Sobre el Sutra del Buda de la Luz y la Vida Infinita
Un Recurso sobre Budismo Tradicional Japonés. El Blog de Myoren - Sacerdote Budista en el Linaje del Loto Reformado.
Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Shingi Hokke Shu - Escuela del Loto Reformada 新義法華宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).
Sobre el Sutra del Buda de la Luz y la Vida Infinita
Aunque para muchos el Maestro Shinran se apartó doctrinal y prácticamente de sus orígenes Tendai, la realidad es que el Maestro Shinran siempre se mantuvo fiel a la Tradición del Loto y las doctrinas Tendai Tierra Pura, siendo sus desarrollos - como la fe exclusiva y el Renacimiento en esta vida -naturales a las mismas. Como mencionamos anteriormente, lo único que apartó y "separó" a Shinran de la Tradición del Loto fue su enfoque exclusivista. Cuando estudiamos bien a Shinran, vemos que su visión de la Tierra Pura era igualmente cónsona con la Tradición Budista.
En la Tradición del Loto, la Tierra Pura era explicada y vista de varias formas, siendo todas diferentes formas en las cuales los seres perciben la Tierra Pura de acuerdo con sus capacidades y necesidades. A nivel simple, la Tierra Pura de la Bienaventuranza era un lugar real creado por el Poder y los Votos del Buda Amida, donde los seres renacen luego de la muerte para alcanzar la Budeidad en una sola vida. Este es el nivel inferior o la Tierra Pura desde la Verdad Convencional. A nivel intermedio, la Tierra Pura era se encontraba en la mente, siendo el Renacimiento una metáfora para la Budeidad y la Tierra Pura el Nirvana. A nivel avanzado, la Tierra Pura era la Talidad (Tathata), el Dharmakaya Puro e Incondicionado, el cual podía ser peribido y vivido en el momento presente. Este es el nivel superior o la Tierra Pura desde la Verdad Absoluta.
El Maestro Shinran, en sus escritos, aborda la Tierra Pura desde la Verdad Convencional (el enfoque posteriormente adoptado por el Maestro Rennyo para las masas), llamada la Tierra Pura de Recompenza, y la Verdadera Tierra Pura - la Talidad y el Nirvana.
"Hermanos míos, os aconsejo a todos que os volváis al Buda Amida con todo vuestro corazón y fijéis vuestros rostros en Su Tierra Pura de Felicidad. Cuando os pregunten: '¿Dónde está vuestro hogar?', debéis responder que es un asiento que, bellamente adornado con joyas, surge de un estanque de lotos en el Paraíso."
En estas líneas, el Maestro Shinran apela a los seres con capacidades más bajas para que aspiren a abandonar este mundo impuro (su ser finito y falso) y deseen Renacer en la Tierra Pura de Recompenza - un mundo ideal (Paraíso) creado por el Buda Amida donde los seres pueden Renacer y alcanzar la Budeidad gracias a la Gracia del Buda Amida. Este es un enfoque un tanto Hinayana, pues los seres - llenos de sufrimiento y pecados - buscan abandonar este mundo impuro y salvarse de sus sufrimientos recurriendo a la Gracia del Buda Eterno.
"¡Venid! Partamos hacia la Tierra Pura. Este mundo malvado no es el lugar para permanecer más tiempo. En nuestras vidas pasadas hemos emigrado a través de los Seis Mundos [Infiernos, Espíritus Hambrientos, Animales, Asuras, Humanos y Cielos], pasando de un estado de existencia a otro; y en ninguna parte hemos encontrado la felicidad; siempre ha sido sólo dolor. Por lo tanto, deseamos ardientemente entrar en la Ciudad Eterna del Nirvana, cuando nuestra vida presente termine."
Este es un enfoque hábil empleado por el Maestro Shinran para abrir los corazones y mentes para que los seresp uedan escuchar (con sus oídos espirituales) el Llamado de su Padre Espiritual y puedan entonces - al establecerse el Shinjin - reconocer que esta Tierra Pura de Recompenza es solo un medio hábil emplado por el Buda, pues su Verdadera Naturaleza es la Vacuidad (Sunyata) y la Talidad (Tathata); es un lugar de descanzo temporero para, infundidos por el Poder y la Gracia del Buda, podamos realizar su Voluntad Divina por todo el Cosmos, salvando a todos los seres sintientes. Esta es la visión de la Tierra Pura del Budismo Mahayana.
"En la Tierra Pura que el Buda Amida fundó en cumplimiento de Sus Grandes Votos, no hay más etapas ni rangos por los que pasar. Porque aquellos que nacen allí alcanzan la Iluminación completa de un salto cuando sus almas son recibidas en esa Tierra Pura."
Esta es la visión del final de nuestros días de la mayoría de las religiones del mundo. Este es un Paraíso Budista, donde existen todas las condiciones para alcanzar nuestra Budeidad. Para las masas, esta es la meta final de la vida tras la muerte: la liberación del sufrimiento y los problemas de la vida; la salvación personal. Esta es la visión tradicional de la Tierra Pura en la Tradición Budista (excepto la escuela Tendai japonesa). Pero esta no es la Verdadera Tierra Pura. Tristemente, muchos seres - dado a que se encuentran en los primeros pasos del Camino del Bodhisattva (no están espiritualmente maduros) - se encuentran en este estado; poseen esta visión literal de la Tierra Pura. Así es como la mayoría de los devotos ven la Tierra Pura en la mayoría de los países de Asia, donde el Budismo Tierra Pura (ya sea Chan en China, Vietnam y Corea, o Jodo Shu y Jodo Shinshu en Japón) es el Budismo seguido por la mayoría de los budistas. Pero esta no era la visión definitiva de la Tierra Pura del Maestro Shinran. Este fue solo un medio hábil empleado por Shinran para llevar a los devotos a un entendimiento más profundo de la Fe Budista.
La Verdadera Tierra Pura es la Talidad, y la misma puede ser accesara en esta vida y en este cuerpo por medio de la Gracia del Buda. Cuando obtenemos Shinjin (Fe Certera) hemos recibido el Regalo de Salvación del Buda y hemos obtenido nuestro Renacimiento en esta vida (Nembutsu Jobutsu). Es entonces que, gracias a la Gracia del Buda Amida, podemos reconocer que esta es una Tierra Pura de Recompenza (Sambhogakaya) y no la Verdadera Tierra Pura (Dharmakaya).
"Refúgiate en el Buda Amida, cuyo poder puede hacer que todos los seres sean iguales a Él. Las almas en el Paraíso que son llamadas Shravakas, Bodhisattvas, devas o dioses celestiales y hombres (según sus nacimientos anteriores), son igualmente brillantes en sabiduría. Y sus rasgos también son iguales en belleza, con la que nada en la Tierra puede compararse. La razón es que cada uno de ellos toma el Nirvana -la Realidad Absoluta- como su propia encarnación, tal como lo hace el Buda Amida."
Dado a que es difícil el presentar muchas veces las más alttas doctrinas budistas en palabras, el Maestro Shinran utilizó las imágenes metafóricas de la Tierra Pura para mostrarnos aquello que es Inefable; que está más allá del lenguaje y la concepción humana.
En la Verdadera Tierra Pura, uno alcanza la Budeidad instantáneamente gracias al Regalo de Salvación del Buda Amida; este es el Nirvana en esta vida. Esta fue la segunda mayor aportación del Maestro Shinran a la Tradición Budista (luego de la Fe): el Renacimiento en la Tierra Pura en esta vida, con la seguridad, la paz y el júbilo que acompaña el ser abrazados para siempre por la Gracia del Buda Amida, convirtiéndonos en Buda instantáneamente una vez descartemos este cuerpo mortal.
Entre la vasta cantidad de escritos del Maestro Shinran, encontramos una serie de Himnos sobre elementos de la Fe y el Camino Tierra Pura. Los mismos presentan de forma poética y sucinta la doctrina del Budismo Tierra Pura en el pensamiento del Maestro Shinran.
Si bien hemos visto en nuestro estudio de los Sutras del Canon Budista que la Fe es un elemento importante en la verdadera práctica del Budismo, la misma es aún más crucial para la práctica correcta del Camino Tierra Pura, pues este es el Budismo de la Compasión: la Fe y la Devoción
La Fe (del sánscrito Shraddha), que se llama Shinjin (Fe Asegurada) en la Tradición Tierra Pura, se puede traducir como "confianza" o "encomienda", es uno de los puntos principales en los escritos del Maestro Shinran. La misma no depende de la razón ni de la prueba, sino que es una total confianza y encomienda al Buda Amida y su Regalo de Salvación. Es un símbolo de nuestro despertar a nuestra Verdadera Naturaleza Iluminada como resultado del regalo de la Gracia del Buda Amida y nuestra transformación espiritual al ser tocados con su Luz Ilimitada y al escuchar el Verdadero Dharma, el cual ilumina nuestras vidas y nuestro mundo. Es la manifestación y consumación de la unidad de nuestro ser con el Ser del Buda Amida; de nuestro corazón y nuestra mente con Su Corazón y Su Mente. Por ello, no es algo que logremos, sino que es algo que recibimos; es un regalo del Buda Amida para todos los seres.
Como recordaremos, el Camino Tierra Pura (Budismo de la Compasión) es igual al Camino de los Sabios (Budismo de la Sabiduría) expresado de forma poética y espiritual. El Deseo del Renacimiento en la Tierra Pura es igual al Deseo de Alcanzar el Despertar (Bodhicitta), el primer paso en el Camino del Bodhisattva a la Budeidad. El Renacimiento o Shinjin es el Despertar, y la Tierra Pura de la Bienaventuranza es la Budeidad y el Nirvana. El Maestro Shinran nos dice:
"Anuttra Samyak Sambodhi - la Sabiduría Perfecta Insuperable del Buda - se alcanza a través de la Fe [Shinjin]. Aunque hay muchas maneras de alcanzarla, todas están contenidas en la Fe en el Buda Amida."
El Camino Tierra Pura es solo otro medio hábil revelado por el Buda Eterno para llevar a los seres al Despertar y la Salvación. Ahora, ¿qué Shinran quiere decir con "Fe"?
"Por 'Fe' se entiende la aceptación sincera del Mensaje que nuestros oídos han oído y los ojos de nuestra alma han visto."
Aquí, el Maestro Shinran nos muestra que la Fe surge en nosotros en respuesta a escuchar el Verdadero Dharma. Aquí "escuchar" no es solo escuchar con nuestros oídos, sino escuchar con nuestro corazón y nuestro espíritu. Es verdaderamente escuchar con un corazón y una mente abierta, receptiva, al Regalo de Salvación del Buda. Es, una vez somos iluminados por la Luz Infinita del Buda Amida, ver nuestro ser finito y falso y reconocerlo por lo que es: un ser tonto lleno de pasiones y deseos que no puede salvarse por sí mismo dado a su egoísmo y sus visiones habituales erróneas del mundo y de sí mismo. Esta Luz Infinita que nos ilumina nos hacer quiénes somos realmente, y proviene de la fuente de la Vida Infinita misma que mora en el Cosmos y en nosotros y nos ha tratado de ayudar a Despertar y salvar desde el principio del tiempo.
Esta Fe, la cual es obsequiada por el Buda Amida, es el Shinjin o la Mente de Aseguranza que confirma nuestro Renacimiento en la Tierra Pura, el comienzo de nuestra transformación espiritual, la cual continúa durante el resto de nuestras vidas mientras somos iluminados por la Luz Redentora del Buda Amida y comulgamos con su Vida Eterna por medio del Nembutsu.
Así que, cuando somos iluminados por primera vez (cuando nos abrimos en mente y corazón y podemos ver la Luz Infinita que siempre ha brillado sbre nosotros), nos damos cuenta de nuestro ser finito y falso y nuestra incapacidad de salvarnos por nuestros propios esfuerzos (Propio Poder) y nos encomendamos completamente al Buda Amida y recibimos su Regalo de Salvación, y no tenemos más dudas sobre nuestro Renacimiento en la Tierra Pura. El Maestro Shinran nos dice:
"Se dice que aquel que escucha el Voto del Buda Amida de salvar a todos los seres en virtud de Su único Poder y no lo duda, posee verdadera Fe en Él."
Es aquí cuando recibimos el Shinjin - la Fe (o Mente) Asegurada. En ese momento, somos salvos y Renacemos - tanto simbólica como espirtualmente - en la Tierra Pura, renaciendo como personas nuevas en el Nembutsu en esta vida, consumando nuestro Renacimiento en la Tierra Pura tras la muerte. Este Renacimiento en la Tierra Pura "tras la muerte" - como la declara el Maestro Shinran - también ocurre, como hemos visto, en esta vida, pues al recibir la Gracia del Buda (Shinjin), renacemos espiritualmente; renacemos budistas en la Tierra Pura, el Nirvana en este mundo. Esta es una experiencia maravillosa que, al igual que el Despertar, no puede ser adecuadamente descrita en palabras, sino solo por medio de la experiencia directa. Aquí vemos una de las muchas similitudes del pensamiento del Maestro Shinran a las escuelas Zen. Luego, nuestro "regreso al mundo" para realizar el Camino del Bodhisattva y salvar a todos los seres se manifiesta automáticamente, sin medias nuestro esfuerzo y calculación, siendo instrumentos del Amor y la Misericordia del Buda Amida en el mundo.
Sin esta Fe Asegurada (Shinjin), no hemos logrado nuestro Renacimiento, lo que nos conduce tras la muerte al Samsara. El Maestro Shinran nos dice:
"Son la duda y la incredulidad las que hacen que uno regrese una y otra vez a la Casa del Nacimiento y la Muerte; pero a través de la fe entramos en la paz de la Ciudad Eterna llamada Nirvana."
Como veremos con más detalles posteriormente, la Tierra Pura de la Bienaventuranza es el Nirvana. Si no alcanzamos el Despertar o el Renacimiento, nos mantenemos atrapados en el Samsara. Si obtenemos el Despertar o el Renacimiento, nuestro regreso es opcional, no por fuerza de nuestro Karma, en nuestro voto del Bodhisattva de salvar a todos los seres sintientes, siguiendo el Voto Primal del Buda Eterno.
Si bien este parece un Camino sencillo y fácil, es increíblemente difícil para muchos, dado a que estamos muy apegados a nuestro deseos y patrones habituales, y nuestra noción de "personas buenas", como para ver quienes realmente somos y encomendarnos completamente a una fuerza superior "fuera de nosotros" (aunque también mora dentro de todos). Es por eso que el Buda Shakyamuni mismo nos dice que lograr el Renacimiento es difícil, al igual que el Maestro Shinran, cuando nos dice:
"Creer en la Divina Voluntad del Buda Amida y practicar el Nembutsu es difícil para los incrédulos, las almas orgullosas y los malhechores. Es lo más difícil de todo; y nada es más difícil, en verdad."
Solo los incrédulos, los orgullosos y las personas realmente malvadas (que no desean enmendar su camino) obstaculizan voluntariamente la Luz Redentora del Buda Amida y no reciben su Regalo de Salvación. Esto es algo normal. No todos estamos listos para cambiar. Todos estamos en diferentes momentos en nuestro progreso espiritual, por lo que, como la salvación ya les está asegurada, la lograrán eventualmente, en alguna otra vida. Pero si nosotros hemos tenido el privilegio y la fortuna de haber llegado al Llamado del Infinito y hemos escuchado sobre el Voto de la Gran Compasión del Buda Eterno, debemos de parovechar este momento y resolver el asunto del nacimiento y la muerte en esta vida. Es por eso que, si hay algo que sí podemos hacer de nuestra parte de forma calculada, es abrir nuestro corazones y mentes y estar receptivos al Llamado del Buda.
El Maestro Shinran nos muestra cómo podemos saber si nuestra Fe es cierta o falsa:
"Hay tres signos por los cuales podemos reconocer una fe falsa: en primer lugar, es insincera y, por lo tanto, vacilante, existe en un momento y desaparece al siguiente; en segundo lugar, no es sincera, porque es indecisa; en tercer lugar, no dura toda la vida, porque otros pensamientos intervienen para impedir su continuidad. Estos tres aspectos se relacionan entre sí. Como la fe no es sincera, es indecisa; y al ser indecisa, no dura mucho ni continúa firme. O, como se le impide a la fe continuar, no es sincera; y como no es sincera, ahora existe y luego desaparece. Contrarias a estas están las tres pruebas de la verdadera Fe [es decir, la sinceridad, la entrega total y la decisión], que justifican la práctica del Nembutsu."
Los tres signos de una fe falsa es que es insincera o vacilante, por lo que no dura mucho. La segunda es que es indecisa; y la tercera es que no dura toda la vida. Esto es algo normal para todos nosotros. Aquí radica la importancia de desarrollar nuestro oído espiritual y atender a Charlas del Dharma, leer los Sutras y Comentarios de los Maestros, y desarrollar una práctica personal devocional que sea la brújula que guíe nuestro Camino Budista. El Nembutsu es el puente - la mano - que el Buda nos ha extendido para poder ayudarnos en nuestro progreso espiritual. Cuando recitamos el Nembutsu, nuestros cuerpos, palanras y mente/espíritu se unen al Cuerpo, Palabra y Mente/Espíritu del Buda Amida y comulgamos con el Buda, abriendo nuestros corazones y mentes para recibir su Gracia y permitir que la actividad dinámica del Buda trabaje en nosotros. Lo mismo sucede con la Meditación. En la Meditación, tratamos de comulgar con el Buda Eterno en el silencio, y con su Espíritu en nosotros, nuestra Naturaleza Búdica, para que podamos ser igualmente transformados por su Presencia y escuchar su Llamado a Despertar, mmanifestando nuestra Bueiidad Innata en el mundo. Esto no puede ser logrado por medio de nuestro propio esfuerzo. Esto solo nos hace yoguis, no budistas; solo nos hace "buenos meditadores", no es una práctica que tenga beneficio espiritual. Aquí radica la diferencia entre la verdadera Meditación Budista y la meditación en otras tradiciones religiosas.
Es similar a tratar de remar para llegar de Esta Orilla del Mundo Saha (Samasara) a la Otra Orilla del Nirvana. Si recitamos el Nembutsu o meditamos con nuestro propio esfuerzo, es como tratar de nadar o remar en un océano turbulento. Pero si recitamos el Nembutsu o meditamos asistidos por la Gracia del Buda, es como estar en un barco de vela y ser guiados por el viento del Buda Eterno. Tanto el Nembutsu como la Meditación requieren que abandonemos nuestro propio esfuerzo (Poder Propio) y nos abramos a ser movidos por el viento de la Gran Compasión (Otro Poder) del Buda Amida.
Todos los medios hábiles predicados por el Buda Eterno en la forma del Buda Shakyamuni en este mundo tienen este mismo propósito. El mismo Maestro Shinran acepta esto - siendo cónsono con la Tradición Budista - cuando nos dice:
"Para nosotros, el Buda Shakyamuni y el Buda Amida son como un padre y una madre, llenos de compasión. Ellos utilizaron diferentes medios para atraernos y persuadirnos a abrazar esta Fe Adamantina."
Cuando recibimos el Shinjin, nuestra Fe es sincera e inamovible, por lo que es duradera; es decidida y segura y dura toda nuestra vida. Sabemos que hemos recibido la Fe (Shinjin) porque no hay nada que pueda mover la misma; no hay dudas. Esto no significa que no tengamos problemas y crisis en la vida, sino que los problemas y crisis nunca manchan nuestra Fe ni la ponen en duda. Esta es la Fe Vajra, la Fe Adamantina - inquebrantable y eterna. Todo es temporero excepto la Verdadera Fe Budista, la cual se vuelve nuestra estrella polar durante toda nuestra vida.
Esto nos vuelve Bodhisattvas, en el mismo rango que el Bodhisattva Maitreya, el futuro Buda. El Maestro Shinran nos dice:
"Habiendo alcanzado el rango más alto del Bodhisattva, Maitreya por su propio esfuerzo alcanzó la Sabiduría Adamantina; y cuando su vida presente llegue a su fin en el Cielo Tushita y llegue en la próxima a este mundo, alcanzará la Perfecta Budeidad. El alma que practica el Nembutsu con una Fe Adamantina, cruza el Océano del Nacimiento y Muerte, y cuando su vida llegue a su final, alcanza el Gran Nirvana, para reunirse con el Buda Amida. Por ello, una persona de Fe es igual a Maitreya."
En los Sutras del Buda Amida, leemos que los que alcanzan el Renacimiento en la Tierra Pura obtienen el rango del Alcanzar la Budeidad, el mismo rango que el Bodhisattva Maitreya, quien es el futuro Buda de este mundo. Esto hace a las personas que alcanzan la Verdadera Fe (Shinjin) en esta vida iguales al Bodhisattva Maitreya.
El Maestro Shinran nos muestra el camino de nuestro progreso espiritual en la Fe Budista cuendo nos dice:
"Dos cosas son esenciales para la Fe. La primera es estar convencidos de nuestra propia pecaminosidad; de la esclavitud de las malas acciones y que no poseemos los medios para emanciparnos. La segunda es, por lo tanto, arrojar nuestras almas indefensas por completo al Poder Divino del Buda Amida con la firme creencia de que Sus Cuarenta y Ocho Votos tenían el propósito expreso de salvar a todos los seres que depositaran su confianza en Él sin la menor duda o temor. Tales almas renacerán con seguridad en Su Tierra Pura."
Primero, iluminados por la Luz Infinita del Buda, podemos vernos en el espejo del Dharma y ver como realmente somos actualmente, nuestro ser finito y falso, lleno de deseos, pecados y mal Karma; nuestras sombras. Cuando vemos cómo realmente somos en la actualidad, podemos reconocer que somos seres naturalmente egoístas, llenos de maldad, incapaces de alcanzar por nuestro propio esfuerzo el Despertar o el Renacimiento. No importa cuánto nos esfoercemos por purificarnos, todos - sin excepción - poseemos la mancha inborrable de nuestro pecados cometidos por incontables vidas ( sin contar los que continaremos cometiendo el resto de la actual). Cuando rwalmente reconocemos esto - la primera vez tal vez que seresmos genuinamente sinceron con nosotros mismos - es que hemos dado el primer paso en nuestro progreso espiritual. Entonces, el segundo paso es encomendarnos completamente - con absoluta fe y confianza - al Poder Redentor del Buda Amida.
El Gran Voto de Salvación del Buda Amida es para todos; sin excepción. El Buda Amida nos acepta tal y como somos, con nuestras fallas, con nuestro egoísmo, con nuetros desoes y pasiones, con todos nuestros pecacos y mal Karma, y nos extiende sus brazos incondicionalmente para darnos su Abrazo de Salvación. El Maestro Shinran nos dice:
"No preguntes: '¿Cómo puede el Buda Amida recibirme en Su Tierra Pura, siendo tan vil y pecador?' Porque es un hecho que no hay ninguno de nosotros que no posea un conjunto completo de gérmenes de pasiones mundanas, lujurias pecaminosas y malas acciones. Pero el poder compasivo del Buda Amida es tan infinitamente grande que Él puede y quiere trasladarnos a Su Tierra Pura si tan sólo estamos dispuestos a confiarnos totalmente a Él. Tampoco debéis decir: 'Soy lo suficientemente bondadoso como para estar seguro de renacer en la Tierra Pura', pues esa Tierra Pura nunca podrá alcanzarse mientras dependamos en lo más mínimo de nuestro propio poder de méritos."
Así, la Verdadera Fe (Shinjin) Budista es la semilla de la Budeidad que brota y se establece firmemente en nuestra mente por medio de la Gracia del Buda Amida y su Regalo de Salvación. Esto es posible gracias a que el Buda Amida encarnó en su Santo Nombre, el Nembutsu. Para poder recibir el Shinjin, no necesitamos inteligencia ni sabiduria ni necesariamente hacer buenas obras (aunque surgen espontáneamente de nosotros tras realizar Shinjin), sino que debemos entender y aceptar que somos seres malvados (seres kármicos), llenos de deseos y pasiones y mal karma (el cual hemos cometido por eones), y que sólo el Buda nos acepta tal y como somos y nos ofrece su salvación. Cuando aceptamos el Regalo de Salvación del Buda Amida incondicionalmente y con total certeza y confianza en el Nembutsu, obtenemos Shinjin. No es la repetición del Nembutsu, sino el contenido de nuestro corazón, nuestra fe, por lo que solo una recitación del Nembutsu muchas veces es lo único que necesitamos para alcanzar nuestra salvación. Toda otra recitación, luego de ello, es solo una expresión de agradecimiento al Buda Amida por nuestra salvación.
La razón para la aparición del Buda en el mundo es para llevar a todos los seres al Despertar y permitirles alcanzar la Budeidad; esto es, el reconocimiento y el regreso a la Unidad Fundamental con la Existencia, el Buda Eterno, lo cual nos permite hacer de este mundo, uno mejor. Existen 84,000 formas para lograr esto, pero una de las más hermosas y accesibles es la práctica del Nembutsu: la Recitación del Santo Nombre del Buda Amida.
El Nembutsu es la práctica budista tradicional de la recitación del Nombre del Buda. La palabra "Nembutsu" literalmente significa "Meditación sobre el Buda", y en nuestro templo, asume la forma de "Namu Amida Butsu", que significa (entre muchas cosas) "Tomo Refugio en el Buda Amida, el Buda de la Luz y la Vida Infinita". La recitación del Nembutsu ilumina nuestro ser, arrojando luz sobre nuestras limitaciones, y nos muestra el trabajo incansable de la Compasión y la Sabiduría infinita del Buda en nuestras vidas. Igualmente, el Nembutsu nos permite ver nuestra Unidad Fundamental con el Buda y con todos los seres sintientes.
En sus sermones sobre el Buda Amida y la Tierra Pura, el Buda Shakyamuni nos revela que el Santo Nombre es el fruto del Voto Primal de llevar a todos los seres al Despertar y la salvación. Es la Esencia del Gran Voto de Compasión del Buda Eterno; su encarnación espiritual. El Buda Eterno, Amida, encarnó en su Santo Nombre para hacerse presente a todos y cada uno de los seres, y poder ser uno con ellos en cuerpo, mente y espíritu, y otorgarles su Gracia. El Maestro Shinran nos dice:
"El Buda Gautama ha dispuesto ochenta y cuatro mil puertas de enseñanzas diversas para permitir a todos los seres sintientes lograr la destrucción de su ignorancia y karma y sus efectos. Pero ninguna de estas puertas supera el poder del Santo Nombre del Buda Amida, es decir Namo-Amida-Butsu, que, una vez recitado, rompe por completo la cadena del pecado, como una espada afilada corta de un solo golpe."
El invocar el Santo Nombre del Buda nos permite hacer la presencia del Buda Amida presente en nuestro cuerpo, mente y espíritu - invocar su Gracia - la cual nos llena de paz y es verdaderamente un Refugio en todos los momentos de nuestras vidas. El Verdadero Nembutsu tiene el poder de traer la paz de la Tierra Pura al momento presente. Este es solo uno de los beneficios que os otorga en esta vida. El Maestro Shinran nos dice:
"Aquellos que repitan el Santo Nombre del Buda Amida recibirán en esta vida terrenal el favor divino que es inmensurable. El pecado que causa la transmigración en el mundo del Nacimiento y la Muerte será exterminado, y la desgracia y la muerte prematura se evitarán."
Así, cuando lleguemos al momento de nuestra muerte, podemos descartar este cuerpo lleno de impurezas y de mal karma y Renacer en la Tierra Pura de la Bienaventuranza, el Nirvana, alcanzando la absoluta Budeidad, y regresar a los mundos para realizar la labor salvífica del Buda por el Cosmos. El Nembutsu es entonces el Puente al Nirvana, la mano extendida del Buda, creado por el Poder y la Gracia del Buda Amida. El Maestro Shinran nos dice:
"El Buda Amida, nuestro Padre, nos conduce a la Salvación por medio de Su Santo Nombre. Así, cuando lo escuchamos con nuestros oídos y lo repetimos con nuestros labios, sus méritos ilimitados penetran en nuestro espíritu y se convierten en la semilla de la Budeidad."
La práctica de la recitación del Santo Nombre del Buda Amida encarna los Tres Misterios: con las manos en oración formamos un Mudra; con los labios recitando su Santo Nombre, recitamos un Mantra; y con nuestra mente y corazón en total entrega, somos un Mandala, permitiendo que nos unamos al Buda Amida en cuerpo, palabra y mente, armonizando con el Cuerpo, Palabra y Mente del Buda Amida. Esto nos permite manifestar el Espíritu del Buda Amida - nuestra Naturaleza Búdica - en este cuerpo y en este mundo, manifestando nuestra Budeidad Innata (Nembutsu Jobutsu), la cual es consumada y perfeccionada completamente en nuestro Renacimiento en la Tierra Pura.
Si bien el Santo Nombre nos fue dado - como nuestra Salvación - como regalo desde el principio del tiempo, el mismo debe ser aceptado voluntariamente y de forma inequívoca. Si bien el mundo (que hemos creado) es como una casa en llamas (pues nosotros mismos lo hemos incendiado), y el Buda tiene el Poder para sacarnos, tenemos libre albedrío y podemos decidir quedarnos, aunque las aguas del océano de nacimientos y muertes del Samsara nos ahogue indudablemente. Por ello, el Buda Amida, como un buen Padre, no nos saca a la fuerza, sino que nos llama constantemente para que salgamos (nos salvemos) cuando así lo deseemos. Esto es lo que hace con su Santo Nombre, el cual encarna su Esencia en forma sonora, luz y vida.
Es por eso que la verdadera recitación del Nembutsu es la que el Buda recita por nosotros, no la que recitamos por el Buda. Si bien al pirncipio nuestro Nembutsu será un llamado (una súplica - Nembutsu del Poder Propio) al Buda, cuando nos entreguemos totalmente, quien recitará el Nembutsu a través de nuestros labios será el Buda mismo, respondiendo nuestro llamado, asegurándonos nuestra Salvación. Esto es el Shinjin o la Fe Asegurada. Esto es lo que el Maestro Shinran llama el Nembutsu del Otro Poder. El Maestro Shinran nos dice:
"A quienquiera que escuche Su Santo Nombre, crea y se regocije en él, el Buda Amida le otorga Sus propios méritos infinitos. Entonces, puesto que su destino es la Tierra Pura de la Dicha en la que renacerá, nunca se desviará de su objetivo."
Nuestro Renacimiento en la Tierra Pura es doble: cuando nos entregamos completamente al Buda Amida y aceptamos su Regalo de Salvación, aseguramos nuestro Renacimiento (aceptamos su Regalo) en la Tierra Pura. Así, el Renacimiento se logra en esta vida (cuando obtenemos Shinjin) pero se consuma en el momento de la muerte. El Maestro Shinran nos explica:
"Siempre que una persona en la tierra decide recitar el Santo Nombre de Amida, surge en la Feliz Tierra de Occidente un nuevo tallo de loto que lo recibirá en su flor, cuando él, sin haber dejado nunca de practicar el Nembutsu, llegue por fin al final de sus días en la tierra."
Pero a su vez, ese momento marca otro tipo de Renacimento: el Renacimento a una nueva persona en esta vida. Este no es el resultado de nuestros esfuerzos (Poder Propio), sino de la Gracia del Buda Amida (Otro Poder). Esta es una transformación espiritual completa, que nos transforma - como dice la Tradición - de pedazos de piedra a oro. Entonces, todo bien que hagamos es solo nuestro agradecimiento al Buda Amida por su Regalo de Salvación. Como Shinran nos dice en uno de su Himnos:
"Gracias a la compasión de Shakyamuni y Amida,Cuando estudiamos la Tradición Budista - y sobre todo, los Sutras del Buda Amida - vemos que ya el Buda Amida nos ha salvado. Una de las condiciones para su Budeidad era que todos los que reciten su Santo Nombre renazcan en la Tierra Pura, y su Budeidad ha sido alcanzada, lo que demuestra que ya todos hemos sido salvos; el Buda solo espera que aceptamos su Salvación. El Maestro Shinran nos dice:
"Antes de alcanzar la Budeidad, el Buda Amida hizo un voto de que recibiría en el Paraíso a todos aquellos que escucharan Su Santo Nombre y creyeran en Él con todo su corazón. Así pues, no importa si son pobres o ricos, ignorantes o eruditos, virtuosos o pecadores, observantes o transgresores del Dharma, aquellos que se transforman al recitar Su Santo Nombre serán transformados del estado más bajo al más alto de ser, tal como una piedra se transforma en oro."
Esta Salvación es para todos, sin distinción, como el Maestro Shinran nos dice:
"Aunque el mundo entero esté en llamas, aquel que pase por él y escuche el Santo Nombre estará calificado para alcanzar la Budeidad en la siguiente vida."
El "Namu" de "Namu Amida Butsu" nos representa a nosotros y a todos los seres, y el "Amida: representa al Buda Eterno, quien abraza a todos los seres y no abandona a ninguno. El Buda Eterno no solo es nuestro Padre Espiritual trascendente, sino que es nuestra Verdadera Naturaleza Innata que se abre cuando nos entregamos completamente. Así, el Infinito siemre abraza lo finito, lo que permite una verdadera transformación. La recitación del Santo Nombre, entonces, nos permite trascender las barreras de nuestro ser finito y falso y abrirnos al Infinito, nuestro Verdadero Ser. Este es el Renacimento por medio del Nembutsu en esta vida.
Así, como vemos, la práctica del Nembutsu no es solo la recitación del Santo Nombre del Buda, sino nuestra completa entrega al Buda para recibir su Regalo de Salvación. Por eso el Maestro Shinran nos advierte:
"Sobre el Nembutsu, la no práctica es la verdadera práctica, dado a que está más allá de la descripción, explicación y el entendimiento."
Si bien el Canon y la Tradición llenan volúmenes explicando esto, el Santo Nombre del Buda sigue siendo un Misterio Budista, que es mejor abordado por medio de la fe. Es por eso que el requisito real para aceptar el Regalo de Salvación del Buda es la total entrega y confianza - la Fe.
Al principio, cuando oímos hablar por primera vez del del Nembutsu, muchos de nosotros lo asumimos como un esfuerzo aparentemente autónomo (Propio Poder). No hemos llegado a comprender que el Santo Nombre es el llamado del Buda Amida para que alcancemos nuestro Despertar y aceptemos su Regalo de Salvación. Todavía no hemos respondido al llamado ni aceptado el Shinjin del Buda Amida.
Para Shinran, recitar el Santo Nombre es escuchar al Buda Amida llamándonos a refugiarnos en la Sabiduría (Luz) y Compasión (Vida) ilimitadas del Despertar. Cuando recitamos el Santo Nombre, escuchamos la voz del Buda Amida que nos llama y nos dice: "Refúgiate en mí (Buda Amida)". El Nembutsu es el Nombre que Llama; el Nombre Viviente. Esto puede ser algo gradial, como algo súbito; esto es lo único que depende de nosotros. Al escuchar el Nembutsu de esta manera, con nuestro oído espiritual al recitar el Nembutsu, descubrimos la alegría y la paz mental que surgen de confiar en el Buda Eterno. Así, la simple práctica de recitar el Nembutsu se convierte en una expresión de profunda conciencia de la sabiduría y la compasión del Buda Amida que nos guía y sostiene constantemente a través de todos los momentos de nuestras vidas.
No importa nuestro pasado, nuestro mal karma, y el mal que hayamos hecho, si nos encomendamos completamente al Buda Amida y recibimos su Regalo de Salvación, podremos borrar todos nuestro pecados y mal karma y renacer de nuevo a una nueva vida, no porque lo merezcamos; no porque lo hayamos logrado nosotros; sino porque el Buda nos los da de su infinito Amor y Misericordia.
"Recita el Santo Nombre del Buda Amida con tu corazón confiado, pues Kannon y Daiseishi (los Bodhisattvas Avalokiteshvara y Mahasthanaprapta) siempre te acompañarán, como la sombra sigue a la sustancia, con una multitud de Bodhisattvas para protegerte de los espíritus malignos."
Esto no significa que nuestras vidas estarán libres de problemas, o que no cometeremos mal, sino que el Buda Eterno nos dará las fuerzas para poder enfrentar todas nuestras circunstancias y ver y responder mejor a nuestros pensamientos, palabras y acciones en el futuro.
Como vemos, la única diferencia entre la concepción del Nembutsu del Maestro Shinran y la Tradición Budista radica en la exclusividad. Shinran aportó a la Tradición Budista el desarrollo y mejor entendimiento del Misterio del Nombre Sagrado, la cual anterior a Shinran era entendida de forma diferente. Antes de Shinran, los Maestros sostenían que el Renacimiento era exclusivo tras la muerte (no como un "Renacimiento Espiritual" en esta vida), y que la misma descanzaba sobre el número de recitaciones y el mérito que acumulaban (buenas obras). Después de todo, cuando leemos los Sutras del Budas Amida, vemos que todas las prácticas budistas - hechas con la intención correcta - son medios para alcanzar el Renacimiento en la Tierra Pura.
El Maestro Shinran logró revelar la verdadera intención del Buda Eterno en los Sutras del Buda Amida y rescató la intención del Buda de extendernos su Regalo de Salvación por medio de la fe. Esto no fue una invención, sino un descubrimiento; la aclaración del Misterio del Santo Nombre y la Salvación por Medio de la Fe ya existente en la Palabra del Buda. Donde el Maestro Shinran erra es en hacer el Nembutsu la única práctica a exclusión de toda otra, viéndo las otras prácticas budistas como dudas sobre la fe y el Regalo de Salvación del Buda. Esto va en contra de la Palabra del Buda contenida en el Canon y de la Tradición Budista.
Pero esto se reconicilia parcialmente en su visión (poco desarrollada y altamente ignorada por el Jodo Shinshu) de que luego de obtener Shinjin, todo acto positivo hecho es una expresión de agradecimiento al Buda por su Regalo de Salvación. Esto se puede extender a toda práctica budista - como la Meditación, los Paramitas y el Camino del Bodhisattva - la cual, hecha como acto de agradecimiento, sigue teniendo sus beneficios espirituales para nosotros y el mundo.
Así, toda práctica budista hecha como agradecimiento al Buda Amida, es una recitación del Santo Nombre del Buda.