En el Canon Budista, leemos este pasaje: "Cuando Buda decidió romper con la vida mundana, hizo cuatro grandes votos: 1) salvar a todas las personas; 2) renunciar a todos los deseos mundanos; 3) aprender todas las enseñanzas; y 4) alcanzar la Iluminación perfecta. Estos votos eran manifestaciones del amor y la compasión que son fundamentales para la naturaleza de la Budeidad". (Sutra Avatamsaka)
Reflexionando sobre este luminoso pasaje, uno se adentra en el corazón de la resolución del Buda, una declaración extraordinaria de amor ilimitado y compasión infinita. Es en estos Cuatro Grandes Votos Universales, que luego pasaron a ser los Cuatro Votos del Bodhisattva, donde vislumbramos no solo el carácter del Corazón del Buda, sino también la esencia misma del Dharma: un camino noble y universal que nos llama a trascender las limitaciones de la existencia centrada en el ego y a abrazar la plenitud de la vida tal como es.
El Primer Voto del Buda, Salvar a Todos los Seres, revela la vasta e inclusiva naturaleza de la Budeidad. Esta no es una aspiración común, sino el despertar de un corazón que reconoce la Unidad de toda Existencia. En este voto, el Buda no diferencia entre altos y bajos, entre los virtuosos y los extraviados. Cada ser, sin importar su posición o karma, está incluido en el alcance de su compasión. Este voto nos recuerda que nuestro Despertar individual es inseparable del Despertar de los demás. Como enseña el Sutra Avatamsaka: "La liberación de un ser no puede separarse de la liberación de todos los seres."
El Segundo Voto, la Renuncia a los Deseos Mundanos, no es un rechazo del mundo mismo, sino de las ilusiones y apegos que nos atan al sufrimiento. En este voto, el Buda demuestra el valor de ver con claridad y la determinación de liberarse de las trampas de la ignorancia, la codicia y el odio. Esta renuncia es un acto de amor, no un desapego frío, sino un profundo compromiso con una vida alineada con la Verdad. Al contemplar este voto, se nos invita a examinar nuestros propios apegos y considerar cómo oscurecen nuestra naturaleza búdica innata, ya luminosa y pura.
El Tercer Voto, Aprender Todas las Enseñanzas, es emprender el viaje infinito hacia la sabiduría. La insaciable sed del Buda por entender refleja la humildad y la diligencia de un ser despierto. Este voto nos asegura que el Dharma es inagotable, como un vasto océano hacia el cual fluyen todos los ríos. Cada enseñanza, sea profunda o sencilla, se convierte en una puerta hacia la liberación. En nuestra propia práctica, este voto nos anima a acercarnos al Dharma con mente de principiante, abierta a las innumerables formas en que la sabiduría puede manifestarse: a través de las escrituras, los maestros, el mundo natural y los momentos ordinarios de la vida.
El Cuarto Voto, Alcanzar la Perfecta Iluminación, es la culminación de la resolución del Buda, una promesa no solo para sí mismo, sino para el beneficio de todos los seres. La Iluminación no es una escapatoria del mundo, sino una transformación radical de cómo lo percibimos y nos relacionamos con él. Es la realización de la Naturaleza Búdica eterna e indestructible que habita en todos nosotros. Este voto nos enseña que el Despertar no es una meta lejana, sino una posibilidad siempre presente que surge cuando alineamos nuestros corazones con la Verdad del Dharma.
Estos Votos no son meros ideales; son expresiones activas del amor y la compasión inherentes al Buda. Nos recuerdan que la Budeidad no es un estado estático, sino una relación dinámica y continua con todos los seres. El Sutra del Loto enseña que la obra del Buda nunca se completa, pues su actividad compasiva es tan eterna como su ser. De manera similar, nuestra propia práctica, aunque imperfecta, puede encarnar estos Votos mientras nos esforzamos por llevar paz y alegría a los demás, renunciar a las causas del sufrimiento, buscar la sabiduría y caminar el Sendero del Despertar.
Al meditar en estos votos, no los veamos como lejanos o inalcanzables, sino como aspiraciones vivas que pueden guiar nuestros propios corazones. Con fe en la infinita compasión del Buda, hagamos el voto de recorrer juntos este camino, transformando nuestras vidas y el mundo en el campo radiante de la Luz Ilimitada del Buda Eterno.