Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


jueves, 18 de abril de 2024

El Ministerio del Buda: Abordando las Enseñanzas Preparatorias del Buda en el Canon Pali - 1 - El Sutra del Giro de la Rueda del Dharma

 El Buda Shakyamuni, tras alcanzar su Despertar bajo el Arbol Bodhi y manifestar su Budeidad en este mundo, predicó el Sutra Avatamsaka (Sutra de la Guirnalda de Flores) para el preparar el terreno espiritual de este sistema mundial y permitirle a todos los seres alcanzar igualmente su Despertar. Luego de esto, el Buda transfiguró su cuerpo y asumió nuevamente la forma física de un monje asceta, y se dirigió a donde se encontraban sus primeros cinco discípulos para exponerle el Dharma Preparatorio que había ideado y comenzar el trabajo dhármico de abrir los corazones y mentes de los seres, y así, poder revelar eventualmente la Verdad, su Verdadero Dharma Eterno. Con estas primeras enseñanzas, el Buda buscó eliminar todos los conceptos erróneos de los seres sobre el mundo y sobre sí mismos, por lo que su primera tarea fue hacer que se desapeguen de los mismos. 

El Buda, tras manifestar su Budeidad, se dirigió a Benares, en Isipatana, en el Parque de los Ciervos, y allí encontró a sus primeros cinco discípulos, quienes lo habían abandonado tras el Príncipe Asceta haber dejado a un lado las mortificaciones extremas que el grupo pensaba los llevaría a la liberación. Al ver al Príncipe Asceta venir, se pusieron de acuerdo en ignorarlo por haber abandonado el camino del renunciante, pero al ver al Príncipe Asceta acercarse, no pudieron ignorar el aura luminosa que ahora rodeaba a su antiguo compañero del camino. Impresionados por la Luz que emanaba de él, los cinco hicieron espacio para que el Príncipe Asceta se sentara delante de ellos y le contara cómo había alcanzado la cima espiritual. El Buda los miró y sonrió, y los cinco compañeros cayeron al suelo en reverencia. Este no era el Príncipe Asceta que ellos habían abandonado. Entonces, le preguntaron: "Maestro, ¿eres un deva un dios?", a lo que él contestó: "No, no soy un deva". "¿Eres un gandharva, un ser celestial?", a lo que él contestó: "No, no soy un ser celestial". "¿Eres un ser humano?", a lo que él contestó: "No, no soy un ser humano". Finalmente, los discípulos le preguntaron: "Entonces, ¿qué clase de ser eres?". El Príncipe Asceta entonces contestó: "Soy un Buda, un Ser Despierto." Con estas palabras, el Buda dio un preludio de su Verdadera Persona, el Dios de Dioses, pero por el momento, sus discípulos debían pensar que era un ser humano común y corriente que había alcanzando la más alta meta espiritual: el Despertar; se convirtió en un Buda. Desde entonces, sus discípulos lo llamaron el Buda Shakyamuni, qui significa el Despierto Sabio del Clan Shakya.

Ansiosos por poder alcanzar su propio Despertar Espiritual, los cinco discípulos se refugiaron en la Luz Bendita del Buda y le pidieron humildemente que los guiara en el Camino al Despertar. Así, el Buda predicó su primer sermón público, llamado el Giro de la Rueda del Dharma, pues, esta era la primera vez que el Dharma Eterno era pronunciado en el planeta Tierra, y el mismo estaba destinado a cambiar el destino de todos sus seres por la eternidad.

El Buda se dirigió entonces a sus primeros cinco discípulos y les dijo, en las palabras del Sutra:

"Estos dos extremos, Oh monjes, no deberían ser seguidos por un renunciante. ¿Cuáles son éstos dos? Complacencia en los placeres sensuales, esto es bajo, vulgar, ordinario, innoble y sin beneficio; y adicción a la mortificación, esto es doloroso, innoble y sin beneficio. No siguiendo estos dos extremos el Tathagata ha penetrado el Camino Medio que genera la visión, que genera el conocimiento, que conduce a la paz, que conduce a la sabiduría, que conduce a la iluminación y que conduce al Nirvana."

El Buda comienza su Ministerio Público con un sermón sobre el Camino Medio. ¿Cuál es el Camino Medio? Es el camino entre los dos extremos o polaridades que gobiernan el mundo y los seres. Cuando el Buda vivía como un Príncipe, vivía en absoluta opulencia, pero vio que esto no producía la felicidad y que no era conducivo a la espiritualidad. Para embarcarse en su búsqueda espiritual, en la forma de este mundo, abandonó su vida real y se sometió a absoluta pobreza y prácticas ascéticas extremas que pusieron su vida en peligro, pero vio que esto solo lo llevaría a la muerte, por lo que tampoco era conducivo para la búsqueda y la evolución espiritual. Fue cuando abandonó ambos extremos que pudo mostrarle a los seres de este mundo que ambos eran erróneos y que solo podemos crecer humana y espiritualmente cuando vivimos en balance, en moderación. Este Camino Medio se aplica, no solo a nuestro estilo de vida, sino también a nuestros procesos mentales y emocionales, pues debemos de tratar de abandonar los extremos del amor y el odio, lo placentero y lo no placentero, para poder experimentar armonía y paz física, mental y espiritual. 

Es sobre este Camino Medio que el Gran Maestro Chih-i (538-597), el Gran Restaurador del Verdadero Budismo, desarrolló la doctrina Tendai de las Tres Verdades (Sandai) de la Verdad Absoluta (Unidad - Nirvana), la Verdad Convencional (Dualidad - Samsara), y el Camino Medio (Verdadera Realidad). En la misma, el Gran Maestro nos dice que incluso la Verdadera Naturaleza de la Realidad abarca el Camino Medio. Esta es una doctrina fundamental que retomaremos en todo nuestro estudio.

Como recordaremos, los primeros cinco discípulos del Buda estaban apegados a una visión oscura y deprimente de la vida, viendo todo como sufrimiento y como un obstáculo a la espiritualidad, la cual pensaban solo podía ser desarrollada cuando abandonaban todo: familia, posesiones, placer, bienestar, y someterse a duras pruebas ascéticas, las cuales incluían no comer por días o semanas y mortificar su cuerpo para poder tener un vislumbre de la salvación, acabando así con el deseo, y no volviendo a renacer en este mundo ni en el Cosmos. En fin, los ascetas del tiempo del Buda negaban el mundo para poder así desapegarse del mismo y abandonarlo para siempre, no volviendo a renacer más en el mismo. Con este primer sermón, el Buda trata de hacerles entender que este acercamiento está errado y que no conduce a la cima espiritual, la cual llama el Nirvana, la paz.

"¿Cuál, Oh monjes, es el Camino Medio que el Tathagata ha penetrado que genera la visión, que genera el conocimiento, que conduce a la paz, que conduce a la sabiduría, que conduce a la Iluminación y que conduce al Nirvana? Simplemente este Noble Sendero Óctuple; es decir, Recto Entendimiento, Recto Pensamiento, Recto Lenguaje, Recta Acción, Recta Vida, Recto Esfuerzo, Recta Atención y Recta Concentración. Éste, Oh monjes, es ese Camino Medio que el Tathagata ha penetrado que genera la visión, que genera el conocimiento, que conduce a la paz, que conduce a la sabiduría, que conduce a la iluminación y que conduce al Nirvana."

El Buda, desde el principio de su ministerio, se llama a sí mismo el "Tathagata" que significa "Aquel Que Ha Venido de la Talidad" o de la Verdadera Realidad. Poco sus discípulos entienden las implicaciones de este título, el cual el Buda revela doce años más tarde.

En estas líneas, vemos que el Buda delinea para sus discípulos un Camino Budista para poder alcanzar - o comenzar a vislumbrar - el estado espiritual al que él había llegado. Este es el Noble Sendero Octuple, el cual veremos con detalle posteriormente. Ahora, el Buda revela otra de sus primeras doctrinas, la doctrina de las Cuatro Nobles Verdades:

"Ésta, Oh monjes, es la Noble Verdad del Sufrimiento. El nacimiento es sufrimiento, la vejez es sufrimiento, la enfermedad es sufrimiento, la muerte es sufrimiento, asociarse con lo indeseable es sufrimiento, separarse de lo deseable es sufrimiento, no obtener lo que se desea es sufrimiento. En breve, los cinco agregados de la adherencia son sufrimiento."

El Buda comienza su doctrina de la Cuatro Nobles Verdades, la cual lo acompañará en todo su Dharma (con diferentes interpretaciones), apelando a la creencia de los ascetas de que la vida es sufrimiento, pero la palabra sufrimiento es solo una traducción de muchas de la palabra "Dukkah", que se puede traducir también como "insatisfacción". Vivimos la vida con un sentimiento de vacío innato, ignorantes a nuestra Verdadera Naturaleza, nuestro origen, propósito y misión. Esto es el resultado natural de la evolución del Universo, el cual, para manifestarse como muchos y de infinitas formas, debe asumir una forma finita en el espacio, el tiempo y en conocimiento - la Ignorancia Fundamental. Esto es explicado en el Sutra Avatamsaka, en El Mundo del Despertar: El Primer Sermón del Buda en el Mundo - Las Enseñanzas del Sutra Avatamsaka (Hikari Publishing, 2023). 

En la Primera Noble Verdad, el Buda nos dice que el nacimiento, la enfermedad, la vejez y la muerte son sufrimiento. No podemos discutir esta enseñanza. Nacemos llorando e ignorantes a un mundo que está lleno de dificultades y maldad; y mientras vivimos, nos enfermamos, envejecemos y morimos, y no solo morimos nosotros, sino que mueren igualmente todos los seres que amamos. Todo esto nos causa dolor y sufrimiento, pues deseamos que las cosas fueran diferentes. Luego de esto, el Buda detalla otros cuatro sufrimientos, que junto con los primeros, forman los Ocho Sufrimientos básicos que experimentan todos los seres, como el afrontar personas o circunstancias no agradables, el que las personas que amamos y las cosas que nos gustan som impermanentes y no duran para siempre, el que no siempre las cosas salen como deseamos, y el que el cuerpo decae, envejece, sufre dolencias, y no solo nuestro cuerpo, sino que experimentamos sentimientos poco agradables como el dolor, la tristeza, el odio...en fin. El mundo está caracterizado por la insatisfacción, y tanto pobres como ricos pueden dar testimonio de ello. Nadie escapa estos Ocho Sufrimientos. Experimentamos esta insatisfacción y sufrimiento porque no entendemos la Verdadera Naturaleza del mundo; porque no conocemos las Leyes Universales del Dharma. Con esta primera predicación, el Buda comienza a abrir las puertas de la salvación y del Despertar para todos los seres. Esta fue la razón para su aparición en este mundo.

Algo que el Buda no les dice ahora es que, en muchas formas, esta insatisfacción es la clave universal para que los seres busquen la espiritualidad y evolucionen, para descubrir su Unidad fundamental con el Cosmos y trabajen unos con otros para llevar el mismo a la Iluminación; hacer del mismo una Tierra Pura. Pero esto es algo para un futuro.

"Ésta, Oh monjes, es la Noble Verdad del Origen del Sufrimiento. Es el deseo que produce nuevos renacimientos, que acompañado con placer y pasión encuentra siempre nuevo deleite, ahora aquí, ahora allí. Es decir, el deseo por los placeres sensuales, el deseo por la existencia y el deseo por la no-existencia."

La Segunda Noble Verdad nos dice que el origen del sufrimiento es el deseo. Ahora, existen deseos positivos, deseos neutrales y deseos negativos, y la distinción entre ellos es sutil. El deseo es el motor de la Existencia. El Cosmos evoluciona por el deseo, el cual no es malo innatamente, sino que se vuelve negativo cuando es mal canalizado. Deseos positivos son los deseos necesarios para vivir, como el deseo de comer, el deseo de un techo o seguridad, el deseo de descanzar, el deseo de estar acompañado por amigos y seres queridos, el deseo de ser de utilidad para la sociedad y el planeta, etc. Estos mismos deseos se pueden volver negativos cuando se vuelven - como el Buda mismo advirtió inicialmente - en extremos, sobre todo, extremos egoístas, como el deseo de comer excesivamente (lo cual lleva al a gula, la enfermedad y el sobrepeso), el deseo de acumular riquezas a costas de los demás sin compartir con otros, el deseo de sobre dormir (o no hacer nada, la vagancia), el deseo de poseer a nuestras amistades y parejas, el deseo de utilizar los recursos y a los demás para nuestros fines egoístas, etc. Así, el deseo no es malo en sí mismo, sino que depende de cómo lo utilicemos. Esta Segunda Noble Verdad no es una condena; no es un llamado del Buda a abandonar el deseo (esto sería un extremo), sino a moderarlo y usarlo sabia y compasivamente. 

Hasta ahora, el Buda ha apelado a la creencia inicial de sus discípulos; ha hablado en su lenguaje. Muchos budistas creen erróneamente que esto es todo el Budismo, algo pesimista que pregona el abandono del mundo, pero estas son solo las primeras dos de las Cuatro Nobles Verdades. Las otras dos verdades nos llevan de la deseperanza y el sufirmiento a la esperanza y la felicidad.

"Ésta, Oh monjes, es la Noble Verdad de la Cesación del Sufrimiento. Es la total extinción y cesación de ese mismo deseo, su abandono, su descarte, liberarse del mismo, su no-dependencia."

La Tercera Noble Verdad nos dice que, si bien el mundo es experimentado predomnantemente como un lugar lleno de sufrimiento e insatisfacción, podemos verlo y experimentarlo de forma diferente. Para ello, debemos de abandonar nuestras nociones erróneas de mundo, y de nosotros mismos. Debemos de aprender a desaprender. Este es el propósito del Dharma Eterno del Buda. Pero para poder comenzar este proceso, a veces debemos de descartarlo todo,y como hijos de un padre rico, debemos de abandonar nuestro hogar y experimentar la absoluta miseria, recogiendo estiércol, para luego llegar a la casa de nuestro padre transformados. Para poder cambiar algo, primero debemos de reconocerlo y distanciarnos y verlo con una nueva perspectiva, desapegada. Por esto, el Buda predica temporeramente que sus discípulos deben de abandonar el deseo. Así, el Buda permite que sus discípulos abandones igualmente sus nociones erróneas y abran sus mentes y corazones a un verdadero cambio.

"Ésta, Oh monjes, es la Noble Verdad del Sendero que conduce a la Cesación del Sufrimiento. Simplemente este Óctuple Noble Sendero; es decir, Recto Entendimiento, Recto Pensamiento, Recto Lenguaje, Recta Acción, Recta Vida, Recto Esfuerzo, Recta Atención y Recta Concentración."

Aquí el Buda nuevamente predica la doctrina del Noble Sendero Octuple, el cual  es el primer peldaño a nuestra nueva vida. El Noble Sendero Octuple es:

1. Recto Entendimento, o Visión Correcta, se refiere a ver las cosas correctamente, de acuerdo con la Verdadera Naturaleza de la Realidad que el Buda poco a poco revela. Es dejar de ver las cosas desde nuestor ser finito y falso, nuestro ego, y verlas desde los ojos de un Iluminado; ver nuestra Unidad Fundamental con todos los seres y la Existencia.

2. Recto Pensamiento es comprender la Verdadera Naturaleza de la Realidad y comenzar a actuar en base a ella, lo cual comienza con nuestros pensmamientos, los cuales son los precursores de nuestras palabras y acciones. Estas son las Tres Fuentes de Acción Kármica. Los buenos pensamientos producen buenas palabras y buenas acciones, los cuales a si vez crean buenos patrones mentales y permiten que proliferen y sean nuestra actitud hacia la vida.

3. Recto Lenguaje significa decir la Verdad de forma hábil y crear buen Karma. Es evitar los Cuatro Males de la Palabra de la mentira, la calumnia, el chisme, el decir malas palabras y cosas hirientes y tratar de llevarnos sabia y compasivamente con los demás.

4. Recta Acción significa actuar en el mundo en base a la Verdadera Naturaleza de la Realidad, reconociendo nuestra interconexión, nuestra Unidad Fundamental, con todos los seres y el planeta, no desde nuestros deseos y pasiones egoístas. Es no cometer los Tres Males del Cuerpo de matar, robar, y cometer actos sexuales ilícitos y egoístas. Esto nos permite actuar con sabiduría y compasión.

5. Recta Vida significa vivir una vida acorde con el Dharma, con las Leyes Universales reveladas por el Buda. Es vivir en pensamiento, palabra y acción de una forma armónica con los demás seres y el ambiente. Es obtener nuestras necesidades de forma sabia, compasiva y consciente, buscando ser útiles para la sociedad.

6. Recto Esfuerzo es tratar de vivir una vida acorde con el Verdadero Dharma del Buda Eterno. Es estudiar el Dharma, profundizar en la fe, y poner la Enseñanza del Buda en práctica en todos los aspectos de nuestras vidas. Es ser Hijos del Buda, Bodhisattvas, en la Tierra. 

7. Recta Atención significa tener en mente en todo momento la Verdadera Naturaleza de la Realidad y actuar conscientemente, no siguiendo nuestros patrones habituales e instintuales. Es estar siempre concientes del Espíritu del Buda en nuestro interior, nuestra Naturaleza Búdica, así como en el interior de todos los seres.

8. Finalmente, la Recta Concentración es comulgar con el Buda, por medio de la Meditación o la Recitación del Nombre Sagrado, el Nembutsu, y tener el Buda siempre en mente y en nuestro corazón, y tratar de que sea el Buda quien guiar nuestras acciones, para realizar su Voluntad en el mundo y llevar a todos los seres al Despertar y la salvación.

Si bien algunos de estos puntos no se encuentran en este Sutra, los mismos ilustran la Verdadera Enseñanza del Buda, su fin real con esta predicación inicial, y fueron revelados por el Buda en su Gran Revelación en el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana. El seguir el Dharma Eterno del Buda nos premite tranformar el Sufrimiento, la Impermencia, la Impureza y el No-Ser (ser finito y falso) en Felicidad, Eternidad, Pureza y Verdadero Ser, y traformar este mundo en una Tierra Pura.

El Gran Maestro Chih-i, en sus obras "Gran Calma y Contemplación" (Makashikan), y el "Significado Profundo del Sutra del Loto" (Hokke Gengi), identifica explícitamente las cuatro frases del verso del "Tratado del Camino Medio" (Mūlamadhyamakakārika) de Nagarjuna, sobre la cual basa igualmente su doctrina de las Tres Verdades (Sandai), como correspondientes a las cuatro formas de interpretar las Cuatro Nobles Verdades. Las cuatro formas de interpretar las cuatro nobles verdades son tan inconmensurables como espontáneas y que surgen y perecen, que no surgen ni perecen.

El Gran Maestro Chih-i escribe:

"En el verso Tratado del Camino Medio de Nagarjuna, leemos, 'Todas las cosas que surgen a través del co-surgimiento condicionado'; esto se refiere al punto de vista de 'Surgir y Perecer'. Nagarjuna continúa diciendo: 'Lo explico como vacío', y se refiere a 'Ni Surgir Ni Perecer'. Nuevamente, continúa: 'Nuevamente, es una designación convencional', que se refiere a 'Inconmensurable'. Nagarjuna termina diciendo: 'Nuevamente, es el significado del Camino Medio' y se refiere a lo 'Espontáneo'."

Esta tipología de cuatro formas de interpretar las Cuatro Nobles Verdades es original del Gran Maestro  Chih-i, aunque Chih-i afirma que se basa en el capítulo sobre "Acciones Nobles" del Sutra del Nirvana. El Sutra del Nirvana (el sermón final del Buda en la Tierra), al igual que el Sutra Avatamsaka (el verdadero primer sermón del Buda) analiza las Cuatro Nobles Verdades en detalle, exponiendo las ocho clases de sufrimiento, las diversas causas del sufrimiento, etc., pero esta clasificación cuádruple debe atribuirse al Gran Maestro Chih-i. Esta clasificación cuádruple no postula cuatro tipos de Cuatro Nobles Verdades, porque sólo hay una, sino que se refiere a cuatro maneras de ver o interpretar las mismas. Estas son:

1. Las cuCuatro Nobles Verdades surgen y perecen - Éste es el punto de vista que subraya el flujo constante de fenómenos de la Realidad Convencional. Todas las cosas surgen constantemente y perecen instantáneamente en una red interdependiente de causas y condiciones. Desde este punto de vista, como dice el Gran Maestro Chih-i, “el sufrimiento consiste en pasar por las tres etapas de nacimiento, cambio y aniquilación, la causa del sufrimiento consiste en fluir a través de los cuatro estados mentales contaminados, el camino consiste en de conquistar y eliminar las impurezas, y la extinción consiste en extinguir el Ser y volver al no Ser”. En palabras de Chih-i, este es el ámbito del “cambio”. Este es el punto de vista expresado en la primera frase del versículo: “Todas las cosas surgen por cosurecimiento condicionado”.

2. Las Cuatro Nobles Verdades no surgen ni perecen - Este es el punto de vista que enfatiza que todo está vacío; todo es una Unidad Fundamental. No hay un verdadero nacimiento del Ser ni una extinción del Ser, porque no hay un Ser sustancial. El sufrimiento no tiene existencia real y, por extensión, no existe una causa real del sufrimiento. No hay impurezas reales que extinguir ni eliminar en el camino. Todas las cosas condicionadas, por definición, carecen de un Ser eterno, inmutable y autoexistente. Entonces, ¿qué puede verdaderamente surgir o perecer? Este es el punto de vista expresado en la segunda frase del versículo: “Explico como Vacuidad”.

3. Las Cuatro Nobles Verdades como inconmensurables. Este es el punto de vista que enfatiza que, aunque todas las cosas carecen de Ser sustancial, hay aspectos inconmensurables en la existencia convencional temporal. Como señala Chih-i, hay sufrimientos inconmensurables en un solo reino de la existencia (como el de la Humanidad), y mucho más en todos los diferentes reinos de la existencia (desde el Infierno hasta la Budeidad) juntos. Estos sufrimientos inconmensurables tienen innumerables causas, entre ellas, "los Tres Venenos de la Ignorancia, la Avaricia, y la Ira, y las diversas actividades contaminadas de la mente, el cuerpo y la palabra". Así también debe haber innumerables características en el camino, tales como análisis escolástico, visión mística, medios torpes y hábiles, caminos torcidos o rectos, largos o cortos, enseñanzas provisionales o completas. Finalmente, hay inconmensurables características de extinción, porque hay innumerables engaños e impurezas que extinguir.

4. Las Cuatro Nobles Verdades Perfectas y Completas o Espontáneas - Las tres categorían anteriores presentan las Cuatro Nobles Verdades desde el punto de vista de la Realidad Convencional, pero en última instancia, no hay distinciones porque, en última instancia, todos están vacíos de Ser sustancial. Sin embargo, “no es un error ni una confusión hacer estas innumerables] distinciones", siempre que se comprenda que se habla de manera convencional. Éste es el punto de vista expresado en la tercera frase del versículo: “Nuevamente, es una designación convencional”. Ésta es la expresión de la Realidad Ultima que está más allá de la conceptualización y las distinciones verbales. No hay diferencia entre el sufrimiento, su causa, su extinción y el camino. Todo es Uno. Éste es el punto de vista expresado en la cuarta frase del verso: "Nuevamente, es el significado del Camino Medio".

Ahora, el Buda les revela que esta Enseñanza no fue recibida de ningún maestro o dios en la Tierra, sino que ha sirgido de sí mismo (pues el Buda Shakyamuni es una encarnación del Buda Eterno, el Alma del Cosmos), y que si la ponen en práctica, podrán comprobar la Verdad contenida en ellas. 

Para segir apelando a sus deseos y cosmovisión, pero a su vez, para irla trasformando, el Buda ahora les dice que cuando despertó a esta Verdad bajo el Arbol Bodhi, dijo: "Irreversible es la liberación de mi mente. Éste es mi último nacimiento. No hay nueva existencia". El Buda aquí les presenta una meta hábil, una "ciudad fantasma": la posibilidad de no volver a renacer en la Existencia. Esta era la meta que muchos de ellos buscaban, no volver a nacer, y con ello, dejar de sufrir para siempre. Esta fue una meta ilusoria, hábil, que el Buda les dió para que, una vez creyeran que habían llegado a ella, pudiera revelarles una meta superior; para que una vez creyeran que habían llegado a ella, pudieran ellos mismos ver que no era realmente una meta, sino una escapatoria, y que realmente, no hay salida del Samsara, de la Existencia, pues la vida es eterna, y aunque somos una manifestación temporarl y finita del Universo, somos una de las formas a través y por la cual el Cosmos mismos puede manifestar su Budeidad; alcanzar su Despertar, pero para ello, se requiere de la labor de incontables seres en el Despertar y la salvación de todos los seres sintientes, pues todos estamos interconectados; todos somos Uno. Ser discípulos del Buda significa renacer voluntariamente, y con el poder de nuestros Votos del Bodhisatva, mantener un nivel de cohesión en la disolución de los Skandhas (hablaremos más sobre ellos), y realizar, vida tras vida, la labor salvífica del Buda por todo el Cosmos como Bodhisattvas, como Hijos del Buda. Esto el Buda lo revelaría en el Sutra del Loto.

Cuando los cinco discípulos escucharon estas palabras doradas del Buda, fueron inspirados por la Gracia del Buda y lograron comprender completamente lo que el Buda había expuesto. Entonces, sus corazones y mentes se abrieron un poco. Ya no había vuelta atrás. Estos primeros cinco discípulos habían finalmente encontrado la religión que estaban buscando, la Verdadera Religión, y ahora, estaban comprometidos a seguir al Buda hasta el final de sus vidas y llevar a todos los seres a su Dharma de Salvación. 

Cuando el Buda predicó este Sutra, todos los seres celestiales se regocijaron, pues sabían que el mundo por fin estaría cambiando. Ya no serán fuertes las garras de Mara, el Maligno. El Buda ahora estaba devolviendo el mundo a su verdadero dueño, el Buda Eterno. Por fin, la Rueda del Dharma había sido puesta en movimiento con la conversión de los primeros cinco discípulos. 

Las buenas nuevas de la Revelación Dhármica se extendieron por todos los confines del Universo, y todos los mundos se estremecieron. La Luz por fín había aparecido y había comenzado a purificar el mundo. 

"Después el Buda pronunció esta expresión de alegría: 'Amigos, Kondañña realmente ha comprendido. Amigos, Kondañña realmente ha comprendido.' Y el Venerable Kondañña fue llamado Aññasi-Kondañña. Y el Venerable Aññasi-Kondañña, habiendo penetrado, alcanzado, comprendido las Nobles Verdades, habiéndose sumergido en ellas, habiendo abandonado la duda y la incertidumbre, habiendo alcanzado perfecta convicción y no dependiendo de nadie en la religión de Maestro, se dirigió al Buda: 'Venerable Señor, deseo recibir la ordenación en la presencia del Buda, deseo recibir la alta ordenación'.

"'Acércate monje', dijo el Buda. 'Bien expuesta está la Doctrina. Practique la vida noble para completamente poner fin al sufrimiento'. Y ésa simplemente fue la ordenación del Buda".

El Buda entonces nombró nuevamente a sus discípulos, pues, aunque no lo sabían completamente, habían renacido a una vida nueva. Así, se establece en el mundo por primera vez la Sangha, la Orden y la Comunidad Budista.

Aquí concluye el primer sermón público del Buda, el Sutra de Giro de la Rueda del Dharma. Desde que el Dharma fue predicado en la India hace más de 2,500 años, el mismo se ha expandido por todo el planeta, gracias al espíritu misionero de los Hijos del Buda. Es gracias a esta sucesión siscipular que hoy podemos refugiarnos en el Buda, su Dharma (Enseñanza), y su Sangha (Comunidad - Iglesia).