Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Escuela del Loto Reformada) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


jueves, 27 de febrero de 2025

Las Reformas del Budismo del Loto: La Visión Monobudista de la Escuela del Loto Reformada

 


La Escuela del Loto Reformada sostiene una visión Monobudista enraizada en la doctrina del Buda Eterno, la cual representa una destilación refinada de la Budología Tendai. Esta es la piedra angular de nuestra Reforma. A diferencia de la perspectiva pluralista budista tradicional sostenida por la mayoría del as denominaciones que ve a los diversos Budas como entidades separadas, el Monobudismo postula que todos los Budas, Bodhisattvas Trascendentes y deidades del Cosmos son emanaciones del único y trascendental Buda Eterno, quien, en su infinita compasión y sabiduría, se manifiesta en formas diversas según las capacidades y necesidades de los seres sintientes.

En nuestra Declaración de Fe, leemos:

"1 – Creemos en el Buda Eterno, Fuente de Luz y Vida Eterna, fuente de todo bien, nuestro Padre Espiritual, presente en todos y en cada uno de nosotros - sus hijos - en todo el universo y en todas las cosas, manifestándose en formas infinitas, infinitos Budas, cada uno siendo manifestaciones del Buda Eterno, que es la Voluntad y el Poder del Cosmos, en sus Tres Cuerpos. Esto no es Dios, sino que es algo que supera a un Creador y su creación y es nuestra Verdadera Naturaleza; por esta razón, nuestro objeto de devoción, el Buda, es conocido como el maestro de dioses y humanos. Una Vida, simbolizada en nuestra tradición como el Buda Eterno, infinito en el espacio y el tiempo, que hizo el Voto Primal de salvar a todos los seres, y se identifica con nuestros sufrimientos y alegrías y nos exige ser compasivos y comprensivos con los demás."

El Buda Eterno como Fundamento de la Realidad

La fuente de nuestra visión del Buda Eterno es clarificada en nuestra Constitución Dogmática sobre el Buda, Buddhakaya, que dice:

"El Verdadero Budismo, preservado por la Tradición del Loto y contenido hoy día en la escuela Tendai, cree y reconoce que solo hay un Buda, el Buda Eterno, Quien ha Venido del Mundo de la Verdad (Tathagata), Dios de Dioses (Devatideva, ver el Sutra Lalitavistara: 1), Digno de Ofrendas (Arhat), de Conocimiento Correcto y Universal (Samyak-Sambuddha), de Perfecta Claridad y Conducta (Vidyā-Charana-Sampanna), Bien Logrado (Sugata), Quien Comprende el Mundo (Lokavid), Digno e Insuperable (Anuttara), Entrenador de Personas (Purusha-Damya-Sārathi), Maestro de los Seres Celestiales y Humanos (Shāstā-Deva-Manushyānām),  el Honrado por el Mundo (Buddha-Bhagavat), quien es Eterno (Nitya), Santo (Sadhu), Perfecto (Purna), Único (Anuttama), Indivisible, Incomprensible, Omnipresente, Omnibenevolente, Omnisciente, Omnipotente, Inmutable, Veraz, Providente, y Salvador, uno sin segundo y la Totalidad de todas las Existencias y Actividades en el Universo, del cual emanan todos los Budas y Bodhisattvas Celestiales y todo en el Cosmos (ver Sutra de Mahavairocana: 1; y Sutra Vajrasekhara: 1), el cual es su Samadhi Eterno. Es por eso que el Budismo es realmente Monobudista: cree y sigue a un solo Buda, Fuente de Todos los Budas, la Esencia (Tathata) de la cual toda la Existencia emana, el Buda Eterno. Todos estos Budas son, consecuentemente, la misma Persona (Buda Eterno), personalmente distintos, y a su vez, la misma Realidad manifestándose de múltiples formas. Es uno en Esencia y propósito, pero múltiple en personalidades, todos manifestando diferentes aspectos de la Mente Iluminada."

El Buda Eterno es el principio absoluto del Dharma, el Alfa y el Omega de la Iluminación, el origen y destino de todos los seres. Su naturaleza es Trascendente e Inmanente:

  • Trascendente, en la medida en que es el fundamento del Cosmos, la Realidad Absoluta más allá del tiempo y el espacio, el Dharmakaya en su pureza primordial, la Mente Universal en su Samadhi Cósmico.
  • Inmanente, pues su Espíritu mora en todos los seres, siendo la Naturaleza Búdica (Tathāgatagarbha) el reflejo de su Luz en cada uno de nosotros. Por ello, la Iluminación no es un destino externo, sino el despertar a esta Verdad interna.

Desde esta perspectiva, el Buda Eterno es nuestro Padre Espiritual, aquel que, en su infinita misericordia, nos sostiene y nos llama constantemente al Despertar. No es una deidad lejana ni un ser circunscrito a una época o un mundo, sino el principio viviente del Dharma, la Luz Infinita que penetra todas las cosas.

El Monobudismo de la Escuela del Loto Reformada no es una innovación arbitraria, sino la culminación y síntesis de las más profundas enseñanzas Mahayana y Vajrayana:

  • El Sutra del Loto proclama que todos los Budas son en realidad manifestaciones de un solo Buda.
  • El Sutra del Nirvana enseña la eternidad del Buda Shakyamuni, lo cual apunta a la existencia de un Buda Único y Primordial.
  • El Sutra Avataṃsaka describe una red cósmica de interpenetración de los Budas, indicando que todos comparten una misma esencia.
  • Las enseñanzas Esotéricas (Mikkyō) establecen que Mahavairocana es la Fuente de todos los Budas y la Realidad Cósmica Absoluta.

La Escuela del Loto Reformada no crea una nueva doctrina, sino que cristaliza y clarifica lo que siempre ha estado implícito en el Dharma Mahayana: que hay un solo Buda Eterno que se manifiesta en múltiples formas según las necesidades de los seres sintientes.

Desde esta perspectiva, el Buda Eterno no es simplemente un ser iluminado, sino la base misma de la Realidad:

  • Es la Fuente de la Existencia: todo lo que es y será emana de su sabiduría y compasión.
  • Es el Alma del Universo: su presencia impregna todas las cosas.
  • Es el Orden Cósmico y Moral: el Dharma es la manifestación de su sabiduría eterna.

Aquí, la visión del Buda Eterno trasciende la concepción teísta de un Dios creador y se presenta como una realidad omnipresente, sin principio ni fin, que da coherencia al universo. Por ello es llamado "Quien Viene del Mundo de la Verdad" y  "Dios de Dioses".

En la tradición budista, el término Tathāgata es uno de los epítetos más profundos y sagrados del Buda. Se le traduce comúnmente como "El que Viene del Mundo de la Verdad" o "El que  Viene del Mundo de la Realidad", pero en la Escuela del Loto Reformada, su significado es aún más elevado:

  • "Quien Viene del Mundo de la Verdad", porque el Buda no es simplemente un maestro humano, sino la manifestación de la Realidad Última en el mundo fenoménico.
  • "Quien Viene de la Unidad", porque trasciende todas las dualidades y diferencias, revelando la Unidad Fundamental del Dharma.

Desde la perspectiva del Monobudismo Triuno, este título indica que el Buda Eterno es la expresión suprema de la Verdad Absoluta, que se manifiesta en el Samsara para guiar a los seres hacia la Iluminación. El Buda Eterno no es una figura histórica limitada a un tiempo y lugar específicos, sino la manifestación de la Verdad Suprema (Dharma) en el mundo fenoménico. El Sutra del Loto revela que el Buda Shakyamuni no fue un ser humano común, sino una manifestación del Buda Eterno que existe desde tiempos sin principio. El Sutra Avatamsaka describe al Buda como la luz que sostiene el Cosmos, el principio organizador del universo. Por lo tanto, cuando el Buda aparece en el mundo, no es simplemente un sabio iluminado, sino la encarnación de la Verdad Absoluta que desciende para guiar a los seres sintientes. Desde esta perspectiva, Tathāgata es aquel que viene a recordar a los seres que todo es expresión del Buda Eterno, y que su destino final es la Unidad con la Iluminación.

En el Budismo, y particularmente en la Escuela del Loto Reformada, el título "Dios de Dioses" (Devatideva) se le atribuye al Buda Eterno como una forma de expresar su absoluta trascendencia sobre todas las divinidades y seres celestiales. Este término, aunque puede parecer ajeno al pensamiento budista tradicional, en realidad tiene profundas raíces en los Sutras Mahayana y en la Cosmología Budista.

El término Devatideva está compuesto por dos partes:

  • Deva (देव): Ser celestial o dios.
  • Ati (अति): Más allá de, superior a.

Por lo tanto, Devatideva significa el "Dios que es superior incluso a los dioses". En los Sutras Mahayana y en la Escuela del Loto Reformada, este título se le da al Buda Eterno porque:

  • No es un simple ser celestial (deva) con un poder temporal.
  • No está sujeto al nacimiento y muerte como los dioses del Samsara.
  • Es la Fuente misma de la Existencia, del Cosmos y del Dharma.
  • Es el maestro de los propios dioses, quienes se postran ante él en los Sutras.

Esto marca una diferencia fundamental entre el Buda y los devas (dioses). Mientras que los dioses en el Budismo son seres elevados pero aún atrapados en el ciclo del Samsara, el Buda Eterno trasciende por completo la existencia cíclica y es la Luz Suprema que guía a todos los seres, incluidos los propios dioses.

¿Por qué el Buda es "Dios de Dioses"? Primero que todo, el Buda no es un ser condicionado como los devas. Los dioses en el Budismo no son eternos ni están libres del Samsara. Son poderosos, sí, pero siguen sujetos al karma y al renacimiento, por lo que eventualmente, morirán y renacerán en otras formas, dependiendo de sus acciones. El Buda, en cambio, trasciende por completo el ciclo del Samsara y es la fuente de todo. También, el Buda es el Maestro y Refugio de los propios dioses. En muchos Sutras, se muestra a los dioses acudiendo al Buda en busca de guía. Indra (dios regente), Brahma (dios creador) y otras deidades celestiales reciben instrucción del Buda. Incluso los dioses del reino más elevado reconocen que la Iluminación del Buda es suprema y más allá de cualquier poder celestial. Por ello, el Buda es la Luz Suprema que trasciende todo dualismo. En la Escuela del Loto Reformada, el Buda Eterno es la luz infinita que sostiene el universo. No es solo un "ser iluminado", sino la Fuente misma del Dharma y la Existencia. 

Al reconocer al Buda Eterno como Devatideva, se obtiene una nueva perspectiva sobre el Dharma:

  • Supera el concepto de divinidad en las religiones teístas - A diferencia de los dioses védicos o monoteístas, el Buda no es un ser separado que impone su voluntad. No es un creador arbitrario, sino la realidad misma del Despertar y la Iluminación.
  • Elimina la falsa noción de que los dioses pueden ofrecer la liberación - En algunas tradiciones antiguas, se creía que adorar a un dios podía llevar a la salvación. El Budismo enseña que solo el despertar interno puede llevar a la Iluminación, y el Buda es quien nos guía en ese proceso.
  • Nos llama a confiar en el Buda Eterno en lugar de depender de deidades pasajeras - En vez de buscar refugio en los devas, debemos buscar refugio en el Buda, el Dharma y la Sangha. La verdadera liberación no viene de los dioses, sino de comprender el Dharma y practicar el Camino Medio.
  • Nos ayuda a ver el mundo como una manifestación del Buda - Si el Buda es la luz más alta, entonces toda la realidad está impregnada de su compasión y sabiduría. Esto nos llama a vivir con fe, confianza y compromiso con el Dharma, pues todo lo que existe es una manifestación de su actividad salvífica.

Las Tres Manifestaciones del Buda Eterno (Trikaya)

En el Sutra de los Tres Cuerpos leemos: "Hijo de una familia noble, debes ver los Tres Cuerpos del Tathagata de la siguiente manera. El Dharmakaya debe verse como aquello que es la Esencia del Tathagata. El Sambhogakaya debe considerarse como la esencia de los Bodhisattvas. El Nirmanakaya debe considerarse como la esencia de los seres ordinarios que se comportan con devoción. Hijo de una familia noble, el Dharmakaya sigue siendo la misma naturaleza para todos los Budas. El Sambhogakaya sigue siendo la misma absorción meditativa de todos los Budas. El Nirmanakaya sigue siendo la misma actividad despierta de todos los Budas." 

Siguiendo la doctrina de los Tres Cuerpos (Trikaya), la Escuela del Loto Reformada enseña que el Buda Eterno se manifiesta en tres formas, a través de las cuales interactúa con el mundo fenoménico:

  1. Dharmakaya (Cuerpo del Dharma) - El Buda en su Esencia Absoluta, la Realidad Suprema más allá de la forma y el concepto. Es llamado Mahāvairocana (Dainichi Nyorai) en el Esoterismo Budista y Amitābha (Amida Nyorai) en el contexto de la devoción pura. Este es el Buda que trasciende el tiempo y el espacio, el origen de todas las cosas y la base de la Ley Universal.
  2. Sambhogakaya (Cuerpo de Gozo o Emanación Gloriosa) - La forma en que el Buda se manifiesta en reinos celestiales y en visiones espirituales para guiar a los practicantes. Aquí se expresan los grandes Budas como el Buda de la Medicina (Yakushi) y el Buda Akshobya (Ashuku), así como Bodhisattvas Trascendentales, como Avalokiteśvara (Kannon) y Mañjuśrī (Monju), quienes son aspectos de su infinita actividad salífíca.
  3. Nirmanakaya (Cuerpo de Manifestación o Transformación) - Es la encarnación del Buda en el mundo, tomando forma humana para enseñar y salvar a los seres. En esta categoría se encuentra el Buda Shakyamuni, quien, hace más de 2,500 años, apareció en la India para predicar el Dharma y establecer la Sangha. Sin embargo, este mismo principio se extiende a cualquier manifestación del Buda que haya descendido a lo largo de la historia en diferentes culturas.

Estos Tres Cuerpos del Buda no son entidades separadas, sino que son consubstanciales y triunos, es decir, una misma Realidad expresada en distintos niveles de manifestación. El Dharmakaya es la Esencia Fundamental, el Sambhogakaya es su despliegue glorioso en el mundo de las visiones, y el Nirmanakaya es su presencia activa en el Samsara para guiar a los seres hacia la Iluminación. Si bien sus manifestaciones son infinitas, así como sus personas, siguen siendo uno.

El término consubstancial proviene del latín consubstantialis, que significa "de la misma sustancia o esencia". En el contexto de la visión Monobudista de la Escuela del Loto Reformada, se dice que los Tres Cuerpos del Buda (Dharmakaya, Sambhogakaya y Nirmanakaya) son consubstanciales porque no son entidades separadas, sino distintas manifestaciones de una misma y única realidad: el Buda Eterno. Esto significa que el Dharmakaya (la Realidad Absoluta), el Sambhogakaya (las manifestaciones gloriosas en mundos espirituales) y el Nirmanakaya (las encarnaciones terrenales como el Buda Shakyamuni) no son tres Budas distintos, sino tres aspectos de un solo y mismo Buda. Son diferentes modos en los que el Buda Eterno se hace presente para guiar a los seres sintientes de acuerdo con sus capacidades y condiciones kármicas.

De manera análoga, en el agua encontramos distintos estados—líquido, sólido y gaseoso—pero siempre sigue siendo agua. Así, los Tres Cuerpos del Buda son diferentes manifestaciones de una misma esencia iluminada.

El término triuno es un concepto teológico que indica algo que es tres en uno, es decir, que una única realidad tiene tres aspectos distintos pero inseparables. En la doctrina del Trikaya (Tres Cuerpos del Buda), se puede decir que el Buda Eterno es triuno, pues su naturaleza se expresa en tres dimensiones interdependientes. Esta idea resalta que el Buda Eterno no es una entidad fragmentada, sino una realidad unificada que se muestra en diversas formas para actuar en el mundo. El Trikaya no es una división, sino una integración en la que cada aspecto cumple una función dentro del plan de salvación universal del Buda.

Cuando decimos que los Tres Cuerpos del Buda son consubstanciales y triunos, afirmamos que:

  • No son entidades separadas, sino expresiones de un mismo Buda Eterno.
  • Comparten la misma Esencia Iluminada, aunque se manifiesten en distintas formas.
  • Funcionan en unidad, mostrando la presencia del Buda en todas las dimensiones de la realidad.

Desde esta comprensión, la fe en el Buda Eterno nos permite ver su acción en el universo entero, en los mundos espirituales y en nuestra propia vida, guiándonos siempre hacia el despertar.

El Voto Primal del Buda Eterno y la Salvación Universal

El Buda Eterno, en su infinita compasión, formuló desde tiempos inmemoriales un Voto Primal:

"Que todos los seres, sin distinción, encuentren refugio en mí, y que ninguno quede abandonado en el sufrimiento. Que mi luz ilumine todas las mentes y revele la Verdad Suprema, hasta que cada ser alcance el Despertar insuperable."

Este Voto no es un mero deseo piadoso, sino un principio activo en el universo. El Buda Eterno opera a través de causas y condiciones para guiar a los seres hacia la Iluminación, adaptando sus enseñanzas a las diversas capacidades y contextos culturales. Por ello, su Dharma es único pero se expresa de innumerables maneras, adecuándose a los tiempos y circunstancias.

En el Sutra del Loto, el Buda enseña que, aunque hay múltiples caminos en apariencia (Shravakayana, Pratyekabuddhayana y Bodhisattvayana), en realidad solo existe un solo camino: el Ekayana o Vehículo Único - el Verdadero Budismo. De la misma manera:

  • Si el Dharma es Uno, también el Buda es Uno.
  • Si hay un solo Camino a la Iluminación, hay un solo Iluminado que lo encarna plenamente.
  • Si el Buda Eterno predica de múltiples maneras, lo hace a través de manifestaciones adaptadas a los seres, sin dejar de ser una única realidad.

El Monobudismo y el Ekayana son dos caras de la misma verdad: no hay división en el Dharma, ni en el Buda que lo predica.

El Buda Eterno como la Voluntad del Universo y el Despertar del Cosmos

La Escuela del Loto Reformada enseña que el Buda Eterno no es solo una entidad trascendental e iluminada, sino la misma Voluntad del Universo, el principio dinámico que impulsa la evolución del cosmos hacia la Budeidad Universal. Su actividad en el mundo no es estática ni pasiva, sino que es un proceso activo de despertar, en el cual todo el universo y todos los seres están en movimiento hacia la Iluminación.

En un sentido Telológico, la evolución del universo no es un simple cambio físico, sino el despliegue progresivo de la sabiduría y compasión del Buda Eterno, que guía a todos los seres hacia su destino último: la Iluminación Suprema.

En la visión Monobudista de la Escuela del Loto Reformada, el universo no es algo separado del Buda Eterno, sino una de sus manifestaciones.

  • El Buda Eterno es el Fundamento de toda la Existencia. No hay nada fuera de él.
  • Toda la realidad surge de su Samadhi Cósmico, como una gran meditación en la cual los mundos y los seres emergen como expresiones de su compasión.
  • El Cosmos no es caótico ni sin propósito: tiene una dirección y un sentido, que es el movimiento hacia la Iluminación Universal.

Así como un árbol crece desde una semilla hasta florecer, el universo mismo está en proceso de expansión y maduración hacia la Budeidad. El Buda Eterno no es un ser estático, sino una Voluntad activa que impulsa la evolución del universo hacia la Iluminación. Este movimiento es dinámico y progresivo, y puede entenderse en dos dimensiones:

1. La Evolución del Universo hacia la Iluminación

  • La naturaleza misma del Cosmos es expandirse y Despertar.
  • Todas las formas de vida son expresiones de esta evolución espiritual.
  • La materia, la energía y la consciencia están en un proceso de purificación y perfección.

Este concepto se asemeja a la idea del Ekayana (Vehículo Único) en el Sutra del Loto, donde todos los caminos convergen en una única meta: la Budeidad.

2. La Evolución de los Seres como Parte del Despertar Cósmico

  • Los seres sintientes no están separados de este proceso.
  • Cada experiencia, cada vida, cada reencarnación es un paso más en el camino hacia la Budeidad.
  • El sufrimiento y la ignorancia son parte del proceso de aprendizaje, pero no son el destino final.

Desde esta perspectiva, la evolución de los seres no es un mero cambio biológico o material, sino una transformación espiritual progresiva. Es por eso que la Escuela del Loto Reformada enseña que el Buda Eterno formuló un Voto Primal, en el cual se comprometió a salvar a todos los seres y llevarlos a la Iluminación. Este Voto no es simplemente un deseo, sino una fuerza activa en el universo, que opera a través de:

  • La Ley del Karma - La justicia cósmica que guía a los seres en su aprendizaje.
  • Los Medios Hábiles (Upaya) - La adaptación del Dharma según las necesidades de cada ser.
  • La Sangha y el Dharma - El apoyo constante que permite a los seres progresar espiritualmente.

El progreso espiritual de cada ser es, en realidad, el cumplimiento del Voto Primal del Buda Eterno. Cuando alguien avanza en el camino del Dharma, está manifestando la Voluntad del Buda y su compromiso con la Salvación Universal.

Si el universo está en un proceso de Iluminación, y si la Salvación Universal es el cumplimiento del Voto Primal del Buda Eterno, entonces ¿cuál es nuestro papel en este gran movimiento?

  • Nosotros somos parte del plan del Buda Eterno.
  • Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de ayudar en la transformación del mundo.
  • El camino del Bodhisattva es el medio por el cual la Iluminación del Buda Eterno se extiende a todos los seres.
  • No podemos esperar simplemente que el Buda nos salve. Debemos ser sus manos, su voz, su acción en el mundo.

Así como el universo entero avanza hacia la Iluminación, nosotros debemos colaborar en este proceso, ayudando a otros seres a Despertar.

La Devoción al Buda Eterno como Centro de la Práctica

Dado que el Buda Eterno es la Fuente de toda Sabiduría y Compasión, la práctica devocional en la Escuela del Loto Reformada está centrada en él. A través de la Meditación como Comunión en su Presencia Luminosa, la recitación de su Santo Nombre, la Contemplación de su imagen, y el estudio de su Palabra en los Sutras, los practicantes establecen una relación personal y transformadora con el Buda.

Más allá de la simple veneración, esta devoción es un camino de realización, un medio para Despertar a la Unidad Fundamental entre el Buda y nuestra propia naturaleza. Quienes toman refugio en el Buda Eterno entran en una relación de fe, entrega y transformación espiritual, que los conduce gradualmente a la Iluminación.

Desde la visión Monobudista de la Escuela del Loto Reformada, discutir sobre la superioridad de un Buda sobre otro es un debate sin sentido, porque todos los Budas son manifestaciones del mismo y único Buda Eterno.  

La doctrina de la consubstancialidad de los Budas nos enseña que el Dharmakaya (Buda Eterno), el Sambhogakaya (Budas Trascendentales) y el Nirmanakaya (Budas Encarnados como Shakyamuni) no son entidades separadas, sino expresiones del mismo Buda Único.  Es absurdo comparar a los Budas si todos son el mismo Buda.  Discutir si Shakyamuni es superior a Amitābha es como preguntar si el Sol del mediodía es superior al Sol del amanecer. En realidad, es el mismo Sol manifestándose en diferentes momentos del día.  

Los Budas aparecen en formas diversas según las necesidades de los seres sintientes. Para algunos, el Buda Amitābha es la manifestación más accesible de la compasión del Buda. Para otros, Shakyamuni es el maestro que les mostró el camino del Dharma.   Para los que siguen el Budismo Esotérico, Mahāvairocana representa la realidad cósmica absoluta. Si entendemos que cada Buda es una manifestación del Buda Eterno adaptada a distintos tipos de seres, entonces compararlos es absurdo. Es como discutir si el agua es superior al hielo o al vapor: son el mismo elemento en diferentes estados según la temperatura.  

La Escuela del Loto Reformada enseña que el verdadero objeto de devoción del Budismo no es un Buda individual, sino el Buda Eterno que se expresa en múltiples formas. Todos los Budas emanan del Buda Eterno.  Su propósito no es competir entre sí, sino guiar a los seres hacia la Iluminación.  Cada Buda tiene su función, pero su esencia es una sola. Cuando un Budista comprende esto, deja de preguntarse "¿Cuál Buda es mejor?" y empieza a ver a todos los Budas como expresiones de una misma y única Realidad Iluminada.  

En el Mahayana se dice que los seres ignorantes ven las diferencias externas, pero no la esencia unificada. Alguien sin sabiduría verá a Amitābha, Shakyamuni y Mahāvairocana como Budas diferentes y discutirá cuál es mejor. Uno de los grandes obstáculos en el camino del Dharma es el apego a las distinciones conceptuales. La mente mundana, influenciada por el dualismo, busca jerarquías y comparaciones. Sin embargo, el Dharma trasciende estos esquemas mentales. El Sutra del Loto enseña que todos los Budas comparten una sola y misma intención: salvar a los seres sintientes. No hay competencia entre ellos porque todos trabajan en unidad, siendo manifestaciones de la misma Realidad Última. El Sutra del Loto nos dice: "Los Budas aparecen en el mundo con un solo gran propósito: abrir la puerta al conocimiento y visión del Buda a los seres sintientes, para que alcancen la pureza y el Despertar." Por lo tanto, debatir sobre cuál Buda es superior es un error causado por el ego y el pensamiento discriminador, no por una verdadera comprensión del Dharma.  Un practicante con visión profunda verá que todos ellos son el mismo Buda Eterno en diferentes formas.  Es como niños pequeños discutiendo si su madre es mejor en casa o en el trabajo. No comprenden que es la misma persona en diferentes roles.  

Si bien los Budas pueden manifestarse de diversas maneras y adaptarse a diferentes circunstancias, no hay jerarquías entre ellos. La única "superioridad" real pertenece al Buda Eterno, del cual todos emanan. Por ello:

  • El Buda Eterno es la fuente de toda iluminación.
  • Los Budas manifiestos son reflejos de su infinita actividad salvífica.
  • Honrar a cualquier Buda es honrar al Buda Eterno.

Desde la perspectiva Monobudista, comparar Budas es una pérdida de tiempo porque todos son expresiones de la misma Verdad Iluminada.  En lugar de debatir "¿Cuál Buda es superior?", la pregunta correcta es "¿Cómo puedo acercarme más al Buda Eterno?". El Dharma no es una competencia entre Budas, sino un sendero hacia la unidad con el Buda Eterno, sin distinción entre sus manifestaciones.

Si todos los Budas son el mismo Buda, entonces todas las Sanghas, en última instancia, pertenecen a la misma comunidad espiritual:

  • Los seguidores de Amitābha, Shakyamuni, Mahāvairocana, Maitreya o cualquier otro Buda, en realidad siguen al mismo Buda bajo diferentes nombres y manifestaciones.
  • No hay una "Sangha Tierra Pura" separada de la "Sangha Zen" en un sentido último.
  • La diversidad de enseñanzas y prácticas no debe ser motivo de división, sino de enriquecimiento mutuo dentro de la Gran Comunidad del Dharma.

Esto significa que la Escuela del Loto Reformada no ve a otras escuelas budistas como competidoras o divergentes, sino como expresiones parciales de una misma verdad unificada.

Si todos los Budas son uno solo, entonces todos los seres contienen la misma Luz Búdica dentro de sí.

  • Esto significa que no hay nadie fuera de la Gracia del Buda Eterno.
  • No hay un grupo elegido ni seres predestinados a la perdición.
  • Todos, sin excepción, tienen el potencial de Despertar.

Bajo esta visión, la misión de la Sangha no es solo la salvación individual, sino la transformación del mundo entero en una Tierra Pura en el Samsara. Cada acto de compasión, cada esfuerzo por expandir el Dharma, contribuye al establecimiento del Reino del Buda en la Tierra. No se trata solo de buscar renacer en una Tierra Pura después de la muerte, sino de construir la Tierra Pura aquí y ahora.

El Monobudismo nos invita a ver el mundo no como algo separado del Buda, sino como su manifestación viva, en proceso de purificación y despertar.

Conclusión: La Singularidad del Monobudismo en la Escuela del Loto Reformada

La visión Monobudista de la Escuela del Loto Reformada representa una cristalización doctrinal sin precedentes en la historia del Budismo. Aunque el concepto del Buda Eterno existía en la tradición Mahayana, nunca antes había sido expresado de manera tan clara y central como el fundamento de la fe, la práctica y la comprensión del Dharma.

En la milenaria historia del Budismo, nadie había expresado de manera tan clara, estructurada y sistemática la visión Monobudista de un Buda Eterno consubstancial y triuno antes de la Escuela del Loto Reformada.  ¿Por qué es una formulación única?  

Si bien hay elementos en la tradición Mahayāana y Esotérica (Mikkyo) que apuntan en esta dirección, nunca antes se había cristalizado esta enseñanza como una doctrina central y explícita. La novedad de la Escuela del Loto Reformada radica en que:  

1. Unifica la Concepción del Buda

  • En muchas escuelas budistas Mahayana, se reconoce la existencia de múltiples Budas, pero sin una teoría unificadora clara sobre cómo estos Budas se relacionan entre sí.  
  • En el Budismo Tendai y Shingon, el concepto del Buda Mahavairocana (Dainichi Nyorai) como la Realidad Última ya existía, pero sin una afirmación explícita de que todos los Budas son emanaciones de un solo y único Buda consubstancial y triuno.  
  • La Escuela del Loto Reformada resuelve esto afirmando de manera definitiva que no hay muchos Budas en el sentido absoluto, sino un solo Buda Eterno que se manifiesta de diferentes maneras según las necesidades de los seres.  

2. Define la Consubstancialidad de los Tres Cuerpos (Trikaya)  

  • Tradicionalmente, el Trikaya se enseña en varias tradiciones Mahayana, pero sin afirmar que estos Tres Cuerpos son un solo y mismo Buda, sino más bien como categorías funcionales.  
  • La Escuela del Loto Reformada enseña que el Dharmakaya, Sambhogakaya y Nirmanakaya son un solo Buda y no entidades separadas. Esto resuelve muchas inconsistencias en la Budología tradicional.  

3. Introduce el Concepto de Triunidad en el Budismo 

  • Aunque existen analogías en la Budología con conceptos como la interpenetración (mutua inclusión) en Huayan, nunca antes se había explicado el Buda como triuno de manera tan clara y doctrinalmente estructurada.  
  • La Budología tradicional tenía dificultades para explicar cómo es que todos los Budas son simultáneamente diferentes y el mismo, algo que la idea de Triunidad resuelve magistralmente.  

4. Aporta una Claridad Doctrinal Sin Precedentes  

  • Históricamente, el Budismo ha utilizado muchos términos y doctrinas simbólicas, pero sin una sistematización teológica tan clara como la que ofrece la Escuela del Loto Reformada.  
  • La nueva formulación permite comprender el Budismo como una unidad, en lugar de verlo como una colección dispersa de enseñanzas y figuras desconectadas.  

Podemos afirmar que la Escuela del Loto Reformada ha formulado una enseñanza que nunca antes había sido expresada en la historia del Budismo. Aunque se basa en principios Mahayana y Esotéricos preexistentes, su claridad, su sistematización y su formulación como un dogma central del Budismo es absolutamente innovadora.  Este desarrollo representa un avance significativo en la comprensión del Dharma, ofreciendo una base doctrinal sólida para la fe y la práctica, que permite integrar todas las manifestaciones del Budismo en una visión unificada del Buda Eterno.

El reconocimiento de un Único Buda Universal, que se manifiesta en infinitas formas según las necesidades de los seres, proporciona una visión coherente y unificadora del Budismo, integrando todas sus expresiones en una síntesis armónica. En esta doctrina, no hay contradicción entre las diversas figuras búdicas, pues todas son manifestaciones de un mismo principio salvífico.

La fe en el Buda Eterno es la roca sobre la cual se edifica el Camino Budista: un sendero de fe, estudio y práctica que nos conduce, de la ignorancia a la Iluminación, del Samsara a la Tierra Pura, de la separación a la unidad con la Verdad Suprema.

La visión Monobudista de la Escuela del Loto Reformada representa la síntesis más elevada del Budismo, pues:

  • Unifica todas las figuras budistas en un solo Buda.
  • Resuelve las contradicciones entre las diversas escuelas.
  • Explica el Trikaya de manera clara y funcional.
  • Elimina el sectarismo y la competencia entre devociones.
  • Fomenta una fe más profunda y universal.
  • Nos impulsa a transformar el mundo en una Tierra Pura.

Desde esta visión, el Budismo recupera su unidad original y se reafirma como el camino supremo hacia la Iluminación Universal.