Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


martes, 22 de junio de 2021

Encontrando al Buda: La Esencia de las Enseñanzas de Bodhidharma (Daruma)

Aunque pocos lo saben, Bodhidharma, conocido en Japón como Daruma, el "Patriarca del Zen", quien vivió entre los Siglos 5 y 6 y es considerado el fundador de la escuela Chan (Zen) en China, inventor de las artes marciales como el QiGong y el Kung Fu y del monasterio Shaolin, es uno de los patriarcas de la escuela Tendai japonesa. El Gran Maestro Saicho (Dengyo Daishi 767-822) fue el primer japonés en recibir un linaje Chan y traerlo a Japón cuando viajó a China a buscar las Enseñanzas Completas y Perfectas de la Escuela Tendai y del Sutra del Loto. Es por ello que en muchos templos Tendai, el Memorial de Daruma se conmemora a principios de Enero.

Debemos recordar que hasta la aparición en Japón de Eisai (1141-1215) y de Dogen (1200-1253) el Zen era parte de las Enseñanzas Completas y Perfectas de la Escuela Tendai, y no existía en Japón como una escuela independiente. Es por eso que los Preceptos de Una Mente (Isshinkai) atribuídos a Daruma en la escuela Zen son iguales a los Preceptos Perfectos Súbitos (Endonkai) del Sutra de la Red de Brahma. Al igual que el Budismo, todos parten de una misma fuente. 

¿Cuáles son las enseñanzas principales de Bodhidharma? Si bien he traducido los escritos de Bodhidharma y hemos hablado sobre sus enseñanzas, veamos cuál es su esencia. La misma puede ser resumida como: "Busca dentro de ti y encuentra al Buda".

La Esencia de las enseñanzas de Bodhidharma es:

1. Valora la experiencia sobre las palabras - las respuestas a la vida no siempre se encuentran en los demás ni en los libros, ya que por más que aprendas, estas enseñanzas solo serán teoría y no una verdad experimentada - sabiduría. Debes de profundizar en las enseñanzas budistas y confirmarlas por tí mismo. Las palabras solo pueden apuntar la dirección, así como el dedo (los Sutras y las enseñanzas de los maestros) apunta a la Luna (Iluminación). 

A diferencia de lo que muchos piensan, Bodhidharma valoraba enormenente la tradición escrita comentarial y los Sutras, los sermones dados por el Buda, y fomentaba el estudio de los mismos. Lo que Bodhidharma trataba de evitar es que caigamos en la trampa de la academicidad fría y árida que no rinde frutos y no nos acercan más a descrubrir y realizar nuestra Verdadera Naturaleza. Debemos de tener un balance entre el estudio y la práctica para poder alcanzar el Despertar.

2. El Despertar puede ser transmitido solo de corazón a corazón (mente a mente) - el Despertar, la meta final y suprema de todo budista, es una experiencia que debe ser experimentada. Si bien las palabras solo pueden apuntar la dirección (al Despertar), las mismas aun así son importantes. Es por eso que las enseñanzas de los Sutras y los grandes maestros son tan importantes y debemos de valorarlas. 

Así como el conocimiento en sí mismo no rinde ningún fruto sin la práctica de los mismos, la práctica sin compartir sus frutos no es más que egoísmo y oscuridad. Una vez alcanzamos el Despertar, debemos de compartir nuestros descubrimientos con los demás y ayudarlos a alcanzar el mismo estado espiritual. Las enseñanzas de los grandes maestros son como gotas de sabiduría que brotan de su gran compasión. Esta sabiduría solo puede ser transmitida en persona, de corazón a corazón, y de mente a mente. En ello radica la importancia de la transmisión directa de la enseñanza budista.

3. La Verdad está dentro de tí - busca dentro de tí (medita) y observa tu propio corazón y mente. La Verdad no se encuentra en ningún lado. El Buda se encuentra en tu corazón. El Buda en términos macro es la Realidad Ultima, la Esencia de Vida - el Universo en su totalidad. Pero a nivel micro, es la Naturaleza Búdica innata dentro de todos los seres. Tu eres ahora mismo uno con el Universo, pero no lo ves o sientes dado al a oscuridad de la Ignorancia Fundamental. Por ello, debemos de alcanzar el Despertar de la Iluminación y convertirnos en un Buda - un Despierto.

La Verdad se encuentra en todo nuestro alrededor. El Buda, el Universo, predica el Dharma incesantemente por todo el Cosmos. La naturaleza predica el Dharma. Silencia tu mente, abre tu corazón y escucha la voz de la Verdad. 

4. Para poder ver la Realidad, debes convertirte en un Buda - para poder vivir una vida sin remordimientos, lo mejor que puedes hacer es buscar la Verdad por tí mismo. Todos poseemos la Naturaleza Búdica, por ello, todos poseemos la capacidad de alcanzar la Budeidad y ser uno con el Universo. Así, descubrimos nuestra Verdadera Naturaleza.

Para poder descubrir nuestra Verdadera Naturaleza, debemos de meditar y seguir los Preceptos de Una Mente de Bodhidharma:

  • La Verdadera Naturaleza es la luminosidad inconcebible. En medio del incesante Dharma, no dar lugar a la intención de matar se llama el Precepto de No Matar.
  • La Verdadera Naturaleza es la luminosidad inconcebible. En medio del Dharma en el que nada se puede aferrar, no dar lugar al pensamiento de aferrarse se llama el Precepto de No Robar.
  • La Verdadera Naturaleza es la luminosidad inconcebible. En medio del Dharma inmaculado, no cubrirlo con lujuria se llama el Precepto de Abusar de la Sexualidad.
  • La Verdadera Naturaleza es la luminosidad inconcebible. En medio del inexplicable Dharma, no hablar ni una sola palabra se llama el Precepto de No Mentir.
  • La Verdadera Naturaleza es la luminosidad inconcebible. En medio del Dharma intrínsecamente inmaculado, no permitir que la mente se oscurezca se llama el Precepto Abusar de los Intoxicantes.
  • La Verdadera Naturaleza es la luminosidad inconcebible. En medio del Dharma impecable, no culpar a los demás se llama el Precepto de No Calumniar.
  • La Verdadera Naturaleza es la luminosidad inconcebible. En medio de la esfera del Dharma igualitario, no hablar de uno mismo y de los demás se denomina el Precepto de No Calumniar en Beneficio Propio.
  • La Verdadera Naturaleza es la luminosidad inconcebible. En medio del verdadero y omnipresente Dharma, no aferrarse a una sola forma se llama el Precepto de No Ser Avaro.
  • La Verdadera Naturaleza es la luminosidad inconcebible. En medio del Dharma de la interdependiencia y del no-ser, no dar lugar a la concepción del yo y del otro se llama el Precepto de No Enfadarse.
  • La Verdadera Naturaleza es la luminosidad inconcebible. En medio del Dharma sin divisiones, no dar lugar al pensamiento de separación entre los seres sintientes y los Budas se llama el Precepto de No Calumniar las Tres Joyas.
Estos Preceptos nos permiten revelar nuestra Naturaleza Búdica y vivir como un Iluminado. Seguir y realizar verdaderamente el corazón de los Preceptos es recibir y realizar el corazón de la Iluminación. Podemos darnos cuenta de esto directamente por nosotros mismos. Los Preceptos son el cuerpo vivo del Despertar, una forma de ser un Buda ahora y vivir de acuerdo con nuestra Verdadera Naturaleza y reconocemos nuestra Unidad Fundamental. Cuando practicamos los Preceptos, dejamos que abran nuestras vidas a una verdad más profunda de que no estamos separados unos de otros. Al vivir los Preceptos, podemos descubrir que estamos unidos por los lazos del sufrimiento así como por los lazos de la Iluminación, y de esta manera, reconocer que compartimos un cuerpo común, una vida común y una aspiración común de felicidad y paz. Así, unimos la brecha entre nosotros y nuestra Budeidad. 

Todo esto no se encuentra fuera de nosotros, sino que ya lo poseemos dentro de nuestro corazón. El Sutra del Loto nos dice que todos llegaremos a ser Budas. Cuando meditamos y reflexionamos sobre estas enseñanzas, descubrimos al Buda en el corazón mismo de la Existencia.