La flor de loto, desde antaño, ha simbolizado en Asia la pureza del cuerpo, la palabra y la mente-espíritu, flotando sobre las aguas turbias del apego material y el deseo. Debido a que el loto crece en agua turbia, simboliza la pureza de la mente iluminada que surge en medio del sufrimiento del Samsara. Es por eso que el Buda Shakyamuni seleccionó la flor de loto para nombrar su Gran Revelación, su sermón más importante en la Tierra, el Sutra del Loto, pues el Buda nos muestra que, así como el loto puede surgir de lodo, de igual forma, todas las personas pueden alcanzar la Budeidad, tal como son, en esta vida. Pero la flor de loto encierra una infinidad de simbolismos y enseñanzas, todas siendo encapsuladas en la selección de nuestra escuela de honrar el Verdadero Dharma y la Tradición en su nombre y logo.
La flor de loto representa al Buda Eterno. Si bien existen muchos Budas por todo el Cosmos, todos son emanaciones del mismo Buda (Dharmakaya), el Buda Eterno. Todos son manifestaciones de aspectos de la Mente Iluminada, la Budeidad. Por ello, el Verdadero Budismo es Monobudista (solo cree en un solo Buda).
La flor de loto también simboliza la Enseñanza, el Dharma Eterno del Buda. Así como la flor de loto tienen muchos pétalos, pero sigue siendo una sola flor, de igual forma, el Buda predicó 84,000 enseñanzas - contenidas en el Canon Budista - pero todas forman un solo Dharma, un solo Budismo.
Igualmente, la flor de loto simboliza la Tradición Budista. Si bien el Buda instituyó una sola Sangha, la Orden (sacerdotes) y la Comunidad (laicos), dentro del Unico Vehículo del Ekayana (Verdadero Budismo), aunque con el tiempo la misma se dividió en muchas tradiciones (escuelas o denominaciones), todas estas son pétalos de una sola flor de loto - la Tradición Budista.
La Tradición Budista, la cual abarca todas las tradiciones, ha sido la verdadera custodia del Verdadero Dharma Eterno del Buda en la Tierra. Aunque la Sangha se divisió con el paso del tiempo, dando a lugar a una gran cantidad de denominaciones, esto no ha lastimado la unidad de la Sangha y la Tradición Budista, la cual se ha mantenido ininterrumpida a través de los siglos, pasando de la India - gracias a Asvaghosha, Nagarjuna, Vasubandhu) a China (gracias a Kumarajiva, Daosheng y al Gran Maestro Chih-i y sus sucesores), y luego a Japón (gracias al Gran Maestro Saicho y la escuela Tendai), hasta nuestros días. Nuestra escuela es una continuidad de esta Tradición del Loto.
Cada denominación budista es una flor en la Flor de Loto Eterna del Buda en la Tierra. Cada uno de sus maestros fundadores han descubierto y desarrollado aspectos del Verdadero Dharma. Algunos han enfatizado el estudio y desarrollado la Meditación; otros, han enfatizado la fe y desarrollado la recitación del Nombre Sagrado del Buda, el Nembutsu; pero todos son pétalos en la misma flor de loto. Cuando leemos sobre las enseñanzas de cada uno de estas grandes luminarias, no podemos perder de vista que forman parte de algo más grande que sus visiones sectarias; forman parte de la Tradición Budista que ha continuado preservando y atemperando el Verdadero Dharma del Buda a través del espacio y el tiempo con los signos de las eras. Es por eso que nuestra escuela no solo acoje a los Grandes Maestros de la Tradición del Loto, sino que también abraza en su seno a todos los grandes maestros reformadores (como Honen, Eisai, Dogen y Shinran) que han aportado su flor a la flor del loto de la Tradición Budista, siendo así un puente entre tradiciones, para llevar la Palabra del Buda a todos los seres.
Es por esto, y mucho más, que al momento de escojer un símbolo que nos representara, escojimos la Flor de Loto Dorada, con las tres estrellas o fundamentos de la Budología en su centro: el Buda Eterno, su Enseñanza (Dharma) y su Orden y Comunidad (Sangha), que emanan de un solo punto central: el Voto Primal del Buda Eterno de llevar a todos los seres al Despertar y la Budeidad - el círculo que rodea la flor y muestra su unidad, armonía y eternidad.