Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


martes, 6 de febrero de 2024

El Budismo y la Guerra: El Sutra del Monarca Dhármico - Introducción

 


El Budismo, a lo largo de los siglos, ha sido asociado con el pacifismo y la armonía, dando paso a muchos movimientos sociales históricos a favor de todos los seres sintientes y del bien común. Sin embargo, el Budismo no promulga un ciego pacifismo ni mucho menos una indiferencia a la injustucia y el sufrimiento de los seres. Incluso, el Budismo ha tenido en el pasado sus propias guerras en países como Japón, y actualmente, como lo es el caso de Burma. En el caso de una guerra, ¿cómo debemos de responder como budistas? De hecho, ¿el Buda dijo algo sobre la guerra en su Palabra contenida en los Sutras del Canon Budista? Cuando nos sumergimos en las profundidades del Canon Budista, encontramos varias instancias donde el Buda se dirige a los monarcas y gobernantes y les explica cómo aplicar el Dharma en la sociedad, como regir con el Bien, la Verdad y la Justicia, incluyendo cómo castigar el mal y promover el bien. Estos sermones se enucentran plasmados en Sutras como el Sutra de la Luz Dorada y el Sutra de los Reyes Benevolentes, que son bien conocidos en muchos países de Asia como en China y Japón. Pero menos conocido es un sermón dado por el Buda llamado el Sutra del Monarca Dhármico (Arya Satyakaparivarta Sutra, o Sutra del Alcance del Bodhisattva), donde le Buda expone la teoría iluminada de una guerra justa dhármica: cómo debe gobernar y comportarse un rey (y por extensión, los budistas) en momentos de guerra.

El ideal del gobernante en el Budismo es el Chakravartin, el "Rey que Gira la Rueda" o el "Monarca Universal", el Rey del Mundo, alguien que rige su reino y su pueblo con los principios del Dharma, la contraparte mundana del Buda, el Rey del Cosmos. Si bien un Rey Budista debe de buscar siempre la paz y el bienestar de todos sus ciudadanos y todos los seres sintientes, no puede hacerse de la vista larga cuando hay inusticias y cuando reina el mal, pues el hacerlo solo invita el caos, y como representante del orden en el mundo, su rol es el de castigar el mal y premiar el bien a la vez que busca el bienestar de todos los seres. Así, como el Rey del Mundo, es un ejemplo y una luz para todos los que lo ven y lo emulan, esparciendo así la buenanueva del Dharma por toda la Tierra. Pero muchas veces este mundo ideal es uno que hay que trabajarlo y traerlo al a existencia. En el Budismo, este mundo es llamado el Mundo Saha, el Mundo de la Resistencia, que se encuentra en uno de los Seis Reinos del Samsara, por lo que el mismo se encuentra permeado de insatisfacción y sufrimiento.

El Sutra del Monarca Dhármico se encuentra en el Canon Budista Chino, y fue compuesto entre el Siglo III AEC y el Siglo I EC, siendo posteriormente traducido del sánscrito al chino en el Siglo V o VI, aunque no tuvo mucho auge en China ni Japón. El mismo se compone de doce capítulos. Veamos una sinopsis de los mismos.

Resumen del Sutra del Monarca Dhármico

1. Introducción - El Buda se encuentra en el jardín del rey Chandapradyota, rodeado de una inmensa cantidad de Bodhisattvas, monjes y personas que se habían congregado a escuchar el Dharma, cuando el Bodhisattva Manjushri le pide al Buda que predique el Sermón del Monarca Dhármico para el beneficio de todos los presentes. Originalmente, el Buda se rehusó a predicar esta enseñanza, por miedo a que vaya a ser malinterpretada, pero a petición del Rey de la Sabiduría, el Buda finalmente accede, comenzando alabando las virtudes del Bodhicitta o la Mente que Aspira a Alcanzar el Despertar. Este es el estado mental que debe cultivar todo budista y con el cual se debe de entender todo el sermón que le Buda está por predicar.

2. Las Perfecciones Budistas - El Buda entonces alaba las Seis Perfecciones Budistas o Paramitas de Caridad, Moralidad (Preceptos), Paciencia, Esfuerzo, Meditación y Sabiduría, el Camino del Bodhisattva, enumerando doce beneficios de las mismas.

3. Medios Hábiles - El Buda luego describe doce formas a través y por las cuales los Bodhisattvas hacen uso de los Medios Hábiles (Upayas), viviendo de forma dual en la Tierra: viviendo en este mundo pero sin ser de este mundo; es decir, participando en la dualidad (Samsara) con la mente siempre enraizada en la Unidad (Nirvana). Los Budas, los Tathagatas (Los que Vienen de la Unidad o Talidad) igualmente hacen uso de los medios hábiles para predicar el Dharma con su Palabra y con sus vidas.

4. El Vehículo Unico - El Bodhisattva Manjushri entonces le pregunta al Buda por qué predicó en el pasado otras enseñanzas, las Hinayana (Vehículo del Shravaka y Vehículo del Pratyekabuddha), mientras que ahora predica el Mahayana (Vehículo del Bodhisattva), y el Buda responde que si bien el Verdadero Dharma del Buda es uno, lo presenta de diferentes maneras para poder adaptarlo a las necesidades, naturalezas y capacidades de los seres que lo escuchan para poderlos madurar espiritualmente y acercarlos a la Verdad, su Verdadero Dharma.

5. El Rey del Dharma - Mientras el Buda predicaba esto para la audiencia, por otro lado, un famoso maestro no-budista llamado Satyavadin llega al reino del rey Chandapradyota, y el rey lo recibe con toda su corte. Satyavadin entonces procede a dar una enseñanza al rey y a la corte sobre las Diez Acciones No-Virtuosas y sus consecuencias. Estas son los tres males físicos de matar, robar y tener mala conducta sexual; los cuatro males verbales de la mentira, la adulación o el discurso indiscriminado e irresponsable, la difamación y la duplicidad; y los tres males mentales de la codicia, la ira y la necedad o la celebración de puntos de vista equivocados, y cómo estas Diez Acciones No-Virtuosas o Malvadas conducen a malos renacimientos en los Tres Reinos Malvados del Infierno, los Espíritus Hambrientos y los Animales, pudiendo afectar igualmente el futuro nacimiento humano. Todo esto fue para poder educar el rey en la conducta virtuosa.

6. La Política del Estado - El rey Chandapradyota ahora le pregunta a Satyavadin sobre cómo debe gobernar correctamente su reino. Satyavadin entonces comienza a describir lo que es un ser sintiente, cómo debe protegerlos, cómo debe de gobernarlos y liderar por medio del ejemplo, al igual que cómo debe castigar el mal y premiar el bien, velando siempre por el bien de todos. Satyavadin igualmentel e instruye en cómo puede corregir su conducta, y sobre todo, cómo debe de conducirse ante la inevitabilidad de una guerra inevitable. Este es tal vez el corazón del Sutra y el capítulo más importante.

7. El Banquete - Luego de escuchar le discurso de Satyavadin, el rey, complacido, lo invita al palacio para un banquete, en el cual Satyavadin contnúa instruyendo al rey sobre materias de estado y de progreso espiritual.

8. Juicios - El rey, luego del banquete, procede a ver si Satyavadin sabía del Dharma del Buda, a quien el rey era devoto, y le pregunta a Satyavadin si existe en la Tierra alguien que sea perfecto y que encarne todas las virtudes que Satyavadin profesaba. Satyavadin, luego de describir las fallas de todos los gobernantes de su tiempo (incluyendo al mismo rey Chandapradyota), le revela al rey que solo el Buda Shakyamuni encarnaba todas estas virtudes en este mundo. 

9. Las Virtudes del Tathagata - Satyavadin continúa alabando las virtudes del Buda detallando que si el Siddhartha Gautama no se hubiera despertado o si no hubiera decidido abandonar su palacio, hubiese sido un Verdadero Monarca Universal, pero que por compasión y por la salvación de todos los seres en este mundo, Siddhartha Gautama decidió convertirse en un Buda y ser un líder espiritual. 

10. Audiencia con el Tathagata - Satyavadin entonces alaba las virtudes del Camino Budista y del Bodhisattva, por lo que le rey le pide que lo acompañe a visitar al Buda, quien en ese momento se encontraba predicando el Dharma en su jardín. Todos entonces llegn a donde el Buda y le rinden honores.

11. La Verdad Ultima - Saradvariputra, un discípulo del Buda, le pregunta a Satyavadin si había venido a ver al Buda o a escuchar el Dharma, a lo que Satyavadin le responde explicando cómo debemos de realmente ver al Buda (algo que muchos no entienden pero que luego es explicado por el Buda cerca del fonal de su vida terrenal en el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana), al igual que cómo debemos de verdaderamente escuchar el Dharma. El Buda alaba entonces el entendimiento de Satyavadin. 

12. Profecías - Mahamaudgalyayana, otro discípulo del Buda, le pregunta al Buda sobre cuántos seres Satyavadin ha salvado por medio de sus enseñanzas, a lo que el Buda responde que Satyavadin es realmente un Bodhisattva Avanzado que ha dedicido manifestarse en este mundo en la forma de un maestro hetedoroxo o no-budista para llevar a los seres al Dharma del Buda, y que de hecho, ha salvado a incontables seres a través de todo el Cosmos. Al ver el asombro de todos, el Buda ahora predice la Budeidad de Satyavadin, describiendo su futura Tierra Pura. Esto hizo que muchos de los presentes aspiraran al Bodhicitta o que renacieran en un futuro en su Tierra Pura. El Buda igualmente predice la Budeidad de muchos discípulos en la asamblea, prediciendo igualmente la llegada en el futuro de un Monarca Dhármico, el Rey Ashoka, quien descubrirá este sermón, el cual será olvidado por el pasar del tiempo, llegando solo a ser entendido en la Era Final del Dharma. Así, con estas profecías, el Buda lleva el sermón a su fin. 

El Monarca Dhármico, el Gobierno y la Guerra

La política en la India, como en muchos países del mundo, siempre estuvo influenciada por la religión. Es por eso que podemos encontrar Tratados Reales o "Dharmashastras" dentro de libros religiosos indios como el Ramayana y el Mahabharata. El Budismo posee su propia teoría de gobierno dhármico en la Palabra del Buda, en sermones como el Sutra de la Luz Dorada (detallado en  El Rey del Dharma: Las Enseñanzas del Sutra de los Reyes Benevolentes (El Tambor del Dharma: Las Enseñanzas del Sutra de la Luz Dorada; Hikari Publishing, 2023), y el Sutra de los Reyes Benevolentes (El Rey del Dharma: Las Enseñanzas del Sutra de los Reyes Benevolentes; Hikari Publishing, 2023). Igualmente, el Sutra del Nirvana detalla que un deber de los reyes y de los budistas es defender el Verdadero Dharma (El Buda es Vida Eterna: El Ultimo Sermón del Buda en el Mundo - Las Enseñanzas del Sutra del Nirvana; Hikari Publishing, 2022). El capítulo seis del Sutra del Monarca Dhármico es llamado "Rajavrita", que se puede traducir como "La Política del Rey", y al igual que el Ramayana y el Mahabharata, es narrado por medio del consejo de un Bodhisattva o sabio iluminado a un monarca. Esta política iluminada influyó a sus vez otros "Tratados Dhármicos Budistas"  dentro del Canon Budista, como las Preguntas al Rey Milinda , donde el erudito budista Nagasena le aconseja al rey Milinda cómo gobernar su reino, así como el Tratado de la Guirnalda Enjoyada de Consejos al Rey, de Nagarjuna.

Los monarcas indios gobernaban sus reinos con autoridad divina, como encarnaciones vivientes del Sanathana Dharma o la Ley Cósmica Divina, habiendo sido los dioses quienes instituyeron la corona india y dividieron al pueblo en las cuatro castas, donde se encontraban los líderes religiosos (Brahmanes), reyes y gobernantes (Kshatriyas), comerciantes (Vaishya) y los comunes (Sudras). Si bien el Buda cuestionó la rigidez de este sistema de castas, revelando la igualdad de todos los seres y la supremacía del desarrollo por medio del mérito sobre el nacimiento, el Budismo no buscó abolir en su totalidad este orden social, aceptando el derecho de los reyes y gobernantes a liderar el pueblo siguiendo el Dharma. El Sutra del Monarca Dhármico cuestiona el origen divino del sistema de castas, pero acepta la necesidad de las personas de ser gobernadas y dirigidas en una era no ideal. El rey, entonces, debe ser elegido por sus virtudes y no necesariamente por su linaje o nacimiento. Une rey es, más que todo, un líder y un ejemplo para el pueblo, por lo que el rey, por encima de todos, debe de adherirse a la Verdad, el Bien y la Justicia. 

Sin embargo, como nos muestra el Sutra de la Luz Dorada y el Sutra de los Reyes Benevolentes, esto no significa que un rey no deba de castigar el mal. En el capítulo 8 del Sutra del Monarca Dhármico nos dice que un rey debe de poseer tanto sabiduría como compasión, cuando presenta la falla del rey Abhaya - su excesiva compasión - al no castigar el mal, lo que solo trae caos, el incumplimiento de la ley, y el incremento del mal en la sociedad. En el Sutra leemos: "Cuando un gobernante cree que el castigo de los malvados no se efectuará mediante una mera deshonra, entonces, concentrándose en el amor y la compasión y sin recurrir al asesinato, al daño de los órganos de los sentidos o a la amputación de miembros, debe intentar: regañarlos, reprenderlos o golpearlos, o confiscarles sus bienes, exiliarlos del Estado, atarlos o encarcelarlos. Un gobernante debe ser duro, pero no más duro que éste." Si el individuo castigado mejora su conducta y reforma su camino, el rey obtiene mérito. Sin embargo, obtendría el mismo mérito si consiguiera que el prisionero se reformara primero de otras formas más compasivas y benevolentes. Lo mismo aplica, como veremos en el Sutra, al caso de la guerra, donde un rey tiene el deber de defender su reino y su pueblo contra el mal, el caos y la injusticia, llegando incluso a matar si tiene que hacerlo en el proceso, siempre y cuando sea el último remedio (y sin recurrir a la tortura, la mutilación, evitando daños colaterales a ciudadanos inocentes y al ambiente).

El Sutra del Monarca Dhármico y el Canon Budista prohiben explícitamente las guerras de conquista o agresión. Un rey o gobernante solo puede usar las armas para defender su reino y proteger a su pueblo, pero sólo puede usar tanta fuerza como sea necesaria para expulsar a los invasores. Una vez expulsados, no debe intentar castigar a los invasores sino intentar hacer las paces con ellos. Por supuesto, debería hacer todo lo que pueda para evitar la guerra en primer lugar, como resolver disputas o hacer alianzas con otros reinos para que un rey extranjero agresivo se lo piense dos veces antes de iniciar una guerra, pero si la guerra es inevitable o si el reino es invadido, se aconseja al rey desplegar sus fuerzas de manera ventajosa para asegurar la victoria. En la medida de lo posible, se debe evitar herir y matar a los invasores, aunque se reconoce que esto puede no ser posible. Lo que el Sutra prohibe es la tortura y el desmembramiento corporal, algo usual en muchas guerras históricas. Pero si el rey ha hecho todo lo posible sinceramente para evitar la guerra, si la autodefensa se lleva a cabo de manera que no haya castigo o venganza sobre los invasores. El criterio rector del Sutra es que si el rey "toma estas medidas para la protección del pueblo y para por el bien de sus familias, esposas e hijos, sin preocuparse por él mismo ni por sus bienes y posesiones, aumentará enormemente su inconmensurable mérito". No es la guerra lo que gana mérito, sino llevar a cabo la defensa de un reino con el menor daño posible (incluido el daño a los invasores) lo que gana el mérito.

En las próximas entradas, presentaremos un comentario sobre el Sutra del Monarca Dhármico, el cual fue predicado por el Buda en el periodo Mahayana, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas del Verdadero Dharma Eterno del Buda. A través del mismo, veremos cuál debe de ser la conducta de un verdadero budista, un Hijo del Buda (Bodhisattva), sobre todo, en momentos de tensión y de guerra. 

Vivimos en un momento (como la mayoría de la historia de la humanidad) plagado por el terror y la guerra, donde los medios nos dictan qué creer y con quien simpatizar, y donde abunda mucha desinformación (expuesta por falsos maestros budistas) sobre el punto de vista del Budismo sobre le tema de la guerra, por lo que la Palabra del Buda sobre este tema es más importante hoy que nunca. Por ello, es un honor y un privilegio, pero sobre todo, una gran responsabilidad, el poder traer a la luz estas enseñanzas para el beneficio de todos los budistas y el desarrollo del Budismo en el Mundo Hispano.