Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Shingi Hokke Shu - Escuela del Loto Reformada 新義法華宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


domingo, 24 de mayo de 2020

Hojas del Árbol: Ciclo de Lecturas sobre el Despertar de la Fe en el Mahayana II - La Mente Única y sus Dos Aspectos I

Hoy continuamos nuestro resumen y estudio del tratado "El Despertar de la Fe en el Mahayana" de Asvaghosa, el cual es uno de los tratados budistas más importantes de todos los tiempos. El mismo muestra las bases ontológicas del monismo dentro del Budismo, y la relación de los seres sintientes con el Absoluto; pero sobre todo, nos muestra cómo podemos descubrir esa unidad fundamental a través de la práctica budista.

En la entrada anterior, vimos una introducción a la historia y los contenidos básicos del texto. En esta entrada, tocaremos la primera parte del Capítulo 1 de la Tercera Parte, la cual habla sobre la Mente  Única en sus dos aspectos (aunque las ramificaciones del sgeundo aspecto serán dejados para la próxima entrada).


La Tercera Parte del Despertar de la Fe, titulada "Interpretación", en su primer capítulo, nos muestra las bases de la "Mente Única y sus Dos Aspectos". En el Budismo Mahayana, el Absoluto, o la Mente Única, posee dos aspectos: (1) el aspecto del Absoluto (Tathata - Talidad), el Uno, y el otro aspecto de la (2) Mente en términos fenoménicos (Samsara), los muchos; y ambos aspectos permean todal a existencia, siendo mutuamente inclusivos, como dos manifestaciones de la misma Esencia. 

Si bien esto no es algo que se desprende del texto, debemos recordar el concepto de la Triple Verdad del Budismo Tendai, el cual ilumina este concepto y lo aterriza a nuestra experiencia diaria. Como recordamos, la Triple Verdad tiene su genesis en los escritos de Nagarjuna con las dos Verdades. La doctrina de las Dos Verdades diferencia entre dos niveles de “Satya”, que significa “verdad” o "que realmente existe" en el discurso del Buda: (1) la verdad "convencional" o "provisional" (saṁvṛti), y (2) la verdad "última" (paramārtha). Para Nagarjuna, las dos verdades son verdades epistemológicas. El mundo fenoménico se concede una existencia provisional. Se declara que el carácter del mundo fenoménico no es ni real ni irreal, sino lógicamente indeterminable. En última instancia, los fenómenos están vacíos (Sunyata) de un ser o esencia inherente, pero existen dependiendo de otros fenómenos (Pratītyasamutpāda – Originación Dependiente).

La Triple Verdad es una doctrina Tendai que lleva las dos Verdades de Nagarjuna y la Escuela Madhyamaka a su culminación. La Triple Verdad se concretizó con los escritos de T'ien-t'ai Chih-i, el fundador de la escuela Tendai (T'ien-t'ai) en China. La Triple Verdad es: (1) Vacuidad, o que todas las cosas surgen de acuerdo a causas y condiciones, (2) Convencionalidad, o reafirmación de la importancia del mundo mundano - aunque todo es vacuidad, las cosas existen convencional y provisionalmente y (3) el Camino Medio o la afirmación de la vacuidad y la realidad convencional de todas las cosas. La verdad de la no sustancialidad (Vacuidad) significa que los fenómenos carecen de sustancia y están en un estado potencial que trasciende los conceptos de existencia y de no existencia. La verdad de la existencia temporaria (Convencionalidad) significa que todas las cosas, aunque por naturaleza carecen de sustancia, poseen una realidad temporaria que está sometida a un flujo constante. La verdad del Camino Medio significa que todos los fenómenos son, a la vez, no sustanciales y temporarios, pero que, sin embargo, en esencia, no son ni una cosa ni la otra. Ku, Ke, y Chu indican, respectivamente, los tres aspectos de un fenómeno: su dependencia de las condiciones de la relación de causalidad, su existencia temporal, y su verdadera naturaleza. Estos tres aspectos no pueden ser independientes uno del otro. Esta doctrina ocupa una posición central en el T'ien-t'ai y es considerada como la enseñanza máxima del Buda.

En nuestro tratado, la (1) verdad de la Vacuidad corresponde a la Mente desde el aspecto del Abosluto, y la (2) verdad de la Convencionalidad corresponde a la Mente en su aspecto fenoménico. Entonces, la (3) tercera verdad del Camino Medio es la intersección del orden Absoluto y el orden Temporal: ambos son ontológicamente idénticos; son dos aspectos de una misma realidad. Por eso Nagarjuna dice que "no existe diferencia entre el Nirvana (Abasoluto) y el Samsara (fenómenos)".

Luego de darnos sus dos aspectos, el tratado analiza la Mente en términos del Absoluto. El tratado dice: "La Mente en términos del Absoluto es el Mundo de la Realidad Dhármica (Tathata) y la esencia de todas las fases de la existencia en su totalidad". Recordemos que ambos aspectos emergen de una misma Esencia y no son diferentes; solo parecen diferentes para nosotros, los seres sintientes fnitos y limitados. Este aspecto es no-nacido, no-creado, y ni surge ni perece. Solo a través de sus movimientos parece dar la ilusión que es diferenciado. 

Toda explicación en palabras es insatisfactoria y solamente ilustrativa; aunque las palabras nos pueden ayudar a percibirlo mentalmente. Este aspecto Absoluto tiene dos aspectos, si es puesto en palabras: está vacío (Sunyata), o sea, es la Vacuidad de existencia independiente, y no está vacío (Asunyata) porque su existencia está dotada de cualidades. Este aspecto de Asunyata es el mismo aspecto de la Vacuidad (que presenta el concepto en términos negativos), pero en términos positivos: Talidad (o Potencialidad). 

El Absoluto está vacío porque no se relaciona con otros estados de existencia, manteniéndose puro, y sin ninguna marca de diferenciación: no se asocia con la mente ilusoria. Dado a que los seres finitos y limitados discriminan con sus mentes, se alejan y "separan" (ilusoriamente) del Absoluto, pero cuando  se iluminan, descubren que nunca estuvieron separados.

El Absoluto no está vacío porque la Mente es eterna, inmutable, pura; está en armonía con la Iluminación. Esto nos recuerda que la Vacuidad no es una vacío nihilista, sino que es la Potencialidad. 

Luego, el tratado explica el segundo ascpeto de  la Mente Única: la mente en términos fenoménicos. El mismo nos dice que la Mente en términos fenoménicos está enraizada en el Tathagatagarbha, la "Matríz Búdica". Aquí yace la "Mente Almacén" o el Alaya: el repositorio de todas las acciones (karma) de todos los seres a través del espacio y el tiempo.

Hagamos una tangente para explicar esto con más detalle.

En este blog hemos explicado el concepto de las Nueve Consciencias detallado por la escuela Yogacara. Según esta escuela de la fenomenología budista, el ser es un compuesto de Cinco Agregados o Skandhas (cuerpo, sentimientos, pensamientos, volición y consciencia). De estos cinco, la consciencia se sub-divide en nueve: (1-5) las primeras cinco consciencias derivan de los órganos de los sentidos (tacto, gusto, olfato, visión y audición); la (6) sexta conciencia es la mente, o el órgano que analiza, interpreta y almacena la información recibida por los cinco sentidos; la (7) séptima es Manas o la conciencia limitante que se percibe a si misma como un producto separado e independiente del mundo, dado a su memoria y falso sentido del ego; la (8) octava conciencia es la Alaya, o la Consciencia Colectiva, la cual almacena todas las acciones (karma) de todas nuestras vidas (y la de otros seres); y finalmente (9) tenemos la novena consciencia o la Consciencia Fundamental (Amala) de la Budeidad (el Uno).

Volvamos al tratado.

El Despertar de la Fe nos dice que es en la consciencia Alaya que se intersectan los órdenes Absolutos y fenomenal, o la iluminación y la ignorancia, en los seres sintientes.

El tratado luego explica el orden de la iluminación, comenzando con la Iluminación Original - la esencia de la Mente está libre de pensamientos. Es como el espacio abierto que permea todo. Este Uno o Absoluto es el Dharmakaya o la Esencia del Buda (Tathagata) - la Iluminación Original. Luego, esa Iluminación Original contiene la no-iluminación, por eso la necesidad de la práctica budista para revelarla. Los seres sintientes son uno con el Absoluto, el Buda, pero sufren porque se perciben de forma separada, y por ello, actúan de forma egoísta, lo que perpetúa el sufrimiento, ad nauseam, hasta alcanzar el Despertar. Pero como todos somos uno, no podemos buscar la salvación o la iluminación individual (como en el Budismo Hinayana); solo la podemos alcanzar junto con todos los seres: este es el trabajo del Bodhisattva. El tratado dice que cuando uno alcanza un estado elevado en el camino del Bodhisattva, pueden tener acceso a la naturaleza original de la Mente, y con ello, realizar su eternidad, alcanzando la Iluminación. Si una persona logra realizr el proceso del surgimiento y cesación de un pensamiento, puede revelar este estado.

La Iluminación Original, cuando se analiza en comparación con la no-iluminación, posee dos atributos: (1) Pureza de Sabiduría" y (2) "Funciones Supraracionales". Esto es en su contraste, porque desde el Absoluto únicamente, nada se puede decir.

1. Pureza de Sabiduría - dado a la permeación (perfumación o influencia) del Dharma, los seres desarrollan la aspiración de superarse y comienzan su estudio y práctica. Es el Uno llamando desde el corazón mismo de la existencia a los muchos. Así, realiza su ignorancia, la trasciende y alcanza el Despertar. La ignorancia es irradicable ya que no existe aparte de la Iluminación. Aquí el texto compara esto con el agua del océano (Iluminación) y las olas (modos mentales) movidos por el viento (la ignorancia). El agua y el viento son inseparables, pero el agua no se mueve sola por naturaleza, sino que es movida por el viento de la ignorancia; y cuando la ignorancia cesa, cesan las actividades ilusorias.

2. Funciones Supraracionales - el texto dice que aquel que ha descubierto la Iluminación Original puede crear condiciones excelentes porque su sabiduría es pura. Este es el uso de los medios hábiles.

Todo esto ha sido explicado desde el aspecto de la Iluminación. Veamos ahora el aspecto de la No-Iluminación.

Dado a que los seres no se dan cuenta de su unidad fundamental con el Absoluto, surge una mente no-iluminada y sus pensamientos. No obstante, no siguen estando separados de la Iluminación Original. Dado a su estado no-iluminado, la mente ilusoria produce tres aspectos: (1) la ignorancia - la agitación mental en su estado no-iluminado es llamado actividad. Cuando se ilumina, no se agita. Cuando se agita, surge la ansiedad y el sufrimiento; (2) el sujeto que percibe - dado al movimiento o la actividad que surge ("rompiendo" la unidad fundamental) aparece un perceptor. Cuando no se agita, la mente está libre de percepción; (3) el mundo de los objetos - debido al perceptor, surge ilusoriamente el mundo de los objetos.

Condicionado por la ilusión del mundos de los objetos, la mente "individual" produce seis aspectos: (1) el intelecto discriminante - esto produce el gusto y el disgusto, la discriminación; (2) continuidad - dado a la función discriminante del intelecto y la memoria, el sujeto produce la consciencia del placer y el sufrimiento sobre el mundo de los objetos, y si se aferra a ellos, produce continuidad mental; (3) apego - dado a la continuidad, la mente, imponiendo sus ideas sobre el mundo y sus placeres y sufrimientos, produce apegos a lo que le gusta; (4) especulación - nombres, conceptos; (5) karma - el apego y las acciones en pensamiento, palabra y acción crean karma, acciones y sus múltiples resultados (presentes y futuros); (6) sufrimiento - dado a la ansiedad de la percepción "individual" y los efectos del karma, el ser sintiente sufre y no es libre.

Finalmente, en esta entrada, veremos la próxima sección del tratado, el cual trata sobre la relación entre la Iluminación y la No-Iluminación: identidad y no identidad.

1. Identidad - así como diferentes piezas de oro fueron hechas del mismo oro, y por ende, poseen la misma naturaleza, igualmente las manifestaciones (maya) de tanto la iluminación como la no-iluminación son aspectos de la misma Esencia, la Talidad. Incluso los asepctos visibles iluminados de los Budas y Bodhisattvas son ilusorios, ya que son emanaciones compasivas de la Talidad.

2. No-Identidad - así como diferentes piezas de oro difieren en forma y función unas de otras, existen diferencias en los estados de iluminación y no-iluminación, dado a sus manifestaciones de acuerdo a las mentes de los seres, ya que están ciegos a la naturaleza esencial de la Talidad - del Uno.

Como vemos, esto muestra las primeras dos verdades de la Triple Verdad: (1) todo es Uno, (2) pero el Uno se manifiesta en dos (muchos), (3) por lo que ambas verdades son verdades parciales, siendo la "verdadera" verdad la intersección del mundo del Uno (Absoluto) con el mundo de los muchos (fenómenos). Es por eso que el Budismo afirma el mundo. 

Me gustaría añadir que recientemente tuve una discución con una persona que me acusaba de introducir (adulterar) el Budismo con conceptos del Vedanta, la filosofía monista del Hinduismo, pero lo que esa persona no sabe (aunque esta persona estaba mal informada y era altamente prejuiciada hacia este tratado) es que Shakara, el principal exponente del Vedanta, utilizó conceptos del Budismo (predominantemente, los conceptos de Asvaghosa) en su re-formulación del Advaita Vedanta; no fue al revés.

A primera instancia, el Budismo y el Vedanta dicen lo mismo, pero desde premisas y contextos distintos. La diferencia radica en su aplicabilidad. El Budismo (que es igualmente monista) dice que todo es el Absoluto, pero a su vez no dice que el mundo convencional es irreal (como el Vedanta), pues el Absoluto es solo una verdad a medias, y la realidad convencional es igualmente real. Por eso la importancia del Camino Medio (de la Triple Verdad). Aquí radica la importancia de la práctica y el rol del Bodhisattva (ausentes en el Vedanta) En el Vedanta, se dice que todo es Uno (Brahman), y que los muchos (Maya) son una ilusión falsa, por lo que la meta de la práctica es realizar ese Uno y trascender el nacimiento y la muerte: la total absorción en el Uno. En el Budismo, todo es Uno, pero también son muchos, y el Uno no es más real o verdadero que los muchos; por eso la importancia del mundo fenomenal o convencional y el trabajo activo del Bodhisattva en el mundo.

En la próxima entrada, veremos las causas y condiciones de los seres en el Samsara.