Los Cuatro Tipos de Samādhi
Después de discutir la motivación adecuada para la práctica y su desarrollo, Chih-i describe los diversos tipos de prácticas de meditación que llamó los Cuatro Samadhi. El primero es el samadhi "sentado", que consiste en la meditación silenciosa sentada durante 90 días, es decir, durante el período de retiro de verano regular (en la India era un retiro de tres meses durante la estación lluviosa instituidos por el Buda). La práctica de la meditación "sentada" significa exactamente eso, sentarse constantemente frente a una imagen de un Buda, silencioso e inmóvil, excepto por breves períodos de meditación caminando y para comer o hacer sus necesidades. También se puede recitar el nombre de un Buda (generalmente el nombre del Buda Amitabha, el Buda de la Luz y Vida Infinita) con el fin de superar la somnolencia y la distracción.
El segundo es el samadhi de "caminar constantemente" que involucra la circunvalación constante alrededor de la estatua de un Buda recitando el nombre dle Buda (de nuevo esto suele ser el Buda Amitabha). En esta práctica, el practicante recibe la sinergia del poder sustentador (S. Adhisthana) del Buda, por medio del poder de la práctica del Samadhi o concentración, y el poder de la propia virtud. Esta práctica es acompañada por la visualización del Buda en su Tierra Pura y es usualmente acompañada por reflexiones tales como:
"¿De dónde viene el Buda que veo ante mí? De ningún lado. Él no viene aquí, y no puedo ir a otro lugar para verlo. Lo que pienso, veo. Es mi mente la que crea el Buda. Es en sí mi mente al ver la mente que ve la mente del Buda. Esta mente o el pensamiento del Buda es mi propia mente viendo al Buda. Cuando hay pensamientos en la mente, es la mente errónea, mientras que no tener ningún pensamiento es el Nirvana".
El tercer Samadhi es el Samadhi "sentado y caminando", e incluye diferentes tipos de prácticas ceremoniales que incorporan tanto la meditación sentada y caminando mientras se recita. Chih-i da dos ejemplos de este tipo de práctica. Uno es el Vaipulya Samādhi que es una ceremonia de una semana que involucra ceremonias de arrepentimiento, períodos de caminar mientras se recita un dharani, y períodos de meditación sentada. La otra es el Samādhi del Loto (J. Hokke Senpo) que se realiza durante tres semanas o más e implica ceremonias de arrepentimiento, períodos de caminar mientras se recita el Sutra del Loto, y períodos de meditación sentada. Hoy día, los templos Tendai realizan esta ceremonia n versión resumida diariamente.
El cuarto Samadhi es el "ni de pie ni sentado", un tipo de Samādhi que se realiza durante todas las actividades del día. Se llama "ni a pie ni sentado", ya que no implica ningún período fijo de recitación caminando formal o meditación sentada. Chih-i habla de esto en términos de la atención consciente que se debe de aplicar en la vida diaria. No importa lo que uno está haciendo, uno debe "volver a la propia conciencia para iluminar y discernir el manantial de la mente." Esto se puede realizar en la práctica de las Seis Perfecciones del Bodhisattva (generosidad, moralidad, paciencia, energía, meditación y sabiduría ) o cuando uno es acosado por las seis cosas que obstruyen esa práctica (la avaricia, la inmoralidad, la ira, la pereza, la distracción y la ignorancia); o cuando los pensamientos y actividades son moralmente neutrales. Chih-i hace todo lo posible para advertir que tal contemplación, incluso en medio de los "dharmas malos" no significa caer en ellos, sino que significa mantener nuestra conciencia consciente de ellos cuando surjan. De esta manera, toda nuestra vida se convierte en una oportunidad para la práctica.
Veinticinco Preparaciones Magistrales
Las veinticinco preparaciones magistrales que Chih-i menciona en su obra son una descripción más detallada de los preliminares de la práctica de la meditación silenciosa sentada. Ahora voy a ir brevemente sobre estos. Los veinticinco preparaciones magistrales constan de cinco grupos de cinco: el cumplimiento de las cinco condiciones favorables, eprender los cinco deseos, la eliminación de los cinco obstáculos, regular las cinco actividades, y, finalmente, la práctica de las cinco virtudes.
Al cumplir las cinco condiciones favorables, Chih-i destaca que uno debe de tener una observación pura de los preceptos monásticos y que si uno tiene alguna falla, debe recurrir a las ceremonias de arrepentimiento y a la contemplación de la verdadera naturaleza de la realidad. El punto aquí es que va a ser difícil asumir la práctica de la meditación si uno está perturbado por la culpa y la vergüenza, o el miedo a las consecuencias de nuestras propias acciones.
Uno debe entonces de reprender los cinco deseos de formas, sonidos, aromas, sabores y tactos. En otras palabras, durante el período de la práctica, se deben superar los deseos sensuales que causan la pérdida de enfoque y evitan que uno sienta contenido e incapaz de apreciar el momento presente, y que con el tiempo puedan conducir a realizar acciones perjudiciales de pensamiento, palabra y obra.
Uno entonces debe de eliminar los cinco obstáculos del deseo sensual, la mala voluntad, el embotamiento y somnolencia, la inquietud y el remordimiento, y la duda. Estos cinco son un conjunto de cosas que dificultan la capacidad de entrar en la absorción meditativa. Si uno es capaz de mantener la atención en cualquiera que sea el objeto de la meditación (como contar la respiración o la recitación), entonces uno se libra temporalmente de ellos.
Luego uno debe de regular las cinco actividades. Esta categoría se superpone con las otras. Es mediante la regulación de las cinco actividades que uno puede superar los cinco obstáculos. Las cinco cosas que deben ser reguladas son la dieta, el sueño, el cuerpo, la respiración y la mente. En cuanto a la dieta, uno debe de comer lo suficiente como para calmar el hambre sin hacer que uno se sienta saciado. Uno debe conseguir ni muy poco ni demasiado sueño. El cuerpo no debe de estar ni demasiado laxo ni demasiado tenso. La respiración no debe ser ni demasiado fuerte ni demasiado superficial. La mente no debe estar ni en blanco ni debe vagar de una cosa a otra.
Una vez uno ha fundamentado su práctica de la meditación, nuo debe de cultivar aún más las cinco virtudes que fortalecerán y mantendrán la práctica. Las cinco virtudes son la resolución, la energía, la atención, el discernimiento hábil, y una sola mente. Básicamente hay que buscar el despertar, tener la energía para perseguirlo, ser consciente de la propia experiencia real con la habilidad de discernir lo que es liberador de lo que no es, y alcanzar la concentración de una sola mente que conduce a la Iluminación.
Las Seis Puertas del Dharma Maravilloso
Las Seis Puertas del Dharma Maravilloso es una obra adicional de Chih-i donde detalla tres formas cada vez más sutiles de la práctica de la concentración y tres formas cada vez más sutiles de la práctica de la contemplación. Las prácticas de la concentración son el contar y llegar a la estabilización. Las prácticas de contemplación son la contemplación, la inflexión y la purificación. La práctica de contar es contar cada ciclo de inhalación y exhalación de uno a diez. La práctica de seguir es simplemente seguir la respiración, sin tratar de contarla. La práctica de la estabilización es permitir que todos los pensamientos que vienen descancen, para mantener la conciencia anclada en un solo punto, como la punta de la nariz o en el tanden. La práctica de la contemplación es indagar en la naturaleza de la respiración y ver que es un fenómeno causado y condicionado que está vacío de cualquier naturaleza propia. La práctica de inflexión significa que uno arroja la luz de la conciencia sobre uno mismo para encontrar que uno sólo es consciente de encontrar que también es inasible y carece de naturaleza propia. Esto conduce a la sexta puerta que es la práctica de la purificación en la que uno permanece en la comprensión de que en última instancia no existe un objeto tal como la respiración o un sujeto que aprehende.
Los Diez Objetos
Volviendo al Maka Shikan, Chih-i establece los Diez Objetos que pueden surgir en el ámbito de la conciencia de uno durante la práctica de la concentración y la introspección. Cada uno de estos objetos puede distraernos y llevarnos por mal camino en el enredo conceptual y / o emocional, pero todos estos objetos manifiestan las Tres Verdades de la vacuidad, la existencia provisional, y el Camino del Medio y debe ser contemplado con el fin de cultivar el discernimiento. Estos son:
1) El Campo de los Sentidos - Esto se refiere a nuestro conocimiento actual de todos los fenómenos. Este objeto de la conciencia siempre está presente en alguna manera. El Budismo analiza todos los fenómenos condicionados en las siguientes categorías: los cinco agregados, los doce campos sensoriales y los dieciocho elementos. Los cinco agregados que componen la vida son: formas físicas, que son la base material de la experiencia; sentimientos, ya sean agradables, desagradables o neutros en relación a lo que es experimentado; la percepción o el reconocimiento de lo que se está viviendo; las formaciones mentales como opiniones o sentimientos específicos que se plantean en lo que se refiere a lo que uno está experimentando; y la conciencia de tener una experiencia. Los doce campos de los sentidos consisten en las seis bases sensoriales y sus objetos. Las seis bases sensoriales consisten en los cinco órganos de los sentidos físicos y la mente, que percibe las ideas y emociones. Estas seis bases de los sentidos también se llaman raíces porque son lo que nos mantienen arraigados en el mundo. Estamos constantemente alimentados por impresiones sensoriales que exigen nuestra atención y se alimentan de las pasiones como la madera alimenta al fuego. Los seis objetos que corresponden a las seis bases son: formas, sonidos, olores, sabores, tangibles y objetos mentales. Los dieciocho elementos consisten en los seis sentidos, los seis objetos y las diversas formas de conciencia que surgen basadas en el contacto entre los sentidos y sus objetos. Por ejemplo, cuando un ojo ve una forma hay una conciencia-visual correspondiente. El objetivo de todas estas categorías era originalmente demostrar que nuestra vida es un proceso continuo de causas y condiciones, y de no sujetos y objetos independientes y fijos.
2) Contaminaciones - El siguiente objeto y que casi siempre está presente en alguna forma son las corrupciones (S. Klesha; J. Bonno) que son un sub-conjunto de las formaciones mentales. Chih-i habla de ellos como cuatro, siendo los tres venenos de la codicia, el odio y la ignorancia y el cuarto es su combinación. También se puede hablar de diez corrupciones: la codicia, el odio, la ignorancia, la arrogancia, la duda debilitante, la visión equivocada de que hay una cosa tal como la propia naturaleza, vistas extremas como eternalismo o nihilismo, puntos de vista amorales que niegan la causalidad, el apego a los falsa puntos de vista, y el apego a la creencia de que los ritos o rituales tienen poder en si mismos.
3) Enfermedades - Este objeto de conocimiento es descrito por Chih-i en los términos de la medicina china de su época, específicamente como los desequilibrios de los cuatro elementos: tierra, aire, fuego y agua. También habló de la enfermedad derivada de comer y beber inmoderadamente, o sentarse a meditar de forma inadecuada, o por medio de las maquinaciones de Mara y otros espíritus malignos, o como resultado del karma malsano. La enfermedad mental es vista como un derivado de los tres venenos de la codicia, el odio y la ignorancia. La enfermedad puede obstaculizar, por supuesto, la propia práctica budista, pero Chih-i señala que también puede utilizarse como el objeto de concentración y contemplación.
4) Marcas Kármicas - Aquí Chih-i habla tanto de las recompensas y retribuciones que se producen debido al karma pasado sana o malsano, como también sobre los estados positivos o negativos habituales de la mente, es decir, del karma como un patrón habitual de pensamiento, palabra y acción.
5) Fuerzas Demoniacas - Esta categoría se refiere a los cuatro tipos de demonios que son mencionados en los Sutras Mahayana que representan las fuerzas que surgen para obstaculizar nuestra práctica. Los cuatro demonios consisten en el demonio de los cinco agregados, el demonio de las corrupciones, el demonio de la muerte, y el rey demonio del Sexto Cielo. El demonio de los agregados se refiere a la inseguridad inherente, la ansiedad y el sufrimiento de plano que resulta de tratar de identificar a los cinco agregados de la forma, sensación, percepción, formaciones mentales y la conciencia. El demonio de las corrupciones se refiere a las formas en que los deseos egoístas inevitablemente surgen basados en las necesidades del cuerpo y la mente para la alimentación, la seguridad, la estimulación placentera, y auto-engrandecimiento. El demonio de la muerte se refiere al temor, el miedo y el terror que surgen ante la inevitable disolución del cuerpo y la mente después de la muerte. El rey demonio del Sexto Cielo, o Mara, se refiere a las cosas en la vida que nos tientan a alejarnos de la práctica budista y viven sólo por las metas y aspiraciones mundanas. El rey demonio del Sexto Cielo personifica todas aquellas personas, situaciones e impulsos interiores que tientan o nos amenazan con abandonar el Budismo y volver al nuestros viejos patrones habituales de conducta o a nuestro viejo ciclo irreflexivo, lleno de placeres fugaces y dolores familiares. Se podría decir que el otro nombre para el rey demonio del Sexto Cielo es nuestro egocentrismo.
6) La Absorción Meditativa - Este objeto se refiere a los Cuatro Dhyanas que son estados de absorción meditativa cada vez más refinados que pueden alcanzarse por los que no están enredados por los objetos anteriores. Los Dhyanas pueden alcanzarse a través de la práctica de tales cosas como una de las cinco contemplaciones para calmar la mente. Los cinco contemplaciones son: la contemplación de la impureza para aquellos con muchos deseos, cla contemplación de la compasión por aquellos que están llenos de ira, el conteo de la respiración para los que se distraen fácilmente, la contemplación de las causas y condiciones para aquellos que son ignorantes de la causalidad, y la contemplación del Buda para aquellos acosados por los obstáculos a la estabilidad meditativa. En la consecución del primera dhyāna, se superan los cinco obstáculos del deseo sensual, la mala voluntad, el embotamiento y la somnolencia, la inquietud y el remordimiento, y la duda debilitante. En su lugar surgen el pensamiento y el examen dirigido hacia el objeto de la meditación, los sentimientos físicos de éxtasis y felicidad mental, y la unificación de la mente. En el segundo dhyāna uno ya no tiene que pensar conscientemente acerca o conceptualmente examinar el objeto de meditación. En el tercer dhyāna el júbilo se desvanece a medida que uno se vuelve más tranquilo y más en paz. En el cuarto dhyāna incluso la felicidad se desvanece para ser reemplazada por un sentimiento más profundo de ecuanimidad pacífica, aunque permanece la concentración en el objeto de la meditación. Estos son los estados sanos de la mente que son alcanzados por la práctica de la concentración y, sin embargo, también pueden ser trampas para aquellos que se adhieren a dichos estados. El cultivo de los dhyanas en el Budismo son vistos como formas de controlar y calmar la mente para que esta pueda seguir adelante con el trabajo de la contemplación; no deben ser buscados como fines en sí mismos.
7) Puntos de Vistas Erróneos - Otro objeto que puede surgir son las creencias erróneas derivadas del apego a las filosofías no budistas, una mala interpretación de los Sutras budistas, o una mala interpretación de los estados meditativos refinados. Estos pueden ser contrarrestados reflexionando sobre el verdadero significado de los Sutras y / o mediante la búsqueda de la instrucción de un buen Maestro.
8) La Arrogancia - Chih-i no describe esto o los próximos dos objetos en el Maka Shikan. Parecería que lo que se entiende por el objeto de la arrogancia es que uno debe tomar conciencia y reflexionar sobre cualquier sentimiento de arrogancia que pueda surgir como resultado de los avances en la práctica de la concentración y la instrospección.
9) Los Dos Vehículos - Este objeto se refiere a la trampa de conformarse con una liberación propia que no tiene que ver con el sufrimiento de los otros seres sintientes.
10) Bodhisattvedad - Este objeto se refiere al peligro de que los Bodhisattvas se vuelvan laxos en su práctica o incluso comiencen a abusar del Dharma a fin de excusar sus propios defectos.
Los Diez Modos
Cuando cualquiera de los diez objetos de contemplación entran en el campo de nuestra conciencia, Chih-i enseña que hay diez modos o puertas del Dharma de la contemplación para reflexionar sobre ellos. Los diez modos son:
1) Contemplar la Realidad Inconcebible - Este modo implica considerar cómo en el instante de la percepción consciente de un objeto posee todos los dharmas de la vida: desde los infiernos a los cielos a los reinos de los Budas y todos los demás estados de la vida y su mutua interpenetración; en términos de las permutaciones de causas y condiciones; y en términos de los cinco agregados de un individuo, todos los seres, y sus entornos. Esto Chih-i lo denominó los "tres mil mundos en un instante" (J. Ichinen Sanzen).
2) Despertar la Verdadera y Correcta Aspiración de Alcanzar el Despertar - Considerar cualquiera de los objetos también debe inspirar la compasión para salvar a todos los seres sintientes del sufrimiento después de considerar las diversas condiciones de vida de los seres sintientes. No hay que conformarse con la complacencia en el vacío, ni quedarse atrapado en la propia naturaleza del ser aparente, sino seguir el Camino del Medio, a fin de cumplir con los votos del Bodhisattva.
3) Calmar Hábilmente la Mente a través de la Contemplación Correcta - Dado a que el objeto de contemplación que uno sigue a través de la votos del Bodhisattva alentan a uno mismo y a otros a participar en la concentración y / o la contemplación con el fin de percibir pacíficamente la verdadera naturaleza de la realidad. Este modo se refiere a los Cuatro Objetivos (S. Siddhanta) o cuatro maneras diferentes de enseñanza. El primer objetivo es el objetivo mundano que apela al deseo de la gente por beneficios mundanos (es decir, la salud, la riqueza, el amor, una vida futura feliz) y se enseña en términos fácilmente comprensibles. El segundo objetivo es el objetivo individualizado que anima a la gente a jugar con sus fortalezas. Por ejemplo, se alienta a aquellos que son críticos a analizar mientras que los que son más apasionados se les anima a tomar la práctica devocional. El tercer objetivo es el objetivo terapéutico que enseña a las personas a superar sus debilidades. Por ejemplo, a los lujuriosos se les enseña a contemplar la impureza, mientras que aquellos propensos a la ira se les enseña a contemplar la bondad amorosa. El cuarto objetivo es el objetivo final de realizar directamente la verdadera naturaleza.
4) La destrucción del Apego a Todas las Cosas - Uno puede, sin embargo, apegarse a diversos fenómenos negativos o que distraen y no ser capaz de darse cuenta de la Triple Verdad. Si es así, Chih-i recomienda una serie de contemplaciones con el fin de realizar la naturaleza del "no-surgimiento" de los fenómenos. Por "no surgimiento" se entiende que todos los fenómenos causados y condicionados no surgen como una entidad con una naturaleza fija e independiente. Por supuesto, este tipo de ejercicio mental se presta más fácilmente a darse cuenta de la verdad del vacío, pero una vez más Chih-i está apuntando a una renuncia de cualquier punto de vista que se fije en el vacío o la existencia provisional. Una vez más se apunta a la realización de la unidad de la Triple Verdad.
5) Distinguir los Pasillos y las Barreras - Aquí los obstáculos se refieren a los Nobles Verdades del sufrimiento y de las causas del sufrimiento, mientras que los pasillos son las verdades nobles del fin del sufrimiento y el camino óctuple para poner fin al sufrimiento; o las obstrucciones son la Cadena de Doce Eslabones de Originación Dependiente que comienza con la ignorancia y termina con el envejecimiento y la muerte, mientras que los pasillos son la extinción de la ignorancia y así sucesivamente hasta la extinción de la vejez y la muerte; o las obstrucciones son los Seis Oscurecimientos mientras que los pasillos son las Seis Perfecciones. Otra forma de pensar acerca de los pasillos y barreras es en términos de tres categorías de engaños. El primero son los delirios de puntos de vista y actitudes que son básicamente las mismas que las impurezas mencionadas anteriormente.
El pasillo hacia fuera de éstas es de entrar en el vacío de la convencionalidad, en otras palabras, darse cuenta de que todas las cosas están vacías de lnaturaleza propia - todo esta interconectado y es uno. El segundo son los delirios innumerables como los granos de arena que tienen que ver con la incapacidad de los Bodhisattvas de utilizar plenamente los medios hábiles (S. Upaya J. Hoben). El pasillo hacia fuera de ellos es volver a entrar en la convencionalidad del vacío, es decir, darse cuenta de la existencia provisional de fenómenos y responder apropiadamente de acuerdo con los votos del Bodhisattva. La tercera ilusión es ignorancia fundamental. El pasillo hacia fuera de este engaño es darse cuenta plenamente y directamente del Camino del Medio, en el que no hay apego unilateral ya sea al vacío o a la existencia provisional y ambas perspectivas se utilizan plenamente, según sea necesario de manera espontánea, compasiva y inconsciente.
6) La Coordinación de los Treinta y Siete Requisitos del Despertar y adaptarse a ellos - Si es necesaria una reflexión más profunda para comprender la Triple Verdad, Chih-i recomienda reflexionar sobre los 37 Requisitos del Despertar que enumeran todos los elementos importantes de la práctica budista y que se aplican a todos los budistas, incluyendo los practicantes Mahayana. Chih-i insiste en que todos se cumplen a través de la atención correcta, en otras palabras, la introspección de la mente nos llevará a despertar a la Triple Verdad. Los 37 Requisitos consisten en las siguientes categorías superpuestas: los cuatro fundamentos de la atención (atención plena del cuerpo, los sentimientos, la mente y los objetos mentales), los cuatro esfuerzos correctos (para prevenir que surjan los estados insanos, superar las que han surgido, generar estados sanos que aún no se han presentado, y mantener los que han surgido), las cuatro formas de energía (la aplicación enfocada de la resolución, la energía, la mente y la investigación), las cinco facultades (la fe, la energía, la atención plena, la concentración y la sabiduría), las cinco potencias (igual que las facultades pero más desarrolladas), los siete factores del despertar (atención plena, la investigación de los estados, la energía, el éxtasis, la tranquilidad, la concentración y la ecuanimidad), y el camino óctuple (visión, intención, habla, acción, medios de vida, esfuerzo, atención y la concentración correcta). Mediante el cultivo de los 37 Requisitos para el Despertar, uno es capaz de alcanzar los tres pasillos a la liberación por los cuales uno despierta a la verdadera naturaleza: la puerta del vacío, la puerta de la carencia de marcas, y la puerta de la carencia del deseo.
7) Curar Obstáculos y Ayudar al Despertar - Si el examen de los 37 Requisitos todavía no es suficiente pra uno poder contemplar las Seis Perfecciones. Se incluye en esta discusión una revisión de las Cinco Contemplaciones para Pacificar la Mente. Estos son cinco temas para la meditación para ayudar con obstáculos específicos. La primera es utilizar el conteo de la respiración para contrarrestar una mente distraída. El segundo es contemplar la impureza del cuerpo o de la descomposición de los cadáveres con el fin de contrarrestar la lujuria. El tercero es cultivar la ilimitada bondad amorosa (o la compasión, la alegría simpática, o la ecuanimidad) para contrarrestar la ira y mala voluntad. El cuarto es contemplar la causalidad con el fin de contrarrestar las opiniones equivocadas. El quinto es contemplar al Buda con el fin de contrarrestar la somnolencia.
8) El Conocimiento de la Secuencia de Etapas - El siguiente modo es considerar las diversas etapas de la práctica con el fin de evaluar el progreso de uno, por ejemplo, los cinco grados preliminares de discípulos derivados del capítulo 17 del Sutra del Loto o las 52 etapas de la práctica del Bodhisattva derivados del Sutra Avatamsaka y otros Sutras Mahayana o las Seis Etapas de la identificación con la Budeidad. Conocer la secuencia de etapas reconociendo humildemente nuestro nivel actual de la práctica, uno entonces debe resolver seguir avanzando y practicar el arrepentimiento por medio de la contemplación de la verdadera naturaleza de la realidad y por medio de la práctica de la penitencia, que comprende: el arrepentimiento en sí de pensamientos impuros, palabras y acciones; implorar a los Budas a ayudar al aparecer en el mundo y enseñar el Dharma; regocijarse en el mérito y el progreso de los demás; transferir el mérito de la práctica para el bienestar de todos los seres sensibles; y hacer votos como los cuatro grandes votos del Bodhisattva o incluso los votos más específicos.
9) Tener Paciencia - Si uno todavía tiene problemas para penetrar en la comprensión de la Triple Verdad, uno debe simplemente ser paciente y persistir en la práctica sin oereza y sin abandonarla.
10) La Libertad del Apego a los Dharmas - Si todo lo demás falla, entonces por lo menos uno debe contemplar estar libre de apego a los dharmas, que es decir, todos los fenómenos en general. La Triple Verdad trata sobre la realización del Camino Medio, que abarca, pero no se adhiere de manera unilateral, ya sea al vacío o a la existencia provisional. Uno no debe estar apegarse a lo mundano (porque todos los fenómenos mundanos condicionado están vacíos) o a lo trascendente (porque el vacío también está vacío). El Camino Medio se trata de estar libre del apego, sino también la libertad de participar con compasión el mundo y con otros seres (mientras no se aferre a la idea de la existencia de un mundo o seres en el).
Los Diez Objetos y los Diez Modos son realmente el corazón del enfoque perfecto y repentino de la concentración y la práctica de la instrospección de acuerdo a Chih-i. Los Diez Objetos exponen una serie de diez fenómenos que pueden surgir en el curso de la práctica formal de uno o incluso en la vida diaria. Los Diez Modos presentan una serie de reflexiones que pueden ser dirigidas hacia cualquiera de esos objetos, cada uno de los cuales permiten al practicante darse cuenta de la Triple Verdad del vacío (para la liberación), la existencia provisional (para el compromiso compasivo), y el Camino Medio (para la comprensión completa sin apego).
Esta descripción condensada del contenido del Maka Shikan sienta las bases para la meditación tradicional Tendai (Shikan = Shi de Samatha y Kan de Vipassyana).
Es importante conocer las fuentes. Si uno es budista - y sobre todo, si uno predica el Budismo - uno debe de adherirse a las fuentes, pero antes que todo, estudiarlas. No podemos decir que estamos enseñando Budismo si partimos de la nada. Es triste ver "maestros" o "monjes" budistas que "predican" o "enseñan" sin hacer referencia a las fuentes. Desafortunadamente, esto solo demuestra que no saben nada. Pero más lamentable aún es que hay muchas personas que los siguen y los consideran "maestros". No podemos levantar la bandera de la "desculturalización" del Budismo para disfrazar nuestra falta de conocimiento y de honestidad.