Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


domingo, 24 de octubre de 2021

El Llamado del Buda para el Mundo: El Sutra del Loto a la Luz de las Enseñanzas Tierra Pura 5 - El Mundo Saha y la Tierra Pura

  El Budismo, si bien a veces es representado por sus diversas escuelas, muchas de ellas en aparente oposición doctrinal y con sus diversas prácticas, sigue siendo un solo Dharma: es el mensaje del Buda para el mundo - el llamado al Despertar para todos los seres sintientes. Este mensaje fue interpretado de diferentes formas a través del espacio y el tiempo tras el Parinirvana de su fundador, y con ello, florecieron diversas escuelas por todo el continente asiático, cada una enfocándose en una o varias de sus enseñanzas y prácticas. Si bien el Budismo - el Buddha Dharma del Vehículo Supremo (Ekayana) de la Tradición del Loto - se dividió en varias ramas, las mismas fueron rescatadas, unificadas, armonizadas y perfeccionadas por la escuela Tendai japonesa.

En el transcurso de mi ministerio, por medio de mis libros y este blog, se han presentado las diferentes fascetas del diamante del Dharma, pero a veces puede resultar difícil poder ver el diamante completo. Es por eso que en este nuevo ciclo, abordaremos la Escritura Sagrada principal del Budismo - la Biblia del Budismo Tendai - y la interpretaremos a la luz del Budismo Tierra Pura. El Sutra del Loto tiende a enfatizar los positivo únicamente, y es por eso que para la escuela Tendai, el Sutra del Loto representa el Sol, el comienzo del día y de la vida, un mundo de infinitas posibilidades. Por otro lado, los Sutras de la Tierra Pura tienden a ser un poco más negativos, y es por eso que en el Budismo Tendai representa la Luna, el ocaso del día y de la vida, el verdadero rostro del mundo y de todos nosotros. Este ciclo reflejará tanto las enseñanzas Tierra Pura dentro del Sutra del Loto, así como cómo podemos usarlas como un espejo para nuestras vidas y poner su enseñanzas en práctica.

En este ciclo, usaré un estilo literario diferente; espero que sea de su agrado. Es recomendado ver mis entradas anteriores donde comento el Sutra del Loto y los Sutras Tierra Pura por separado.

Anteriormente vimos cómo el Buda le reveló, por primera vez, a sus discípulos que todas sus anteriores enseñanzas y prácticas eran medios hábiles, peldaños creados por el Buda, en su infinita omnisciencia, para ayudar a sus seguidores a abrir sus mentes y corazones para poder recibir la Verdad de su Despertar, y que si estudiamos el Dharma y lo ponemos en práctica, todos alcanzaremos el mismo Despertar. La Iluminación no es algo exclusivo del Buda. Todos podemos alcanzar la Iluminación y la Budeidad. De hecho, si estamos estudiando el Dharma en este momento, es porque ya hemos hecho una conexión kármica con el Budismo y llevamos vidas siguiendo el Camino.

El Buda Shakyamuni es una manifestación encarnada del Dharma, el Buda Amida, quien desde el corazón mismo de la Existencia emana sus cuerpos transformacionales y aparece en los mundos para abrirle los ojos y los corazones a los seres sintientes, seres finitos, y recordarles que son una manifestación temporal del Infinito, y que si bien nos sentimos perdidos y frustrados por nuestras limitaciones físicas, mentales y espirituales, todos podemos accesar a nuestra memorial primigenia - nuestra Consciencia Universal, la cual se encuentra debajo de nuestras consciencias bajas y finitas, y alcanzar el Infinito: una infinita calma y tranquilidad, y reconocer nuevamente nuestra Naturaleza Búdica y nuestra conexión original con el Todo. Cuando hacemos esto, surge dentro de nosotros una transformación completa y podemos actuar en este Mundo Saha, este mundo finito y temporal caracterizado por el sufrimiento auto-infligido, y actuar de forma compasiva y sabia, informados por nuestra Unidad Fundamental. 

Si bien hemos vagado por eones en el ciclo interminable de nacimientos y muertes del Samsara, asumiendo sus incontables formas - como plantas, animales, humanos, seres divinos, o incluso como sus formas más bajas y dolorosas como habitantes del infierno o como seres hambrientos - y hemos vagado por el Samsara voluntariamente - porque fue voluntariamente, nadie nos obligó a emerger en la Existencia, todo lo que hemos sufrido ha sido como consecuencia de nuestras propias decisiones y acciones - el Buda, con su corazón infinitamente compasivo, aparece en los mundos y nos regala la bendición del Dharma y nos recuerda nuestro origen: la Talidad, el Infinito. Y como somos parte del Todo, una manifestación finita del Infinito, podemos actuar acorde con ello y regresar a nuestro Verdadero Hogar.

El regreso del Mundo Saha, del finito, al Infinito, puede parecer largo y arduo, casi imposible de transitar y alcanzar. Hemos leído incontables libros e historias sobre grandes Bodhisattvas quienes, como el Buda Shakyamuni anteriormente, han dejado incontables veces sus cuerpos y sus vidas en pos del bienestar de todos los seres sintientes; Bodhisattvas que han encarnado como tigres para sacrificarse voluntariamente y por compasión para alimentar a sus hijos u otras criaturas; como conejos quienes se han tirado voluntaria y compasivamente en la hogera para alimentar a un gran sabio; como hijas que han dejado atrás el mundo y se han dedicado incansablemente al Dharma para salvar a sus padres en los Infiernos; en fin, hemos visto historias que nos han conmovido tanto que nos permiten reconocer la realidad: no todos estamos hechos del material ni poseemos la capacidad ni la voluntad de realizar tales sacrificios para alcanzar el Despertar. Mejor hubiese sido jamás haber escuchado sobre el Dharma ni el camino a la emancipación del Samsara. A veces incluso maldecimos el día que escuchamos el Dharma y nos dedicamos al Budismo.

El Buda, hasta el Sutra del Loto, había descrito el camino al Nirvana, la meta final expuesta hasta ahora, como un camino largo, arduo y rocoso, lleno de muchas tentaciones y fallos, de sufrimiento y sacrificio, para poder expiar todo nuestro mal karma, y alcanzar el estado del Arhat: escapar de la rueda de nacimientos y muertes del sufrimiento del Samsara. Luego, con la revelación de los Sutras Mahayana, el Buda complicó y empeoró aún más las cosas. Ya no solo debemos de salvarnos a nosotros mismos, sino que tenemos que salvar a todos los seres sintientes. El Nirvana ya no era la meta, sino la salvación universal de todos los seres sintientes. Si lo anterior era imposible, ahora todo se vuelve inconcevible. Pero no debemos desesperanzar. El Buda ya había previsto todo esto, y el Buda tiene una infinita esperanza en nuestra capacidad. Es por eso que el Buda en los capítulos anteriores le aseguró la Budeidad a algunos de sus discípulos. Si ellos pueden, todos podemos. Ellos no poseen cualidades o fortalezas que nosotros no psoeemos. Es precisamente porque ellos son iguales a nosotros que todos podemos aspirar a al menos ser algo un poco cerca de ellos. No debemos de cambiar radicalmente. Un solo cambio pequeño cada día, lo que en japonés se llama "Kaizen", nos permite mejorar un poco más cada día, y con cada pequeño progreso, crece nuestra fe en nosotros mismos. Pero como ya hemos visto, esa fe no es lograda por nuestros propios esfuerzos, esa creencia surge de nuestro ego, nuestro ser finito y falso que quiere adjudicarse todo logro, sino que esa fe es un regalo mismo del Buda Amida, quien lleva trabajando incansablemente en nuestras vidas desde nuestros comienzos en el principio del tiempo.

Luego de predecir la Budeidad de muchos de sus discípulos - y con ello, vaticinar nuestra propia Budeidad y la de todos los seres - el Buda procede a revelar algo que va a hacer temblar los cimientos mismos del Budismo según lo había expuesto por más de treinta años hasta el momento. Ahora que el Buda ya tenía la atención de todos sus discípulos, el Buda revela algo aún más inconcevible, y lo hace por medio de una parábola, la Parábola de la Ciudad Fantasma.

Una vez, había un grupo de personas que querían viajar por un impresionante número de tiempo y distancia para llegar a un lugar remoto donde había una gran tesoro. Su líder era sabio, experimentado y muy familiarizado con la ruta, pero sabía que el camino que deben tomar era demasiado largo, empinado y traicionero; a mitad de camino las personas se desanimarían y querrían volver atrás. Después de muchos días de viaje ve que las personas se están cansandas, y que nada de lo que dice está funcionando; la gente quiere renunciar. Al saber esto, su líder usa sus poderes de los medios hábiles y, cuando habían la mitad del camino, evoca una magnífica ciudad. Allí todos podrían descansar y recobrar el ánimo, convencidos de que podían escapar del terrible camino. Sabiendo que se habían recuperado de su agotamiento, el líder luego desaparece la ciudad fantasma y les dice que la tierra del tesoro, su verdadero destino, está cerca.

La ciudad fantasma se compara con los Tres Vehículos, o medios hábiles, por los que el Buda lleva a la gente a la Budeidad, y la tierra del tesoro, el destino del grupo, se compara con el Unico Vehículo de la Budeidad. El significado de la parábola es que, así como el guía conjura una ciudad para llevar a su grupo de viajeros a la tierra del tesoro, el Buda emplea los medios hábiles de los Tres Vehículos para llevar a los seres sintientes al Unico Vehículo de la Budeidad. Pero esta parábola encierra algo que choca aún más a sus discípulos: el Nirvana es también esa ciudad fantasma. El Nirvana no existe como un destino final, sino como un estado mental de total paz y tranquilidad. El Nirvana es la Tierra Pura. La ciudad fantasma es la ilusión de la paz del Nirvana. El camino que están tomando es tu vida. Tu vida, a veces, es un mal camino, largo, arduo y lleno de sufrimiento. Necesitas a alguien que te ayude: amigos, un confidente, un maestro. Pero luego te cansas, sientes que no puedes dar un paso más, por lo que necesitas una ciudad fantasma. Ese amigo o guía es el Buda, quien te ha estado guiando - aún cuando no lo sigas, aún cuando lo ignores, aún cuando lo hieras - por toda tu vida hasta este momento, y continuará guiándote y ayudándote - abrazándote, para nunca abandonarte - hasta que llegues a la Tierra Pura, tu Verdadero Hogar: la Unidad.

La mayoría de las personas comienzan a meditar o llegan al Budismo porque creen que van a ganar algo: tranquilidad, reducción del estrés, la capacidad para ser menos reactivo. Pero el Buda dice que no hay ningún lugar al que llegar, ni siquiera el Nirvana. Cada destino de la práctica, cada meta prometida, es solo otro ejemplo de un upaya, de medios hábiles. Todos necesitamos una historia a la que aferrarnos sobre el lugar al que nos dirigimos. ¿Podemos soltar algunas de esas historias e imaginar por un momento que no somos nosotros, nosotros mismos? Quizás el Nirvana sea este lugar, aquí y ahora, no en otro lugar. Quizás nuestro objetivo sea esta Realidad, lo que realmente se está desarrollando ahora. Queremos estar en un camino que nos lleve a alguna parte, que quizás nos lleve al Nirvana, pero tal vez el Nirvana no sea un lugar donde se encuentre la paz, sino solo un estado mental - la fe - que nos ayuda a continuar; que nos ayuda a dejar a un lado nuestros deseos individuales y egoístas y tratar de ayudar y salvar a los demás, para que todos podamos gozar de esa paz y tranquilidad en esta vida, mejorar el mundo, y finalmente, cuando hayamos cumplido nuestra meta y nuestro destino, regresemos junto con todos a nuestro Verdadero Hogar, la Unidad.

Anteriormente, si bien el camino era difícil, largo y arduo, al menos, alfinal del mismo, econtraríamos la paz del Nirvana. Ahora, el Buda nos dice que el Nirvana no existe, y que lejos de salir de la Rueda del Samsara, del océano  de sufirmiento de nacimientos y muertes, la verdad es todo lo contrario: este océano de nacimientos y muertes es parte de la Realidad, y es una Realidad que no podemos escapar o ignorar; es una Realidad que debeos enfrentar, aceptar y abrazar; es una parte de la Realidad y de la Verdad. Este Mundo Saha, este mundo finito, dual y temporal, es una manifestación - un movimiento - en el océano infinito de la Realidad Absoluta del Nirvana, del Infinito. Este es el Camino Medio. Y como tal, no puede ser borrada, evitada o escapada. Lo único que podemos hacer es es abrazar el Camino Medio y accesar esa Realidad Absoluta -el Despertar, el Nirvana- dentro de cada uno de nosotros, nuestra Naturaleza Búdica. y realizar nuestra Unidad Fundamental, y cuando lo hacemos, podemos actuar en la dualidad y en finitud informados por la Unidad y la Infinidad, y cuando lo hacemos, actuamos sabia y compasivamente, y podemos manifestar un pedazo del Nirvana, de la Tierra Pura, en este mundo, y hacer del mismo uno mejor. 

Este es uno de los mensajes más radicales del Sutra del Loto: a diferencia del Budismo Primitivo, que abogaba por el abandono del mundo en búsqueda de el desarrollo espiritual y el Nirvana, el Buda ahora nos muestra que esa enseñanza anterior era para ayudarnos a desapegarnos de nuestro cuerpo y del mundo, pero que en realidad, este mundo es la Tierra Pura. Esta es una reafirmación del mundo, no como es, sino como puede ser. Esta es una reafirmación del mundo como debe ser; como podemos formarlo, y solo tenemos que trabajar para lograrlo. 

Pero como recordaremos anteriormente, nunca estamos en este camino solos: los Budas, las manifestaciones compasivas del Infinito, y sus ayudantes, los Bodhisattvas e innumerables santos y maestros siempre están con nosotros. Esto es precisamente lo que el Buda revela ahora.

El Buda ahora le cuenta a todos otra anécdota, esta vez, sobre una vida pasada, pero como sabemos, todas las historias son medios hábiles, historias, para revelar una verdad. En el pasado lejano, tan lejano como el principio del tiempo, existía un rey que tenía diecisés hijos, que abandonó su reino en búsqueda de la Verdad y de aliviar el sufrimiento de todos los seres, quien luego alcanzó la Budeidad y fue llamado el Buda de la Gran Excelencia en la Sabiduría Universal. Tras alcanzar el Despertar y derrotar a los ejércitos de Mara, los deseos y las pasiones, continuó meditando durante diez pequeños kalpas y finalmente alcanzó la Iluminación Perfecta. A petición de sus dieciséis hijos y de los reyes de Brahma, el Buda de la Gran Excelencia en la Sabiduría Universal expuso las cuatro nobles verdades y la cadena causal de doce eslabones. Sus dieciséis hijos renunciaron a la vida secular para seguirlo y le suplicaron que les revelara la enseñanza de la Iluminación Perfecta. Después de veinte mil kalpas, accedió a su solicitud y finalmente predicó el Sutra del loto durante un período de ocho mil kalpas. Sin embargo, además de sus dieciséis hijos y varios oyentes, muchos otros dieron paso a la duda y la confusión. En ese momento, el Buda de la Gran Excelencia en Sabiduría Universal entró en meditación y habitó en meditación durante ochenta y cuatro mil kalpas. Durante este período, cada uno de sus dieciséis hijos predicó el Sutra del Loto en su lugar, lo que permitió a innumerables personas concentrarse en la Iluminación. Después de ochenta y cuatro mil kalpas, el Buda de la Gran Excelencia en Sabiduría Universal emergió de la meditación y declaró que quienquiera que hubiera tomado fe en la enseñanza relatada por sus dieciséis hijos seguramente alcanzaría la Iluminación. A partir de entonces, las personas que habían escuchado el Dharma de uno u otro de estos dieciséis Bodhisattvas siempre renacían junto con sus respectivos maestros. Los dieciséis hijos se convirtieron más tarde en Budas y, según este capítulo, enseñaron la Ley en varios países de las diez direcciones del universo. El más joven renació en este Mundo Saha como Shakyamuni.

Es por esto que el Sutra del Loto dice:

"El Honrado por el Mundo, rara vez se encuentra con
uno a quien es difícil encontrar,
dotado de inconmensurables bendiciones,
capaz de salvar a todos,
gran maestro de los seres celestiales y humanos,
quien concede piedad y consuelo al mundo.
Los seres vivos en las diez direcciones,
todos reciben beneficios en todas partes.
En los quinientos diez mil millones de tierras
de donde venimos,
hemos dejado de lado la alegría de la meditación profunda
para ofrecer limosna al Buda,
Por nuestra buena fortuna en existencias anteriores
nuestros palacios están ricamente adornados.
Ahora se los presentamos al Honrado por el Mundo,
rogando que tenga la amabilidad de aceptarlos."

Esta historia, como todo el Sutra del Loto, encierra una infinidad de enseñanzas. El Buda de la Gran Excelencia en la Sabiduría Universal es la Unidad, quien abandonó la Unidad, su reino, y se manifestó en la infinidad de los mundos y sus creaciones y evoluciones, y quien luego decidió para buscar una forma de aliviar el sufrimiento de todos los seres sintientes. Para ello, decidió aparecer como varios Budas, encarnaciones y manifestaciones personales, en los diferentes mundos para predicar las Leyes Universales, el Dharma, y ayudar a los seres a aliviar su sufrimiento y volver a su Verdadero Hogar, el Nirvana, la Unidad. La manifestación de la Unidad, de Amida, en este mundo fue el Buda Shakyamuni, pero axisten otras manifestaciones en otras partes del Cosmos, como el Buda Yakushi, el Buda de la Medicina; el Buda Ashuko o Akshobya; entre otros, quienes siempre velan por nosotros. Es por eso que nunca estamos solos. Además de ellos, existen incontables Bodhisattvas, como Kannon Bosatsu, el Bodhisattva de la Compasión, o Jizo Bosatsu, el Bodhisattva de los Votos, quienes siempre nos ayudan y guían en el camino. Junto con ellos, existen muchos maestros quienes nos llevan de la mano y nos ayudan a formar una Sangha, una comunidad de personas cimprometidas con el Despertar y la misión del Buda en el mundo. Pero más allá de todo esto, todos y cada uno de nosotros somos igualmente una manifestación de la Unidad, y podemos accesarla en todo momento, por medio de las prácticas budistas. Luego de ponerlas en práctica, nuestro únicos tesoros, lo único que el Buda nos pide y que podemos ofrecerle al Honrado por el Mundo, son la fe y las muestras del beneficio que hemos adquirido al estudiar y poner en práctica sus enseñanzas, y cómo hemos hecho del mundo un lugar mejor, con menos sufrimiento.

Luego de estas dos historias, el Buda le confiere una predicción de Budeidad a todos los seres presentes, y a todos los seres en los tres periodos de tiempo, incluyéndonos a todos y cada uno de nosotros. Todos alcanzaremos la Budeidad, salvaremos a incontables seres sintientes, y regresaremos a nuestro Verdadero Hogar. Pero aún estamos en el Camino, y debemos realizar nuestra misión y destino. ¿Cómo podemos realizar esto? El Buda mismo nos dice posteriormente en el Sutra del Loto: 

"Si hay buenos hombres y buenas mujeres que, después de que el Así Venido (Tathagata) ha entrado en extinción, desean exponer este Sutra del Loto para las cuatro clases de creyentes, ¿cómo deberían exponerlo? Estos buenos hombres y buenas mujeres deben entrar en la habitación del Tathagata y ponerse la túnica del Tathagata, sentarse en el asiento del Tathagata, y luego, por el bien de los cuatro tipos de creyentes, exponer ampliamente este Sutra.

"La habitación del Tathagata es el estado mental que muestra gran piedad y compasión hacia todos los seres vivientes. La túnica del Tathagata es la mente que es gentil y tolerante. El asiento del Tathagata es el vacío de todos los fenómenos'. Uno debe sentarse cómodamente en él y después de eso, sin una mente nunca perezosa o negligente, debe, por el bien de los Bodhisattvas y los cuatro tipos de creyentes, exponer ampliamente este Sutra del Loto."

El Sutra del Loto, como hemos visto, no es solo el sermón más importante del Buda en todo el mundo, sino que se refiere a todo el Buddhadharma. 

Dentro del mundo budista aún existen muchas escuelas, maestros y personas que nunca han escuchado esta revelación hecha por el Buda en el Sutra del Loto; peor, hay algunos que lo han ignorado o maliciosamente rechazado. Todavía muchos se aferran a las revelaciones parciales y temporales del Budismo Primitivo, e ignoran o niegan las verdades reveladas por el Buda en el Sutra del Loto, el cual es su testamento, y el cual contiene la verdad de su aparición, su misión y su voluntad en el mundo. Es por eso que me alegra que lejos de estar muerto, el Buda es una fuerza dinámica en el mundo y se ha asegurado que esta Verdad no haya desaparecido. Es por eso que el Buda inspiró y continuó la Tradición del Loto, la cual comienza con él en este mundo, y ha sidp preservada por inspiración divina por muchos maestros como Asvaghosha, Nagarjuna, Vasubandhu, Kumarajiva y Taoshen, y que fue restaurada por el Gran Maestro Chih-i e institucionalizada en su escuela Tientai, y que finalmente fue perfeccionada por el Gran Maestro Saicho en la formación de la escuela Tendai, y de la escuela Tendai, la misma ha permeado e influenciado las escuelas del Budismo Japonés y continúa hasta nuestros días. Todos somos un eslabon en la cadena dorada de la Tradición del Loto. Cuán alegre y humildes debemos sentirnos. Somos los herederos del Buda, los Hijos del Buda, y por ello, cargamos una gran responsabilidad, la cual debemos cumplir con una gran compasión, informada por la Unidad, y siempre guiados por la sabiduría del Dharma y el deseo de ayudar y salvar a todos los seres sintientes. 

Como dice el Buda en el Sutra del Loto:

"Ahora debes seguir adelante ...
esto no es más que una ciudad fantasma.
Vi que estabas cansado y agotado
y querías volver a la mitad del viaje.
Por lo tanto, utilicé el poder de los medios hábiles
para evocar esta ciudad por el momento.
Ahora debes seguir adelante con diligencia
para que juntos lleguen al lugar donde está el tesoro".