Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


domingo, 9 de agosto de 2020

"Las Verdadera Esencia Pura" - Enseñanzas Budistas para Tiempos de Crisis - Charla del Dharma

El Buda, que significa el "Despierto", fue un ser de infinita compasión y sabiduría, que vino al mundo para llevar un mensaje de paz y armonía, pero sobre todo, vino al mundo a revelar la verdadera naturaleza de la realidad y de nosotros mismos; a mostrarnos la unidad fundamental de toda la Existencia - que todos somos uno - y que todos poseemos un Esencia Pura: nuestra Naturaleza Búdica, la cual es el núcleo de todos los seres, y que podemos accesar en momentos de crisis e incertidumbre, permitiéndonos accesar a la paz y la calma en los momentos más difíciles de nuestras vidas. Entre el océano de enseñanzas budistas, hoy continuaremos viendo cómo podemos utilizar el Dharma para estos tiempos de crisis en los cuales vivimos.

Los Sutras, que son las Escrituras Sagradas y que forman parte de los textos canónicos del Budismo, recopilan los sermones dados por el Buda en sus más de 40 años de predicación en el mundo. Es por ello que si queremos entender el verdadero mensaje del Buda, debemos referirnos a los registros fieles de sus palabras.

El Buda, en sus sermones, frecuentemente habló sobre la Naturaleza Búdica: todos los seres poseen innatamente la capacidad de alcanzar el Despertar; esto es porque todos los seres están hechos de la misma Esencia y energía de luz y de vida de la cual emana todo en el Universo - el Buda. Esta Naturaleza Búdica es el corazón mismo de la Existencia, y si bien este Mundo Saha en el cual vivimos se caracteriza por el sufrimiento, la impermanencia, la impureza y el ego, nuestra Naturaleza Búdica, la cual es una con el Buda, se caracteriza por la felicidad, la eternidad, la pureza y es nuestro Verdadero Ser. Si bien nuestros ojos, mentes y corazones están oscurecidos por las pasiones, los deseos y la ignorancia, podemos accesar - o mejor dicho, revelar o hacer brillar - nuestra Naturaleza Búdica por medio de la práctica de la meditación. 

¿Cómo podemos accesar a nuestra Naturaleza Búdica a través de la meditación? El Buda mismo nos dice en los Sutras:

" Todos los seres están dotados de un alma pura que es su fundamento último, pero está cubierta con el polvo de la duda e ilusión, originado por condiciones y causas externas. Esta alma manchada no es nuestra verdadera naturaleza; es algo añadido, un huésped que no puede ser identificado con el dueño.

"Aunque las nubes cubran la luna por un tiempo largo, no la manchan ni la pueden mover. Por ello el ser no debe pensar que el alma voluble y cubierta de polvo es su propia esencia.

"El ser debe despertar en la naturaleza del alma pura de la Iluminación y volver en sí. Los seres vagan errantes por el mundo de la ilusión porque se dejan arrastrar por el alma manchada y voluble. Las impurezas y  los movimientos del alma humana, tienen su origen en el deseo y en las reacciones a las circunstancias mutables de la vida.

"El alma verdadera del ser, el dueño, el anfitrión, es el alma que no tiene nada que ver con los cambios de las circunstancias. Permanece eternamente inmutable e indestructible.

"Así como no se puede decir que desaparece la posada cuando se va el viajero, no es posible decir que desaparece el yo verdadero porque deja de existir el alma discriminante que aparece y desaparece según las circunstancias mutables de la vida. El alma que se cambia porque se cambiaron las condiciones, no es el alma verdadera".

Hay que destacar que por "alma", los traductores se refieren al corazón y la mente. Estos extractos, que fuweron sacados del Sutra Surangama, nos muestran el camino a revelar nuestra Verdadera Naturaleza. 

Vivimos tiempos de crisis: los cambios climatológicos, propiciados por el egoísmo humano; la perpetuación del racismo, estimulado por la ignorancia; la pandemia global y sus ramificaciones sociales, políticas y económicas, unidas a nuestros problemas personales, hacen que nuestra Naturaleza Búdica se oscurezca cada día más. Pero los Sutras nos dicen que "Aunque las nubes cubran la luna por un tiempo largo, no la manchan ni la pueden mover. Por ello el ser no debe pensar que el alma voluble y cubierta de polvo es su propia esencia". Esto nos enseña que, aunque los problemas y las crisis nos muevan de nuestro centro, oscureciendo o cubriendo nuestra Verdadera Naturaleza, la misma no se ve afectada, ni disminuye. No podemos confundir nuestro ego, este ser falso, finito e ignorante, con nuestro Verdadero Ser, que es uno y el mismo que el Despertar - el Buda Eterno: la Energía de Luz y de Vida Infinita.

"El ser debe despertar en la naturaleza del alma pura de la Iluminación y volver en sí. Los seres vagan errantes por el mundo de la ilusión porque se dejan arrastrar por el alma manchada y voluble. Las impurezas y  los movimientos del alma humana, tienen su origen en el deseo y en las reacciones a las circunstancias mutables de la vida". El Buda nos dice que debemos volver a nuestra Esencia - despertar nuestra Naturaleza Búdica. En el centro mismo de nuestro ser, debajo de las capas ilusorias del ego, se encuentra un repositorio infinito de paz, calma y armonía, lleno de compasión y sabiduría, y debemos de cerrar los ojos, aquietar la mente, y así como la superficie del lago se calma con la disminución del viento, igualmente, cuando el viento de nuestros pensamientos y emociones se calma, podemos ver el fondo del lago y revelar nuestra Naturaleza Búdica. Nuestra Verdadera Naturaleza es la Iluminación, pero las capas del engaño y el ego nos han hecho olvidarlo. Por ello, cometemos malas acciones en pensamiento, palabra y mente y creamos karma negativo, siendo arrastrados por las consecuencias de nuestras propias acciones. 

Pero el Buda nos dice: "El alma verdadera del ser, el dueño, el anfitrión, es el alma que no tiene nada que ver con los cambios de las circunstancias. Permanece eternamente inmutable e indestructible". Debajo de este mundo de apariencias, todos estamos unidos fundamentalmente los unos con los otros, y somos uno con la Esencia del Universo; debajo de toda la unfinidad, existe una unidad armónica. Aunque los problemas parezcan ser muchos, y afgobien nuestro ser pequeño y finito, si meditamos en la unidad fundamental de la Existencia, podemos revelar nuestra Verdadera Naturaleza, y en ese mismo instante, todas las capas y las limitaciones ilusorias se desvanecen, y accesamos a ese repositorio infinito de paz, calma y armonía, y podemos levantarnos de nuestra práctica con un cuerpo, una mente y un espíritu renovado, listo para hacerle frente a todas las visicitudes de la vida. 

Existen una amplia gama de meditaciones budistas, pero las más importantes son la meditación Shikan y el Nembutsu.

La meditación Shikan es una de las meditaciones tradicionales y ortodoxas budistas, y se compone de dos modalidades de una sola acción. La palabra Shikan está formada por dos palabras: "Shi", que significa "Samatha" o "Calma"; y "Kan", que significa "Vipassana" o "Concentración" e Instrospección". Por ello, cuando nos sentamos a meditar, primero practicamos Samatha por aproximadamente unos 15 minutos, y calmamos la mente, disminuyendo el flujo de los pensamientos en la mente, así como el viento disminuye y deja de mover la superficie del lago. Luego, una vez la mente haya sido calmada, practicamos Vipassana, donde nos concentramos e indagamos mónicamente en la Verdadera Naturaleza de la Realidad y de nosotros mismos. Esto nos permite trascender todas las capas ilusorias del ego y difuminar nuestras barreras físicas, mentales y espirituales, permitiéndonos abrirnos al Infinito. Al comulgar con la Infinidad - el Buda - regresamos al mundo con los ojos más abiertos, listos para abordar las cosas de una forma más iluminada.

El Nembutsu puede ser una modalidad de Vipassana o una práctica independiente. El mismo tiene diferentes expresiones, pero la misma finalidad. La palabra "Nembutsu" significa "recordar al Buda", y se puede interpretar como "recordad la Unidad de la Existencia" o "recordar nuestra Verdadera Naturaleza". Su expresión más común es la repetición del Nombre del Buda: "Namu Amida Butsu". "Namu" significa "voy a" o "tomo refugio en", y se refiere a que nuestro ser finito va hacia su origen, el Infinito, y se une al mismo así como una gota se funde con el Gran Océano. Ese Gran Océano es "Amida", que el es Buda de la Luz y la Vida Infinita, el Dharmakaya, el Corazón mismo de la Existencia. "Butsu" es el Buda Eterno, la Esencia de la cual todo emana, el Uno, el Infinito. Así, cuando recitamos "Namu Amida Butsu", esto significa "mi ser finito recuerda y va y se funde con el Infinito". Es la vuelta de los muchos al Uno; es el regreso a nuestro origen. Pero en un sentido más profundo, es el llamado del Infinito a los seres finitos; es la actividad dinámica del Universo trabajando por que todos los seres alcancen este Despertar.

Somos uno con el Universo, con el Buda. Tenemos que entender que "El alma que se cambia porque se cambiaron las condiciones, no es el alma verdadera". Por ello, si nos sentimos agobiados, si sufrimos, es porque nuestro espejo nuevamente se ha ensuciado; nuestra Naturaleza Búdica ha sido cubierta nuevamente por nuestras emociones y pensamientos; nos hemos olvidado de nuestra unidad fundamental con la Existencia. En ese mismo momento, debemos de cerrar los ojos e ir al corazón mismo de nuestro ser, que es el corazón mismo de la Existencia, y hacer brillar nuevamente nuestra Verdadera Naturaleza. Esto nos da la confianza, la fe y la energía para poder superar todas las dificultades en la vida.