Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


martes, 16 de septiembre de 2014

Los Seis Elementos


Los Seis Elementos en el Budismo Esotérico


A través del Budismo, una persona puede percibir la gran fuerza de la vida del Buda que existe en todo el universo, y por medio de la meditación puede experimentar que esa gran fuerza de vida reside dentro de nosotros mismos. El Budismo provee las doctrinas y las prácticas para lograr esta comprensión. el Budismo Esotérico, con el fin de explicar la fuerza de la vida del Buda de una manera que fuera fácil de entender por todos, detalla la naturaleza del Buda a través de los seis grandes elementos (Rokudai). 

El mundo se forma, según el Budismo, a través del proceso de la Originación Causal. Esto explica que todo el mundo llega a ser y continúa viviendo en este mundo debido a una gran fuerza de la vida que es invisible a los ojos. Esta fuerza de vida tiene muchas formas diferentes y se manifiesta como la vida individual de cada cosa, pero todo origina en ese Uno.

La doctrina básica del Budismo Esotérico se llama "La Originación Causal de todas las cosas a través de los Seis Grandes Elementos." Es un punto de vista tanto del mundo, así como los seres humanos, que nos enseña la verdadera naturaleza y formación del mundo. 

La Originación Causal del mundo a través de los Seis Grandes Elementos afirma que los seres humanos, junto con todo lo demás, vienen a ser (existen) debido a que poseen las seis características y funciones de la tierra, agua, fuego, viento, el espacio y la conciencia. Esto es más que la unión de símbolos físicos, sino en el sentido de que cada elemento de la tierra, el fuego, el agua, el viento, el espacio y la conciencia tienen la escencia y la actividad de la gran fuerza de la vida, que se expresa como los Seis Grandes Elementos. Podemos entender claramente esto al hablar de la vida de la tierra, la vida del agua, la vida de fuego, la vida del aire, la vida del espacio y la vida de la mente. 

Los Seis Grandes Elementos se compenetran sin obstrucción y están en unión eterna. Esto nos enseña que la fuerza de vida universal, que se compone de los Seis Grandes Elementos, forman la base de todas las cosas que tienen vida como nosotros, y que nos encontramos en un estado de armonía al tener la misma esencia que la vida del Buda. 

El elemento tierra se le llama como "la Tierra es la Madre de la vida en la Tierra". El elemento del agua es "el Agua de la vida que le da humedad a todas las cosas y nutre el poder de la vida". El elemento del fuego es "la energía que está poseída por el fuego, y es el trabajo de la vida que le da calor y vitalidad a los seres vivos". El elemento del viento es "el aliento de todo el universo, el movimiento constante". Cada aliento que tomamos es la vida misma. El elemento del espacio es "la gran y eterna vida del universo que envuelve a todas las cosas". El elemento de la conciencia es "la vida del espíritu que está en todas las cosas y es el funcionamiento de la sabiduría".

Nosotros, como seres humanos, somos también un reflejo de estos seis elementos. En la concepción en el vientre de nuestras madres, surgimos de ellos, y tras la muerte, nos disolvemos de nuevo en ellos. El universo entero es una danza,  de la combinación, la disolución y la recombinación de los seis elementos.

Constantemente hay que tener en cuenta que los seis elementos estan esencialmente vacíos, es decir, que son uno con la naturaleza de la Budeidad. Ellos no deben ser considerados como una especie de sustancia en si mismos.

Estos elementos son llamados en sánscrito Mahābhūta: PRITHIVI (Tierra); AP (Agua); TEJAS (Fuego); VAYU (Viento o Aire); AKASA (Espacio o éter); y CITTA (Mente). 

"Tierra" es lo que constituye la materia en un estado sólido y representa la energía estática. Es el elemento de la cohesión. A veces, es energía que puede ser bloqueada. En el cuerpo humano, el elemento tierra esta concentrado en la base de la columna. En el Budismo Esotérico, la Tierra es el símbolo del Buda Ratnasambhava, cuyo color es amarillo, y que es simbólico de la Sabiduría Unificada. 

El elemento "agua" es lo que constituye la materia en estado líquido. Es el elemento de ondulación. Representa la energía que se ha aflojado ligeramente. Dentro del cuerpo humano, el elemento del agua se concentra en la parte inferior del abdomen. En el Budismo Esotérico, el agua es símbolo del Buda Akshobhya, cuyo color es azul, y que representa la Sabiduría Reflexiva. 

El elemento "Fuego" constituye la materia en un estado de radiación o calor. Es un estado de elevación de la conciencia, y se asocia con la creatividad de todo tipo. Dentro del cuerpo humano, el elemento del fuego se concentra en la parte inferior del pecho. En el Budismo Esotérico, es el símbolo del Buda Amitabha, cuyo color es rojo, y que es un símbolo de la Sabiduría que Discierne. 

El elemento "Aire" constituye la materia en estado gaseoso, es decir, en un estado de vibración o movimiento. Es la energía que es totalmente liberada y puede moverse en las diez direcciones del universo al mismo tiempo. El elemento del viento se encuentra en el centro del pecho en el cuerpo humano. En el Budismo Esotérico, es el símbolo del Buda Amoghasiddhi, y es un símbolo de la Sabiduría Creadora. 

El elemento "Espacio" es puro vacío, conocido como Sunyata en Sánscrito. Está más allá de todo pensamiento y más allá de todas las palabras. Es la energía que ha entrado en otra dimensión, en todas las dimensiones hasta el infinito. En el cuerpo humano, se concentra en la garganta. En el Budismo Esotérico, el espacio es simbólico del Buda Mahavairocana, cuyo color es blanco, y es un símbolo de la Sabiduría Indivisible. 

Hay que recordar que los seis elementos siempre coexisten el uno con el otro, y que de ellos son derivado todos los demás fenómenos materiales. Estos incluyen los Cinco Agregados o Skandhas, que es el "proceso" que constituye al Ego (ser humano).

Esto nos lleva, entonces, al sexto elemento, el de la "Mente". Es el símbolo de la aclaración perfecta, y es otro símbolo del Buda Mahavairocana. Cabe señalar que los primeros cinco elementos son materiales, mientras que el sexto no lo es. Hay que destacar que los primeros cinco no puede existir sin el sexto, ni el sexto sin los primeros cinco. Es decir, que la mente no puede existir sin la materia, y que la materia no puede existir sin la mente. Los dos se interpenetran totalmente. Todo posse la Naturaleza del Buda inherentemente, y todos son de la naturaleza de Tathata, la Verdadera Realidad. 

El Budismo Esotérico Tendai es la transmisión del Dharma en los planos sobre-humanos. Cuando el Buda histórico, el Buda Shakyamuni, enseñó el Dharma en la India hace 2,500 años, lo enseñó a través de la voz humana, en el plano humano. Pero para aquellos que tenían oídos para oír y los ojos para ver, también enseñó la Doctrina Esotérica en un nivel sobrehumano, como el Buda Cósmico Mahavairocana. 

Por lo tanto, cuando el Buda histórico, el Buda Shakyamuni estaba en su Samadhi más alto, o Concentración meditativa, enseñó el Dharma en su forma esotérica, como el Buda Mahavairocana. Él literalmente se convirtió en "La personificación del Dharma", que podemos llamar el "Cuerpo del Dharma". En sánscrito, esto se conoce como el Dharmakaya. Por esa razón, nos referimos a el "Dharmakaya Mahavairocana". El Dharmakaya Mahavairocana es eterno. Además, Mahavairocana posee forma, color, voz y acción. Podemos decir que el Buda Mahavairocana puede ser percibido a través de los sentidos en el mundo a nuestro alrededor, si uno conoce el método correcto. Libres de la ilusión, podemos discernir a Mahavairocana en toda la naturaleza. Cada sonido es la voz de Mahavairocana, cada movimiento es su movimiento. 

El cuerpo, la palabra y la mente del Buda Mahavairocana constituyen el Universo. El Buda Mahavairocana tiene muchas emanaciones o manifestaciones en las formas de muchas deidades, dioses y diosas, animales, y símbolos de todas clases. Los seis elementos, Mahābhūta, son el cuerpo y la mente del Dharmakaya Mahavairocana. 

El Mahābhūta y el Buda Mahavairocana son tanto el principio y como el fin. Sin embargo, no hay principio ni fin en el nivel fenomenal de la verdad relativa, pues la muerte simplemente es el resultado del renacimiento y el nacimiento de la muerte. Sólo cuando nos hemos dado cuenta ("Sokushin-Jobutsu" - que es la realización de que yo soy uno con el Buda, que es la realización de la perfecta identidad con el Buda Mahavairocana y yo), ¿cómo podemos hablar de un principio y de un fin? Esto es el final del Dukkha, del sufrimiento, el dolor y el renacimiento. Es la reintegración del hombre con su naturaleza más íntima, que es su Naturaleza Búdica.