Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Shingi Hokke Shu - Escuela del Loto Reformada 新義法華宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


viernes, 19 de abril de 2024

El Espíritu del Buda: Las Enseñanzas de los Sutras Tathagatagarbha - El Sutra de la Naturaleza Búdica 2

 Entre los Sermones del Buda encontrados en el Canon Budista, encontramos una serie de discursos sobre el Espíritu del Buda innato en todos los seres, la Naturaleza Búdica. Al principio de su ministerio público, el Buda negó la existencia de un "Alma" (Atman) que fuera eterno, inmutable e independiente, para que sus discípulos pudieran desapegarse de sus conceptos erróneos de sí mismos y del mundo que imperaban en su época y puedieran abrir sus mentes y corazones para la Verdad. Sin embargo, durante el transcurso de su ministerio iluminado, y especialmente, en la década final de su vida en la Tierra, el Buda reveló que sí existe un Espíritu dentro de todos los seres, el cual es eterno, pero no separado del Todo, pues es uno con el Buda y con todos los seres sintientes. Este es su Espíritu, el Espíritu del Buda Eterno, que mora en el corazón de todos nosotros, y es gracias a ese Espíritu que los seres pueden alcanzar el Despertar y la Budeidad. Estos sermones dentro del Canon Budista se conocen como los Sutras Tathagatagarbha, que culminan con el último sermón dado por el Buda en este mundo, el Sutra del Nirvana.

Como hemos visto hasta el momento, la Naturaleza Búdica, el Espíritu del Buda en todos los seres, es un Misterio Budista. Al considerar el mismo, uno debe tener en todo momento en cuenta de que la Naturaleza Búdica es, en última instancia, incomprensible e inexplicable para la mente no despierta. El hecho es que cualquier cosa que uno diga sobre la Naturaleza Búdica no puede captar plenamente su plenitud de misterio y perfección, ya que las palabras son, en última instancia, inadecuadas para la tarea y no hay nada en el mundo que realmente pueda compararse con ella. Esto se afirma explícitamente en el Sutra de Angulimaliya, así como en el Sutra del Nirvana. Es por esto que muchos budistas tienen nociones erróneas sobre la Naturaleza Búdica, y niegan el Verdadero Ser. Estos son los Budistas Nihilistas, y tristemente, son la mayoría. Así, el Espíritu del Buda en todos los seres constituye el reino o esfera inconcebible de los propios Budas y nutre a cada persona en quien se encuentra (es decir, a cada ser). Sólo cuando se ve y se conoce verdaderamente mediante una profunda introspección interior y una visión espiritual purificada, se puede comprender plenamente. Y en ese momento, uno se ha convertido en un Buda.

"Oh, buenos hijos, es como el hueso dentro de una fruta de mango que no se pudre. Cuando lo plantas en el suelo, se convierte en el árbol más grande y majestuoso. De la misma manera, buenos hijos, cuando miro a los seres sintientes con mi visión del Buda, veo que el Tathagatagarbha está rodeado por una cáscara de ignorancia, así como las semillas de una fruta sólo se encuentran en su núcleo. Buenos hijos, ese Tathagatagarbha es frío e inmaduro. Es la profunda quietud del Nirvana la que se logra con la gran sabiduría. Se le llama el verdaderamente Iluminado, el Tathagata, el Arhat, etc. Buenos hijos, después de que el Tathagata ha observado a los seres sintientes, revela este mensaje para purificar la sabiduría de los Bodhisattvas y los grandes seres'.

"En ese momento, el Honrado por el Mundo se expresó en versos, diciendo:

"Es como el hueso del mango,
que no se pudre.
Plántalo en la tierra
e inevitablemente crecerá un gran árbol.
La visión impecable del Tathagata
ve que el Tathagatagarbha
dentro de los cuerpos de los seres sintientes
es como la semilla dentro de una flor o fruto.
Aunque la ignorancia cubra el Buddhagarbha,
debes tener fe y darte cuenta
de que posees la sabiduría del Samadhi,
nada de lo cual puede ser destruido.
Por esta razón explico el Dharma
y revelo el Tathagatagarbha,
para que puedas alcanzar rápidamente el sendero más elevado,
así como una fruta crece hasta convertirse en el más majestuoso de los árboles".

El Buda continúa expresando en símiles hermosos la existencia del Verdadero Ser (el cual no es llamado aún así hasta el final de su vida en el Sutra del Nirvana). En este símil, el Buda equipara su Espíritu con la semilla de un mango, el cual, una vez se planta en el suelo fértil (de una vida espiritual equilibrada, un Budismo Completo) da fruto y se convierte en un maravilloso árbol, en un Buda. El Espíritu del Buda, aunque vivo, se encuentra dormido dentro de la mayoría de los seres, por incontables vidas. Cuando llega su momento de madurar, los seres buscan la espiritualidad, y pasan por muchas religiones y filosofías religiosas hasta llegar al Dharma, pero este no es el final, pues hay muchas denominaciones budistas. Solo cuando llegan al Verdadero Dharma Eterno del Buda es que esta semilla es nutrida con el rocía del Dharma y puede convertirse en un árbol, en un Buda. 

Hasta el momento, todos los símiles han tratado la Naturaleza Búdica, el Tathagatagarbha, como algo "separado" o "fuera" del Buda Eterno. Es en el próximo símil que el Buda revela que esta Naturaleza Búdica es una con él, y con todos los seres.

"Oh, buenos hijos, es como un hombre con una estatua de oro puro, que iba por las estrechas carreteras de otro país y temía ser victimizado y robado. Entonces envolvió la estatua en trapos gastados para que nadie supiera que la tenía. En el camino, el hombre murió repentinamente y la estatua dorada fue arrojada a un campo abierto. Los viajeros lo pisotearon y quedó totalmente sucio. Pero una persona con visión sobrenatural vio que dentro de los harapos gastados había una estatua de oro puro, así que la desenvolvió y todos le rindieron homenaje. De manera similar, buenos hijos, veo a los diferentes seres sintientes con sus muchos klesas, transmigrando a través de la larga noche del Samsara, sin fin, y percibo que dentro de sus cuerpos está el maravilloso Espíritu del Tathagata. Son augustos y puros y no diferentes de mí. Por esta razón, el Buda expone el Dharma a los seres sintientes, para que puedan cortar esos klesas y purificar su sabiduría del Tathagata. Por esto hago girar la Rueda del Dharma una y otra vez para convertir todos los mundos'.

"En ese momento, el Honrado por el Mundo se expresó en versos, diciendo:

"Es como un viajero a otro país
que lleva una estatua de oro,
que la envuelve en harapos sucios y gastados
y la arroja a un campo sin uso.
Alguien con visión sobrenatural lo ve
y se lo cuenta a otras personas.
Quitan los trapos sucios y descubren la estatua. 
Y todos se alegran mucho.
Mi visión sobrenatural es así.
Veo que seres de todo tipo
están enredados en klesas y acciones malas
y están plagados de todos los sufrimientos del Samsara.
Sin embargo, también veo que dentro
del polvo de la Ignorancia de todos los seres,
la Naturaleza del Tathagata permanece inmóvil,
Grande e indestructible.
Después de haber visto esto,
les explico a los Bodhisattvas que
los klesas y las malas acciones
cubren el cuerpo más victorioso.
Debes esforzarte por cortarlos
y manifestar la sabiduría del Tathagata.
Es el refugio de todos:
dioses, hombres, nagas y espíritus".

En estas líneas, el Buda nos dice que la Naturaleza Búdica dentro de nosotros no es diferente a él; es una con el Buda Eterno. El Buda, siendo el Alma del Universo, se compadece de sus criaturas y entra, encarnando, en los mundos, para revelar su Dharma Eterno de Salvación y permitirnos elevarnos sobre las aguas del océno interminable de nacimientos y muertes del Samsara, permitiéndonos alcanzar el Despertar an uestra Unidad Fundamental. Entonces, ya no hay deseos de escapar del Samsara, como lo querían los primeros discípulos (y los budistas Theravada hoy día). El Mundo Saha, el Samsara, es solo una cara del Nirvana. Son uno en Esencia, dos en modalidad y manifestación. El Buda nos permite ver la belleza inherente en el mundo, el cual no es nada más que una gran matriz, un útero cósmico, que permite el crecimiento de Budas, Seres Despiertos. Esto vuelve el mundo en un Refugio; el Buda Eterno (Dharmakaya) es el Verdadero Refugio, como nos dice el Sutra del Nirvana.

No hay otra religión como el Verdadero Dharma. Si bien el Buda nos revela aquí y en muchos otros Sutras que la mayoría de las religiones del mundo fueron creadas o inspiradas por Budas y Bodhisattvas, solo el Dharma Eterno del Buda, el Budismo, es la Verdadera Religión. Solo a través del Budismo podemos manifestar nuestra Verdadera Naturaleza.

"Oh, buenos hijos, es como una mujer empobrecida, vil, fea y odiada por los demás, que lleva en su seno un hijo noble, quien se convertirá en un rey sabio, un gobernante de las cuatro direcciones. Pero ella no conoce su historia futura, y constantemente piensa en él como un niño pobre y de baja cuna. De la misma manera, buenos hijos, el Tathagata ve que todos los seres sintientes son llevados por la Rueda del Samsara, recibiendo sufrimiento y veneno, pero sus cuerpos poseen el Tesoro del Tathagata. Al igual que esa mujer, ellos no se dan cuenta de esto. Por eso el Tathagata en todas partes expone el Dharma diciendo: 'Buenos hijos, no os consideréis inferiores o viles. Todos ustedes poseen personalmente la Naturaleza del Buda. Si se esfuerzan y destruyen sus males pasados, recibirán el título de Bodhisattvas o de los Honrados por el Mundo, y convertirán y salvarán a innumerables seres conscientes'.

"En ese momento, el Honrado por el Mundo se expresó en versos, diciendo:

"Es como una mujer empobrecida
cuya apariencia es común y vil,
pero que tiene un hijo de noble rango
que se convertirá en un monarca universal.
Lleno de siete tesoros y de todas las virtudes,
poseerá como rey las cuatro partes de la tierra.
Pero ella es incapaz de saberlo
y sólo concibe pensamientos de inferioridad.
Veo que todos los seres
son como niños en apuros.
Dentro de sus cuerpos está el Tathagatagarbha,
pero no se dan cuenta de ello.
Por eso les digo a los Bodhisattvas:
'Tened cuidado de no consideraros inferiores.
Vuestros cuerpos son Tathagatagarbhas;
Siempre contienen
La luz de la salvación del mundo.
Si os esforzáis
y no pasáis mucho tiempo
sentados en la sala de meditación,
alcanzaréis el camino de la realización más elevada
y salvaréis a seres ilimitados'."

En este símil, todos los seres somos la "mujer empobrecida, vil, fea y odiada por los demás, que lleva en su seno un hijo noble, quien se convertirá en un rey sabio". Somos como una mujer empobrecida porque hemos vagado por eones en el océano del Samsara, cometiendo inconcevibles malas acciones, acumulando un inmenso mal karma, sufriendo y haciendo que otros seres sufran. Esto nos vuelve feos, torcidos, odiados por los demás, e incluso, por nosotros mismos. Pero todo este tiempo no hemos sabido que llevamos cocida en nuestra ropa una gema inavuable; que llevamos en nuestro vientre (corazón) el Espíritu del Buda, "un hijo noble", que algún día será un Buda. El planeta y el universo en el cual habitamos tambiés es esa mujer empobrecida y fea, esperando reconocer el valor que lleva dentro; esperando que la redimamos, la purifiquemos, y revelemos su verdadera naturaleza, la Tierra Pura de la Luz Serena.

El Buda ha aparecido en este mundo y nos ha revelado que todos poseemos este diamante invaluable dentro de nosotros. Nos ha revelado que todos somos dignos, pues poseemos su Dignidad, su Espíritu; somos sus hijos. Si abrazamos el Dharma del Buda y lo ponemos en práctica, realizando su Voluntad - el salvar a todos los seres - podemos recobrar nuestro título y herencia, podemos ser Hijos del Buda - Bodhisattvas. No existe nada más elevado en este mundo.

"Oh, buenos hijos, es como un maestro fundidor que funde una estatua de oro puro. Una vez finalizado el lanzamiento, se invierte y se coloca en el suelo. Aunque el exterior está chamuscado y ennegrecido, el interior no ha cambiado. Cuando se abre y se saca la estatua, el color dorado es radiante y deslumbrante. De manera similar, buenos hijos, cuando el Tathagata observa a todos los seres sintientes, ve que el Buddhagarbha está dentro de sus cuerpos repleto de todas sus muchas virtudes. Después de ver esto, revela a todas partes que todos los seres obtendrán alivio. Eliminan klesas con su sabiduría diamantina y revelan el cuerpo del Buda como una persona que descubre una estatua dorada'.

"En ese momento, el Honrado por el Mundo se expresó en versos, diciendo:

"Es como una gran fundición
con innumerables estatuas doradas.
Los necios miran hacia afuera
y sólo ven los moldes de tierra oscurecidos.
El maestro fundidor estima que se han enfriado
y los abre para extraer su contenido.
Se elimina toda impureza
y los rasgos se revelan claramente.
Con mi visión del Buda
veo que todos los seres sintientes son así.
Dentro de la capa de barro de las pasiones,
Todos tienen la Naturaleza del Tathagata.
Por medio de la sabiduría adamantina,
rompemos el molde de los klesas
y revelamos el Tathagatagarbha,
como oro puro y brillante.
Así como yo he visto esto
y así he instruido a todos los Bodhisattvas,
así tú deberías aceptarlo
y convertir a todos los demás seres a su vez'."

Esta Herencia Iluminada no es solo para los Bodhisattvas Trascendentales, seres superiores a nosotros, sino que es para todos los seres. El Buda, en su infinita Misericordia y Amor, extiende su mano de salvación y abre la Tesorería del Dharma para todas sus criaturas, sin importar su condición. Como veremos posteriormente en el Sutra de Angulimala, no importa lo que hayamos hecho, todos podemos cambiar nuestro destino y redimirnos, así como Angulimala se redimió, e incluso el Rey Ajashathru pudo redimirse en el Sutra del Nirvana.

Esta es una enseñanza poderosa que contiene el Poder del Buda y su Dharma. El mero hecho de escucharla o leerla, si se acepta de todo corazón, puede transformar nuestras vidas. Como dice el Buda a continuación:

"En ese momento, el Honrado por el Mundo habló a Vajramati y a los demás Bodhisattvas y grandes seres, diciendo: 'Ya sean monjes o laicos, buenos hijos e hijas, debéis aceptar, recitar, copiar, reverenciar y exponer ampliamente este Sutra del Tathagatagarbha en beneficio de los demás. Las virtudes que de él derivarás son inestimables. Vajramati, si hubiera un Bodhisattva que, por el camino del Buda, trabajara diligente y asiduamente, o que cultivara poderes espirituales, o que entrara en todos los Samadhis, o que deseara plantar las raíces de la virtud, o que adorara a los Budas del presente, más numerosos que las arenas del río Ganges, o que erigiera más estupas de siete joyas que arenas hay en el río Ganges, de una altura de diez yojanas [un yojana equivale a unas nueve millas] y una profundidad y de un yojana, o que instalaran en esas estupas divanes de siete joyas cubiertas con pinturas divinas, o que erigieran diariamente para cada Buda más estupas de siete joyas que arenas hay en el río Ganges, y que se las regalaran a cada Tathagata y Bodhisattva y Shravaka en la asamblea, o que hicieran este tipo de cosas en todas partes para todos los Budas actuales, cuyo número es mayor que las arenas del río Ganges, o que erigieran cincuenta veces más estupas enjoyadas que arenas en el río Ganges y los presentara a cada Tathagata, Bodhisattva y Shravaka en la asamblea, o que hizo este tipo de cosas en todas partes para todos los Budas actuales, cuyo número es mayor que las arenas del río Ganges, o quién erigiera cincuenta veces más estupas enjoyadas que arenas en el río Ganges y que las presentara como ofrenda a cincuenta veces más Budas, Bodhisattvas y Shravakas en la asamblea que arenas en el río Ganges, y que hicieran esto durante incontables cientos, miles y decenas de años. Oh, Vajramati, ese Bodhisattva todavía no sería igual a la persona que encuentra alegría e iluminación en el Sutra del Tathagatagarbha, que lo acepta, lo recita, lo copia o incluso venera una sola de sus metáforas. Oh, Vajramati, aunque el número de buenas raíces y virtudes plantadas por esos buenos hijos en nombre de los Budas es incalculable, no llega a una centésima o una milésima ni a ninguna fracción calculable posible del número de virtudes alcanzadas por los buenos hijos e hijas que veneran el Sutra del Tathagatagarbha'.

"En ese momento, el Honrado por el Mundo se expresó en versos, diciendo:

"Si hay una persona que busca la Iluminación,
que escucha y acepta este Sutra,
y que copia y venera
incluso un solo verso,
el sutil y profundo Espíritu del Tathagata
surgirá instantáneamente, acompañado de alegría.
Si os entregais a esta verdadera enseñanza,
vuestras virtudes serán incalculables.
Si hay una persona que busca la Iluminación,
que ha alcanzado grandes poderes espirituales
y que desea hacer una ofrenda
a los Budas de las diez direcciones
y a los Bodhisattvas y Shravakas de la asamblea,
cuyo número es mayor
que las arenas del Ganges,
Cien millones de veces incalculable;
Si para cada uno de los Budas
construyera una maravillosa estupa enjoyada
de diez yojanas de altura
y cuarenta li de ancho [un li equivale aproximadamente a un tercio de milla],
dentro de la cual otorgaría un asiento de siete joyas,
con todas las maravillas
Apropiada para el augusto Maestro,
Cubierto de divinos cuadros y cojines,
Cada uno con sus propios diseños únicos;
Si ofreciera a los Budas y a la Sangha
un número incalculable de éstos,
más que las arenas del río Ganges,
y si los ofreciera
sin cesar día o noche
durante cientos y miles
y decenas de miles de eones,
las virtudes que obtendría de esta manera
no podría compararse con
las virtudes mucho mayores de
la persona sabia que escucha este Sutra,
que acepta incluso una sola metáfora de él
y que lo explica para beneficio de los demás.
Los seres que se refugian en él
alcanzarán rápidamente el camino más elevado.
Los Bodhisattvas que dedican su pensamiento
al profundo Tathagatagarbha,
saben que todos los seres lo poseen
y rápidamente alcanzan el sendero más elevado".

Esta es la Promesa del Buda en este Sutra. Este Sutra, si bien fue predicado al comienzo del Periodo Mahayana, aproximadamente diez años tras el Buda manifestar su Budeidad en este mundo, contiene enseñanzas elevadas pertenecientes al Periodo del Loto y del Nirvana, las Enseñanzas Perfectas y Completas, por lo que cae en la categoría de Enseñanza Secreta (de las Cuatro Enseñanzas del Método del Gran Maestro Chih-i y la escuela Tendai), pues, aunque el Buda lo predicó para el beneficio de todos, solos los Bodhisattvas avanzados la comprendieron realmente; los discípulos Shravakas y Pratyekabuddhas, así como los devotos laicos, no pudieron comprenderla, por lo que el Buda volvió a predicar sobre la Naturaleza Búdica, su Espíritu en todos los seres, muchas otras ocasiones, siendo la última y definitiva en su último sermón en la Tierra, el Sutra del Nirvana. 

Como vemos, el Buda se eforzó por hacer incapié en la importancia y el poder de esta enseñanza. Al lector, le pregunto: ¿habías escuchado de la existencia del Espíritu del Buda (Naturaleza Búdica) en todos los seres? Puedo contestar por la mayoría que no, que por el contrario, el Buda había predicado la existencia del No-Ser, el Anatman; jamás el Buda había predicado algo sobre su Espíritu o el Verdadero Ser. Sin embargo, aquí pongo en tus manos este gran tesoro. Si no lo crees, o no lo comprendes, acéptalo con fe, y te prometo que serás bendecido inmensurablemente. 

En el Sutra del Tathagatagarbha, el Buda por fin predica por primera vez la noción de una Realidad Espiritual central y suprema, increada e inmortal en todas las criaturas vivientes; el Espíritu del Buda en todos los seres, el cual es indestructible, omnisciente, eterno, infinito, puro, benevolente, nutritivo y dichoso en todos y cada uno de los seres (animales incluidos), que empodera a cada ser para convertirse en un Buda. Como veremos posteriormente en el Sutra de Angulimala, esta Esencia espiritual es inherente y forma la base de todos los fenómenos sin excepción y contiene todas las cualidades buenas y verdaderas. Así, esta enseñanza complementa la doctrina de la Vacuidad (Sunyata) de los fenómenos mundanos: las cosas mundanas están vacías de una identidad individual propia, eternamente inmutable, pero no de las virtudes perfectas del Buda presente en todas partes. El Tathagatagarbha repleto de virtudes es, de hecho, nada menos que la misma Potencia generadora del Buda: el estado del Despierta o Conocimiento Espiritual (Bodhi o Buddha-jnana) oculto en las profundidades de cada persona. 

Es imprtante destacar desde ahora que la doctrina de la Naturaleza Búdica es presentada abrumadoramente por el Buda en los Sutras Tathagatagarbha como una verdad definitiva y absoluta, no como una enseñanza elemental, provisional; es una verdad, un dogma, absoluto, no un medio hábil. El medio hábil fue la doctrina del No-Ser que el Buda ahora refuta, no por ser errónea o falsa, sino por ser incompleta. Lo que el Buda quiso permitir que los seres entendieran con la doctrina del Anatman es que los seres no son su cuerpo, ni sus emociones, ni sus pensamientos, ni sus voliciones, y que no existen de forma separada e independiente del Todo, sino que son como una ola en un Gran Océano; son una manifestació de la Vida Eterna del Cosmos, del Buda Eterno, y como olas en el océano, no están separadas del agua, sino que son una desde un principio con Todo.

El Tathagatagarbha es llamado en ocasiones por el Buda el Verdadero Ser ("Satya-Atman") o el Principio Búdico ("Buddha-dhatu"), y es indestructible. No conoce la muerte, sólo la Vida Eterna. Este Espíritu del Buda está presente en todas partes, como afirma el Buda en el Sutra del Nirvana. Los Sutras Tathagatagarbha dejan muy claro que en su naturaleza última el Espíritu del Buda es una Esencia espiritual incondicionada, inmutable, virtuosa, eterna, inefable, libre de los confines del tiempo, el lugar y el proceso. Y cuando se le denomina el Ser (como en el Sutra del Nirvana), no se refiere al ego mundano, mutable y condicionado (nuestro ser finito y falso cotidiano), sino que se equipara con el Verdadero Ser eterno e inmutable del Buda (que se encuentra en todos los seres), que es uno con el Gran Nirvana, la Unidad Fundamental.

Como veremos más a profundidad, este Espíritu del Buda es revelado por el Buda a sus estudiantes avanzados como la Quintaesencia Búdica inmutable y pacífica dentro de cada ser (el "svabhava" o "Atman" – el Alma infinita, unitaria y sin ego del Buda Eterno), pero que también funciona activamente como semilla de todas las cualidades espirituales positivas y subyace a la sed del Nirvana, y que de hecho hace posible la obtención del Nirvana (ya que el Nirvana, a través del Tathagatagarbha, ya está presente dentro de nosotros). Así, el Tathagatagarbha es dipolar y posee tanto un modo inactivo, tranquilo e inmóvil, cuando está dormido o sumido en la Oscuridad de la Ignorancia, y un modo dinámico y activo de nutrir y liberar a todos los seres que sufren, dándoles esa sed por espiritualidad y progreso, que los conduce a la religión y eventualmente al Dharma del Buda.

El Buda ilustra ahora el poder de esta Enseñanza con una historia pasada de una persona que, gracias a esta Enseñanza, pudo alcanzar la Budeidad.

"En ese momento, el Honrado por el Mundo se dirigió nuevamente al Bodhisattva Vajramati y le dijo: 'En un tiempo incalculable, muy lejano en el pasado distante, hace más tiempo que muchos eones inconcebibles, hubo un Buda que fue llamado el Rey Otorgador de Luz, el Tathagata, el Arhat, el Verdaderamente Iluminado, el Poseído de Acciones Brillantes, Aquel que ha trascendido bien el mundo, el Maestro que ha alcanzado lo más elevado, el Héroe de la Armonía, el Maestro de hombres y dioses, el Buda, el Honrado por el Mundo. Oh, Vajramati, ¿por qué fue llamado el Rey Otorgador de Luz? Cuando ese Buda estaba practicando originalmente el camino del Bodhisattva y descendió como espíritu al útero de su madre, siempre emitía una luz que penetraba e iluminaba en un instante incluso los átomos más pequeños de los miles de mundos búdicos en las diez direcciones. Cualquier ser que viera esta luz se llenaba de alegría. Sus klesas fueron destruidos; quedó dotado del poder de la forma; su sabiduría se perfeccionó; y alcanzó una elocuencia que no conoció obstáculos. Si un habitante del Infierno, un fantasma hambriento, un animal, el rey Yama - el Señor de los Muertos - o un asura veían esta luz, todos sus renacimientos en los reinos del mal se interrumpían y nacía como un dios. Si algún dios vio esta luz, alcanzó la irreversibilidad en el camino más elevado y fue dotado de los cinco poderes sobrenaturales. Si alguien que había alcanzado la irreversibilidad veía esta luz, alcanzaba la paciencia no nacida del dharma y los cincuenta Dharanis [encantamientos] de la virtud. Vajramati, todas las tierras iluminadas por esa luz se volvieron majestuosas y puras, como porcelana translúcida, con cordones dorados que marcaban el Nbble Sendero Octuple, exuberantes con la fragancia de varios tipos de árboles, flores y frutas enjoyados. Ligeras brisas soplaban suavemente a través de ellos, produciendo sonidos suaves y sutiles que exponían libre y sin restricciones las Tres Joyas, las virtudes del Bodhisattva, el poder de las buenas raíces, el estudio del camino, la meditación y la liberación. Los seres que escucharon todo esto alcanzaron la alegría en el Dharma. Su fe se hizo firme y fueron liberados para siempre de los reinos del renacimiento maligno. 

"Vajramati, debido a que todos los seres de las diez direcciones fueron instantáneamente envueltos en luz, a las seis en punto cada mañana y tarde juntaron sus palmas y ofrecieron adoración. Vajramati, hasta el momento en que alcanzó la Budeidad y el Nirvana sin dejar rastro, el lugar donde ese Bodhisattva surgió del útero siempre brilló con luz. Y después de su Nirvana final, la estupa en la que se guardaban sus cenizas también brilló con luz. En consecuencia, los habitantes de los reinos celestiales lo llamaron el Rey Otorgador de Luz. Vajramati, cuando el Rey Otorgador de Luz, el Tathagata, el Arhat, el Universalmente Iluminado, alcanzó por primera vez la Budeidad, entre sus discípulos del Dharma había un Bodhisattva llamado Luz Ilimitada, así como un grupo de otros dos mil millones de Bodhisattvas. El Bodhisattva Luz Ilimitada se volvió hacia el lugar donde estaba el Buda y preguntó sobre el Sutra del Tathagatagarbha, y el Buda se lo explicó. Estuvo en su asiento durante cincuenta largos eones. Y debido a que protegió los pensamientos de todos los Bodhisattvas, su voz llegó a todos los lugares de los diez mundos búdicos, incluso hasta los átomos más pequeños, y se extendió a cientos de miles de tierras búdicas. Debido a los innumerables y diferentes orígenes de los Bodhisattvas, presentó cientos de miles de metáforas. Lo llamó el 'Sutra Tathagatagarbha Mahayana'. Todos los Bodhisattvas que lo escucharon predicar este Sutra lo aceptaron, lo recitaron y lo practicaron tal como se les había explicado. Todos menos cuatro de los Bodhisattvas alcanzaron la Budeidad. Vajramati, no debes considerarlos excepcionales. ¿En qué podría ser diferente de ti el Bodhisattva Luz Ilimtada? Eres idéntico a él. Los cuatro Bodhisattvas que aún no habían alcanzado la Budeidad eran Manjushri, Avalokiteshvara, Mahasthamaprapta y tú, Vajramati. Vajramati, el Sutra del Tathagatagarbha tiene una capacidad abundante. Cualquiera que lo escuche puede alcanzar el Camino del Buda'.

"Entonces el Buda volvió a expresarse en verso, diciendo:

"Hace incontables eones,un Buda Otorgador de Luz
siempre brilló con una gran luz
e iluminó innumerables tierras en todas partes.
El Bodhisattva Luz Ilimitada
alcanzó por primera vez el camino bajo ese Buda
y solicitó este Sutra.
En consecuencia, el Buda lo predicó.
Todos los que lo encontraron salieron victoriosos,
y todos los que lo escucharon
alcanzaron la Budeidad,
excepto cuatro Bodhisattvas.
Manjushri, Avalokiteshvara,
Mahasthamaprapta y Vajramati:
estos cuatro Bodhisattvas
escucharon anteriormente este Dharma.
De ellos, Vajramati
fue el discípulo más talentoso.
En ese momento se llamaba Luz Ilimitada
y ya había escuchado este Sutra.
Cuando originalmente busqué el camino
hacia el estandarte del león que marca el lugar del Buda,
yo también recibí este Sutra una vez
y lo practiqué tal como lo había escuchado.

"Gracias a estas buenas raíces,
rápidamente alcancé el camino del Buda.
Por lo tanto, todos los Bodhisattvas
deben defender y predicar este Sutra.
Después de haberlo escuchado
y practicado tal como se ha explicado,
se convertirán en Budas tal como lo soy yo ahora.
Si una persona practica este Sutra,
se comportará como el Honrado por el Mundo.
Si una persona obtiene este Sutra,
será llamado 'Señor del Buddhadharma'
y luego, en nombre del mundo, protegerá
lo que todos los Budas proclaman.
Si alguien practica este sutra,
será llamado 'El Rey del Dharma'
y, a los ojos del mundo,
merecerá ser alabado
como el Honrado por el Mundo'.

"Luego, cuando el Honrado por el Mundo terminó de exponer este Sutra, Vajramati, junto con los cuatro grupos de Bodhisattvas, los dioses, los gandharvas, los asuras y el resto, se regocijaron por lo que habían oído explicar al Buda y practicaron. como les habían dicho."

El Buda, durante todo su ministerio en la Tierra, ilustró sus enseñanzas con parábolas e historias de vidas pasadas, para poder destacar que todos, repito, todos, podemos poner en práctica sus enseñanzas y alcanzar sus frutos, como el Despertar y la Budeidad. 

Com vimos en este Sutra, de acuerdo con el Canon y la Tradición Budista, todos los seres poseen el Espíritu del Buda, su Naturaleza Búdica, pues todos somos una emanación del Buda Eterno, el Universo. Por ello, todos los seres poseen la capacidad de alcanzar el Despertar y pueden convertirse en Budas. El Buda mismo predijo la Budeidad de todos sus discípulos en el Sutra del Loto, incluyéndonos a nosotros. Por mi parte, creo que todos podemos alcanzar el Despertar - y de hecho, muchos ya lo han hecho - pero no creo que todos puedan alcanzar la misma Budeidad del Buda. Permítanme explicarme. 

Todos podemos alcanzar el Despertar a nuestra Unidad Fundamental. De hecho, muchos de nosotros hemos tenido algún vislumbre o la totalidad de la experiencia, la cual ha transformado nuestras vidas y nos ha dado la inspiración (por la Gracia del Buda) de reclamar nuestra herencia divina y ser Hijos del Buda, Bodhisattvas, y ayudar en la labor salvífica dhármica del Buda en esta Tierra. Esta es una respuesta al llamado del Buda, una repsuesta que obliga una respuesta, y que no puede ser nada sino afirmativa, en agradecimiento por sus muchas bendiciones. Pero no todos podemos alcanzar la misma Budeidad del Buda. De hecho, ningún ser sintiente - en mi opinión - puede alcanzar la Budeidad del Buda, pues si bien somos uno en Esencia, somos distintos.

Nuestra Budeidad y la Budeidad del Buda son iguales, pero diferentes. Son iguales en Esencia pero diferentes en manifestación. Después de todo, el Buda fue una encarnación de la Personalidad del Cosmos, su Alma, su Consciencia Universal, y nosotros solo somos meras manifestaciones temporales, finitas e imperfectas, que podemos alcanzar un grado innato de cuasi-perfección. Aún así, el Buda Eterno, en su infinita Misericordia y Compasión, nos permite participar de su Esencia, de su Poder - nos otorga su Gracia - para que podamos alcanzar el mismo estado espiritual de un Buda. Pero como mencionamos anteriormente, por más que hablemos de esto, sigue siendo un Misterio que solo puede ser comprendido por el Buda. Somos agradecidos por la infinita Compasión del Buda quien ,en su infinita Sabiduría, pudo explicarnos esta Verdad de tal forma que, aun con nuestros ojos ciegos, oidos sordos y poco merecido, logró encontrar las palabras necesarias para permitirnos vislumbrar este Misterio.