Los Tengu y el Ninja
Los Tengu son un demonio del folclore y mitología japonesa que suele tener
forma animaloide. Habitan en los árboles, generalmente pinos y cedros, de las
zonas montañosas. Algunas fuentes opinan que son descendientes de Susanowo-no-mikoto, el dios de la
tormenta hermano de Amaterasu Okami, la diosa
Sol. Sus características son su cara de color rojo y su prolongada nariz. En
algunos rubros populares, se relaciona a esta entidad con el concepto de extranjeros en Japón.
Se les
considera fundadores de escuelas de espada y de Ninjutsu y
reivindican el origen divino de las artes marciales. El templo de Takao al
oeste de Tokio es uno de los templos con más Tengus de Japón.
Entre los
objetos a menudo asociados con los Tengu se encuentran el shakujo, unos
báculos en forma de anillo usados para la magia y combate físico; el tokin, un
sombrero con una forma rara, la cual es usada como copa; y el abanico hauchiwa,
el cual está hecho de hojas de Aralia Japonés o de plumas y se dice que tiene
el poder de crear grandes rafagas de viento. La función principal de los Tengu
es salvar a los guerreros de catástrofes, o ayudarlos en los combates. Otra
función que realizan es iniciar y transmitir las artes marciales a las
personas.
Los Karasu Tengu, conocidos comúnmente como Tengu cuervo, es una especie de Tengu,
perteneciente a la Mitología japonesa.
Según la
religión Shinto, son representados con cabeza de cuervo, con pies y manos en
forma de garra y con dientes afilados. Algunos también son alados. Viven en las
montañas donde eclosionan huevos gigantescos. Se aparecen a los humanos en
sueños y pensamientos. Son los encargados de repartir los mensajes de sus
jefes, los O Tengu, por esta
razón también son denominados Koppa Tengu. La gente los llama en oraciones para
pedirles que ayuden a sus hijos y que encuentren el camino de regreso. Una de
sus características principales es que los Karasu Tengu, al igual que todos los
Tengus, son muy buenos luchadores con o sin armas, sobre todo con espadas. Se
dice que muchos Ninjas tienen los
mismos poderes mágicos de los Tengus. Incluso, el héroe más famoso Minamoto no Yoshitsune aprendió la lucha
de espadas de los Karasu Tengus.
A veces,
los Tengus se les veían vestidos de monjes budistas y servían como guardianes
de los templos. Eran expertos en budismo y sus prácticas, las cuales usaban
exitosamente en las artes marciales. Se cree que tal vez aprendieron esos misterios
observando a los sacerdotes que iban a las montanas a hacer sus prácticas
esotéricas de Shugendo. Es con estos monjes guerreros, o Yamabushi, con los que
los Tengus son asociados, o confundidos.
Desde tiempos
inmemoriales, las montanas en Japón han sido consideradas un espacio entre dos
mundos. Los antiguos habitantes enterraban a sus ancestros ahí, y con el
tiempo, se consideraba que sus espiritus se convertían en espiritus residentes
o dioses. Las rocas, los ríos y los arboles también, se creen que poseen
espiritus y entes divinos – los Kami. Así, solo se entraba en las montanas con
respeto y reverencia. De ahí, es que nace la creencia en los Tengus y otras
divinidades folclóricas del Japón.
Con el
tiempo, ciertos practicantes de artes marciales y esotéricas se ingresaban en
las montanas para hacer sus prácticas- los Yamabushi, o monjes del Shugendo. El
Shugendo es una religión sincretista de elementos taoístas, budistas,
sintoístas y Chamánicos, que entrenen en lo alto de las montanas, para alcanzar
lo que se llama, “la Vía de los poderes”. Todas sus prácticas envuelven
elementos de purificaciones, invocaciones y conversaciones con deidades, y
prácticas ascéticas especialmente formuladas.
La creencia
del Shugendo que fundamenta estas prácticas es que el diario vivir esta
controlado por un mundo supra natural que no vemos, y que para accesar a este
mundo, se tiene que ir a los lugares más naturales y donde se tiene mayor
acceso al mismo: las montanas y los lugares naturales. El Shugendo cree que como
somos un producto del universo, el hombre comparte su naturaleza divina, y que
con ciertas prácticas, puede volverse divino en si mismo; así, los poderes
sobrenaturales están disponibles a todos aquellos que tengan la voluntad de
conseguirlos.
Con todo esto
en mente, no es difícil imaginar el porque los Tengus, los Yamabushi y los
Ninjas sean tan parecidos y compartan tantas prácticas.
-Sacado de mi próximo libro: "Sanmitsu: La Espiritualidad del Ninja".