El Budismo, como toda religión, posee sus dogmas, doctrinas, enseñanzas y prácticas, aunque las mismas no hayan sido promulgadas al estilo occidental como el resto de las religiones. El Buda mismo dejó claro cuáles son los dogmas y las doctrinas budistas en sus últimos dos sermones, el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana. Esta Tesorería del Dharma fue pasada por transmisión discipular por Siglos en la Tradición Budista, aunque fue solo preservada por un grupo selecto de Grandes Maestros, siendo restaurada en China en el Siglo VI, por el Gran Maestro Chih-i, y perfeccionada en Japón en el Siglo IX, por el Gran Maestro Saicho. Sin embargo, la misma cayó en la oscuridad y el desconocimiento, dando como resultado una plétora de tradiciones y denominaciones budistas a través del tiempo, pero solo existe un Verdadero Budismo. Es por eso que es tan importante, en esta era de la información el dar a conocer el Verdadero Dharma a todas las personas.
Siguiendo la larga tradición de sistematización en el esfuerzo de aculturación de la Tradición del Loto, el Budismo del Loto Reformado hace público sus Constituciones Dogmáticas sobre los Tres Tesoros. Una Constitución Dogmática es el pronunciamiento oficial y definitivo de una denominación o un grupo religioso sobre un tema en particular, estipulando los fundamentos religiosos, en este caso Budológicos (Teología Budista), sobre su comunidad. Las mismas se basan principalmente en los dos canales de transmisión: Las Escrituras Sagradas (Canon Budista), predominantemente en la Palabra del Buda contenida en los Sutras, y la Tradición Budista.
La segunda, Buddhavacana: Constitución Dogmática sobre la Revelación Dhármica y el Canon Budista de la Escuela del Loto Reformada, detalla los fundamentos Budológicos sobre la autoría, trasmisión y el contenido de la Revelación del Buda contenida en el Canon Budista.
BUDDHAVACANA
Constitución Dogmática sobre la Revelación Dhármica y el Canon Budista
de la Escuela del Loto Reformada (Shingi Hokke Shu)
INTRODUCCIÓN
1. El Buda Eterno apareció en nuestro mundo para
revelarnos su Persona y su Dharma Eterno de Salvación, aliviar nuestro
sufrimiento, eliminar la escuridad de la Ignorancia, revelarnos las Leyes Dhármicas
Universales, y permitirnos vivir vidas llenas de paz, felicidad y prosperidad,
haciendo de este mundo una Tierra Pura, el Reino del Buda. Su Dharma Eterno fue
legado a sus Discípulos, quienes lo pasaron oralmente por siglos siguiendo la
Tradición hasta componerlo en los Sutras, los cuales, siendo interpretados por
los Grandes Maestros, hoy componen lo que se conoce como el Canon Budista. Sin
embargo, con el pasar del tiempo, la oscuridad de la Ignorancia arropó a su
Santa Orden e hizo que su Verdadero Dharma se fragmentara a medida que se
esparcía por toda la Tierra, creando múltiples tradiciones, perdiendo su unidad
y armonía orgánica. Sin embargo, la Tradición del Loto siempre mantuvo viva la
Llama del Dharma, manteniendo su Depósito Dhármico intacto, preservándolo para
que sea un faro de luz para la humanidad para la posteridad. Por ello, siendo
fieles a nuestro Voto del Bodhisattva, como Hijos del Buda en la Tradición del
Loto, presentamos la auténtica doctrina budista dada a nosotros por sucesión
discipular, para que el Mensaje, el Legado y el Testamento del Buda Eterno
llegue a todos los seres sintientes.
CAPÍTULO 1
La Revelación del Buda
2.
El Buda Eterno, en un designio de su infinita bondad y compasión, si bien
predica su Dharma Eterno por medio de la Naturaleza y todo el Universo, nos
legó su infinita sabiduría por medio de su Palabra, la cual fue revelada por su
manifestación encarnada en la India hace más de 2,500 años, el Buda Shakyamuni,
para que podamos reconocer nuestro origen, podamos aliviar nuestro sufrimiento,
disipar la oscuridad de la Ignorancia, y compartir su Vida Eterna, pero sobre
todo, para que podamos conocer nuestro destino, siendo coparticipes en el
Despertar del Cosmos, y revelar la Verdadera Naturaleza de todos los seres, su
Naturaleza Búdica, y la de este mundo, una Tierra Pura. Pues, si bien todos
somos parte del Buda Eterno, existiendo una continuidad entre el Buda Eterno y
todas las criaturas, siendo participes en el Despertar del Buda y del Cosmos,
no podemos ver ni percibir esto por la Ignorancia Fundamental, por lo que es
necesaria la Revelación. Es por eso que la aparición del Buda en la Tierra fue
un evento sin igual, tanto salvífico como revelatorio, en nuestro universo. Durante
los más de cuarenta años de su ministerio público, el Buda reveló su Verdadero
Dharma, su Enseñanza, por medio de sermones, los cuales adaptaba hábilmente a
las necesidades, capacidades y naturalezas de los seres que lo escuchaban. Estos
sermones, la Palabra del Buda (Buddhavacana), fueron pasados oralmente
por los Discípulos por siglos, hasta que fueron recopilados en lo que hoy
llamamos Sutras, las Escrituras Sagradas Budistas. Así, toda la Palabra
del Buda es realmente la historia sobre la actividad dinámica salvífica del
Buda Eterno por todo el Cosmos.
3.
El Buda reveló su Dharma Eterno gradualmente, en su Plan Dhármico de Salvación,
revelando la Verdad a los seres de acuerdo con sus naturalezas y capacidades,
madurándolos poco a poco, permitiendo que abrieran sus mentes y corazones hasta
que pudieran estar listos para recibir la Totalidad de la Verdad. El Buda
Eterno, siendo Infinito, el Alma del Cosmos, para poder aparecer en este mundo,
tuvo que limitarse y encarnar en la Tierra, y nacer, crecer y vivir como un
hombre, como uno de nosotros. Tras su Despertar bajo el Árbol Bodhi, el Buda,
desde su Cuerpo del Dharma (Dharmakaya), predicó su primer sermón en
este sistema mundial, que hoy conocemos como el Sutra de la Guirnalda de
Flores (Sutra Avatamsaka), su Dharma Cósmico, el cual fue predicado
para el beneficio de los Bodhisattvas y seres celestiales, pero como ningún ser
humano estaba listo para el mismo, no pudieron oírlo. Entonces, el Buda
aparentó nuevamente ser un hombre común y corriente, un maestro sabio, y
reuniendo poco a poco sus discípulos, predicó los Sutras Agama (Hinayana),
luego, cuando sus discípulos y fieles estaban listos, reveló los Sutras
Vaipulya y los Sutras Prajnaparamita (Mahayana), hasta que
los seres sintientes estaban listos para hacer su Gran Revelación y recibir la
totalidad de la Verdad, su Verdadero Dharma Eterno, el cual reveló cerca del
final de su vida en el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana, su
Legado y su Testamento, revelando públicamente y para todos los fieles su
Verdadera Persona, el Buda Eterno. Como nos dice el Buda: “Debido a que sus
naturalezas y deseos de los seres no son iguales, prediqué el Dharma de varias
maneras diferentes. Predicando el Dharma de varias maneras diferentes, hice uso
del poder de los medios hábiles. Pero en estos más de cuarenta años, aún no he
revelado la Verdad.” (Sutra de los Significados Innumerables). Solo
entendiendo la totalidad del Mensaje del Buda podemos entender la unidad y
armonía de su Palabra.
4.
Durante el Primer Periodo, llamado el Periodo Avatamsaka, el Buda predicó el Sutra
de la Guirnalda de Flores, desde su esencia transfigurada como el Cuerpo
del Dharma (Dharmakaya), en el momento de su Despertar bajo el Árbol
Bodhi, revelando la Totalidad de la Verdad, su Dharma Cósmico, por 49 días
humanos, para el beneficio de los Bodhisattvas y Seres Celestiales, pero los
seres humanos no pudieron oírlo, por lo que el Buda regresó a su figura humana (Nirmanakaya)
e ideó su Plan Dhármico de Salvación. El Gran Maestro Chih-i compara esto con
el Sol saliendo, tocando con sus rayos de luz los picos de los árboles, y con
el sabor de la Leche Cruda. Este periodo es definido como Súbito, porque revela
la Verdad Ultima, y es solo para los Bodhisattvas avanzados. Si hubiera habido
otros seres presentes, no hubiesen podido ver al Buda Eterno (solo al Buda
Shakyamuni), ni hubiesen podido escuchar su predicación (que de todas formas no
hubiesen podido entender).
5. Luego de idear su Plan Dhármico, el Buda Shakyamuni
partió al Parque de los Ciervos, donde se encontró con sus primeros discípulos,
y dio su primer sermón público, predicando las enseñanzas básicas e imparciales
que sentarían las bases para el resto de su ministerio, y ayudarían a los seres
a descartar sus visiones preconcebidas del mundo y de sí mismos. Así, permitió
que sus discípulos de desapegaran de sus visiones erróneas y buscaran alcanzar
el Nirvana - la salida de la Rueda del Samsara - aunque el Nirvana como tal no
existía. Estas enseñanzas, conocidas como el Periodo Agama (Hinayana)
duró 12 años. Estos sermones hoy se conocen como el Canon Pali, y presentan las
enseñanzas incompletas y preparatorias del Budismo Primitivo. El Gran Maestro Chih-i
compara este periodo con el Sol que brilla sobre el valle, y con el sabor de la
Crema. Este periodo es definido como Gradual, ya que revela el Dharma de forma
imperfecta e incompleta, de forma gradual, para las capacidades limitadas
iniciales de los seres, como los Shravakas (Los Que Escuchan las Enseñanzas),
ascendiendo poco a poco a revelar enseñanzas más profundas y sublimes hasta
llegar a la Verdad Ultima. Los seres humanos son ignorantes y tontos, y poseen
muchas ideas falsas e incorrectas sobre el mundo y sobre sí mismos. Hundidos en
su ignorancia y nadando entre deseos y pasiones, deben purificarse para poder
recibir y entender el Verdadero Dharma.
Las verdades contenidas en el Canon Pali, aunque
parciales, siguen siendo ciertas. Aunque no presenten el Verdadero Dharma del
Buda, y fueran desplazadas por enseñanzas más completas posteriormente, estas
enseñanzas siguen siendo fundamentales para ciertas denominaciones budistas
Hinayana, que hoy se conglomeran bajo la sombrilla del Budismo Theravada. El
ideal más alto del Budismo Hinayana es el Arhat, un “Santo”, quien se
cree ha eliminado todo su mal karma y tras su muerte, no volverá a renacer más
en el Samsara, logrando alcanzar el Nirvana; la salvación individual. El Buda
posteriormente descartó este ideal y reveló que fue un medio hábil para
permitirle a los seres descartar todas sus nociones erróneas del mundo y de sí
mismos, así como sus deseos y pasiones desenfrenadas y sus apegos. Por lo
tanto, estos seres no alcanzan el Nirvana ni la Budeidad, solo paz mental. No
obstante, eventualmente estos budistas encontrarán, en esta vida o en la
próxima, las Enseñanzas Perfectas y Completas, el Verdadero Dharma, y podrán
alcanzar la Budeidad. Por ello, el Canon Pali es predominantemente una fuente
confiable de enseñanzas morales y de cómo aplicar el Dharma en todos los
aspectos de nuestras vidas.
6. Luego de predicar los Sutras Agama o Hinayana, el
Buda predicó los Sutras Mahayana Preparatorios, en lo que se conoce como el Periodo
Vaipulya, donde reveló las leyes del universo y la existencia de otros Budas,
cada uno representando un aspecto de la Budeidad en respuesta a las necesidades
de los seres sintientes; y los Bodhisattvas: seres que posponen su Iluminación
hasta que todos los seres sintientes hayan sido salvados. Este periodo, junto
con el periodo posterior, duraron 22 años. El Gran Maestro Chih-i compara este
periodo con el Sol que ilumina el suelo, y con el sabor de la Leche Cuajada.
Este periodo es definido como Gradual (dado a que las enseñanzas de este
periodo contienen verdades parciales), y su propósito es cortar a través de la
ignorancia, dejar atrás las enseñanzas provisionales del Hinayana, y revelar el
camino Mahayana que lleva a todos los seres al Despertar.
Aquí comienza la Revelación del Dharma Eterno del
Buda, con el movimiento del ideal del Arhat y de la salvación (Nirvana)
personal y el establecimiento del ideal del Bodhisattva: el ser que pospone su
Budeidad y regreso al Nirvana (Unidad) por el bien y la salvación de todos los
seres sintientes. Y veremos que, si bien este es un trabajo arduo y eterno, no
estamos solos, pues existen una infinidad de Budas y Bodhisattvas trascendentes
que nos ayudan en nuestro camino, y no solo eso, sino que incluso aquellos que
pensaban que se podían salvar o alcanzar la Iluminación por si solos, los
Arhants, son solo Bodhisattvas en entrenamiento. El periodo anterior fue solo
un peldaño para poderle abrir sus mentes y corazones y poder abrazar a los
demás, y al mundo, pues este mundo no es un lugar que abandonar, ni un lugar
temporero, sino que es una manifestación del Reino del Buda – el Nirvana.
7. El Buda, revelando gradualmente la Verdad, predicó
luego los Sutras Prajnaparamita o de la Perfección de la Sabiduría, por
lo que es llamado el Periodo Prajnaparamita, donde explica la Vacuidad o la
Total Interconexión de Todos los Fenómenos. Fue en este periodo, luego de que
el Buda predicara los famosos Sutras Mahayana como el Sutra de Vimalakirti
y el Sutra del Buda Amida, entre otros, que el Buda predicó los Sutras
de la Perfección de la Sabiduría, donde enfatiza la Vacuidad o total
interconexión e interdependencia de todos los fenómenos. Aquí encontramos
Sutras como el Sutra del Diamante y el Sutra del Corazón, y el
mismo, junto con el periodo anterior, duraron por 22 años. El Gran Maestro Chih-i
compara este periodo con el Sol al medio día, cuando ilumina fuertemente, y con
el sabor de la Mantequilla. Este periodo es definido como Gradual (dado a que
el Buda aún no revela la totalidad de la Verdad), y sienta las bases para la
Revelación Final.
8. Finalmente, el Buda, viendo la profundidad de las
mentes y corazones de sus discípulos, ve que están listos para la Revelación
Final, el Periodo del Loto y del Nirvana, donde el Buda vuelve a revelar la
totalidad de su Despertar, su Dharma Cósmico, en el lenguaje de las personas,
legando su Dharma Terrenal para el establecimiento de la Verdadera Religión
basada en el Dharma Eterno en la Tierra. Cerca del final de su vida terrenal, cuando
los seres ya estaban listos, el Buda reveló nuevamente la totalidad de su
Iluminación en el Sutra del Loto, y el Sutra del Nirvana, el cual
lo afirma, expande y complementa. Este fue el objetivo final de su advenimiento
al mundo. Hasta este momento, el Buda aún se mostraba como un hombre, como un
maestro sabio, aunque ya había dado vislumbres de su divinidad iluminada. Pero
con su Gran Revelación, el Buda Shakyamuni se revela como el Buda Eterno, quien
ha trabajado incansablemente por todo el Cosmos para llevar a los seres su
Dharma Eterno de Salvación. Aquí, el Buda revela (1) su Plan Dhármico
Salvífico: todas estas enseñanzas fueron dadas para preparar a los seres para
recibir la totalidad de la Verdad del Dharma; (2) el Buda, al igual que todos
los Budas, es una manifestación carnal de la Energía del Universo, el cual
desciende a los mundos para llevar un mensaje de unidad y revelar las leyes del
Cosmos; (3) todos los seres poseen la Naturaleza Búdica (Tathagatagarbha),
el Espíritu del Buda (Buddhata) - la capacidad de convertirse en Budas y
realizar el trabajo salvífico dhármico a través de los universos. Estas fueron
las enseñanzas que el Buda dio durante los últimos 8 años de su vida hasta su
Parinirvana. En otras palabras, el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana
logran traducir, en el lenguaje de este mundo, las verdades iluminadas
reveladas en el Sutra de la Guirnalda de Flores, y redefinen y
recontextualizan todas las enseñanzas dadas anteriormente por el Buda en el
mundo. El Gran Maestro Chih-i compara este periodo con el Sol en la tarde, que
ilumina todo completamente, y con el sabor del Ghee (Manteca), la expresión
máxima purificada de la leche. Este periodo es definido como Gradual y
Perfecto, pues revela el Verdadero Dharma y el Vehículo Único, que desplaza los
Tres Vehículos provisionales, integrando el Hinayana con el Mahayana
en el Vehículo Único trascendental del Ekayana (Verdadero Budismo),
revelando la Totalidad de su Palabra Iluminada como una sinfonía con varios
movimientos que componen una sola pieza, un solo Mensaje, un solo Dharma.
La Palabra del Buda, entonces, comienza con el Sutra
Avatamsaka, el primer sermón del Buda en la Tierra, y culmina con el Sutra
del Loto y el Sutra del Nirvana. Todos los demás sermones se sitúan
entre ellos, y todos los Tratados de los Grandes Maestros luego del mismo, pues
los mismos no crean nada nuevo, sino que muestran el progreso del entendimiento
del hombre sobre la Palabra Sagrada del Buda Eterno.
9. Si bien el Buda predicó “84,000 Enseñanzas”, todas
partieron de un mismo Dharma, por lo que todos llevan a un mismo fin: el
Despertar. Este Plan Dhármico fue sistematizado por la escuela Tendai en el
esquema de los Cinco Periodos y Ocho Enseñanzas. A través del mismo, podemos
ver la armonía y la unidad orgánica de todos los sermones predicados por el
Buda en sus más de cuarenta años de ministerio en la India. Los Sutras fueron
posteriormente comentados por los Grandes Maestros, y juntos, componen lo que
hoy se conoce como el Canon Budista. Este es el Verdadero Dharma, antes de sus
divisiones, el cual fue pasado discipularmente por la Tradición del Loto desde
la India a China, que fue restaurado por el Gran Maestro Chih-i en el Siglo VI,
y perfeccionado por el Gran Maestro Saicho en el Siglo IX en Japón, en la
escuela Tendai.
10.
La Revelación Dhármica tiene como su fundamento el hecho de que el Buda Eterno
decidió revelarse, y al hacerlo, hacerse conocido, removiendo el velo de la
Ignorancia Fundamental y revelándose a los seres como su Padre Espiritual y su
Verdadero Ser. La forma de poder revelarse en nuestro mundo hoy día es por
medio de su Gracia, de las Palabras del Buda contenidas en su Canon, y por
medio de la Sangha. Cuando estudiamos el Plan Dhármico de Salvación junto con
los Cinco Periodos, podemos ver que solo existe un único Dharma, un Solo
Budismo, el cual fue revelado gradual y progresivamente, el Verdadero Budismo
del Vehículo Único de la Budeidad. Este es el Verdadero Mensaje o Dharma contenido
en la Palabra del Buda Eterno en el mundo.
No obstante, desde los tiempos del Buda en la Tierra,
el Verdadero Dharma ha sido expuesto a las limitaciones e imperfecciones
humanas, por lo que sufrió divisiones, fragmentando la Tradición Budista y el
Mensaje del Buda, dando como resultado una amplia diversidad de tradiciones
históricas, las cuales se enfocan en solo una parte del Mensaje, perdiendo de
vista la armonía y unidad orgánica de la Palabra del Buda.
CAPÍTULO 2
La Transmisión del Dharma
11.
Tras la aparente desaparición física del Buda (Parinirvana) del mundo,
sus enseñanzas fueron pasadas oralmente por siglos hasta que se compusieron en
lo que hoy se llaman “Sutras”. En la India, en los cuatro siglos que siguieron
el Parinirvana del Buda, sus diálogos y enseñanzas solo se conservaron en la
memoria de los seguidores. Ningún registro escrito o representación artística
(a excepción de las huellas del Buda) sobrevive hasta la época actual. Al igual
que los brahmanes hindúes, los primeros budistas creían que el conocimiento
religioso era demasiado sagrado para escribirlo, demasiado divino para grabarlo
en piedra o madera. Durante todo este tiempo, aunque surgieron diferencias en
el entendimiento de la aparición del Buda y su verdadera enseñanza, la
comunidad budista ordenada continuó viviendo junta y en armonía. Pero con el
pasar de los siglos, la Sangha monástica se volvió muy cerrada y elitista,
centrada exclusivamente en la salvación personal como un medio para escapar del
Samsara.
12.
- Esto hizo que surgiera dentro de la Sangha monástica un movimiento
reformista, que buscaba rescatar el mensaje y el propósito original del Buda y
su Dharma en el mundo, para hacer el mismo disponible a todos los seres
sintientes. Este nuevo grupo se llamó Mahayana, que significa “Gran
Vehículo”, pues buscaba salvar a todos los seres sintientes, y llamó al camino
de los ancianos como Hinayana, o “Pequeña Barca”, pues solo buscaban
salvarse individualmente. Los budistas Hinayana se adhirieron entonces a los
primeros sermones del Buda (Agamas, hoy contenidos en el Canon Pali), los
cuales sustentaban su posición de la salvación individual, e ignoraron sus
sermones posteriores donde revela la totalidad de la Verdad, los cuales fueron
adoptados por los budistas Mahayana (hoy contenidos en el Canon Sánscrito y
Chino). Así, se creó la mayor división existente en el Budismo, la cual existe
aún en nuestros días, entre las escuelas Theravadas (Hinayana) y las
escuelas Mahayana.
13.
Con el pasar del tiempo, el Budismo Hinayana se concentró en el Sur de Asia, y
el Budismo Mahayana se esparció por todo el Norte y el Este de Asia, y continuó
desarrollándose. A medida que pasaba de un país a otro, ciertos grupos se
formaron alrededor de cierto cúmulo de enseñanzas: unos se centraron sobre la
doctrina de la Vacuidad (Sunyata) y enfatizaron el rol y la importancia de la
práctica de la meditación para realizar la Verdadera Naturaleza de la Realidad,
mientras que otros se centraron alrededor de medios hábiles como la devoción y
la fe a ciertos Budas y Bodhisattvas, como la recitación del Nembutsu y el
culto al Buda Amida. No obstante, la meta de ambos grupos era la misma,
presentada en palabras y en práctica de forma variada: alcanzar el Despertar (o
el Renacimiento) del Nirvana (Tierra Pura) para el beneficio y la salvación de
todos los seres sintientes. Poco a poco, así, el Budismo Completo y unificado -
el legado del Buda en el mundo - continuó dividiéndose y fragmentándose por
todo el mundo budista. También, surgió una rama dentro del Mahayana dedicada a
las enseñanzas esotéricas del Buda, llamada Vajrayana, el “Camino del
Diamante”.
14.
Pero no todo estaba perdido. La Tradición del Loto fundada por el Buda
Shakyamuni con su Plan Dhármico se mantuvo preservada entre maestros selectos
iluminados, los Patriarcas de la Tradición del Loto, quienes la perpetuaron
hasta su restauración, desde la India con Ashvaghosha, Nagarjuna, Suryasoma,
Vasubandhu, Kumarajiva, hasta China con Daosheng, Huiwen y Huisi. En China,
llegaban muchos escritos budistas, tanto Hinayana como Mahayana, y los chinos,
al no haber estado expuestos al Dharma como lo estuvieron los indios, no sabían
qué Sutras habían sido dado primero y cuáles después, ni cual era más
importante que otro. Fue un monje budista chino, llamado el Gran Maestro Chih-i,
estudiante de Huisi, quien en el Siglo VI leyó todo el Canon Budista y organizó
los Sutras cronológicamente y en orden de importancia, y redescubrió el Plan
Dhármico Salvífico del Buda para el mundo, en lo que llamó los Cinco Periodos y
las Ocho Enseñanzas, y redescubrió la supremacía del Sutra del Loto y el
Sutra del Nirvana, y llamó a su escuela la Escuela Tientai (Tendai en
chino), reestableciendo la Tradición del Loto: el legado fiel del Buda en el
mundo.
15.
Posteriormente, el Gran Maestro Saicho viajó a China y trajo las enseñanzas
Tendai a Japón. Luego del Gran Maestro Chih-i, su discípulo Guanding recopiló
todos sus escritos y mantuvo la llama del Loto viva; Chihwei la preservó
durante la persecución budista en China, pasándola a Huiwei, Hsuanlang y
Chanjan, quien la pasó a Taosui, permitiendo que llegara gracias al Gran
Maestro Saicho a Japón en el Siglo IX, quien incorporó los elementos restantes
que aún no habían llegado a China en el tiempo del Gran Maestro Chih-i, como el
Budismo Esotérico (Vajrayana), perfeccionando así y completando la
Tradición del Loto. Desde entonces, el Verdadero Dharma brilla desde Japón a
Occidente y al mundo. La escuela Tendai restauró el Verdadero Budismo,
rescatando el Dharma de su fragmentación y malinterpretación y continuando la
misión unificadora y armonizadora del Buda en el mundo.
CAPÍTULO 3
La Autoría e Interpretación del Canon Budista
16.
El Buda, siendo una encarnación del Dharma, comunica el mismo a sus criaturas.
Este Dharma es el autor y mediador de su Revelación, traduciendo el Dharma a
las palabras humanas, las cuales fueron puestas es palabras y pasadas por la
Tradición, y compuestas en lo que hoy conocemos como el Canon Budista. Por
ello, aceptar al Buda Eterno como nuestro Verdadero Refugio exige que también
aceptemos la Verdad revelada por su manifestación en la Tierra y preservadas
por la Tradición Budista.
El Canon Budista se refiere a la colección de
textos aprobados por el Buda y la patrística para su inclusión en el Buddhavachana,
o los Textos Sagrados del Budismo. El mismo fue copilado luego de un proceso
gradual y revisado, donde fueron pasados fielmente de forma oral hasta que
fueron escritos en lo que hoy llamamos Sutras, pues son organizados de acuerdo
con su mensaje fundamental como hojas por un hilo. El Buda Eterno, guiando a
sus verdaderos discípulos, mantuvo el Verdadero Dharma vivo en el mundo, inspirando
desde su aparente desaparición de la Tierra la composición de su Palabra, el Buddhavacana,
hasta su forma final en el Canon Budista. El Buda, antes de partir, encargó a sus
discípulos que predicaran a todos los seres el Verdadero Dharma que es la
fuente de toda Verdad. Esta comisión fue fielmente cumplida por los discípulos
quienes, con su predicación oral, con el ejemplo y con las observancias,
transmitieron lo que habían recibido de labios del Buda, de vivir con él, y de
lo que Él hizo, o de lo que habían aprendido a través de él. la inspiración del
Espíritu del Buda (Sambhogakaya). La comisión fue cumplida también por
aquellos discípulos que bajo la inspiración del mismo Espíritu del Buda
pusieron por escrito el mensaje de salvación en los Sutras. El Buda Eterno, por
medio de su Espíritu, es así el verdadero autor del Canon Budista, haciendo uso
de las mentes, bocas y manos de sus discípulos para preservarlo, transmitirlo y
componerlo, asegurándose así de que su Palabra y Mensaje de Salvación sea
perpetuado por generaciones y llegue en algún momento a los corazones de todos
los seres sintientes.
17. Esta Tradición, perpetuada en la Tradición del
Loto y contenida hoy día en la escuela Tendai, que proviene de los Discípulos,
quienes vivieron con el Buda y pasaron oralmente estas enseñanzas hasta su
composición en los Sutras, y que posteriormente se desarrolla con los Grandes
Maestros, se mantiene en la Orden Budista con la ayuda del Espíritu del Buda, porque
hay un crecimiento en la comprensión de las realidades y las palabras que se
han transmitido. Esto sucede mediante la contemplación y el estudio que hacen
los Grandes Maestros y Sacerdotes, que atesoran esta Verdad en sus mentes y corazones,
mediante una comprensión penetrante de las realidades iluminadas que
experimentan, y mediante la experiencia de quienes las han recibido a través de
la sucesión discipular. Por esto, el Canon Budista no solo contiene la Palabra
del Buda (Buddhavacana) contenida en los Sutras, sino que también
contiene los Tratados (Shastras) de los Grandes Maestros a través de los
siglos. Las palabras de los Grandes Maestros y Santos dan testimonio de la
presencia de esta Tradición viva, cuya riqueza se preservó en su totalidad solo
en la Tradición del Loto. Por la misma Tradición se conoce el canon completo de
los Escritos Sagrados de la Sangha, y los mismos Escritos Sagrados se
comprenden más profundamente y se activan incesantemente en ella; y así el Buda
Eterno, que habló antiguamente, conversa ininterrumpidamente con su Orden, la
Sangha Monástica.
18.
Existe, pues, una estrecha conexión y comunicación entre la Tradición y la
Sagrada Escritura (Canon Budista). Porque ambos, brotando de la misma fuente iluminada,
en cierto modo se funden en una unidad y tienden al mismo fin. Porque la
Sagrada Escritura es Palabra del Buda Eterno en la medida en que se pone por
escrito bajo la inspiración del Espíritu del Buda, mientras que la Tradición
toma la Palabra del Buda Eterno confiada por el Buda Shakyamuni a los Discípulos
y la transmite a sus sucesores, los Grandes Maestros y los Sacerdotes, en toda
su pureza, para que, guiados por la luz del Espíritu de la Verdad, al
proclamarla, conserven fielmente esta Palabra del Buda, la expliquen y la hagan
más conocida. Por consiguiente, no es sólo del Canon Budista de donde la Sangha
extrae su certeza sobre todo lo revelado. Por tanto, tanto la Tradición como el
Canon Budista deben ser aceptados y venerados con el mismo sentido de lealtad y
reverencia.
19.
La Tradición, y el Canon Budista, forman una sola Tesorería del Dharma de la
Palabra del Buda, confiada a la Sangha. Aferrándose a esta Tesorería del Dharma,
todos los seres, unido a sus Sacerdotes, permanecen fieles a la Revelación, el
Legado y el Testamento del Buda Eterno en el mundo. Pero la tarea de
interpretar auténticamente la Palabra del Buda, ya sea escrita o transmitida,
ha sido confiada exclusivamente al Sacerdocio Budista, cuya autoridad se ejerce
en el nombre del Buda. Este Sacerdocio no está por encima de la Palabra del
Buda, sino que la sirve, enseñando sólo lo que ha sido transmitido,
escuchándola devotamente, guardándola escrupulosamente y explicándola fielmente
según un encargo iluminado y con la ayuda del Espíritu del Buda. extrae de este
único depósito de fe todo lo que presenta para creer como divinamente revelado.
Es claro, por tanto, que la Tradición, el Canon Budista y el Sacerdocio Budista,
según el sabidísimo designio del Buda, están tan ligados y unidos que uno no
puede existir sin el otro, y que todos juntos y cada uno en su a nuestro modo,
bajo la acción del único Espíritu del Buda Eterno, contribuyen eficazmente a la
salvación de todos los seres sintientes.
20.
Las Palabras del Buda Eterno reveladas que están contenidas y presentadas en el
Canon Budista han sido puestas por escrito bajo la inspiración del Espíritu del
Buda Eterno. Porque la Tradición del Loto sostiene que tanto los sermones
antiguos (Hinayana) como los posteriores (Mahayana) en su
totalidad, con todas sus partes, son sagrados y canónicos porque escritos bajo
la inspiración del Espíritu del Buda, tienen al Buda Eterno como autor y han
sido transmitidos como tales por el mismo Buda Eterno en su Vehículo Único (Ekayana),
su único Dharma Eterno. Al componer el Canon Budista, el Buda escogió a los
hombres, y siendo empleados por él, hicieron uso de sus poderes y habilidades,
de modo que actuando él en ellos y a través de ellos, ellos, como verdaderos
autores, consignaron por escrito todo y sólo aquellas cosas que Él quería.
21. Sin embargo, dado que el Buda Eterno habla en el
Canon Budista a través de los hombres a la manera humana, el Canon contiene una
mezcla entre el Mensaje del Buda y el mensaje del hombre, los pensamientos,
costumbres y formas literarias e históricas de los compositores humanos. Dado a
la participación del Buda Eterno en su autoría, y el cuidado sublime de sus
Discípulos en su transmisión, debemos entender que los textos del Canon Budista
representan las Palabras Sagradas del Buda, por lo que es inerrante. Por
inerrante entendemos que, si bien el Buda Eterno se aseguró de su veracidad,
los textos fueron pasados por mentes y manos humanas, por lo que no abarca el
proceso de los que lo transmitieron, copiaron y tradujeron. La inerrancia del
Canon Budista radica en que los Sutras están libres de errores en lo que trata
de comunicar. En muchas instancias, los transmisores, copiadores y traductores
malinterpretaron algunos puntos de las enseñanzas e hicieron que el texto erre,
mas no el mensaje, plasmando elementos históricos, culturales y sociales, tanto
externos como internos (ideales y prejuicios) dentro del Canon Budista,
haciendo que el Dharma Eterno del Buda se manchara en el lodo del Samsara,
creando imprecisión. Debemos entender que, aunque el Canon Budista sea divino e
iluminado, fue pasado a través de mentes y manos humanas, y por ello, debe ser
interpretado correctamente con una Hermenéutica Canónica, fiel a la Tradición
del Loto del Vehículo Único, y por sacerdotes budistas legítimamente ordenados y
formados en esta tradición.
22. Por ello, el intérprete, para ver claramente lo
que el Buda Eterno quería comunicarnos, debe investigar cuidadosamente cuál es
el significado que realmente quisieron los escritores, y lo que el Buda Eterno
quería manifestar a través de su Palabra. El intérprete debe investigar qué
significado pretendía expresar el escritor y qué significado realmente expresó
en circunstancias particulares utilizando formas literarias contemporáneas de
acuerdo con la situación de su propia época y cultura. Pero, dado que el Canon
Budista debe ser leído e interpretado con el espíritu iluminado con el que fue
escrito, se debe prestar una atención no menos seria al contenido y a la unidad
de todo el Canon si se quiere entender el significado de la Palabra del Buda.
Debe tenerse en cuenta la Tradición Budista y la armonía que existe entre los
elementos de la fe. También, se debe mantener en mente la totalidad de la
Revelación del Buda, el Plan Dhármico de Salvación, siguiendo el esquema de los
Cinco Periodos, para poder entender así el lugar cronológico y el orden de
importancia de todos los sermones dados por el Buda en el mundo. Finalmente, no
podemos olvidar que la Palabra del Buda fue desarrollada por los Grandes
Maestros, quienes la atemperaron a los tiempos, manteniendo viva la Llama del
Dharma y adaptándola a las necesidades de los seres y los tiempos.
La Palabra del Buda y la Tradición Budista son
entonces las fuentes principales de la Revelación Dhármica, pues es a través de
las mismas que se preservó en su totalidad la Tesorería del Dharma y de la Fe
Budista, siendo el Canon Budista la Palabra escrita del Buda Eterno, y la
Tradición su Palabra oral, cónsono con el Camino Medio. Esto hace del Budismo
una tradición y fe viva aun en nuestros días.
El no conocer el Plan Dhármico de Salvación del Buda,
ni comprender la unidad y armonía del Canon Budista es lo que ha dado paso a
divisiones y errores a través del tiempo. Es por eso que es tan importante
sostener estos principios en nuestras mentes y corazones en todo momento cuando
abordemos la Palabra del Buda. Solo así podemos ver qué el Buda quiere
comunicarnos a todos y cada uno de nosotros.
CAPÍTULO 4
El Verdadero Dharma Eterno
23. El Verdadero Budismo siempre ha venerado las Palabras
del Buda, contenidas en su Canon, como venera al Buda, ya que el mismo Buda nos
dijo que sostenerlas es sostener su Cuerpo. El Verdadero Budismo siempre los ha
mantenido y continúa haciéndolo, junto con la Tradición, como regla suprema de
la fe, ya que, inspirados por el Buda y puestos por escrito de una vez por
todas, imparten la Palabra del Buda mismo sin cambio, y hacer resonar la voz
del Buda Eterno en las palabras de los Grandes Maestros y sus sucesores, para
hacerla llegar a todos los seres sintientes. Por tanto, todas las enseñanzas
budistas deben nutrirse y regularse de la Palabra del Buda contenida en el
Canon Budista, y no en las desviaciones posteriores de muchos discípulos,
maestros y creyentes.
24.
Es por eso que es importante y debe ser prioridad el hacer disponible la
Palabra del Buda y el Canon Budista a todos los fieles y devotos en todas las
lenguas del mundo. Es menester que los Sacerdotes trabajen arduamente en
proveer traducciones fieles al Espíritu de la Palabra del Buda en sus
lenguajes, junto con las enseñanzas de los Grandes Maestros de la Tradición del
Loto, siempre guiados de la mano de un Sacerdote ordenado. Esto permitirá que
el alimento del Dharma nutra la Naturaleza Búdica dentro de todos los seres y
continuemos nuestro trabajo dhármico de hacer de este mundo una Tierra Pura. Esto
muestra la importancia de la necesidad de la Gracia del Buda para poder leer su
Palabra, así como de la Tradición para poder interpretarla correctamente.
25.
Mas, no obstante, aunque el estudio serio del Canon Budista es importante, no
es suficiente. En última instancia, debemos permitir que el Espíritu del Buda
Eterno penetra nuestros corazones y abra nuestras mentes para recibir su
Palabra y haga su trabajo en nosotros. como budistas, podemos memorizar todas
sus doctrinas y realizar todas sus prácticas, pero si no estamos en comunión
con el Buda Eterno y nuestra Naturaleza Búdica, no estamos avanzando en nuestro
Camino Budista. Debemos de interiorizar el Dharma y permitir que moldee
nuestras vidas. Es por eso que, como Hijos del Buda, el estudio del Dharma debe
estar acompañado de la oración y la meditación, y debemos siempre reflexionar y
aplicar el Dharma en cada situación de nuestra vida diaria.
* Este documento titulado Buddhavacana: Constitución Dogmática sobre la Revelación Dhármica y el Canon Budista, no refleja necesariamente las doctrinas y enseñanzas de la escuela Tendai en Japón, sino que son los fundamentos budológicos y dogmáticos encontrados en el Canon y la Tradición, por lo que son los profesados por el Templo Tendai de Puerto Rico y su Sangha Hispana.
Este material fue publicado para uso exclusivo en Catecismos del Templo Tendai de Puerto Rico y Sanghas afiliadas.
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