Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Shingi Hokke Shu - Escuela del Loto Reformada 新義法華宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


domingo, 23 de agosto de 2020

El Comportamiento del Bodhisattva: Ciclo de Lectura sobre los Preceptos Perfectos - III - No Mentir

 Esta semana continuamos con nuestro nuevo ciclo de lectura basado en los Preceptos Perfectos del Bodhisattva. Estas son las reglas éticas utilizadas en Japón, diferentes al Vinaya antiguo utilizado en el resto del Budismo en Asia. 

A diferencia del Vinaya Hinayana, las escuelas budistas en Japón utilizan un conjunto de Preceptos o reglas éticas budistas que fueron predicadas por el Buda exclusivamente para Bodhisattvas, y las mismas se ajustan mejor a nuestra práctica budista contemporánea. Si bien se componen de 52 Preceptos, la mayoría de las escuelas solo siguen los primeros 10 Preceptos Mayores. 

En este nuevo ciclo de lectura y estudio veremos cada uno de estos Preceptos, desde la óptica de las Enseñanzas Perfectas y Completas, y su aplicación moderna en nuestra vida diaria. En esta cuarta entrada, tocaremos el Tercer Precepto Mayor: No Mentir.

Como recordaremos, los Preceptos son las Reglas Eticas Budistas, y si bien nos proveen un conjunto de normas a seguir, son a su vez un reflejo del comportamiento de un ser iluminado. Por ello, cuando practicamos los Preceptos, hacemos brillar nuestra Naturaleza Búdica.

El Cuarto Precepto también puede traducido como "abstenerse de la falsedad" o "practicar la veracidad". Debemos de recordar que el Budismo es una religión basada en la Verdad. En el Budismo, ser veraz va más allá de simplemente no decir mentiras, sino que significa hablar con sinceridad y honestidad. Pero también significa usar el habla para beneficiar a otros, y no para beneficiarnos solo a nosotros mismos. Por ello, vemos cómo el Precepto, al igual que todos los otros Preceptos, tiene diferentes niveles de interpretación con implicaciones importantes en nuestra práctica. 

El Sutra de la Red de Brahma, el cual estipula los Preceptos del Bodhisattva, dice:

"Un discípulo del Buda no debe usar palabras y discursos falsos, ni alentar a otros a mentir o mentir por medios convenientes. No debe involucrarse en las causas, condiciones, métodos o karma de mentir, diciendo que ha visto lo que no ha visto o viceversa, o mentir implícitamente por medios físicos o mentales. 

"Como discípulo del Buda, debe mantener siempre el discurso correcto y la visión correcta, y guiar a todos los demás a mantenerlos también. Si, en cambio, causa un discurso incorrecto, puntos de vista incorrectos o karma maligno en otros, comete una ofensa mayor".

El Budismo fue una religión creada - o mejor dicho, revelada - por el Buda para ayudarles a los seres sintientes a aliviar el sufrimiento, despertar a la Unidad Fundamental y eliminar los Tres Venenos: el odio, la codicia y la ignorancia - y los tres están relacionados con el habla falsa. Si su discurso está diseñado para obtener algo que desea, o para herir a alguien que no le agrada, o para hacer que usted parezca más importante para los demás, es un discurso falso, incluso si lo que dice es un hecho. Por ejemplo, repetir chismes desagradables sobre alguien que no te agrada es un discurso falso, incluso si el chisme es cierto. Esto es cubierto por otro Precepto que tocaremos más adelante. Esto es porque todo discurso basado en la preocupación por uno mismo es un discurso diseñado para promovernos o protegernos o para obtener lo que queremos. El habla veraz, por otro lado, surge naturalmente cuando hablamos desde el altruismo y la preocupación por los demás, el cual es nuestro rol en este mundo como Bodhisattvas.

Ahora, el discurso falso o la mentira se puede manifestar de muchas formas, incluyendo las "verdades a medias" o "verdades parciales". Una verdad a medias o parcial es una afirmación que es verdadera de hecho pero que omite información de una manera que transmite una mentira. 

Decir la verdad requiere estar atento a lo que es verdad. También requiere que examinemos nuestras motivaciones cuando hablamos, para asegurarnos de que no haya ningún rastro de apego a nosotros mismos detrás de nuestras palabras. Por ejemplo, las personas activas en causas sociales o políticas a veces se vuelven adictas a la justicia propia. Su discurso a favor de su causa se ve manchado por su necesidad de sentirse moralmente superiores a los demás. Lamentablemente, muchas veces esto corrompe la idea o el ideal original detrás del movimiento, lo que pervierte completamente sus motivaciones y su forma de hacer esos ideales una realidad en el mundo. Es triste que esto suceda con movimientos importantes como el "Black Lives Matter" y "Antifa" en los Estados Unidos, los cuales prometían muchos cambios importantes y necesarios en estos tiempos. 

El Sutra de las Diez Acciones Virtuosas Recitado en el Palacio del Rey Dragón del Océano, el cual detalla las diez acciones meritorias y sus beneficios, así como el mal karma que genera el no practicarlas o el hacer lo contrario a lo estipulado, explica las acciones positivas que definen el comportamiento de un Bodhisattva en todo momento. En su sección de No Mentir dice:

"También, ¡Oh Rey Dragón! Si uno abandona el mentir, entonces obtendrá los ocho elementos que son alabados por los dioses. ¿Cuáles son los ocho?

1) La boca de uno siempre es pura, y tiene la fragancia de una flor de loto azul.
2) Uno es creído y obedecido por todo el mundo.
3) Que lo que uno dice es verdad, y es amado por hombres y dioses.
4) Uno siempre conforta a los seres con palabras de afecto.
5) Uno obtiene gozo en su mente, y sus acciones, habla, y pensamientos son puros.
6) El habla de uno no tiene faltas, y su mente siempre está jubilosa.
7) Las palabras de uno son respetadas, y son seguidas por hombres y dioses.
8) La sabiduría de uno es extraordinaria, y no puede ser vencida.

“Estos son los ocho. Si uno es alguien capaz de volverse hacia la Insuperable, Completa, y Perfecta Iluminación, finalmente llegará a ser un Buda, y obtendrá la verdadera habla de un Tathagata”.

En el Budismo Theravada, que presenta las enseñanzas del Budismo Primitivo, hay cuatro elementos para una violación del Cuarto Precepto: (1) Una situación o estado de cosas que no es cierto; algo sobre lo que mentir; (2) Una intención de engañar; (3) La expresión de la falsedad, ya sea con palabras, gestos o "lenguaje corporal"; y (4) Transmitir una falsa impresión.

Veamos ahora algunas implicaciones en nuestra vida diaria. Si uno dice algo falso mientras cree sinceramente que es cierto, eso no necesariamente sería una violación del Precepto. Sin embargo, es importante siempre corroborar todo lo que consideramos cierto. Difundir imprudentemente información falsa sin hacer al menos un esfuerzo para "verificarla" primero no es practicar el Cuarto Precepto, incluso si usted cree que la información es verdadera. Esto es algo que debemos tener muy encuenta y estar siempre vigilantes en la era post-verdad con las noticias falsas. Es bueno desarrollar el hábito mental de ser escéptico de la información que quiere creer. Cuando escuchamos algo que confirma nuestros prejuicios, hay una tendencia humana a aceptarlo ciegamente, incluso con entusiasmo, sin verificar que sea cierto. Debemos tener siempre mucho cuidado.

Ahora, la práctica del Cuarto Precepto no significa que uno nunca deba estar en desacuerdo o criticar, o incluso luchar por algo que uno cree necesario. Una de las enseñanzas de mi maestro es que "un Bodhisattva no siempre es una persona chévere". En el Budismo hay muchos ejemplos de Bodhisattvas o Reyes de la Sabiduría, como Fudo Myo, que se muestran iracundos. Esto es porque no siempre uno es efectivo transmitiendo un mensaje siendo bueno y chévere; a veces hay que luchar y transmitir un punto con fuerza, firmeza y contundencia. Es por eso que, contrario a la creencia popular caricaturezca, el Budismo no está en contra de la lucha, incluso si a veces se tiene que recurrir a la violencia (en modo de defenza).

A veces necesitamos hablar y hacernos sentir para detener el daño o el sufrimiento, y no siempre lo hacemos. Recientemente, han salido a la luz casos de muchos monjes budistas que han abusado de su poder y han cohartado a sus estudiantes a tener sexo y hacer cosas a las que no consentían, y algunos de sus asociados lo habían sabido. Durante años nadie habló, o al menos, no habló lo suficientemente alto como para detener los asaltos. Los asociados posiblemente guardaron silencio para proteger la institución para la que trabajaban o sus carreras, o tal vez no podían enfrentar la verdad de lo que estaba pasando ellos mismos. "Un Bodhisattva no siempre es una persona chévere".

Como sabemos, una de las primeras enseñanzas del Buda fue las Cuatro Nobles Verdades. Muy simplemente, el Buda nos enseñó que la vida es frustrante e insatisfactoria (dukkha) debido a nuestra ira, codicia e ignorancia - nuestra visión incorrecta del mundo y de nosotros mismos. El medio que el Buda originalmente prescribió para liberarse de este sufrimiento o insatisfacción fue el Noble Óctuple Sendero. Los Preceptos se relacionan directamente con la parte de la Acción Correcta del Noble Óctuple Sendero, y sobre todo, el Cuarto Precepto está conectado directamente con la parte del Habla Correcta del Óctuple Sendero.

El Buda dijo: "¿Y qué es el Habla Correcta? Es abstenerse de mentir, de hablar de forma que cause divisiones, de hablar injuriosamente y de hablar inútilmente: esto se llama el Habla Correcta". (Samyutta Nikaya)

Este es un precepto bastante directo. Trabajar con el Cuarto Precepto es una práctica profunda que llega a todo tu cuerpo y mente y a todos los aspectos de tu vida. Descubrirá que no puede ser honesto con los demás hasta que una sea honesto consigo mismo, y ese puede ser el mayor desafío de todos, pero es un paso necesario hacia la Iluminación. En última instancia, además de regular nuestra conducta, los Preceptos tratan de infundirnos con la conducta correcta de un ser Iluminado y de hacer brillar la Budeidad Innata en nosotros. Si nuestros pensamientos, palabras y acciones están en sintonía con la Compasión y la Sabiduría del Buda, la cual impregna todo el Universo, somos merecedores del título "Hijos del Buda" y realizamos el trabajo del Buda en el mundo. 

La próxima semana estudiaremos el Cuarto Precepto de No Abusar de los Intoxicantes.