Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Shingi Hokke Shu - Escuela del Loto Reformada 新義法華宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


viernes, 3 de enero de 2025

Oryoki: La Práctica Budista de "Solo lo Necesario" - Tradiciones Budistas para la Vida Diaria

 


El Oryoki es una práctica meditativa y ritualizada de comer que fue sistematizda en la tradición budista Zen, pero que ha sido integrada al Budismo del Loto, y que encarna la atención plena, la gratitud y la sencillez. El término "Oryoki" se traduce como "lo justo" o "solo lo necesario", lo que refleja su enfoque en la intencionalidad y la suficiencia. Esta práctica implica el uso de un conjunto de cuencos, utensilios y paños anidados, todos ellos dispuestos y utilizados con un cuidado meticuloso. Cada aspecto, desde desenvolver el paño hasta lavar los cuencos, está impregnado de atención y reverencia, transformando el acto de comer en una disciplina espiritual.

El conjunto de Oryoki (Jihatsu) suele estar formado por entre tres o cinco cuencos anidados de tamaño decreciente, una cuchara, palillos y varios paños con funciones específicas, como envolver los cuencos o servir como mantel individual. El ritual comienza desenvolviendo el conjunto y ordenándolo de una manera precisa, a menudo acompañado de un canto o una oración budista que expresa gratitud a todos los seres involucrados en proporcionar la comida. La comida se sirve en porciones medidas, encarnando el principio de "solo lo necesario", y la comida se come en silencio, lo que permite a los practicantes permanecer completamente presentes en la experiencia.

Después, se utiliza una pequeña cantidad de agua caliente para limpiar los cuencos en secuencia, minimizando el desperdicio y enfatizando la atención plena incluso en el acto de lavar. Esta agua luego se consume o se usa para enjuagar los utensilios, subrayando el principio de desapego y respeto por los recursos. El ritual concluye con el cuidadoso envoltorio del conjunto, lo que indica su finalización.

En esencia, la práctica del Oryoki eleva la alimentación de una necesidad mundana a una práctica sagrada, alentando a los practicantes a reflexionar sobre la interconexión de la vida. Para los practicantes laicos, adoptar elementos del Oryoki puede profundizar la atención plena y llevar los principios budistas a la vida cotidiana, invitando a una vida de simplicidad, conciencia y profunda gratitud. Pero el mismo revela muchas enseñanzas.

En primer lugar, el Oryoki ejemplifica la meditación activa; en acción. Cada paso de la comida, desde desenvolver los cuencos hasta la limpieza final, se realiza con deliberada atención y cuidado, conectando al practicante por completo con el aquí y ahora. Esta atención plena se extiende más allá de la comida en sí, entrenando la mente para abordar todos los aspectos de la vida con mayor claridad y presencia. Nos recuerda que la práctica espiritual no se limita al cojín de meditación, sino que impregna cada acción, sin importar lo ordinaria que sea.

En segundo lugar, el Oryoki cultiva la gratitud, una piedra angular de la vida espiritual budista. Antes de la comida, los practicantes recitan versos que expresan su agradecimiento por la comida y por todos los seres que han contribuido a su existencia. Este reconocimiento de la interdependencia (de los agricultores, los cocineros, la tierra e incluso el Sol y la lluvia) alimenta un profundo sentido de interconexión y reverencia por la vida. De esta manera, el Oryoki se convierte en un recordatorio diario de la enseñanza budista de que nadie existe aislado; todos los seres son parte de una intrincada red de causas y condiciones.

Además, el Oryoki refuerza el valor de la simplicidad y de "solo lo necesario". Al limitar las porciones y evitar el desperdicio, se alinea con el Camino Medio, evitando los extremos de la indulgencia y la privación. Esta práctica fomenta la satisfacción con lo que se ofrece, fomentando un espíritu de humildad y desapego. También desafía al practicante a enfrentar los deseos y las aversiones, utilizando la comida como un espejo de las tendencias habituales de la mente.

Finalmente, el Oryoki ofrece una enseñanza sutil pero poderosa sobre la impermanencia en el "ichi-go ichi-e", que se puede traducir como "un momento, un encuentro". Cada comida es un momento fugaz que nunca se repetirá, y el acto de comer se convierte en una meditación sobre la naturaleza transitoria de la vida misma. La limpieza cuidadosa y el envoltorio de los cuencos simbolizan el cierre y la disposición para seguir adelante, recordando a los practicantes la naturaleza cíclica y efímera de la Existencia.

Aunque el ritual del Oryoki es uno bien elaborado que se realiza principalmente en comunidad (como en retiros y monasterios), el mismo puede ser abreviado para adaptarlo a nuestras circunstancias de vida. Al momento de comer, asegúrate de servirte "solo lo necesario" para alimentarte, sin indulgir. Antes de la comida, ofrece una oración budista (como la que encontrarás abajo), saca una porción para los Espíritus Hambrientos, recita el Sutra del Corazón (Hannya Shingyo), y agradece a todos los seres que convergieron en tu comida, haciendo el voto de que la misma servirá para ayudarte a difundir la Luz del Dharma para la salvación de todos los seres. Luego, come detenidamente, en actitud meditativa, sin desperdiciar nada. Al finalizar, agradece nuevamente esta oportunidad de poder sostener tu vida con el sacrificio de incontables seres, y pide que todos los seres puedan tener alimento, sobre todo, el Alimento del Dharma. Coloca la porción separada para los Espíritus Hambrientos en su patio y recita un breve Sutra. Para cerrar, deja todo limpio: ambiente limpio, mente limpia. 

Al enriquecer la vida espiritual budista, el Oryoki tiende un puente entre la doctrina y la práctica, encarnando las enseñanzas de la meditación, la gratitud, la sencillez y la impermanencia en un ritual tangible y cotidiano. Transforma el sustento en un acto sagrado, nutriendo no solo el cuerpo sino también la mente y el espíritu, al tiempo que ofrece a los practicantes una experiencia directa del Dharma en cada bocado y cada movimiento. A través del Oryoki, comer se convierte no solo en alimento, sino en un Camino hacia el Despertar.

Oraciones Breves para los Alimentos

Antes de la Comida

Estamos realmente agradecidos por esta maravillosa comida que vamos a disfrutar. Por ello, deseamos compartirla con todos los seres y esforzarnos por Despertar a la liberación universal del Buda Amida. Namu Amida Butsu, Namu Amida Butsu, Namu Amida Butsu. Itadakimasu (Ahora recibiremos esta comida).

Las Cinco Reflexiones (Antes de la Comida):

  1. Reflexiono sobre el trabajo que trajo esta comida hasta mí; que pueda ver de dónde esta comida provino.
  2. Reflexiono sobre mis imperfecciones; que pueda merecer estos alimentos.
  3. Trabajaré porque mi mente pueda estar libre de avaricia o preferencias.
  4. Tomo esta comida como medicina para mantener mi cuerpo en buena salud.
  5. Acepto estos alimentos para alcanzar la Iluminación y salvar a todos los seres sintientes.
  6. Sutra del Corazón
Luego de la Comida

Gochisōsama (Gracias por estos alimentos). Namu Amida Butsu, Namu Amida Butsu, Namu Amida Butsu.