Uno de los Maestros más queridos de nuestro Templo es el Maestro Shinran (1173-1263). Shinran fue un monje budista japonés Tendai, que inconforme con su progreso espiritual en el Monte Hiei, no pudiendo aquitear su mente ni sus deseos carnales, decidió acudir a donde el Maestro Honen, otro monje Tendai que se encontraba en la ciudad predicando sobre la salvación exclusiva a través del Nembutsu, la recitación del Santo Nombre del Buda Amida. Honen consideraba que vivíamos en la Era de Mappo, la Era de la Decadencia del Dharma, donde los seres estan muy seducidos por sus deseos y cegados por la ignorancia, y donde los templos budistas - si bien contenían el Dharma y las formas - no poseían la capacidad de trasnmitirlo correctamente. Para ayudar a los seres que se ahogaban en el mar del sufrimiento, Honen escogió una sola entre las muchas prácticas de la escuela Tendai, la práctica de la recitación del Nembutsu ("Namu Amida Butsu"), y la hizo la única práctica de su ministerio, poniéndola en un lugar superior a todas las demás, relegando todas las otras prácticas como "Prácticas Auxiliares". Así, Honen instaba a todos sus seguidores a recitar exclusivamente el Nembutsu, todo el tiempo que pudieran, y aspirar al Renacimiento en la Tierra Pura del Buda Amida, ya que las condiciones de este mundo no eran propicias para alcanzar el Despertar y la Budeidad.
El Buda Amida es un Buda que creó una Tierra Pura, un lugar creado por los votos y los méritos espirituales de los Budas, donde existen todas las condiciones necesarias para alcanzar el Despertar en una sola vida, lejos del sufrimiento y de las viscicitudes que caracterizan nuestras vidas. El Buda Amida hizo el Voto de no alcanzar la Iluminación y convertirse en un Buda hasta que todos los seres que deseen renacer en su Tierra Pura lo logren, sin falta. Así, tras lograr sus Votos, el Buda Amida alcanzó la Iluminación, y recibe a todos los devotos desde todos los confines del Cosmos. Honen fundó así - indirectamente - la primera escuela de la Tierra Pura independiente, el Jodo Shu, y gracias a Honen, el Nembutsu nunca abandonó los labios de miles de fieles y devotos.
El Maestro Shinran siguió los pasos de su maestro, pero llevó ese pensamiento más allá a su más alta expresión. Shinran creía que no era necesario recitar muchas veces el Nombre del Buda: una sola recitación, con total confianza y fe (Shinjin), era suficiente para lograr el Renacimiento. Por ello, a diferencia de Honen, Shinran creía que realizar cualquier otra práctica, aunque sea una "auxiliar", iba en contra de la fe y la confianza en el Voto salvífico del Buda Amida. El ser humano no puede alcanzar us salvación por medio de las prácticas religiosas (Poder Propio o Jiriki), sino solo por medio de la Gracia del Buda (Otro Poder o Tariki), recibida por medio de la fe en el Buda Amida, quien nos recibe en su Tierra Pura de la Bienaventuranza aun con nuestro mal karma y pecado, y su Regalo de Salvación. Esto apartó a Shinran de las enseñanzas de su maestro y hizo que fundara una escuela independiente - el Jodo Shinshu. Esto muestra mucha similitudes entre el Maestro Shinran y Martin Lutero, quien siglos más tarde enseñaría que la salvación cristiana y, en consecuencia, la vida eterna, no se ganan con buenas obras; más bien, se reciben sólo como el don gratuito de la gracia de Dios a través de la fe del creyente en Jesucristo, quien es el único redentor del pecado.
Si bien los discípulos de los Maestros Honen y Shinran fundaron escuelas independientes, las mismas siguen perteneciendo a la misma Tradición del Loto, por lo que son Maestros de la Tradición Budista, si son abordados de acuerdo con la unidad y armonía orgánica que caracteriza el Canon y la Tradición Budista. Así, no se les ve realmente como fundadores, sino como reformadores: cada uno adoptó una enseñanza y práctica y la amplió, revelando matices que benefician a la Tradición del Loto y al Budismo en su totalidad. Por ello, debemos leerlos a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas del Verdadero Budismo, omitiendo los pasajes y expresiones que nieguen la eficacia de las otras práctica,s todas siendo medios hábiles que nos conducen a nuestro Despertar; todas siendo expresiones de la gran compasión y misericordia del Buda Eterno, Amida, para todos los seres sintientes.
El pensamiento del Maestro Shinran, leído desde este contexto, es supremamente ortodoxo y contribuye a la revelación del Verdadero Mensaje del Buda en su Palabra, el Canon Budista. Veamos loque nos dice Shinran sobre el Buda Amida, el objeto de devoción del Camino Tierra Pura.
El Buda Amida
En la Tradición del Loto, el Buda Amida es una personificación del Buda Eterno (Dharmakaya), Mahavairocana, el aspecto compasivo de la Mente Iluminada. Sin embargo, aunque posee mchos cuerpos (Sambhogakayas y Nirmanakayas), cada una de sus emanaciones son un mismo Buda, el mismo Buda Eterno (Dharmakaya), siendo todos consubstanciales. El Maestro Shinran nos explica la Budología del Cuerpo del Buda Amida:
"Del océano de Unidad se manifestó la forma, tomando el nombre del Bodhisattva Dharmakara, quien, al establecer el Voto sin obstáculos como causa, se convirtió en el Buda Amida. Por esta razón Amida es el 'Tathagata del Cuerpo Realizado'. El Buda Amida ha sido llamado 'Buda de la Luz Sin Obstáculos que llena las Diez Direcciones'. Este Tathagata también es conocido como 'Buda de la Luz Inconcebible y es el Cuerpo del Dharma de Actividad Hábil'. 'Actividad Hábil' se refiere a manifestar una forma, revelar un Santo Nombre y darse a conocer a los seres sintientes. Se refiere al Buda Amida. Este Tathagata es luz. La luz no es otra que la sabiduría; la sabiduría es la forma de la luz. La sabiduría, además, es informe; por tanto, este Tathagata es el Buda de la Luz Inconcebible.
"El Buda Amida tiene dos tipos de cuerpos; uno es Su encarnación Espiritual y el otro Su Personal. El Cuerpo Espiritual no tiene forma y, al ser uno con la Realidad, está más allá de toda descripción y pensamiento. Para darse a conocer a los seres humanos, el Cuerpo Espiritual se manifestó en la forma de un Bodhisattva llamado Dharmakhara, quien hizo cuarenta y ocho votos solemnes de diversos tipos que debían cumplirse cuando alcanzara la Budeidad. En uno de estos votos, Dharmakhara declaró que Su Luz sería ilimitada y Su Vida infinita. Estas Promesas fueron realizadas por el Bodhisattva Dharmakhara; y se convirtió en el Buda Amida, a quien Vasubandhu, es decir, Seshin en japonés, elogió como 'el Tathagata de la Luz Ilimitada que irradia sin obstáculos en el Universo'. El Cuerpo Personal del Buda Amida también se llama Cuerpo de Recompensa por ser el cumplimiento de las Promesas Divinas".
Aquí, el Maestro Shinran nos habla de la doctrina budista de los Tres Cuerpos del Buda. En el Budismo Mahayana, se dice que el Buda posee un Triple Cuerpo. El primero de estos cuerpos o "kayas" es el Dharmakaya, el "Cuerpo del Dharma", el cual es el Universo, la Fuente Original, la Realidad Ultima, lo que es absoluta energía. Este es el Buda Eterno, la Realidad (Tathata) de la cual emanan todos los Budas (Tathagatas), y de la cual emana todo en el Cosmos. Ahora, existen dos tipos de Dharmakaya: el Dharmakaya de la Talidad (Sabiduría - Nirmala Tathata), el Buda Eterno impersonal, la Unidad; más allá del tiempo y la forma; la realidad trascendente; la Luz, personificado como el Buda Mahavairocana; y el Dharmakaya de Actividad Hábil (Compasiva - Sarmala Tathata), la cual asume forma y personalidad para revelarse a los seres sintientes; la realidad inmanente; la Vida, personificado como el Buda Amida. Ambos son dos caras de la misma moneda. Aunque son dos realidades inseparables, trascendentes, fuera del tiempo y el espacio, el Dharmakaya de Actividad Hábil, se manifiesta en movimiento y entra en la forma y el tiempo como una presencia que lo permea todo para revelarse a los seres sintientes. La habilidad de llevar a los seres a la Budeidad, a la Unidad, surge del fundamento del Buda Amida en la Talidad o el Nirvana, pero la liberación de todos los seres requiere la capacidad de volverse activo en la vida de los seres sintientes.
Dado a que todos somos emanaciones del Dharmakaya, todos poseemos la Naturaleza Búdica, la capacidad de alcanzar el Despertar y convertirnos en Budas. ¿Dónde puede florecer nuestra Naturaleza Búdica Innata? Solo en el Nirmanakaya, el "Cuerpo Encarnado" - en el mundo. El Nirmanakaya es el mundo fenomenal: nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestras circunstancias y todo lo que nos rodea. El Buda Shakyamuni fue una encarnación compasiva del Dharmakaya, del Alma del Universo, en este mundo para traernos la sabiduría del Dharma y aliviar nuestro sufrimiento. Si bien todos poseemos la Naturaleza Búdica, para que esa semilla crezca, debe ser plantada en un lugar apropiado. Ese es el Sambhogakaya, el "Cuerpo de Recompenza", el lugar de armonía entre la Realidad Ultima y el Mundo Fenomenal. El Sambhogakaya es el cuerpo que el Dharmakaya usa para manifestarse espiritualmente a los seres sintientes, de acuerdo con la forma y el mensaje necesario para llevarlos al Despertar.
Estas enseñanzas del Maestro Shinran sobre el Cuerpo del Buda son consistentes con la Tradición del Loto y sus Enseñanzas Perfectas, así como las Enseñanzas Esotéricas encontradas en el Budismo Esotérico sobre el Buda Mahavairocana, que es uno con el Buda Amida (ambos siendo el Dharmakaya). Para la Tradición del Loto, el Buda Eterno (Dharmakaya) es llamado tanto Mahavairocana como Amida, pues ambos (siendo Mahavairocana el aspecto del Dharmakaya de la Talidad y el Buda Amida el Dharmakaya de la Actividad Hábil, aunque ambos corresponden igualmente a las dos manifestaciones del Dharmakaya) son dos formas de llamar la Fuerza de Vida - la Consciencia Universal - de la cual emana el Cosmos y todos los seres, solo que uno es el nombre para el Budismo Esotérico, y otro, para el Budismo Tierra Pura. Para el Maestro Shinran, el Buda Amida era un Buda que (al igual que todos los Budas) encarna los Tres Cuerpos del Buda Eterno.
En este párrafo, el Maestro Shinran llama al Dharmakaya de la Talidad la "Encarnación Espiritual" del Buda Amida, y al Dharmakaya de Actividad Hábil su "Encarnación Personal". El Maestro Shinran nos dice:
"Dado que es con este corazón y mente de todos los seres sintientes que se confían al Voto del Cuerpo del Dharma como medio compasivo, este Shinjin no es otro que la Naturaleza Búdica. Esta Naturaleza Búdica es la Naturaleza del Dharma (Dhramata). La Naturaleza del Dharma es el Cuerpo del Dharma (Dharmakaya). Por esta razón, con respecto al Buda, existen dos clases de Cuerpos del Dharma. El primero se llama Cuerpo del Dharma como tal y el segundo, Cuerpo del Dharma de Actividad Hábil. El Cuerpo del Dharma como tal no tiene color ni forma; por tanto, la mente no puede captarlo ni las palabras describirlo. De esta Unidad se manifestó la forma, llamada Cuerpo del Dharma de Actividad Hábil".
El Espíritu del Buda Eterno (siendo informe o "vacío", fuera del espacio y el tiempo), asumió Cuerpo y Personalidad (forma), entrando en el espacio y el tiempo para hacerse conocido a los seres, encarnando en la forma del Bodhisattva Dharmakhara (en la historia mítica - esto es, entrando en la historia), realizando así 48 Votos para salvar a todos los seres del océano de nacimientos y muertes del Samsara y llevarlos a la paz del Nirvana, la Tierra Pura. Entre estos votos, se encuentra el Decimoctavo Voto, que promete salvar a todos los seres en el Cosmos que se entreguen al Buda en total fe y confianza y acepten su Regalo de Salvación. Dado a que estos votos han sido cumplidos, ahora es el Buda Amida, por lo que nuestra salvación ya ha sido asegurada y lograda. ¿Por qué el Buda Eterno, el Alma del Cosmos (el Ser de seres) desea salvar a los seres? El Maestro Shinran nos dice:
"El Buda Amida se declara Padre y Madre de todos los seres sintientes. Por lo tanto, debemos creer que todos somos sus hijos."
El Buda Amida, siendo la Fuente de Vida del Universo, el Alma o la Consciencia Universal, es uno con todos los seres y se compadece de ellos. Los seres sintientes, en su Ignorancia, viviendo en el mundo de la dualidad, persiguen sus pasiones y deseos ciegamente, dándole rienda suelta a su ego, lo que hace que cometan malas acciones en pensamiento, palabra y acción, generando mal Karma, lo que les causa sufrimientos a ellos y a los demás en esta vida y en la próxima, renaciendo en los Reinos del Mal (Infiernos, Espíritus Hambrientos y Animales). Esto, entonces, se repite interminablemente, sin esperanzas de salvación. El Buda Eterno, siendo la Fuente y uno con todos los seres, es su Padre Espiritual, por lo que se compadece de ellos, y en su infinito amor y misericordia, aparece en los mundos para revelar su Dharma de Salvación. Así, el Buda Eterno, Amida, apareció en este mundo, la Tierra, hace más de 2,500 años en la India en la forma encarnada del Buda Shakyamuni.
El Buda Amida es el Padre Espiritual de todos los seres, los cuales son sus hijos. Como nos dice el Maestro Shinran en uno de sus Himnos:
"Cuando los seres sintientes piensan en el Buda AmidaAsí como un niño piensa en su madre,
De hecho, ven al Tathagata, que nunca está distante,
Tanto en el presente como en el futuro".
El Verdadero Dharma del Buda se encuentra en su Palabra, su enseñanza revelada, contenida en el Canon Budista. Entre los 84,000 sermones del Buda Shakyamuni, se encuentran tres sermones sagrados que contienen la esencia del Mensaje de Salvación del Buda Amida. Estos son el Sutra del Buda Amida y su Tierra Pura (Sutra Corto), el Sutra del Buda de la Luz y la Vida Infinita (Sutra Largo), y el Sutra de la Contemplación en el Buda Amida y su Tierra Pura (Sutra de la Contemplación). En los mismos, el Buda nos asegura que, si bien su salvación es para todos los seres, se compadece principalmente con los que se encuentran afligidos por sus pecados. El Maestro Shinran nos dice:
"Supongamos que hay siete hijos en una familia y uno de ellos enferma. Entonces el padre y la madre dedican toda su mente al cuidado del enfermo, aunque aman a todos sus hijos por igual. Lo mismo ocurre con el Buda Amida. Aunque ama a todos los seres sintientes sin discriminación, se compadece especialmente de los afligidos por el pecado."
Estos pasajes hacen eco de la Palabra del Buda en el Sutra del Loto, cuando el Buda nos dice:
"Shariputra, te digoQue todos ustedes
Son mis hijos,
Y yo soy vuestro padre.
Por muchos eones, ustedes
Se han quemado por muchas miserias,
Y yo les he salvado a todos,
Guiándolos fuera delos Tres Dominios."
Aquí, el Buda Amida habla nuevamente a través de los labios del Buda Shakyamuni, su encarnación en la Tierra, y nos miestra que, si bien todos nostros - sus hijos - nos hemos quemado por eones en esta casa en llamas, el Mundo Saha, él nos conduce fuera de los Tres Dominios a la Tierra Pura del Nirvana.
Aunque el Regalo de Salvación del Buda es para todos los seres, sin excepción, el Buda Amida se compadece especialmente por aquellas personas que estan muy agobiadas por su ignorancia y sus pecados (mal Karma) como para poder realizar las prácticas religiosas budistas como el seguir los Preceptos o Mandamientos y la Meditación. Es especialmente para ellos que el Buda entregó su Santo Nombre, el Nembutsu ("Namu Amida Butsu"), a través y por el cual, con completa fe y entrega, podemos recibir su Regalo de Salvación y Renacer en la Tierra Pura de la Bienaventuranza, el Nirvana.
Ahora, la Tierra Pura de la Bienaventuranza no es un Paraíso Eterno, donde los seres viven por el resto de la eternidad en dicha y felicidad, sino que es un lugar de descanzo - un lugar de entrenamiento - para que los seres, siendo ahora Hijos del Buda, puedan relizar la labor salvífica del Buda por todo el Cosmos. El Maestro Shinran nos dice:
"Hay dos regalos que otorga el Buda Amida: uno se relaciona con nuestro viaje a la Tierra Pura de la Bienaventuranza, y el otro se refiere a nuestro regreso a este denso Bosque del Nacimiento y la Muerte. La primera es para permitirnos entrar al Paraíso y reunirnos con Él, por lo que el Buda Amida nos dota de todos los méritos que Él mismo ha acumulado para alcanzar la Budeidad. Con el segundo don, Él nos dota de un poder maravilloso, para que podamos ayudarlo en Su propia obra santa al reencarnarnos en este mundo una y otra vez para salvar a nuestros semejantes del sufrimiento del Nacimiento y la Muerte."
Al aceptar el Regalo de Salvación - el recitar su Santo Nombre con completa fe y entrega - Renacemos espiritualmente en la Tierra Pura de la Bienaventuranza (una flor de loto se abre y nos espera), y transcurrimos una transformación completa, volviéndonos una persona nueva; renacemos como Hijos del Buda en esta vida. Entonces, el Buda Amida nos otorga su Gracia permanentemente (Shinjin), la cual nos permite vivir una vida espiritual en medio del lodo del Samsara. Así, cuando lleguemos al final de nuestros días, nuestro Renacimiento se consuma, y Renacemos en la Tierra Pura de la Bienaventuranza. Allí, alcanzamos la Budeidad en una sola vida, regresando entonces gracias al Poder del Buda Amida a este e infinitos mundos como Hijos del Buda - Bodhisattvas - para continuar la labor salvífica del Buda de salvar a todos los seres sintientes y llevarlos al Despertar. Este ciclo se entiende tanto espiritualmente (es decir, en sentido figurado) como literalmente, lo que significa que "entrar al Paraíso" puede suceder en esta vida cuando uno alcanza la verdadera fe (Shinjin), desde la cual uno puede volver a entrar espiritualmente a este mundo llevado por la infinita compasión del Buda Amida por los demás.
El primero paso para aceptar nuestro Regalo de Salvación es escuchar sobre el Evangelio del Buda Amida. El Maestro Shinran nos dice:
"Quien aprende de la Divina Voluntad del Buda Amida no puede pasar por la experiencia sin creer en ella. En el momento en que cree y obedece con todo su corazón, Amida lo llena con una abundancia de preciosa Gracia."
El Regalo de Salvación del Buda Amida no es algo que podamos ganar por medio de nuestro esfuerzo. El único esfuerzo que podemos realizar es depositar toda nuestra fe y confianza en las manos compasivas del Buda. Esto implica una negación del ego, nuestro ser finito y falso, para abrir nuestro ser a la actividad dinámica del Buda Eterno, quien ha estado desde el principio del tiempo tratando de que alcancemos nuestro Despertar a nuestra Unidad Fundamental con él, todos los seres sintientes y el universo. Es el Despertar del Sueño de la Ignorancia y reconocer nuestros errores, para permitirnos ser guiados por su Luz Infinita, si Sabiduría - su Dharma Eterno - contenido en su Palabra, el cual nos permite transformar este Mundo Saha que nosotros mismos hemos hecho un Mundo de Sufrimiento en lo que verdaderamente es, una Tierra Pura, la Tierra de la Bienaventuranza.
Quien acepta el Regalo de Salvación del Buda Amida es dotado con su Gracia, lo que lo llena de fuerza y esperanza, pemitiéndole tener una verdadera experiencia espiritual, un transformación - un Renacimiento - en una nueva persona. Esto nos permite vivir una vida nueva. Así, cada recitación del Santo Nombre nos lena de paz y confianza, y cada buena obra que realizamos luego de aceptar su Regalo de Salvación es solo una muestra de agradecimiento al Buda Eterno, una deuda que nunca podremos repagar.
El Maestro Shinran nos muestra la perfecta unidad y mutua identidad entre el Camino de los Sabios (Budismo de la Sabiduría o Luz Eterna) y el Camino Tierra Pura (Budismo de la Compasión o Vida Eterna), cuando nos dice:
"Luego de una profunda reflexión, entiendo que el Buda Shakyamuni me exhorta a salir de este mundo y el Buda Amida me invita a la Tierra Pura de la Bienaventuranza. ¿Cómo podría yo dudar cuando escucho tal exhortación e invitación? Seré siempre obediente a las palabras del Buda Shakyamuni y del Buda Amida toda mi vida, y al momento de dejar este cuerpo pecaminoso atrás, entraré en la Tierra Pura prometida de la Bienaventuranza para morar allí por la eternidad."
Cuando seguimos los Mandamientos Budistas (Preceptos) y realizamos las prácticas budistas tradicionales (como las Postraciones, la Meditación y los Seis Paramitas) con profundo agradecimiento al Buda Amida y su Regalo de Salvación, todo el Budismo es el Camino a la Tierra Pura de la Bienaventuranza - el Nirvana - y podemos vivir en este Mundo Saha (Samsara) con nuestro espíritu en la Tierra Pura (Nirvana).
Así, vemos que no hay dos (o más) "Budismos" (o escuelas o denominaciones), sino solo un solo Budismo, el Verdadero Budismo, el cual abarca todas las enseñanzas y prácticas reveladas por el Buda Eterno en este mundo.
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En las próximas páginas, continuaremos explorando el pensamiento del Maestro Shinran a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas de la Tradición del Loto, el Verdadero Budismo.