Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Shingi Hokke Shu - Escuela del Loto Reformada 新義法華宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


miércoles, 1 de enero de 2025

Renovando Nuestros Votos como Hijos del Buda: Mensaje de Nuevo Año 2025

 


El año que ha transcurrido es como un capítulo completo del Gran Sutra de nuestras vidas: un registro sagrado de alegrías y tristezas, triunfos y desafíos, todos entretejidos en el Tapiz de la Existencia. Cada momento, por fugaz que haya sido, ha sido una oportunidad para crecer, una oportunidad de encontrar las Enseñanzas del Buda y un recordatorio de la impermanencia que da forma a todas las cosas.

Mientras la primera luz del año 2025 se adorna a la Tierra, iluminando los picos y valles de nuestra existencia compartida, hagamos una pausa, reflexionemos y entremos en este nuevo año con el corazón abierto a las inmensurables posibilidades del Dharma del Buda. Cada momento de la vida, cada cambio de estaciones, es un eco del Llamado Compasivo del Buda Eterno, que nos recuerda que el potencial para el Despertar no se limita a vidas lejanas o reinos lejanos, sino que está siempre presente aquí y ahora. El Camino hacia la Budeidad, radiante e ininterrumpido, está a nuestro alcance, esperando solo que lo recorramos con sinceridad y determinación.

En los Sutras, la Voz del Buda resuena con claridad, invitando a todos los seres a Despertar a la verdad de su propia naturaleza. “Sed una lámpara para vosotros mismos”, enseña, porque en lo más profundo de nuestro ser ya poseemos su Espíritu, las Semillas de la Iluminación. Sin embargo, como un jardinero que debe cuidar la tierra con cuidado y diligencia, nosotros también debemos cultivar estas semillas con las aguas de la fe, la luz del Sol de la sabiduría y el alimento de la práctica. El Dharma no es una abstracción, sino una realidad viva y palpitante que impregna cada aspecto de nuestra vida y nos guía para ver el mundo como realmente es y para actuar con compasión ilimitada.

Al terminar un año y comenzar otro, veamos este momento como una oportunidad profunda, un momento para abrirnos a la Gracia del Buda Eterno. La compasión del Tathagata es infinita, su sabiduría ilimitada y su llamado al Despertar incesante. Nos invita a seguir el Camino que él iluminó, un Camino que no nos aleja del mundo sino que nos atraviesa, transformando el sufrimiento en paz, la ignorancia en sabiduría y la división en unidad. Recibir su Gracia es Despertar a la Verdad de que nuestra propia Naturaleza Búdica siempre ha estado presente, esperando ser realizada y expresada.

Este nuevo comienzo es un momento de renovación, un momento para volver a dedicarnos a los Votos Sagrados del Bodhisattva que hemos hecho como Hijos e Hijas del Buda. Prometemos recorrer el Noble Sendero, encarnar las Seis Perfecciones y esforzarnos incansablemente por alcanzar el Despertar en esta misma vida. Estos Votos no son meras aspiraciones; son el alma de nuestra práctica, el ancla de nuestra fe y la estrella guía que nos conduce hacia la liberación. Reafirmemos nuestro compromiso con el objetivo último: Despertar plenamente, no solo para nosotros mismos sino para la liberación de todos los seres sintientes.

Comprender el Verdadero Mensaje del Buda, tal como se revela en las Escrituras del Canon Budista, es percibir la profunda simplicidad y universalidad de sus enseñanzas. El Dharma no es algo distante o esotérico; está tan cerca como nuestra propia respiración, tan presente como el suelo bajo nuestros pies. Las Escrituras nos llaman a ver el mundo a través de los Ojos del Buda, a cultivar la sabiduría y la compasión, y a recorrer el camino con coraje y humildad. Al estudiar y poner en práctica estas Enseñanzas, nos damos cuenta de que la Tierra Pura, el Reino del Despertar, no es un paraíso lejano, sino una Realidad que podemos cocrear aquí y ahora, a través de nuestros pensamientos, palabras y acciones.

Al dar los primeros pasos en este nuevo año, volvamos a dedicarnos a la realización de la Budeidad en esta misma vida. Esta aspiración no es un sueño imposible, sino el desarrollo natural de nuestro potencial inherente. Las enseñanzas del Buda iluminan el Camino, mostrándonos que la liberación del sufrimiento y el logro de la paz suprema son alcanzables aquí y ahora. El Verdadero Dharma nos guía para ver las causas de nuestro sufrimiento y el camino para superarlo. Los Preceptos nos llaman a alinear nuestros pensamientos, palabras y acciones con la Verdad. Los Paramitas nos ofrecen los medios para refinar nuestro carácter y armonizar nuestras vidas con el Dharma.

En este año, esforcémonos por encarnar el Dharma no solo en palabras o intenciones, sino en cada pensamiento, acción e interacción que tengamos. Comprometámonos a transformar este mundo en una Tierra Pura, un Reino de Paz y Despertar. Cada acto de bondad, cada momento de atención plena y cada esfuerzo por aliviar el sufrimiento contribuyen a esta Obra Sagrada. La Tierra Pura surge dondequiera que se practique el Dharma, dondequiera que los seres vivan en armonía con la Verdad y dondequiera que la Luz de la Sabiduría del Buda disipe la Oscuridad de la Ignorancia. Meditar es morar en el vasto y pacífico océano de nuestra Verdadera Naturaleza. Practicar la atención plena es traer lo sagrado a cada momento de nuestra vida diaria, transformando las tareas ordinarias en actos de Despertar. Recitar los Sutras sagrados y recitar el Santo Nombre del Buda es resonar con la infinita compasión y sabiduría del Tathagata, permitiendo que su presencia impregne nuestros corazones y guíe nuestros pasos.

Sin embargo, este camino del despertar no es un camino de esfuerzo solitario. La compasión del Buda nos llama a extender nuestra práctica hacia afuera, a trabajar incansablemente por la liberación de todos los seres. El Voto del Bodhisattva es una promesa de transformar el mundo en una Tierra Pura, un reino de armonía, justicia y alegría. Esta Tierra Pura no es simplemente un paraíso celestial; es una realidad que creamos mediante nuestros esfuerzos por aliviar el sufrimiento, fomentar la comprensión y sembrar las semillas de la paz. Se manifiesta dondequiera que haya bondad, dondequiera que haya justicia, dondequiera que haya un esfuerzo genuino por hacer surgir la Luz de la sabiduría del Buda en la oscuridad del mundo.

Al contemplar el mundo, vemos tanto el sufrimiento del Samsara como el potencial infinito de transformación. La guerra, la codicia y la ignorancia siguen proyectando su sombra sobre la humanidad, pero el Dharma del Buda nos recuerda que ni siquiera la oscuridad más profunda puede extinguir la luz de una sola vela. En 2025, convirtámonos en esa luz. Que nuestras vidas sean un testimonio de la Verdad del Dharma. Que nuestros pensamientos y acciones reflejen la pureza de las Enseñanzas del Buda y que nuestras comunidades se conviertan en santuarios de paz y compasión.

Este nuevo año no es simplemente un marcador del tiempo; es una oportunidad para renovarnos, para volver a dedicarnos al Camino del Despertar. Reflexionemos profundamente sobre las enseñanzas del Buda y renovemos nuestros votos de recorrer este Noble Camino. Inclinémonos en gratitud ante el Dharma que libera y la Sangha que nos apoya. Juntos, como una gran familia, hagamos girar la Rueda del Dharma hasta que todos los seres sean libres y el mundo mismo se transforme en un reflejo de la Tierra Pura del Buda.

Que este nuevo año de la Serpiente de Madera 2025 sea un año de profunda realización, donde la Verdad del Dharma se revele en cada paso que demos, cada respiración que tomemos y cada palabra que decimos. Que nuestras vidas brillen como faros de esperanza y compasión, y que nuestros esfuerzos hagan surgir el Reino del Buda aquí y ahora, en este mismo mundo. Que el loto florezca en medio del barro y que todos los seres despierten a la verdad de su Naturaleza Búdica.

Seamos como el loto, que surge del barro para florecer en pureza, un símbolo de esperanza y despertar para todos los seres. Renovemos nuestros Votos con la claridad y el coraje de quienes han escuchado el Llamado del Buda y respondido con una resolución inquebrantable.

Que la Luz y la Gracia del Buda Eterno nos guíe ahora y siempre. Svaha.