Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Escuela del Loto Reformada) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


lunes, 10 de febrero de 2025

El Dharma del Amor: Una Perspectiva Budista sobre la Homosexualidad y la Conducta Etica

 


Continuando nuestra ronda de temas budistas contemporáneos, abordaremos ahora el tema del Budismo y la Homosexualidad. La cuestión de lo que dijo Buda sobre la homosexualidad es compleja, ya que los registros históricos de sus enseñanzas, preservados en los Sutras y el Vinaya, no la abordan explícitamente de la manera en que lo hace el discurso moderno. Sin embargo, para comprender la perspectiva de Buda, debemos examinar sus enseñanzas sobre la conducta humana, la ética y la naturaleza del amor y las relaciones. Debemos de recordar que, como siempre, hay que abordar el Budismo en su totalidad, no en partes. Igualmente, dentro del Budismo, hay una Jerarquía de la Verdad, donde los Sutras (sermones del Buda) tienen un orden cronológico y de importancia, seguido por el Vinaya (de manera ilustrativa), los Shastras (comentarios), etc. Por ello, este análisis, como todos los anteriores, se basa en el Verdadero Dharma, no es ser "políticamente correctos".

1. La Universalidad del Dharma

En el vasto océano del Dharma, donde la mirada compasiva del Buda Eterno cae sobre todos los seres sintientes, no hay distinción de casta, nacimiento o identidad mundana. El Sutra del Loto proclama la naturaleza abarcadora de la salvación del Buda, declarando:

"Todos los seres son mis hijos, y yo soy su padre. En este mundo, lleno de sufrimiento, sólo yo soy su refugio".

El Buda no ve con los ojos de los hombres, atados por prejuicios y construcciones sociales fugaces, sino con la sabiduría pura de la Iluminación. Su Dharma no es la ley de la exclusión, sino de la invitación, la redención y el Despertar. Si entendemos esta gran verdad, nos damos cuenta de que la Naturaleza Búdica (Buddhatā) habita en todos los seres, sin excepción, independientemente del género, la sexualidad o cualquier otra distinción mundana.

El Dharma, tal como lo proclamó Buda, es universal. No discrimina por motivos de nacimiento, raza, casta o género. El propio Buda rechazó las estratificaciones sociales de su tiempo, incluidas las rígidas distinciones brahmánicas de pureza e impureza. El núcleo de la enseñanza de Buda reside en el Camino a la Liberación, que está abierto a todos los seres.

El Buda enseñó que todos los seres sintientes poseen la Naturaleza Búdica - el Espíritu del Buda Eterno - por lo que tienen el potencial para alcanzar la Iluminación. La naturaleza de la orientación sexual de una persona no altera esta realidad fundamental. Lo que importa, en última instancia, es si las acciones de uno cultivan la compasión, la sabiduría y la no agresión o conducen al sufrimiento y al apego.

El Sutra del Nirvana, el testamento final del Buda antes de su desaparición física, revela la verdad más profunda:

"Todos los seres sintientes poseen la Naturaleza del Buda. Aunque oscurecida por la Ignorancia y el karma, está siempre presente, es indestructible y luminosa como la luna llena oculta por las nubes pasajeras".

Esta enseñanza afirma que la Esencia del Buda reside en todos los seres. No se crea ni se destruye por las condiciones del nacimiento, ni se altera por las etiquetas externas impuestas por la sociedad. El resplandor de la Naturaleza Búdica brilla en todos, esperando solo que los vientos de la sabiduría y la compasión disipen las nubes del engaño y el sufrimiento.

Rechazar a alguien debido a su identidad es rechazar la Luz misma del Dharma, porque el Buda no mide a un ser por su forma externa, sino por la sinceridad de su corazón, su anhelo de sabiduría y su capacidad de compasión.

2. La Etica Sexual en el Budismo

En lugar de condenar o respaldar una orientación sexual en particular, las enseñanzas del Buda se centran en la conducta correcta. En el Noble Óctuple Sendero, el principio de la Acción Correcta incluye evitar la conducta sexual dañina, a menudo interpretada como adulterio, coerción o relaciones de explotación.

Los Cinco Preceptos o Mandamientos Budistas, la base ética para los practicantes laicos, incluyen el voto de abstenerse de la mala conducta sexual. La interpretación de "mala conducta" varía según las diferentes tradiciones budistas, pero generalmente se refiere a cualquier actividad sexual que cause daño, engaño o sufrimiento, independientemente de si se produce entre personas del mismo sexo o de sexos diferentes.

El Vinaya Pitaka, el Código Monástico, proporciona normas más específicas sobre la sexualidad, destinadas principalmente a mantener el celibato entre monjes y monjas. Algunos textos hacen referencia a los "pandakas" (un término que suele debatirse y que a veces se asocia con la intersexualidad, el no binario o ciertas conductas homosexuales), pero estas referencias se limitan al ámbito monástico y no se traducen en prohibiciones para los seguidores laicos.

El término "Paṇḍaka" ha sido interpretado de múltiples maneras, ya que los textos budistas a menudo los describen como individuos que no encajan en el binario convencional masculino-femenino. Los académicos y comentaristas tradicionales han entendido que los paṇḍakas incluyen:

A. Eunucos (hombres castrados o aquellos nacidos sin la función reproductiva masculina completa):

  • Algunos comentarios Theravada describen a los paṇḍakas como aquellos con anomalías genitales congénitas o adquiridas.
  • Desde este punto de vista, son físicamente incapaces de participar en la procreación y, por lo tanto, se los considera distintos de los hombres comunes.

B. Individuos Intersexuales (nacidos con genitales ambiguos o características sexuales secundarias):

  • Algunos textos budistas parecen implicar que los paṇḍakas tenían una mezcla de rasgos masculinos y femeninos.
  • Esto se alinea con ideas indias y budistas más amplias de que los defectos de nacimiento y la ambigüedad sexual son el resultado de consecuencias kármicas de vidas pasadas.

C. Hombres Impotentes o que carecen de deseo sexual por las mujeres:

  • Algunas tradiciones comentativas describen a los paṇḍakas como hombres incapaces de mantener relaciones heterosexuales.
  • En los antiguos contextos sociales y budistas de la India, la masculinidad se asociaba a menudo con la procreación, y la incapacidad de lograrla a veces conducía a restricciones sociales o religiosas.

D. Personas con Identidades de Género Fluidas o No Fijas:

  • Algunos textos tántricos sugieren que los paṇḍakas podrían referirse a aquellos cuya identidad de género era inestable o podía cambiar con el tiempo.
  • Esto está respaldado por algunas referencias de que los paṇḍakas podían pasar de masculino a femenino y viceversa bajo ciertas condiciones kármicas.

E. Hombres Afeminados u Homosexuales:

  • Algunas tradiciones budistas posteriores, especialmente los comentarios del este y el sudeste asiático, interpretan a los paṇḍakas como hombres con una fuerte atracción por otros hombres. 
  • Esta lectura, sin embargo, es objeto de debate, ya que los primeros textos budistas se centran más en el celibato que en la orientación sexual per se.

Las enseñanzas budistas sobre el renacimiento y el karma sugieren que el género es un fenómeno condicionado, lo que significa que el sexo o la identidad de género de una persona en esta vida es el resultado de acciones kármicas anteriores. Por lo tanto, si bien el Budismo Primitivo asume un marco binario de masculino y femenino, también reconoce raras excepciones debido a la variación kármica, y el pensamiento Mahayana posterior desafía aún más las distinciones rígidas de género a la luz de la Verdad Ultima (Paramārtha-satya), que tocamos anteriormente.

Pero debemos de recordar que este término fue usado dentro del Vinaya o Código Monástico como un impedimento a la ordenación dentro de una institución originalmente célibe, no como un término para juzgar a los devotos. Hoy día, en las tradiciones japonesas (como la nuestra), no se sigue el Vinaya, sino los Preceptos Perfectos del Bodhisattva (impuestos por el Buda como Mandamientos en el Sutra de la Red de Brahma), por lo que hoy día la Orden Budista acepta a homosexuales dentro de su Orden (la cual ya no es célibe). 

A esto, debemos aplicarle todos los caveats del tema anterior sobre la sobre fijación con la identidad y las identidades ilusorias.

3. Compasión y Bondad Amorosa

En el Sutra del Loto y el Sutra Avataṃsaka, dos de los sermones más importantes del Canon Budista donde el Buda revela su Verdadero Dharma, el Buda enseña que todos los seres deben cultivar una gran compasión y una bondad amorosa incondicional. La verdadera práctica del Dharma no consiste en vigilar la vida privada de los demás, sino en fomentar la sabiduría y la compasión.

El Buda Eterno, la gran e ilimitada realidad más allá del tiempo y el espacio, nunca se ha alejado de ningún ser sintiente. El Sutra Avataṃsaka, al describir la infinita compasión del Buda, declara:

"Como el sol que brilla sobre todos, la luz del Buda toca el mundo entero, sin hacer distinción entre nobles y humildes, puros e impuros, sabios e ignorantes. Su compasión se extiende a todos los seres, guiándolos hacia la liberación".

En este gran abrazo, ¿cómo puede haber rechazo? El Buda Verdadero, el Eterno, no rechaza a quienes buscan el Dharma. Las divisiones que existen en las mentes de los hombres —entre puros e impuros, entre dignos e indignos— son las ilusiones del Samsara, no la verdad del Dharma.

Así como un loto surge del barro pero permanece inmaculado, así también el Espíritu del Buda permanece inmaculado en todos los seres, independientemente de su origen, sus deseos o su identidad.

El Buda nunca enseñó que el amor, cuando se basa en el respeto, la bondad y el cuidado mutuo, sea impuro. Lo que advirtió fue contra el apego y el deseo que conducen al sufrimiento. En este sentido, no importa si una relación es heterosexual u homosexual; lo que importa es si se basa en el respeto mutuo, la no agresión y la sabiduría.

4. La Doctrina de los Medios Hábiles (Upaya)

En el Budismo Ekayāna (Vehículo Único) de la Escuela del Loto Reformada (Shingi Hokke Shū), hacemos hincapié en los medios hábiles del Buda (Upāya Kausalya), es decir, la capacidad de adaptar el Dharma a diferentes épocas, culturas y personas. El silencio del Buda sobre la homosexualidad en los textos canónicos sugiere que no la consideraba un tema importante para la liberación espiritual. Si hubiera sido un obstáculo importante, habría hablado claramente sobre ella.

En cambio, el Buda hizo hincapié en superar la Ignorancia (avidyā), el Anhelo (tṛṣṇā) y el Odio (dveṣa) - los Tres Venenos - los verdaderos obstáculos para la Iluminación. No obstante, siempre se debe de indagar profesionalmente en las razones para la orientación sexual no heteronormativa, pues muchas veces surge de traumas pasados y problemas que pueden y deben ser abordados para una sanación holística y un real progreso en el Camino a la Budeidad.

5. La Visión de la Escuela del Loto Reformada

Siguiendo los principios de la Naturaleza Búdica (Buddhatā) y el Vehículo Único (Ekayāna), afirmamos que todos los seres, independientemente de su género, sexualidad o condición social, están abrazados por la compasión del Buda Eterno. El verdadero propósito del Dharma no es categorizar ni excluir, sino despertar a todos los seres sintientes y guiarlos hacia la Iluminación.

Mientras el amor se exprese éticamente, sin dañar a los demás y con respeto mutuo, no es un obstáculo para el Camino. El Sutra del Nirvana, el tercer sermón más importante del Buda en la Tierra (junto al Sutra Avatamsaka y el Sutra del Loto) enseña que la verdadera impureza no está en las acciones externas, sino en la mente que se aferra al odio, el engaño y el prejuicio.

Como seguidores del Ekayāna (Vehículo Único) de la Escuela del Loto Reformada, recorremos el Camino del Bodhisattva, cuyo voto es no juzgar sino liberar, no dividir sino unir a todos los seres bajo la Luz del Dharma. Un Bodhisattva no pregunta si alguien es digno, él ve a todos los seres como ya abrazados por la Compasión del Buda.

El Bodhisattva Kannon (Avalokiteśvara), la encarnación de la Misericordia, se manifiesta en formas ilimitadas para guiar a los seres sintientes. El Sutra Vimalakīrti relata que cuando una doncella divina desafía las opiniones de Śhariputra sobre el género, lo transforma en una mujer, mostrando que el género es una ilusión fugaz, mientras que la sabiduría y la compasión son eternas. Si incluso el género es una ilusión en el gran juego del Dharma, ¡cuánto más lo son los prejuicios humanos! La verdadera medida de un ser es su compasión, su sabiduría y su dedicación al Camino.

Conclusión: Un Camino Más Allá de la Discriminación

El Dharma no es un arma para la discriminación, sino un espejo que refleja la verdad de todos los seres. Ya sea que uno sea heterosexual, homosexual o bisexual (cualquier otra orientación cae en ilusión), el enfoque debe estar en la Conducta Correcta, el Entendimiento Correcto y la Atención Correcta. Como practicantes del Budismo del Loto, no juzgamos a las personas por su orientación sexual, sino por la pureza de sus corazones, su compasión y su compromiso con el Camino del Bodhisattva.

El Buda llama a todos los seres a regresar a casa, al Dharma, y a su Familia, la Sangha, no como extraños o marginados, sino como sus hijos. El Sutra del Loto, la escritura suprema de la Salvación Universal, promete que todos los seres, sin excepción, alcanzarán la Budeidad. La Puerta del Dharma está abierta para todos los que buscan la sabiduría y la compasión.

No seamos como aquellos que, al recibir la invitación del Buda, se quedan en la puerta preguntándose quién más puede entrar. En cambio, avancemos con fe, tomándonos de la mano de nuestros semejantes, y caminemos juntos hacia el Reino del Buda.

A todos los que se sienten inseguros, rechazados o dejados de lado por el mundo, les digo:

El Buda nunca les ha dado la espalda. Sus brazos permanecen abiertos y su luz continúa brillando sobre ustedes. No están fuera del Dharma. Ya están dentro de él, abrazados por el Buda Eterno, cuya compasión no conoce límites.

Que todos los seres realicen su Naturaleza Búdica. Que puedan recorrer el Camino con alegría y confianza. Que el mundo se convierta en una Tierra Pura, donde todos sean reconocidos como Hijos del Buda Eterno.