Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Escuela del Loto Reformada) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


lunes, 14 de julio de 2025

Astrología Budista: Lo que la Serpiente de Madera ha Revelado y lo que Aún Calla - Predicciones del Dharma para el Resto del 2025

 


Este año 2025 es, en la Astrología Budista, el año de la Serpiente de Madera. Esta conjunción particular —la Serpiente, símbolo de sabiduría oculta, transformación silenciosa; y la Madera, esencia de crecimiento, nacimiento y dirección hacia el Este— nos ha traído hasta ahora grandes lecciones que merecen ser contempladas a la luz del Dharma.

El elemento Madera es el principio del crecimiento, del brote que empuja desde la oscuridad de la tierra hacia la claridad del cielo. Su energía es viva, joven, vibrante, como el Bodhisattva que da el primer paso tras hacer su Gran Voto. En el año de la Serpiente de Madera, esta energía ha impulsado a muchos practicantes (y al mundo) a iniciar procesos de renovación espiritual, a estudiar enseñanzas olvidadas, a volver a comprometerse con la práctica, o incluso a fundar nuevos proyectos de compasión. Pero la Madera joven es también vulnerable al viento y al fuego. Hemos visto en este tiempo cómo muchos han sentido una especie de inestabilidad interna, como si sus estructuras anteriores ya no bastaran para sostener sus ideales, sus disciplinas o su visión del mundo. Esto no debe ser motivo de desaliento: es la naturaleza de la Madera crecer torcidamente antes de enderezarse.

La Serpiente en la Astrología Budista es un símbolo ambivalente. Por un lado, representa el veneno de la ignorancia, el apego, la ilusión; por otro, representa la sabiduría que transmuta ese veneno en medicina. En lo que va de 2025, la Serpiente nos ha instado a mirar hacia lo oculto, a examinar lo que habíamos evitado, a escudriñar con la luz de la contemplación las zonas sombrías de nuestro ser y de nuestras comunidades. Muchos hemos sido confrontados con karmas antiguos que resurgen: relaciones no resueltas, miedos persistentes, ciclos repetidos que parecían dormidos. La Serpiente nos recuerda que el tiempo no borra, sólo oculta. Este año nos ha pedido madurez espiritual: no para huir de nuestros errores, sino para abrazarlos con la compasión sabia de quien sabe que incluso las heridas pueden ser portales.

La combinación de Madera y Serpiente es peculiar: tenemos crecimiento por un lado y transformación secreta por el otro. Según el historial, años anteriores con este signo estuvieron marcados por rupturas políticas, revoluciones y terminaciones de ciclos militares. Igualmente, el año 2025 ofrece oportunidades para descubrir nuevos aspectos de nosotros mismos, enriquecer talentos, desarrollar intuición y aprovechar momentos inesperados en trabajo, estudios y relaciones amorosas. La Serpiente confiere inteligencia fría, constancia, intuición profunda, y para los nacidos bajo este signo, es un período propicio para empezar trabajos nuevos o realizar inversiones con cautela. Sin embargo, existe el riesgo de impaciencia, decisiones precipitadas o manipulación: se aconseja actuar con cautela y no ignorar los detalles .

 Así, el año nos ha enseñado hasta ahora el arte de mudar de piel sin perder la identidad esencial. Muchos han sentido la necesidad de soltar antiguos roles, abandonar viejos hábitos, salir de lugares donde el alma ya no respiraba. Pero este soltar no ha sido, en la mayoría de los casos, impulsivo ni abrupto: ha sido un proceso silencioso, interno, lento, como el de la serpiente que se enrosca y, en la penumbra, comienza a desgarrar su antigua piel. Este año ha favorecido las transformaciones interiores profundas, más que los cambios externos espectaculares. Aquello que se gesta ahora será visible sólo más adelante, como el fruto que madura lentamente bajo la corteza.

El Budismo nos invita, en lo que queda de este ciclo, a profundizar la contemplación antes de actuar. La Serpiente de Madera es como un mantra secreto: su fuerza no está en el estruendo, sino en la vibración sutil. Así, hasta este punto del año 2025, la Serpiente de Madera nos ha susurrado: "Crece, pero en silencio. Transfórmate, pero sin alarde. Examina tu karma, pero sin juicio. Porque en lo oculto germina la semilla del Despertar".

Ahora, durante el corazón del verano, el Fuego del Yang (In) sigue su ascenso. Este será un tiempo de tensiones internas y externas, donde las pasiones se enardecerán en muchos corazones. No sólo veremos conflictos personales intensificarse, sino también agitación social, emocional y ambiental. Sin embargo, esta no es una señal de condena, sino una purificación por combustión. Así como el incienso se consume para elevar su aroma a los Budas, así también nuestras emociones se verán agitadas para ser ofrecidas, depuradas, y transfiguradas en sabiduría. Es recomendable en este trimestre:

  • Asistir a Servicios Budistas para conectar con la Presencia del Buda y las deidades protectoras para que nos asistan en el resto del año.
  • Usar colores fríos y piedras como la amazonita o la jadeíta para enfriar el exceso del elemento fuego.
  • Dedicar tiempo al silencio interior, pues las decisiones impulsivas podrían generar karma innecesario.

Sin embargo, poco a poco, mientras pasan los meses, a medida que el fuego mengua y la Madera comienza a secarse, la Serpiente se repliega hacia su madriguera, y con ella, nuestra energía también tenderá a volverse hacia lo interno. Este será un tiempo de revelaciones, sueños proféticos, cierres de ciclos kármicos y una intensa necesidad de contemplación. Aquellos que no hayan hecho su trabajo interior sentirán la angustia de lo no resuelto; pero quienes hayan sabido escuchar el susurro de la serpiente en los meses previos, hallarán sabiduría recogida, como el néctar del otoño.

Podemos esperar en estos próximos meses:

  • Una sensación colectiva de cansancio profundo o vacío. No es señal de fracaso, sino de la necesaria pausa del alma tras la transformación.
  • Oportunidades para la sanación profunda, especialmente en vínculos familiares, memorias del pasado y heridas espirituales antiguas.
  • Potente fertilidad espiritual para aquellos que se entreguen al estudio y a la práctica contemplativa.

El final del año será ideal para encerrarse simbólicamente en el Mandala: proteger el corazón, cerrar puertas abiertas sin propósito, y consagrar nuevamente la intención de vida a la Vía del Buda.

En su conjunto, el año nos pide que dejemos de buscar fuera lo que sólo puede encontrarse dentro. La Serpiente de Madera no es un símbolo de velocidad ni de gloria externa: es la paciente remodeladora de lo interior, la tejedora de cambios lentos y duraderos. Las sorpresas del resto del 2025 serán menos visibles que tangibles: transformaciones en nuestra percepción, en nuestros patrones de pensamiento, en los paisajes del alma. Muchos no verán nada... pero muchos más sentirán que ya no son los mismos al cerrar el año.

Así pues, queridos lectores, lo que resta del año es un tiempo para consolidar lo que se ha revelado, soltar lo que ya no puede florecer, y prepararse para un nuevo ciclo con humildad y luz interior. No serán meses fáciles, pero sí profundamente significativos. Recuerda: la sabiduría verdadera no grita, ni se impone. Se desliza en silencio, como la serpiente en la hierba del bosque sagrado, y nos invita a renacer desde adentro. Que los Budas y las deidades benevolentes nos guíen en el Camino.