Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


jueves, 7 de mayo de 2020

La Luz del Mundo: Breve Biografía de la Vida del Buda - Sermón de Hanamatsuri 2020

Hoy, en muchos países asiáticos, se celebra el nacimiento del Buda Shakyamuni. En China y Japón, esta celebración se conmemora el 8 de Abril. Hemos hablado sobre la vida y obra del Buda en incontables ocasiones, pero debemos recordar que el Buda dijo que él predicaba el Dharma con su propia vida. La tradición nos cuenta que es raro que un Buda aparezca en un mundo; y es más raro aún que predique el Dharma. ¿Qué podemos decir hoy que sea digno de tal acontecimiento? 


El Buda Shakyamuni nació hace más de 2,500 años en la India, alrededor del 560 AEC, como hijo de un poderoso rey llamado Suddhodana, el gobernante del clan Shakya, y de su madre Maya, en Kapilavastu, en lo que hoy se conoce como Nepal. Su nombre de nacimiento fue Siddhartha, que significa "Aquel que Logra su Cometido". En el momento de su nacimiento, todos los animales del bosque se conglomeraron para ver el nacimiento de la luz del mundo. En ese instante, llovieron flores del cielo, y los dioses y seres presentes se regocijaron. Lamentablemente, su madre Maya murió a los siete días de dar a luz, por lo que el joven príncipe fue criado por su tía Mahapajapati.

Tras el nacimiento de su heredero, el rey Suddhodana hizo los arreglos para invitar a todo el pueblo a una celebración, incluyendo los líderes religiosos y políticos. Como era costumbre, el joven príncipe fue visitado por un monje llamado Asita, quien profetizó que el joven príncipe se convertiría en un Gran Monarca, reinando con justicia y orden, o en un Asceta, llevando luz al mundo. El rey, preocupado por la profecía, se aseguró de que el joven príncipe viviera rodeado de lujos, e invitó a los mejores maestros en educación física y mental, sabios, soldados y atletas de todos los confines del reino para darle la mejor educación posible y poder capacitar al joven príncipe para ser el mejor monarca, filósofo y guerrero del mundo. El joven Siddhartha logró sobresalir en todas las materias y en las artes de combate, y a los diecinueve años, Siddhartha se casó con la joven Yashodhara y tuvo un hijo llamado Rahula. La pareja real vivía rodeada de todos los lujos en los hermosos precintos del palacio.

No obstante, aunque parecía poseerlo todo, y estando rodeado de lujos y bellezas en todo momento en su palacio, Siddhartha se sentía desesperanzado, viendo que existía miseria y sufrimiento en el mundo. A medida que pasaba el tiempo, más crecía el llamado por ir a buscar la luz de la Verdad. El mismo siguió creciendo hasta que a los veintinueve años decidió abandonar su familia y su reino y embarcarse en una búsqueda espiritual para ponerle fin al sufrimiento del mundo. 

Siddhartha pasó los próximos seis años estudiando y practicando ascetismo bajo los mejores maestros ascetas de la India en su momento, poniendo su cuerpo bajo duras pruebas y llevándolo a sus límites para descubrir la Verdad. Al cabo de seis años, se dió cuenta de que había caído en otro extremo, y al igual que su vida anterior llena de lujos, su vida actual de mortificación y provación extrema no lo llevaría a ningún lugar. Con esto,m se dió cuenta de que el camino a la Verdad se encontraba entre los extremos, paciente y sistemáticamente investigando todos los aspectos de la vida, descubriendo una solución al sufrimiento. 

Mientras trataba de cruzar un rio, una joven vió al asceta desnutrido, lo confundió con un espíritu del bosque, y le llevó comida. Agradecido, Siddhartha vio cómo la comida restauraba sus energías. Abandonando sus prácticas ascéticas extremas, se sentó bajo un árbol y decidió meditar hasta descubrir la Verdad. Sentado, tranquilamente, Siddhartha desarrolló un comprensión profunda de la naturaleza de la existencia, descubriendo todas sus vidas pasadas junto con la de todos los seres, viendo el pasado, el presente y el futuro, y comprendiendo todas las leyes de la existencia. Allí, Siddhartha descubrió su misión real y alcanzó el Despertar, conviertiéndose en un Buda, un Despierto. Así, se llamó el Buda Shakyamuni, el Sabio del clan de los Shakyas.

Tras su Iluminación, el Buda vio que los seres no estaban preparados para aprender lo que había descubierto. En ese momento, un dios bajó y le suplicó que le enseñara a los seres el camino fuera del sufrimiento. Entonces, el Buda ideó un plan para poder ir preparando gradualmente a los seres hasta poder revelar la totalidad de la Verdad de su Iluminación. Así, el Buda predicó diferentes sermones, adaptando la Verdad a las capacidades, naturalezas y necesidades de los seres que lo escuchaban.

Por los siguientes 45 años de su vida, el Buda realizó su labor con infinita compasión, esparciendo la sabiduría de sus enseñanzas por toda la India. Cerca del final de su vida, el Buda reveló la totalidad de la Verdad en un sermón llamado el Sutra del Loto, donde le reveló a todos los seres que todos, sin distinción, alcanzarán el mismo Despertar. Allí, el Buda reveló que él era una manifestación de la Esencia de la Gran Sabiduría y Compasión del Universo, y que había aparecido en este mundo para llevar la luz del Dharma a los seres y salvarlos del sufrimiento, y que aunque pronto moriría, su Esencia era eterna, y que siempre estaría realizando su labor salvífica por todo el universo.

Cuando el Buda alcanzó los ochenta años de edad, sintiendo que ya había logrado su cometido en este mundo, el Buda se acostó entre dos árboles en el bosque de Kusinagara y les dijo a sus discípulos: "Hijos míos, mi momento final en este mundo ha llegado, pero no olviden que mi muerte es solo el final de mi cuerpo físico...el verdadero Buda es el Despertar. El cuerpo muere, pero la luz de la Sabiduría de la Iluminación es eterno y mora en quienes practican el Dharma...Hágan de ustedes una luz". Así, calmadamente, rodeado de todo tipo de seres, bajo una lluvia de flores e incienso, el Buda pasó de este mundo. 

Con estas palabras, el Buda nos enseñó que existe algo más allá del cuerpo - el poder del Despertar, nuestra Naturaleza Búdica - y es una esencia que todos los seres poseen - el potencial de Despertar y ayudar a otros a Despertar. Esta es la verdadera energía eterna de vida, llena de Sabiduría y Compasión, que anima todo en el universo. Debemos de buscar dentro de nosotros esa luz, el Buda interno - nuestra Naturaleza Búdica - y ayudar a otros a descubrirla. Cuando descubrimos nuestra Naturaleza Búdica, a través de la meditación y la devoción, nos damos cuenta de que el Buda, el poder de la Gran Sabiduría y Compasión, ha sido lo que ha estado operando dinámicamente dentro de nosotros desde el tiempo inmemorial. 

Aquí radica la importancia del nacimiento y la eventual Iluminación del Buda en nuestro mundo.