicidad es el Tathagata. El sufrimiento es lo no Eterno del Tathagata. Si una persona dice que el Tathagata no es Eterno, esto es un pensamiento de sufrimiento en Bienaventuranza. El hecho de que el Tathagata sea Eterno es Bienaventuranza. Si digo que el Tathagata es Eterno, ¿cómo puedo entrar en el Nirvana? Si digo que el Tathagata no sufre, ¿cómo podría desechar mi cuerpo y entrar en el Nirvana? Cuando una persona tiene el pensamiento de sufrir en Bienaventuranza, decimos que esto es una inversión, esta es la primera inversión."

Aquí el Buda nos dice que, si bien existe el Sufrimiento, existe una forma de aliviarlo. Esta forma radica en alcanzar un entendimiento profundo de la Verdadera Naturaleza de la Realidad, de cómo funciona el mundo, y de tomar pasos proactivos para actuar y vivir acorde con ello. Cuando escuchamos y estudiamos el Dharma, podemos obtener una idea clara de las Leyes Universales que rigen el Cosmos, ver nuestra Verdadera Naturaleza y la de la Realidad - la Unidad Fundamental - y pensar, hablar y actuar conforme a ella en este mundo de la dualidad. Esto es fácil de leer y de entender, pero es bien difícil de poner en práctica. Es por eso que, en estas líneas, el Buda nos recuerda que, al igual que él, todos participamos en la Vida Eterna del Universo, y dado a que somos uno con el Buda Eterno, nunca estamos solos, y el Buda siempre se encuentra con nosotros, ayudándonos en cada paso, y que nunca nos abandona.

No podemos pensar que el Buda es alguien que acabó su karma y entró en la Exitinción Final del Nirvana, y que esta es nuestra meta igualmente, como piensan los Hinayana, quienes aborrecen este mundo, su dualidad y su sufrimiento, y se niegan a ver las maravillas y los milagros que nos rodean diariamente. Este es el caso de quellos que quieren dejar todo atrás y no aceptan la Verdadera Naturaleza de la Realidad, y creen que con darle la espalda, pueden salir de ella. Esto es perpetuar la Ignorancia Fundamental. Pero como la ciencia y el Buda nos revelan, el mundo es continuo, y no hay forma de escapar de él. Lo mejor que podemos hacer es entender su funcionamiento y tratar de vivir de acuerdo con el, en paz y armonía, tratando de mejorarnos a nosotros mismos y de ayudar a los demás. Somos uno con el Buda Eterno (Universo), y somos todos manifestaciones irremplazables y únicas de la Vida Eterna. Por ello, es nuestra misión despertar a esta Relaidad y ayudar a los demás. Este es el Camino del Bodhisattva. Este es el verdadero significado del Despertar. Todo lo contrario es Sufrimiento.

"La idea de lo Eterno frente a lo no Eterno, y la idea de lo no Eterno frente a lo Eterno, son inversiones. Lo no Eterno es la no práctica del Vacío. Cuando no se practica el Vacío, la vida se acorta, si se dice: 'Si no se practica el Vacío y la quietud, se alcanza la vida eterna', es una inversión, es la segunda inversión."

Aquí el Buda nos explica que, s ibien todo es Impermanente, esto es solo real al nivel de la Realidad Convencional dual, pues debajo de esta realidad, existe la Realidad Absoluta, la Unidad Fundamental. Por ello, si bien todo cambia, ese cambio - la Esencia, no el fenómeno - es eterno. Cuando experimentamos lo Eterno, podemos accesar a una inagotable fuente de fuerza, paz, calma y armonía, y obetenr toda la perseverancia necesaria para poder trascender nuestros problemas y viscicitudes y vivir en armonía. Esto lo podemos lograr por medio de la Meditación y el Nembutsu, nuestra comunión con lo Eterno; participamos en la Vida Eterna.

“El pensamiento del Ser con respecto al no-Ser, y el pensamiento del no-Ser con respecto al Ser, son inversiones. La gente del mundo dice que existe el Ser, y dentro del Budismo también decimos que existe el Ser. Pero e mundo dice que existe el Ser, pero no existe la Naturaleza Búdica. Esto es tener la idea del Ser en (lo que es) el no-Ser. Esto es una inversión. 'El Sí mismo del que se habla en el Budismo es la Naturaleza Búdica'. La gente del mundo dice que no hay Ser en el Budismo. Esta es la idea del no-Ser en el Ser. 'Es definitivo que no hay un Ser en la enseñanza budista. Es por eso que el Tathagata les dice a sus discípulos que practiquen el desinterés'. Si se dice eso, esto es una inversión. Esta es la tercera inversión."

En este pasaje, nuevamente, el Buda toca la doctrina del No-ser y del Verdadero Ser, como lo ha hecho - y continuará haciendo - por todo el Sutra del Nirvana. Esto es porque esta es tal vez una del as doctrinas finales y completas más difíciles para muchos budistas. Pero nuevamente, el Buda distingue el Ser en el Budismo con el Ser en otras tradiciones religiosas, aclareciendo que si bien el nombre es similar, no son lo mismo. Como recordaremos, podemos ver nuestro Verdadero Ser desde dos niveles: (1) a nivel micro, nuestro Verdadero Ser es nuestra Naturaleza Búdica manifestada en el mundo; es el Ser que se revela cuando alineamos nuestros pensamientos, palabras y acciones al Dharma Eterno del Buda. En otras palabras, nuestro Verdadero Ser es nuestro reconocimiento, aceptación y manifestación de nuestro rol como Bodhisattvas, como Hijos del Buda, en el mundo. (2) Por otro lado, nuestro Verdadero Ser es nuestro reconocimiento y comunión con el Buda, nuestra Unidad Fundamental, nuestra total interconexión con todos los seres sintientes. En ambos niveles, nuestro Verdadero Ser no es algo separado e independiente del Todo, sino la máxima expresión de la doctrina budista de la Originación Interdependiente. Cuando meditamos o cuando recitamos el Nembutsu, comulgamos con nuestro Verdadero Ser, con el Buda Eterno. En este pasaje, el Buda nos dice literalmente que nuestro Verdadero Ser es nuestra Naturaleza Búdica, y la misma es una con todos los seres sintientes. 

No podemos seguir aferrándonos a la doctrina primitiva del No-Ser del Budismo Hinayana. Cuando descubrimos y hacemos brillar nuestra Verdadera Naturaleza, nuestra Naturaleza Búdica, descubrimos que, lejos de ser impuros, somos puros, pues todo en el Cosmos es puro. Esto es lo que el Buda aclara con el sello final del Dharma.

"Lo no Puro en lo Puro, y lo Puro en lo no Puro, son inversiones. Lo Puro se relaciona con lo Eterno del Tathagata. No es un cuerpo sustentado por alimentos, no es un cuerpo de ilusión. No es un cuerpo carnal, no un cuerpo hecho de tendones y huesos. Si uno dice que el Tathagata no es Eterno, un cuerpo sostenido por alimentos, unido por tendones y huesos, y que el Dharma, la Sangha y la emancipación se extinguen, esto es una inversión. Decimos que la idea de lo no puro en lo puro es una inversión. Una persona podría decir que no hay una pizca de lo que es no puro en su mente, que como no hay una sola cosa que sea no puro, entra en un lugar que es puro, y como la persona practica la meditación de lo no puro de la que habló el Tathagata, todo lo que se dijo arriba debe ser falso. Si una persona habla así, esto es una inversión. Esta es la cuarta inversión".

Aquí el Buda nos explica que, dado a que todo es Uno, todo es puro. La impureza es solo una manifestación de nuestra mente dual. En el Sutra de Vimalakirti, el Buda nos dijo que no existen mundos puros y mundos impuros, sino que la diferencia radica en las mentes de los seres sintientes. Este Mundo Saha mismo es una Tierra Pura. En la Realidad Absoluta, todo es Uno y está intrínsicamente interconectado. Esto es lo que se llama en el Budismo el Mundo Dhármico. Este cuarto Sello del Dharma es uno que el Buda expande en el próximo capítulo. Cuando abrimos nuestros corazones y mentes y entendemos esto cabalmente, podemos unir nuestras manos, ver nuestro Salvador, y decir:

"El Bodhisattva Kashyapa le dijo al Buda: '¡Oh, Honrado por el Mundo! Ahora he obtenido por primera vez la visión correcta. ¡Oh, Honrado por el Mundo! Hasta ahora, todos nosotros éramos aquellos que moraban en pensamientos erróneos'".