Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


lunes, 4 de mayo de 2020

Las Enseñanzas Perfectas y Completas: Las Cuatro Nobles Verdades

Una de las primeras cosas que le viene a la mente a las personas cuando mencionas el Budismo es el sufrimiento. El Budismo comienza con la verdad del sufrimiento. La verdad del sufrimiento, que es la primera de las Cuatro Nobles Verdades, fue expuesta por el Buda en uno de sus primeros sermones luego de su Despertar. Luego de esto, el Buda predicó por más de 40 años, abarcando una amplia gama de enseñanzas que fueron más allá de sus primeros sermones. Sin embargo, las personas, incluidos muchos budistas, solo recuerdan que el Budismo enseña que la vida es sufrimiento. ¿Por qué es esto? Esta entrada pretende ilustrar las Cuatro Nobles Verdades, una de las enseñanzas fundamentales del Budismo, a la luz de las enseñanzas finales del Buda en el mundo: las Enseñanzas Completas y Perfectas de la Tradición del Loto.


Siddhartha Gautama, un jóven príncipe de la India, hace más de 2,500 años, se sentía constantemente perturbado por la existencia del sufrimiento en el mundo. Siddhartha se dió cuenta de que las personas sufren desde su nacimiento, pasando por innumerables problemas y enfermedades, para finalmente envejecer y morir. ¿Es esto todo lo que es la vida? ¿Una cadena interminable de sufrimientos, para luego morir y volver a renacer, y continuar la cadena interminable de nacimientos y muertes en el Samsara? Para resolver el problema del sufrimiento, el joven príncipe abandonó su trono y su hogar en búsqueda del fin de una respuesta y un fin a los problemas del mundo. El jóven estudió diferentes prácticas ascéticas durante seis años hasta finalmente alcanzar el Despertar espiritual, la Iluminación, al optar por el Camino Medio entre su anterior opulencia y su reciente ascetismo. Su experiencia fue iluminadora y extraordinaria. En su concentración meditativa, el Buda pudo recolectar todas sus vidas pasadas, así como todas las vidas pasadas de todos los seres, llegando al corazón mismo de la existencia y despertando a las leyes que rigen el universo.

El Buda, tras su Despertar, se dió cuenta de que las personas no estaban preparadas para sus enseñanzas. Para poderlos preparar gradualmente hasta poderles revelar el contenido total de su Iluminación, el Buda ideó un programa escalonado de enseñanzas que prepararían a los seres para descartar sus nociones preconcebidas del mundo y de sí mismos y poder alcanzar el mismo estado de la Budeidad. 

Así, una de sus primeras enseñanzas fue las Cuatro Nobles Verdades, la cual ideó para ayudar a los seres a desaferrarse del cuerpo y de verlo como algo separado e independiente del todo. La primera Noble Verdad nos dice que todas las experiencias envuelven algún tipo de sufrimiento o de insatisfacción (dukkha). La segunda Noble Verdad nos dice que el sufrimiento es causado por el deseo y el apego al deseo. La tercera Noble Verdad nos dice que existe un fin al sufrimiento. Y la cuarta Noble Verdad nos muestra un modelo para lograrlo. 

Según la tradición budista primitiva, esta enseñanza fue predicada por el Buda en su primer sermón tras su Iluminación, llamado en el Canon Pali el "Dhammacakkappavattana Sutta", "El Sutra de la Puesta en Movimiento de la Rueda del Dhamma (Dharma)", sin embargo, este sermón fue dado por el Buda tras entender que las personas no estaban preparadas para su Revelación, por lo que tuvo que idear enseñanzas básicas y preparatorias, para abrir sus mentes y corazones, y poder recibir la verdad de su Despertar, lo que eventualmente hizo al final de su vida en el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana: las Enseñanzas Completas y Perfectas.

Veamos las palabras del Buda sobre las Cuatro Nobles Verdades en el hammacakkappavattana Sutta, con breves notas explicatorias a la luz de las Enseñanzas Completas y Perfectas:

"Ahora bien, esto, bhikkhus (monjes), es la noble verdad del sufrimiento ('dukkha' - sufrimiento, incapaz de satisfacer, doloroso - una característica innata de la existencia en el reino del Samsara): el nacimiento es sufrimiento, el envejecimiento es sufrimiento, la enfermedad es sufrimiento, la muerte es sufrimiento; la unión con lo desagradable es sufrimiento; la separación de lo que agrada es sufrimiento; no conseguir lo que uno quiere es sufrimiento; en resumen, los cinco agregados sujetos al aferramiento están sufriendo.

"Ahora bien, esto, bhikkhus, es la noble verdad del origen del sufrimiento: es este anhelo (taṇhā, 'sed' o 'deseo' - de este 'dukkha', que surge con 'taṇhā', 'anhelo, deseo o apego') el que lleva al re-convertirse, acompañado de deleite y lujuria, buscando deleite aquí y allá; es decir, anhelo de placeres sensuales, anhelo de devenir, anhelo de desaprobar.

"Ahora bien, esto, bhikkhus, es la noble verdad del cese del sufrimiento ('nirodha' - 'cesación, finalización', de este 'dukkha' puede lograrse renunciando o soltando este 'taṇhā'): es el desvanecimiento sin remanente y el cese de ese mismo anhelo, el abandono y el abandono de él, la libertad de él, la no confianza en él.

"Ahora bien, esto, bhikkhus, es la noble verdad del camino que conduce al cese del sufrimiento ('magga' o 'camino', el Noble Óctuple Sendero - el camino que conduce a la renuncia a 'tanha' y al cese de 'dukkha'): es este noble camino óctuple; es decir, visión correcta, intención correcta, discurso correcto, acción correcta, sustento correcto, esfuerzo correcto, atención plena correcta, concentración correcta."

Tratemos de entender esto mejor. De acuerdo con las Cuatro Nobles Verdad, el sufrimiento existe dado a el contacto sensorial sin vigilancia, que da lugar al deseo y aferrarse a estados y cosas impermanentes, que son dukkha, "incapaces de satisfacer" y dolorosas. Este anhelo nos mantiene atrapados en el Samsara, vagando, generalmente interpretado como el ciclo interminable de renacimientos repetidos y el continuo dukkha que lo acompaña. Sin embargo, hay una manera de terminar este ciclo, a saber, alcanzando el Nirvana, el cese del deseo, después de lo cual el renacimiento y el dukkha que lo acompaña ya no volverán a surgir. Esto se puede lograr siguiendo el Noble Óctuple Sendero, limitando nuestras respuestas automáticas al contacto sensorial, refrenándose, cultivando la disciplina y los estados saludables, y practicando la atención plena y la meditación. [De paso, la palabra Pali o Sánscrita para las Cuatro Nobles Verdades, "Catvari Aryasatyani", se puede traducir más correctamente como "Cuatro Verdades de los Nobles". Es decir, estas Cuatro Verdades nos hacen "Nobles".

De acuerdo con este Sutra, con la comprensión completa de estas Cuatro Nobles Verdades, el Buda, y todos nosotros, podemos obtener la liberación del Samsara, el ciclo del renacimiento:

"El conocimiento y la visión surgieron en mí: Sin provocación es mi liberación. Este es el último nacimiento. Ahora no hay más devenir."

La mayoría de las personas siguen este modelo de forma lineal: sufrimos cuando las cosas no van de acuerdo a como deseamos. Cuando esto sucede, tratamos de alterar las circunstancias para obtener lo que deseamos. Igualmente, el sufrimiento es causado porque pensamos que viviremos para siempre (o queremos que nosotros y nuestros seres queridos vivan para siempre; la aversión a la muerte), cuando entramos en contacto con personas o circunstancias indeseadas, cuando algo se daña o se rompe, cuando pensamos que el mundo es de cierta forma, etc. Igualmente, incluso las cosas placenteras, en exceso, se vuelven sufrimiento. Esto envuelve una disonancia entre el deseo y la realidad: en vez de cambiar la realidad, cambia tu deseo. Pero esto es muy simplista. ¿Podemos cambiar nuestros deseos? 

Las enseñanzas primitivas budistas (las primeras enseñanzas del Buda que luego fueron expandidas en el transcurso de su vida) nos dicen que sí, y que esto se puede lograr a través del Noble Sendero Octuple de sabiduría, disciplina y meditación. Este proceso nos pide que veamos claramente que toda experiencia envuelve algún tipo de sufrimiento y que nuestros deseos se basan en las creencias erróneas de que el satisfacer los deseos los aliviará. Una vez vemos que estos deseos envuelven sufrimiento, ya no los deseamos. Podemos cambiar nuestros deseos observando claramente lo que envuelven y que antes ignorábamos. 

Hay que destacar que el desear no sufrir, o desear cambiar nuestros deseos para avitar el sufrimiento, sigue siendo un deseo. Todo lo que hacemos en nuestra vida es para evitar el sufrimiento y maximizar el placer, sólo que muchas veces lo hacemos de formas no informadas que traen aquello que evitamos. Igualmente, existen deseos que son necesarios para nuestra subsistencia, como el deseo de comer, el deseo de dormir, el deseo de protegernos, etc. También tenemos que destacar que el deseo de ayudar a otros, el altruísmo, el cual es uno de los más grandes valores budistas, así como el Bodhicitta, el deseo de alcanzar el Despertar, son deseos. Así que como vemos, "eliminar" el deseo no no es necesariamente preferible al sufrimiento. El remedio no puede ser peor que la enfermedad. ¿Realmente no queremos disfrutar de nada en la vida, y aceptar todo pasivamente, sin iniciativas, no voluntad, ni deseos?

Esta es la forma caricaturesca en la que se presenta el Budismo muchas veces, mayormente, y lamentablemente, por muchos budistas. Si se analiza el discurso predominante sobre las Cuatro Nobles Verdades en detalle, vemos que tiene muchas fallas lógicas. ¿Por qué el Buda predicó las Cuatro Nobles Verdades si contienen tantas fallas? Tenemos que recordar que el Buda predicó esta doctrina para preparar las mentes de sus discípulos, no como una doctrina final o completa. Si seguimos esta línea de pensamiento, vemos que es solo al eliminar el deseo que podemos acabar con el sufrimiento; pero el deseo, por definición, es un intento de eliminar el sufrimiento. El deseo es el deseo de acabar con el sufrimiento. Por ello, para aliviar el sufrimiento, lo que realmente debemos hacer es eliminar el deseo de acabar con el sufrimiento. El sufrimiento solo puede acabr cuando descartamos el deseo de acabar con el sufrimiento. En conclusión: debemos reconocer y aceptar el sufrimiento como una realidad de la vida, y tratar de minimizarlo para nosotros y para los demás.

El sufrimiento existe y es irradicable, y la Iluminación no significa eliminarlo, sino lo opuesto: aceptarlo como omnipresente. El Budismo presenta el Camino Medio entre la indulgencia del deseo y su supresión. Ambos son formas de tratar de eliminarlo, ya sea a través de su satisfacción o de su eliminación. Por ello, están sujetos a la doctrina de las Tres Marcas de la Existencia: (1) Todas las cosas condicionadas son impermanentes - todas las cosas existen por causas y condiciones, y cuando estan no están presentes, no existen. Por ello, son impermanentes. (2) Todas las cosas condicionadas implican el sufrimiento - esto es porque cuando las causas y condiciones cesan, sufrimos porque deseamos que exista o que las cosas fueran diferentes. (3) Todos los fenómenos carecen de una existencia independiente - nada existe de forma separada; todo está interconectado. Cuando algo condicionado no se sostiene, desaparece. 

Al tratar de satisfacer, eliminar o suprimir el deseo, los perpetuamos. La consciencia de un deseo y su aceptación como algo condicionado es dejarlo ser lo que es. No podemos controlarlos. Ellos desaparecerán por sí solos. Esto es lo que intentsmos cultivar a través de la meditación. Es no permitirnos ser controlados por el deseo ni tratar de controlarlo. El sufrimiento es una parte fundamental de la Existencia, y contiene en sí el potencial del Nirvana, de la paz y la calma. ¿Cómo es esto? Dado a nuestra naturaleza limitada, tanto en consciencia, así como en el espacio y el tiempo, nos experimentamos como elementos o individuos separados del Cosmos. Esto, ya de por sí, crea la raíz de sufrimiento, pues vagamos por la vida sintiendo que estamos incompletos, y tratamos de llenar ese vacío existencial - intrínseco del ser - con cosas, como el placer, bienes materiales, trabajo, sustancias que nublan la mente, relaciones de pareja, etc. Esto hace que cosas que son naturales, como el alimentarnos, el cobijarnos y protegernos de los elementos, el entrar en relaciones con los demás, etc., se vuelvan impuras. El no saber ni sentir que somos uno con la Existencia - la Unidad - y vivir en la dualidad, es el origen del sufrimiento. Esto se llama la Oscuridad Fundamental, la Ignorancia. Esta ignorancia hace que sintamos que somos seres sindividuales, en vez de reconocer nuestra Unidad Fundamental - nuestra total interconexión con la Existencia y todos los seres sintientes, el ambiente y el Cosmos - y que velemos solo por nosotros. Esto es lo que genera el egoísmo, y el egoísmo hace que creemos más sufrimiento. 

El sentimiento - natural y necesario: si no hubiese ese sentimiento de dualidad, de individualidad, el Cosmos no hubiese podido evolucionar - de individualidad, nuestro ser finito, hace que deseemos ser eternos, que nuestros seres queridos sean eternos, que seamos felices todo el tiempo, que poseamos todo lo que queremos, así como hace que no nos gusten otras personas, y otras experiencias, y las evitemos, y cuando se acercan o suceden, continuamos sufriendo. Esto ejemplifica lo que en el Budismo se llaman tradicionalmente las ocho clases de sufrimientos, pero son más: los cuatro sufrimientos del nacimiento, el envejecimiento, la enfermedad y la muerte, más el sufrimiento de tener que separarse de aquellos a quienes se ama, el sufrimiento de tener que encontrarse con aquellos a quienes uno odia, el sufrimiento de no poder obtener lo que uno desea, y el sufrimiento que surge de los cinco componentes que constituyen el cuerpo y la mente de uno. 

Pero como hemos mencionado, el sufrimiento es una parte fundamental - omnipresente e irradicable - del funcionamiento natural del Cosmos. A diferencia de las religiones teístas, el Budismo no postula - como dogma central - la existencia de un Dios que haya creado el universo. Si bien el Budismo reconoce la existencia de dioses, llamados devas, y mantiene figurativamente la concepción tradicional de la creación, mantenimiento y disolución del Cosmos indio, el mismo dice que esto sigue el proceso natural del Kamra, el cual crea los mundos, los ambientes, los seres, y todas las circunstancias en las que se encuentran. Dado a que sufrimos y crramos mal karma, perpetuamos nuestro sufrimiento, y continuamos renaciendo en el océano de nacimientos y muertes del Samsara, renaciendo en sus diferentes manifestaciones. Si no existiera el sufrimiento - y nuestro deseo de eliminarlo o aliviarlo - nunca acabaríamos con su ciclo; nunca mejoraríamos nuestras circunstancias y podríamos regresar a la Unidad, el Nirvana. 

Así, como vemos, el sufrimiento, como todo, es una manifestación fenoménica del universo, y somos nosotros quienes lo llamamos "sufrimiento". Solo existe cuando llevamos nuestra consciencia, deseamos que no existiese y tratamos de eliminarlo. Este es el Camino Medio. 

El verdadero camino al fin del sufrimiento yace en expandir nuestras percepciones y tratar de ver las cosas con los ojos del Buda, con la visión de un Iluminado. Y todos poseemos esa capacidad. Todos poseemos la Naturaleza Búdica. Al experimentar nuestras vidas, debemos de ver las cosas como son: neutrales - somos nosotros quienes las categorizamos como buenas y malas, placenteras o no placenteras. Debemos de ver las cosas tal y como son, no a través de nuestros filtros, resultados de nuestro ser finito y falso. El poder experimentar las cosas tal y como son, con su amplia gama de experiencias, solo puede ser cultivado por medio de nuestro entrenamiento, nuestra familiarización, con esos estados de consciencia iluminados - "los ojos del Buda" - que desarrollamos a través de los Preceptos, la meditación, y el cultivo de la Sabiduría - nuestra realización de la Unidad Fundamental. Esto es el Nirvana. Una vez realizamos esto, podemos vivir en el mundo de la dualidad, informados por nuestra Unidad, y hacer de este mundo uno mejor para todos, ya que todos estamos interconectados. 

En el Sutra del Loto, el Buda nos revela: "Yo vengo a los mundos para un solo propósito: revelar la experiencia de lo que es ser un Buda a todos los seres sintientes, para qe alcancen la Budeidad. El contenido de mis enseñanzas son medios hábiles (ficciones) para ese propósito. Es para revelarles a todos como pueden alcanzar el estado de un Buda. Todos ustedes son Bodhisattvas, y este es el Nirvana".

¿Dónde se encuentran estas enseñanzas? Las Enseñanzas Perfectas y Completas del Buda, reveladas en los años finales de su vida, se encuentran en el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana, y nos muestran que el Buda predicó doctrinas como las Cuatro Nobles Verdades para ayudar a los seres a desapegarse de la mundaneidad y abrir sus mentes a conceptos y verdades más elevadas. En la terminología budista, fueron "upayas" o medios hábiles ideados por el Buda para preparar las mentes de sus discípulos para recibir verdades más completas. Volvamos al momento de su Despertar. 

Tras alcanzar la Ilumnación, el Buda se dio cuenta de que las personas no estaban preparadas para la Verdad. Para ayudar a prepararlos, ideó un plan salvífico donde las verdad era revelada gradualmente. Primero, ayudaría a los seres a desapegarse de sus conceptos erróneos del cuerpo, del ser y del mundo, mostrándoles que no poseen nada separado e independiente ni eterno que puedan llamar el "yo" o el "Alma", sino que todo está interconectado con todo y que todo es impermanente. Luego, los ayudó a expandir su conocimiento de la total interconexión de las cosas en el mundo, desarrollando el concepto de la Vacuidad (Sunyata), que revela que nada posee una existencia independiente del resto, y que todo emana de una misma fuente o Esencia. Luego, reveló la existencia de diferentes Budas, Bodhisattvas y mundos en el cosmos, mostrando que no existe la salvación individual, sino que todos debemos de ayudar en la salvación de todos los seres y la iluminación del universo. Finalmente, acercándose el final de su vida, el Buda reveló que todos los Budas y Bodhisattvas son emanaciones compasivas del Universo, quien aparece y a veces encarna en los mundos para llevar la sabiduría necesaria para abrir los ojos de los seres y aliviar el sufrimiento. Todas las enseñanzas anteriores al los sermones finales del Buda, el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana, son enseñanzas incompletas e imperfectas. Es por eso que las enseñanzas que revelan la totalidad de la Verdad en el Budismo Tendai se llaman las Enseñanzas Perfectas y Completas. 

Las implicaciones de estas revelaciones son infinitas. Pero lamentablemente, estas enseñanzas aún se encuentran fuera del conocimiento de muchas personas, incluídas muchos budistas. Es por ello que espero expandir sobre las mismas en las próximas entradas.