Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


martes, 16 de septiembre de 2014

La Unión con el Universo


Encarnando los Tres Misterios



Llegamos ahora al "método" por el cual uno es capaz de darse de su perfecta identidad con el Buda Mahavairocana. Este es el método que distingue al Budismo Esotérico del Budismo Exotérico. La palabra "esotérico" significa "secreto", o "oculto".  

Existen tres funciones o "secretos" que son utilizados por el practicante para evocar el poder del Buda Mahavairocana. El "Dharma personificado", es decir, el Buda Mahavairocana, tiene un cuerpo y una mente, como ya hemos señalado, asi como los seres tienen un cuerpo y una mente, el Cuerpo y Mente de ambos (del Buda Mahavairocana y todos los seres) consisten en los seis Grandes Elementos, que son esencialmente puros, y poseen la "Naturaleza Búdica". 

Es importante tener este punto en mente, pues, si Mahavairocana y el hombre no estan compuestos esencialmente de la misma naturaleza, no habría ninguna posibilidad de comunicación entre los dos. Por lo tanto, su identidad esencial permite dicha comunicación. El propósito de la meditación ritual, entonces, es ayudar al hombre a convertirse en uno con el Buda Mahavairocana. 

En la medida en que el Buda Mahavairocana posee un Cuerpo y una Mente, Él es capaz de realizar las acciones del Cuerpo (KAYA), Palabra (VAC), y la Mente (Manas). Estas tres acciones del Buda Mahavairocana se conocen como los Tres Secretos (conocidos en sánscrito como Tri-Guhya, y en japonés como San Mitsu). 

El Cuerpo (kaya), Discurso (vac), y la Mente (mana) de Mahavairocana se conocen como el Tri-Guhya, mientras que el cuerpo, el habla y la mente del hombre se conoce como el Tri-Karma. El propósito del ritual esotérico es integrar las acciones del Buda Mahavairocana con las del ser humano.

Es la Gran Compasión, o deseo, del Buda Mahavairocana lo que permite que esto ocurra. Esta Gran Compasión se manifiesta como Adhisthana (conocido en japonés como Kaji). Hay tres tipos de Adhisthana que corresponden con las acciones del cuerpo, la palabra, y la mente: (1) Mudra, que es la acción del Cuerpo; en nuestro ritual consiste en varios movimientos de los dedos y manos. (2) Mantra, que es la acción de la expresión, es decir, la personificación del Dharma como un sonido puro. También se puede decir que es la "destilación" de la deidad venerada en el sonido, o la deidad expresada como sonido. (3) Yoga, que es la acción de la Mente, o del pensamiento. En nuestro ritual, consiste en la concentración y visualización de la deidad en la mente del practicante. 

A través de la realización  la ejecución de estos Tres Misterios, habremos logrado la Unión de lo que ha de ser conocido con el conocedor. Por lo tanto, ambos se convierten en Uno. 

Sería correcto decir que la parte más importante de la práctica es la recitación del mantra. Por medio del mantra, hacemos que la deidad "cobre vida" ante nuestros propios ojos. En primer lugar, cuando practicamos la recitación del mantra, la conciencia se moldea en la forma del mantra a través de la transformación mental de los sonidos sensoriales del mantra. También se puede tener una réplica de la deidad como objeto de concentración. Esto puede ser una imagen, una estatua o una pintura. 

En los cuatro principales rituales esotéricos del Budismo Tendai, el objeto de adoración principal es una forma feroz del Buda Mahavairocana, conocido en Sánscrito como Acala, y en japonés como Fudo-Myo-o. Rodeado por las llamas con un aspecto espantoso, Fudo Myo-o sostiene una espada en su mano derecha, que es la espada de la sabiduría con la que corta a través de los lazos de la ilusión y la ignorancia que nos mantiene atado a la rueda del sufrimiento. En su otra mano, sostiene una cuerda con la que se ata a las fuerzas del mal que nos impiden alcanzar el objetivo final del Nirvana. La espada y la cuerda en manos opuestas también simbolizan el principio de lo que se va a conocer, por una parte, y el conocedor, y el concepto de que ambos en realidad son UNO.