Una de las doctrinas budistas más significativas y que apartaron el Budismo de las demás escuelas Indias es la doctrina del "Anatman" o del "No-Ser". Esta doctrina postula que no existe algo permanente e independiente llamado "Alma" o "Ego". Esta es una doctrina que figura prominentemente en las enseñanzas del Budismo Primitivo o Budismo Hinayana, y que es reiterada en los Sutras Mahayana. Sin embargo, en los años finales de su vida, el Buda, en el Sutra del Nirvana, revela que la doctrina del Anatman o del No-Ser fue un medio hábil para ayudar a los seres a desapegarse de su aferro al cuerpo y las visiones erróneas preconcebidas del mundo y de sí mismos. ¿Cuál es la enseñanza completa y verdadera sobre el "Ser" en el Budismo? Esta entrada pretende ilustrar la doctrina del Anatman a la luz de las enseñanzas finales del Buda en el mundo.
Como mencionamos en nuestra entrada pasada, el Buda adaptó sus enseñanzas a las capacidades, necesidades y naturalezas de los seres a los cuales predicaba. Dado a que los seres no estaban preparados para la total revelación de la Verdad, el Buda ideó una serie de enseñanzas preparatorias, como las Cuatro Nobles Verdades, el Noble Sendero Octuple y la Cadena de Doce Eslabones de Originación Causal, entre otras, para que los seres fueran eliminando sus ideas preconcebidas y erróneas sobre el mundo y sobre ellos mismos. Entre estas doctrinas se encuentra la doctrina del Anatman o el "No-Ser", que postula que no existe un "Alma" o una entidad fija, eterna, separada y permanente que podamos llamar un "yo" o un "ego".
Según la doctrina budista, el "Ser" es un compuesto condicionado, como todos los fenómenos en el universo, de diversos elementos, llamados los Cinco Agregados: (1) forma o el cuerpo, (2) sentimientos, (3) formaciones mentales o pensamientos, (4) volición o voluntad, y (5) consciencia. El cuerpo cambia con el pasar de los años, nace, envejece, enferma y muere, y por ello, no es eterno y no puede ser considerado nuestro "yo". Nuestros sentimientos responden a patrones químicos que fluctún dinámica y constantemente de momento a momento, por lo que no pueden ser considerados nuestro "yo". Lo mismo sucede con nuestros pensamientos y motivaciones. Finalmente, nos queda la consciencia. Hasta aquí llegan las enseñanzas del Budismo Primitivo o Hinayana (de donde sale el Theravada).
Posteriormente, el Buda expandió estas enseñanzas incompletas y detalló la consciencia. Pero, ¿qué es la consciencia? La ciencia misma no ha podido dar con una definición o una descripción de qué constituye la consciencia, pero para el Budismo, la consciencia es la atención o el flujo constante de sucesos vistos dese el punto de vista de un observador o un punto en particular. Sin entrar en muchos detalles, el Budismo divide la consciencia en nueve: (1-5) las primeras cinco consciencias corresponden a los órganos sensoriales; (6) la secta es la mente, que es la que analiza, conglomera y momeoriza información en la forma de recuerdos; (7) la séptima es un derivado de las primeras seis, y la da la sensación errónea al ser de poseer existencia propia, ya que piensa, actúa y existe como algo "separado" de los demás y es lo que podemos llamar el "ego", pero con la muerte del cuerpo, estas siete consciencias dejan de existir; (8) la octava es la consciencia colectiva de todas las experiencias y el karma que hemos acumulado durante todas nuestras vidas (nuestras y la de los demás seres ya que no hay separación real); finalmente (9) la novena consciencia es la Consciencia Pura o la Naturaleza Búdica - la Esencia misma de la que está compuesta el universo. Como vemos, las primeras siete consciencias son impermanentes, como todos los fenómenos en el cosmos. La octava consciencia es el karma, y la novena es la Consciencia Pura o la Totalidad de la Existencia, y ambas son impersonales, por lo que no son el "Alma" o el "Ser". Aquí yacen las semillas de las enseñanzas completas.
La Naturaleza Búdica es la base de todos los seres y lo que permite potencialmente que todos alcancen el Despertar y se conviertan en Budas. Aunque normalmente la Naturaleza Búdica se llama el potencial de todos los seres de alcanzar ese Despertar, como vemos, es mucho más que eso. Esto signfica que la Budeidad es algo omnipresente y que ya es existente. Veamos esto en más detalle.
Originalmente, como hemos visto, el Buda caracterizó la existencia como "impermanente", "sin ser", "impura" y llena de "sufrimiento". Cerca del final de su vida, el Buda detalló aún más la concepción budista de la consciencia, cuando reveló la totalidad de la Verdad de su Iluminación en lo que el Budismo Tendai llama las Enseñanzas Completas y Perfectas. El Sutra del Nirvana, el último sermón del Buda en el mundo, describe la Naturaleza Búdica de esta forma: "eterna", "pura", llena de "felicidad" y poseyendo un "verdadero ser". Al igual que el Nirvana en las enseñanzas primitivas, la Naturaleza Búdica es lo contrario a la transitoriedad de todos los fenómenos. Siendo eterna, no posee principio ni fin; es increada y no nacida; es omnipresente y omnisciente; el Nirvana en todas las cosas. De estas, nos enfocaremos en el "Verdadero Ser", el más grande taboo del Budismo.
Parecería que el Nirvana o la Naturaleza Búdica es otro nombre para el "Atman" tradicional del Hinduísmo o el "Alma" de las tradiciones religiosas occidentales, algo que el Budismo ha rechazado desde sus inicios, pero no son lo mismo. El Buda, en el Sutra del Nirvana, utiliza una parábola para ilustrarnos su enseñanza verdadera sobre el Ser.
Una vez existía un reino cuyos habitantes padecían todo tipo de enfermedades. El rey contrató a un famoso médico para desarrollar una cura para su gente. Desafortunadamente, el médico no era muy bueno, y sin importar las enfermedades de las personas, siempre prescribía la misma medicina compuesta de leche, la cual era altamente adictiva. Dado a que era altamente adictiva, la misma empeoraba las cosas, y su demanda creció: las personas se sentían peor si no tomaban la medicina de leche. Esto continuó por años, y el rey notó que ni la medicina ni el médico estaban mejorando la condición de la gente.
Un día, llegó un nuevo doctor al reino (representando al Buda). El nuevo doctor le dijo al rey que el médico anterior no era bueno, y el rey botó al viejo médico y contrató al nuevo. La primera directríz del nuevo médico fue hacer la medicina de la leche ilegal y la llamó veneno. Las personas nuevamente comenzaron a mejorar y superar su adicción, pero fue un proceso lento y doloroso. Entonces, el nuevo doctor comenzó a prescribir diferentes medicinas para las diferentes enfermedades de las personas en el pueblo. Cada tratamiento era diferente, ya que cada enfermedad era diferente. Pero ninguna contenía leche.
Luego de un tiempo, la condición de la gente mejoró. Pero un día, el rey mismo enfermó, y llamó al médico. El doctor lo examinó y finalmente le dió una prescripción: una medicina compuesta de leche. El rey estaba en shock. ¿No era la leche la peor clase de medicina? El doctor le contestó: "La medicina de leche es veneno cuando es aplicada indiscriminadamente. Es un veneno si es dada constantemente, como una panacea, la cual enmascara la verdadera naturaleza de la enfermedad y previene alguna cura. Pero existe un uso apropiado para la medicina de la leche - solo si el sistema se ha limpiado completamente de los efectos acumulados de su sobre uso. El uso de esta medicina, en el momento correcto, y junto con un programa completo, es una cura".
La medicina de la leche simboliza el "Atman" o la existencia de un "ser". El primer doctor representa los maestros de las doctrinas del alma y del ser, la cual es usada como panacea para enmascarar muchos tipos de visiones. Usada de esta manera, esta enseñanza es veneno, ya que engrandece el ego, y con ello, el egoísmo y las visiones erróneas del mundo y de los seres que viven en él. El Buda originalmente prohibió el uso del "Atman" o del "ser" en sus enseñanzas primitivas para limpiar las mentes de los seres, rompiendo sus patrones limitantes, y expandir su visión, pasando de lo finito a lo infinito. Aquí volvemos al concepto de "upaya" o medios hábiles. Solo se puede aprender cuando hemos comprendido las doctrinas de los Cinco Agregados y las Nueve Consciencias. La eternidad, la felicidad, la pureza y el verdadero ser solo pueden ser comprendidos realmente cuando las vemos debajo del marco de las enseñanzas anteriores de la impermanencia, el sufrimiento, la impureza y el no-ser. Esto nos lleva a la doctrina budista de las Dos Verdades o Dos Realidades, el cual fue desarrollado por Nagarjuna.
La doctrina budista de las Dos Verdades o Dos Realidades expone que existen dos niveles de realidad: (1) en la Realidad Ultima (Talidad o Vacuidad), todas las cosas (dharmas) carecen de realidad ontológica; pero (2) en la Realidad Convencional, sin embargo, poseen una existencia temporal. Esto posteriormente fue expandido por Chih-i, el fundador de la escuela Tendai en China con la tercera verdad de la Triple Verdad: (1) en la Realidad Ultima, todas las cosas (dharmas) carecen de realidad ontológica; (2) sin embargo, en la Realidad Convencional, poseen una existencia temporal; y luego tenemos la tercera elaborada por la escuela Tendai (3) cuando juntas ambas, tenemos el Camino Medio, donde son simultáneamente irreales y temporalmente existentes, siendo la verdad media o absoluta, que incluye y supera a las demás. Las Tres Verdades se consideran mutuamente inclusivas, y cada una está contenida dentro de las demás. Como la existencia cambia constantemente, el mundo fenoménico se considera idéntico al mundo tal como es en realidad.
Esto nos muestra que el Sutra del Nirvana revela la enseñanza completa y perfecta del Buda, y nos da las herramientas para poder interpretar la doctrina del Verdadero Ser, y distinguirla del ser falso y finito (ego). Debemos intepretar el Verdadero Ser como algo que es, y a la vez no es, y que no es ni permanente ni impermanente, ni subjetivo ni objetivo. En palabras sencillas, el ser falso es el ego, el cual es finito y se ve erróneamente como algo permanente, separado e independiente de todo lo demás; el Verdadero Ser, por otro lado, es el Ser infinito e impersonal, el cual compartimos con todos los seres - el Uno. Esta es la Enseñanza Perfecta y Completa del Buda sobre el "Ser".