Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Shingi Hokke Shu - Escuela del Loto Reformada 新義法華宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


domingo, 29 de marzo de 2020

Las Enseñanzas Eternas del Buda: Ciclo de Lectura del Sutra del Loto 2019 - VI

Hoy continuaremos con nuestro ciclo de charlas sobre el Sutra del Loto. La semana pasada tocamos dos capítulos interesantes, donde vimos cómo todos los seres, sin importar ninguna distinción, alcanzarán el Despertar. De hecho, como mencionamos anteriormente, el Sutra del Loto, como la expresión máxima del Buda en el mundo, nos enseña que todas las religiones pueden ser vistas como medios hábiles creadas por los Budas para llevar a los seres poco a poco a la iluminación: así como los seres varían en naturalezas, necesidades e inclinaciones, así igualmente los Budas crean diferentes vehículos o formas de presentar las enseñanzas.

Hoy tocaremos dos capítulos, los capítulos 11 y 12, siendo uno de ellos, tanto para la tradición comentarial canónica como para mí, uno de los más sorprendentes en toda la literatura budista. El capítulo 12, titulado "Devadatta", presenta dos puntos importantes, la doctrina de la salvación incluso de las personas "malvadas", y la doctrina de alcanzar el Despertar en este cuerpo y en esta vida. Veámoslos con detalle.


El capítulo 11, titulado "La Torre de los Tesoros", comienza con una escena milagrosa: una vez el Buda termina de hablar en el capítulo anterior, de momento, la tierra se abre, y del centro de la tierra sale una Estupa, una torre gigantesca, de proporciones inmensas, adornada con los siete metales y piedras preciosas. Una Estupa en el Budismo es un montículo mortuorio donde se guardan las reliquias de los Budas; son pequeños cristales y restos que surgen de las cenizas tras la cremación de un Buda o un gran maestro iluminado. Las mismas surgieron en toda la India tras la muerte del Buda Shakyamuni y son veneradas aún en nuestros días. Volviendo al Sutra, la congregación, al ver esto, irrumpe en danza y canción, ofreciendo flores y otras ofrendas a la Estupa de los Muchos Tesoros. 

De repente, del interior de la Estupa suerge una voz que alaba al Buda Shakyamuni diciendo: "Excelente, excelente, todo es como dice el Buda Shakyamuni. El Buda ahora predica el Sutra de la Flor del Loto Blanca de la Ley Mística, la Enseñanza de la Igualdad, la Gran Sabiduría, la Ley de los Bodhisattvas, la Tesorería Secreta de los Budas". Quien habla es el Buda Muchos Tesoros (Jp. Taho). Al escuchar esto, la congregación queda atónita. 

Entonces, un Bodhisattva llamado Gran Elocuencia le pregunta al Buda Shakyamuni sobre este suceso. Entonces, el Buda le exlica que en el pasado distante, el Buda Muchos Tesoros hizo un voto: "Si un Buda predica el Sutra del Loto, yo apareceré frente a ellos y validaré las enseñanzas eternas del Sutra". En ese instante, el Buda Shakyamuni emana una luz de su entrecejo que ilumina todo el universo, rasgando la fábrica de la realidad, y todos los presentes ven innumerables mundos con innumerables Budas predicando el Dharma. Esos Budas y sus séquitos llegan al Mundo Saha, nuestro mundo, y le hacen ofrendas al Buda Shakyamuni y a la Estupa de los Muchos Tesoros. En ese momento, el Mundo Saha fue purificado: el suelo se convirtió en lápiz lázuli, todas las montañas fueron eliminadas, los árboles tenían hojas de esmeraldas y flores de piedras preciosas, etc. Todos los Budas se sentaron con su séquito en tronos de leones de oro bajos los árboles.

En ese momento, la multitud dice que desea ver al Buda Muchos Tesoros. Entonces, el Buda Shakyamuni asciende en el aire y se coloca frente a las puertas de la Estupa. Con un sonido estruendoso, las puertas se abren y se ve al Buda Muchos Tesoros sentado en meditación, cuando el Buda la hace un gesto a Shakyamuni para que se siente a su lado. Luego, el Buda eleva a toda la congregación en el aire y todos ven a los dos Budas sentados uno al lado del otro. Entonces, el Buda dice que pronto entrará al Parinirvana, y desea que todos mantengan y pongan en práctica el Sutra del Loto para el bien de las futuras generaciones, aunque reconoce que será difícil porque las peronas no van a creer sus enseñanzas. Aquí termina este capítulo.

Este capítulo posee muchas enseñanzas, pero la más importante es el simbolismo de la Estupa de los Muchos Tesoros. La Estupa sale del centro de la tierra y no baja del cielo. Esto es importante ya que el Dharma no es algo que se nos da a nosotros desde afuera, sino que es algo que surge de nuestro interior; es algo que ya poseemos. Esto hace referencia a nuestra Naturaleza Búdica, nuestra capacidad innata de alcanzar el Despertar. Igualmente, ambos Budas se encuentran sentados lado a lado, el Buda del pasado, y el Buda del presente, lo que nos muestra que el Dharma es uno y es eterno. Otra enseñanza importante es que este capítulo reveló la verdadera naturaleza de este mundo: ste Mundo Saha es la Tierra Pura de la Luz Serena, el mundo del Buda Shakyamuni, pero no lo vemos así dado a nuestras oscuraciones mentales y nuestros apegos. Esto nos muestra que debemos de crear una Tierra Pura en este mundo; no abandonarlo. 

El capítulo 12, titulado "Devadatta" , se puede dividir en dos partes. La primera mitad nos narra sobre la vida pasada del Buda Shakyamuni y su primo Devadatta, quien en la literatura buista es representado como una persona malvada; y la otra mitad nos muestra el logro del Despertar por parte de una niña dragón de ocho años, con la ayuda del Sutra del Loto.

Devadatta es el ideal budista de una persona malvada. Los que conocen la biografía del Buda saben que Devadatta, siendo el primo biológico del Buda Shakyamuni, siempre le tuvo celos, llegando a intentar matarlos en múltiples ocasiones, creando calumnias a su alrededor, y llegando en un momento a divir su comunidad monástica. Aunque Devadatta es conocido como una persona malvada, en este capítulo, el Buda Shakyamuni explica que Devsdatta fue el maestro del Buda Shakyamuni en una vida pasada. El Buda enseña que en una vida pasada, Devadatta fue su maestro llamado Asita, quien lo puso en el camino al Despertar. Durante mil años, sirvió como sirviente y alumno a Asita, quien a su vez le enseñó el Sutra del Loto. 

El Buda dijo a sus monjes: "El rey en ese momento era yo mismo, y este vidente era el hombre que ahora es Devadatta. Dado a que Devadatta era un buen amigo para mí, pude ser completamente dotado con los Seis Paramitas, piedad, compasión, alegría e indiferencia, con las treinta y dos características, las ochenta características, el color dorado teñido de púrpura, los diez poderes, los cuatro tipos de intrepidez, los cuatro métodos para ganar personas, las dieciocho propiedades no compartidas y los poderes trascendentales y el poder del camino. El hecho de que haya alcanzado la Iluminación y pueda salvar a los seres vivos a gran escala se debe a Devadatta". Luego profetiza que, en un futuro lejano, Devadatta alcanzará la Iluminación como un Buda llamado Rey Celestial. Devadatta había intentado en varias ocasiones matar a Shakyamuni y fomentar la desunión dentro de la Orden Budista y se dice que cayó vivo al infierno. La predicción de su futura iluminación indica que incluso un ser malvado tiene el potencial de convertirse en un Buda.

Ahora pasamos a la otra mitad del capítulo. Luego de narrar esto, la audiencia quedó atónita. Entonces, un Bodhisattva la pregunta al Buda Muchos Tesoros si era momento para regresar a su mundo, cuando el Buda Shakyamuni le dice que primero deberían hablar con el Bodhisattva Majushri antes de irse. El Bodhisattva Manjushri en ese momento emerge de un lotog gigante del fondo del océano y se eleva en el cielo a venerar a los dos Budas. El Bodhisattva Sabiduría Acumulada le dice que vio cómo Manushri emergió del fondo del océano, del palacio de los reyes Nagas o dragones, a lo que Manjushri responde en lo cierto, diciendo que estaba predicando el Sutra del Loto a los seres del océano, convirtiendo a muchos seres y logrando que alcanzaran la Iluminación. De repente, innumerables Bodhisattvas emergen del fondo del océano y se elevan con la congregación. Todos ellos fueron convertidos por Manjushri.

El Bodhisattva Sabiduría Acumulada le pregunta si hay alguien allí que al practicar el Sutra haya alcanzado la Budeidad rápidamente. Manjushrī responde que la hija de ocho años del rey dragón ha alcanzado plenamente la sabiduría suprema del Buda. Entonces, el Bodhisattva Sabiduría Acumulada y Shāriputra, uno de los discípulos más ancianos de la congregación desafían esto, con el argumento de que la Budeidad requiere la práctica de austeridades que abarcan muchos kalpas, y que incluso ellos no han alcanzado aun la iluminación, y Shāriputra añade que las mujeres son incapaces de alcanzar la Iluminación debido a los cinco obstáculos. 

En ese momento, la hija del rey dragón aparece frente a ellos. Después de presentar una joya al Buda Shakyamuni, ella se transforma de inmediato y perfecciona la práctica del Bodhisattva. Adquiriendo las treinta y dos características y las ochenta características de un Buda, aparece en una tierra al sur llamada Mundo Inmaculado, donde predica el Sutra del Loto a todos los seres en las diez direcciones. Al ver esto, toda la congregación aceptó lo que vieron y creyeron.

Este capítulo es impresionante. La Iluminación por parte de las personas malvadas, representadas por Devadatta, y la de las mujeres, representadas por la hija del rey dragón, ilustran la posibilidad universal de la Budeidad que se enseña por primera vez en el Sutra del Loto. Igualmente, revelan que todos los que escuchen, lean, crean, reciten y sobre todo, pongan en práctica el Sutra del Loto, pueden alcanzar el Despertar en esta vida y en este cuerpo. Este fue uno de los principios rectores promulgados por Saicho (Tendai Daishi), el fundador de la escuela Tendai al abrir su escuela en Japón. Esto nos muestra nuevamente que el Sutra del Loto nos enseña que todos los seres están en vías de alcanzar el Despertar.

En una nota más contemporánea, el capítulo de "Devadatta" nos muestra que no importa lo que suceda al momento, todo sucede por causas y condiciones y por el funcionamiento de la ley del karma, o la ley de causa y efecto, y que todo tiene un propósito en la vida. Aunque en este momento estemos pasando por momentos difíciles - aunque este 2020 sea nuestro propio Devadatta - todo ocurre por algo, y así como Devadatta fue un elemento necesario para que el Buda alcanzara la Iluminación, igualmente, la crisis que estamos experimentando en este momento es una causa y condición necesaria para el Despertar del planeta. La pandemia que estamos viviendo pasará, pero a su paso, nos ha abierto los ojos a que la forma en la que vivimos debe cambiar, y ha revelado muchos defectos en los sistemas económicos y sociales de muchos países. Pero sobre todo, nos ha ayudado a abrir los ojos a nuestra interconexión con todos los otros seres sintientes. Este debe ser el tema para nuestra reflexión toda esta semana. 

domingo, 22 de marzo de 2020

Las Enseñanzas Eternas del Buda: Ciclo de Lectura del Sutra del Loto 2019 - V

Hoy continuaremos con nuestro ciclo de charlas sobre el Sutra del Loto. Estamos viviendo un momento histórico de crisis, y es importante mantener la calma. Si bien nos preguntamos a veces qué pudimos haber hecho para que nos sucedan las cosas que nos suceden, es importante mantener una perspectiva alta panorámica, informada con la historia. No debemos olvidar que las pandemias han ocurrido incontables veces en el pasado, están ocurriendo ahora mismo, y, lamentablemente, ocurrirán en el futuro. Es por eso que debemos de practicar para hacer brillar nuestra Budeidad innata y actuar como Bodhisattvas, como Guerreros Espirituales, en el mundo. Es nuestra práctica la que nos da las herramientas necesarias para mantener la compostura y actuar sabia y compasivamente en momentos de adversidad, velando por nosotros mismos y por los demás, mientras nuestra fe nos ayuda a mantener la esperanza. Así que, esforcémosnos por no perder de vista la importancia de nuestra práctica.

En nuestra charla pasada tocamos dos capítulos interesantes, y vimos cómo el Buda expuso su doctrina de manera gradual, que todas las religiones son medios hábiles para llevar a los seres gradualmente a la Iluminación, y cómo todos los seres alcanzarán el Despertar. Esto es importante, ya que siempre que leamos algo sobre Budismo por internet debemos preguntarnos: ¿representa esto las enseñanzas completas del Buda según fueron expuestas posterior al Sutra del Loto? Existe mucha información en internet sobre las enseñanzas primitivas del Buda, como las pertenecientes a las escuelas Hinayana o Theravada, que si bien son útiles como medios hábiles, hay que verlas a la luz del significado verdadero que el Buda reveló en el Sutra del Loto. Esta es la importancia de estas charlas.

Los capítulos de hoy son dos capítulos muy especiales, los capítulos 9 y 10, pues no solo se nos asegura nuevamente que todos los seres, sin distinción alguna, alcanzarán el Despertar y se convertirán en Budas, sino que también se nos revela cómo podemos ayudar a esparcir las semillas del Dharma, llevando las enseñanzas del Buda a todo el mundo. Así como el sol disipa la oscuridad, el practicante budista puede llevar el Dharma y disipar la oscuridad de la ignorancia, aliviando el sufrimiento de los seres. 


En el capítulo nueve, titulado "Predicciones para los Arhats",  es una continuación del capítulo anterior. quí, el Buda le predice la Budeidad a Ananda, su primo, y a Rahula, su hijo biológico, y con esto, le asegura la Budeidad a todos los Arhats, los Shravakas o los que escuchan las enseñanzas, y los Pratyekabuddhas, o los que las ponen en práctica. Ananda ha acompañado al Buda durante muchos años como su ayudante personal, y es a quien se le atribuye tradicionalmente la memorización de todos los Sutras o discursos del Buda. Rahula fue el hijo de Siddhartha Gautama, quien al alcanzar el Despertar se convirtió en el Buda Shakyamuni, y lo ha acompañado igulmente por años, pues al Buda alcanzar la Iluminación, rápidamente fue a donde su familia y su reino a predicarle el Dharma a su familia. Así, su esposa y su hijo se convirtieron en discípulos.

En ese momento, el Buda revela que Ananda lleva acompañando al Buda Shakyamuni a través de muchas vidas, pero aún no ha alcanzado el Despertar, manteniendo vivo su voto inicial de predicar el Dharma del Buda en todas sus vidas para el beneficio de todos los seres. En ese momento, Ananda recuerda sus vidas pasadas y recuerda servir no solo a Shakyamuni, sino a incontables otros Budas y predicar el Dharma en distintos mundos. Luego, el Buda predice la Budeidad de Rahula, y todos se regocijan, y el capítulo termina.

Es importante destacar que el Buda aquí predice la Budeidad de los Arhats, seguidores del Budismo Primitivo, Hinayana o Theravada, ya que si bien siguen enseñanzas incompletas, estas aun así ayudan a incontables seres y perpetúan el Dharma para el beneficio del mundo. 

En el capítulo diez, titulado "El Maestro del Dharma", nos revela cómo podemos ayudar a esparcir el Dharma para el beneficio de todos los seres, sirviendo como emisarios del Buda en el mundo. Por supuesto, el Maestro del Dharma por excelencia es el Buda, y como todos nosotros los budistas somos sus hijos, somos los herederos de la Tesorería del Dharma. 

El capítulo comienza con el Buda dirigiéndose al Bodhisattva Rey de la Medicina, y le dice: "Si un buen hombre o una buena mujer, después de mi extinción, explica el Sutra del Loto a una sola persona, debes de saber que esa persona es un Mensajero del Honrado por el Mundo, ha sido enviado por el Honrado por el Mundo y hace el trabajo del Honrado por el Mundo". Y asegura que si lo hacen, de seguro alcanzarán la Budeidad en el futuro. Hasta ahora el Buda ha hecho predicciones de Budeidad para muchos discípulos, y aunque implícitamente aseguraba la Budeidad de todos los seres, ahora dice que todo el que predique el Dharma seguramente alcanzará el Despertar.

Igualmente, el Buda le dice al Bodhisattva Rey de la Medicina que si este Sutra, el Sutra del Loto, se encuentra en algún lugar, ese lugar es sagrado, y que se le pueden hacer ofrendas al Sutra como si se le hicieran ofrendas al Buda. Dado a que el cuerpo físico del Buda ya no existe en este mundo, el objeto de veneración debe ser sus enseñanzas, las cuales se encuentran en los Sutras; y de todos los Sutras, el más importante es el Sutra del Loto. A través de esta práctica, veneramos las enseñanzas eternas del Buda Eterno, el Dharma, la Ley de la Budeidad. Esto se detaca cuando el Buda dice: "En el pasado he predicado muchos Sutras. Ahora estoy predicando este Sutra. En el futuro, predicaré otros Sutras. El número total de estos Sutras es innumerable, pero el Sutra del Loto es el más importante de todos". 

Luego, el Buda asegura la protección de todos los que prediquen este Sutra. El que predique el Dharma estará protegido ya que predica la Esencia del Buda, inspirado por el poder del Buda, siendo así una manifestación del Buda en el mundo.  Para predicar el Dharma, el Buda dice que el predicador debe entrar en el salón del Buda, ponerse la manta del Buda, sentarse en la silla del Buda  y exponer el Dharma, y luego explica que el entrar en el salón del Buda significa que debe tener compasión por todos los seres, ponerse la manta del Buda significa ser gentil y paciente, y que sentarse en la silla del Buda significa poder ver la Vacuidad de todas las cosas, manteniendo la mente libre de todo apego y viendo la unidad trascendental de todo en el universo. En esencia, estos son los requisitos del Budismo Mahayana. Continuaremos la semana próxima. 

lunes, 16 de marzo de 2020

Las Enseñanzas Eternas del Buda: Ciclo de Lectura del Sutra del Loto 2019 - IV

Hoy continuaremos con nuestro ciclo de charlas sobre el Sutra del Loto, aunque lamentablemente no pudimos reunirnos. Dado a la pandemia mundial del Coronavirus, el gobierno ha decidido cancelar todo tipo de actividades y ha ordenado a todos los ciudadanos a quedarse en sus casas hasta Marzo 30. Nuestro templo madre, el Tendai Betsuin de Nueva York, y todas las Sanghas Tendai en Occidente, han pausado actividades para unirnos a los esfuerzos. Es importante recalcar la importancia de nuestra práctica devocional a los Budas y de nuestra meditación diaria para poder manejarnos con sabiduría y compasión en tiempos turbulentos. Es ahora que podemos templar la espada de nuestra vida y poner en práctica más que nunca nuestros principios budistas. Si lo hacemos, veremos indudablemente excelentes resultados. 

El servicio pasado tocamos los capítulos 5 y 6, donde hablamos de una de las parábolas más hermosas en el Sutra del Loto, la Parábola de la Hierbas Medicinales, donde vemos al Buda como una gran nibe, que hace llover la lluvia del Dharma sobre todas las plantas, que representan a todos los seres, pero todos los seres la reciben de manera diferente, de acuerdo con sus capacidades, necesidades y naturalezas. Igualmente, vimos cómo el Buda Shakyamuni hace predicciones de Budeidad a muchos de sus discípulos, algo que extiende a todos los seres. Hoy tocaremos los capítulos 7 y 8.


El capítulo 7, titulado :La Ciudad Fantasma", consta de dos partes: primero, la historia de una vida pasada del Buda Shakyamuni, y luego, vemos otras de las Siete Parábolas principales del Sutra del Loto, la Parábola de la Ciudad Fantasma. En el Sutra del Loto ,el Buda explica que utiliza tres métodos para exponer la Ley o el Dharma: explicaciones lógicas, parábolas e historias de vidas pasadas.

El Buda explica que hace muchísimo tiempo, existía un Buda llamado Gran Sabiduría Universal, el cual vivió hace tanto tiempo que los números no pueden calcularse. Para hacer valer su punto, utiliza un símil: imagina que una persona llegara a aplastar a partículas mil millones de mundos hasta hacerlos polvo de tinta, y luego viajara al Este, colocando una partícula en un mundo localizado mil millones de mundos más allá de este mundo, y luego continuara haciendo esto en cada mundo con un intérvalo de mil mundos. Ahora, imagina que aplasta igualmente esos mundos hasta hacerlos polvo. El número de eones que han pasado es mucho más que eso. Luego el Buda explica que ese Buda tenía dieciseis hijos, los cuales renunciaron al mundo cuando conocieron que su padre había alcanzado la Iluminación, y fueron a donde el Buda para convertirse en discípulos. Todos los reyes Brahma de todos los mundos fueron a donde el Buda y le rogaron que expusiera el Dharma. Luego de 200,000 eones, el Buda expuso el Sutra del Loto por 8,000 eones, y luego entró en Samadhi por 84,000 eones. En ese tiempo, los dieciseis príncipes alcanzaron el Despertar y llevaron a muchos seres a la Iluminación. Entre esos Budas, se encuentra el Buda Akshobya, quien tiene un a Tierra Pura en el Este, y el Buda Amitabha (Amida), quien tiene su Tierra Pura en el Oeste. Finalmente, el Buda Shakyamuni revela que el era el príncipe decimosexto, quien ha alcanzado la Iluminación en este mundo Saha.

Todos los Budas en las diez direcciones y las tres existencias se iluminan a la Ley del Anuttarasamyaksambhodi, o la Ley del Despertar, el Dharma, para salvar a todos los seres del sufrimiento. Cuando un Buda aparece en el mundo, se le llama una Tierra Pura. Por ejemplo, la Tierra Pura más famosa es la Tierra Pura de la Bienaventuranza y la Felicidad del Buda Amida. Una Tierra Pura es un mundo ideal donde se dan todas las condiciones necesarias para alcanzar el Despertar rápidamente, y está más allá de este mundo nuestro. Pero en este mundo apareció un Buda, y el mismo es una Tierra Pura, pero no lo vemos como tal por nuestra Ignorancia Fundamental, nuestro karma, nuestros deseos y pasiones ciegas. Pero el Sutra del Loto nos revela, en su último capítulo, que este mundo es llamado la Tierra Pura de la Luz Serena, el nombre de este blog, y que Shakyamuni es el Buda Eterno, llamado Mahavairocana, "el que permea todos los mundos". En los capítulos que siguen, el Sutra del Loto afirma que el Buda Shakyamuni es el Buda Eterno, una emanación del Buda Cósmico Mahavairocana, y que la fe es importante para poder descubrir esta verdad en esta vida. 

Este capítulo recalca la importancia de realizar el trabajo del Bodhisattva en este mundo, así como Shakyamuni lo ha hecho. Y que uanque no somos Budas, podemos realizar el trabajo del Bodhisattva y ayudar a salvar a todos los seres de este mundo. 

Luego, el Buda revels que desde el principio, ha utilizado Medios Hábiles como el Sufrimiento y el Nirvana para hacer que los seres rompan sus ideas limitantes sobre sí mismos y el mundo y esten preparados para las verdaderas enseñanzas perfectas del Sutra del Loto. Para ello, el Buda expone la Parábola de la Ciudad Fantasma. Esta parábola es acerca de un grupo de personas que quiere viajar quinientos yojanas (una unidad de distancia larga) para llegar a un lugar remoto donde hay raros tesoros. Su líder es sabio, experimentado, y está muy familiarizado con la ruta, pero el camino por el que deben avanzar es escarpado y traicionero; y a mitad del camino, ellos se desaniman y quieren regresar. Viendo esto, su líder utiliza sus poderes de los medios hábiles y, cuando han avanzado trescientos yojanas a lo largo del escarpado camino, él conjura una ciudad. Ellos van allá para descansar y recuperan su espíritu, convencidos de que pueden escapar del temible camino. Sabiendo que se han recuperado del cansancio, el líder desaparece la ciudad fantasma y les dice que la tierra de los tesoros, su verdadero destino, está cerca. 

En el capítulo, la ciudad fantasma es comparada con los Tres Vehículos, o los medios hábiles por los cuales el Buda conduce a las personas hacia la Budeidad; y la tierra de los tesoros, el destino del grupo, es comparada con el único vehículo de la Budeidad. El significado de la parábola está en que, así como el guía conjura una ciudad para conducir a su grupo de viajeros hasta la tierra de los tesoros, el Buda emplea los medios hábiles de los tres vehículos para conducir a las personas hacia el único vehículo de la Budeidad. Por ello, no existe el Nirvana como los discípulos creían, donde no volverían a renacer y extinguirían su cuerpo y su consciencia. El universo es una expresión infinita y vasta de la vida eterna, la cual asume diferentes formas en diferentes momentos y diferentes lugares. Y todos somos una expresión de esa vida eterna. Por ello, lo único que podemos hacer es aspirar alcanzar el Despertar y renacer voluntariamente en los mundos para aliviar el sufrimiento de los seres sintientes. Estas fueron enseñanzas reveladas hace más de 2,500 años por el Buda, pero parece que aun muchos budistas no las han escuchado o simplemente la han ignorado.

En el capítulo 8, titulado "La Predicción de Budeidad de los Quinientos Discípulos", el Buda continúa otorgando predicciones de Budeidad a sus discípulos individualmente, aunque ya había asegurado la consecución de la Budeidad de todos los seres en el universo. Felices, los discípulos relatan otra de las grandes parábolas del Sutra del Loto, la Parábola de la Joya en la Túnica.

Esta parábola trata acerca de un hombre pobre que va a visitar a un íntimo y acaudalado amigo. Siendo invitado con vino, él se embriaga y se queda dormido. El amigo acaudalado debe salir por unos asuntos, pero antes de irse, cose una joya preciosa en el forro de la túnica de su amigo dormido. Cuando el hombre pobre despierta, no tiene ni idea de que se le ha entregado una joya. Luego él sale de viaje. Para aprovisionarse de comida y vestido, él busca con todas sus energías, encontrando grandes dificultades. Estando siempre necesitado, él se contenta con cualquier pequeñez que pudiera obtener. Posteriormente, ocurre que encuentra a su viejo amigo, quien queda conmovido por su pobreza y le muestra la joya en la túnica. El hombre comprende por primera vez que posee una joya inapreciable y se regocija. 

Los quinientos discípulos explican que, así como el hombre ignoraba el tesoro que poseía, los discípulos del Buda estaban inconscientes de que el Buda les había hecho plantar las semillas de una aspiración insuperable y que, más bien, se sentían satisfechos con las enseñanzas provisionales y una pequeña porción del Nirvana. Pero ahora habían abierto los ojos. 

Todos poseemos la Naturaleza Búdica, la capacidad de alcanzar el Despertar, dado a que somos una expresión de la vida eterna del Universo, una emanación del Gran Buda Cósmico. Pero debido a nuestra Ignorancia Fundamental y an uestro egoísmo, somos ignorantes de ello, y cada pensamiento, palabra y acción negativa coloca una capa que oscurece la luz de nuestra Budeidad Innata. Pero la misma siempre está ahí, pura y sin mancha, Es por eso que practicamos las enseñanzas y ponemos nuestra fe en el Dharma, para eliminar las capas que nos ocultan nuestra Verdadera Naturaleza y hacer nuestra Budeidad brillar, siendo así igualmente faros de luz para el resto de los seres en el mundo. Continuaremos nuestra charla por este medio la próxima semana. 

domingo, 8 de marzo de 2020

Las Enseñanzas Eternas del Buda: Ciclo de Lectura del Sutra del Loto 2019 - III

Hoy continuaremos con nuestro ciclo de charlas sobre el Sutra del Loto. El servicio pasado tocamos los capítulos 3 y 4, donde hablamos sobre el rol de la aparición de los Budas en el mundo: salvar a todos los seres sintientes del sufrimiento y ayudarlos a alcanzar el Despertar. Igualmente, discutimos las primeras dos de las siete grandes parábolas del Sutra del Loto: la Parábola de la Casa en Llamas, donde el Buda muestra cómo, al igual que un padre, trata de buscar diferentes formas para salvar a los seres, quienes son como sus hijos, y guiarlos al Despertar; y la segunda, la Parábola del Hijo Pobre, que guarda muchas semejanzas con la Parábola del Hijo Pródigo del Cristianismo. Estos dos capítulos son bien importantes, ya que muestran un buen ejemplo de Teología Budista, y que todos los caminos y religiones son formas creadas por los Iluminados para salvar a los seres sintientes. Hoy tocaremos los capítulos 5 y 6.


En el capítulo cinco, titulado "Las Hierbas Medicinales" vemos la que es tal vez mi parábola favorita de todo el Sutra del Loto, y una de las más importantes, la Parábola de las Hierbas Medicinales. El capítulo comienza con el Buda Shakyamuni alabando a los cuatro discípulos que narraron la Parábola del Hijo Pobre, ya que demostraba que habían entendido las enseñanzas del Buda. Es entonces cuando el Buda narra la siguiente parábola para reiterar su enseñanza de los tres capítulos anteriores ("Medios hábiles", "Parábola" y "Fe y Entendimiento") respecto a que el verdadero propósito del Buda es la revelación del único vehículo de la Budeidad, pero que, debido a las diferencias en la capacidad de las personas, él expone primero los tres vehículos y los cinco vehículos como enseñanzas provisionales. 

En la parábola, una gran nube envuelve el mundo y hace caer una lluvia que da vida por igual a todos los pastos, flores, árboles, y hierbas medicinales. No obstante, si bien la lluvia que cae sobre ellos es la misma, las plantas, árboles y las hierbas medicinales absorben la humedad de manera diferente y crecen hasta alturas variadas de acuerdo con su naturaleza individual. De manera similar, el Buda expone imparcialmente sólo el único vehículo de la Budeidad para todas las personas, pero estas lo entienden y se benefician de él de manera diferente, de acuerdo con sus respectivas capacidades. 

Así como la lluvia cae sobre toda la vegetación, la compasión del Buda se extiende equitativamente sobre todas las personas. Así como las diferentes plantas reciben beneficios particulares de la misma lluvia, igualmente los seres con distintas capacidades, inclinaciones y naturalezas se benefician de las enseñanzas del Buda de diferentes maneras. El Dharma es el mismo, pero los seres lo reciben de maneras diferentes. Las tres clases de hierbas medicinales que aparecen en la parábola son hierbas medicinales inferiores, hierbas medicinales intermedias, y hierbas medicinales superiores; las dos clases de árboles son árboles pequeños y árboles grandes. 

Sobre la base de la descripción del texto del sutra, Chih-i (Tendai Daishi 538 – 597), el fundador de la escuela Tendai en China, en "Palabras y Frases del Sutra del Loto", interpreta las hierbas medicinales inferiores como a las personas comunes y los seres celestiales, las hierbas medicinales intermedias como a las personas de los dos vehículos (los que escuchan la voz y los despertados a la causa), y las hierbas medicinales superiores, los árboles pequeños y los árboles grandes como a los bodhisattvas. Entre estos, dice Chih-i, las hierbas medicinales superiores representan a los Bodhisattvas de la enseñanza del Tripitaka Hinayana (enseñanza provisional), los árboles pequeños indican a los Bodhisattvas de la enseñanza de conexión (Mahayana introductorio), y los árboles grandes a los Bodhisattvas de la enseñanza específica (el Mahayana más elevado). Todos siguen un mismo Dharma, en niveles distintos de completitud y perfección, pero todos realizan el trabajo del Bodhisattva y están en vías de alcanzar la Iluminación.

Al final del capítulo, el Buda asegura nuevamente que todos los seres alcanzarán el Despertar. 

En el capítulo seis, titulado "Predicciones", el Buda continúa realizando predicciones de Budeidad a muchos de sus discípulos. Esto es algo que continúa en todo el Sutra.

Como podemos apreciar, estos dos capítulos revelan la universalidad de las enseñanzas del Buda, uniendo todas las filosofías y religiones del mundo. Continuaremos nuestra exégesis el próximo domingo. 

domingo, 1 de marzo de 2020

Las Enseñanzas Eternas del Buda: Ciclo de Lectura del Sutra del Loto 2019 - II

Hoy continuaremos con nuestro ciclo de charlas sobre el Sutra del Loto. El servicio pasado tocamos los dos primeros capítulos, y destacamos el rol y la importancia del Sutra del Loto para el Budismo, ya que fue el sermón más importante que dio el Buda en su más de cuarenta años de predicación en el mundo. En el mismo, el Buda dijo que todos los Sutras anteriores eran solo un gran prólogo, escalones en una gran escalera, que fueron llevando a los seres gradualmente a la recepción de la totalidad de su Despertar, y que era ahora que revelaría sus enseñanzas perfectas. En los primeros dos capítulos, vimos que el Buda estaba rodeado de toda clase de seres, mostrando la universalidad de su enseñanza; y en el capítulo dos, vimos que todas las enseñanzas y todas las prácticas dadas en los otros Sutras, si bien eran medios hábiles o expedientes para ayudar a los seres a desapegarse de sus ideas preconcebidas del mundo y de sí mismos, son medios válidos para alcanzar el Despertar. Hoy tocaremos el capítulo 3 y 4.


En el capítulo dos, si bien recordamos, el Buda reveló que todos los vehículos, una palabra que denota enseñanza, son realmente uno: el Ekayana o Vehículo de la Budeidad, y que todos los seres están en camino al Despertar, cada uno a su propio paso, y que esta es la razón por la cual los Budas aparecen en el mundo. 

En el capítulo tres, titulado "Parábola", Shariputra se emocionó al conocer que, si bien siempre había aspirado a alcanzar el estado de un Santo, un Arhat, también podría alcanzar el estado del Buda, y que siempre ha estado realizando el trabajo del Bodhisattva en el mundo. En ese momento, el Buda confiere algo que otorga a todos los seres en diferentes momentos en el Sutra: la profecía de Budeidad. En ese momento, Shariputra revela que hasta el momento había estado contento con enseñanzas inferiores, donde buscaba convertirse en un Arhat, no volver a renacer y extinguir la consciencia, pero que ahora entendía que si bien el Buda había predicado esto en un principio en lo que hoy se conoce como el Budismo Primitivo o Hinayana (Theravada), el Buda había enseñado esto para ayudar a los Shravakas o los que escuchan las enseñanzas a desapegarse del apego al cuerpo y sus ideas preconcebidas, pero que no era una enseñanza final. Ahora, Shariputra sentía júbilo porque finalmente se había convertido en un Hijo del Buda, y de ahora en adelante estaba consciente de su misión de Bodhisattva en el mundo. 

En este momento, el Buda introduce la primera de las Siete Grandes Parábolas del Sutra del Loto: la Parábola de la Casa en Llamas. El Buda Shakyamuni lo relata para ilustrar su afirmación del capítulo dos, "Medios Hábiles", respecto a que el único propósito del advenimiento de cualquier Buda es hacer posible que todas las personas alcancen la Budeidad, y que los Tres Vehículos de los Shravakas o los que escuchan la voz, los Pratyekabuddhas o los despertados a la causa, y los Bodhisattvas son simplemente medios para conducir a las personas hacia el único vehículo del Buda. Veamos un resumen de la parábola.

Supóngase, dice él, que hay un hombre muy rico que tiene muchos hijos. Un día, súbitamente, estalla un incendio en su espaciosa pero deteriorada casa, y sus hijos, totalmente absortos en sus juegos, no saben que la casa está en llamas e ignoran sus gritos de advertencia. Por consiguiente, él recurre a un medio hábil para inducirlos a salir de la casa en llamas. Él les grita que afuera tiene tres carruajes que ellos han querido desde hace mucho tiempo: un carruaje tirado por un carnero, otro tirado por un ciervo, y un tercero tirado por un buey. Ellos salieron corriendo inmediatamente para recibir sus regalos. Habiéndolos persuadido de esta manera hacia la seguridad, el hombre rico les da a cada uno de sus hijos un carruaje, pero no uno de las tres clases que les había prometido. Más bien, le da a cada hijo un carruaje mucho más fino, adornado con numerosas joyas y tirado por un buey blanco. 

El Buda Shakyamuni compara la casa en llamas de la parábola con el mundo triple, este mundo en el que vivimos, y las llamas en sí con los sufrimientos del nacimiento y la muerte. El hombre rico es el Buda, los hijos son todos los seres vivientes, y los juegos en los cuales ellos están absortos son los placeres mundanos o la búsqueda de ellos. Las tres clases de carruajes prometidos originalmente representan a los Tres Vehículos, o las enseñanzas provisionales, y el carruaje del gran buey blanco simboliza al supremo vehículo de la Budeidad, es decir, al Sutra del Loto.

¿Por qué este mundo es comparado con una casa en llamas? Si bien este mundo es inherentemente bueno, nuestras ideas erróneas sobre nosotros mismos, los demás seres y el mundo nos causan sufrimiento. Este mundo es llamado el Triple Mundo. Esto es porque sentimos arder los tres fuegos de la ignorancia, el odio y la avaricia. Estos son los Tres Venenos. Nuestra ignorancia sobre nosotros mismos nos hace pensar que somos eternos, y cuando enfermamos, envejecemos o alguien muere, sufrimos. Pensamos que los demás y las cosas deben salir a nuestra conveniencia, bajo los dictados de nuestro ego, y no salen así, y sufrimos. Pensamos que algo durará para siempre, pero en este mundo, todo es temporero, y por ello, sufrimos. Esto nos causa avaricia por otras cosas, otras personas; y nos genera odio y enojo. Pero las cosas no tienen que ser así. 

El Dharma, las enseñanzas del Buda, nos ayudan a desvelar la cortina de nuestra ignorancia y a reconocer la unidad de todas las cosas, la temporariedad del mundo, y la necesidad de trabajar en nosotros mismos. Al poner las enseñanzas en práctica, podemos convertir el sufrimiento, la impureza, la impermanencia y la carencia del ser en las Cuatro Virtudes de un Iluminado: felicidad en medio de la impermanencia, a realizar nuestra pureza innata y de todos los seres (Naturaleza Búdica), la eternidad de la vida y nuestro verdadero ser.

Aquí vemos el rol principal del Buda: salvar a todos los seres. Como una manifestación compasiva del Universo (Dharmadathu), el Universo se personifica (Dharmakaya) y aparece en los mundos, encarnando, como un Buda (Nirmanakaya) para llevarle el Dharma a todos los seres y salvarlos del sufrimiento, ayudándolos a reconocer la unidad de todas las cosas y el compromiso que se tienen los unos con los otros de ayudarse, y de hacer de este mundo una Tierra Pura. 

La relación del Buda con los seres es una de parentesco: el Buda, con su Sabiduría y su Compasión, es el padre y madre de todos los seres; todos somos sus hijos. En un sentido ontológico, todos somos emanaciones del Universo. El Buda es quien nos recuerda esto. En términos soteriológicos, entendemos que si bien el Buda como Dharmakaya (increado, impersonal y sin forma) es la realidad, los seres necesitan también un Buda personal. Esto se ve claramente en la literatura canónica budista. 

En el cuarto capítulo, titulado "Fe y Discernimiento", el Buda nos dice que si bien no necesariamente podremos lograr estos estados y entender estos conceptos inmediatamente, podemos apoyarnos con la ayuda de la fe. En ese momento, otros grandes discípulos se llenan de júbilo al escuchar lo que el Buda hasta el momento había revelado, admitiendo que hasta el momento se habían contentado con buscar una forma de salvarse a sí mismos a través  de las enseñanzas Hinayana, y relatan la segunda parábola grande del Sutra del Loto: la Parábola del Hijo Pobre. Los cuatro grandes discípulos –Subhuti, Katyayana, Maudgalyayana y Mahakashyapa– relatan esta parábola para mostrar que han entendido la enseñanza del reemplazo de los tres vehículos con el único vehículo que el Buda relató en el capítulo "Parábola" (tercero), utilizando la Parábola de la Casa en Llamas. 

Esta parábola habla sobre el hijo de un hombre rico que escapa de su padre en la infancia. Por unos cincuenta años, el hijo deambuló de un lugar a otro en abyecta pobreza, empleándose en labores serviles. Un día, en su deambular, encontró la mansión de su padre. El acaudalado anciano se regocija al ver nuevamente a su hijo, dado que él quiere legarle toda su riqueza y posesiones. El hijo, sin embargo, no reconoce a su padre y huye, abrumado por el esplendor de la propiedad del hombre rico. El hombre rico envía a un mensajero para traerlo de vuelta, pero el hijo piensa que el mensajero ha ido para arrestarlo y se desmaya por el terror. Oyendo esto, el padre le dice al mensajero que lo libere y, más bien, envía a dos de sus sirvientes vestidos en sucias ropas para ofrecerle al hijo un trabajo limpiando estiércol. El hijo pobre acepta feliz este empleo en la propiedad de su padre. Poco después, su padre se disfraza con sucias ropas para poder aproximarse a su hijo. Él le dice que puede trabajar allí siempre, y que lo tratará como a su propio hijo. Por veinte años el hijo trabaja limpiando estiércol y gradualmente va ganando confianza en sí mismo. El hombre rico, entonces, lo promueve, encargándole la administración de su propiedad, y gradualmente él llega a entender todos los asuntos del hombre rico. Eventualmente, el hombre rico siente que se le aproxima la muerte. Él invita a sus parientes, al rey del país, a altos ministros, y otros, y les declara que su sirviente en realidad es su verdadero hijo. Entonces, le transfiere a su hijo todas sus propiedades. 

El hombre rico de esta parábola representa al Buda, cuyo único deseo es permitir que todas las personas disfruten de su mismo y sublime estado de vida, tal como el hombre rico desea legarle toda su riqueza a su hijo. El hijo pobre representa a las personas comunes, que "deambulan" transmigrando en el mundo triple, sin encontrar el único vehículo del Buda. Para conducirlos hacia la iluminación, el Buda emplea primero medios hábiles y predica lo que es apropiado a sus capacidades, tal como el hombre rico entrena a su hijo gradualmente para construir su confianza y conciencia. Así, el Buda los conduce gradualmente hacia enseñanzas más elevadas y finalmente revela el único vehículo del Buda del Sutra del Loto.

La fe es un componente sin equa non del Budismo y es el más seguido en todo Asia, pero en Occidente, las personas, aferradas a sus conceptos preconcebidos y por traumas de nuestro pasado judeocristiano, la hechamos a un lado. Pero el Sutra del Loto, al igual que todos los Sutras, destacan la importancia de la fe. La fe es un estado mental de apertura, donde damos por hecho algo que aún no hemos verificado. Pero a diferencia de la definición de muchos, la fe no necesariamente debe ser ciega. En el Budismo, la fe es multidimensional: primero, es un componente devocional al Buda y a todos los Bodhisattvas por traernos el Dharma; segundo, es un prerequisito para abrir nuestras mentes, rompiendo creencias limitantes, para poder expandir nuestra consciencia y abrirnos al Infinito; tercero, es un buen motivante para la práctica. Si bien no todos veremos los beneficios del Dharma, de la meditación, o no todos podremos comprobar las enseñanzas del Buda rápidamente (y el Budismo es una religión de experiencia: todo debe ser experimentado y probado), la fe nos ayuda seguir el camino para finalmente poder comprobar la veracidad de las enseñanzas. Esto será expandido en los próximos capítulos.