Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Shingi Hokke Shu - Escuela del Loto Reformada 新義法華宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


viernes, 9 de agosto de 2024

Joyas de la Tesorería del Dharma: La Sabiduría del Maestro Eisai - El Zen para el Progreso de la Nación

 

El primer monje Tendai que inició una reforma budista, pero que no fue aceptada, fue el Maestro Myoan Yosai (Eisai 1141–1215), el primer monje que transmitió las enseñanzas de Rinzai a Japón. Nacido en la actual Prefectura de Okayama, se ordenó como monje de la escuela Tendai a la edad de once años y estudió las enseñanzas esotéricas de esa tradición. Fue a la sede de Tendai en el Monte Hiei, y dos años después, fue ordenado en 1154. Allí estudió las enseñanzas de Tendai y practicó los métodos de meditación Tendai, tanto exotéricos (Engyo) como esotéricos (Mikkyo), cuando decidió viajar a China para profundizar en su conocimiento del Budismo continental, estando en China por 6 meses, donde quedó impresionado por una nueva escuela de Budismo que estaba ganando auge en China, la escuela Chan (Zen). El Budismo Zen fue inicialmente traido a Japón por el Gran Maestro Saicho en el Siglo IX y formaba parte del currículo Tendai, pero sus métodos y enseñanzas eran eclipsados por las Enseñanzas Perfectas y Completas del Budismo Tendai, y sobre todo, por los métodos estipulados por el Gran Maestro Chih-i. Deseando profundizar en este aspecto poco explorado dentro de la nstitución, Eisai, veinte años después, en 1187, una vez más viajó a China, con la esperanza de peregrinar a la India, el hogar del Budismo, con el fin de continuar su objetivo de restaurar el Zen japonés a sus ideales originales. Cuando el gobierno chino le negó el permiso para viajar más allá de sus fronteras, Eisai se dirigió al Monte Tiantai y emprendió la práctica de Linji (Rinzai) Zen con el maestro del linaje Huanglong (Oryo) uan Xuan Huaichang, bajo el cual estudió tanto la meditación como el Vinaya Hinayana. Durante sus estudios en China, Eisai llegó a apreciar plenamente la importancia de la disciplina del Vinaya, víctima durante mucho tiempo de la laxitud en Japón. Más tarde, Eisai hizo que las reglas del Vinaya fueran fundamentales para la vida Zen e inauguró el renacimiento del monacato Zen en su tierra natal.

En 1191, Eisai regresó a Japón, trayendo no solo las enseñanzas Zen de Rinzai sino también la práctica de beber té. Fundó el monasterio Shofuku-ji en la isla de Kyushu, evitando la capital de Kyoto por el momento debido a la oposición a las enseñanzas Zen de las sectas establecidas más antiguas Tendai y Shingon. Más tarde, fue a la capital para responder a los cargos formulados en su contra por las escuelas más antiguas, presentando sus argumentos en su trabajo principal, el Kōzen Gokokuron (La Propagación del Zen para la Protección de la Nación). En 1199 fue a Kamakura para asumir la abadía del templo Jufuku-ji, construido para él por el Shogunato Kamakura. En 1202, accedió a convertirse en abad del nuevo templo Kenninji en Kyoto, donde, hasta el final de su vida en 1215, enseñó una combinación de meditación Zen con el ritual esotérico Tendai. Aunque el linaje Oryo de Eisai no continuó por mucho tiempo, fue importante al preparar el escenario para el establecimiento de la práctica de la meditación y el establecimiento de la escuela Zen como una escuela independiente en Japón.

A su regreso a Japón, el Maestro Eisai también introdujo el consumo de té, inicialmente como una ayuda para los monjes que se sentaban en la práctica formal de la Meditación. También creía que el té era beneficioso para la salud en general, por lo que escribió Kissa Yojoki (Beber Té para la Salud), que defendía el té como un reconstituyente general:

"En el gran país de China se bebe té, como resultado de lo cual no hay problemas cardíacos y la gente vive mucho tiempo. Nuestro país está lleno de personas delgadas y de aspecto enfermizo, y esto se debe simplemente a que no bebemos té... Cuando todo el cuerpo se siente débil, desvitalizado y deprimido, es una señal de que el corazón está enfermo. Beba mucho té y la energía y el ánimo se recuperarán por completo."

Sin estar interesado simplemente en una ayuda para la salud o un estímulo para permanecer despierto durante la Meditación, Eisai elaboró ​​sus puntos de vista a través de una interpretación profundamente arcana de los órganos humanos y sus correspondencias psicoespirituales de acuerdo con el Budismo Esotérico, que se reflejan en cierta medida en la ceremonia del té.

Ciertamente, tanto el Maestro Eisai como, posteriormente, el Maestro Dogen (quien estudió en el templo del Maestro Eisai con sus discípulos, fueron importantes pioneros del Zen japonés que sentaron las bases para desarrollos posteriores, pero sus enseñanzas Zen tuvieron poco impacto inmediato. Cabe destacar que a Eisai se le permitió usar el discurso y las enseñanzas Zen siempre y cuando no se separara de la escuela Tendai. Por eso, a sus comienzos, la escuela Rinzai Zen en Japón era esotérica.

El Maestro Eisai creía que el Zen daría nueva vida al Tendai japonés reviviendo la estricta observancia de los Preceptos budistas y las normas del decoro monástico que habían sido abolidos por el Gran Maestro Saicho. Pero a la agenda de Eisai se opuso el establecimiento Tendai en el Monte Hiei. También tuvo que enfrentarse a la competencia de Darumashu, un grupo Zen rival creado por otro monje Tendai llamado Nonin, que nunca fue a China pero que había recibido la certificación en un linaje Zen chino. El Darumashu (llamado así por Bodhidharma) promovió ideas completamente opuestas a las metas de Eisai. Ellos enseñaron que no se requería ninguna disciplina monástica, ya que el despertar del Buda podía expresarse en cualquier actividad. En 1194, la corte de Kyoto prohibió las enseñanzas Zen de Eisai y del Darumashu. 

El trabajo más importante del Maestro Eisai, La Propagación del Zen para la Protección de  la Nación, es una defensa elocuente del entrenamiento del Zen chino que muestra cómo difiere de las prácticas normativas de Tendai y Darumashu. El Maestro Eisai compiló esta antología en 1198, cuatro años después de que la corte prohibiera el establecimiento de instituciones Zen independientes en un intento de persuadir a la corte no solo de levantar su prohibición sino también de promover el Zen para revitalizar el Budismo Japonés. Como los principales adversarios de Eisai en la corte de Kioto eran los monjes del monasterio del Monte Hiei, que Saicho había fundado, Eisai seleccionó citas principalmente de escrituras y comentarios favorecidos en la escuela Tendai para argumentar que el Zen es la esencia del verdadero Budismo. En su obra, Eisai trata de recordar a los clérigos que el mismo Saicho pertenecía a un linaje Zen y afirma que si el Zen es ilegítimo, entonces Saicho y la escuela Tendai que fundó también deben ser ilegítimos. En los siguientes extractos, Eisai compara al Zen con la esencia de la Mente, cuya aclaración es el objetivo de la práctica budista. Afirma que la Mente es entendida solo por miembros del linaje Zen especial y enfatiza que la transmisión de maestro a discípulo del linaje Zen conserva las formas correctas de disciplina monástica, así como la estricta adhesión a los Preceptos. Además, ataca al Darumashū como falso, defiende el rechazo del lenguaje Zen e intenta mostrar cómo la práctica del Zen reformará el monasticismo budista japonés. 

Aquí presentamos el extractos del Kōzen Gokokuron (La Propagación del Zen para la Protección de la Nación), con un breve coentario, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas de la Tradición del Loto.

El Maestro Eisai comienza su gran obra con un Prefacio, donde alaba las virtudes de la Mente. Para Eisai (y la Tradición Zen), la Mente es el Absoluto; la Verdadera Naturaleza de la Realidad; la Talidad (Tathata) y la VAcuidad (Sunyata). Es la Esencia de la cual emana todo el Cosmos; la Fuente de la Naturaleza Búdica; la Budeidad - el Buda Eterno en su aspecto impersonal como el Dharmakaya o Cuerpo del Dharma. Eisai nos dice:

"¡Qué grande es la Mente! La altura del cielo es inconmensurable, pero la Mente la supera. La profundidad de la Tierra es insondable, pero la Mente se extiende debajo de ella. La luz del sol y la luna no puede ser superada, sin embargo, la Mente va más allá de ellos. Las galaxias son tan infinitas como los granos de arena, pero la Mente se extiende fuera de ellas. ¡Qué grande es el espacio vacío! ¡Qué primordial es el éter! La mente inmóvil abarca todo el espacio y genera lo etéreo. Por eso, el Cielo y la Tierra nos tratan con su cobertura y apoyo. El sol y la luna nos tratan con sus circuitos, y las cuatro estaciones nos tratan con sus transformaciones. Las innumerables cosas nos tratan con su fecundidad. ¡Grande en verdad es la Mente! Por necesidad, le asignamos nombres: el Vehículo Supremo, el Significado Principal, el Aspecto Verdadero de la Sabiduría Trascendental [Prajñā], el Reino del Dharma Único de la Verdad [Dharmadhatu], la Sabiduría Despierta [Bodhi], la Concentración Heroica [Shūrangama Samādhi], la Matriz de Ojos del Verdadero Dharma, la Mente Maravillosa del Nirvāna. Todas las escrituras de los Tres Giros de la Rueda del Dharma y los ocho cánones, así como todas las doctrinas de los Cuatro Árboles Shāla y los Cinco Vehículos, encajan perfectamente en ella."

El Zen, desde sus inicios, ha optado por descartar parcialmente los elementos budológicos (teístas budistas) personales y ha optado por una presentación del Buda Eterno en su forma impersonal, con un lenguaje místico y panenteísta (o panenbudista). Así, el Zen presenta el Cuerpo del Dharma del Buda Eterno en términos ontológicos, pero amorfos. En estas líneas, el Maestro Eisai comienza su Tratado tratando de infundir en sus lectores la inmensidad y la importancia de la Talidad como punto de referencia, como Norte, en la correcta comprensión del Dharma y la práctica budista.

Para el Maestro Eisai, el Buda Eterno, la Mente, es la Fuente de toda la Existencia. Es la Existencia, el Cosmos, pero lo trasciende, por lo tanto, es igualmente inmanente. Dado a que está más allá de la descripción verbal (un punto que es enfatizado en el Zen), es llamado de diferentes maneras, pero todas apuntan a la misma Realidad Absoluta, el Buda Eterno. A pesar de presentar esta Realidad de forma impersonal y trascendente, la misma nos apoya y nos ayuda en nuestro progreso espiritual, guiando nuestros pasos hacia nuestro Despertar. Este fue el propósito para la aparición del Buda Shakyamuni en este mundo, siendo Shakyamuni una encarnación de esta Mente, de esta Realidad, en nuestro mundo. 

"El Gran Héroe Shakyamuni ha transmitido este Dharma Mental a su discípulo, el asceta dorado Maha Kashyapa, que se conoce como la transmisión especial fuera de las Escrituras. Desde que se encontraban en el Pico del Buitre la sonrisa de Mahā Kāshyapa, la flor levantada produjo miles de brotes; de esta fuente brotaron diez mil arroyos. En la India se mantuvo la correcta sucesión. En China, las generaciones del Dharma estaban estrechamente vinculadas. De este modo, el verdadero Dharma, tal como lo propagaron los antiguos Budas, se transmitió junto con el manto del Dharma. Así se han manifestado las formas rituales correctas del entrenamiento ascético budista. La sustancia del Dharma se mantiene completa a través de las relaciones maestro-discípulo, y se elimina la confusión sobre el correcto e incorrecto del decoro monástico. De hecho, después de Bodhidharma, el gran maestro que vino desde el oeste, navegó a través de los mares del sur y plantó su personal en las orillas del Río del Este en China, el linaje Zen de ojos del Dharma de Fayan Wenyi se transmitió a Corea y al Buey. El linaje Zen de Niudou Farong fue llevado a Japón. Estudiando el Zen, uno monta todos los vehículos del Budismo; practicando el Zen, uno logra despertar en una sola vida. Promover externamente la disciplina moral de las Escrituras del Nirvāna mientras encarna internamente la sabiduría y la compasión de la Gran Perfección de las Escrituras es la esencia del Zen."

En estas líneas, el Maestro Eisai traza el linaje mítico Zen, desde el Buda Shakyamuni hasta su tiempo. De acuerdo con la Tradición Budista, la enseñanza Zen fue transmitida por el Buda a su discípulo Mahakashyapa en lo que se conoce como el Sutra de la Flor. El mismo es así:

"En una ocasión, el Honrado por el Mundo se encontraba en el Pico del Buitre, ante una gran multitud de practicantes laicos, monjas y monjes, Bodhisattvas e incluso dioses, cuando levantó una sola flor y la hizo girar. De la multitud reunida, sólo el discípulo Mahakashyapa respondió, sonriendo ampliamente.

"El Buda, señor de la sabiduría, médico del corazón, anunció: 'Tengo el tesoro ocular del verdadero Dharma, la mente maravillosa del Nirvana, la verdadera forma de la no-forma, la puerta sutil del Dharma. Esta sabiduría no depende de las letras, se transmite fuera de todas las enseñanzas formales. Ahora se la confío a Kashyapa".

Como vemos, el Sermón de la Flor es una enseñanza sobre cómo se produce la transmisión de la Verdad de una persona a otra. En el Budismo Zen - como en el Budismo en general - la visión y transmisión directa de la Verdad es el núcleo de la tradición, pero ¿cómo debemos entender lo que se está transmitiendo y cómo se produce esa transmisión? El Sermón de la Flor encarna esta transmisión, en lugar de intentar definirla, y al hacerlo nos muestra un ejemplo práctico de lo que es y de lo que no es. Al intentar transmitir lo que sucede en el Sermón de la Flor, algunos comentarios lo describen, por ejemplo, como un momento en el que el Buda transmite su Sabiduría directa al discípulo Mahakashyapa. El hecho de que el Buda sostenga la flor en alto representa su Enseñanza y su comprensión, y la sonrisa de Mahakashyapa revela que él también comprende la Vida del Buda Eterno que cada uno de nosotros está viviendo, aquí y ahora. Ha llegado a esto, guiado por la Gracia del Buda, a través de su propia práctica de meditación. El Buda confirma entonces la comprensión de Mahakashyapa diciendo que confía a Mahakashyapa "el verdadero Ojo del Dharma, el maravilloso corazón del Nirvana". Una vez más, es importante darse cuenta de que aquí no se está transmitiendo nada, en el sentido de que el Buda no está poniendo algo en Mahakashyapa ni le está pasando algo. Ambos son na manifestación de ese "algo".

El Buda da una enseñanza similar en el Sutra del Loto, comenzando en el Capítulo Seis, donde predice la futura Budeidad de sus discípulos principales (empezando de nuevo por Mahakashyapa) y luego de muchos otros en la asamblea. Al predecir que ellos también se convertirán en Budas en el futuro, el Buda está reconociendo la verdadera práctica de cada discípulo. También está reconociendo que cada discípulo ya es un Buda desde el principio, como lo somos nosotros, y por lo tanto no hay necesidad de poner nada en ellos; no les falta nada, así como a nosotros no nos falta nada, pero sí necesitamos vivir en armonía con esta Vida del Buda que ya tenemos y que ya somos.

Lo que se está transmitiendo en el Sermón de la Flor es que tanto el Buda como Mahakashyapa han visto profundamente la Verdadera Naturaleza de la Realidad (Mente) y la reconocen el uno en el otro. La "transmisión" en este sentido es la confirmación pública o privada de que es así, y esto es lo que expresa el Buda cuando dice: "Tengo el tesoro del verdadero Ojo del Dharma, el maravilloso corazón del Nirvana. Se lo confío a Mahakashyapa". Cuando el Buda lleva a cabo el acto tan simple de sostener la flor, está encarnando algo real y verdadero, que Mahakashyapa reconoce y a lo que responde. Sonríe porque hay una conexión allí, algo que el Buda y Mahakashyapa tienen en común. Es un reconocimiento mutuo de la Vida del Buda, que es en sí mismo una confirmación de la práctica de Mahakashyapa. Este es el corazón del Verdadero Budismo y es el núcleo de la Tradición Zen.

Otro punto que el Maestro Eisai trata de comunicar con este párrafo es la importancia de la sucesión discipular; la relación de maestro y discípulo. Si bien el Zen traza su linaje de forma ininterrumpida desde el Buda Shakyamuni a Mahakashyapa y sucesivamente hasta Eisai (o Dogen) y el presente, estos son linajes míticos. La verdadera transmisión del Dharma se da de forma espiritual e ideológica. Todo el que sea ordenado por una institución budista ortodoxa y tradicional (e histórica) y preserve y sostenga y practique el Verdadero Dharma, es confirmado por el Buda Shakyamuni. Así, la Tradición Zen dice que el Zen fue llevado a China por Bodhidharma, pero en realidad, el Chan (Zen) originó en China, no en la India. El Budismo Zen es una mezcla sincrética china del Budismo y el Taoísmo. La Verdadera Tradición Budista es la Tradición del Loto, la cual abarca (de la cual emerge en China) la Tradición Zen. Es por eso que el Gran Maestro Saicho lo incorporó a la escuela Tendai cuando recibió la Tradición Zen en China, y junto a las Enseñanzas Perfectas y Completas de la escuela Tendai, los Preceptos del Bodhisattva, el Budismo Tierra Pura y el Budismo Esotérico, perfeccionó - unificó nuevamente - el Verdadero Budismo, el Verdadero Dharma del Buda Eterno en el mundo. 

Sin embargo, para el Maestro Eisai, la abolición del Vinaya Hinayana en Japón (por el Gran Maestro Saicho) hizo que el Budismo se deordenara, y con ello, se desordenara la sociedad. Es por eso que el Maestro Eisai creía que, al establecer la práctica Zen como principal dentro de la escuela Tendai (que era la que dictaba qué era Budismo en Japón), se reestablecerían también el Vinaya, lo que traería orden y disciplina a la Orden Monástica, y con ello, a la sociedad en general. 

El Maestro Eisai, siendo el precursor de los Reformistas del Periodo Kamakura - como Honen, Shinran, dogen y Nichiren, entre otros - decidió así (al igual que el resto de los Reformadores de Kamakura) tomar una enseñanza y una práctica de la gran Tesorería del Dharma de la Tradición del Loto y la escuela Tendai y hacerla accesible al público en general. Para Eisai, la práctica más fácil y accesible para todos era la práctica de la Meditación (la traducción correcta de la palabra "Zen"). Si bien la escuela Tendai ya poseía su propia tradición de Meditación - la Meditación Shikan (Samatha y Vipassana), en base a la Tradición del Loto y los escritos del Gran Maestro Chih-i - de la cual la Meditación Zen (Zazen o Meditación Sentada) ya era parte, Eisai concluyó que el acercamiento Zen a la Meditación era ideal, pues era una forma simplificada de la Meditación Shikan (precisamente, era solo Samatha, sin Vipassana). A diferencia de la Meditación Shikan, que requería un conocimiento profundo de la doctrina budista y se componía de dos fases de forma unitaria (Samatha y Vipassana) y era una Comunión con el Buda, la Meditación Zen (Zazen) solo requería contemplar la mente para revelar la Mente. En otras palabras, era una Meditación más sencilla y accesible para las personas que los conectaba con su Verdadera Naturaleza, lo que traía (junto con los Preceptos) una reforma del ser, y con ello, orden y paz a la nación. 

Pero el Maestro Eisai sabía que sus reformas traerían oposición. Una vez Eisai llegó nuevamente al Monte Hiei, los altos clérigos se opusieron a sus reformas, pues las consideraban superfluas, e incluso, peligrosas, pues su simplicidad lacera la belleza y armonía de la totalidadde la Tradición Budista, y desde antaño se ha reconocido la vulnerabilidad de la enseñanza Zen al nihilismo. Eisai habla de estas críticas cuando nos dice:

"En nuestro reino, el soberano brilla en esplendor y su honor se extiende a lo largo y ancho. Emisarios de tierras legendarias lejanas presentan sus respetos a su corte. Los ministros dirigen los asuntos del reino mientras los monásticos propagan el camino de la renuncia. Incluso el Dharma de los Cuatro Vedas hindúes encuentra uso. ¿Por qué entonces descartar los cinco linajes familiares del Zen? Sin embargo, muchos difaman esta enseñanza, llamándola el Zen del trance ciego. Otros lo dudan, llamándolo el mal de aferrarse al vacío. Otros incluso consideran que no es adecuado para esta Era Final del Dharma [Mappo], diciendo que no es necesario en nuestra tierra. O menosprecian mi capacidad, diciendo que carezco de suficiente poder. Disminuyen mi capacidad espiritual, diciendo que es imposible para mí revivir lo que ya estaba abandonado. Quienquiera que intente defender la Joya del Dharma de tal manera destruye la Joya del Dharma. No siendo yo, ¿cómo pueden conocer mi mente? No solo bloquean la puerta de entrada a través de las barreras Zen, sino que también desafían el legado de Saicho, el fundador del Monte Hiei. Ay, qué triste, qué angustioso. ¿Cuál de nosotros tiene razón? ¿Cuál de nosotros está mal?"

Para el tiempo en el que el Gran Maestro Saicho viajó a China, a finales del Siglo VIII, el Budismo Tientai (Tendai) reinaba, y el Chan (Zen) a penas estaba emergiendo. Pero siglos más tarde, cuando el Maestro Eisai viajó a China, el Budismo Tientai estaba en declive y el Chan estaba en auge, siendo (junto al Budismo Tierra Pura) las dos ramas de Budismo más practicadas. El Maestro Eisai veía su transmisión del Rinzai Zen como una forma de hacer la práctica Zen la práctica principal dentro de la escuela Tendai, así como en el tiempo de Saicho fue el Budismo Esotético, luego con el Gran Maestro Genshin fue el Budismo Tierra Pura, y ahora podría ser el Zen. Pero esto no fue aceptado por el Monte Hiei. 

Las Cinco Casas del Zen que Eisai menciona en su Tratado s fueron las cinco escuelas principales del Budismo Chan que se originaron durante la China Tang. La escuela Guiyang (Igyo) fue la primera escuela establecida de las Cinco Casas del Zen. La escuela Guiyang se distingue de las otras escuelas debido a su uso de metáforas e imágenes esotéricas en los Koans de la escuela y otras enseñanzas. La segunda, la escuela Linji (Rinzai), recibió su nombre del maestro Chán Línjì Yìxuán, quien se destacó por enseñar a los estudiantes de maneras que incluían gritos y golpes en un intento de ayudarlos a alcanzar la Iluminación. Esta fue la escuela en la cual Eisai recibió su transmisión en China. La tercera era la escuela Caodong (Soto), que fue fundada por Dongshan Liangjie y sus herederos del Dharma en el Siglo IX. La misma enfatizaba la meditación sentada y, más tarde, las técnicas de "Iluminación Silenciosa". En 1227, Dogen Zenji, otro monje Tendai, estudió el Budismo Caodong en China y regresó a Japón para fundar la escuela Soto del Zen. La cuarta era la escuela Fayan, que recibió el nombre del maestro chino Chán Fayan Wenyi (Fa-yen Wen-i), que vivió entre 885 y 958, la cual propagó el la "armonía entre el Chan y la Enseñanza", en oposición a "una transmisión especial fuera de la Enseñanza", este último acabndo convirtiéndose en uno de los lemas definitorios del Chan. La quinta, la escuela Yunmen, recibió el nombre de Yunmen Wenyan. La escuela prosperó hasta principios de la dinastía Song, con especial influencia en las clases altas, y culminó con la compilación final del "Registro del Acantilado Azul". A lo largo de la dinastía Song (960-1279), la escuela Fayan, junto con las escuelas Guiyang y Yunmen, fueron absorbidas gradualmente por la escuela Linji. 

Para el Maestro Eisai, Japón debía imitar a su pariente continental, China. Como en China el Chan (Zen) era la escuela en auge, la escuela Tendai debía adaptarse e imitar a China colocando la enseñanza y la práctica Zen como su enseñanza y práctica principal. Pero para este tiempo, ya Japón no seguía a China como su modelo, habiendo ya desarrollado su propia identidad independiente del pariente continental. Esto, unido a los intereses de la corte por las Enseñanzas Perfectas y los rituales esotéricos, hicieron que el Hieizan ignorara la petición del Maestro Eisai, aunque le permitieron propagar el Zen en su templo, siempre y cuando sea como complemento al Budismo Tendai y los rituales esotéricos.

Si bien el Maestro Eisai recibió muchas críticas por parte dle establecimiento del Monte Hiei y de otras escuelas, Eisai siempre se mentuvo esperanzado porque algún día sus puntos de vistas fueran retomados con seriedad y puestos en acción, algo que sucedería siglos más tarde, cuando sus discípulos logran independizarse del establecimiento Tendai y fundar el Rinzai Zen. Es por eso que el Maestro Eisai cierra su Prefacio con las palabras:

"He compilado una antología de las escrituras budistas que registran las enseñanzas esenciales de nuestro linaje para ser consideradas por los expertos de hoy y en beneficio de la posteridad. Esta antología está en tres fascículos que consta de diez capítulos, y se titula Propagación del Zen para la Protección del Estado de acuerdo con la idea básica del Sutra para los Reyes Humanos. Como mis humildes palabras de ficción concuerdan con la realidad, ignoro los gritos de los ministros y los monásticos. Recordando que el Zen de Linji beneficia a sus generaciones posteriores, no me avergüenzo de sus calumnias escritas. Solo espero que la llama de la sabiduría transmitida en el verso Zen no se extinga hasta la llegada de Maitreya y que la fuente del Zen fluya sin impedimentos hasta el futuro eón de los Mil Budas."

Para el Maestro Eisai, el Zen no podía existir sin el Vinaya, los Preceptos Monásticos. La razón principal por la que su petición al sumo prelado cayó en oídos sordos fue precisamente por esto. La abolición del Vinaya Hinayana fue precisamente lo que le permitió a la escuela Tendai independizarse del establecimiento político y religioso del Budismo de Nara, y lo que hizo a Japón un país estrictamente Mahayana, siguiendo los Preceptos del Bodhisattva del Sutra de la Red de Brahma, de acuerdo con la intención original del Buda. Cualquier intento por regresar al Vianaya Hinayana sería una afronta al legado del Gran Maestro Saicho y una regresión en la evolución del Budismo en Japón. Sin embargo, para Eisai, el abandono del Vinaya era la razón por la cual el Budismo y la sociedad se encontraban en desorden. Si volvían a adoptar el Vinaya, el Budismo y la sociedad podrían reformarse y mejorarse. Eisai escribe en su Tratado:

"Pregunta: Algunos te critican y te preguntan qué te hace pensar que este nuevo linaje Zen hará que el Budismo florezca para siempre.

"Respuesta: Los Preceptos y la disciplina monástica hacen que el Budismo florezca para siempre. Los Preceptos y la disciplina monástica son la esencia del Zen. Por lo tanto, el Zen hace que el Budismo florezca para siempre. El tratado Gran Calma y la Contemplación de Chih-i dice: 'Los deseos mundanos de la gente común son denunciados por todos los santos. El mal es destruido por la Sabiduría pura. La Sabiduría pura surge del Zen puro. El Zen puro surge de los Preceptos puros'."

Esto no era nada nuevo. En la Tradición del Loto, el Gran Maestro Annen (Akaku Daishi  841-915) interpretaba, como lo hicieron sus predecesores, el Zen, no como una rama o una práctica distintita del resto del Budismo, sino como una forma de abordar la enseñanza y la práctica budista. Para el Gran Maestro Annen, el Zen era sinónimo de seguir el espíritu y no la letra de los Preceptos. Tanto Saicho como Annen veían a Bodhidharma como un maestro de Meditación y de Preceptos que abogaba por seguir la Esencia innata (Naturaleza Búdica - No-Creada) de la Meditación y los Preceptos, no su forma y letra. Es por esto que el establecimiento del Monte Hiei veía las reformas de Eisai como superfluas, pues ya el Zen se encontraba incorporado en el Budismo Tendai (su Esencia en sus enseñanzas, y su práctica del Zazen en la Meditación Shikan). El problema del Monte Hiei con Eisai fue precisamente su promoción del Vinaya Hinayana. El Maestro Eisai, entonces, vivió el resto de su vida practicando el Budismo Tendai junto al Zen en su templo, Kenninji. Fue en Kennenji que Eisai conoció a Dogen, quien se convirtió en su discípulo debido a la pureza y simplicidad del estilo de vida que enseñaba y ejemplificaba, y quien, más que cualquier otro ser humano, promovería el Zen en Japón. 

Posteriormente, Eisai se aliaría con muchos clanes samurai, llegando el Rinzai Zen a ser la práctica predilecta de los guerreros japoneses. De esta manera, introdujo en la élite marcial gobernante la exigente disciplina del Vinaya en el Zen, y con el tiempo, los samuráis descubrieron que las enseñanzas Zen eran más pertinentes que los rituales excesivamente elaborados de la aristocracia. El ideal de la espontaneidad en la conducta, alcanzado mediante el autodominio progresivo, y la tranquilidad serena en el corazón, sirvió a los samuráis, quienes lo cristalizaron en sus programas de entrenamiento militar. Por otro lado, el Soto Zen de Dogen apelaría a los capecinos. Entonces, con el tiempo, las escuelas de Nara, Tendai y Shingon representarían la religión aristócrata e imperial, el Rinzai Zen a los guerreros, el Soto Zen a los campecinos, el Budismo Nichiren a los comerciantes, y el Budismo Tierra Pura (Jodo Shu de Honen y el Jodo Shinshu de Shinran) al público en general. 

El Maestro Eisai murió en 1215 a la edad de setenta y cinco años, honrado por muchos monjes y llorado por la corte imperial.

La reforma basada en el Budsimo Zen como una escuela independiente sería retomada posteriormente por otro monje Tendai llamsdo Dogen, quien viajaría a China y obtendría una transmisión en el linaje Caodong, fundando entonces efectivamente la primera escuela japonesa de Zen independiente, la escuela Soto Zen. Dado a las similitudes entre ambas escuelas y la gran cantidad de escritos del Maestro Dogen, abundaremos en las enseñanzas Zen y sus similitudes y diferencias a a luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas de la Tradición del Loto con los escritos del Maestor Dogen.