Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


martes, 20 de febrero de 2024

El Budismo y la Guerra: El Sutra del Monarca Dhármico - Capítulo 6 - La Política del Estado III

 El Sutra del Monarca Dhármico (Arya Satyakaparivarta Sutra, o Sutra del Alcance del Bodhisattva), es un sermón del Buda contenido en el Canon Budista donde Buda expone la teoría iluminada de una guerra justa dhármica: cómo debe gobernar y comportarse un rey (y por extensión, los budistas) en momentos de guerra. El ideal del gobernante en el Budismo es el Chakravartin, el "Rey que Gira la Rueda" o el "Monarca Universal", el Rey del Mundo, alguien que rige su reino y su pueblo con los principios del Dharma, la contraparte mundana del Buda, el Rey del Cosmos. Si bien un Rey Budista debe de buscar siempre la paz y el bienestar de todos sus ciudadanos y todos los seres sintientes, no puede hacerse de la vista larga cuando hay inusticias y cuando reina el mal, pues el hacerlo solo invita el caos, y como representante del orden en el mundo, su rol es el de castigar el mal y premiar el bien a la vez que busca el bienestar de todos los seres. Así, como el Rey del Mundo, es un ejemplo y una luz para todos los que lo ven y lo emulan, esparciendo así la buenanueva del Dharma por toda la Tierra. 

En las próximas entradas, presentaremos un comentario sobre el Sutra del Monarca Dhármico, el cual fue predicado por el Buda en el periodo Mahayana, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas del Verdadero Dharma Eterno del Buda. A través del mismo, veremos cuál debe de ser la conducta de un verdadero budista, un Hijo del Buda (Bodhisattva), sobre todo, en momentos de tensión y de guerra. Este es un Sutra corto, pero lleno de importancia en nuestros tiempos, por lo que espero que le mismo sea de beneficio para todos los seres sintientes. Todo error es enteramente mío.

Luego de preguntarle a Satyavadin sobre la teoría budista de gobierno y cómo castigar el mal, el Rey Candapradyota le pregunta sobre asuntos misceláneos, como el medio ambiente, economía y las cualidades de un buen gobernante. El Rey comienza preguntando: "Oh brahmín, cómo un buen gobernante debe proteger el ambiente y sus seres sintientes?" La respuesta, como todo el Sutra, nos muestra las bases de la Doctrina Social Budista. Satyavadin responde: "Su Majestad, un buen rey debe proteger el ambiente al no dañarlo, quemarlo ni arruinarlo, etc. Un buen rey no vierte su ira cotra el ambiente quemándolo o destruyendo una ciudad, sus fuentes de agua, cortando árboles frutales o destruyendo cosechas, etc. Estas son fuentes comunes de muchos seres que no han cometido faltas.

"Su Majestad, igualmente, en esos lugares habitan deidades locales, en arboleadas, templos, santuarios y demás. Si un gobernante perturba estos lugares, las deidades se volverán furiosas. Igualmente, hay muchas clases de animales que viven en estos lugares que no han cometido faltas. Si el gobernante destruye estos lugares, los mata igualmente. Por ello, un buen gobernante no debe destruir los lugares naturales y los seres en él. Al protegerlos, beneficia a incontables seres sintientes".

Anteriormente, examinamos la doctrina social del medio ambiente en nuestro estudio del Sutra de la Luz Dorada (El Tambor del Dharma - Las Enseñanzas del Sutra de la Luz Dorada; Hikari Publishing, 2023). No obstante, en este Sutra vemos la razón principal de la preocupación del Budismo por el medio ambiente. La Protección del Medio Ambiente es uno de los tres fundamentos sociales del activismo de la escuela Tendai, siendo los otros dos la Protección de la Vida y el Diálogo Interreligioso. Esto es porque vivimos en una red infinita de interconexiones donde todos los seres y el ambiente son uno; son dos manifestaciones de la Vida Eterna del Buda (Universo). El ser humano está por encima del ambiente y los animales, pero no para dominarlos o destruirlos, sino para protegerlos y vivir en armonía con la Gran Naturaleza. Vivimos en un Cosmos que por sus leyes naturales se recicla, renueva y continúa manifestándose con su propia Existencia. Es por eso que es natural el que hagamos uso de los recursos naturales para vivir vidas plenas, prósperas y felices, pero siempre en armonía; nunca tomando o abusando del medio ambiente y sus recursos. Lo mismo aplica a los animales. El ser humano es un animal más en el Ciclo de la Vida, y es normal que consuma animales, pero como es un animal superior y racional, debe hacerlo de una forma humana, es decir, sin causar daño ni sufrimiento innecesario. El Buda mismo consumía carne mientras vivió en la Tierra (pues el Buda recibía los alimentos que eran ofrecidos y recibidos durante su mendicación, como era costumbre para los ascetas en la India). El requisito del Vegetarianismo que aparenta ser tan prevalente dentro del Budismo Mahayana fue un desarrollo posterior de la Tradición, que luego fue abolido en Japón.

Pero la Gran Naturaleza y el medio ambiente es mucho más que lo que vemos a simple vista. Como nos dice el Sutra (y el Canon) y reconoce la Tradición Budista, innumeralbes seres espirituales, desde espíritus del bosque hasta deidades, viven en la naturaleza. Como mencionamos, el Cosmos entero es la manifestación del Samadhi del Buda Eterno. El Universo y todos sus mundos se manifiestan de acuerdo con Leyes Universales, por lo que todo tiene un orden y un propósito. Si bien el Buda Eterno no es un dios creador (en el sentido convencional occidental), sus energías se manifiestan como deidades creadoras que mantienen el balance y el orden en el universo y en la naturaleza. Estas son personificaciones de las energías de un lugar particular, y como todo en el universo, deben ser respetadas. El no repsetar las mismas invita el caos y la destrucción, pues perturba el balance cósmico. Es por eso que el Budismo siempre ha trabajado con estas deidades y aboga por la búsqueda de la cooperación, para mantener el balance y la armonía con todos los seres y la naturaleza. Esto se evidencia en la unión del Budismo el Hinduismo en la antigua India, con el Confucionismo y el Taoismo en China, con las prácticas chamánicas en Corea, y con el Shinto en Japón.

Cuando el Budismo fue introducido en Japón, se encontró con el Shinto, la religión original de las islas niponesas. Shinto significa el “Camino de los Dioses”, y es la religión tradicional y antigua de Japón. El Shinto no posee un fundador o sagradas escrituras, y considera que todas las cosas naturales poseen su propia espiritualidad. Si bien al inicio hubo algo de tensión entre los líderes sintoístas y los sacerdotes budistas - lo que llevó a una guerra entre clanes que resultó en la victoria de la facción pro-budista - con el pasar del tiempo, ambos coexistieron pacíficamente, y lo siguen haciendo hasta nuestros días. Esto fue gracias a la escuela Tendai. El Budismo Tendai, que abarcaba todas las doctrinas budistas como verdades desplegadas en diferentes niveles de comprensión, hizo varios intentos de reconciliar la adoración Shinto de un panteón celestial de Kami (dioses) japoneses y la miríada de espíritus asociados con lugares, santuarios u objetos, con la doctrina budista. Desde sus inicios, el Budismo Tendai abrazó las divinidades Shinto nativas de Japón y las enmarcó en el Plan Salvífico del Buda, viendo las deidades como emanaciones hábiles de Budas y Bodhisattvas para preparar a las personas en Japón para la llegada del Budismo. Estas ideas religiosas finalmente llevaron al desarrollo de una corriente de pensamiento japonesa llamada Honji Suijaku, que argumentaba que los Kamis son simplemente manifestaciones locales (Suijaku o "huellas") de los Budas (Honji, "verdadera naturaleza"). Con esto, la escuela Tendai desarrolló el Ichijitsu Shinto o Shinto de Una Verdad.  Los Kamis o dediades nativas de Japón son simplemente representaciones de la Verdad de la Budeidad Universal, equivalentes a los Bodhisattvas, que descienden al mundo para ayudar y enseñar a la humanidad. Ejemplifican la doctrina de que todas las cosas son inherentemente iluminadas y que es posible que una persona con suficientes facultades religiosas alcance la Iluminación instantáneamente dentro de este mismo cuerpo. Los Kamis que el Shinto considera violentos o antagónicos a la humanidad, son seres sobrenaturales que rechazan la ley budista y no han alcanzado la Iluminación, por lo que son violentos y malvados. En resumen, los Kamis japoneses son manifestaciones (Suijaku) de los Budas y Bodhisattvas.

La Gran Naturaleza es un Mandala, y todos los árboles, plantas y animales, así como sus estanques y arroyos, son manifestaciones del Buda Eterno y su séquito de Budas, Bodhisattvas y deidades. La Gran Naturaleza contiene así, como todo, los Diez Mundos, por lo que es una manifestación de la Budeidad, en perfecto balance y armonía. La Gran Naturaleza es el Dharma antes de ser expresado - una Proto-Revelación, pues el Cosmos es la predicación incesante del Buda Eterno - el Dharma Esotérico, la manifestación de la Budeidad Universal. Todas las formas son el Cuerpo del Buda Eterno; todos los sonidos son sus Mantras, por lo que el Buda predica el Dharma perpetuamente; y todos los pensamientos de los seres son sus pensamientos. El mundo, tal y como es, es una manifestación de la Naturaleza Iluminada. Esto permitió que el Budismo Tendai reconciliara la belleza y la estética con las enseñanzas budistas al afirmar que el mundo fenoménico no era distinto del Dharma. El Samsara, después de todo, es uno con el Nirvana. Esta es una total y radical afirmación del mundo. En esencia, la vida de cada persona y ser y la naturaleza es perfecta y completa. No importa lo que hagamos, el Cosmos - como manifiesta los Diez Mundos - tiene sus latas y sus bajas, sus dichas y sus tristezas, pero todo es tal y como es y debe ser; en perfecto orden y armonía. Este es el Ichinen Sanzen o los Tres Mil Mundos en un Solo Instante, donde todo tiene le potencial de manifestar y hacer brillar la Luz de la Budeidad. 

Dado a que la Naturaleza contiene una infinidad de deidades, debemos de honrarlas y trabajar con ellas para mantener el balance natural. Es por eso que Satyavadin le dice al Rey:

"Su Majestad, un buen gobernante debe preparar ofrendas a estos espíritus y deidades. De esta forma, el rey protege a todos los seres, castiga el mal, elimina el vicio, y por ello, incrementa su mérito para dar paz y felicidad a todos".

Ahora, no podemos confundir el dar ofrendas y honrar con la superstición. Si bien la Naturaleza es una expresión de la Budeidad, y en mucha formas predica el Dharma, existe una Jerarquía de la Verdad, que pone el Dharma Eterno del Buda por encima de todas las demás religiones, filosofías y espiritualidades, y nos exige que las veamos y las interpretemos desde la Revelación del Buda Eterno; es decir, desde el Canon Budista (Palabra del Buda revelada en los Sutras) y la Tradición Budista (los escritos de los Grandes Maestros). Es por eso que el Verdadero Dharma purifica y revela la verdadera enseñanza de todas las demás religiones, filosofías y espiritualidades y las devuelve a su verdadera esencia y propósito, eliminando toda desviación y corrupción negativa y oscura que va en contra del Verdadero Dharma o Ley Universal, como el sacrificio y la superstición Estas deidades y espíritus están para trabajar junto con nosotros en el Plan Dhármico de Salvación de llevar a todos los seres al Despertar y hacer de este mundo una Tierra Pura. 

Luego de explicar la postura budista hacia el medio ambiente, el Rey le pregunta a Satyavadin sobre cómo debe proceder contra las personas que van en contra del orden natural, diciendo: "Oh, brahmín, ¿cómo debe ver un buen gobernante a esas personas en su dominio que no respeta a los ancianos, que no cuidan a sus padres, que no tratan bien y comparten con sus esposas, hijos, sirvientes y trabajadores, o que hacen la vida de otros difíciles al no permitirles realizar sus responsabilidades? ¿En qué categoría caen estas personas?"

Satyavadin responde: "Su Majestad,, un buen gobernante debe incluir a esas personas en la categoría de personas con Aquellos que se extravían, que han perdido su moralidad, filosofía o buen modo de vida, y han abandonado sus obligaciones."

Como recordaremos del capítulo anterior: "Un gobernante debe detenerlos y mostrarles el camino correcto. Supongamos que una persona que pertenece a una comunidad espiritual no se adhirere a sus normas. Esa comunidad debe amonestarlo, examinarlo y últimamente expulsarlo. El gobernante debe entonces tomar la posición de los líderes de la comunidad y acatar su desición. Si hay dos comunidades espirituales en desacuerdo, y han perido su moralidad y santidad, el gobernante debe reunir a todos los ancianos y líderes respetados para resolver las disputas. Entonces, el gobernante debe asumir el lado del grupo correcto y remover aquellos que estaban incorrectos". Esto fue discutido a cabalidad en nuestro estudio del Sutra de la Luz Dorada (El Tambor del Dharma - Las Enseñanzas del Sutra de la Luz Dorada; Hikari Publishing, 2023), el Sutra de los Reyes Benevolentes (El Rey del Dharma - Las Enseñanzas del Sutra de los Reyes Benevolentes; Hikari Publishing, 2023), y el Sutra de Vimalakirti (El Camino Budista - Las Enseñanzas del Sutra de Vimalakirti; Hikari Publishing, 2023). En resumen, la vida humana, siendo una manifestación del orden inherente en el Cosmos, tiene su propio orden y propósito, por lo que cada ser humano tiene responsabilidades y obligaciones ineludibles para con sus padres, sus esposas y esposos, sus hijos, sus sirvientes y sus trabajadores (o compañeros de trabajo), así como para con los líderes religiosos y todos los seres sintientes. El cumplir nuestras responsabilidades para con nuestra familia, comunidad, sociedad, país y planeta, así como para con todos los seres, es parte de nuestro Camino del Bodhisattva.

 Satyavadin continúa diciendo: "Su Majestad, al castigar y encerrar a las personas malvadas, uno puede hacer que recapaciten y se vuelvan buenos. Por ello, es necesario que un buen gobernante haga esto para que sea un protector de la gente. Cuando no lo hace, actúa en contrario y no protege a su gente, inclumpliendo sus propias responsabilidades. Pero debe recordar que matar, destruir los órganos y cortar extremidades es impropio y de hecho, desagrada a la gente, por lo que un buen gobernante no debe hacerlo".

Ahora, en las próximas líneas del diálogo entre el Rey y Satyavadin, el Sutra pasa a la teoría budista de las finanzas del Estado o reino.