A medida que la Rueda del Dharma da paso a un nuevo año, entramos en el abrazo sagrado de la Serpiente de Madera, cuya presencia nos recuerda tanto la sabiduría de la tierra como la energía siempre renovada del bosque. La serpiente, símbolo de la transformación, nos susurra que debemos despojarnos de pieles viejas, liberar lo que ya no nos sirve y emerger a la luz de nuevos comienzos con claridad y gracia.
Abramos nuestros corazones para recibir la Gracia y la Luz del Buda Eterno. La compasión del Buda es como el Sol de la mañana que atraviesa las brumas del Samsara y ofrece calor y dirección a todos los seres perdidos en la espesura del engaño. Así como la serpiente no tiene miedo de acercarse a la tierra, acerquémonos a nuestra propia verdad interior, permitiendo que la Luz del Buda ilumine incluso los rincones más oscuros de nuestro corazón.
Que podamos despojarnos de la piel de los viejos hábitos y elevarnos con cada momento, brillando con la Luz y la Gracia del Buda. Que la sabiduría de la Serpiente de Madera nos guíe hacia una mayor conciencia, que la Luz del Dharma ilumine nuestro Camino, y que la compasión ilimitada de la Sangha nos sostenga mientras caminamos juntos hacia las bendiciones del 2025.