Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Shingi Hokke Shu - Escuela del Loto Reformada 新義法華宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


domingo, 31 de octubre de 2021

El Llamado del Buda para el Mundo: El Sutra del Loto a la Luz de las Enseñanzas Tierra Pura 6 - Descubriendo Nuestra Naturaleza Búdica

 El Budismo, si bien a veces es representado por sus diversas escuelas, muchas de ellas en aparente oposición doctrinal y con sus diversas prácticas, sigue siendo un solo Dharma: es el mensaje del Buda para el mundo - el llamado al Despertar para todos los seres sintientes. Este mensaje fue interpretado de diferentes formas a través del espacio y el tiempo tras el Parinirvana de su fundador, y con ello, florecieron diversas escuelas por todo el continente asiático, cada una enfocándose en una o varias de sus enseñanzas y prácticas. Si bien el Budismo - el Buddha Dharma del Vehículo Supremo (Ekayana) de la Tradición del Loto - se dividió en varias ramas, las mismas fueron rescatadas, unificadas, armonizadas y perfeccionadas por la escuela Tendai japonesa.

En el transcurso de mi ministerio, por medio de mis libros y este blog, se han presentado las diferentes fascetas del diamante del Dharma, pero a veces puede resultar difícil poder ver el diamante completo. Es por eso que en este nuevo ciclo, abordaremos la Escritura Sagrada principal del Budismo - la Biblia del Budismo Tendai - y la interpretaremos a la luz del Budismo Tierra Pura. El Sutra del Loto tiende a enfatizar los positivo únicamente, y es por eso que para la escuela Tendai, el Sutra del Loto representa el Sol, el comienzo del día y de la vida, un mundo de infinitas posibilidades. Por otro lado, los Sutras de la Tierra Pura tienden a ser un poco más negativos, y es por eso que en el Budismo Tendai representa la Luna, el ocaso del día y de la vida, el verdadero rostro del mundo y de todos nosotros. Este ciclo reflejará tanto las enseñanzas Tierra Pura dentro del Sutra del Loto, así como cómo podemos usarlas como un espejo para nuestras vidas y poner su enseñanzas en práctica.

En este ciclo, usaré un estilo literario diferente; espero que sea de su agrado. Es recomendado ver mis entradas anteriores donde comento el Sutra del Loto y los Sutras Tierra Pura por separado.

Luego de que el Buda Shakyamuni le predijera la Budeidad a todos los presentes, una gigantesca Estupa, la Torre de los Tesoros, surge del centro mismo de la Tierra, y se eleva en el aire ante todos los presentes. Esta Estupa era hermosa. La misma estaba hecha de los sietes metales y adornada con las siete joyas preciosas, y era tan alta que llegaba al Cielo de los Cuatro Guardianes de la Tierra. En ese instante, una voz surge de adentro de la Estupa y alaba las virtudes del Buda Shakyamuni por predicar el Sutra del Loto, el verdadero legado de todos los Budas, el cual revela el propósito de su advenimiento, su mensaje y su importancia para todo el mundo. Todos los presentes se alegraron al ver algo que nunca habían visto y juntaron sus plamas hacia el Buda y la Torre de los Tesoros.

Entonces, un Bodhisattva se dirige al Buda Shakyamuni, y en nombre de toda la asamblea, le pregunta qué significa tal evento, qué es la Torre de los Tesoros y quién es el Buda que está adentro. El Buda Shakyamuni entonces le dice a todos que dentro de la Estupa se encuentran las reliquias de un Buda del pasado llamado Muchos Tesoros (Taho Nyorai), quien había hecho el voto de aparecer donde quiera que el Sutra del Loto fuera predicado. 

Ahora, todos los presentes deseaban ver al Buda Muchos Tesoros. Para ello, el Buda Shakyamuni llamó a todos los Budas de las diez direcciones, todos emanaciones del Buda Eterno. Pero para que todos cupieran en el Mundo Saha, el Buda tuvo que purificar todos los mundos del pasado, presente y futuro. En ese momento, todos los presentes vieron cómo la fábrica misma de la realidad se desvanecía, el Maya, y el Cosmos se revelaba como un campo totalmente unificado. Las barreras del espacio, la distancia y el tiempo desaparecieron, y solo existía la Eternidad. Por un instante, todo el sufrimiento del mundo había desaparecido. Ya no existían los malos destinos, y todo era Uno. El Buda Shakyamuni reveló la Verdadera Naturaleza del Universo: la Tierra Pura de la Unidad, llamada en el canon budista la Tierra Pura de la Tesorería del Loto. 

Este Mundo Saha es una ilusión; Maya. Su Verdadera Naturaleza es la Tierra Pura de la Bienaventuranza. La aparente dualidad es creada por nuestras consciencias individuales, pero en realidad, todo es la Unidad. Solo por ese instante, por primera vez en todo el canon budista y su vasta literatura, el mundo se revela, y todos los presentes pueden ver a todos los Budas en los infinitos mundos, todos con su comitiva de Bodhisattvas y los cuatro grupos de seres, como burbujas etéreas que se dibujan a todo su alrededor.

Ahora, el Buda Shakyamuni abre las puertas de la Torre de los Tesoros y revela al Buda Muchos Tesoros quien se encuentra sentado en su interior. Entonces, el Buda Muchos Tesoros se hecha a un lado y le pide al Buda Shakyamuni que si siente a su lado. Igualmente, para que pudieran atestiguar esto, el Buda hace que todos los presentes se eleven del Pico del Aguila hacia el Cielo, y todos floten rodeando la Toerra de los Tesoros. Esta escena nunca antes había sido presenciada por la asamblea. Nunca antes habían visto a dos Budas habitando el mismo lugar. El Universo finito en el que vivimos no lo hubiera podido tolerar. ¿Cómo pueden dos concentraciones del Infinito ocupar el mismo espacio finito? Así que esta era la primera vez que los presentes atestiguaban al Buda del pasado habitar el mismo asiento que el Buda del presente. Pero esto también era una ilusión; esto también era Maya. Realmente, no habían dos Budas sentados uno al lado del otro, al igual que no habían Budas flotando en el espacio, sino que esta era una manifestación del Dharmadhatu, el Universo Dhármico. Todos los Budas eran un solo Buda Cósmico, el Dharmakaya, el Buda Eterno - Mahavairocana (Dainichi). 

Ahora, como si todo esto hubiese sido poco, el Buda Eterno la pregunta a todos los presentes si en el futuro, hay quienes deseen heredar su legado y predicar y esparcir el Sutra del Loto en el mundo. Esto deja atónito a todos los presentes. Era mucho para asimilar.

Esta escena maravillosa encierra muchos secretos e infinitos significados. Anteriormente, el Buda predijo el Despertar y la Budeidad de todos los presentes, y por consiguiente, de todos los seres sintientes en el pasado, presente y futuro. ¿Por qué podemos alcanzar la Budeidad? Sinceramente, no somos nada especiales.  De hecho, somos muy corrientes. Más allá, muchos de nosotros rompemos los Preceptos y realizamos actos negativos diariamente. ¿Por qué el Buda está tan seguro de que podremos alcanzar la salvación del Despertar?

Anteriormente habíamos discutido que realmente no alcanzamos el Despertar por nuestrosp ropios esfuerzos. Eso también es poducto de Maya. Hemos llegado a donde estamos dado a una infinita e inimaginable red de causas y condiciones - gracias al trabajo de infinitas formas - que desde el principio del tiempo han estado en movimiento y nos han traído hasta este preciso momento cuando estamos nuevamente escuchando el Sutra del Loto y las palabras doradas del Buda, la encarnación del Universo. En fin, hemos llegado hasta aquí gracias al trabajo dinámico compasivo y sabio del Buda en el Cosmos. Esto revela que podemos alcanzar el Despertar debido a que todos somos uno con el Buda; debido a que todos poseemos la Naturaleza Búdica.

La Torre de los Tesoros simboliza la Naturaleza Búdica dentro de todos nosotros; nuestra unidad con el Buda Eterno. La Estupa emerge del centro de la Tierra, del centro de nuestros cuerpos, y se eleva en el aire, así como el loto se eleva sobre la superficie pantanosa de un estanque. El Mundo Saha es ese estanque. Su suelo pantanoso y lleno de lodo son todos nuestros deseos, problemas y viscicitudes. Pero dentro de todos esos deseos y problemas se encuentra la capacidad de superarlos y salir vistoriosos, y no solo victoriosos, sino puros y como mejores seres humanos - como verdaderos seres humanos: como Bodhisattvas de la Tierra. El loto no solo somos nosotros, sino que es nuestra Budeidad, y es gracias al fondo pantanoso que podemos florecer y manifestar nuestra Budeidad. 

Como recordaremos, el Buda nos ha preguntado que quién asumiría el compromiso de continuar su legado una vez su manifestación canal haya vuelto a los elementos. Para poder asumir este compromiso, debemos despertar nuestra Naturaleza Búdica. ¿Cómo podemos hacerlo? Llamando su Nombre; esto es, recitando el Nembutsu: "Namu Amida Butsu", y meditando. Cuando recitamos el Nembutsu, en ese momento, nuestro Buda Shakyamuni interior accesa al Buda Muchos Tesoros, nuestra Naturaleza Búdica Innata y la despierta; la llama. Luego, a través de la meditación, podemos sentar un Buda al lado del otro; podemos unir nuestra situación y estado actual con su estado original; podemos trascender la dualidad y accesar la Unidad. En ese instante, somos un Buda dorado, completamente despiertos. En ese instante, trascendemos todas las barreras ficticias - trascendemos el Maya - y el Cosmos revela su verdadera Realidad, con todo su esplendor. Luego, cuando abrimos los ojos y regresamos al mundo convencional, podemos asumir nuestro comprimiso hecho hace eones con el Buda Eterno en el Reino de la Tesorería del Loto.

Ahora, puede que todo esto suene muy bueno para ser cierto. Puede que pienses y sientas que no eres lo suficientemente bueno, lo suficientemente iluminado para asumir esta responsabilidad y realizar este compromiso. Es por eso que el Buda ahora pasa a relatar un secreto de su vida y su pasado. 

El Buda le cuenta a la asamblea que en el pasado lejano, él había sido un rey que había pasado toda su vida buscando la Verdad del Sutra del Loto. Luego de vivir una larga vida como un Rey del Dharma, encarnando los principios iluminados para el beneficio de su reino, el rey abandonó su trono y su reino y se embarcó completamente en su búsqueda espiritual, jurando ser el sirviente de aquella persona que le revelara el Sutra del Loto. Luego de un tiempo, el rey se encontró con un anciano que pudo predicarle el Sutra del Loto. Desde ese entonces, el rey le sirvió como si fuera su padre, pues el anciano le reveló aquello que era más difícil revelar, y con ello, pudo finalmente llegar a la Puerta de la Iluminación.

Ahora, el Buda les revela a todos que ese anciano en el pasado no era nadie más que Devadatta. Dado a que Devadatta había sido un gran amigo y maestro del Dharma en el pasado es que el Buda pudo alcanzar su Despertar. Y por ello, incluso alguien tan malvado como Devadatta tenía asegurado su Despertar y Budeidad. 

Como recordaremos, Devadatta es considerado en la literatura canónica budista como el epítome de una persona malvada; el Judas del Buda; el representante encarnado de Mara. Devadatta era el primo biológico del Buda, al igual que Ananda, pero a diferencie de tal ilustre discípulo, desde pequeño, Devadatta envidiaba y estaba en competencia con Siddhartha. Esos mismos celos hicieron que si bien Devadatta se unió al a Orden del Buda, llegando incluso a exceler en conocimiento y práctica, siempre albergó celos y resentimiento por su primo el Buda. Estos sentimientos malvados llegaron incluso a hacer que Devadatta cometiera muchos crímenes y pecados, como tratar de matar al Buda en varias ocasiones, fabricarle falsas acusasiones, e incluso dividir la Sangha monástica, llegando a hacer que reinos enteros se fueran en contra del Buda y su Dharma. Es por todo esto que el Budismo ha usado la figura de Devadatta como ejemplo de lo que no debemos hacer ni seguir. Pero ahora el Buda, para sorpresa de todos, revela que incluso Devadatta posee la Naturaleza Búdica. De hecho, fue esa misma Naturaleza Búdica la que hizo que Devadatta se uniera a la Orden, aunque su mal karma y sus malas inclinaciones hicieran que se deviara. Ahora, aunque Devadatta era considerado la encarnación del mal, incluso alguien como él poseía la Naturaleza Búdica y podía alcanzar la Budeidad. 

Si Devadatta posee la Naturaleza Búdica y la capacidad de alcanzar el Despertar, todos la poseemos; todos alcanzaremos nuestra Budeidad. Ya está profetizado en el mismo Sutra del Loto.

En los Sutras del Buda Amida, los tres Sutras de la Tierra Pura, también se nos ha asegurado nuestra Budeidad. En el Sutra Largo leemos sobre los 48 Votos que hizo Dharmakhara para poder alcanzar el Despertar, convertirse en el Buda Amida, y crear su Tierra Pura. Todos y cada uno de esos votos tenía que cumplirse para que pudiera alcanzar la Budeidad y ser Amida. Dado a que Dharmakhara alcanzó el Despertar y ahora es el Buda Amida, todos sus votos se han cumplido; todos los seres sintientes ya han sido salvos; todos hemos alcanzado el Despertar y la Budeidad. Como el Voto Primal, la salvación universal de todos los seres sintientes ya se ha cumplido en el espacio y el tiempo. Solo resta que todos y cada uno de nosotros la actualice, y todos poseemos ese poder. La llave de nuestra Torre de los Tesoros, de nuestra Naturaleza Búdica, es el Nembutsu. Solo recita el Nembutsu y despierta tu Budeidad.

Todos podemos alcanzar la Budeidad en esta vida y en este cuerpo. Es por eso que luego de que el Buda le preguntara a la audiencia quién asumiría el compromiso de esparcir y practicar el Sutra del Loto tras su Parinirvana, el Bodhisattva Manjushri regresa del mundo acuático de los Nagas, el palacio del rey dragón Sagara, en el fondo del mar y se une a la audiencia. Al verlo llegar, un Bodhisattva le pregunta qué hacía allí, a lo que Manjushri le responde que estaba predicando el Sutra del Loto. Entonces, el Bodhisattva le pregunta que cuántos seres había salvado, a lo que Manjushri responde que muchos, incontables, algunos quienes incluso habían alcanzado el Despertar en un solo instante. Esto deja perplejo a todos. ¿Cómo alguien podía alcanzar la Iluminación tras tan solo unas horas de predicación? Este es el poder secreto del Sutra del Loto. ¿Cómo podía un ser que ni siquiera era humano, y por encima de eso, tenía tan solo ocho años, alcanzar el Despertar? Insólito; esto era algo nunca antes visto o escuchado. Para probarlo, en ese momento aparece la hija del rey dragón y le entrega un collar de perlas al Buda. Entonces, le pregunta al Bodhisattva que si el Buda aceptó su ofrenda rápidamente, a lo que contesta que sí. Ahora, ella le dice que el tiempo en el cual se tranformará en un Buda será igual de breve. En ese instante, ella alcanza la Budeidad y se tranforma en un Buda perfectamente despierto. Con esto, ya no habían dudas, y todos permanecieron asombrados y en silencio.

A diferencia de lo que decía el Buda anteriormente en el Budismo Primitivo, uno no tiene que pasar eones practicando el Camino para poder alcanzar el Despertar. Todos poseemos la Naturaleza Búdica - todos somos uno con el Buda - y por ello, podemos alcaznar la Budeidad aquí y ahora, en este cuerpo y en esta vida. Solo debemos tener fe y poner las enseñanzas en práctica. Entonces, al igual que la niña dragón, todos podremos manifestar nuestra Budeidad. Lo más importante es que llevemos una vida iluminada en el mundo y seamos un agente de cambio, revelando la Verdadera Naturaleza del mundo y haciendo del mismo una Tierra Pura.

Es por esto que el Sutra del Loto prescribe una serie de "prácticas pacíficas" - guías para poder conducirnos como Bodhisattvas en este mundo. 

El Bodhisattva Manjushri le pregunta al Buda cómo un Bodhisattva en la Era Degenerativa del Dharma puede practicar el Sutra del Loto en su vida diaria, y el Buda le contesta con los Cuatro Tipos de Prácticas del Bodhisattva del Loto, las cuales envuelven el comportamiento exterior, así de la palabra, la mente y sus intenciones. 

Primero, un Bodhisattva debe de comportarse correctamente, evitar las tentaciones y predicar el Dharma. Comportarse correctamente incluye ser paciente, moderado, desapegado de todo. Avitar las tentaciones incluye no acercarse y aferrarse mucho a las personas o aceptar regalos lujosos de reyes o gobernantes, participar en deportes peligrosos, ni pasar mucho tiempo con herejes, personas del entretenimiento, personas que matan animales o peces, aquellos que son del Hinayana y demás. Igualmente, no deben tener deseo por el sexo opuesto, y tener cuidado al estar cerca de ellos, o de niños y jóvenes. Sin embargo, deben de predicarle el Dharma a todos sin distinción.

Primero, el Bodhisattva debe de buscar un lugar retirado y en silencio para practicar la meditación. No debe de considerar formas budistas como superiores o inferiores, ni realizar distinciones discriminativas en la vida diaria, siempre teniendo presenta la Unidad Fundamental o la Vacuidad de todas las cosas. Segundo, el Bodhisattva debe de hacer el Dharma parte de su vida, sin hablar mal ni encontrar faltas en los predicadores del Dharma ni maestros, ni mostrar hostilidad a ellos. Deben de sentir compasión por todos los seres y tratar de llevar la paz mental a todos. No deben aceptar regalos caros de quienes enseñan sino llevarlos al Despertar. Libres de odio, celos e ilusiones, no tienen miedos ni tristezas. Tercero, los verdaderos Bodhisattvas no deben sentir odio ni rencor por aquellos que hablan mal de ellos ni deben buscar problemas ni peleas. No deben de burlarse de los que siguen el camino Hinayana. Deben ver a todos los Budas como sus padres compasivos y a todos los Bodhisattvas como sus maestros. Con gran compasión, paciencia y gentileza, deben enseñar el Dharma imparcialmente a todos, sin permitir que tengan dudas o preocupaciones. Cuarto, el verdadero Bodhisattva debe de sentir una profunda compasión y bondad por los monjes y laicos que han tomado Refugio y deben llevarlos a encarnar al Buda en sus vidas propias.

Cuando ponemos estas guías en práctica en nuestras vidas, comulgando con el Buda a través de la meditación y del Nembutsu, podemos vivir aquí y ahora en la Tierra Pura. Estas son las guías que conducen las acciones de todos los Grandes Bodhisattvas; estas son las acciones del Bodhisattva Samantabhadra.

Regresando al Sutra del Loto, ahora, incontables Bodhisattvas que vinieron de otras partes del Cosmos se levantan y se prostran frente al Buda, y uniendo sus manos, hacen el voto de esparcir y predicar el Sutra del Loto en este mundo tras el Parinirvana del Buda. Pero el Budal es dice que aunque está agradecido, su misión es realizarlo en sus propios mundos. Esta Tierra ya posee los Bodhisattvas necesarios para llevar a cabo esta misión. En ese instante, la Tierra nuevamente se abre, y una cantidad innumerable de Bodhisattvas emergen de la misma y se postran ante el Buda. Todos eran Bodhisattvas avanzados, poseídos por el Bodhi, de color dorado.  Todos en la asamblea quedan atónitos. ¿Quiénes son estos Grandes Bodhisattvas? Nadie nunca los había visto. El Buda les dice a todos que estos son sus Hijos, quienes él ha estado instruyendo desde el principio del tiempo. Pero la audiencia no está convencida. ¿Cómo le Buda podía haber entrenado e instruído a tantos Bodhisattvas avanzados en sus pocas décadas de predicación? Es entendible. Pero la asamblea aún no había entendido lo que el Buda había estado implicando durante todo el Sutra del Loto.

El Buda Shakyamuni no era solo un príncipe que había abandonado su reino en búsqueda del Despertar espiritual y que tras años de austeridades había alcanzado la Budeidad. El Buda Shakyamuni era la encarnación del Alma del Universo, del Infinito, quien había entrado en el espacio y el tiempo finito para revelar el Dharma y salvar a todos los seres sintientes del sufrimiento. Es por eso que todos los Budas en el Cosmos eran sus emanaciones. Todos los Budas son emanaciones y encarnaciones del Uno, del Infinito, del Buda Eterno.

Así como el Buda Shakyamuni es una encarnación finita del Infinito, todos y cada uno de nosotros somos lo mismo, pero estamos dormidos. El Sutra del Loto ya no es solo un libro, un sermón dado por el Buda hace más de 2,500 años, sino que el Sutra del Loto es atemporal, y trasciende el espacio y el tiempo y habla del presente y el futuro. Entre los 48 Votos del Buda Amida, se encuentra el voto tercero, que dice: "Si alcanzo la Budeidad, y en mi Tierra Pura los seres que nacen allí no son todos del color del oro genuino, entonces que no pueda alcanzar la Iluminación." Es por eso que los Grandes Bodhisattvas de la Tierra son de color dorado. 

Al igual que en el pasado, este suceso encierra también infinitos signifiados. Uno de estos es bien importante para nosotros. Los Bodhisattvas de la Tierra, como son llamados, no bajan del Cielo, sino que emergen de la Tierra, así como nuestra Naturaleza Búdica no es algo que adquirimos sino algo que revelamos. Estos Bodhisattvas se encuentran ahora mismo, como siempre lo han estado, en este mundo.  Si nosotros que estamos leyendo estas líneas y estudiamos y practicamos el Sutra del Loto, somos esos Bodhisattvas de la Tierra. Todos y cada uno de nosotros hemos hecho el voto de estudiar y practicar el Sutra del Loto en el futuro tras el Parinirvana del Buda, y lo estamos cumpliendo. 

Los Bodhisattvas de la Tierra son guiados por cuatro líderes, y esos cuatro líderes son los Cuatro Grandes Votos que recitamos diariamente tras nuestra meditación: (1) Práctica Firme: Los seres sintientes son innumerables, hago el voto de salvarlos a todos. (2) Práctica Pura: Los deseos y pasiones son innumerables, hago el voto de diminarlos todos. (3) Práctica Ilimitada: Las enseñanzas del buda son ilimitadas, hago el voto de aprenderlas todas. (4) Práctica Superior: El Camino del Buda es supremo, hago el voto de alcanzarlo.

Todos somos los Bodhisattvas de la Tierra. Los Bodhisattvas de la Tierra son inherentemente Budas. Pero en lugar de estar satisfechos con alcanzar la Iluminación por sí mismos, han optado por salir voluntariamente y comprometerse activamente con la gente en medio de las duras realidades de la vida diaria. Allí, demuestran el poder de la práctica budista al vencer todo tipo de obstáculos y ayudar a otros a hacer lo mismo. Cuando hacemos Gongyo, o practicamos la meditación o el Nembutsu, esta es la práctica para uno mismo. Hacemos Gongyo todas las mañanas y tardes. "Gongyo" significa entrenamiento o práctica. Es una acumulación continua de práctica, día a día. Algunos de ustedes podrían decir que no son buenos haciendo Gongyo todos los días de manera constante. Pero si nos esforzamos por practicar diariamente,podemos remover las capas ilusorias del ego y nuestra Ignorancia Fundamental y algo comienza a cambiar y despertar dentro de nosotros. Ese "algo" no es un poder externo, sino la Naturaleza Búdica dentro de nosotros que comienza a emerger, dotándonos de vasta sabiduría y fortuna y nos permite comienzar nuestro camino hacia el Despertar. Entonces, el Buda extiende Gracia y nos lleva el resto del camino. Como resultado, podemos descubrir una vida llena de buena fortuna, fuerte fuerza vital, profunda sabiduría y tremenda misericordia.

Ahora, la clave del compromiso es la responsabilidad. Los Bodhisattvas de la Tierra hicieron el voto, el juramento, de esparcir y practicar el Sutra del Loto en la Era Final del Dharma, cuando los seres se encuentran hundidos en la oscuridad de la ignorancia y no poseen el entendimiento ni la voluntad de poner el Dharma en práctica y alcanzar el Despertar. Este es el voto y el juramento que todos hemos hecho, y es nuestra responsabilidad llevarlo a cabo. Solo entonces podemos regresar a la casa de nuestro padre y ser llamados Hijos del Buda. 

Todos necesitamos un propósito en vida. Algunos encuentran ese propósito y se sienten satisfechos con ser padres, o con su profesión, o con una vocación y un llamado en la vida. Pero el Buda nos llama a buscar algo que trascienda - y a su vez abarque - todas esas metas y las revista de un propósito superior. Hoy día vivimos tiempos difíciles, donde los fundamentos de la sociedad y la familia se encuentran bajo ataques de todos lados. Los roles naturales están siendo destruídos, y muchas personas, al carecer un norte y un propósito, se avientan al precipicio del nihilismo. Es por eso que muccontrando consuelo y esperanza en el Budismo. El Budismo le provee a las personas la meta más loable - el convertirnos en Budas, el despertar del sueño de la ignorancia, y desarrollar cualidades liberadoras y positivas como la compasión y la sabiduría - y salvar a todos los seres sintientes, haciendo de este mundo una Tierra Pura, donde reine la Felicidad, la Pureza, y seamos testigos de la Eternidad, guiados por nuestro Verdadero Ser. 

Por esto, descubre tu Naturaleza Búdica, abraza tu legado, y cumple tu propósito en el mundo.

domingo, 24 de octubre de 2021

El Llamado del Buda para el Mundo: El Sutra del Loto a la Luz de las Enseñanzas Tierra Pura 5 - El Mundo Saha y la Tierra Pura

  El Budismo, si bien a veces es representado por sus diversas escuelas, muchas de ellas en aparente oposición doctrinal y con sus diversas prácticas, sigue siendo un solo Dharma: es el mensaje del Buda para el mundo - el llamado al Despertar para todos los seres sintientes. Este mensaje fue interpretado de diferentes formas a través del espacio y el tiempo tras el Parinirvana de su fundador, y con ello, florecieron diversas escuelas por todo el continente asiático, cada una enfocándose en una o varias de sus enseñanzas y prácticas. Si bien el Budismo - el Buddha Dharma del Vehículo Supremo (Ekayana) de la Tradición del Loto - se dividió en varias ramas, las mismas fueron rescatadas, unificadas, armonizadas y perfeccionadas por la escuela Tendai japonesa.

En el transcurso de mi ministerio, por medio de mis libros y este blog, se han presentado las diferentes fascetas del diamante del Dharma, pero a veces puede resultar difícil poder ver el diamante completo. Es por eso que en este nuevo ciclo, abordaremos la Escritura Sagrada principal del Budismo - la Biblia del Budismo Tendai - y la interpretaremos a la luz del Budismo Tierra Pura. El Sutra del Loto tiende a enfatizar los positivo únicamente, y es por eso que para la escuela Tendai, el Sutra del Loto representa el Sol, el comienzo del día y de la vida, un mundo de infinitas posibilidades. Por otro lado, los Sutras de la Tierra Pura tienden a ser un poco más negativos, y es por eso que en el Budismo Tendai representa la Luna, el ocaso del día y de la vida, el verdadero rostro del mundo y de todos nosotros. Este ciclo reflejará tanto las enseñanzas Tierra Pura dentro del Sutra del Loto, así como cómo podemos usarlas como un espejo para nuestras vidas y poner su enseñanzas en práctica.

En este ciclo, usaré un estilo literario diferente; espero que sea de su agrado. Es recomendado ver mis entradas anteriores donde comento el Sutra del Loto y los Sutras Tierra Pura por separado.

Anteriormente vimos cómo el Buda le reveló, por primera vez, a sus discípulos que todas sus anteriores enseñanzas y prácticas eran medios hábiles, peldaños creados por el Buda, en su infinita omnisciencia, para ayudar a sus seguidores a abrir sus mentes y corazones para poder recibir la Verdad de su Despertar, y que si estudiamos el Dharma y lo ponemos en práctica, todos alcanzaremos el mismo Despertar. La Iluminación no es algo exclusivo del Buda. Todos podemos alcanzar la Iluminación y la Budeidad. De hecho, si estamos estudiando el Dharma en este momento, es porque ya hemos hecho una conexión kármica con el Budismo y llevamos vidas siguiendo el Camino.

El Buda Shakyamuni es una manifestación encarnada del Dharma, el Buda Amida, quien desde el corazón mismo de la Existencia emana sus cuerpos transformacionales y aparece en los mundos para abrirle los ojos y los corazones a los seres sintientes, seres finitos, y recordarles que son una manifestación temporal del Infinito, y que si bien nos sentimos perdidos y frustrados por nuestras limitaciones físicas, mentales y espirituales, todos podemos accesar a nuestra memorial primigenia - nuestra Consciencia Universal, la cual se encuentra debajo de nuestras consciencias bajas y finitas, y alcanzar el Infinito: una infinita calma y tranquilidad, y reconocer nuevamente nuestra Naturaleza Búdica y nuestra conexión original con el Todo. Cuando hacemos esto, surge dentro de nosotros una transformación completa y podemos actuar en este Mundo Saha, este mundo finito y temporal caracterizado por el sufrimiento auto-infligido, y actuar de forma compasiva y sabia, informados por nuestra Unidad Fundamental. 

Si bien hemos vagado por eones en el ciclo interminable de nacimientos y muertes del Samsara, asumiendo sus incontables formas - como plantas, animales, humanos, seres divinos, o incluso como sus formas más bajas y dolorosas como habitantes del infierno o como seres hambrientos - y hemos vagado por el Samsara voluntariamente - porque fue voluntariamente, nadie nos obligó a emerger en la Existencia, todo lo que hemos sufrido ha sido como consecuencia de nuestras propias decisiones y acciones - el Buda, con su corazón infinitamente compasivo, aparece en los mundos y nos regala la bendición del Dharma y nos recuerda nuestro origen: la Talidad, el Infinito. Y como somos parte del Todo, una manifestación finita del Infinito, podemos actuar acorde con ello y regresar a nuestro Verdadero Hogar.

El regreso del Mundo Saha, del finito, al Infinito, puede parecer largo y arduo, casi imposible de transitar y alcanzar. Hemos leído incontables libros e historias sobre grandes Bodhisattvas quienes, como el Buda Shakyamuni anteriormente, han dejado incontables veces sus cuerpos y sus vidas en pos del bienestar de todos los seres sintientes; Bodhisattvas que han encarnado como tigres para sacrificarse voluntariamente y por compasión para alimentar a sus hijos u otras criaturas; como conejos quienes se han tirado voluntaria y compasivamente en la hogera para alimentar a un gran sabio; como hijas que han dejado atrás el mundo y se han dedicado incansablemente al Dharma para salvar a sus padres en los Infiernos; en fin, hemos visto historias que nos han conmovido tanto que nos permiten reconocer la realidad: no todos estamos hechos del material ni poseemos la capacidad ni la voluntad de realizar tales sacrificios para alcanzar el Despertar. Mejor hubiese sido jamás haber escuchado sobre el Dharma ni el camino a la emancipación del Samsara. A veces incluso maldecimos el día que escuchamos el Dharma y nos dedicamos al Budismo.

El Buda, hasta el Sutra del Loto, había descrito el camino al Nirvana, la meta final expuesta hasta ahora, como un camino largo, arduo y rocoso, lleno de muchas tentaciones y fallos, de sufrimiento y sacrificio, para poder expiar todo nuestro mal karma, y alcanzar el estado del Arhat: escapar de la rueda de nacimientos y muertes del sufrimiento del Samsara. Luego, con la revelación de los Sutras Mahayana, el Buda complicó y empeoró aún más las cosas. Ya no solo debemos de salvarnos a nosotros mismos, sino que tenemos que salvar a todos los seres sintientes. El Nirvana ya no era la meta, sino la salvación universal de todos los seres sintientes. Si lo anterior era imposible, ahora todo se vuelve inconcevible. Pero no debemos desesperanzar. El Buda ya había previsto todo esto, y el Buda tiene una infinita esperanza en nuestra capacidad. Es por eso que el Buda en los capítulos anteriores le aseguró la Budeidad a algunos de sus discípulos. Si ellos pueden, todos podemos. Ellos no poseen cualidades o fortalezas que nosotros no psoeemos. Es precisamente porque ellos son iguales a nosotros que todos podemos aspirar a al menos ser algo un poco cerca de ellos. No debemos de cambiar radicalmente. Un solo cambio pequeño cada día, lo que en japonés se llama "Kaizen", nos permite mejorar un poco más cada día, y con cada pequeño progreso, crece nuestra fe en nosotros mismos. Pero como ya hemos visto, esa fe no es lograda por nuestros propios esfuerzos, esa creencia surge de nuestro ego, nuestro ser finito y falso que quiere adjudicarse todo logro, sino que esa fe es un regalo mismo del Buda Amida, quien lleva trabajando incansablemente en nuestras vidas desde nuestros comienzos en el principio del tiempo.

Luego de predecir la Budeidad de muchos de sus discípulos - y con ello, vaticinar nuestra propia Budeidad y la de todos los seres - el Buda procede a revelar algo que va a hacer temblar los cimientos mismos del Budismo según lo había expuesto por más de treinta años hasta el momento. Ahora que el Buda ya tenía la atención de todos sus discípulos, el Buda revela algo aún más inconcevible, y lo hace por medio de una parábola, la Parábola de la Ciudad Fantasma.

Una vez, había un grupo de personas que querían viajar por un impresionante número de tiempo y distancia para llegar a un lugar remoto donde había una gran tesoro. Su líder era sabio, experimentado y muy familiarizado con la ruta, pero sabía que el camino que deben tomar era demasiado largo, empinado y traicionero; a mitad de camino las personas se desanimarían y querrían volver atrás. Después de muchos días de viaje ve que las personas se están cansandas, y que nada de lo que dice está funcionando; la gente quiere renunciar. Al saber esto, su líder usa sus poderes de los medios hábiles y, cuando habían la mitad del camino, evoca una magnífica ciudad. Allí todos podrían descansar y recobrar el ánimo, convencidos de que podían escapar del terrible camino. Sabiendo que se habían recuperado de su agotamiento, el líder luego desaparece la ciudad fantasma y les dice que la tierra del tesoro, su verdadero destino, está cerca.

La ciudad fantasma se compara con los Tres Vehículos, o medios hábiles, por los que el Buda lleva a la gente a la Budeidad, y la tierra del tesoro, el destino del grupo, se compara con el Unico Vehículo de la Budeidad. El significado de la parábola es que, así como el guía conjura una ciudad para llevar a su grupo de viajeros a la tierra del tesoro, el Buda emplea los medios hábiles de los Tres Vehículos para llevar a los seres sintientes al Unico Vehículo de la Budeidad. Pero esta parábola encierra algo que choca aún más a sus discípulos: el Nirvana es también esa ciudad fantasma. El Nirvana no existe como un destino final, sino como un estado mental de total paz y tranquilidad. El Nirvana es la Tierra Pura. La ciudad fantasma es la ilusión de la paz del Nirvana. El camino que están tomando es tu vida. Tu vida, a veces, es un mal camino, largo, arduo y lleno de sufrimiento. Necesitas a alguien que te ayude: amigos, un confidente, un maestro. Pero luego te cansas, sientes que no puedes dar un paso más, por lo que necesitas una ciudad fantasma. Ese amigo o guía es el Buda, quien te ha estado guiando - aún cuando no lo sigas, aún cuando lo ignores, aún cuando lo hieras - por toda tu vida hasta este momento, y continuará guiándote y ayudándote - abrazándote, para nunca abandonarte - hasta que llegues a la Tierra Pura, tu Verdadero Hogar: la Unidad.

La mayoría de las personas comienzan a meditar o llegan al Budismo porque creen que van a ganar algo: tranquilidad, reducción del estrés, la capacidad para ser menos reactivo. Pero el Buda dice que no hay ningún lugar al que llegar, ni siquiera el Nirvana. Cada destino de la práctica, cada meta prometida, es solo otro ejemplo de un upaya, de medios hábiles. Todos necesitamos una historia a la que aferrarnos sobre el lugar al que nos dirigimos. ¿Podemos soltar algunas de esas historias e imaginar por un momento que no somos nosotros, nosotros mismos? Quizás el Nirvana sea este lugar, aquí y ahora, no en otro lugar. Quizás nuestro objetivo sea esta Realidad, lo que realmente se está desarrollando ahora. Queremos estar en un camino que nos lleve a alguna parte, que quizás nos lleve al Nirvana, pero tal vez el Nirvana no sea un lugar donde se encuentre la paz, sino solo un estado mental - la fe - que nos ayuda a continuar; que nos ayuda a dejar a un lado nuestros deseos individuales y egoístas y tratar de ayudar y salvar a los demás, para que todos podamos gozar de esa paz y tranquilidad en esta vida, mejorar el mundo, y finalmente, cuando hayamos cumplido nuestra meta y nuestro destino, regresemos junto con todos a nuestro Verdadero Hogar, la Unidad.

Anteriormente, si bien el camino era difícil, largo y arduo, al menos, alfinal del mismo, econtraríamos la paz del Nirvana. Ahora, el Buda nos dice que el Nirvana no existe, y que lejos de salir de la Rueda del Samsara, del océano  de sufirmiento de nacimientos y muertes, la verdad es todo lo contrario: este océano de nacimientos y muertes es parte de la Realidad, y es una Realidad que no podemos escapar o ignorar; es una Realidad que debeos enfrentar, aceptar y abrazar; es una parte de la Realidad y de la Verdad. Este Mundo Saha, este mundo finito, dual y temporal, es una manifestación - un movimiento - en el océano infinito de la Realidad Absoluta del Nirvana, del Infinito. Este es el Camino Medio. Y como tal, no puede ser borrada, evitada o escapada. Lo único que podemos hacer es es abrazar el Camino Medio y accesar esa Realidad Absoluta -el Despertar, el Nirvana- dentro de cada uno de nosotros, nuestra Naturaleza Búdica. y realizar nuestra Unidad Fundamental, y cuando lo hacemos, podemos actuar en la dualidad y en finitud informados por la Unidad y la Infinidad, y cuando lo hacemos, actuamos sabia y compasivamente, y podemos manifestar un pedazo del Nirvana, de la Tierra Pura, en este mundo, y hacer del mismo uno mejor. 

Este es uno de los mensajes más radicales del Sutra del Loto: a diferencia del Budismo Primitivo, que abogaba por el abandono del mundo en búsqueda de el desarrollo espiritual y el Nirvana, el Buda ahora nos muestra que esa enseñanza anterior era para ayudarnos a desapegarnos de nuestro cuerpo y del mundo, pero que en realidad, este mundo es la Tierra Pura. Esta es una reafirmación del mundo, no como es, sino como puede ser. Esta es una reafirmación del mundo como debe ser; como podemos formarlo, y solo tenemos que trabajar para lograrlo. 

Pero como recordaremos anteriormente, nunca estamos en este camino solos: los Budas, las manifestaciones compasivas del Infinito, y sus ayudantes, los Bodhisattvas e innumerables santos y maestros siempre están con nosotros. Esto es precisamente lo que el Buda revela ahora.

El Buda ahora le cuenta a todos otra anécdota, esta vez, sobre una vida pasada, pero como sabemos, todas las historias son medios hábiles, historias, para revelar una verdad. En el pasado lejano, tan lejano como el principio del tiempo, existía un rey que tenía diecisés hijos, que abandonó su reino en búsqueda de la Verdad y de aliviar el sufrimiento de todos los seres, quien luego alcanzó la Budeidad y fue llamado el Buda de la Gran Excelencia en la Sabiduría Universal. Tras alcanzar el Despertar y derrotar a los ejércitos de Mara, los deseos y las pasiones, continuó meditando durante diez pequeños kalpas y finalmente alcanzó la Iluminación Perfecta. A petición de sus dieciséis hijos y de los reyes de Brahma, el Buda de la Gran Excelencia en la Sabiduría Universal expuso las cuatro nobles verdades y la cadena causal de doce eslabones. Sus dieciséis hijos renunciaron a la vida secular para seguirlo y le suplicaron que les revelara la enseñanza de la Iluminación Perfecta. Después de veinte mil kalpas, accedió a su solicitud y finalmente predicó el Sutra del loto durante un período de ocho mil kalpas. Sin embargo, además de sus dieciséis hijos y varios oyentes, muchos otros dieron paso a la duda y la confusión. En ese momento, el Buda de la Gran Excelencia en Sabiduría Universal entró en meditación y habitó en meditación durante ochenta y cuatro mil kalpas. Durante este período, cada uno de sus dieciséis hijos predicó el Sutra del Loto en su lugar, lo que permitió a innumerables personas concentrarse en la Iluminación. Después de ochenta y cuatro mil kalpas, el Buda de la Gran Excelencia en Sabiduría Universal emergió de la meditación y declaró que quienquiera que hubiera tomado fe en la enseñanza relatada por sus dieciséis hijos seguramente alcanzaría la Iluminación. A partir de entonces, las personas que habían escuchado el Dharma de uno u otro de estos dieciséis Bodhisattvas siempre renacían junto con sus respectivos maestros. Los dieciséis hijos se convirtieron más tarde en Budas y, según este capítulo, enseñaron la Ley en varios países de las diez direcciones del universo. El más joven renació en este Mundo Saha como Shakyamuni.

Es por esto que el Sutra del Loto dice:

"El Honrado por el Mundo, rara vez se encuentra con
uno a quien es difícil encontrar,
dotado de inconmensurables bendiciones,
capaz de salvar a todos,
gran maestro de los seres celestiales y humanos,
quien concede piedad y consuelo al mundo.
Los seres vivos en las diez direcciones,
todos reciben beneficios en todas partes.
En los quinientos diez mil millones de tierras
de donde venimos,
hemos dejado de lado la alegría de la meditación profunda
para ofrecer limosna al Buda,
Por nuestra buena fortuna en existencias anteriores
nuestros palacios están ricamente adornados.
Ahora se los presentamos al Honrado por el Mundo,
rogando que tenga la amabilidad de aceptarlos."

Esta historia, como todo el Sutra del Loto, encierra una infinidad de enseñanzas. El Buda de la Gran Excelencia en la Sabiduría Universal es la Unidad, quien abandonó la Unidad, su reino, y se manifestó en la infinidad de los mundos y sus creaciones y evoluciones, y quien luego decidió para buscar una forma de aliviar el sufrimiento de todos los seres sintientes. Para ello, decidió aparecer como varios Budas, encarnaciones y manifestaciones personales, en los diferentes mundos para predicar las Leyes Universales, el Dharma, y ayudar a los seres a aliviar su sufrimiento y volver a su Verdadero Hogar, el Nirvana, la Unidad. La manifestación de la Unidad, de Amida, en este mundo fue el Buda Shakyamuni, pero axisten otras manifestaciones en otras partes del Cosmos, como el Buda Yakushi, el Buda de la Medicina; el Buda Ashuko o Akshobya; entre otros, quienes siempre velan por nosotros. Es por eso que nunca estamos solos. Además de ellos, existen incontables Bodhisattvas, como Kannon Bosatsu, el Bodhisattva de la Compasión, o Jizo Bosatsu, el Bodhisattva de los Votos, quienes siempre nos ayudan y guían en el camino. Junto con ellos, existen muchos maestros quienes nos llevan de la mano y nos ayudan a formar una Sangha, una comunidad de personas cimprometidas con el Despertar y la misión del Buda en el mundo. Pero más allá de todo esto, todos y cada uno de nosotros somos igualmente una manifestación de la Unidad, y podemos accesarla en todo momento, por medio de las prácticas budistas. Luego de ponerlas en práctica, nuestro únicos tesoros, lo único que el Buda nos pide y que podemos ofrecerle al Honrado por el Mundo, son la fe y las muestras del beneficio que hemos adquirido al estudiar y poner en práctica sus enseñanzas, y cómo hemos hecho del mundo un lugar mejor, con menos sufrimiento.

Luego de estas dos historias, el Buda le confiere una predicción de Budeidad a todos los seres presentes, y a todos los seres en los tres periodos de tiempo, incluyéndonos a todos y cada uno de nosotros. Todos alcanzaremos la Budeidad, salvaremos a incontables seres sintientes, y regresaremos a nuestro Verdadero Hogar. Pero aún estamos en el Camino, y debemos realizar nuestra misión y destino. ¿Cómo podemos realizar esto? El Buda mismo nos dice posteriormente en el Sutra del Loto: 

"Si hay buenos hombres y buenas mujeres que, después de que el Así Venido (Tathagata) ha entrado en extinción, desean exponer este Sutra del Loto para las cuatro clases de creyentes, ¿cómo deberían exponerlo? Estos buenos hombres y buenas mujeres deben entrar en la habitación del Tathagata y ponerse la túnica del Tathagata, sentarse en el asiento del Tathagata, y luego, por el bien de los cuatro tipos de creyentes, exponer ampliamente este Sutra.

"La habitación del Tathagata es el estado mental que muestra gran piedad y compasión hacia todos los seres vivientes. La túnica del Tathagata es la mente que es gentil y tolerante. El asiento del Tathagata es el vacío de todos los fenómenos'. Uno debe sentarse cómodamente en él y después de eso, sin una mente nunca perezosa o negligente, debe, por el bien de los Bodhisattvas y los cuatro tipos de creyentes, exponer ampliamente este Sutra del Loto."

El Sutra del Loto, como hemos visto, no es solo el sermón más importante del Buda en todo el mundo, sino que se refiere a todo el Buddhadharma. 

Dentro del mundo budista aún existen muchas escuelas, maestros y personas que nunca han escuchado esta revelación hecha por el Buda en el Sutra del Loto; peor, hay algunos que lo han ignorado o maliciosamente rechazado. Todavía muchos se aferran a las revelaciones parciales y temporales del Budismo Primitivo, e ignoran o niegan las verdades reveladas por el Buda en el Sutra del Loto, el cual es su testamento, y el cual contiene la verdad de su aparición, su misión y su voluntad en el mundo. Es por eso que me alegra que lejos de estar muerto, el Buda es una fuerza dinámica en el mundo y se ha asegurado que esta Verdad no haya desaparecido. Es por eso que el Buda inspiró y continuó la Tradición del Loto, la cual comienza con él en este mundo, y ha sidp preservada por inspiración divina por muchos maestros como Asvaghosha, Nagarjuna, Vasubandhu, Kumarajiva y Taoshen, y que fue restaurada por el Gran Maestro Chih-i e institucionalizada en su escuela Tientai, y que finalmente fue perfeccionada por el Gran Maestro Saicho en la formación de la escuela Tendai, y de la escuela Tendai, la misma ha permeado e influenciado las escuelas del Budismo Japonés y continúa hasta nuestros días. Todos somos un eslabon en la cadena dorada de la Tradición del Loto. Cuán alegre y humildes debemos sentirnos. Somos los herederos del Buda, los Hijos del Buda, y por ello, cargamos una gran responsabilidad, la cual debemos cumplir con una gran compasión, informada por la Unidad, y siempre guiados por la sabiduría del Dharma y el deseo de ayudar y salvar a todos los seres sintientes. 

Como dice el Buda en el Sutra del Loto:

"Ahora debes seguir adelante ...
esto no es más que una ciudad fantasma.
Vi que estabas cansado y agotado
y querías volver a la mitad del viaje.
Por lo tanto, utilicé el poder de los medios hábiles
para evocar esta ciudad por el momento.
Ahora debes seguir adelante con diligencia
para que juntos lleguen al lugar donde está el tesoro".

jueves, 7 de octubre de 2021

La Tesorería del Dharma de las Enseñanzas Tierra Pura: Las Enseñanzas del Ojoyoshu - El Nembutsu al Momento de la Muerte

 El Ojoyoshu, que se puede traducir como "Tratado Esencial para el Renacimiento en la Tierra Pura", es uno de los tratados budistas Tierra Pura más importantes jamás escritos. El mismo fue compuesto por el Gran Maestro Genshin (Eshin Sozu 942-1017) en Japón, y completó la sistematización del Budismo Tierra Pura dentro de la escuela Tendai japonesa, a la vez que sentó las bases para el desarrollo del Budismo Tierra Pura en Japón. El mismo ha sido caracterizado como un manual, y a su vez, una síntesis doctrinal, fundida de total fe y práctica, la cual presenta toda la teoría y la práctica para esta rama del Budismo dentro de la escuela Tendai. En esta serie de Lecturas estudiaremos extractos del Ojoyoshu del Gran Maestro Genshin y veremos cuáles son sus implicaciones para nuestra práctica budista y nuestra vida diaria.

En los capítulos anteriores hemos visto la construcción y sisematización dinámica del Gran Maestro Genshin del Nembutsu: la práctica del Budismo Tierra Pura en la escuela Tendai. La misma refleja una síntesis completa, armónica y dinámica de la larga tradición Tierra Pura comenzada por el Buda Amida, por medio de su emanación encarnada, el Buda Shakyamuni, en este mundo, y continuada por grandes maestros como Asvaghosha, Nagarjuna, Vasubandhu, Taocho, Chih-i, Shandao, Saicho, Ennin, Ryogen, Senkan, y Kuya, entre otros. Más que una línea sucesoria ininterrumpida (hay muchas interrupciones en la India y China), esta tradiciónb se puede ver como una sucesión ideológica y práctica, donde cada maestro incorporó y a su vez expandió lo elaborado por el anterior, todos guiados por la Luz Infinita de Sabiduría del Buda Amida. Por otro lado, luego de Genshin, otros maestros continuaron expandiendo la tradición, como Honen y Shinran, dos maestros que revolucionaron el entendimiento Tierra Pura, y cuyas repercuciones hicieron eco dentro de la Tradición del Loto de la escuela Tendai. Pero esto lo veremos más trarde.

Continuando nuestro estudio del Ojoyoshu, ahora llegamos finalmente al tema del Nembutsu al momento de la muerte. El Budismo, canónica y trdicionalmente, siempre ha puesto un gran énfasis en la consciencia al momento de la muerte, pues nuestro estado de consciencia al momento de la muerte es decisiva - influenciante, no determinante - sobre a dónde renacemos dentro de la Rueda del Samsara al final de nuestra vida. La tradición Tierra Pura heredó esa inquietud y nos mostró que el Buda ya nos proveyó un destino alternativo, superior, al todos poder aspirar Renacer en la Tierra Pura de la Bienaventuranza del Buda Amida. Es por eso que tradicionalmente todos los maestros han exhortado a los creyentes a dirigir sus pensamientos al Renacimiento en la Tierra Pura, donde podremos alcanzar el Despertar de la Budeidad en una sola vida, y volver a los mundos a continuar nuestra labor dhármica salvífica de todos los seres sintientes. Es por eso que Genshin concluye su gran obra con su sistematización unificadora del ritual Nembutsu al momento de la muerte.

Como recordaremos, al momento de la muerte, el Buda Amida llegará junto con su gran asamblea y escoltarán al fallecido a la Tierra Pura. Genshin basó su ritual del Nembutsu al momento de la muerte en estas descripciones canónicas, al igual que los rituales de los maestros del pasado, y los organizó para crear las condiciones ideales para nuestro Renacimiento en diez visualizaciones o contemplaciones que guiarán al difunto a su dfestino final. De estas diez contemplaciones, Genshin considerada las 7, 8 y 9 como las más importantes, pues describen y detallan las visiones del Buda Amida, su Luz Infinita, y su aparición en el lecho de muerte. La contemplación 10 es exclusiva al momento de la muerte.

Este ritual fue utilizado ampliamente por la mayoría de las escuelas japonesas. El método más común consistía en atar un hilo de cinco colores de la mano del difunto a una estatua o una imágen del Buda Amida, la cual era colocado sobre su cabeza, y la cual debía tratar de mirar para no apartar su mente ni un solo instante de su compasiva figura. Alrededor del difunto se encontraba un sacerdote budista, un líder, o los familiare,s los cuales asistirían al difunto en sus contemplaciones, recitaciones y en el Nembutsu.

El Ritual del Nembutsu al Momento de la Muerte comienza con una descripción del monaestrio Jetavana. El mismo sirve para ayudarnos a preparar un cuarto apropiado para el Nembutsu del Renacimiento para la persona en el momento de su muerte:

"En el Noroeste del monasterio Jetavava, donde la puesta del Sol podía ser vista, se encontraba la Sala de la Impermanencia. Si las personas se enfermaban, eran movidas allí. Esto es para que las personas con dispocisiones al deseo y los apegos no perdieran al Buda de la mente y no despertaran anhelos, si miraban sus ropas, sus cuencos, y otros elementos dentro del templo. Muchos iban allí, pero pocos regresaban. En este lugar, uno reflexionaba sobre le Dharma y aspiraba a renacer en la Tierra Pura del Buda Amida. Dentro de la sala se encontraba una estatua del Buda color dorada, y viendo al Oeste. La mano ferecha estaba levantada, y la izquierda sostenía un hilo de cinco colores, el cual colgaba hasta el suelo. La persona era colocada a espaldas de la imagen, sosteniendo el hilo con su mano izquierda. Así, la persona solo pensaba en renacer en la Tierra Pura. Los que le acompañaban encendían incienso, regaban flores, y ayudaban a la persona enferma o moribunda".

El Ojoyoshu luego explica que los acompañantes limpiaban y atendían en todo a la persona, y que si no hubiera ningún lugar específico o templo donde moverla, colocaran la estatua o imagen del Buda cerca de la persona, mirando al Oeste, y endencieran incienso y esparcieran flores, y la ayudaran. Lo más importante era que la persona mirara al Oeste y contemplara al Buda Amida, recitando el Nembutsu. Todas las demás personas podían recitarlo con la persona, coordinando sus mentes y voces, deseando Renacer en la Tierra Pura de la Bienaventuranza. Si la persona veía al Buda Amida y su asamblea llegar, debía decírcelo a los demás, quienes lo exhortarían en su Renacimiento. Luego, debían escribirlo y registrarlo. Si por el contrario, veían escenas malas, como los fuegos del Infierno, todos los congregados debían recitar el Nembutsu y asistir a la persona en arrepentirse. Al hecerlo, todos los males eran erradicados y perdonados y la persona podía alcanzar su Renacimiento. Entonces, la persona tendría las visiones del Buda Amida y su asamblea. 

La persona no podía ser visitada por personas que hubieran consumido alcohol o carne. Por el contrario, como prescriben los Sutras, sus descencientes y amistades debían observar el vegetarianismo y los Preceptos por varios días, usualmente 49, pues toda acción realizada por los descdencientes o amistades dirigidas al difunto tendrían una influencia en su Renacimiento. Una tercera parte de todas sus acciones positivas ayudarían a un buen Renacimiento. 

Ahora, lo más importante era recitar diez Nembutsus con total fe y entrega. Esto es lo que requieren y prescriben los Sutras para el Renacimiento. Es por eso que Genshin describe diez contemplaciones para asistir el proceso en su Ojoyoshu. En fin, para Genshin, lo más importante al momento de la muerte es la recitación del Nembutsu, al menos diez veces, con total fe y entrega. Aunque esto pareciera fácil, Genshin acepta que es difícil, pues concentrar la mente y lograr la total entrega es muy difícil para nosotros como seres egoístas y llenos de deseos y apegos, sobre todo, al momento en que uno dejará todo atrás en la muerte. Es por eso que para llegar a este momento, era importante practicar el Nembutsu en vida, hasta que la entrega y la fe fueran naturales. Esta es la razón por la cual Genshin exohrtaba a las personas a hacer un acuerdo previo con dos, tres o cinco personas para poder realizar esto al momento de la muerte. Esta es también la razón de su fundación de la Sociedad del Samadhi de los Veinticinco, o la Sociedad de Amida (Amidako).

El Ojoyoshu acepta cualquier palabra de axhortación, y que todos diferimos en gustos y preferencias, po lo que las palabras difieren de una persona a otra. Sin embargo, para poder ayudar al enfermo o difunto, Genshin recomienza exhortarlo con palabras como la siguiente:

"Tu, como discípulo del Buda, has vagado eones tratando de susperar tus deseos y pasiones y recitar el Nembutsu y Renacer en la Tierra Pura de la Bieaventuranza. Lo más importante es recitar el Nembutsu, aunque sean diez veces, con total fe y entrega. Ahora, mientras llaces en tu lecho, es imposible no tener miedo. Pero debes cerrar tus ojos, juntar tus manos en reverencia, y con una sola mente debes aspirar al Renacimiento. No debes de visualizar ninguna forma excepto la del Buda. No debes escuchar ningun sonido excepto el Dharma. No debes decir nada que no sea una enseñanza del Buda. No debes aspirar nada sino el Renacimiento en la Tierra Pura. Así, cuando tu vida llegue a su fin, renacerás sentado en tu trono de loto frente al Buda Amida, rodeado de grandes santos y Bodhisattvas, pasando millones de mundos. Abrirás tus ojos en el trono enjoyado de loto, con tus manos en oración y reverencia, abrazado por la luz del Buda Amida, escuchando sus matavillosas palabras del Dharma, rodeado por las fragantes virtudes de todos los Budas, saboreando el júbilo del Dharma, el éxtasis de la meditación, postrándote junto a todos los santos, actualizando los votos de Samantabhadra."

Ahora, el Ojoyoshu provee las diez contemplaciones. Las mismas podían ser contempladas o recitadas para contemplación por la persona moribunda. Las mismas ayudan a la persona a tener una visión completa de todo el Buddhadharma y su propósito final. En el último momento, se insta al creyente moribundo a completar diez invocaciones del Santo Nombre, es decir, diez expresiones del Nembutsu recitativo, "Namu Amida Butsu". El Nembutsu recitativo ocupa un lugar extremadamente importante dentro del plan de salvación del Ojoyoshu. El mismo, como recordaremos, tiene su origen en los Sutras de la Tierra Pura. El Sutra Largo promete en su Decimoctavo Voto el Renacimiento de la Tierra Pura con solo diez Nembutsus. El Sutra de la Meditación insta de manera clara y dramática en particular al orden más bajo de seres sintientes, los depravados y pecadores, a invocar el Nombre del Buda Amida diez veces como causa segura del Renacimiento de la Tierra Pura. Es por ello que Genshin formula sus diez reflexiones o contemplaciones alrededor de los diez Nembutsus.

Primero, la persona debe reflexionar en cómo ha caído en este estado humano espiritual. Originalmente, no hay distinción entre el Nirvana y el Samsara, entre la transmigración y la Iluminación, dado a que todo es Vacuidad y Talidad; todo es Uno. Sin embargo, cuando un ser despierta la mente de los seres sintientes, caen en el océano del nacimiento y la muerte. Cegado por la Ignorancia Fundamental, olvida su estado original iluminado, la Unidad. No obstante, el Universo emana Budas, quienes son como médicos, curando las pasiones y los delirios de todos los seres. Por ello, debemos recitar el Nembutsu y recordar nuestra Unidad Fundamental. 

"La Ignorancia, como un sueño sin comienzo en todos los seres sintientes, surge de la mente iluminada y perfecta de la Budeidad.

"Debes realizar que el Samsara es igual al Nirvana, que las pasiones son la Iluminación, y que todo se encuentra en perfecta armonía sin obstrucción, y que no son duales ni están separadas unos de otros. Has entrado al Samsara por un pensamiento dualista, y desde entonces, has vagado en la ignorancia y olvidado el camino de tu Iluminación original. Todos los dharmas poseen desde sus inicios el estado de la calma y la tranquilidad. Son como un sueño. y no poseen independiencia o realidad intrínseca, sino que son transformaciones dentro de la Mente. Por ello, como discípulo del Buda, debes reflexionar sobre los Tres Tesoros del Buda, el Dharma y la Sangha. Debes dejar atrás lo falso y regresar a lo verdadero y real. El Buda es un gran médico, el Dharma es la medicina, y la Sangha es la persona que cuida a los enfermos. No hay nada igual al Buda, el Dharma y la Sangha para eliminar la enfermedad de la ignorancia, para abrir los puntos de vistas correctos, revelar el camino al Despertar, y guirnos a la Tierra Pura. Por ello, como discípulo del Buda, debes reflexionar sobre el gran médico del Buda Amida, y recitar el Nembutsu, diez veces o más. Luego, debes reflexionar sobre el Dharma, y luego sobre los guardianes que te rodean de la Sangha. Namu Amida Butsu".

Segundo, aunque todo es Uno, los seres sintientes lo perciben como muchos y se encuentran en el océano del Samsara, la transmigración. Es por eso que debemos reflexionar sobre el sufrimiento en el mundo, salir del ciclo de transmigración y encomendarnos al poder absoluto salvífico del Buda Amida.

"La Naturaleza Dhármica se encuentra en todos lados, y no está separada de nuestra existencia relativa. El Buda Amida nos ha dicho: 'Todos los dharmas están vacíos y carecen de una existencia independiente e intrínseca. Para comprender esto, busca renacer en la Tierra Pura del Buda, y alcanzarás el renacimiento seguramente'. Para renacer en la Tierra Pura, el primer paso es aborrecer este mundo. Este Mundo Saha está lleno de maldad y posee muchos sufrimientos. Transmigras sin fin por el tormento del nacimiento, la enfermedad, la vejez y la muerte, y ningún tormento en este triple mundo es deseable. Si no buscas salir de este mundo de tormentos ahora, ¿cuándo lo harás? Pero el Buda Amida posee infinitos poderes. Si recitas su Nombre, si recitas el Nembutsu, los efectos kármicos de tus malas acciones por billones de eones serán erradicados. Por ello, debes recitar el Nembutsu y aspirar a salir de este mundo del sufrimiento. Piensa: 'Que el Buda amida me lleve a la Tierra Pura ahora. Namu Amida Butsu'".

Cuando uno ve que el poder o la fe derivada por la persona recitando el Nembutsu ha perdido su efecto, debes reflexionar sobre lo siguiente. Tercero, debes reflexionar sobre la Tierra Pura y la bienaventuranza que experimentarás allí.

"Aspira a renacer en la Tierra Pura de la Bienvanturanza. El Paraíso del Oeste es el Reino del Mahayana, fundado por las buenas raíces, donde no existe el sufrimiento o la aflixión. Una ves en tu trono de loto, no volverás al Samsara. Verás con tus ojos la apariencia santa del Buda Amida; tus oidos escucharán el melodioso Dharma, y jamás te faltará la felicidad o el júbilo. Si recitas su Santo Nombre, aunque sean diez veces, al momento de tu muerte, renacerás en su Tierra Pura. Tu, como seguidor del Buda, has obtenido este precioso nacimiento humano y has podido encontrar las enseñanzas budistas. Este evento es tan raro como una tortuga que sale del fondo del océano cada cien años y saca su cabeza por medio de un tronco flotante con un agujero. Si no alcanzas el renacimiento en la Tierra Pura caerás en los reinos del mal, donde será más difícil encontrar y escuchar el Dharma. Por ello, debes reflexionar y recitar el Nombre del Buda. Piensa: 'Que el Buda me guíe y me lleve a la Tierra Pura. Namu Amida Butsu'".

Cuarto, de entre los Cuarenta y Ocho Votos del Buda Amida, el Vigésimo Voto dice: "Si, cuando alcance la Budeidad, los seres sintientes en las tierras de las diez direcciones que, habiendo escuchado mi Nombre, concentran sus pensamientos en mi Tierra, plantan la raíz de varias virtudes y transfieren sinceramente sus méritos hacia mi Tierra con el deseo de nacer allí, eventualmente no alcanzan su recompensa esperada, que no pueda alcanzar la Iluminación Perfecta."  En el Vigésimo Voto, los seres sintientes en las diez direcciones siempre están conscientes, se sienten preocupados o concentran sus pensamientos sobre la Tierra Pura de la Bienaventuranza al escuchar el Nombre del Buda Amida. Intentan "plantar la raíz de varias virtudes" [práctica], y luego "transferir sinceramente sus méritos a mi Tierra" [fe]. Por último, tienen "el deseo de renacer allí" [aspiración]. Estos son los tres elementos tradicionales para el Renacimiento de la tradición Tierra Pura. El Ojoyoshu entero es un testamento a estos tres elementos. El proceso religioso y su transformación son interesantes, ya que los seres se concentrar y realizan las prácticas y luego piensan que son ellos los que han logrado el Renacimiento, pero es el poder salvífico del Buda, como hemos visto, el que logra el verdadero Renacimiento. Es el Buda Amida quien logra los méritos y virtudes sustanciales de su Nombre, y los dedica a todos los seres que recitan su Nombre. Es por eso que si bien la práctica es importante, más importante es la fe, y la práctica existe para desarrollar la fe. 

El Buda Amida, como la personificación del Cosmos, proporciona un gran barco para rescatarnos del océano de nacimientos y muertes del Samsara e insta a las personas que se están ahogando a subir a bordo y llevarlas a la Otra Orilla, la Tierra Pura de la Bienaventuranza. Sin embargo, en lugar de subirse al barco, esas personas le piden al Buda Amida que les dé algunas herramientas de rescate como boyas (méritos y virtudes) para luchar contra los monstruos marinos (ignorancia, codicia, odio, engaño, etc.), para que estén bien equipados y continúen nadando hacia la Otra Orilla. Pero el Buda ya sabe todo esto. El Buda Amida es muy compasivo, y entiende que los seres sintientes están acostumbrados a creer en el principio de causa y efecto. Los seres sintientes pueden pensar que más prácticas pueden aumentar las posibilidades de renacer en la Tierra Pura de la Bienaventuranza. Es por eso que el Buda Amida promete que si los seres sintientes no logran finalmente su recompensa esperada, que no alcance la Iluminación Perfecta. Esto es lo que Genshin trata de comunicarnos con estas reflexiones. Para ayudarnos, el Ojoyoshu nos recuerda dedicar todos los méritos a nuestro Renacimiento.

"Dado a que deseas renacer en la Tierra Pura, debes de realizar las prácticas que te conducen a ella. Entre los votos del Buda Amida, se encuentra el siguiente: 'Si, cuando alcance la Budeidad, los seres sintientes en las tierras de las diez direcciones que, habiendo escuchado mi Nombre, concentran sus pensamientos en mi Tierra, plantan la raíz de varias virtudes y transfieren sinceramente sus méritos hacia mi Tierra con el deseo de nacer allí, eventualmente no alcanzan su recompensa esperada, que no pueda alcanzar la Iluminación Perfecta'. Como discípulo del Buda, haz realizado muchas prácticas para lograr tu renacimiento allí. Aunque las prácticas han sido muchas, el fin ha sido el mismo, el renacer en la Tierra Pura. Debes hacer surgir dentro de ti todas las buenas raíces de la virtud que has acumulado en el pasado, presente y futuro, y ofrecerlas en agradecimiento al Buda Amida. Piensa: 'Que a través del poder de mis buenas acciones en los tres tiempos pueda alcanzar el Renacimiento en la Tierra Pura ahora. Namu Amida Butsu'"

Quinto, similarmente, el Decimonoveno Voto dice: "Si, cuando alcance la Budeidad, los seres sintientes en las tierras de las diez direcciones, que desarrollan la Mente Bodhi, realizan diversas acciones meritorias y aspiran sinceramente a la Iluminación, y desean renacer en mi Tierra Pura, en el momento de su muerte, y no me ven aparecer ante ellos rodeado por una multitud de sabios, que no pueda alcanzar la Iluminación Perfecta." Para el Decimonoveno Voto, los practicantes comienzan a "despertar la Mente Bodhi y realizar varias acciones meritorias" [práctica]. Entonces "aspiran sinceramente a la Iluminación (en busca de la Budeidad en la Tierra Pura) [fe], por lo que finalmente" desean renacer "en la Tierra Pura de la Bienaventuranza [aspiración]. Es por eso que se desarrollaron rituales de Nembutsu al momento de la muerte como el que Genshin detalla ahora. 

Como recordaremos, la fe (Shinjin) es el elemento decisivo, no nuestra práctica, aunque no debemos olvidar que la práctica nos permite desarrollar la fe y ser mejores seres humanos. Pero, ¿qué pasa con los seres que no encontraron esta enseñanza sino hasta el momento de su muerte? El Sutra de la Meditación nos dice que si estos seres encuentran un buen amigo al momento de su muerte que les predica esta enseñanza, no importa todo su mal karma, si desarrolla la fe, puede ser salvado y renacerá en la Tierra Pura de la Bienaventuranza.

"Entre los votos principales se encuentra el siguiente: 'Si, cuando alcance la Budeidad, los seres sintientes en las tierras de las diez direcciones, que desarrollan la Mente Bodhi, realizan diversas acciones meritorias y aspiran sinceramente a la Iluminación, y desean renacer en mi Tierra Pura, en el momento de su muerte, y no me ven aparecer ante ellos rodeado por una multitud de sabios, que no pueda alcanzar la Iluminación Perfecta'. Como seguidor del Buda, siempre has deseado alcanzar el Despertar por el bien de todos los seres sintientes. Ahora, una vez más, debes cimentar el deseo de alcanzar el Despertar y reflexionar sobre el Buda, pensando: 'Que pueda alcanzar el Renacimiento en la Tierra Pura sin falta, para poder beneficiar y hacer felices a todos los seres sintientes. Namu Amida Butsu".

Sexto, el Ojoyoshu nos dice que debemos tomar refugio en el Buda Amida y sus infinitos méritos.

"Como discípulo del Buda, has practicado el camino que conduce al renacimiento en la Tierra Pura. Ahora, mientras reflexionas sobre el Buda Amida, debes de concentrarte diligentemente. Las virtudes del Buda Amida son ilimitadas. Todos los Budas en las diez direcciones constantemente alaban sus virtudes ininterrumpidamente. Por ello, debes tomar refugio en el Buda Amida y pensar: 'Tomo refugio, en este y en todo momento, en el Buda Amida. Namu Amida Butsu'".

Séptimo, Genshin recomienda, al igual que en el apartado de la contemplación en el Ojoyoshu, a visualizar el entrecejo o Byakugo del Buda Amida y sus gloriosos rayos de luz, los cuales brillan más que un billon de soles y lunas. Reflexionando sobre esta luz infinita, la cual erradica todas las transgresiones cometidas por inumerables vidas, deben sentir que sus pecados son eliminados.

"Como seguidor del Buda, debes reflexionar visualizar en el cuerpo dorado del Buda y mantener su imagen en tu mente. Su cuerpo es alto y dorado, y está adornado con innumerables tesoros. Entre ellos, su entrecejo brilla fulminantemente en todas las direcciones. Millones de rayos emanan, más brillantes que billones de soles y lunas. Este es el resultado de sus maravillosas virtudes, como recompenza por su sabiduría, compasión y meditación. Si visualizas el entrecejo aunque sea por un instante, todas las transgresiones de billones de eones de vidas en el Samsara serán erradicadas. Siente cómo su luz compasiva elimina todos tus pecados y te purifica, y piensa: 'Que la luz compasiva del Buda perdone y erradique todos mis pecados y transgresiones. Namu Amida Butsu'".

Octavo, el practicante debe reflexionar sobre el hecho de que la Luz Infinita del Buda Amida abraza a los practicantes del Nembutsu en las diez direcciones y no los abandona nunca. Imaginándose abrazado por esa luz, deben sentir cómo el Buda Amida los lleva al Despertar y los guía al Renacimiento en la Tierra Pura.

"La Luz Infinita del Buda Amida ilumina a todos los seres que recitan el Nembutsu en todos los mundos en las diez direcciones. La misma los abraza para nunca abandonarlos. Debes saber que esta luz brilla ahora mismo sobre ti. Un verso del Sutra de la Guirnalda de Flores dice: 'La luz del Buda hace que los seres despierten de la muerte hacie el Despertar. Por medio de la meditación en el Nembutsu, definitivamente verán al Buda, y al momento de su muerte, renacerán en la presencia del Buda'. Por ello, debes pensar: 'La Luz Infinita del Buda Amida brilla sobre mi ahora mismo, llevándome al Despertar, desaferrándome de mis apegos - a mi mismo y al renacimiento - permitiéndome alcanzar mi renacimiento en el Paraíso del Oeste. Namu Amida Butsu'".

Noveno, los practicantes deben visualizarse y sentirse rodeado de grandes santos y Bodhisattvas, quienes los vienen a escoltar a la Tierra Pura cuando muera.

"El Buda Amida, además de emanar su compasiva Luz sobre nosotros, igualmente viene acompañado de una asamblea de santos y grandes Bodhisattvas, como Kannon y Seishi, quienes siempre protegen y guardan a los creyentes.Cuán atentos están nuestros padres y madres sobre nosotros, sus hijos enfermos. El Buda mueve la inamovible montaña de la Naturaleza Dhármica y se sumerge en el océano del Samsara. Debes saber que así como el Buda brilla su Luz Infinita sobre ti, ya viene de camino, acompañado de una gran asamblea de santos y Bodhisattvas, así como te ha estado protegiendo y guiando todo este tiempo. Aunque las obstrucciones kármicas y tus apegos no te lo permitan ver, no debes dudar de su gran voto compasivo. Ya está por entrar en este cuarto. Por ello, como discípulo del Buda, debes pensar: 'Que el Buda brille su Lua Infinita sobre mi y venga en este instante a llevarme a la Tierra Pura. Namu Amida Butsu'

"[Uno debe de ayudar a la persona a reflexionar sobre todo esto en todo momento, usando sobre todo las relfexiones siete, ocho y nueve. Cuando la fuerza del moribundo se disipe totalmente, debes decir:]

"'El Buda Amida ha llegado junto con los grandes Bodhisattvas Kannon y Seishi, y su gran asamblea de santos. Ahora mismo te ofrecen un trono de loto, y te guian a ti, su discípulo, a la Tierra Pura'".

Finalmente, justo en el momento de la muerte, la persona debe ser guiada a su Renacimiento en la Tierra Pura. Aunque podamos alcanzar y asegurar nuestro Renacimiento en vida, y podamos experimentar las brisas de calma y paz y la felicidad de la Tierra Pura en este cuerpo y en esta vida, por medio de la meditación y el Nembustsu, nuestro verdadero Renacimiento solo puede ocurrir cuando dejemos atrás este cuerpo, y con el, nuestro ser finito y falso. Entonces, renaceremos en nuestro Verdadero Ser y seremos como una gota que se funde en un Gran Océano.

"Cuando llegue el final, reflexiona: Seguidor del Buda, ¿te das cuenta? Este es tu último pensamiento. Este último pensamiento pesa más que todas tus vidas. Si pierdes este instante, el Samsara será inevitable. Siente con regocijo ahora cómo el Buda te levanta y te guía junto con los Bodhisattvas y los santos a la Tierra Pura. Piensa: "Que el Buda me guíe a la Tierra Pura. Namu Amida Butsu'".

Entonces, Genshin da instrucciones para que los acompañantes guien a la persona moribunda en todo momento compasivamente y no permitan que se hable o piense en otra cosa que en la Gracia compasiva del Buda Amida quien busca y guia a la persona a la Tierra Pura.

Debemos imaginar por un momento que llacemos en nuestro lecho de muerte y que tenemos a nuestros familiares o amigos alrededor de nosotros, quienes asistidos por una estatua maravillosa y dorada del Buda Amida y sus dos Bodhisattvas, nos toman de la mano y nos guian compasivamente en nuestros últimos momentos a partir de este mundo y Renacer en la Tierra Pura. Cuan maravilloso sería esto. Cuan agradecidos estaríamos. 

Sin embargo, estas diez reflexiones sirven, más que al momento de la muerte, a todos nosotros aquí y ahora, y sirven como contemplaciones o motivadores para la práctica diaria, ya sea la meditación, el Nembutsu, o nuestro Camino del Bodhisattva diariamente. 

Y con esto, culminamos nuestro Ciclo de Lecturas sobre el Ojoyoshu del Gran Maestro Genshin. Espero que el mismo sea de su agrado y sirva como un gran motivante en su práctica. Que a través de la virtud de su Santo Nombre, todos los seres puedan alcanzar el Renacimiento en la Tierra Pura, nuestro Verdadero Hogar. 

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Estas entradas son parte del futuro libro: "Renaciendo en Flores de Loto: La Tesorería del Dharma de las Enseñanzas Tierra Pura - Las Enseñanzas del Ojoyoshu del Gran Maestro Genshin" (Hikari Publishing 2021). Copyright - Todos los Derechos Reservados.