El Budismo Tendai se caracteriza por una serie de enseñazas, que derivan mayoritariamente de las enseñanzas Tiantai, promulgadas y sistematizadas por Chi-hi (T'ien-t'ai) en China.
El fundador de la escuela Tendai japonés, Saicho (767-822), construyó su primer templo en el monte Hiei en 806 con el apoyo del Gobierno del Japón del período Heian. La era Heian comenzó en 793 cuando el emperador Kanmu (su reinado fue de 781-806) trasladó la capital de Nara a Kyoto con el fin de detener la interferencia de la Oficina de Asuntos de monásticos controlada por las escuelas budistas de Nara. Entonces el emperador Kanmu pidió al joven monje Saico viajar a Monte T'ien-t'ai en China para traer de vuelta el linaje de la escuela fundada por Chih-I (538-597). Saicho, por su parte, quería establecer una Plataforma de Preceptos en el monte Hiei exclusivamente para conferir los preceptos Mahayana.
Saicho cruzó el océano a China en 804, permaneciendo allí por un año y obteniendo con éxito el linaje T'ien-t'ai, así como el Budismo Esotérico. De regreso a Japón, el emperador Kanmu se encontraba enfermo en la cama. Por lo tanto, su primera tarea fue la de orar por la recuperación de Kanmu, por lo que ofreció la primera ceremonia ritual de fuego (Goma) en Japón.
Entre las doctrinas distintivas del Budismo Tendai, se encuentran las Tres Verdades, los Cinco Periodos, las Ocho Enseñanzas y el Ichinen Sanzen.
La forma T'ien-t'ai de discernir lo real es Isshin-sangan y Ichinen-sanzen. El Isshin-sanga es un tipo de meditación T'ien-t'ai en la que uno ve un fenómeno de tres punto de vista en el mismo instante.
Las Tres Verdades
La Verdad de la no sustancialidad, la existencia temporaria y el Camino Medio: tres fases de la verdad formuladas por T'ien-t'ai. La verdad de la no sustancialidad (Ku) significa que los fenómenos carecen de sustancia y están en un estado potencial que trasciende los conceptos de existencia y de no existencia. La verdad de la existencia temporaria (Ke) significa que todas las cosas, aunque por naturaleza carecen de sustancia, poseen una realidad temporaria que está sometida a un flujo constante. La verdad del Camino Medio (Chu) significa que todos los fenómenos son, a la vez, no sustanciales y temporarios, pero que, sin embargo, en esencia, no son ni una cosa ni la otra.
Ku, ke, y chu indican, respectivamente, los tres aspectos de un fenómeno: su dependencia de las condiciones de la relación de causalidad, su existencia temporal, y su verdadera naturaleza. Estos tres aspectos no pueden ser independientes uno del otro. Esta doctrina ocupa una posición central en el T'ien-t'ai y es considerada como la enseñanza máxima del Buda.
Los Cinco Períodos
Clasificación de T'ien-t'ai de las enseñanzas de Shakyamuni, de acuerdo con el orden de su prédica. Son:
1) el período Kegon, en el cual Shakyamuni expuso sus primeras enseñanzas, después de lograr la iluminación;
2) el período Agon, en el cual se expusieron las enseñanzas del Hinayana;
3) el período Hodo, en el cual Shakyamuni refutó el apego de sus discípulos a las enseñanzas del Hinayana y los condujo hacia las del Mahayana provisional, como las que se exponían en los Sutras Amida, Dainichi y Yuima;
4) el período Hannya, en el cual Shakyamuni enseñó un nivel más elevado del Mahayana provisional y reveló la doctrina de ku y
5) el período Hokke-Nehan, intervalo de ocho años en el cual Shakyamuni expuso el Sutra del Loto y reveló plenamente su iluminación y la verdad de la vida. El último día de su existencia, expuso de nuevo los importantes principios del Sutra del Loto en el Sutra del Nirvana. T'ien-t'ai aseveró que el período Hokke-Nehan representaba la enseñanza más elevada del Buda.
Las Ocho Enseñanzas
Sistema mediante el cual T'ien-t'ai clasificó los sutras de Shakyamuni. Se dividen en dos grupos: las cuatro enseñanzas de keho (doctrina) y las cuatro enseñanzas de kegi (método).
La primera es una división según el contenido, y la segunda, según el método de enseñanza. Las cuatro enseñanzas de keho son:
1) Zokyo, que corresponde a las enseñanzas del Hinayana. Estas enseñanzas acentúan los preceptos para controlar los deseos mundanos.
2) Tsugyo, las enseñanzas más inferiores del Mahayana provisional dirigidas a las personas en los estados de Aprendizaje, Comprensión Intuitiva y Bodhisattva. En este nivel se introdujo el concepto de ku.
3) Bekkyo, el nivel más elevado del Mahayana provisional enseñado exclusivamente a los bodhisattvas. En estas enseñanzas se reveló por primera vez el concepto de las tres verdades (santai).
4) Engyo, o Mahayana verdadero. El nombre se traduce literalmente como 'enseñanza redonda', en el sentido de plena o completa. Engyo indica el Sutra del Loto, la enseñanza más elevada de Shakyamuni, que coloca en perspectiva a todas las demás y revela que todas las personas tienen el potencial de la Budeidad.
Las cuatro enseñanzas de kegi son:
1) Ton, que significa 'repentina'. Indica aquellas enseñanzas que Shakyamuni expuso sin dar a sus discípulos conocimiento preparatorio. Un ejemplo es el Sutra Kegon, la primera enseñanza que expuso después de su iluminación en Buddh Gaya.
2) Zen, o 'gradual'. Enseñanzas que Shakyamuni expuso a sus discípulos en niveles progresivos para que pudieran crecer hasta comprender doctrinas más elevadas.
3) Himitsu, o 'secreta'. Enseñanzas de las cuales, sin saberlo, todos recibieron un beneficio diferente, según su capacidad.
4) Fujo, o 'no fijo'. Enseñanzas de las cuales todos recibieron a sabiendas un beneficio diferente ('no fijo').
Ichinen Sanzen: "Cada momento de la existencia posee tres mil estados"
Sistema filosófico establecido por T‘ien-t‘ai en el Maka shikan. T'ien-t'ai, (538-597), destacado erudito budista del siglo VI, desarrolló una práctica de meditación para que cada persona pudiera percibir la expansión ilimitada que poseía su propia vida en cada instante. Asimismo, desarrolló un sistema teórico para describir esa realidad. Lo llamó "tres mil aspectos contenidos en cada instante vital" (en japonés, Ichinen Sanzen). Ichinen Sanzen demuestra que la totalidad del mundo fenoménico existe en un solo instante de la vida.
Fundamentado en el Sutra del Loto, esclarece la relación mutuamente inclusiva entre la verdad última y el mundo fenoménico. ―Ichinen‖ (una mente, un momento dentro de la existencia o esencia de vida) es la vida que se manifiesta a cada momento dentro del mortal común, y ―sanzen‖ (tres mil), los diversos aspectos y fases que la vida asume. En referencia a la ―verdadera entidad de todo fenómeno‖ (en japonés, shojo jisso), ―ichinen‖ corresponde a la ―verdadera entidad‖ —naturaleza verdadera de la vida o realidad última—, y ―sanzen‖, a ―todo fenómeno‖. La expresión ―tres mil‖ es una integración de los Diez Estados, su posesión mutua, los diez factores y los tres ámbitos de la existencia. Las cifras multiplicadas (10 x 10 x 10 x 3) dan como resultado tres mil.
Esos componentes principales equivalen a las tres mil condiciones según las cuales la esencia de la vida se manifiestan como fenómenos. Mediante ese principio, T‘ien-t‘ai muestra la integración de todo fenómeno —cuerpo y mente, ser y ambiente, lo sensible y lo insensible, la causa y el efecto—en cada momento de la existencia del mortal común.
Las enseñanzas anteriores al Sutra del Loto, por lo general, propugnaban que la mente era la base de todo fenómeno, y que estos surgían de la mente; pero el principio de ichinen sanzen, fundamentado en el Sutra del Loto, enseña que la mente y todos los fenómenos son ―dos, pero no dos‖, y que no son independientes uno del otro. T‘ien-t‘ai describió la relación de ichinen y sanzen en el Maka shikan y estableció dos significados de ―ichinen sanzen‖: incluir y penetrar.
Los tres mil estados del universo están incluidos en un momento de la existencia, y, simultáneamente, un momento de la existencia penetra los tres mil estados. T‘ien-t‘ai sustentó este principio en un pasaje del capítulo ―Hoben‖ (segundo) de la enseñanza teórica del Sutra del Loto, que menciona los diez factores aplicados a la verdadera entidad de la vida o aspecto de todo fenómeno. En un sentido estricto, la enseñanzas teórica indica sólo los Diez Estados, su posesión mutua y los diez factores. El ámbito del entorno se señala mediante el principio místico de la ―verdadera tierra‖, en el capítulo ―Juryo‖ (decimo-sexto) con lo cual se completa ichinen sanzen.
De ese modo, T‘ien-t‘ai, al incorporar el contenido del capítulo ―Juryo‖, establece la teoría de ichinen sanzen. Ichinen sanzen se clasifica en ichinen sanzen teórico (ri no ichinen sanzen) e ichinen sanzen verdadero (ji no ichinen sanzen). El ichinen sanzen teórico corresponde a la vida del mortal común de los nueve estados, donde el estado de Budeidad permanece latente. El ichinen sanzen verdadero es la vida del Buda, en que el estado de Budeidad está plenamente activo y manifiesto. Generalmente, el ichinen sanzen revelado en el capítulo ―Hoben‖ de la enseñanza teórica del Sutra del Loto se llama ―teórico‖, porque explica la Budeidad como un potencial inherente al mortal común de los nueve estados, mientras que el ichinen sanzen en el capítulo ―Juryo‖ de la enseñanza esencial se llama ―verdadero‖, ya que explica la Budeidad como una realidad manifiesta en la vida de Shakyamuni. Sin embargo, incluso el ichinen sanzen del capítulo ―Juryo‖ toma sólo el punto de vista del efecto —la iluminación— como algo logrado por el Buda en un cierto período del remoto pasado. No se refiere a la verdad última en sí. La Ley o causa que posibilitó a Shakyamuni lograr la iluminación en el remoto pasado es la verdad última sin principio ni fin.
La cifra "tres mil" se logra a través del siguiente cálculo: los diez estados o condiciones potenciales de la vida, que son mutuamente inclusivos (10x10), multiplicados por los diez factores y por los tres planos de la existencia.
Los Diez Estados
Los Diez Estados son, desde el más bajo hasta el más elevado: el estado de infierno, el de las entidades hambrientas, el de los animales, el de los asuras, el de los seres humanos, el de los seres celestiales, el de los que escuchan la voz, el de los que toman conciencia de la causa, el de losbodhisattvas y el de los Budas. Son estados diferentes pero fluidos, que toda persona experimenta. Describen la totalidad de condiciones de vida posibles; en cada instante de nuestra existencia, estamos en uno u otro de esos "estados".
1. En el estado de infierno el individuo está completamente sumergido en su propio sufrimiento.
2. El estado de las entidades hambrientas es una condición de ansia y anhelo constantes.
3. El estado de Animalidad, busca ya sea adular a los demás o dominarlos, según los perciba como más poderosos o menos que él mismo.
4. En la condición de los Asuras o de ira, el individuo está dominado por la competitividad y la envidia, pero se esconde tras la máscara de la virtud.
5. La condición de los seres humanos está regida por la tranquilidad y la racionalidad.
6. Se experimenta el estado de los seres celestiales cuando se logra la satisfacción de todos los deseos.
7. Shravakas - Los que escuchan la voz se caracterizan por la alegría de expandir los propios conocimientos.
8. Pratyekabuddhas - Quienes toman conciencia de la causa viven en un estado de búsqueda creativa.
9. La condición de Bodhisattva implica el espíritu dedicado al servicio de los demás.
10. Y la Budeidad es la condición absolutamente más creativa y positiva. Cada uno de esos estados contiene el potencial de los otros nueve, lo que significa que uno puede manifestar la Budeidad y al mismo tiempo, vivir su vida como un ser humano común.
Mientras los Diez Estados se refieren a las diferencias entre personas y fenómenos, los Diez Factores describen elementos comunes a todas las cosas. Los tres primeros son:
1) apariencia (lo que se puede ver),
2) naturaleza (disposición inherente que no se puede ver) y
3) entidad (la esencia de la vida que impregna e integra la apariencia y la naturaleza).
Los siguientes seis factores explican de qué manera nuestra vida interacciona con los demás y con el ambiente que nos rodea.
4) Poder es energía potencial y
5) influencia es esa energía inherente cuando se activa.
6) Causa interna,
7) relación,
8) efecto latente y
9) efecto manifiesto.
Estos describen los mecanismos de causa y efecto, es decir, la ley de causalidad a la que todas las cosas están sujetas: las causas internas latentes en la vida de cada uno (positivas, negativas o neutras) producen efectos manifiestos y a la vez, efectos latentes que se tornarán manifiestos con el tiempo.
A modo de simple analogía, la causa interna se podría comparar con el sedimento en el fondo de un vaso de agua, y la relación, con una cuchara que agita el líquido. El efecto de esa acción es que el agua se vuelve turbia. Sin la causa interna del sedimento, al agitarse, el agua no se verá sucia. Una observación o un incidente pueden desatar la ira de una persona o sumirla en una sensación de profundo agravio, mientras que, para otra, el mismo estímulo externo puede no producir efecto alguno.
10) Coherencia del principio al fin:
El décimo factor, significa que los Diez Factores son coherentes con cada uno de los Diez Estados. Eso quiere decir que el estado de Infierno posee la apariencia, la naturaleza, la esencia, el efecto manifiesto, etcétera, del infierno, factores estos que son diferentes para los otros estados.
Los Tres Planos de Existencia son:
1) el plano de los cinco componentes,
2) el plano de los seres vivos y
3) el plano del ambiente.
Desde el punto de vista del ser humano, se los podría equiparar a la persona, la sociedad y el entorno. T'ien-t'ai derivó el Ichinen Sanzen, a partir de los principios elucidados en el Sutra del Loto.
Este marco es en efecto una especie de mapa de nuestra relación con el mundo. Nos muestra que la vida no es algo fijo sino fluido, y que nuestra percepción de las cosas puede variar de un momento a otro. Para alguien que se halla sumergido en el desaliento del estado de infierno, el mundo parece algo estrecho, oscuro y desesperante. Los problemas se vuelven abrumadores y tortuosos. El pasado, el presente y el futuro se ven sumamente sombríos. Sin embargo, un mínimo sesgo en nuestra percepción, un rayo de esperanza, una palabra o respuesta alentadoras pueden transformar instantáneamente cualquier situación.
Cuando nuestra perspectiva cambia, el mundo parece diferente, Cuando creemos en el potencial que poseemos de lograr un cambio a cada momento, cuando comenzamos a tener fe en nuestra Budeidad, el significado que tiene lo que nos rodea cambia.
Si bien eso parece muy sencillo, cambiar nuestra perspectiva más profundas puede ser muy difícil. T'ien-t'ai desarrolló una práctica de meditación notablemente ardua alrededor de la teoría de ichinen sanzen, con el fin de que las personas percibieran su Budeidad.
Debido a la profunda relación mutua que existe entre nuestra vida y todos los fenómenos a cada instante, un cambio en nuestro interior ejerce una influencia sobre todas las cosas y provoca una transformación en nuestro entorno o circunstancias, y en última instancia, en el mundo.