Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


jueves, 29 de febrero de 2024

Joyas de la Tesorería del Dharma: La Sabiduría del Maestro Ippen - El "Camino de los Sabios" y el "Camino de la Tierra Pura" son Uno y el Mismo

El Santo Ippen, fiel a su formación original dentro de la Tradición del Loto en la escuela Tendai, no hacía distinciones entre el Budismo Canónico y el Budismo Tierra Pura, o como lo llama la tradición patriarcal, el "Camino de los Sabios" y el "Camino de la Tierra Pura", como lo hicieron igualmente en Japón maestros como Honen y Shinran y sus discípulos. 

Através de mis años esparciendo el Dharma en el Mundo Hispano, he definido estos dos caminos o ramas dentro del Budismo como el Budismo de la Sabiduría, compuesto por el estudio, la meditación y la práctica budista, y el Budismo de la Compasión, compuesto por la fe, la devoción y el Nembutsu (recitación del Nombre Sagrado del Buda). Si bien se llaman de dos formas diferentes, son realmente dos formas de abordar el Verdadero Dharma del Vehículo Unico; son dos modalidades dentro de Un Solo Budismo. Ambos son necesarios para tener un Budismo Completo. Son las "dos alas de un ave" y las "dos ruedas de un carruaje". Son complementarios. El Santo Ippen nos dice:

"El nacimiento y la muerte son una ilusión en el apego a uno mismo; la Iluminación es la Unica Mente en desapego del autoengaño. Dado que el nacimiento y la muerte originalmente no son nada, uno puede dedicarse al estudio, pero no puede superarlo. Dado que la Iluminación originalmente no es nada, uno puede dedicarse a la práctica, pero no puede alcanzarla de ese modo. Sin embargo, aquellos que no estudian vagan cada vez más profundamente en la ilusión, y aquellos que no practican viajan más y más en el ciclo de nacimiento y muerte. Por lo tanto, debemos abandonar nuestros cuerpos y practicar, agotar nuestras mentes y esforzarnos.

"Con respecto a esta verdad, aunque los términos utilizados en el Camino de los Sabios y el Camino de la Tierra Pura difieren, en última instancia son uno. Así, el Sutra del Loto anima: 'No apreciaremos nuestras vidas, sino que apreciaremos sólo el Camino supremo'; y el Sutra de la Meditación en el Buda Amida y su Tierra Pura enseña: 'Abandona el ser en otros mundos y nace con certeza en esa Tierra'. Por lo tanto, en el Camino de los Sabios, que es la práctica del poder del ser, es natural que uno deba desechar la vida del ser y así dilucidar el Camino. En el Camino de la Tierra Pura, dado que es la práctica del Otro Poder, confiamos nuestras vidas al Buda, y cuando esta vida se acaba, realizamos la Naturaleza Búdica. Por lo tanto, seres tontos como nosotros no debemos buscar un camino de liberación fuera de la expresión sincera del Nombre Sagrado. En el Sutra del Buda Amida se encuentran las palabras: 'Es cierto que aquellos que dicen el Nembutsu son bendecidos con los pensamientos protectores de los Budas en las seis direcciones, innumerables como las arenas del Ganges, y que su posterior nacimiento en la Tierra Pura está resuelto decisivamente'. Aparte de estos seis caracteres (Na-mu-A-mi-da-Butsu), no tenemos cuerpo ni mente; el Nombre Sagrado, que impregna ampliamente a todos los seres sintientes, es la totalidad única [Ippen]. Además, ¿no está más allá de la medida y el cálculo de los seres necios la cuestión de las nubes púrpuras y las flores celestiales, que son signos auspiciosos de la pronunciación del Nombre Sagrado que sobrepasa la concepción? Debemos, agotando nuestras mentes necias, discernir bien también esas flores."

Con estas palabras, el Santo Ippen nos muestra que ambos caminos, el Camino de los Sabios (Budismo de la Sabiduría) y el Camino de la Tierra Pura (Budismo de la Compasión) son uno y lo mismo, expresado de diferentes formas. 

Hoy día, vemos que el Budismo de la Sabiduría es usualmente representado por escuelas como el Rinzai y el Soto Zen, y el Budismo de la Compasión por escuelas como el Jodo Shu y el Jodo Shinshu, pero la escuela Tendai abarca ambos, revelando - como lo hace Ippen - desde un principio que son dos formas de abordar el Budismo, pero que ambas llegan a la misma meta: el Despertar, que es lo mismo que el Renacimiento en la Tierra Pura. ¿Qué las une? El Budismo Esotérico (Mikkyo). 

Com nos dice Ippen, si nos dedicamos solo al estudio y la meditación, podemos sumergirnos más profundo en nuestras ilusiones y perder de vista la compasión, mientras que si solo nos dedicamos a ls devoción y al Nembutsu, pueden perder de vista la búsqueda de la Verdadera Naturaleza de la Realidad; aquellos a lo que apuntan las expresiones poéticas de la tradición, perdiendo de vista la sabiduría. Ambos caminos requieren que, como nos dice Ippen, abandonemos el "ser" finito y falso y nos abramos a la Gracia del Buda para que trabaje en nosotros, ya sea en la meditación o en el Nembutsu. Ambos requieren que nos abandonemos voluntariamente (Jiriki) al Otro Poder (Tariki) para poder trascender nuestro ser y descubrir el Espíritu del Buda, nuestra Naturaleza Búdica, en nuestro corazón.

Así, vemos que tanto el Budismo de la Sabiduría como el Budismo de la Compasión usan diferentes metáforas, nombres y forma de expresión para delinear el Camino y la Meta. ¿Por qué comparar escuelas y debatir sobre sus aparentes méritos y desméritos? Esto solo refleja nuestra ignorancia; son como flores celestiales (espejismos). En el Verdadero Budismo, no hay denominaciones ni escuelas, solo caminos completos o incompletos.

martes, 27 de febrero de 2024

Joyas de la Tesorería del Dharma: La Sabiduría del Maestro Ippen - Viviendo en la Vida Eterna del Buda Amida

 


El Santo Ippen escribió muchas cartas a los devotos, de las cuales solo sobreviven diez. En ellas, podemos ver la sencilles espiritual del Santo, pero sobre todo, su profundo entendimiento del Voto del Buda Eterno, Amida, el cual encarnó durante toda su vida. Sus cartas no reflejan necesariamente erudición sino absoulta fe y espiritualidad; una espiritualidad viva, que realizaba a través de su persona todas sus acciones. Ippen vivía en la Vida Eterna del Buda Amida. Veamos una de sus cartas.

"Después del único instante de pensamiento en el que, dándonos cuenta de la fugacidad del nacimiento y la muerte en nuestra propia carne, cuando nos confiamos verdadera y directamente a nosotros mismos mediante la pronunciación del Nombre Sagrado, el yo ya no es el yo. Entonces, como nuestro corazón es el corazón del Buda Amida, nuestras acciones corporales son las acciones del Buda Amida y nuestras palabras son las palabras del Buda Amida, la vida que vivimos es la vida del Buda Amida. Así, cuando nos hemos confiado al maravilloso Voto Primal de la Gran Compasión que retoma nuestras pasadas comisiones de las Diez Transgresiones y los Cinco Pecados Capitales tal como son y en el presente una o diez declaraciones los extingue, por fin nos damos cuenta de que la recompensa en los Tres Mundos y los Seis Reinos del Samsara no tienen sentido, y tanto el bien como el mal se vuelven tediosos. Asentados en el pensamiento de que, en última instancia, no hay nada de qué depender excepto el Nombre Sagrado, que ha sido ideado y proporcionado a partir de la sabiduría del Buda, pronunciamos el Nombre hasta que finalmente nuestra respiración cesa y la vida termina. Esto es lo que se conoce como 'rectitud mental en el momento de la muerte y el nacimiento en la Tierra de la Bienaventuranza'. Namu-Amida-Butsu."

Muchas veces vivimos nuestra vidas aferrados a nuestro ser ,nuestro ego - ese personaje finito y falso que llamamos nuestro "yo", el cual se compone de nuestro cuerpo, nuestros pensamientos, emociones, motivaciones y nuestra consciencia, el cual adornamos con todo tipo de ropas y prendas y colocamos dentro de un espacio que llamamos (si tenemos la dicha y el lujo) nuestro hogar, nuestro trabajo, nuestra familia, nuestra sociedad, etc. Pero cuando analizamos todo esto, cuando nos detenemos en el tiempo, vemos que todo corre sin la necesidad de nosotros. Como dicen los maestros, la hierba crece y las estaciones cambian. Todo, incluídos nosotros, se encuentra en constante cambio. ¿Por qué aferrarnos a algo impermanente? Esto solo trae sufrimiento. Esto nos muestra que existe algo superior a nosotros; algo superior a nuestros deseos, pasiones y planes en nuestra pequeña caja que llamamos nuestra vida. ¿Qué es eso? Como peces que nada y viven en el agua, se nos es difícil entenderlo, y mucho menos describirlo. Esto es el Buda Amida - la Vida Eterna de la cual somos parte y una manfiestación en el especio y el tiempo. 

Durante la vida, experimentamos muchos altos y bajos (muchas veces más bajas que altas), y no encontramos nada sobre lo cual aferrarnos. Ippen nos dice que lo único a lo que nos podemos aferrar es al Buda Amida. Si bien estamos viviendo esta vida, no ha sido nuestra primera (hemos tenido innumerables vidas pasadas) y definitivamente no será nuestra última, por lo que, si bien hoy experimentamos esta Vida como humanos, nuestra experiencia de mañana será dictada por el Karma que hayamos acumulado en esta vida o en anteriores, por lo que nada está asegurado. Hoy humanos, mañana, tal vez animales. Esto es porque no tenemos un mapa en la vida.

El Dharma Eterno del Buda es nuestro Mapa. Revelado por el Buda Amida en la figura del Buda Shakyamuni hace más de 2,500 años en la India, el Dharma provee las Leyes Universales a través y por las cuales podemos navegar las aguas turbulentas del océano de nacimientos y muertes del Samsara y alcanzar la Otra Orilla del Nirvana - el Despertar y la salvación. El Nombre Sagrado del Buda Amida (Nembutsu) es el Gran Barco (Mahayana) que nos lleva hacia nuestro destino final, nuestro verdadero hogar. Este es el Gran Barco de Salvación construido por el mismo Buda para nuestra salvación. Lo único que tenemos que hacer es dejar de usar nuestra mente calculadora y dejarnos llevar por el Viento (Voluntad) del Otro Poder (Buda Amida). Cuando abrimos nuestras mentes y corazones - cuando tracendemos nuestro ser finito y falso, nuestro ego - podemos recibir la Gracia del Buda y permitir que transforme nuestras vidas. Entonces, como nos dice Ippen, "nuestro corazón es el corazón del Buda Amida, nuestras acciones corporales son las acciones del Buda Amida y nuestras palabras son las palabras del Buda Amida, la vida que vivimos es la vida del Buda Amida".  Una vez nos volvemos uno con el Buda Eterno, ¿qué reinos del Samsara nos pueden preocupar? 

Una vez aceptamos el regalo de salvación del Buda, no hay nada que pueda atormentarnos; no hay mal que por bien no venga, y podemos afrentar todas las viscicitudes de la vida, pues el Buda mismo es quien ha construido el barco y quien lo guía. Así, rodeado de todos los seres, todos navegamos juntos realizando la labor salvífica eterna del Buda por todo el Cosmos.

Joyas de la Tesorería del Dharma: La Sabiduría del Maestro Ippen - La Vida del Buda es el Aire que Respiramos

 


Una de las ideas más interesantes del Santo Ippen fue la unidad de la Vida Infinita del Buda Amida y el aire que respiramos. Esta no es una idea única de Ippen, pues ya varios predecesores como el Gran Maestro Annen de la escuela Tendai y el monje Dohan de la escuela Shingon habían comparado la Vida del Buda con el aire. Ippen escribe:

"Amida es originalmente aire. El aire es el cuerpo del espacio sin límites (éter). El espacio sin límites es el cuerpo original, el verdadero cuerpo, del Dharmakaya...En el momento en que el Buda entra en los seres (son salvos), nuestra vida es la respiración. La respiración es aire; es el espacio sin límites. Por ello, las mentes de los seres son el cuerpo del Buda Amida".

Para Ippen, como para otros maestros, el aire simboliza la actividad salvífica del Buda Amida, su propia respiración, recitando su Nombre Sagrado (Nembutsu). Podemos entender este concepto cuando lo atamos a la meditación o al Nembutsu. Cuando inhalamos, inhalamos vida; cuando exhalamos, exhalamos muerte. La inhalación y la exhalación simbolizann uestro nacimiento y nuestra muerte constante en cada instante. Este [la respiración] ha sido un tema constante en la literatura meditativa de muchos maestros budistas a través de los siglos. La respiración es una forma de conectarnos con el eterno presente, y así como necesitamos del aire para mantenernos con vida, necesitamos de la Vida del Buda para realizar nuestra Vida Eterna; nuestra salvación y nuestro Despertar. Así como el aire se encuentra omnipresente en tod onuestro alrededor, de igual forma, la actividad salvífica del Buda se encuentra en todo nuestro alrededor y dentro de nosotros; nadamos en el Océano de la Gran Compasión del Buda, su Verdadero Cuerpo, que es el Universo. Nosotros somos como inhalaciones que son traídas a la vida por la actividad dinámica del Cosmos, y regresamos al mismo al momento de nuestra muerte. Como nos dice Ippen en otro escrito: a través del Sagrado Nombre, "regresamos a nuestra naturaleza original y a nuestro verdadero hogar".

Debemos recordar que el aire igualmente contiene vida, prana (chi o ki), la energía vital que mueve y mentiene todo en funcionamiento. Cuando inhalamos, respiramos vida; nos movemos con la vida, y la vida se mueve con nosotros. El Buda Amida es nuestro origen, nuestro centro y nuestro fin. Amida es la Vida Eterna que fluye a través del Cosmos y se manifiesta de infinitas formas, transformándose, y a su vez, es el proceso a través y por el cual alcanzamos nuestro Despertar. Así como necesitamos el aire para sobrevivir, necesitamos de la Gracia del Buda, su Vida Eterna, para alcanzar nuestro Despertar y poder vivir en este mundo. Como nos dice Ippen en un poema: "Mientras la respiración - de los seres vivos entre y salga - el viento de las enseñanzas de Amida - nunca cesará". El Nembutsu es el medio que nos permite trascender toda dualidad y accesar a la Unidad Fundamental, el Verdadero Cuerpo del Buda (Dharmakaya). Cada recitación es un momento de trascendencia. Solo debemos de abrir nuestros corazones y mentes y abrirnos a la experiencia trasnformadora del Buda y su Nombre Sagrado. Como nos dice el Maestro Kuya, otro hijiri que influenció a Ippen:

"Mi práctica meditativa es recitar el Santo Nombre del Buda Amida; por ello, incluso el mercado es mi salón de práctica. Mi contemplación del Buda es seguir mi voz con cada repetición del Nombre; por ello, mi respiración es un rosario (Juzu)...Dejo a la naturaleza mis pensamientos ,palabras y acciones, y el trabajo de la Iluminación dirige todos mis actos".

lunes, 26 de febrero de 2024

Proyecto Dharma Viviente: Adaptando el Dharma Eterno a Nuestra Cultura Hispana

 


Desde sus inicios, el Budismo - el Buddha Dharma - se ha adaptado a la cultura, el tiempo, las necesidades y naturalezas de los seres en el mundo. Comenzando con el mismo Buda Shakyamuni, nuestro Padre, Soberano y Maestro - el fundador - tras su Despertar, vio que los seres humanos de este mundo no estaban listos para su Enseñanza, por lo que tuvo que adaptar la misma y revelarla progresivamente, llevando poco a poco a los seres al entendimiento y la madurez espiritual necesaria para poder recibir la Verdad. Durante su ministerio público, el Buda hizo uso de la terminología de su tiempo y cultura, adoptando así en su Dharma Eterno muchos elementos de la cultura védica.

Tras el Parinirvana (desaparición física) del Buda, sus discípulos preservaron su Enseñanza y la esparcieron, siguiendo la Gran Comisión del Buda, por todo el continente asiático. Al el Budismo entrar en una nueva cultura y tiempo, se adaptó a la misma. Fueron los Grandes Maestros los que realizaron el proceso de aculturación luego de la Era de los Discípulos. En China, el Gran Maestro Chih-i en el Siglo VI restauró el Verdadero Mensaje y Propósito de la Revelación del Buda en el mundo, creando así la escuela Tientai. Posteriormente, el Gran Maestro Saicho fue a China en el Siglo IX y trajo el Verdadero Budismo a Japón y fundó la escuela Tendai, perfeccionando así la Tradición del Loto preservada por Nagarjuna, Kumarajivay Daosheng, y restaurada por Chih-i, continuando la Misión del Buda en la Tierra. Cada uno de estos Grandes Maestros adaptó y sistematizó el Budismo a su tiempo y cultura, presentándolo en el lenguaje de su pueblo. Lo mismo sucedió en Corea, Vietnam, Tibet y en muchos otros países budistas. Este proceso de aculturación es uno muy importante, pues dicta el tono que tomará el Buddha Dharma en ese nuevo tiempo y cultura. Incluso dentro de Japón luego del Gran Maestro Saicho, otros grandes sacerdotes Tendai, como el Gran Maestro Ennin, Annen y Genshin, continuaron adaptando el Verdadero Dharma - sin adulterarlo o fraccionarlo, como lo hicieron los Reformadores del periodo Kamakura en el medioevo japonés del Siglo XIII - a las circunstancias por las que atravesaba el país, manteniendolo vivo y relevante. Ahora, es la tarea de los Sacerdotes el continuar ese legado. 

Hoy, siguiendo el trabajo contínuo de mis predecesores, me he dado a la tarea de presentar el Budismo a la luz de nuestra cultura y nuestro tiempo. No soy un Gran Maestro, y disto mucho de ser tan sabio e iluminado como mis antepasados, pero he aceptado humildemente el llamado del Buda de realizar esta ardua misión para el beneficio de todas las personas en el Mundo Hispano. Esta es la razón por la cual la vida (el Buda) me ha dirigido a formarme educativa y profesionalmente como lo ha hecho en formación legal y religiosa. Igualmente, esta era informática nos provee las herramientas para realizar y lograr este trabajo de aculturación (el cual tradicionalmente ha tardado siglos) en corto tiempo. Es por ello que en los últimos años he tratado de sistematizar el Verdadero Budismo a la luz de nuestro trasfondo cultural católico y en el Siglo XXI, adoptando un lenguaje común y uniforme, presentando el Dharma Eterno del Buda en términos occidentales que hagan justicia a la verdadera intención y contenido del Dharma. Este proceso no añade nada nuevo ni altera el Verdadero Dharma, sino que lo sistematiza, lo presenta y los expresa (hace explícito lo implícito) al público desde un esquema occidental, tal como lo hizo el Gran Maestro Chih-i en China y el Gran Maestro Saicho en Japón. Así, el Budismo por fin puede, por primera vez, responder todas las las interrogantes de sus devotos occidentales (pues muchos budistas desconocen que el Buda realmente habló sobre muchas cosas como el origen del Cosmos, entre otros) y de las personas curiosas de otras religiones y tradiciones espirituales, poniendo entonces el Dharma Eterno del Buda hombro con hombro con el resto de las religiones del mundo en Occidente. 

El Verdadero Budismo no es algo histórico, muerto, que solo se presenta desde sus textos en los libros de historia, sino que es algo vivo que ilumina los corazones y las mentes de todos los seres y los transforma, por lo que debe hacerse accesible a todos por igual. Dado a que vivimos tiempos oscuros, la Era Final del Dharma, donde los Tres Enemigos se levantan contra el Verdadero Dharma, es imperativo que los devotos tengan a su disposición los verdaderos dogmas, doctrinas y prácticas de su fe para poder realizar la Verdad del Buda y así madurar espiritualmente. Estos esfuerzos, como lo han hecho en el pasado, despiertan los Tres Enemigos Poderosos (Laicos Arrogantes, Sacerdotes Arrogantes y Falsos Maestros, quienes piensan que saben todo sobre el Dharma), por lo que es natural que este esfuerzo encuentre oposición. 

El primero de estos enemigos, los Laicos Arrogantes, son personas ignorantes del Budismo que denuncian y hablan mal de quienes practican el Verdadero Dharma, atacando directamente a los practicantes y tratando de arruinar su posición social o incluso su bienestar. Estas personas promueven un Dharma Falso, como el Dharma Secular, o truenan en contra de las instituciones budistas, buscando destruir a los Sacerdotes, debilitar el Dharma y crear división en la Sangha. El segundo de los enemigos poderosos, los Sacerdotes Arrogantes, son aquellos que, creyéndose superiores a los demás y que tienen un monopolio sobre la Verdad,, tratan astutamente de hablar mal de los que verdaderamente han recibido un llamado del Buda y relaizan su Voluntad en el mundo. Estos afirman haber dominado el Budismo pero se abstienen de practicar la enseñanza budista correcta. En cambio, calumnian y atacan a quienes practican y defienden seriamente esa enseñanza. El tercer y más poderoso enemigo corresponde a los Falsos Maestros. Estos son los que más abundan, ya sea que se disfracen de monjes, o que se llamen "maestros" sin haber sido propiamente educados, ordenados y formados para tal importante rol que solo le corresponde a los Sacerdotes Budistas. Buscando tener fama (sobre todo, por internet) y de lucrarse del Dharma, presentan un Dharma Falso, secularizan el Budismo, o lo mezclan con elementos no-budistas, como la Nueva Era, adulterando así el Mensaje del Buda. El Buda profetizó y nos advirtió sobre esto en el Sutra del Loto.

El resultado de este proyecto ha sido hasta el momento muy fructífero y bien aceptado. El Templo Tendai de Puerto Rico, como representante de la Tradición del Loto en el Mundo Hispano, ha podido redactar varios documentos importantes que son parte de Dharma Viviente, como: (1) Catecismo Budista (Dharmología), el cual presenta todos los dogmas, doctrinas y prácticas del Verdadero Budismo. (2) Un Comentario al Catecismo Budista (Dharmosofía), el cual presenta un curso completo en el Verdadero Budismo. (3) Credo Budista, el cual presenta de forma sucinta la base de nuestra Fe. (4) Declaración de Fe, la cual reune los fundamentos doctrinales de nuestra Sangha Hispana. (5) Varias Constituciones Dogmáticas  (Buddhakaya y Buddhavacana) que reunen los dogmas fundamentales de nuestra Fe. (6) Rosario Budista, el cual adapta una milenaria práctica budista tradicional a nuestro trasfondo judeo-cristiano y católico; entre otros futuros documentos, como un pronto volúmen que presente la Teología Dogmática Budista (Budología) de forma sistemática, y una Reforma Litúrgica.

Dharma Viviente también espera poder presentar una traducción de los Textos Sagrados más importantes del Canon Budista en varios volúmenes (Canon Budista), en un lenguaje moderno y devocional, así como un comentario separado a cada uno de ellos (Tesorería del Dharma). Todo esto le provee a la comunidad budista hispana las herramientas necesarias para poder conocer bien el Budismo, así como desarrollar su fe, su estudio y su práctica del Dharma del Buda. Todo esto es el fruto del trabajo realizado por los últimos más de diez años de mi carrera ministerial budista, y que espero continuaer hasta el final de mis días.

Hoy, en la Era Final del Dharma, es menester que los devotos tengan acceso al Verdadero Dharma. En un mundo tan dividido, donde la Oscuridad de la Ignorancia arropa las mentes y corazones de los seres, y donde Mara reina el planeta, es más importante que nunca que podamos mantener viva la Llama del Dharma para futuras generaciones. Esto nos llama a ser puentes de unión y que reunamos los diferentes grupos budistas que han sido separados y esparcidos por el tiempo, la Maha Sangha. Este es el rol de los verdaderos Bodhisattvas, los Hijos del Buda. Yo he aceptado el llamado; esta es mi misión en la Tierra, ¿y tú? Si deseas responder al mismo, únete a nuestros esfuerzos. Mantengamos la Luz del Dharma encendida e iluminemos una esquina de nuestro mundo.

Joyas de la Tesorería del Dharma: La Sabiduría del Maestro Ippen - Himno al Voto del Buda Amida

 

"Reflexiona sobre tu ser: una burbuja flotando en el arroyo —
Una vez que muere, no queda nada de un hombre.
Reflexiona sobre la vida y verás el brillo de la Luna,
Inquebrantable a través del ascenso y descenso de cada fugaz respiración.

"Aunque apreciamos nuestras formas en los Caminos del Bien
De los hombres y devas, ninguno puede retenerlos.
Los dolores del Infierno, los Espíritus Hambrientos, y las Bestias,
Todos lo aborrecemos, pero fácilmente lo volvemos a tomar.

"De las diversas formas ante nuestros ojos—
Cuando nos quedamos ciegos, no aparece ninguna forma ni color.
En cuanto a las palabras que asaltan nuestros oídos—
Una vez sordos, no podemos oír ninguna voz.

"El oler fragancias, el saborear sabores,
Sólo por un breve lapso.
Cuando la respiración se han detenido,
A este ser no le queda ningún funcionamiento.

"Desde muy, muy lejos en el pasado lejano,
Hasta el día de hoy, en este mismo instante,
Esas cosas que más hemos anhelado
No las hemos alcanzado y estamos tristes.

"Algunos han captado completamente las puertas del Dharma.
Del Camino de los Sabios y del Reacimiento en la Tierra Pura,
Pero su pensamiento delirante y samsárico permanece intacto,
Y todo se convierte en karma para más  transmigración.

"Con mentes que se han desviado completamente de la verdad.
De la no discriminación del bien y del mal,
Consideramos que lo incorrecto y lo correcto son uno:
Esta percepción es oscuridad; ¡Qué vergonzoso es!

"'Las pasiones ciegas son en sí mismas la Iluminación' —
Pero al oír esto, sólo seguimos haciendo el mal;
Aunque decimos 'el Samsara como tal es el Nirvana',
Apreciamos mucho esta vida.

"El Cuerpo del Dharma (Dharmakaya) del Buda, cuyo origen fundamental es la pureza
Es el Buda que permea todo como la Talidad;
Pero como no hay ilusión ni Iluminación,
Saber y no saber son ambos inútiles.

"Su Cuerpo de Recompensa (Sambhogakaya), perfectamente dotado de innumerables prácticas,
Es el Buda de la fusión de la razón dhármica y la sabiduría;
Dado que no existe dualidad entre la esfera de la razón y la sabiduría,
Es inútil pensar en él o pronunciar su Nombre.

"Su Cuerpo Encarnado (Nirmanakaya), que corta todo mal y practica el bien,
Es el Buda quien trata a los enfermos según sus condiciones;
Para los malvados de las Diez Transgresiones y Cinco Actos Condenatorios,
Es inútil para su emancipación sin importar la condición.

"Pero el Cuerpo de Recompensa del Nombre, la causa cumplida del nacimiento,
Es el Buda que lleva al ser tonto a la salvación;
Suyo es el voto de salvar a todos los seres de las diez direcciones,
Así que no permite que se escape ni uno solo.

"El Nombre del Voto único e incomparable del Buda Amida
Encarna el funcionamiento inconcebible del Otro Poder,
Entonces, cuando una persona simplemente dice este Nombre, dejando todo en sus labios,
En esa expresión se desvanece toda su maldad en el nacimiento y la muerte.

"Más allá del único instante de pensamiento del Nembutsu al principio
No hay diez recitaciones finales al morir;
Más bien, se comienza añadiendo instante de pensamiento sobre instante de pensamiento,
Y el instante de pensamiento que alcanza su límite es el fin.

"Una vez que nuestro pensamiento delirante haya cesado por completo,
No hay comienzo ni conclusión, principio ni fin;
En la unidad del Buda y el ser sintiente
Solo recita Namu-Amida-Butsu.

"Deshazte rápidamente de tus innumerables ilusiones,
Y confiate sinceramente al Buda Amida,
Deja que tu aliento se gaste en Namu-Amida-Butsu:
Este es el fin de nuestro pensamiento delirante.

"En ese momento, desde el Reino de la Bienaventuranza,
El Buda Amida, Kannon, y Seishi
Con una hueste de santos, incontables como las arenas del Ganges,
Se manifiestan ante el practicante;
Todos juntos le dan la mano,
Acogiéndolo y dándole la bienvenida.

"Inmediatamente nos encontramos en un loto dorado
Y, siguiendo al Buda, 
En un solo instante, 
Renacemos en la Tierra Pura de la Felicidad.

"Descendiendo de sus flores de loto, los devotos
Se postran en el suelo y rinden alabanza al Buda Amida. 
Luego, guiados por los Bodhisattvas,
Son dirigidos a la presencia del Buda.

"Se dirigen entonces al Palacio Enjoyado,
A escuchar al Buda predicar el Dharma.
Subiendo la Torre Enjoyada,
Ven otros mundos a la distancia;
Habiendo alcanzado el Reino de la Paz,
Regresan a los mundos impuros a salvar a todos los seres;
Así, el Voto de Gran Compasión no conoce límites, 
Y por el resto de los siglos repagan sus deudas de gratitud por la Gracia del Buda Amida."



El Budismo y la Guerra: El Sutra del Monarca Dhármico - Capítulo 6 - La Política del Estado IV

 El Sutra del Monarca Dhármico (Arya Satyakaparivarta Sutra, o Sutra del Alcance del Bodhisattva), es un sermón del Buda contenido en el Canon Budista donde Buda expone la teoría iluminada de una guerra justa dhármica: cómo debe gobernar y comportarse un rey (y por extensión, los budistas) en momentos de guerra. El ideal del gobernante en el Budismo es el Chakravartin, el "Rey que Gira la Rueda" o el "Monarca Universal", el Rey del Mundo, alguien que rige su reino y su pueblo con los principios del Dharma, la contraparte mundana del Buda, el Rey del Cosmos. Si bien un Rey Budista debe de buscar siempre la paz y el bienestar de todos sus ciudadanos y todos los seres sintientes, no puede hacerse de la vista larga cuando hay inusticias y cuando reina el mal, pues el hacerlo solo invita el caos, y como representante del orden en el mundo, su rol es el de castigar el mal y premiar el bien a la vez que busca el bienestar de todos los seres. Así, como el Rey del Mundo, es un ejemplo y una luz para todos los que lo ven y lo emulan, esparciendo así la buenanueva del Dharma por toda la Tierra. 

En las próximas entradas, presentaremos un comentario sobre el Sutra del Monarca Dhármico, el cual fue predicado por el Buda en el periodo Mahayana, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas del Verdadero Dharma Eterno del Buda. A través del mismo, veremos cuál debe de ser la conducta de un verdadero budista, un Hijo del Buda (Bodhisattva), sobre todo, en momentos de tensión y de guerra. Este es un Sutra corto, pero lleno de importancia en nuestros tiempos, por lo que espero que le mismo sea de beneficio para todos los seres sintientes. Todo error es enteramente mío.

Ahora el Rey le pregunta a Satyavadin: "Oh, brahmín, en este reino tenemos almacenes de comida. ¿Pertenecen estos al Rey o al pueblo?" A lo que Satyavadin contesta: "Su Majestad, estas reservas de alimentos no le pertenecen ni al Rey ni al pueblo. ¿Por qué? Fueron producidas por el trabajo arduo de la gente, por lo que no pertenecen al Rey. Sin embargo, dado a que el Rey ha sido autorizado y confiado con las mismas, no pertenecen al pueblo tampoco".

¿Qué nos quiere decir Satyavadin con esto? Esto nos dice que las reservas de alimentos son de todos los seres que trabajaron por ello, pero es el gobernante quien las administra, pues ha sido encomendado para ello. Esto nos muestra una visión republicana de gobierno y de manejo de recursos, pues como vemos, no son del pueblo (como en el comunismo), pero no son del gobernante (como en una dictadura), sino que son de todos los que trabajaron por los alimentos. Esto elimina la idea común de muchos budistas de que el Budismo es socialista o de izquierda, pero nos muestra que tampoco es de derecha extrema, sino como todo en su religión y filosofía, es un Camino Medio.

El Rey seguido le pregunta a Satyavadin: "Oh, brahmín, si las personas que pagan sus impuestos sobre sus propiedades y posesiones se rehúsan a pagarlos, es considerado un acto no-virtuoso. ¿Pueden ser considerados como ladrones y como un robo?" Satyavadin responde: "Su Majestad, no están robando. Sin embargo, si hay personas con propiedades y posesiones y no pagan sus impuestos, esto es un acto no-virtuoso y el gobernante puede obligarlos a pagarlos."

El Estado tiene el deber de cobrar sus impuestos sobre sus ciudadanos para mantener el gobierno y proveer servicios sociales necesarios a la comunidad y al país, como educación, seguridad e infraestructura. Pero el Estado y el gobernante debe ser virtuoso y considerado con ello, pues sabemos que existen sectores de la sociedad que no cuentan con los medios para su subsistencia. Para ello, el Budismo ree que el Estado debe ayudar a sus ciudadanos a tener un estándar de vida bueno y adecuado para su desarrollo físico, mental y espiritual, pero como veremos, no apoya el "Mantengo". Todo depende de las circunstancias. Un buen ciudadano, y sobre todo, un buen budista, trabaja por el bien de su familia, su comunidad y país, aportando valor a la sociedad y la vida.

El Rey le pregunta a Satyavadin: "Oh, brahmín, si un gobernante fuerza a una persona pobre a pagar sus impuestos, ¿es esto considerado no-virtuoso?" A lo que Satyavadin responde: 

"Su Majdestad, a veces es no-virtuoso, y otras veces no. Supongamos que una persona pierde sus posesiones por estar yendo a prostíbulos, estar apostando, o gastándolo en cosas inútiles por su mala conducta; el Rey entonces puede hacerlo prometer pagarlos y luego exigirle el pago de sus impuestos. Así, la persona no disminuye sus posesiones y el Rey incrementa su tesorería. Sin embargo, si una persona pierde sus propiedades y posesiones por un desastre natural, o por robo,  entonces, el Rey debe de exhimir a esa persona del pago de sus impuestos. Si no lo hace, no lo está protegiendo y el Rey actúa de forma no-virtuosa".

Luego de esto, Satyavadin le enumera al Rey las diez virtudes de un buen Rey. Estas son:

(1) Perfección Divina - es único entre la multitud, y debe caracterizarse por su integridad y benevolencia;

(2) Corta Buena - siempre cumple sus responsabilidades y realiza sus acciones de acuerdo con la ley;

(3) Sabiduría - protege a su pueblo con buenas leyes;

(4) Esfuerzo Constante - no tiene enemigos, vive felizmente e incrementa siempre la tesorería de su pueblo;

(5) Respeto por la Verdad - castiga a los malvados e incrementa el mérito de su pueblo;

(6) Habilidad - cumple todas sus responsabilidades a su debido tiempo correctamente;

(7) Gentileza - es confiable y respetado por su pueblo;

(8) Buena Conducta - conoce la diferencia entre la gente buena y la mala;

(9) Fortaleza en las Dificultades - está libre del miedo y cumple todas sus responsabilidades;

(10) Sostenimiento de la Verdad - practica el camino correcto y está rodeado de personas virtuosas.

Podemos complementar y contrastar estos requisitos con los anteriormente discutidos en el Sutra de la Luz Dorada y el Sutra de los Reyes Benevolentes. Ahora, el Rey le pregunta algo bien importante: "Oh, brahmín, ¿qué debe hacer un buen Rey si estalla una guerra?" Este es el tema principal de todo el Sutra, por lo que lo veremos con detalle. Satyavadin responde:

"Su Majestad, un Rey debe lidiar con una guerra aplicando los tres principios hábiles durante los tres periodos del principio, medio y final.

"Al principio, un Rey debe de actuar como un buen mediador y tratar de disipar la disputa, aplicando los medios hábiles para prevenir la guerra. Si un gobernante puede aplacar a sus oponentes y terminar la disputa, debe hacerlo y prevenir una guerra. Si un gobernante puede establecer una alianza o intimidar a sus enemigos, y de esta forma prevenir una  guerra, debe formar alianzas, hacer amenazas, y prevenir la guerra. Si aún así no puede prevenir la guerra, debe entonces librarla, manteniendo tres cosas en mente.

"Primero, debe de tener siempre en mente la protección de su gente; segundo, debe tener en su mente la victoria sobre sus enemigos; y tercero, debe de tratar de proteger toda vida. Tendiendo estas tres cosas en mente, puede llamar los cuatro grupos de sus fuerzas armadas. Así, aplica los medios hábiles en el medio. Finalmente, un Rey debe de agrupar sus fuerzas, los cuatro grupos, de acuerdo a sus nivel. Los guerreros inferiores deben estar al frente con los guerreros medios detrás de ellos, seguidos por la caballería. El gobernante, junto con los guerreros superiores, debe estar atrás. Esto le permitirá a cada grupo destacarse de acuerdo con sus habilidades y al Rey lograr su cometido y tener victoria. Así, un Rey aplica los medios hábiles al final.

"Aunque en una guerra pueda haber daño y muerte en el ejército contrario, un gobernante, por su uso de los medios hábiles, comete menos acciones no-virtuosas, y así, no recibirá retribución, ya que tomó todas las medidass y decisiones con consideración y compasión. Dado a que tomó medidas para proteger a su gente y sus familias, incrementará su mérito. Su Majestad, si va a haber una guerra, un buen gobernante debe manejarse de esta manera".

Aquí vemos la teoría budista de la guerra. Como mencionamos al inicio de nuestro estudio y comentario, el criterio rector es el tratar de evitar un conflicto por todo medio virtuoso posible. El Sutra enumera varios medios por grado de intensidad, in crescendo, comenzando por lo más importante, el diálogo. Podemos prevenir (primero) y evitar muchos conflictos por medio del diálogo y el entendimiento. Esta debe ser la característica que nos distingue de los animales, el poder hablar, entender y solucionar nuestros problemas por medio del diálogo. Si esto no sirve, un gobernante debe entonces advertir de las consecuencias obvias de un conflicto abierto, llegando incluso a hacer uso de las amenazas, todo lo posible antes de entrar en un conflicto. Si nada de esto funciona, debe proseguir con lo inevitable y cumplir sus deberes y responsabilidades indelebles de proteger su pueblo y luchar por lo que es correcto, bueno y justo. Pero aún en medio de la guerra, debe tratar de causar el menor daño posible, no solo a su reino y su gente, sino también a los soldados enemigos. Este es el uso de los medios hábiles. Si hace esto, no tiene retribución kármica e incrementa su mérito. El no defender a su gente es un acto no-virtuoso, pues incumple con su deber y responsabilidad como Rey ante su pueblo y solo permite que se esparza el caos y el mal, dando rienda suelta a la injusticia. Así, primero que todo, debe defender a su gente, tratando de infligir el menor daño posible, buscando la victoria - el fin del conflicto. 

Podemos aplicar estos mismos principios a los problemas que surgen entre las personas y la auto-defensa personal. Siempre debemos tratar de vivir una vida que no interfiera negativamente con las demás personas ni con el medio ambiente. Esto nos exige ser considerados en todo momento, viendo que nunca generemos las causas y condiciones para un conflicto o una pelea. Esto es vivir una vida de acerudo con el Camino Budista. Sin embargo, muchas veces, entramos inevitablemente en conflicto con otras personas, porque no todos aspiran a algo superior como nosotros, por lo que debemos de igualmente siempre estar preparados para desescalar un problema en todo momento. Aquí radica la importancia de vivir preparadamente, como por ejemplo, buscar desarrollar destrezas de mediación de conflictos y aprender un arte marcial o de defensa personal. Si no podemos resolver el conflicto por medio de las palabras, debemos advertir las consecuencias naturales del mismo. Si la situación escala y debemos de defendernos a nosotros, un ser querido o nuestra propiedad, entonces procedemos a actuar con violencia iluminada. Esto es, como hemos mencionado, hábilmente, con uso de la sabiduría (fuerza y violencia) pero con compasión (mesuradamente). Esta es la forma budista de abordar un conflicto violento. Esto no va en contra del principio de No Matar (Ahimsa) ni del pacifismo, pues debemos de hacer uso de los medios hábiles y recordar que una persona pierde su derecho a la vida cuando atenta consciente y directamente contra la vida de otros. 

Satyavadin admite que aún con todo esto, es inevitable el que se cause daño, o incluso la muerte, en el proceso, por lo que siempre alienta al Rey a hacer uso de los medios hábiles y tratar de causar el menor daño posible a la vida inocente y al ambiente. Como vemos en el Sutra Upaya-kaushalya en el Canon Budista, a veces hayque matar una vida para salvar muchas otras. En este Sutra, vemos que en una vida pasada, el Buda Shakyamuni mata a un ladrón con la intención de realizar un asesinato en masa en un barco (con la intención de ambos, salvar la vida de los pasajeros, y salvar al ladrón del mal karma). Veamos este episodio del Sutra:

"Hijo de familia: Érase una vez, mucho antes del Buda Dipamkara, había quinientos mercaderes que zarpaban en alta mar en busca de riquezas. Entre la compañía se encontraba una persona malvada, un ladrón bien entrenado en el arte de las armas, que había subido a bordo de ese mismo barco. Pensó: 'Mataré a todos estos comerciantes cuando hayan completado su negocio y hayan hecho lo que se propusieron, tomaré todas sus posesiones e iré al continente Jambu'. 

"Hijo de la familia: Entonces los comerciantes completaron su negocio y se prepararon para partir. Tan pronto como lo hicieron, esa persona engañosa pensó: 'Ahora mataré a todos estos comerciantes, tomaré todas sus posesiones e iré al continente Jambu. El tiempo ha llegado.'

"Al mismo tiempo, entre la compañía a bordo se encontraba un capitán llamado Gran Compasivo. Mientras el capitán Gran Compasivo dormía en una ocasión, las deidades que habitaban en ese océano le mostraron esto en un sueño: 'Entre la tripulación de este barco hay una persona llamada tal y cual, de tal y cual tipo de físico, de tal y tal vestimenta, complexión y forma: un ladrón malvado. Él está pensando: 'Mataré a todos estos comerciantes, tomaré todas sus posesiones e iré al continente Jambu'. Matar a estos comerciantes crearía un karma maligno formidable para esa persona. ¿Por qué? Estos quinientos mercaderes están todos progresando hacia el Despertar supremo, correcto y pleno. Si matara a estos Bodhisattvas, la culpa, el obstáculo causado por el acto, le haría arder en los grandes infiernos durante el tiempo que le lleve a cada uno de estos Bodhisattvas alcanzar el Despertar supremo, correcto y pleno, consecutivamente. Por lo tanto, capitán, piense en algún medio hábil para evitar que esta persona mate a los quinientos comerciantes y vaya a los grandes infiernos debido a su hecho'.

"Hijo de familia: Entonces despertó el capitán Gran Compasivo, consideró los medios que podría haber para evitar que esa persona matara a los quinientos comerciantes y fuera a los grandes infiernos. Pasaron siete días con viento adverso a navegar hacia el continente Jambu. Durante esos siete días se sumergió profundamente en sus pensamientos, sin hablar con nadie. Pensó: 'No hay otro medio para evitar que este hombre mate a los mercaderes y vaya a los grandes infiernos, sino matarlo'. Y pensó: 'Si tuviera que informar de esto a los mercaderes, ellos lo matarían con pensamientos enojados y todos van a los grandes infiernos.' Y pensó: 'Si tuviera que matar a esta persona, también ardería en los grandes infiernos durante cien mil eones a causa de ello. Sin embargo, puedo soportar experimentar el dolor de los grandes infiernos, que esta persona no mate a estos quinientos comerciantes y desarrolle tanto karma maligno. Mataré a esta persona yo mismo.

"Hijo de familia: En consecuencia, el capitán Gran Compasivo protegió a esos quinientos mercaderes y protegió a esa persona de ir a los grandes infiernos apuñalando y matando deliberadamente con una lanza a esa persona que era un ladrón, con gran compasión y medios hábiles. Y todos en la compañía terminaron sus negocios y cada uno se fue a su propia ciudad.

"Hijo de la familia. En ese momento, en esa vida yo no era otro que el capitán Gran Compasivo. No dudes ni lo pienses más sobre este punto. Los quinientos mercaderes a bordo son los quinientos Bodhisattvas que deben nirvāṇizarse hacia el Despertar supremo, correcto y pleno en este Eón Auspicioso. Hijo de familia: Para mí, el Samsara  estuvo restringido durante cien mil eones debido a esa habilidad en los medios y a esa gran compasión. Y el ladrón murió para renacer en un mundo paradisíaco.

"Hijo de familia, ¿qué opinas de esto? ¿Puede el Bodhisattva limitar el nacimiento y la muerte durante cien mil eones con esa habilidad en los medios y esa gran compasión ser considerado como un obstáculo causado por acciones pasadas? No lo veas de esa manera. Debe considerarse como su propia habilidad en los medios hábiles."

Como dice el antiguo maestro, estratega y sámurai, Yagyu Munenori: hay veces que hay que matar a uno para salvar a muchos. Esta es la Espada que Da Vida, diferente a la Espada de la Muerte. La Espada (defensa) es la misma, lo que es diferente es la intención. Las artes marciales no son una habilidad que se aprende para matar, sino para realizar plenamente el verdadero ser. La Espada que Da Vida encarna todo lo que es justo: proteger a los débiles, destruir el mal y cultivar el propio espíritu.

Como vemos, el Sutra del Monarca Dhármico niega explícitamente cualquier mérito a las guerras de conquista o agresión. Un gobernante puede usar las armas para defender su reino y proteger a su pueblo, pero sólo puede usar tanta fuerza como sea necesaria para expulsar a los invasores. Una vez expulsados, no debe intentar castigar a los invasores sino intentar hacer las paces con ellos. Aún mejor, debería hacer todo lo que pueda para evitar la guerra en primer lugar, como resolver disputas o hacer alianzas con otros reinos para que un rey extranjero agresivo se lo piense dos veces antes de iniciar una guerra. Si el reino es invadido, se aconseja al Rey desplegar sus fuerzas de manera ventajosa para asegurar la victoria. En la medida de lo posible, se debe evitar herir y matar a los invasores, aunque se reconoce que esto puede no ser posible. Pero si el Rey ha hecho todo lo posible sinceramente para evitar la guerra, si la autodefensa se lleva a cabo de manera que no haya castigo o venganza sobre los invasores, y si el rey toma estas medidas para la protección del pueblo y para por el bien de sus familias, esposas e hijos, sin preocuparse por él mismo ni por sus bienes y posesiones, aumentará enormemente su inconmensurable mérito. No es la guerra lo que gana mérito, sino llevar a cabo la defensa de un reino con el menor daño posible (incluido el daño a los invasores) lo que gana mérito. No debemos olvidar lo mencionado anteriormente en el Sutra:

"Cuando un gobernante cree que el castigo de los malvados no se efectuará mediante una mera deshonra, entonces, concentrándose en el amor y la compasión y sin recurrir al asesinato, al daño de los órganos de los sentidos o a la amputación de miembros, debe intentar advertir a los malvados, regañarlos, reprenderlos o golpearlos, o confiscarles sus bienes, exiliarlos del Estado, atarlos o encarcelarlos. Un gobernante debe ser duro, pero no más duro que ésto".

Las guerras son eventos catastróficos muy complejos, y el Sutra solo provee elementos esenciales fundamentales para poder evitarlas o al menos ganarlas correctamente - en situaciones de defenza. Es por eso que todo país debe tener su ejército, incluso los países budistas, pues, si bien pueden ser pacifistas, no pueden ser ingenuos y pensar que el resto del mundo piensa igual que ellos. Si esto no se hace, solo repetimos los errores del pasado, que costaron miles de vidas y la existencia de las antiguas universidades y complejos budistas. 

Hay un dicho que dice que quien desea la paz, debe prepararse para la guerra, y en el Camino Budista esto no es diferente. Muy por el contrario, como vemos, el Canon Budista nos provee innumerables ejemplos (como los Sutras anteriormente mencionados, entre otros eventos en la historia) donde vemos que la defensa de la vida, el bien, la justicia y la verdad son deberes indelebles no solo de los gobernantes, sino de todos los ciudadanos budistas. Esto disipa el mito popular de que el Budismo es absolutamente pacifista. Es por eso que vemos a muchos Bodhisattvas, Vidyarajas, seres iluminados y celestiales con armas en sus manos, no para hacer daño, sino para defender el Bien, la Verdad y la Justicia. Aquí radica la importancia del balance entre la sabiduría (capacidad de hacer daño) y la compasión (el uso correcto de la misma). Es el saber cómo defenderse (sabiduría), pero también, cómo aplicarlo (compasión). Este es el Camino Medio. Esto es tan importante como toda otra cosa y práctica en nuestra fe. Es por eso que el Budismo ha estado históricamente tan fuertemente atado a las artes marciales. El Budismo le provee a las artes de guerra una filosofía religiosa ética para su uso correcto y adecuado. ¿Por qué las artes marciales deben ser siempre parte del Camino Budista? Porque nos dan un entendimiento somático, real y puntual de la capacidad, las implicaciones y los límitas de la violencia a la que es capaz toda persona. Esto nos permite limitar estos impulsos y tendencias innatas y canalizarlas por un buen camino, usándolas solo para el bien y cuando es necesario. Esto es tocado con más detalle en El Comportamiento del Bodhisattva: Las Enseñanzas del Sutra de la Red de Brahma (Hikari Publishing, 2024).

Con estas líneas, Satyavadin concluye percialmente la teoría budista de la guerra. Retomaremos aspectos de la misma en los próximos capítulos. 

Vivimos hoy día, como lo ha hecho por la mayoría de su historia la humanidad, en tiempos de guerra. Los conflictos bélicos a gran escala de Rusia con Ucrania y de Israel con Gaza, así como conflictos internos a menor escala dentro de muchas otras partes del mundo, nos llaman a detenernos y analizar bien toda la situación con cuidado y detenimiento antes de asumir una postura en torno a ellos. Todos los días, los medios nos bombardean con una avalancha de información, toda con intereses económicos, políticos y personales de las personas detrás de la información. Debemos de ser muy cuidadosos con qué leemos, escuchamos y vemos, pero sobre todo, con lo que decimos y hacemos en torno a ello, pues pueden hacernos amar al perpetrador y odiar a la víctima, desviándonos de nuestro Camino Budista.

Finalmente, Satyavadin le dice al Rey que un buen gobernante siempre tiene en mente ocho visiones, las cuales en muchas formas resumen sucíntamente todo lo expuesto en este capítulo. Un buen Rey:

(1) Ve a sus ciudadanos como a sus hijos - premia el bien y castiga el mal como lo haría con un hijo bueno y malo al momento de disciplinarlo;

(2) Ve a las personas malvadas como enfermas - como un buen doctor, no debe enojarse con ellos, sino ayudarles a eliminar sus enfermedades y puntos de vista erróneos;

(3) Ve a la gente sufriente con compasión - debe ayudarlos a abandonar sus vicios y realizar cosas productivas y beneficiosas;

(4) Ve con regocijo a las personas felices - no debe de envidiarlos;

(5) Ve a sus enemigos como creados por causas y condiciones - debe buscar disipar las causas de enemistad y debe tratar de hacer amistad y alianzas con sus enemigos;

(6) Ve protectivamente a sus amigos - debe ver a todos con igualdad;

(7) Ve sus posesiones como medicina - no debe abusar de su autoridad ni aferrarse a sus posesiones, yd debe usar todo apropiadamente;

(8) Ve todo sin ego - debe buscar enseñanzas correctas e iluminadas, visitar a monjes y sabios, y poner en práctica sus enseñanzas.

Un buen gobernante que siga estos ocho principios gobierna bien su reino, incrementa su tesorería, y realiza su labor virtuosamente. Esto hace que sus acciones se alinean con el balance y el orden cósmico y que todo corra bien en el mundo natural y espiritual. Finalmente, un buen gobernante no debe olvidar nunca que es un ejemplo para su pueblo, y que sus acciones los guían al bien o el mal, por lo que siempre debe de practicar la reflexión y modelar su vida de acuerdo con los principios del Verdadero Dharma. 

Joyas de la Tesorería del Dharma: La Sabiduría del Maestro Ippen - Somos Uno con el Buda en el Nembutsu

 

Otra de las características sobresalientes del pensamiento religioso del Santo Ippen es la no-dualidad o unidad entre el Buda y los seres sintientes, siguiendo la Tradición del Loto de la escuela Tendai. En sus escritos, leemos:

"Perfecta Iluminación hace diez kalpas atrás - abarcando el reino de los seres sintientes;
Renaciendo en el espacio de un pensamiento - en la Tierra Pura del Buda Amida.
Cuando los diez y el uno son no-duales, alcanzamos el no-nacimiento;
Cuando la Tierra y el reino son uno, estamos sentados en la gran asamblea del Buda Amida".

En estas líneas, "diez" se refiere a los diez kalpas que las Sagradas Escrituras en el Canon Budista nos dicen que el Bodhisattva Dharmakhara practicó en el principio del tiempo para alcanzar su Budeidad como el Buda Amida, y "um" [de "un pensamiento"] se refiere al Renacimiento de todos los seres cuando recitan con fe el Nombre Sagrado del Buda Amida (Nembutsu). Este "un" no se refiere a una recitación del Nembutsu, sino al momento en el que el devoto (ser sintiente finito) se une al Buda Amida (Infinito) y acepta su salvación en el momento presente, en esta vida y en este cuerpo; donde su salvación y la Budeidad del Buda Amida se cumplen simultáneamente. Esto es porque ya Dharmakhara cumplió su Voto de Salvar a Todos los Seres que Reciten el Nembutsu, la condición para su Budeidad, por lo que nuestra salvación ya ha sido asegurada. Así, ese Nembutsu se convierte en el eterno momento presente de la Budeidad del Buda, el cual trasciende el espacio y el tiempo.

Dado a que la Budeidad del Buda Amida estaba condicionada por la salvación de todos los seres que recitaran el Nembutsu, el Renacimiento de cada ser que se entregue con total fe y confianza ya ha sido cumplido cuando el Buda Amida alcanzó su Budeidad hace diez kalpas. Cuando una persona abandona su Poder Propio (Jiriki) y se entrega completamente a la Gracia Salvadora del Buda Amida, el Buda, quien es la personificación de su Voto Primal de Salvar a Todos los Seres, entra y se vuelve uno con el devoto, y esta unidad se manifiesta en el Verdadero Nembutsu; en ese momento se da su Renacimiento. Este Verdadero Nembutsu no es recitado por nosotros, sino que es la manifestación de la actividad dinámica del Buda en el Cosmos trabajando a través de nosotros. Este Nembutsu transformador se manifiesta luego en nuestras acciones, palabras y pensamientos, así como en nuestra devoción; ya no recitamos el Nembutsu para ser salvos, sino en agradecimiento por el regalo de salvación que nos ha sido dado por Gracia, sin merecerlo.

El Nembutsu en la escuela Tendai es esotérico, pues sigue el mismo principio del Sanmitsu o de los Tres Misterios de Cuerpo (Mudra - Gassho), Palabra (Nembutsu) y Pensamiento (Buda Amida y su Tierra Pura - ver una imágen o visualizar al Buda). Esto lo hace un verdadero Sacramento, pues es una comunión entre el ser sintiente (finito) y el Buda Amida (Infinito); el hombre (Diez Mundos) y el Buda se vuelven uno. De esta forma, las actividades que realizamos son las del Buda. Esto lo vimos en el poema anterior de Ippen donde dice: "Cuando recibimos esta enseñanza con fe gozosa - El Buda y nosotros, los seres sintientes, ya no estamos separados; - Debido a que sus tres modalidades de actos y las nuestras se corresponden entre sí, - también se le llama el Buda de la Luz Sin Obstáculos." Así, la primera línea de los versos arriba nos muestra la total interpenetración o unidad entre el Buda Amida y el devoto, mientras que la segunda línea nos muestra la unidad del ser sintiente con el Buda. La convergencia de estos dos movimientos se muestra en la tercera línea. Esto se encapsula en el mismo Nombre Sagrado: "Namu" somos nosotros y todos los seres sintientes, y "Amida Butsu" es el Buda Eterno, Amida. Así, el Nembutsu nos muestra la total unidad entre los seres y el Buda; entre el Samsara y el Nirvana (Tierra Pura). 

Todo esto nos muestra que el número de recitaciones es irrelevante para nuestra salvación, ya que somos uno con el Buda; ya hemos sido salvos, solo debemos aceptarlo. El Nembutsu como práctica meditativa es, como toda otra práctica budista, una forma de devoción y de disciplina, pero el Verdadero Nembutsu es salvífico y solo viene del Buda Amida. No tenemos que esperar a la muerte para alcanzar nuestro Renacimiento pues, cuando nos encomendamos completamente al Voto del Buda Eterno, Amida, en ese instante, muere nuestro ser finito y falso, nuestro pasado ser, y renacemos nuevamente en esta vida como verdaderos budistas, como Hijos del Buda. Es por eso que Ippen nos dice que cuando realizamos que los diez y el uno son no-duales (que se puede interpretar como los Diez Mundos y la Budeidad o el Buda Amida), alcanzamos el no-nacimiento. Comos nos dice Ippen en una de sus Cartas:

"Luego de un instante de pensamiento en el cual, realizando la transitoriedad del nacimiento y la muerte en nuestra propia carne, nos encomendamos completamente al Nembutsu, el ser ya no es el ser. Entonces, como nuestro corazón es el Corazón del Buda Amida, nuestras acciones son las Acciones del Buda, y nuestras palabras son las Palabras del Buda. Nuestras vidas son la Vida del Buda Amida".

Es por eso que el Verdadero Nembutsu es transformador; es un nuevo renacimiento, un nacimiento a una nueva vida en esta misma vida - un renacimiento como verdaderos budistas. Desde ese entonces, todo bien que hagamos no es nuestro, sino que es el resutado de la experiencia transformadora del Renacimiento; son los actos del Buda Amida a través de nosotros en el cumplimiento de su Voto Primal. Esto requiere que, como nos dice la Tradición Budista y los Patriarcas Tierra Pura, "abandonemos este mundo impuro", el Samsara, y aspiremos a la Tierra Pura, el Nirvana. "Abandonar este mundo impuro" se refiere a abandonar nuestro viejo ser y renacer a nuestro Verdadero Ser (Amida), por medio del Nembutsu. Así, aunque nuestros cuerpos vivan en este Mundo Saha, nuestras mentes y corazones se encuentran siempre en la Tierra Pura, la Verdadera Naturaleza de este mundo. Esto es lo que nos quiere comunicar Ippen en la última línea, cuando dice: Cuando la Tierra y el reino son uno, estamos sentados en la gran asamblea del Buda Amida". 

Aquí vemos la doctrina Tendai de la Iluminación Original, que postula que todos los seres están iluminados innatamente (todo es una manifestación de la Budeidad o Talidad - Unidad), pues poseen el Espíritu del Buda, su Naturaleza Búdica, pero lo desconocen por la Oscuridad de la Ignorancia Fundamental - han caído en el reino de la ilusión y la dualidad, el Samsara, dado a sus ilusiones, perdiendo su Unidad Fundamental, su Verdadera Naturaleza, aferrándose a su ser finito y falso. Vivimos nuestras vidas en el Samsara aferrándonos a nuestro ser finito y falso, nuestro ego, discriminando entre objetos en el reino de la dualidad. Este no es nuestro Verdadero Ser. Debemos despertar a nuestra Verdadera Naturaleza, nuestro Verdadero Ser, el Buda Amida. El Nembutsu, gracias a la Gracia del Buda Eterno Amida, nos permite trascender estas barreras ilusorias y ver la Verdadera Naturaleza de la Realidad y de nosotros mismos. Esto es solo posible por medio de la Fe. Como nos dice Ippen: "Debenos renacer por medio del Nombre". Al ser uno con el Nembutsu, somos abrazados por la Luz Infinita del Buda Eterno, para nunca ser abandonados, trascendiendo el reino de la dualidad y viendo nuestra total unidad con el Buda. Cada recitación posterior, en nuestra práctica, es entonces un acto de agradecimiento y una renovación de nuestro Voto del Bodhisattva en el momento presente.

* * *

Para conocer más sobre estas enseñanzas, leer: Budismo de Sabiduría y Compasión: El Sutra del Loto a la Luz de las Enseñanzas Tierra Pura (Hikari Publishing, 2022) y Descubriendo Nuestro Verdadero Ser: Reflexiones sobre la Fe, la Práctica y la Espiritualidad Budista (Hikari Publishing, 2022).

domingo, 25 de febrero de 2024

Joyas de la Tesorería del Dharma: La Sabiduría del Maestro Ippen - Renaciendo en la Tierra Pura en Esta Vida

 

El Santo Ippen mantuvo las enseñanzas budistas de la Tradición del Loto (Tendai) muy cerca de su corazón toda su vida, y su influencia se ve en su acercamiento al Renacimiento en la Tierra Pura. En el Budismo, una Tierra Pura es un lugar trascendente fuera del espacio yel tiempo - fuera del Samsara - creado por el poder, los votos y los méritos de un Buda. En este lugar, existen las condiciones necesarias para alcanzar nuestro Despertar Espiritual, la Budeidad. El Buda Amida, en su carrera salvífica, creó una Tierra Pura llamada Sukhavati, o la Tierra Pura de la Bienaventuranza, donde los seres pueden renacer si recitan su Sagrado Nombre (Nembutsu - "Namu Amida Butsu") al menos diez veces con total fe y confianza en su poder salvífico. Tradicionalmente, se ha considerado que el Renacimiento ocurre tras la muerte. Al final de sus vidas, los devotos son recibidos por el Buda Amida y los Bodhisattvas Kannon y Seishi (Avalokiteshvara y Mahasthamamprapta) y un gran séquito de santos, o Renacen en flores de loto en uno de los estanques de la Tierra Pura. Pero para Ippen, como lo fue para muchos maestros Tendai, el Renacimiento ocurre realmente en esta vida. Entre sus escritos, leemos:

"Para un devoto que recita el Nombre con el Otro Poder, su cuerpo puede vivir en este mundo impuro por un tiempo, pero su corazón ya ha alcanzado el Renacimiento y mora en la Tierra Pura. Todos deben realizar esta gran verdad con fe".

El recitar el Sagrado Nombre (Nembutsu) con el Otro Poder (Tariki) significa el descartar nuestro ser finito y falso en el proceso; es recitar el Sagrado Nombre sin pensar que nuestros esfuerzos alcanzarán nuestro Renacimiento; es depositar todo nuestro conrazón y fe en la Gracia del Buda Amida. Este es el verdadero Renacimiento. Por otro lado, recitar el Sagrado Nombre con el Poder Propio (Jiriki) significa el pensar que somos nosotros quienes merecemos o logramos nuestro Renacimiento por medio de nuestros esfuerzos.  Este es un falso Renacimiento, pues solo genera dudas y ansiedad, pues nuestras mentes finitas y nuestros corazones desconfiados siempre se preguntarán si lo han alcanzado, y cuando hacemos un profundo examen sobre nuestro finito y falso ser, podemos ver que nos es imposible, pues, ¿cómo podemos alcanzar tal sublime experiencia redentora si nuestros cuerpos, mentes y corazones son tan negativos y corruptos?

La verdadera práctica del Nembutsu, como la verdadera práctica de la Meditación, es un Sacramento Budista, una comunión con el Buda Eterno (Amida), que es el Alma del Cosmos, y a su vez, el Espíritu del Buda en nuestro corazón - nuestra Naturaleza Búdica - nuestro Verdadero Ser. Cuando recitamos el Sagrado Nombre confiando en la Gracia del Buda, experimentamos el verdadero Renacimiento y obtenemos la Mente Verdadera (Shinjin), esto es, nos unimos al Buda Amida y somos uno con el Buda. Esto nos permite ver que nuestro Renacimiento ya había sido dado como un regalo desde el principio del tiempo, sin merecerlo, gracias a la infinita misericordia y amor del Buda por todos los seres. En ese instantem ya no hay dudas; hemos alcanzado nuestro Renacimiento, y podemos experimentar la Luz Infinita del Buda y la paz y calma de la Tierra Pura en esta vida, en el momento presente. Así, aunque aún vivamos físicamente en este Mundo Saha, en el Samsara, nuestros corazones y mentes ya se encuentran en la Tierra Pura. Entonces, ya no esperamos la llegada del Buda Amida y sus santos al momento de nuestra muerte, sino que vemos que es el Buda Amida quien entonces espera por nosotros, como nos dice el Santo Ippen en otra de sus enseñanzas:

"Muchas veces creemos que si un devoto espera con expectativa, será recibido por el Buda al momento de su muerte. Pero si, aun si tras tanta espera recibieras su bienvenida, aún ocurriría dentro de los Tres Mundos de la existencia samsárica. Recitar el Nombre es la verdadadera bienvenida del Buda. Cuando realizas que la recitación del Nombre es en sí mismo la bienvenida del Buda, entonces su llegada está asegurada; por el contrario, eras esperado".

Algunas denominaciones budistas, como las escuelas independientes Tierra Pura (Jodo Shu y Jodo Shinshu) ven el Renacimiento como algo post mórtem, y esperan la llegada literal del Buda y su santo séquito al momento de la muerte, pero Ippen nos dice que este es un entendimiento fundamentalista y errado; refleja una comprensión mundana. La verdadera llegada del Buda ocurre cuando aceptamos al Buda en nuestro corazón y recitamos por primera vez el primer Verdadero Nembutsu; esto es, cuando es el Buda quien lo recita a través de nosotros, siendo uno con su trabajo de salvación.

El Buda Eterno, desde el principio del tiempo, hizo el Voto de Salvar a Todos los Seres. Este es el Voto Primal, por lo que apareció en el Cosmos como el Buda Amida, el Buda de la Luz y la Vida Infinita, y nos entregó por medio de su encarnación como el Buda Shakyamuni en esta Tierra su Sagrado Nombre para que todos seamos salvos y alcancemos nuestro Despertar. Este Despertar es realizado cuando Renacemos en Esta Vida como  verdaderos Hijos del Buda; cuando aceptamos completamente en cuerpo, mente y espíritu al Buda en nosotros. Esto no es algo que nosotros pedimos, sino que ya nos ha sido dado, y el Buda espera que recibamos - el Buda espera pacientemente, siempre a nuestro lado, a que recibamos su Gracia y permitamos que trabaje en nuestras vidas. Cuando lo permitimos, podemos experimentar la gloria de la Tierra Pura en este momento y en esta vida, hasta que al final de nuestras vidas, con nuestra última exhalación, seamos como gotas de agua que se funden en un Gran Océano - el Nirvana. Ya no esperamos al Buda, sino que vemos que el Buda es quien nos está esperando.

Cuando aceptamos al Buda, renacemos como verdaderos budistas, como Hijos del Buda. Esta es una experiencia transformadora que le da un completo giro a nuestra vida interior, y nos da la fuerza y la confianza para poder continuar viviendo en el Samsara, realizando la Voluntad del Buda en el Cosmos.

Este entendimiento del funcionamiento de la Promesa de la Gran Compasión del Buda hacia todos los seres es radical, pues nos muestra la Unidad Fundamental entre el Buda y todos los seres, entre el Nirvana y el Samsara, y entre la práctica y su realización, y solo se encuentra en la Tradición del Loto de la escuela Tendai. 

jueves, 22 de febrero de 2024

Joyas de la Tesorería del Dharma: La Sabiduría del Maestro Ippen - Poema Tierra Pura

 


Mientras transmigramos en los Seis Reinos,
no tenemos a nadie que nos acompañe;
Nacemos solos y morimos solos;
¡Qué doloroso el camino del Samsara! (1)

Desde las nubes sobre el Cielo Superior
Hasta el calabozo más bajo del Infierno Avici,
No hay lugar donde no hayamos renacido
Como resultado de nuestro karma bueno y malo. (2)

Pero es difícil renacer
en los buenos reinos de los Humanos y los Dioses;
Nuestras moradas están siempre en los Tres Reinos del Mal,
de los cuales no podemos escapar. (3)

Incluso nuestros huesos se derriten en los infiernos de Cuerdas Negras y Torturas Ilimitadas;
En la Montaña de Espadas y el Bosque de Hojas Filo de Cuchillo nos cortan hasta el hígado.
Renaciendo como espíritus hambrientos, sufrimos de hambre;
También renacemos como animales, y recibimos retribuciones por la estupidez. (4)

Después de escapar por un breve descanso de los Tres Reinos del Mal
donde hemos sufrido tanta aflicción y tormento,
hemos tenido una rara oportunidad de renacer como Humanos;
¿Por qué no aborrecemos el nacimiento y la muerte? (5)

Aunque hayamos obtenido formas humanas,
si anhelamos los deseos mundanos,
trabajando duro en el trabajo, la mente y el cuerpo,
¿de qué nos sirve escapar del Infierno? (6)

Si somos codiciosos con deseos insaciables,
no seremos diferentes de los espíritus hambrientos;
Si tenemos la intención de dañar a otros,
seremos iguales a los animales. (7)

Si constantemente albergamos tales pensamientos ilusorios,
ocupándonos día tras día,
y estamos atados por las cuerdas de cinco deseos sensoriales,
incapaces de escapar de la Casa en Llamas, es una lástima. (8)

Incluso si la vida de uno abarcara mil otoños
o diez mil años, sería como un relámpago;
Después de que pasan meses y días en contra de nuestra voluntad,
El momento de nuestra partida llega muy rápidamente. (9)

El dolor del nacimiento, el envejecimiento, la enfermedad y la muerte
No elige a las personas para atacar;
Nadie puede escapar, ya sea noble o vil,
de posición alta o baja, rico o pobre. (10)

Mientras dure la vida efímera,
Uno puede embellecer su morada de gloria;
Una vez que sople el viento de la Impermanencia,
todas las perfecciones florales desaparecerán. (11)

Padres, esposa e hijos, para empezar,
Cien, mil millones de posesiones,
Tesoros y mansión incluidos,
Todo parece estar destinado al propio bien; (12)

Pensando así, uno ha amado y cuidado su cuerpo,
pero cuando el alma parte sola,
dejando atrás incluso este cuerpo,
¿Quién acompañará a uno al Mundo de los Muertos? (13)

Todos los parientes y familiares se reunirán
y, aferrados al cuerpo, llorarán por el difunto;
Pero, atraído por su karma, vagará en el engaño,
sin despertar del sueño del nacimiento y la muerte. (14)

Desde que conocí tal realidad de la vida,
he dejado de aferrarme a mi cuerpo, a mi vida y a mis posesiones;
Por lo tanto, habiendo renunciado a este mundo de engaño,
he elegido vivir solo. (15)

Durante los innumerables kalpas de muchas vidas,
todos han sido mi padre o mi madre;
Junto con una miríada de seres sintientes,
alcanzaré rápidamente la Tierra Pura. (16)

Renunciar a todo y entrar en el Reino
de la No-acción es la verdadera forma de reconocer su benevolencia;
Transferiré el Nembutsu que recito
a todos los seres sintientes universalmente. (17)

No tengo morada en ningún lugar del mundo,
que considero mi hogar permanente;
Pero como hay muchas casas donde puedo quedarme,
no me empapa la lluvia. (18)

En la medida en que una casa ofrece refugio,
su dueño y yo somos lo mismo;
Dado que él también debe abandonar la casa tarde o temprano,
¿de qué sirve considerarse el amo? (19)

Como sé que este mundo es la Casa en Llamas,
no haré mucho escándalo aunque sea consumido por el fuego;
Incluso si veo desgaste en mis pertenencias,
no tengo intención de repararlas. (20)

Si tengo una estera extendida en la habitación,
no la sentiré demasiado pequeña para vivir;
Mi vida diaria con el Nembutsu
es mi morada libre de pensamientos ilusorios. (21)

No son necesarias salas para prácticas budistas;
El Nombre, Namu Amida Butsu,
que mantengo ya sea caminando, de pie, sentado o acostado,
es el objeto sagrado de adoración, que es más de lo que merezco. (22)

Como no deseo fama ni ganancias,
no estoy dispuesto a deambular recolectando donaciones;
Como no estoy libre de las cinco faltas en la predicación,
he prometido no dar sermones. (23)

Siendo reacio a las reglas y regulaciones,
no quiero ningún discípulo propio;
Al no tener intención de depender de otros para que me apoyen,
no busco favor de nadie. (24)

Pero mientras mi cuerpo permanezca en este mundo,
el alimento y el vestido son ciertamente necesarios;
Los acepto tal como son traídos por mi karma
y no hago ningún esfuerzo por obtenerlos. (25)

No pido limosna diciendo muchas palabras,
ni halago ni gano el favor de nadie;
Lo suficiente para mantenerme con vida
lo recibo de otros como donaciones. (26)

Si no me dieran de la mínima subsistencia,
estoy dispuesto a morir de hambre;
Después de la muerte renaceré en la Tierra Pura,
que está llena de maravillosas manifestaciones. (27)

Como no estoy inclinado a tener éxito en el mundo,
nunca he usado ropas apropiadas;
Dejando mi ropa a la elección de los demás,
tengo como regla no preocuparme por eso. (28)

Ropa acolchada de algodón, ropa de verano, ropa de papel,
estera de paja vieja y abrigo de paja raído;
me pongo todo lo que hay como estos,
solo para protegerme del frío. (29)

En cuanto al alimento que sustenta mi vida,
tomo todo lo que me traen;
Como no temo a la muerte,
no rechazo nada por la sospecha de la causa de la enfermedad. (30)

Como no me lamento por la salud debilitada,
no codiciaré ningún alimento que me dé fuerzas adicionales;
Como no me importa el color de mi rostro,
no me interesa el sabor de la comida. (31)

Porque cualquier cosa que hagamos, ya sea buena o mala,
es el karma que nos ata al ciclo de nacimiento y muerte.
Todos estamos atados a los Tres Mundos, los Seis Reinos de la Existencia;
No hay ningún reino donde busco mi nacimiento. (32)

Si nos refugiamos en el Buda Amida
y decimos Namu Amida Butsu,
entonces, iluminados por su Luz abrazadora,
nos convertiremos en sus verdaderos seguidores. (33)

Mientras Kannon y Seishi se convierten en nuestros buenos amigos, 
¿por qué deberíamos buscar compañeros en este mundo?
Dado que todos los Budas nos protegen,
no tememos calamidades imprevistas. (34)

Es únicamente a través de la Benevolencia del Buda
que he llegado a comprender estos hechos;
Pensando así, me lleno de alegría
y me dedico más al Nembutsu. (35)

Si no fuera por el beneficio de todos los seres sintientes,
en vano habría vagado por el país;
Una vez visité el Santuario Kumano
y adoré en el Salón del Testimonio. (36)

Allí, en un sueño, recibí un mensaje divino,
Que me ha guiado por el resto de mi vida.
No busco mi propio refugio en el más allá,
sino que mi preocupación es beneficiar a los demás universalmente. (37)

Puesto que mi cuerpo está lleno de impurezas
y, al final, regresará a la tierra,
los que creen en mis palabras no obtienen ningún beneficio;
Aquellos que me calumnian no cometen ningún mal kármico. (38)

Porque el Nombre que se recita en voz alta
Contiene méritos inconcebibles,
Cualquiera que lo perciba con la mente y el cuerpo
Despertará del sueño del nacimiento y la muerte. (39)

Tanto los creyentes como los calumniadores se benefician igualmente
del inconcebible Nombre del Otro Poder,
que encarna los méritos primordiales existentes desde el pasado sin principio;
Por eso no debemos pensar que ahora lo practicamos por primera vez. (40)

Originalmente, la Naturaleza Búdica es el todo indiviso
en el que no existe distinción entre la Ilusión y la Iluminación;
Es contrario a la razón que surjan pensamientos ilusorios
y lleguemos a considerarnos engañados. (41)

El Voto Original de Amida está otorgado
a los seres sintientes en el engaño;
Dado que es por el bien de los tontos y los ignorantes,
no se requiere sabiduría ni inteligencia; (42)

No se necesitan actos de Caridad ni observar los Preceptos;
Los monjes que han quebrantado los Preceptos no son rechazados.
Como Amida abarca tanto a practicantes meditativos como no meditativos,
Nuestro Nembutsu no se ve obstaculizado ya sea que caminemos, estemos de pie, nos sentemos o nos acostemos. (43)

Como Amida no discrimina entre personas buenas y malas,
no abandona a los hombres con males kármicos;
Dado que otras buenas obras no son la causa del nacimiento en la Tierra Pura,
no se nos insta a esforzarnos por hacer el bien. (44)

No hay necesidad de comportarse de manera pretenciosa
o actuar para atraer la atención de los demás;
Como ya no dependo de la dirección de mi mente,
incluso la aspiración al Bodhi ha desaparecido. (45)

El Nombre del Buda de la Vida Infinita,
cuyo brillo eclipsa las luces de otros Budas,
está por encima de los planos relativos de engaño e iluminación;
Por eso es alabado como el Buda de la Luz Infinita. (46)

Cuando recibimos esta enseñanza con fe gozosa,
El Buda y nosotros, los seres sintientes, ya no estamos separados;
Debido a que sus tres modalidades de actos y las nuestras se corresponden entre sí,
también se le llama el Buda de la Luz Sin Obstáculos. (47)

Suspende todos los pensamientos y razonamientos,
déjate humildemente en manos de este Buda,
y hasta el último suspiro,
di Namu Amida Butsu. (48)