Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


lunes, 19 de febrero de 2024

El Budismo y la Guerra: El Sutra del Monarca Dhármico - Capítulo 6 - La Política del Estado II

 El Sutra del Monarca Dhármico (Arya Satyakaparivarta Sutra, o Sutra del Alcance del Bodhisattva), es un sermón del Buda contenido en el Canon Budista donde Buda expone la teoría iluminada de una guerra justa dhármica: cómo debe gobernar y comportarse un rey (y por extensión, los budistas) en momentos de guerra. El ideal del gobernante en el Budismo es el Chakravartin, el "Rey que Gira la Rueda" o el "Monarca Universal", el Rey del Mundo, alguien que rige su reino y su pueblo con los principios del Dharma, la contraparte mundana del Buda, el Rey del Cosmos. Si bien un Rey Budista debe de buscar siempre la paz y el bienestar de todos sus ciudadanos y todos los seres sintientes, no puede hacerse de la vista larga cuando hay inusticias y cuando reina el mal, pues el hacerlo solo invita el caos, y como representante del orden en el mundo, su rol es el de castigar el mal y premiar el bien a la vez que busca el bienestar de todos los seres. Así, como el Rey del Mundo, es un ejemplo y una luz para todos los que lo ven y lo emulan, esparciendo así la buenanueva del Dharma por toda la Tierra. 

En las próximas entradas, presentaremos un comentario sobre el Sutra del Monarca Dhármico, el cual fue predicado por el Buda en el periodo Mahayana, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas del Verdadero Dharma Eterno del Buda. A través del mismo, veremos cuál debe de ser la conducta de un verdadero budista, un Hijo del Buda (Bodhisattva), sobre todo, en momentos de tensión y de guerra. Este es un Sutra corto, pero lleno de importancia en nuestros tiempos, por lo que espero que le mismo sea de beneficio para todos los seres sintientes. Todo error es enteramente mío.

Luego de que Satyavadin definiera qué es una persona o un ser sintiente, y cómo el Karma de los seres los protege, el Rey procede a preguntarle algo que le preocupaba, pues como era costumbre en su época, los reyes acudían a diversos maestros y líderes espirituales para aconsejarse en materias de gobierno y política pública. Hasta el momento, el Rey Candrapradyota había acudido a maestros védicos, brahmanes y otros ascetas, y no fue sino hasta recientemente que le había surgido la curiosidad de ver cuál era la postura budista en torno a esto. Sin conocer que Satyavadin era realmente un gran Bodhisattva fiel al Dharma Eterno del Buda, le pregunta ómo un gobernante debe dirigir y proteger a su pueblo. Satyavadin le contesta:

"Su Majestad, los reyes gobiernan sobre sus pueblos. Ellos los llenan de felicidad y paz por medio de una perfecta conducta moral y ética. Es por eso que son llamados 'los que gobiernan y complacen' (raja), porque son responsables por la seguridad y la felicidad de sus habitantes, lo que los hace ser personas buenas.

"Existen cuatro clases de gobernantes: un Rey que Gira la Ruega o Monarca Universal, un rey de un pueblo, un gobernante provincial, y un gobernante vasallo. Un Monarca Universal es consagrado por el Dharma con una unción sobre su cabeza, y por medio de su poder divino, gobierna su dominio. Es un rey victorioso sobre las cuatro direcciones, y gobierna con moralidad y justicia."

Ahora, Satyavadin le explica al Rey que un Monarca Universal gobierna los cuatro continentes. Estos son los cuatro continentes en el mundo budista, que simbolizan las cuatro direcciones; es decir, todo el planeta. Es victorioso porque no tiene enemigos y nadie va en contra de sus órdenes. Es ético y moral porque practica las Diez Acciones Virtuosas mencionadas anteriormente. Es justo porque hace que sus súbditos eviten las Diez Acciones Malvadas y practiquen las Diez Acciones Virtuosas. Debemos recordar que un Monarca Universal es prácticamente un Buda Terrenal, un Buda mundano. Siddhartha Gautama, antes de manifestarse como una encarnación del Buda Eterno, tenía la oportunidad de no abandonar su reino y convertirse en un salvador y líder espiritual, sino de convertirse en un Monarca Universal, pero sabía que esto, aunque increíblemente beneficioso, no sería tan duradero y beneficioso para la salvación de todos los seres que la aparición de un Buda, y hasta el momento, no había aparecido un Buda en este mundo. Ya que ha aparecido un Buda, puede aparecer un Monarca Universal, y de hecho, ya los ha habido en el pasado. Tal fue el caso del Rey Ashoka (268-232 AEC) en en la India, y el Príncipe Shotoku (574-622 EC) en Japón.

Entonces, el Rey le pregunta a Satyavadin: ¿Cómo un Rey mantiene el orden en su dominio y protege a su pueblo? A lo que Satyavadin le contesta:

"Aparte del Monarca Universal, otros gobernantes dirigen y protegen a su gente por medio del texto de la ley. Cuando existe un Monarca Universal, los seres sintientes no se sienten atraídos a cosas malvadas e ilegales, por lo que gobierna son la necesidad de la ley escrita. Pero a medida que los seres se sienten atraídos al mal y al caos, dominados por sus deseos y pasiones, comienzan a romper la ley, por lo que los reyes mismos se vuelven menos confiables. Por ello, para dirigir y proteger al publo, los maestros crearon las leyes escritas".

Como vemos, en el tiempo de oro, durante el gobierno de un Monarca Universal, las personas no necesitan necesariamente de una ley escrita para evitar el mal y hacer lo justo y correcto, pero a medida que la era cambia, el tiempo pasa, y los seres se hunden en la Oscuridad de la Ignorancia. En las garras de Mara, comienzan a seguir sus deseos y pasiones desenfrenadas, lo que los lleva a cometer actos malvados contra otras personas y contra sí mismos, por lo que ya se gobiernan por su Consciencia (Naturaleza Búdica), sino por su lado animal mundano, requiriendo entonces de una guía, el texto de la ley. Los gobernantes entonces ejecutan y refuerzan las leyes para mantener la sociedad en orden, paz y armonía. Esta es la teoría de gobierno budista. 

El rey le pregunta a Satyavadin, ¿quiénes son aquellos que se sienten atraídos por cosas perversas e ilegales? A lo que Satyavadin responde que son aquellos que realizan las Diez Acciones Malvadas; aquellos que no estan contentos con sus posesiones y codician las de otros; aquellos que siguen textos de ley falsos y promueven enseñanzas religiosas falsas creadas por seres espiritualmente inferiores y los siguen pensando que son santos. 

Este es un punto bien interesante, pues, entre la lista, se menciona personas que siguen leyes falsas. Podemos preguntarnos, ¿cuál es un ejemplo de ello? Un ejemplo de un texto de ley falso es uno que sea negativo o injusto en letra o acción. Una ley puede ser negativa o injusta y decirlo explícitamente, pero muchos la siguen porque es la "ley". La historia está llena de naciones y líderes que han promovido leyes malas e injustas y que la gente ha seguido por ser obedientes, cuando son cómplices kármicos de sus causas y consecuencias. El Karma no es nulo por seguir órdenes. Igualmente, una ley puede parecer justa y buena en palabra, pero cuando se ejecuta, trae consecuencias nefastas. Este es el caso de muchas reformas comunistas y socialistas que, si bien suenan muy buenas en principio, solo han traido caos, sufrimiento, miseria y muerte en todos los países donde se han implementado. Lo peor de todo es que estos mismos principios se siguen tratando de implementar, bajo nuevos lentes, en la actualidad, en muchos países del mundo. 

Otro punto interesante que menciona Satyavadin es las "enseñanzas religiosas falsas creadas por seres espiritualmente inferiores". Ejemplos de esto es cualquier religión que atenta contra la vida, la seguridad y la paz de una persona o un grupo de personas; que impone sus creencias a otros; que divide en vez de unir; que promueve la violencia o el terrorismo, etc. Tanto religiones antiguas como el Islam, como muchas nuevas religiones, son un ejemplo de ello. Vivimos en una era sin precedentes, donde gran parte del mundo ya no discrimina en contra de las diferencias de religión y todos tienen la libertad de creer y seguir lo que les dicte su consciencia. Pero esto también tiene sus problemas, pues han proliferado muchas religiones y filosofías falsas y perjudiciales para las personas, y ante la falta o el rechazo de las mismas, la política, el activismo radical y la ideología han tomado el lugar antes ocupado por la religión. Todos estos son ejemplos de "enseñanzas religiosas falsas creadas por seres espiritualmente inferiores".

Todo esto nos hace preguntarnos, como hizo el Rey Candapradyota, ¿qué ley es virtuosa y puede proteger al pueblo? Satyavadin le responde:

"Su Majestad, es una ley que por naturaleza y resultado describa antídotos para el apego inapropiado, el odio y la ignorancia (los Tres Venenos). La naturaleza de esos antídotos es la siguiente: el desapego y entender la Verdadera Naturaleza de la Realidad es el antídoto del apego; la bondad amorosa es el antídoto del odio; y la sabiduría es el antídoto de la ignorancia. Estos antídotos son el resultado del esfuerzo y la compasión.

"Su Majestad, un rey o gobernante justo y recto, luego de comprender la naturaleza impermante de su reinado y posesiones, considera cuidadosamente las desventajas de las cosas mundanas, y mientras gobierna a su pueblo, hace uso de sus recursos y posesiones sin apegarse a los mismos. Este es el esfuerzo de un gobernante. Como un gobernante, no puede hacer uso indebido de sus posesiones ni de los recursos de su nación. Cuando las cosechas fallen y haiga hambruna, debe proveer a su gente protección. Igualmente, un gobernante debe proteger a su gente de los ladrones, de los maliantes y de las invasiones de otros pueblos. Debe beneficiar a todos por igual. Debe ser caritativo con los pobres y castigar los maliantes. Esta es la compasión de un gobernante. Con esfuerzo y compasión, un rey dirige y gobierna correctamente a su pueblo, por lo que ambas son necesarias para ejercer su poder sobre su dominio."

Aquí, Satyavadin continúa exponiendo la teoría budista de gobierno, instruyendo al Rey en la necesidad de la sabiduría (esfuerzo) y la compasión, de forma balanceada, pues un exceso de una de ellas puede traer consecuencias negativas a su reino. ¿Cuál es la sabiduría que necesita un Rey? La de saber cómo y cuándo ejercer su fuerza y poder? ¿Cuál es su compasión? Saber cómo y cuando ejercer su benevolencia. El ser muy estricto solo trae resentimiento y puede llegar a la crueldad; el ser muy compasivo y tolerante puede premiar tanto el bien como el mal e invita el caos y el desorden en la sociedad. Como menciona Satyavadin, en nuestra era (Era Final del Dharma o Mappo), las personas estan muy sumidas en la Oscuridad de la Ignorancia, y siguen sus deseos y pasiones de forma desenfrenada, lo que aumenta el poder del mal y la oscuridad. Las personas necesitan un líder y un guía. La ley es lo único que provee real libertad y seguridad. Es por eso que debemos de ser bien cuidadosos, como budistas, al momento de promover una forma de gobierno o de política pública, por no hablar de un partido político, y actuar con sabiduría y compasión, y nunca con fanatismo. Sino, ¿qué nos distingue de los no-budistas? Nuestra religión y filosofía es una del Despertar; no podemos actuar como personas dormidas.

El Rey se dirige a Satyavadin y le pregunta ahora: ¿Cómo uno puede castigar con sabiduría y compasión a las personas malvadas? Este es uno de los puntos principales del Sutra. Satyavadin le contesta:

"Su Majestad, un gobernante debe de mantener en mente los cinco estados al momento de castigar a los malvados. Un Rey debe: (1) castigar de la forma correcta, no incorrecta, esto es, debe castigar al maliante, no al inocente (2) castigar en el momento correcto, no el incorrecto, esto es, debe hacerlo cuando debe y en el momento indicado del acto, no cuando no debe; (3) castigar con propósito, no sin propósito, esto es, debe castigar a los maliantes con el propósito de convencerlos de asumir, y no evadir, sus responsabilidades; (4) castigar moderadamente, no de forma severa, esto es, si puede lograr su cometido con palabras, debe buscar hacerlo e incrementar su castigo hasta que la persona se reforme; y (5) castigar benevolentemente, no de forma maliciosa, esto es, cuando el gobernante ve que no puede lograr su cometido con palabras, entonces, con compasión y amor, sin recurrir a la matanza, dañar sus órganos o cortar extremidades, debe de tratar de llamar la atención, regañar, golpear, confiscar su propiedad, exhiliar, atar y encerrar en prisión a los malechores. Un gobernante debe ser estricto y fuerte, pero no desmedidamente."

Las personas cometen crímenes por múltiples razones, como pobreza, falta de educación, oposición a una ley injusta, odio, codicia, adiccion, o por una enfermedad mental. 

Hay muchas personas que viven en la pobreza en todo el mundo y esto puede ser un motivo para cometer delitos. Las Escrituras Budistas dejan claro que la pobreza es un factor subyacente del crimen. El Buda nos dice: "… debido a que los bienes no se otorgaban a los indigentes, la pobreza se hizo generalizada; debido al aumento de la pobreza, el robo aumentó, debido a la propagación del robo la violencia creció rápidamente, debido al crecimiento de la violencia la destrucción de la vida se volvió común, debido a la frecuencia de los asesinatos, tanto la duración de la vida de esos seres como su belleza también se consumieron…" (Digha Nikaya). El segundo Precepto o Mandamiento, como vimos, prohibe  las personas de tomar lo que no se da gratuitamente. Igualmente, la primera Virtud o Paramita es la Caridad. 

La falta de educación es otro factor que motiva el crímen. Crecer en un hogar donde el crimen es una forma de vida puede alentar a un joven a hacer lo mismo. La educación de un joven puede verse problemática debido a la violencia, la adicción o el abandono dentro de la familia. Esto también podría afectarlos de manera negativa y hacer que recurran a la delincuencia. El odio es un sentimiento o reacción negativa que puede conducir al prejuicio y la violencia contra quien o lo que la persona odia. El odio en el Budismo es uno de los Tres Venenos y una de las principales causas de sufrimiento. La codicia puede también conducir al crimen, especialmente al robo o al fraude. El Budismo enseña que actuar por codicia no es hábil y conduce al sufrimiento, por lo que es una de las Diez Acciones Malvadas. Los adictos pueden recurrir al robo para conseguir dinero para su próxima dosis. La droga que causa más delitos que cualquier otra es el alcohol. Bajo la influencia del alcohol, las personas pueden perder el control de sus pensamientos y acciones, volverse violentas y abusivas, y arriesgar la vida de otros mientras conducen por encima del límite. En el Budismo, el quinto Precepto nos enseña  a no abusar de sustancias intoxicantes, como las drogas y el alcohol. Finalmente, algunos trastornos mentales pueden hacer que las personas cometan fechorías. Los problemas graves de salud mental pueden hacer que las personas se vuelvan violentas y los problemas de manejo de la ira pueden provocar agresiones o asesinatos. El Budismo nos enseña que todo el mundo ve la realidad de una manera distorsionada, lo que lleva a que las personas se inflijan sufrimiento a sí mismos y a los demás. Todo eto nos muestra la necesidad de la Ley Mundana (gobierno y el derecho) y de la Ley Budista (Dharma).

Como podemos ver en el Sutra, el propósito del castigo en ley en el Budismo es la reforma, no el castigo per sé. Esto es cónsono con el acercamiento moderno de muchas sociedades de buscar castigar, prevenir y reformar al individuo. El Estado debe buscar reformar al individuo y reintegrarlo en la sociedad como un ciudadano responsable que cumple sus responsabilidades para con su familia, su comunidad y su nación. El castigo es importante por motivos de justicia, pero no debe ser el fin; el fin debe ser la reforma - el hacer que esa persona entienda qué está haciendo incorrectamente y que actúe futuramente de forma correcta, pues sus malas acciones causan sufrimiento al individuo en esta vida y en la próxima, así como al resto de las personas. Es una mentira el que el Budismo prohibe el castigo. Como vemos en este Sutra, el Budismo prescribe el casitgo y el encierro de forma reformadora, pero no condona la tortura, la mutilación, y la pena de muerte. Debemos recordar que en la India, hace más de 2,500 años (y aun tristemente en muchos países subdesarrollados), la tortura, la mutilación y el corte de extremidades era un castigo común, por lo que fue condenado por el Buda.

El Budismo cree firmemente que todos pueden cambiar y que nadie debería estar más allá de la esperanza o la redención. Es por eso que un criterio rector es la compasión, y Satyavadin insta al Rey a evitar sentir odio por los delincuentes, sino de tratar de comprender el crimen y desarrollar una respuesta constructiva hacia los delincuentes. Es por eso que la confesión y el reconocimiento de las malas acciones son importantes en nuestra fe. La historia de Angulimala es un ejemplo de esto. Angulimala fue un hombre que mató a muchas personas y tomó un dedo de cada víctima, convirtiéndolo en una guirnalda para colgarla alrededor de su cuello. Angulimala fue contatado por Devadatta y Ajashatru para matar al Buda, pero cuando vió y conoció al Buda, al entrar en su luz y presencia, pudo conectar con su Verdadera Naturaleza. En vez de tratar de matar al Buda, a instancia del mismo, Anguliamala se sentó, y escuchó lo que el Buda tenía que decir. El Buda, por medio de su Gracia y del poder del Dharma, lo animó a vivir una vida mejor, y él renunció a su violencia y se convirtió en un seguidor del Buda. 

El Rey le pregunta ahora a Satyavadin: ¿cómo un Rey puede ser fuerte y duro con las personas malvadas mientras actúa desde el amor y la compasión? Satyavadin ahora muestra otro elemento en la teoría budista de gobierno: la figura del Estado Paternal. Satyavadin dice:

"Su Majestad, permítame ilustrar mi enseñanza con varios ejemplos. Un padre, con amor y compasión, le enseña a su hijo al ser fuerte, pero los amonesta sin recurrir a matarlos, dañar sus órganos o mutilar sus extremidades. El padre no desea abandonar ni lastimar a su hijo pero, para prevenir el comportamiento negativo de su hijo en un futuro, es fuerte y duro. Similarmente, un gobernante virtuoso considera con amor y compasión a todos sus ciudadanos como sus hijos. Para gobernarlos y llevarlos por el camino del bien, al castigarlos, no toma sus vidas, ni daña sus órganos, ni corta sus extremidades, sino que los amarra, los pone en prisión, los regaña, los golpea, los exhilia, confisca sus propiedades y demás. Es fuerte y duro, pero no los abandona ni los daña. Todo es hecho para remover sus faltas, con el deseo: 'Que pueda entrenarlos para prevenir esta mala conducta'. Esta es la forma en la cual un gobernante es fuerte y duro."

Al momento de castigar a los ciudadanos, un buen gobernante debe de usar la prudencia y escojer una forma de corregir al malechor de forma adecuada, escalando gradualmente de acuerdo con el crímen y el castigo, buscando siempre la reforma, actuando con sabiduría (fuerza) y compasión, viendo al malechor como lo haría hacia un hijo que ha actuado de forma incorrecta. Así, se debe de traer al malechor al a justicia, probar su acto más allá de toda duda razonable, y escojer un castigo que le facilite la reforma de conducta necesaria para su futura reintegración a la sociedad. El no castigar el mal es lo mismo que premiarlo y castigar el bien; siembra la semilla del descontento, la injusticia, la infelicidad, y poco a poco, el caos - Mara - toma posesión de la sociedad.

Como vemos, la teoría de gobierno budista es una muy moderna. Antes de que existiera el derecho como lo conocemos, muchos de estos principios ya eran promovidos por el Buda. Estos principios encontrados en la Escrituras Budistas siguen siendo tan vigentes hoy como lo fueron hace más de 2,500 años, lo que nos reafirma nuevamente el valor trascendente y atemporal del Dharma Eterno.

Hasta ahora hemos hablado de personas malvadas o malechores, pero, ¿quién es una persona malvada o un malechor en el Budismo? Satyavadin responde:

"Su Majestad, puede reconocer a una persona malvada por cinco factores: 

"(1)Aquellos que dañan al gobernante, como asesinos, instigadores, ladrones, los que van en contra de sus políticas, los que seducen la reina, los que traicionan sus confidencias, los que perturban el Estado, los que hablan mal de él y los que los insultan. Un gobernante debe de castigarlos al censurarlos, o confscar sus propiedades, atarlos, o exhiliarlos.

"(2) Aquellos que dañan a otros, los que pelean a muerte, los que roban, violan, engañan, crean divisiones, pelean, timan y abusan de otros. Un gobernante debe advertirles, multarlos, golpearlos, encerrarlos.

"(3) Aquellos que no siguen las leyes, como los reyes provinsiales menores que no siguen las directivas del Rey. Un gobernante debe eliminar toda insubordinación de un rey vasallo que presume actuar por encima de su autoridad. 

"(4) Aquellos  que llevan vidas incorrectas, o que son inmorales. Un gobernante debe llamarles la atención y dictar las consecuencias de seguir con tal conducta.

"(5) Aquellos que se extravían, que han perdido su moralidad, filosofía o buen modo de vida, y han abandonado sus obligaciones. Un gobernante debe detenerlos y mostrarles el camino correcto. Supongamos que una persona que pertenece a una comunidad espiritual no se adhirere a sus normas. Esa comunidad debe amonestarlo, examinarlo y últimamente expulsarlo. El gobernante debe entonces tomar la posición de los líderes de la comunidad y acatar su desición. Si hay dos comunidades espirituales en desacuerdo, y han perido su moralidad y santidad, el gobernante debe reunir a todos los ancianos y líderes respetados para resolver las disputas. Entonces, el gobernante debe asumir el lado del grupo correcto y remover aquellos que estaban incorrectos".

La definición de una persona malvada o malechor en el Budismo es relativamente amplia, pero muy moderna aún en nuestros días. Muchas de estas acciones ya son punibles en muchos países civilizados y avanzados. En resumen, toda persona que haga algo que vaya en contra de la ley, la moral y el orden público. Sobre el último punto, no podemos olvidar que Devadatta, el primo malvado y discípulo del Buda que trató múltiples veces de lastimarlo y hasta asesinarlo, fue expulsado de la Orden Budista o Sangha, por lo que confabuló con el Príncipe Ajashatru del reino vecino de Maghada para que asesinara a sus padres y usurpara el trono, para así ir en contra del Buda y servir como el nuevo Buda, mientras que Ajashatru sería el Monarca Universal, sirviendo como un perfecto ejemplo para este último punto, todo en contra de la prescripción de Satyananda.

Ahora, el Rey Candapradyota le pregunta a Satyananda: "¿Qué pasa si el Rey mismo se vuelve malvado? ¿Quién decide su castigo" Satyananda responde: "El mismo Rey. Si el gobernante se vuelve malvado o deficiente en compasión, en ese instante, descanzando sobre su sabiduría, debe removerse él mismo de ese estado por dos medios: miedo a su reputación, y miedo a un renacimiento desfavorable.

"Su Majestad, un buen gobernante debe regularmente visitar monjes y sacerdotes santos, erduditos, sabios y respetados, y debe preguntarles sobre la virtud, las acciones correctas, etc. Debe crear las condiciones necesarias para que ellos prediquen el Dharma, y ellos, a su vez, le darán al Rey un trato real y buen consejo. Descanzando sobre su propia fuerza y la fuerza de otros, un gobernante se castiga a sí mismo e limina todo su mal".

La respuesta de Satyananda es ideal, pero no siempre práctica. Debemos recordar que en los tiempos del Buda, la forma de gobierno practicada y existente era la monarquía, por lo que la sangre real y la sucesión determinaba quién era el rey y gobernante, no el pueblo. Hoy día tenemos la dicha de vivir en países democráticos en la mayor parte del planeta, aunque esto tampoco garantiza para nada que el gobernante electo sea el ideal, o que las personas - presas de sus propias ilusiones - elijan sabiamente los mismos. En las palabras de Satyananda, vemos reyes ideales, como el emperador Marco Aurelio, el emperados filósofi, quien gobernó el imperio romano con sabiduría y compasión, o como el Príncipe Shotoku, quien abrió las puertas para que el Dharma entrara en Japón, permitiendo que allí se perfeccionara y se formara eventualmente la escuela Tendai, quien custodia desde entonces la Tradición Budista y el Verdadero Budismo. Pero ya no hay gobernantes como ellos, y no creo que nunca más los haya, pues no hay ya buenos candidatos, ni personas sabias que los elijan.

Satyananda llama al rey y a los gobernantes a que se desarrollen espiritual y filosóficamente, para que puedan estar siempre aconsejados adecuadamente, de acuerdo con el Dharma (Ley Universal), pero que a su vez, sean reflectivos y se examinen habitualmente, pues, como recordaremos, desde el principio, Satyananda ha recalcado la importancia de que los reyes y gobernantes vivan vidas justas y rectas, pues son un ejemplo para su pueblo. Si el rey o gobernante no es recto ni justo, su pueblo decae moralmente. Esto nos debe hacer reflexionar.