Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


viernes, 9 de julio de 2021

El Buda es Vida Eterna: El "mi" en "Amida" - Introducción al Ciclo de Lecturas sobre los Sutras del Buda Amida

El verdadero Budismo Tierra Pura es una rama o camino del Budismo Mahayana que se enfoca en las enseñanzas y prácticas encaminadas al Renacimiento (Despertar) en la Tierra Pura (Nirvana) del Buda Amida (Nuestra Naturaleza Búdica Innata y la unión con el Buda Eterno). El mismo renombra las enseñanzas tradicionales del Budismo Canónico e las presenta en una forma poética, a la vez ue simplifica el camino espiritual en este mundo y lo hace más accesible para todos los seres sintientes. Este año, como todos los años, el Templo Tendai de Puerto Rico comienza su Ciclo de Lecturas sobre los Sutras del Buda Amida. Este año, presentaremos e interpretaremos los Sutras del Buda Amida a la luz del Sutra del Loto, haciéndo énfasis en las figuras de la Luz y de la Vida Infinita, y nuestro rol en ellas. Es por eso que este ciclo se llamará "El 'mi' en 'Amida'".

Existen tres elementos importantes en el Budismo Tierra Pura: la Luz, la Vida y el Nombre (Nembutsu).

El Budismo, como muchas religiones y filosofías religiosas, está lleno de simbolismo, metáforas y alegorías. Una de ellas es la "Luz", que simboliza el "Conocimiento" y el "Despertar", y la "Oscuridad", la cual es asociada con la "Ignorancia" (mas no con el mal, como en las mitologías occidentales). Los opuestos se dan significado entre sí y están inextricablemente conectados. La creación y separación de la luz y la oscuridad surge en los mitos de la creación o cosmogonía de muchas religiones. Una cosmogonía o historia de creación cósmica es también una metáfora no solo del nacimiento cósmico sino del nacimiento individual y el nacimiento de la conciencia e identidad individuales.

Nuestra tradición y cultura occidental tiene su propio mito de la luz y la oscuridad, el cual es bien conocido. En el principio del tiempo, en la Biblia, se nos dice que “la tierra estaba desordenada y vacía; y tinieblas sobre la faz del abismo". Luego, "Dios dijo: Sea la luz; y fue la luz". Entonces, "Dios separó la luz de las tinieblas". Como vemos, inicialmente, en esta narración, la oscuridad y la luz están conectadas, si no eran una, y luego se dividen. La "Teogonía" de Hesíodo dice que: "En primer lugar, el Vacío llegó a existir" y "del Vacío surgieron la Oscuridad y la Noche negra, y de la Noche surgieron la Luz y el Día". Incluso en la teoría científica del Big Bang, la creación del universo se describe como una explosión de luz. En varios mitos cosmogónicos chinos, la luz y la oscuridad tienen un papel destacado como características y fuerzas esenciales del universo. Mientras que la energía masculina, activa y luminosa, forma la energía "Yang", la energía "Yin" se forma a partir de la energía femenina pasiva y oscura. En lugar de operar como dos fuerzas separadas y discretas, el Yin (oscuridad) y el Yang (luz) son complementarios. Cada uno contiene la semilla o posibilidad del otro. Otra implicación es que todo comparte ambas cualidades y nada es puramente Yin o Yang. El Yin y el Yang pueden no ser tanto propiedades fijas como posibilidades fluidas y manifestaciones momentáneas. De hecho, puede ser la perspectiva del observador más que cualquier cualidad absoluta e inherente de lo observado lo que prescribe el significado. En resumen, puede ser nuestra perspectiva imperfecta, subjetiva y limitada más que cualquier otra cosa la que determine si algo es claro u oscuro, bueno o malo, positivo o negativo, etc. Y, si ampliamos nuestra vista, encontraremos que poco o nada es completamente un estado u otro. Si hay dos caras, entonces son dos caras de la misma moneda. Estos son nombres y metáforas, como los que encontramos en los mitos de todo el mundo, y son usados por los sabios para revelar verdades universales. Lo mismo sucede en el Budismo.

El Buda Amida es el Buda de la Luz y la Vida Infinita. Todo en el Cosmos es una manifestación de la Luz y la Vida Infinita. La Consciencia es Luz. Todo en el Cosmos está hecho de diferentes variantes y grados de la Luz. La materia es la manifestación física y concreta de la Luz; es Luz limitada. Todo en el universo está hecho de diferentes grados de Luz. La Luz produce los átomos, y los átomos se agrupan de acuerdo con patrones geométricos dirigidos por el movimiento, el karma. Entre estas infinitas variedades de formas y movimientos, en este mundo, al igual que en incontables mundos, ha surgido una forma que encarna la Luz y le permite fluidez, dinamismo, movimiento y voluntad. Esta es la Vida, la cual es el motor que otorga movimiento a la Luz y la manifiesta en el prisma de los universos.

Pero a diferencia de la luz ordinaria, la Luz Infinita del Buda Amida (su infinita compasión) brilla por todos el Cosmos sin obstrucciones, abrazando a todos los seres sin distinción, y su Nombre dispersa la oscuridad de la ignorancia (su infinita sabiduría) llevándonos al Despertar. Esta Luz ilumina todas nuestras pasiones y deseos - todo nuestro karma - y lo vuelve una consigo misma, transformando nuestros males kármicos en un sentimiento de profunda gratitud, aceptación y compasión por todos los seres.

De igual forma, nosotros somos una manfestación de la Vida; somos Vida limitada. Esa Vida que mueve la Luz y la hace manifestarse en la miríada infinita de formas en el Cosmos ha asumido forma - se ha limitado - en la infinita variedad de formas de vida en el Cosmos. Pero dado a nuestras limitaciones, dado a nuestra finitud, no experimentamos al mundo ni a los demás seres como parte de nosotros. Dado a que somos parte de la Consciencia Fundamental - dado a que todos somos Luz y Vida Eterna (todos somos Uno) - cuando asumimos forma limitada, sufrimos, porque nuestra consciencia finita recuerda ser parte de la Consciencia Infinita. Para poder limitarse, la Luz y la Vida Infinita cubrieron sus verdaderas naturalezas con un velo limitante y nos hacen sentir independientes de las demás formas y de la Consciencia Ilimitada. Esto es la Ignorancia Fundamental. Dado a nuestra Ignorancia Fundamental a nuestra Unidad, vagams por los mundos y creamos karma - causas y condiciones (sombras) - que mantienen el funcionamiento, el dinamismo y el movimiento de la Luz y la Vida Infinita en sus infinitas manifestaciones y variaciones en el mundo. 

Un Buda es la encarnación de la Consciencia Fundamental del Cosmos, el Buda Eterno, la cual desciende a los mundos (sombras) creados por los seres para iluminar nuestro estado, aliviar nuestro sufrimiento, y salvarnos del océano de nacimientos y muertes del Samsara y regresarnos al Nirvana, la Unidad. Pero como Luz y Vida Infinita, nunca hemos estado realmente separados e individualizados unos de otros. Es por eso que no existe la salvación individual. Solo seremos Luz y Vida Infinita nuevamente cuando hayamos salvados a todas las formas del Cosmos. Esto es llamado el Camino del Bodhisattva. Cuando realizamos nuestra Unidad Fundamental con el Buda Eterno - con el Universo - somos uno con el Buda y compartimos su vida eterna. Cuando lo hacemos, somos los trabajadores del Buda en los mundos.

Para arrojar luz sobre nuestras sombras - para iluminar nuestra ignorancia - la Luz y la Vida Infinita asume diferentes formas y revela diferentes enseñanzas y prácticas encaminadas a nuestro Despertar. Una de las formas y de los nombres que asumió la Luz y la Vida Infinita - la Consciencia Ilimitada - para comunicarse con nosotros fue la del Buda Shakyamuni. El Buda Shakyamuni encarnó en este mundo para predicarnos sobre el Infinito. Dado a que no estabamos preparados para esta revelación, el Buda utilizó el medio hábil del Buda Amida y su Tierra Pura. El Buda Amida, el Infinito, nos está llamando constantemente para que regresemos a la Unidad. Para lograr esto, el Buda Amida nos obsequió su Nombre, el Nembutsu: "Namu Amida Butsu", junto con una amplia serie de prácticas que nos ayudan a revelar nuestra Naturaleza Búdica y regresar a nuestro Verdadero Hogar. Cuando recitamos el Nembutsu, encendemos nuestra Naturaleza Búdica, difuminamos las capas ilusorias entre los diferentes niveles de Luz y accesamos a la Unidad. Cuando regresamos de nuestra comunión con el Infinito, regresamos transformados, llenos de sabiduría y compasión y dispuestos a trabajar por la Iluminación de todos los seres. Entonces, despierta en nosotros un sentimiento profundo de gratitud a la Luz y la Vida por este inmenso regalo.

El Budismo Tierra Pura es la historia de la vida eterna del Buda quien entra en la historia y el tiempo y se funde con la existencia de los seres en este mundo. Esto lo hace a través del trabajo salvífico del Nombre, el Nembutsu. Al el Universo, el Infinito (el Buda Eterno) hacerse manifiesto en el Nombre, el la Vida Eterna entra en el mundo. Al invocar el Nembutsu, llamamos a nuestra consciencia no solo al Buda Eterno - la Unidad - sino que despertamos nuestra Naturaleza Búdica y somos el Buda Eterno. Al nosotros recitar el Nembutsu, el Buda Eterno se vuelve presente en todo momento, y en cualquier lugar. Así, el Nembutsu nos permite participar de la Vida Eterna.

Nuestra religión, el Budismo, es la religión de la Iluminación. La Iluminación es Luz y Sabiduría. Es por eso que nuestra doctrina no es otra que la Luz y la Vida iluminando la oscuridad de la ignorancia y despertándonos de nuestro inmemorial sueño a la Unidad Fundamental de la Existencia.

En esta serie de Lecturas, exploraremos tres de las revelaciones de la Luz y la Vida Infinita en este mundo, llamados los Sutras del Buda Amida. En los mismos, estudiaremos sobre nuestra Verdadera Naturaleza y la del Cosmos, y cómo podemos vivir vidas plenas, armoniosas y llenas de gratitud por la Vida y los demás.