Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


martes, 23 de abril de 2024

Joyas de la Tesorería del Dharma: La Sabiduría del Maestro Ippen - El Dharma se Vive en la Vida Diaria

 


Una de las creencias erróneas populares de las personas, incluidos miuchos budistas, es que hay que mudarse a un lugar solitario y aislado del mundo para practicar el Verdadero Dharma. Pero el Buda nos dice en su Canon en muchas ocasiones que el Verdadero Dharma, el Budismo, se practica en la vida diaria; en el "loto de fuego" de la sociedad.

El Buda, cuando predicaba su Dharma en la Tierra, vivía en los alrededores de las ciudades donde las personas se congregaban para que pudieran escuchar y beneficiarse de su Dharma, su Enseñanza. Igualmente, cuando mendigaban entre las casas y pueblos, llevaban la buena nueva del Buda. El Buda hizo énfasis en que no se podía discriminar entre los estratos sociales ni las personas; todas eran dignas de su Dharma de Salvación; todos podían dar Caridad a la vez que recibían el Alimento del Dharma Eterno. Así, la Sangha, lejos de ser algo fuera del mundo, se encuentra en el mundo. Sin embargo, con el pasar del tiempo, a medida que el Budismo se esparcía por la India y todo Asia, años tras el Parinirvana del Buda, su Verdadero Dharma - como el mundo - se comenzó  deteriorar. Pasados quinientos años tras la desaparición física del Buda en la Tierra, entramos en la Era del Dharma de la Semblanza, donde las personas ya no estab tan interesadas en la espiritualidad y sus capacidades se embotaban; de igual forma, la Orden Budista, compuesta de personas, perdía su poder de presentar el Dharma adecuadamente, por lo que los monjes comenzaron a alejarse de las personas y residir en las montañas y bosques, lejos de la sociedad. Tras 1,00 años del Parinirvana del Buda, entramos finalmente en la Era Final del Dharma (Mappo), donde los seres se encuentran cada vez más sumidos en la Oscuridad de la Ignorancia, llenos de deseos, pasiones y mal karma. Esto salpica igualmente sobre la Orden Budista, pues los monjes son, después de todos, humanos, y cuando se vive en una era degenerada, todos somos degenerados, sin excepción, por lo que tuvieron que alejarse de la sociedad casi por completo para poder practicar el Dharma correctamente y alcanzar su desarrollo espiritual. Esto hizo que el Budismo fuera asociado exclusivamente con el retiro de la sociedad y la soledad de las montañas.

El Santo Ippen nos recuerda que el Budismo no estuvo hecho para la soledad montañosa, ni para solo unos pocos que abandonan la sociedad, sino que fue predicado para la salvación y el Despertar de todos los seres. Para ello, el Budismo debe de estar en la sociedad, y ser practicado en medio de la misma. Ippen nos dice:

"Hay tres clases de practicantes del Nembutsu. El practicante de la naturaleza superior, mientras mantiene esposa e hijos y vive una vida hogareña ordinaria, está libre de todos los apegos y así logra el Renacimiento. El practicante de naturaleza media, aunque abandona su esposa e hijos, todavía mantiene un lugar para vivir y provisiones para ropa y comida, y al no tener ningún apego a ellos logra Renacer. El practicante de la naturaleza inferior abandona y se libera de todas las cosas para alcanzar el Renacimiento. Estamos convencidos de que, dado que somos de naturaleza inferior, si no lo abandonáramos todo, indefectiblemente acariciaríamos apegos a cosas diferentes en el momento de la muerte y esto obstaculizaría nuestro nacimiento. Por eso practicamos de esta manera. Debéis deliberar sobre esto plenamente en vuestras propias mentes."

Con estas palabras, el Santo Ippen nos dice que, dado a que vivimos en la Era Final del Dharma, donde los seres poseen poca capacidad mental y espiritual para el Verdadero Dharma, debemos muchas veces de alejarnos temporeramente de la sociedad, y como los monjes de la antiguedad, retirarnos a la montaña (al templo en un retiro budista) para poder alcanzar el Renacimiento, es decir, para poder practicar el Dharma correctamente. Aquí, Ippen nos dice que, para poder abordar el Verdadero Dharma correctamente, debemos de dejar todo a un lado - nuestros trabajos, nuestra familia, nuestras obligaciones y enredos mundanos - sobre todo, nuestras visiones erróneas del mundo y de nosotros mismos (y del Budismo), para poder aprender a desaprender; para poder vaciar nuestra copa (mente) y recibir te fresco (verdadera información sobre el Dharma). La mayoría de la información sobre Budismo que encontramos en el mundo (y sobre todo, en internet) es errónea, falsa o parcial. Es por eso que, viviendo como seres de "naturaleza inferior", debemos de abordar el Verdadero Dharma de fuentes fidedignas, acordes con el Canon y la Tradición Budista. Una vez hacemos esto, podemos subir en capacidad, dejando de ser seres inferiores, para poder ser seres de "capacidad media", y finalmente, seres de "naturaleza superior", y así, podes vivir el Verdadero Dharma en medio de la sociedad, en nuestra famila, trabajo, comunidad y con todos los seres sintientes. Esto es aplicar el Verdadero Dharma a todos los aspectos de nuestra vida cotidiana. 

"Al oír esto, alguien preguntó: 'En la explicación de los tres tipos de practicantes, el Sutra del Buda de la Luz y Vida Infinita (Sutra Largo) enseña que el practicante superior es aquel que abandona el hogar y desecha los deseos. Esto difiere de lo que acabas de decir. Por favor explique por qué'.

"Ippcn respondió: 'Todo lo que el Budismo requiere del funcionamiento del corazón y de la mente. Las apariencias externas no son motivo de preocupación. El corazón, al abandonar el hogar y desechar los deseos, queda sin apegos; esto es lo que se enseña como practicante superior."

Como vemos, no hay que abandonar nuestras parejas, familias, trabajos y el mundo para poder abordar y practicar correctamente el Verdadero Dharma; debemos de hacerlo temporeramente para poder dedicarnos de lleno, sin obstáculos, y entrenar nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu a poder hacer lo mismo que hacemos sin obstáculos, en la soledad del retiro espiritual, en medio de la sociedad, con todos sus problemas y distracciones. Solo entonces estamos practicando verdaderamente el Verdadero Dharma.