Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


viernes, 24 de mayo de 2019

El Dharma del Buda: La Naturaleza Búdica III La No Existencia del Ser

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La Naturaleza Búdica
La No Existencia del Ser

1. Hemos hablado de la Naturaleza Búdica, pero si pensáis que es como el “yo” o el alma de que hablan doctrinas diferentes, estáis equivocados. 

El concepto del “yo” se produce en las almas que sienten apego a las cosas mundanas. Esta adhesión al “yo” es algo que tiene que ser negado por los que buscan el sendero de la Iluminación. La Naturaleza Búdica es una joya indescriptible que debe ser descubierta. La Naturaleza del Buda es pensar que no existe algo que en realidad existe. 

Pensar que existe el “yo” es pensar que existe algo que en realidad no existe. Pensar que no existe la Naturaleza del Buda es pensar que no existe algo que en realidad existe. 

Un niño pequeño se enfermó y fue auscultado por un médico. Este le dio una medicina y le dijo a la madre que después de darle no le hiciese mamar hasta que hubiera digerido del todo.  La madre untó un líquido agrio en su pecho para que el niño mismo desistiera de mamar. Cuando supuso que había digerido la medicina, se lavó el pecho y le hizo comprender al niño que la razón por la que antes había tenido que negarle había desaparecido, y que ya podía mamar tranquilo puesto que el pecho ya no estaba agrio. El niño comprendiendo la verdad, mamó sin temor. Esta conducta de la madre se debe a su gran amor por el hijo.

De la misma forma que la madre de la parábola, el Buda predicó la no-existencia del “yo”, para alejar de los seres el apego al “yo” y la errónea idea del mundo. Después de haber alejado esta idea equivocada, enseñó la existencia de la Naturaleza del Buda.

El “yo” conduce a los seres  a la decepción, la Naturaleza del Buda a la Iluminación.

El Buda abre los ojos de los seres a la Naturaleza del Buda que lleva cada uno dentro de sí, como aquel que viendo a una mujer sufrir de pobreza porque no sabe que tiene muchas riquezas escondidas dentro de la casa, le enseña el lugar en donde se hallan.

2. Si todos los hombres llevan como algo innato la Naturaleza del Buda, por qué existe la diferencia de nobles y plebeyos, ricos y pobres, y ocurren cosas tan desgraciadas como la de matar o ser muerto, engañar o ser engañado?

Un luchador de la corte acostumbraba llevar una piedra preciosa de adorno sobre su frente entre las cejas. Un día cuando luchaba, se le incrustó la piedra dentro de la piel. El luchador pensó que había perdido la joya y tan sólo fue al médico para que le curara la herida. El médico, al verlo, enseguida se percató de que la piedra había producido la herida. Cogió un espejo y le mostró la joya incrustada debajo de la costra.

También la Naturaleza del Buda está escondida entre el polvo y la suciedad de los deseos de los seres, pero con la Sabiduría se llega a descubrirla de nuevo.

De esta forma la Naturaleza del Buda, aunque existente en los seres, se encuentra cubierta de codicia, ira y necedad, sujeta a los actos y a su retribución. Sin embargo, no es que esté destrozada; al eliminarse las necedades y la duda, aparecerá de nuevo.

Como el luchador de la parábola que vio la joya en el claro espejo del médico, los seres verán la Naturaleza del Buda escondida en la piel de la pasión y de los deseos mundanos, con la Luz del Buda.

3. Todos los seres poseen dentro de sí la Naturaleza del Buda aunque existan diferencias en el ambiente, el modo de vida, los actos y la retribución a su conducta, así como vacas de diferentes colores dan por igual una leche blanca.

En el Himalaya existía una hierba medicinal maravillosa. Su sabor era de suave dulzura pero por crecer en grandes espesuras era imposible encontrarla. Un día un sabio pudo descubrirla guiado por su perfume. Reunió las hierbas en un recipiente con agua para poderlas conservar, pero después de su muerte, la hierba medicinal permaneció oculta en la montaña. El agua del recipiente se descompuso y empezó a hacerse agria, peligrosa y de sabor diferente.

La Naturaleza del Buda está oculta como la hierba de la parábola en la profunda maleza de los deseos. Es muy difícil encontrarla. Ahora el Buda abre la maleza para mostrar su interior a los seres. La Naturaleza del Buda es de un único sabor dulce, pero debido a los deseos mundanos de los seres sabe de diferentes gustos y por ello los hombres reciben diversas clases de vidas.

4. Esta Naturaleza del Buda es tan dura como el diamante y no hay nada que la pueda destrozar. Se pueden abrir agujeros en la arena y en las piedras, pero es imposible agujerear un diamante.

El alma y el cuerpo del ser pueden ser destruidos, pero nada puede destrozar la Naturaleza del Buda.

Esta Naturaleza es la característica más preciosa del ser. En el mundo existe la idea de la superioridad del hombre sobre la mujer, pero en la Enseñanza del Buda no existe tal diferencia; sólo es superior a todo la Sabiduría que conoce la existencia de la Naturaleza del Buda.

Se funde el oro bruto y, refinándolo, se obtiene el oro fino. Al fundir el oro del alma y al suprimir los desperdicios de los deseos mundanos, todos los hombres pueden descubrir su propia Naturaleza del Buda.

* Este extracto ha sido traducido y editado de "La Enseñanza del Buda", un libro publicado por la Bukkyo Dendo Kyokai, la Sociedad para la Propagación del Dharma del Buda en Japón. El mismo consiste de extractos de los Sutras Mahayana y Hinayana, ordenados por temática, para exponer de manera devocional y reverente la enseñanza del Buda.