Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


martes, 14 de octubre de 2014

Los Cinco Preceptos - No Matar


Los Cinco Preceptos en el Budismo


Todas las religiones en el mundo contienen una serie de "mandamientos" o algún código de conducta esperado de sus adherentes. Los Preceptos en el Budismo no son una serie de "mandamientos"; más bien, son una serie de guías a seguir para atemperar nuestras acciones a la armonía inherente en el Universo. 

La palabra Pali más a menudo traducida como "moral" es "Sila", pero "sila" tiene muchas connotaciones que van más allá de la palabra "moralidad". Sila puede referirse a una virtud interior, tal como la bondad y la veracidad, así como la actividad de las virtudes más importantes del mundo. También puede referirse a la disciplina de actuar de forma moral. Sin embargo, sila se entiende mejor como una especie de armonía. 

Se dice que los Preceptos describen la forma en que un ser iluminado vive de forma natural. Al mismo tiempo, los preceptos son parte del camino hacia la iluminación. Al comenzar a trabajar con los Preceptos, nos encontramos que los vamos a "romper" o profanar una y otra vez. Podemos pensar en esto como cuando comenzamos a aprender a correr una bicicleta: podemos caernos de la bicicleta y sentirnos vencidos - que es inarmónico - o podemos volver a la bicicleta y comenzar a pedalear de nuevo hasta que la dominemos.

En los períodos iniciales de la tradición budista, se establecieron una serie de lineamientos con el objetivo de prevenir conductas que obstaculizaban la búsqueda de la iluminación o el mantenimiento de una vida espiritual rica y reflexiva. Tal es así que los integrantes de las congregaciones budistas debían acatar minuciosas normas de disciplina propias del voto monástico. Algunos códigos reflejaban los prejuicios sociales arraigados en la época. Por ejemplo, las doscientas cincuenta reglas aplicadas a los hombres y las quinientas reglas aplicadas a las mujeres marcaban pautas en la conducta cotidiana, tales como la dieta alimenticia o las horas de despertarse y dormir.

El Budismo Mahayana –que incluye las enseñanzas del Sutra del loto— adopta una postura más flexible ante los preceptos, en la que se da una mayor importancia a la práctica compasiva del bodhisattva como medio de la iluminación, tanto de uno mismo como de los demás, en lugar del acatamiento de restricciones severas para la salvación personal. Asimismo, exhorta a mantener una conducta que sea acorde con el tiempo y el lugar, y a respetar la diversidad cultural. Es por eso que Saicho, fundador del Budismo Tendai japonés, abogó incansablemente por el derrogamiento de los viejos preceptos Hinayana y por el establecimiento de los Preceptos del Bodhisattva.

Por ello, los Preceptos en el Budismo constituyen el código ético básico budista, acogidos por los seguidores del Buda. Estas son las reglas básicas del Budismo, instrucciones para conseguir el objetivo de comportarse bien consigo mismo y con los demás. Se podría decir que son indicaciones para convivir en paz. No se formulan como imperativos, sino como las reglas de formación para que se practiquen voluntariamente.

Los Cinco Preceptos Laicos


Los Cinco Preceptos Laicos son los preceptos que desde el tiempo en que vivía el Buda Shakyamuni se han conferido a todos los interesados en ingresar a la Sangha (comunidad budista). Estos preceptos son los primeros de una serie de preceptos que son conferidos a los interesados en formar parte de la orden budista. Estos son:

1. No matar.
2. No robar.
3. No abusar del sexo.
4. No mentor.
5. No abusar de los intoxicantes.

El Primer Precepto: No matar


En Pali, el primer Precepto es "Panatipata veramani sikkhapadam samadiyami"; "Asumo la regla de entrenamiento de abstenerme de tomar la vida." 

Es importante entender que la violación del precepto surge primero en la mente, con el reconocimiento de un ser vivo y la idea deliberada de matar a ese ser. También, pedirle a otra persona que sea el que mate no mitiga la responsabilidad por ello. Además, una muerte premeditada es un delito más grave que un asesinato en defensa propia. 

El Sutra Mahayana Brahajala (Sutra de la Red de Brahma) explica el primer precepto de esta manera: 

"Un discípulo del Buda no podrá matar a un ser vivo, animar a otros a matar, matar por los medios pertinentes, alabar el matar, ser testigo de una matanza, o matar a través de encantamiento o  mantras. Él no debe crear las causas, condiciones, métodos, o karma de matar, y no debe de matar intencionalmente cualquier criatura viviente. 

"Como discípulo del Buda, debe de nutrir la mente de la compasión y la piedad filial, siempre ideando medios hábiles para rescatar y proteger a todos los seres. Si por el contrario, no logra contenerse y mata a los seres sintientes sin piedad, comete una ofensa mayor. "

El Budismo y el Vegetarianismo 

La gente suele asociar el Budismo con el vegetarianismo. Aunque la mayoría de las escuelas del Budismo fomentan el vegetarianismo, por lo general se considera una opción personal, no un requisito. Esto es así en el Budismo Tendai.

Puede que te sorprenda saber que el Buda histórico no era un vegetariano estricto. Los primeros monjes obtenían toda su comida de la mendicidad, y el Buda le enseñó a sus monjes a aceptar la comida que se les diera, incluyendo la carne. Sin embargo, si un monje sabía que un animal había sido sacrificado específicamente para alimentar a los monjes, la carne debía ser rechazada. 

Este es un tema complejo y lo dejaré para una entrada posterior.

El Budismo y el Aborto 

Casi siempre, el aborto es considerado como una violación del primer precepto. Sin embargo, el Budismo también evita los absolutos morales rígidos. Una posición a favor del aborto que permita a las mujeres tomar sus propias decisiones morales no es incompatible con el Budismo. Esto es tema para otro momento.

El Budismo y la Eutanasia 

La "muerte misericordiosa" reduce el nivel de la miseria de un ser, pero podría interferir con su evolución espiritual hacia la iluminación. Estas acciones no son realmente compasivas, sino que es una compasión sentimental. ¿Quién de nosotros tiene la capacidad de ver si una acción de ese tipo, de hecho, ayuda al mejor bienestar de una persona? 

¿Y si el ser que sufre es un animal? Muchos de nosotros hemos sido asesorados a practicar la eutanasia a una mascota o hemos encontrado un animal sufriendo gravemente. ¿Ayuda esto al animal "a salir de su miseria"? 

Es egoísta el no practicar la eutanasia a un animal que sufre por setimientos personales. No estoy seguro de que todos los maestros estarían de acuerdo con eso. Muchos maestros consideran la eutanasia de un animal sólo si el animal está muy angustiado, y no hay manera de salvarlo o calmar su angustia.

Estos son temas complicados, que requieren una profunda introspección, y el Budismo no ofrece contestaciones en blanco y negro, todo depende de las condiciones y circunstancias de cada caso.