Entre los Sermones del Buda encontrados en el Canon Budista, encontramos una serie de discursos sobre el Espíritu del Buda innato en todos los seres, la Naturaleza Búdica. Al principio de su ministerio público, el Buda negó la existencia de un "Alma" (Atman) que fuera eterno, inmutable e independiente, para que sus discípulos pudieran desapegarse de sus conceptos erróneos de sí mismos y del mundo que imperaban en su época y puedieran abrir sus mentes y corazones para la Verdad. Sin embargo, durante el transcurso de su ministerio iluminado, y especialmente, en la década final de su vida en la Tierra, el Buda reveló que sí existe un Espíritu dentro de todos los seres, el cual es eterno, pero no separado del Todo, pues es uno con el Buda y con todos los seres sintientes. Este es su Espíritu, el Espíritu del Buda Eterno, que mora en el corazón de todos nosotros, y es gracias a ese Espíritu que los seres pueden alcanzar el Despertar y la Budeidad. Estos sermones dentro del Canon Budista se conocen como los Sutras Tathagatagarbha, que culminan con el último sermón dado por el Buda en este mundo, el Sutra del Nirvana.
El Sutra del Rugido de León de la reina Srimala, en muchas formas, es una guía para el Camino Budista, pues le muestra a los devotos cuáles son los Fundamentos de la Fe Budista, como la Toma de Refugio en los Tres Tesoros (el Buda Eterno, el Dharma o Enseñanza, y la Sangha), la aceptación de los Mandamientos Budistas o Preceptos, el Voto del Bodhisattva, cuál es el Verdadero Refugio u Objeto de Adoración en el Budismo (el Dharmakaya, el Cuerpo del Dharma del Buda Eterno, no sus manifestaciones), y cómo debemos de aceptar, estudiar y poner en práctica el Verdadero Dharma - el Verdadero Budismo. Una vez comenzamos en el Camino Budista, el siguiente paso es desarrollar nuestra conexión con el Buda, por medio de la Meditación. Durante la Meditación, comulgamos con el Buda Eterno y descubrimos su Espíritu en nosotros, nuestra Naturaleza Búdica (Tathagatagarbha), y lo reconocemos como el Corazón mismo de la Existencia, habitando en el corazón de la Vida y de todos los seres. Este es el Verdadero Ser (Satya Atman), el Alma Budista, el cual no es individual y separado del todo (como el Atman en el Hinduismo y el Alma en la mayoría de las religiones, sino que es uno con el Buda Eterno y todos los seres sintientes, siendo la Consciencia Universal (Amala Vijanana), la Talidad, la Esencia de la Unidad Fundamental (Nirvana).
Inicialmente, como mencionamos en los Sutras Tathagatagarbha anteriores, el Buda predicó la doctrina del No-Ser (Anatman) para permitir que sus discípulos pudieran deshacerse de sus ideas e ilusiones erróneas del alma, de sí mismos y del mundo, y pudieran acercarse gradualmente a la Verdad. Fue décadas luego de estos primeros sermones iniciales, hoy contenidos en los Sutras Agama (Canon Pali), que el Buda reveló poco a poco la existencia del Verdadero Ser o Alma Budista. Estos son los Sutras o sermones que hemos estado estudiando. En este capítulo, la reina Srimala expande nuestro entendimiento del Alma Budista, la Naturaleza Búdica.
Capítulo 6 – El Espíritu del Buda
La reina Srimala continúa predicando el Verdadero Dharma gracias al Poder del Buda, y nos lleva al corazón del Sutra, la enseñanza sobre la existencia del Verdadero Ser (Satya Atman), el Espíritu del Buda en todos los seres (Tathagatagarbha), diciendo:
"La Santa Verdad revela el profundo significado de los dharmas, que es sutil, difícil de conocer y está más allá de la mente pensante. Sólo un Buda lo sabe, y el mundo entero no puede creerlo. ¿Por qué? Porque revela la existencia del Espíritu del Tathagata [Tathagatagarbha]. La existencia del Espíritu del Tathagata es un estado de Tathagata, desconocido para cualquier Shravaka o Pratyekabuddha. La existencia del Espíritu del Tathagata revela el significado de la Santa Verdad. Debido a que la verdad de la existencia del Espíritu del Tathagata es profunda, la Santa Verdad revelada también es profunda, sutil, difícil de conocer y está más allá de la mente pensante. Aunque el Buda lo sabe, el mundo entero no puede creerlo."
En estas líneas, la reina Srimala - la Gran Bodhisattva - nos revela que uno de los secretos del Buda es la existencia de su Espíritu dentro de todos los seres, nuestra Naturaleza Búdica, el cual es nuestro Verdadero Ser (Satya Atman). Esta enseñanza fue guardada en secreto hasta ahora porque los seres no estaban listos para ella. Incluso hoy día hay devotos budistas que siguen el Hinayana (hoy día Theravada) que no conocen o niegan la existencia del Espíritu del Buda, nuestro Verdadero Ser o Alma Budista. Lamentablemente, dado a la mala transmisión del Budismo a Occidente, esta sigue siendo la creencia prevalente - el Anatman o la inexistencia del Alma Budista - entre la mayoría de los budistas. Es por eso que la reina Srimala llama a la existencia del Alma Budista la "Santa Verdad", pues nos dignifica, todos siendo entonces copartícipes en el Espíritu del Buda Eterno. Ahora, dado a siglos de malentendidos, esta enseñanza sigue siendo un secreto para muchos budistas, por lo que la reina la describe como "profunda, sutil, difícil de conocer y está más allá de la mente pensante. Aunque el Buda lo sabe, el mundo entero no puede creerlo." Por ello, aunque muchos de nosotros podemos aceptar fácilmente esta enseñanza porque nuestro corazón la confirma (porque sentimos que es la Verdad), muchos no pueden comprenderla ni aceptarla, por lo que la reina dice que solo puede ser aceptada con fe; con el tiempo, será confirmada por medio de la práctica budista.
"Si uno no tiene dudas de que el Espíritu del Tathagata está envuelto en su propio depósito de aflicciones inconmensurables, no tendrá dudas de que el Cuerpo del Dharma de un Tathagata dejará atrás su depósito de aflicciones inconmensurables [cuando uno se dé cuenta de que están vacíos]. Si uno no tiene dudas sobre su Naturaleza del Tathagata, su Cuerpo del Dharma, su estado inconcebible y sus enseñanzas provisionales por medios hábiles, creerá y comprenderá la Santa Verdad, que es difícil de conocer y comprender."
Muchos budistas tienen dudas cuando leen Sutras como este, y lo descartan como fabricación histórica; otros, simplemente no lo comprenden o se rehusan a creerlo porque contradice lo que habían aprendido (erróneamente) anteriormente, pero este es el Verdadero Dharma contenido en el Canon Budista. Este Sutra es parte del canon individual de la mayoría de las escuelas budistas, pero parece que nadie lo lee, pues si lo leyeran, tendrían una visión muy diferente (mejor) de lo que es verdaderamente el Budismo - el Verdadero Budismo.
Los seres np pueden ver el Espíritu del Buda dentro de ellos, su Naturaleza Búdica, ya que está cubiera por las impurezas de los deseos, pasiones y el mal Karma; en otras palabras, no la podemos ver porque no poseemos el mérito para percibirla. Pero si aceptamos esta Enseñanza - esta Santa Verdad - con fe, y nos encomendamos completamente a la Gracia del Buda, el Buda nos abrirá nuestros ojos espirituales y podemos percibirla. Este es un momento que cambia completamente nuestras vidas.
Ahora, la reina Srimala nos dice que cuando continuamos nuestro Camino Budista y alcanzamos el Despertar, lejos de entrar en la extinción (como había predicado originalmente el Buda durante sus enseñanzas preparatorias en los Sutras Agama), revelamos nuestra Naturaleza Búdica, el Espíritu del Buda dentro de nosotros, y tranformamos el Sufrimiento, la Impermanencia, la Impureza y el No-Ser por la Felicidad, la Eternidad, la Pureza y nuestro Verdadero Ser.
"Honrado por el Mundo, la cesación del sufrimiento al alcanzar el Nirvanano destruye nada, sino que revela la naturaleza pura inherente y siempre permanente, la Naturaleza Búdica, que no tiene principio, ni acción, ni surgimiento, ni fin, ni expiración, y está aparte de todas las aflicciones. Honrado por el Mundo, lo que no está separado, desapegado o diferente del inconcebible Dharma del Buda con enseñanzas más numerosos que las arenas del Ganges se llama el Cuerpo del Dharma del Tathagata. Honrado por el Mundo, cuando el Cuerpo del Dharma de un Tathagata no está libre de su reserva de aflicciones, se le llama Reserva del Tathagata (Tathagatagarbha)."
Así, como vemos, alcanzar el Despertar es reconocer nuestra Unidad Fundamental con el Buda Eterno, el Cosmos y todos los seres; es descubrir el Espíritu del Buda dentro de nosotros, y vivir el estado de la Budeidad, del Nirvana, en nuestra vida, en medio del Samsara. Cuando uno alcanza la final Budeidad (Annutara Samyak-Sambodhi) y se vuelve uno con la Unidad, uno entra en el Nirvana Final (Parinirvana) y su Tathagatagarbha se vuelve uno con el Cuerpo del Dharma, el Dharmakaya.
Ahora, la reina Srimala distingue entre el Nirvana como Vacuidad (Sunyata) y el Nirvana como Talidad (Tathata).
"Honrado por el Mundo, hay dos clases de sabiduría y conocimiento de la Vacuidad del propio Tathagata. El primer tipo es la sabiduría y conocimiento del Espíritu vacío del Tathagata, que está separado, desapegado o diferente del almacén de todas las aflicciones de uno. El segundo tipo es la sabiduría y conocimiento del Espíritu no vacío del Tathagata, que no está separado, desapegado o diferente del inconcebible Dharma del Buda con enseñanzas más numerosas que las arenas del Ganges."
La Vacuidad es la Verdadera Naturaleza de la Realidad en su término negativo (vacío de existencia inherente y de impurezas), mientras que la Talidad es la Verdadera Naturaleza de la Realidad en su término positivo (la Potencialidad, o la total interconexión entre el Samsara y el Nirvana). Muchas personas - como los discípulos en el tiempo del Buda - necesitan deconstruir todas sus nociones de la Realidad antes de poder percibirla claramente - para ellos es necesaria la doctrina de la Vacuidad (Sunyata). Otros pueden percibir la Realidad tal como es, su Verdadera Naturaleza como la Talidad, con lo bueno (Nirvana) así como lo "malo" (Samsara) y pueden ver ambos como dos manifestaciones de la misma Esencia (Tathata) - para ellos se puede entrar en la Santa Verdad del Tathagatagarbha - la Naturaleza Búdica Inherente a toda la Existencia. Pero ambos son parte de un mismo Dharma (Enseñanza). Es precisamente esta visión negativa de la Verdadera Naturaleza de la Realidad - la Vacuidad - lo que impide que muchos budistas perciban su Verdadera Naturaleza, su Naturaleza Búdica.
"Honrado por el Mundo, de las Cuatro Nobles Verdades, tres son impermanentes y una es permanente. ¿Por qué? Porque tres nobles verdades tienen la apariencia de un saṁskṛta dharma, y cualquier cosa con la apariencia de un saṁskṛta dharma es impermanente. Los dharmas impermanentes son destructibles, no un lugar de refugio. Por lo tanto, las tres nobles verdades (el sufrimiento, la acumulación de aflicciones y el camino) no son la verdad más elevada, porque son impermanentes y no son un lugar de refugio."
Aquí la reina Srimala señala otro error común para muchso budistas, y es ver las Cuatro Nobles Verdades como permanentes; es decir, como inherentes a la Existencia; ven la Primera Noble Verdad del Sufrimiento (Insatisfacción), la Segunda Noble Verdad de la Causa (Deseo), y la Cuarta Noble Verdad del Sufrimiento (Noble Sendero Octuple) como permanentes, cuando el Buda mismo dijo que la verdad más importante entre las Cuatro Nobles Verdades es la Tercera Noble Verdad de la Verdad de la Cesación del Sufrimiento, pues es la que nos dice que podemos transformar las Cuatro Marcas de la Existencia Samsárica (como la perciben los seres ignorantes) del Sufrimiento, la Impermanencia, la Impureza y el No-Ser, en las Cuatro Virtudes Nirvánicas de Felicidad, Eternidad, Pureza y Verdadero Ser. Esto es experimentar el Nirvana en esta Tierra; manifestar nuestra Budeidad Innata. Solo la Tercera Noble Verdad permite esto, no las otras tres. Tristemente, estas son las tres en las que la mayoría de los budistas conocen y siguen. El Sutra nos dice:
"La Noble Verdad de la Cesación del Sufrimiento al alcanzar el Nirvana está libre de las apariencias de un saṁskṛta dharma, y cualquier cosa que esté libre de las apariencias de un saṁskṛta dharma es permanente. Un dharma permanente es indestructible. Esta noble verdad es permanente y un lugar de refugio. Por lo tanto, es la verdad más elevada en la que confiar.
"La Noble Verdad de la Cesación del Sufrimiento al alcanzar el Nirvana es inconcebible, más allá de la capacidad de las mentes de todos los seres sintientes y más allá de la sabiduría de todos los Arhats y Pratyekabuddhas. Como analogía, los ciegos de nacimiento no pueden ver nada y un bebé de siete días no puede ver el Sol. De la misma manera, la Noble Verdad de la Cesación del Sufrimiento al alcanzar el Nirvana no es un objeto en la mente de un ser ordinario, ni un elemento de la sabiduría y conocimiento de los seguidores de los Dos Vehículos."
Ahora, la reina Srimala nos pasa a explicar por qué las nociones del Ser de los seres ordinarios y de la mayoría de las religiones y filosofías religiosas del mundo son erróneas.
"Un ser ordinario sostiene la visión equivocada de que hay un ser [Atman] en los Cinco Agregados que constituyen un ser sintiente y, de esa visión, deriva dos visiones opuestas, la perpetuidad (eternalismo) y la cesación (nihilismo). Cuando ve que todos los procesos son impermanentes, adopta la visión de la cesación, que no es la visión correcta. Cuando busca el Nirvana, mantiene la visión de la perpetuidad, que no es la visión correcta. Estos dos puntos de vista opuestos surgen de un pensamiento ilusorio. Cuando ve que las facultades del cuerpo expiran, no sabe que será sucedido por un nuevo cuerpo al renacer. Su visión de la cesación se basa en una percepción engañosa. Cuando ve que su pensamiento continúa, no sabe que cada pensamiento expira instantáneamente. Su visión de la perpetuidad se basa en una percepción engañosa. Siguiendo una percepción engañosa, no puede ver la verdad porque oscila entre esta visión de la perpetuidad y aquella visión de la cesación, según su diferenciación. Así, un ser sensible engañado alberga cuatro percepciones invertidas de los cinco agregados, tomando la impermanencia como permanencia, el sufrimiento como alegría, un yo inexistente como un yo y la impureza como pureza. La sabiduría-conocimiento puro de todos los Arhats y Pratyekabuddhas nunca ha conocido el estado de sabiduría o el Cuerpo del Dharma de un Tathagata."
En estas líneas la reina Srimala nos dice que los seres confunden sus cuerpos, sus emociones, sus pensamientos, sus voliciones y su consciencia finita y falsa por su "Ser" o "yo", pero estos Cinco Skandhas o Agregados son, como vimos anteriormente, impermanentes y no constituyen nuestro Verdadero Ser; solo nuestro ser finito y falso, nuestro ego (primeras seis y la séptima consciencia). Cuando los seres creen que solo la materia existe, piensa que cuando muere pasa a la "cesación"; este es un punto de vista nihilista. Otro error es pensar que existe algo independiente, separado y único dentro de nosotros que sobrevive la muerte del cuerpo y asume nueva forma, como un Alma individual; esto es el eternalismo y era la visión prevalente en el tiempo del Buda.
Aquí, al igual que el Buda con su doctrina del Camino Medio, la reina Srimala nos muestra que son dos extremos, y el Budismo está fuera de los extremos, que representan solo dos polos opuestos de la Verdadera Naturaleza de la Realidad, la cual es tripartita. Los Nihilistas siguen solo la Verdad Convencional (dual del Samsara), mientras que los Eternalistas siguen solo la Verdad Absoluta (unidad y Nirvana), pero la Verdadera Naturaleza de la Realidad es el Camino Medio, pues reconoce que ambos (Verdad Convencional o dualidad, y Verdad Absoluta o Unidad) son dos manifestaciones reales de la Talidad (Tathata). Si no comprendemos esto, no podremos ver el Verdadero Cuerpo del Dharma del Buda Eterno, ni su Espíritu en nosotros, nuestra Naturaleza Búdica.
Nosotros podemos ser seres sufrientes, víctimas de nuestras propias acciones negativas y mal Karma, impermanentes, que mueren vida tras vida sin encontrar consuelo, ahogándonos en nuestras impurezas, creyendo que solo somos nuestro ser finito y falso, pues esta es la naturaleza del Samsara que hemos creado. Pero dentro de nosotros, se encuentra una Luz. Dentro de cada ser sintiente y de cada átomo en el universo, se encuentra el Espíritu del Buda, lo que nos permite compartir en su Gracia; ser uno con su Naturaleza, y así, poder peribir esta dimensión espiritual que llamamos el Nirvana. Solo así podemos ver al Verdadero Buda.
"Si un ser sintiente, debido a su creencia en las palabras de un Buda, percibe a un Tathagata como Eternidad, Bienaventuranza, Verdadero Ser y Pureza, esta no es una visión invertida, sino la visión correcta. ¿Por qué? Porque el Cuerpo del Dharma de un Tathagata es el Paramita de la Eternidad, el Paramita de la Bienaventuranza, el Paramita del Verdadero Ser, y el Paramita de la Pureza. Esta visión del Cuerpo del Dharma de un Buda es la visión correcta. Quien sostiene la visión correcta es el verdadero Hijo de un Buda, nacido de Su boca [es decir, de escuchar el Dharma], de reflexionar sobre el Dharma y de ser transformado por el Dharma, quien adquirirá la riqueza restante del Dharma."
Si bien nuestro cuerpo en este mundo del Samsara es Sufrimiento, Impermanencia, Impureza y No-Ser, nuestro Espíritu, el cual es uno con el Buda Eterno, es Felicidad, Eternidad, Pureza y Verdadero Ser. Descubrir y manifestar nuestra Naturaleza Búdica es el Atma Paramita, la Perfección del Ser; es descubrir y revelar nuestra Alma Budista. Esta Alma Budista no es algo individual, sino uno con el Buda Eterno; no está separada de la Existencia ni de los seres, sino que es una con la Existencia y todos los seres y fenómenos en el Cosmos. Esta es la diferencia entre el Alma Budista y el Alma de los Externalistas. La reina Srimala nos dice que el Tathagatagarbha es el Fundamento de la Existencia, del Samsara; esta es la base sobre la cual se manifiesta todos los fenómenos en el Cosmos. Si bien originalmente es un "embrión" dentro de todos los seres, cuando es descubierto y manifestado, emerge de sí (Espíritu del Buda dentro de los seres o Tathagatagarbha) dentro de sí mismo (el Cuerpo del Dharma o Dharmakaya), pasando de la potencialidad a la Budeidad. Este es el reconocimiento del ser sintiente (el objeto, los Muchos) al Buda Eterno (el sujeto, el Uno); la Perfección de la Persona; el Despertar del Auto-Descubrimiento; el desarrollo del Samadhi Cósmico del Buda Eterno - Mahavairocana.
"Honrado por el Mundo, el nacimiento y la muerte dependen de la Naturaleza del Tathagata de cada uno, pero el comienzo de la Naturaleza del Tathagata de cada uno es incognoscible. Honrado por el Mundo, decir que uno tiene nacimiento y muerte debido al Tathagatagarbha es una buena explicación. Honrado por el Mundo, el nacimiento y la muerte significan que las facultades de uno expiran y las nuevas facultades no han surgido. Honrado por el Mundo, el nacimiento y la muerte dependen del Tathagatagarbha de cada uno. Según las descripciones mundanas de la muerte y el renacimiento, la muerte significa la expiración de las antiguas facultades; renacer significa el surgimiento de nuevas facultades. Sin embargo, la Naturaleza del Tathagata de uno no tiene nacimiento ni muerte. No tiene la apariencia de un saṁskṛta dharma y es siempre permanente e inmutable. Por lo tanto, los dharmas dependen de la Naturaleza del Tathagata para establecerse y son sostenidos por él. No sólo el inconcebible Dharma del Buda, que no está separado, desapegado, dividido o diferente de la sabiduría-conocimiento de la liberación, depende de la Naturaleza del Tathagata para establecerse, sino todos los saṁskṛta dharmas, que están separados, desapegados, divididos y diferentes. de la sabiduría-conocimiento de la liberación depende de la Naturaleza del Tathagata para establecerse."
Cuando uno muere, como recordaremos, mueren los primeros cuatro de los Cinco Skandhas o Agregados (cuerpo, sentimientos, pensamientos, y voliciones), y las primeras seis consciencias cesan con el cese del cerebro y los órganos sensoriales, solo sobreviviendo la octava consciencia, la Consciencia Alaya, el cual es el Repositorio del Karma. Este es el Tathagatagarbha (Embrión del Buda), que se encuentra dentro de la novena consciencia, la Consciencia Pura Universal o Amala, que es ela Budeidad y el Cuerpo del Dharma (Dharmakaya). Los priemros elementos mueren, pero otros elementos (Karma) pasan de una vida a otra. Cuando elementos de la octava consciencia (Tathagatagarbha) alcanzan el Despertar y la Budeidad, reconocen su total unidad y dependencia del Cuerpo del Dharma (Dharmakaya). Es gracias al Espíritu del Buda, nuestra Naturaleza Búdica - el Alma Budista que es inherente en todos los seres - que podemos alcanzar la Budeidad y ser uno (Nirvana) con el Buda Eterno.
"Honrado por el Mundo, sin la Naturaleza del Tathagata, uno no puede cansarse del sufrimiento y deleitarse en la búsqueda del Nirvana. ¿Por qué no? Porque, Honrado por el Mundo, los siete dharmas de uno (las primeras seis conciencias y sus percepciones) no permanecen ni un solo momento ni retienen la experiencia del sufrimiento. Entonces uno no puede cansarse del sufrimiento ni deleitarse en la búsqueda del Nirvana. Honrado por el Mundo, la Naturaleza del Tathagata de uno no tiene comienzo, ni surge ni expira, pero retiene la experiencia del sufrimiento. Entonces uno puede llegar a cansarse del sufrimiento y deleitarse en buscar el Nirvana."
Nuestra Naturaleza Búdica pasa de vida en vida sin ser manchada ni corrompida por nuestro mal Karma ni las impurezas del Samsara, esperando a ser descubierta y manifestada. Si bien podemos vivir eones en la Oscuridad de la Ignorancia, el Espíritu del Buda en nosotros buscará naturalmente en algún momento la Luz de la Sabiduría, porque es parte de su código genético espiritual. Es en ese momento que comenzamos a buscar la espiritualidad, y vagamos de religión en religión, de filosofía espiritual en filosofía espiritual, hasta llegar al Dharma del Buda. Es gracias al Espíritu del Buda que podemos llegar a ese momento; es gracias a la actividad dinámica salvífica del Buda Eterno que encontramos la paz del Nirvana y la salvación.
"La Naturaleza del Tathagata de uno no es un yo, ni una persona, ni un ser sintiente, ni un alma eterna. Es incomprensible para aquellos que sostienen la visión equivocada de que uno tiene un yo, aquellos que sostienen visiones invertidas y aquellos que malinterpretan la vacuidad de los dharmas."
No podemos olvidar que esta noción del Ser, del Alma Budista, es diferente a la noción del Ser o del Alma en muchas otras religiones y filosofías. Esta fue la razón por la cual el Buda negó su existencia como un medio hábil por la mayoría de su ministerio, hasta que las personas estuvieran listas para recibir la Verdad de la existencia del Verdadero Ser, por medio del Atma Paramita. Esta Alma Budista no puede encontrarse en algún lugar del cuerpo, pues es una con la Existencia; no está separada de la Unidad Fundamental (Talidad). Solo puede ser descubierta y percibida por medio de la fe. Como nos dice el Sutra:
"Honrado por el Mundo, la Naturaleza del Tathagata de uno es el depósito del Reino del Dharma (Dharmadhatu), el depósito del Cuerpo del Dharma, el depósito supremo de los dharmas supramundanos y el depósito de la propia naturaleza pura inherente - la Naturaleza Búdica. Cómo la Naturaleza del Tathagata, el almacén de la naturaleza pura inherente de uno, está contaminada por las aflicciones propias y las aflicciones resultantes sólo se puede conocer a través de la sabiduría inconcebible del Tathagata. ¿Por qué? Porque la mente buena o mala que surge de un momento a otro no está contaminada por las aflicciones de uno. Las aflicciones de uno no tocan la mente de uno, y la mente de uno no toca las aflicciones de uno. Entonces, ¿cómo puede uno contaminarse la mente sin tocar nada? Sin embargo, Honrado por el Mundo, uno tiene aflicciones y su mente está contaminada por las aflicciones. Es difícil saber por qué la mente pura inherente a uno puede estar contaminada. Sólo un Buda, que tiene el verdadero ojo y la verdadera sabiduría y conocimiento, es la raíz y la base del Verdadero Dharma, y tiene una comprensión completa del Dharma, puede conocerlo verdaderamente".
Así, la Naturaleza Búdica deja de ser algo individual o una doctrina entre doctrina y se vuelve una de las doctrinas más importantes en el Verdadero Dharma, pues la Naturaleza Búdica es el Espíritu del Buda (Dharmakaya), es el Dharmadhatu (Esencia del Cosmos), es la Talidad (Tathata), es la Consciencia Pura Universal (novena consciencia o Amala). Cuando se encuentra en movimiento o impura es la Sarmala Tathata (Talidad Samsárica - Verdad Convencional o dualidad), y cuando está en quietud o pureza (unidad) es el Nirmala Tathata (Talidad Nirvánica - la Verdad Abosluta o Unidad Fundamental). Pero ambas son parte de una misma Esencia, la Talidad (Tathata).
Al escuchar la exposición del Dharma de la reina Srimala, el Buda quedó muy complacido, pues la reina tenía una buena comprensión del Verdadero Dharma, por lo que el Buda la elogió, diciendo:
"¡Bien dicho, bien dicho! La razón por la cual la mente pura inherente a uno está contaminada es difícil de saber. Hay dos cosas que son difíciles de saber: (1) la mente pura inherente a uno y (2) el hecho de que esté contaminada por las aflicciones. Sólo tú y los Bodhisattvas-Mahasattvas con grandes logros podéis escuchar y aceptar estas dos cosas difíciles de saber. Los Shravakas sólo pueden creer en las palabras de un Buda."
Aquí el Buda nos dice que, por más que podamos hablar de ello y creer que comprendemos, aún queda mucho que realmente no sabemos. La existencia del Verdadero Ser es el dominio exclusivo de los Budas; para la gente común, es un objeto de fe. Es el equivalente del Dharmakaya, pero mientras que el Tathagatagarbha está encerrado en las impurezas, el Dharmakaya está libre de ellas. El Dharmakaya es originalmente puro (prakṛtipariśuddha), incondicionado (asaṃskṛta), no nacido (ajāta), no surgido (anutpanna), eterno (nitya), inmutable (dhruva) y permanente (śāśvata), y se caracteriza por la Felicidad, la Eternidad, la Pureza y el Verdadero Ser (Nitya, Sukha, Shuddha y Satya Atman). La mente también es intrínsecamente pura, pero oscurecida por impurezas adventicias. Esto sigue siendo un Misterio que solo puede ser percibido realmente por medio de la fe. Esto es lo que distingue a un budista ordinario de un Hijo del Buda.
"Si un discípulo mío sigue su fe creciente, puede confiar en su fe correcta para seguir el conocimiento y sabiduría del Dharma para dominarlo. Seguir el conocimiento-sabiduría del dharma significa que hace cinco observaciones: (1) sus facultades sensoriales, sus conciencias sensoriales y sus objetos sensoriales, (2) sus retribuciones kármicas, (3) las aflicciones que acechan a un Arhat, (4) el gozo de su mente libre y el gozo de su meditación, y (5) los poderes trascendentales de un Arhat, un Pratyekabuddha y un santo Bodhisattva. Debería llegar a ser experto en estas cinco hábiles observaciones para ser llamado mi verdadero hijo."
El Buda nos ha legado su Depósito de la Fe, su Tesorería del Dharma, en el Canon Budista. Este debe ser el Mapa de nuestra vida, y con la ayuda de la Tradición, podemos renacer como Hijos del Buda y perpetuar su Dharma por toda la Tierra. Aquí el Buda nos dice que un Verdadero Hijo del Buda estudia en meditación sus facultades (Skandhas) para ver sus limitaciones y poder trascender todas las barreras ilusorias que ocultan su Espíritu, nuestra Naturaleza Búdica, y dejando a un lado las aflicciones que acechan a un Arhat (la visión de la Vacuidad), puede percibir la Verdadera Naturaleza de la Realidad, el Buda y la Existencia (que son una) y convertirse en un Bodhisattva. Solo aquellos que creen en el Verdadeor Buda Eterno, siguen su Verdadero Dharma y siguen a la Tradición Budista (Orden) en Comunidad (Sangha) son Verdaderos Hijos del Buda.
"Después de haber entrado en Parinirvana, si mis discípulos en el futuro siguen su fe creciente y confían en su fe correcta para seguir el conocimiento y sabiduría del Dharma, comprenderán plenamente que la mente pura inherente de un ser ordinario está contaminada por sus aflicciones. Esta plena comprensión será la causa de que entren en el sendero del Mahayana. Creer en un Tathagata trae beneficios tan grandes que no difaman el significado profundo del Dharma".
Ser un verdadero budista y seguir el Verdadero Mahayana es seguir las Enseñanzas Perfectas y Completas del Verdadero Dharma, revelado en el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana, los cuales confirman y expanden la existencia del Secreto del Buda, de su Espíritu en todos los seres, nuestra Naturaleza Búdica o Alma Budista (Verdadero Ser). Esto solo existe en el Verdadero Budismo.
Este Sutra se llama el "Sutra del Rugido de León de la Reina Srimala". El "Rugido de León" es la predicación del Verdadero Dharma. Así como el león es el rey de los animales y todos obedecen su rugido, de igual forma, el Buda es el Rey de todos los seres, y su Dharma es la Verdadera Religión. Es por eso que desde antaño la predicación del Dharma es asociada con el rigudo de un león. Todo este Sutra ha sido el Rugido de León del Buda predicado por la boca de la reina de Srimala.
"Entonces la reina Srimala y su séquito se postraron a los pies del Buda. El Buda dijo: '¡Muy bien, muy bien! Proteges y salvaguardas el Dharma profundo por medios hábiles y subyugas apropiadamente a sus enemigos. Puedes exponer este significado porque te has mantenido cerca de 100.000 koṭi Budas'. Entonces el Honrado por el Mundo emitió un vasto resplandor que iluminó a la multitud. Se elevó hacia el cielo abierto hasta la altura de siete palmeras y caminó a través del cielo abierto de regreso a Srasvati. Mientras tanto, la reina Srimala y su séquito unieron sus palmas y miraron insaciablemente al Buda, sin mover los ojos ni siquiera temporalmente, hasta que estuvo fuera de su vista. Luego se regocijaron exuberantemente y alabaron las virtudes del Tathagata.
"Pensando intensamente en el Buda, entraron en la ciudad de Ayodhya y persuadieron al rey Mitrayaśas para que estableciera el Mahayana. Usó el Mahayana para transformar, en su reino, a hombres y mujeres mayores de siete años. Todos los súbditos de su reino se volvieron hacia el Mahayana."
Capítulo 7 – Encomienda
"En ese momento, el Honrado por el Mundo regresó al jardín Jetavana. Llamó al venerable Ananda y pensó en el dios-rey Shakra. En respuesta a Su pensamiento, Shakra y su séquito llegaron inmediatamente y se presentaron ante el Buda. Luego, el Honrado por el Mundo explicó ampliamente este Sutra al venerable Ānanda y al dios Shakra.
"Después de terminar de exponerlo, le dijo a Shakra: 'Debes aceptar, defender, leer y recitar este Sutra. Kauśika, supone que un buen hombre o mujer se entrena para alcanzar el Despertar y practica los Seis Paramitas durante kalpas tan numerosos como las arenas del Ganges. Entonces supongamos que un buen hombre o mujer escucha, acepta, lee, recita y defiende este Sutra. El mérito adquirido por este último supera al del primero, sin mencionar que éste lo expone ampliamente a los demás. Por lo tanto, Kauśika, debes leer y recitar este Sutra, y exponerlo ampliamente a los dioses en el Cielo Trayastriṁsha'.
"Luego le dijo a Ananda: “Tú también debes aceptar, defender, leer y recitar este sutra, y exponerlo ampliamente a mis cuatro grupos de discípulos'."
Este sermón ha llegado a nosotros gracias a que el Buda se lo recitó a Ananda, y de Ananda, pasó por Concilios por siglos, preservado por la Tradición Budista, hasta llegar a lo que hoy conocemos como los Sutras en el Canon Budista.
"Entonces el rey-dios Shakra le preguntó al Buda: 'Honrado por el Mundo, ¿cómo se llama este Sutra? ¿Cómo deberíamos defenderlo?' El Buda le dijo: 'Este Sutra tiene virtudes ilimitadas e inconmensurables. Ningún Shravaka ni Pratyekabuddha puede observarlos, conocerlos o verlos plenamente. Kauśika, debes saber que este Sutra es un conjunto de grandes y maravillosas virtudes. Ahora revelaré algunos de sus nombres. Escuchen, escuchen. Meditad bien sobre ellos'."
Si bien este sermón o Sutra pertenece al Canon Budista, muchos budistas no lo conocen ni lo leen, por lo que existen muchas enseñanzas budistas erróneas en el mundo gracias a su ignorancia y desinterés en el Verdadero Dharma. Como el mismo Buda le advierte al dios Shakra, lamentablemente, muchos discípulos no entenderán el contenido de su Enseñanza, por lo que debe ser preservado para la posteridad por los Hijos del Buda.
El Buda ahora pasa a dar diferentes nombres de este Sutra, todos los cuales revelan con sus títulos las enseñanzas contenidas en el mismo.
"El Buda dijo: 'Este Sutraalaba las virtudes del Tathagata en el sentido más elevado. Acéptalo y mantenlo como tal. Revela aceptar los Diez Vastos Preceptos. Acéptalo y mantenlo como tal. Revela un Gran Voto que abarca todos los votos. Acéptalo y mantenlo como tal. Revela aceptar el Verdadero Dharma inconcebible. Acéptalo y mantenlo como tal. Revela el Vehículo Único. Acéptalo y mantenlo como tal. Revela la Santa Verdad ilimitada. Acéptalo y mantenlo como tal. Revela la existencia del Espíritu del Tathagata, la Naturaleza Búdica de uno. Acéptalo y mantenlo como tal. Revela el Cuerpo del Dharma de un Tathagata. Acéptalo y mantenlo como tal. Revela que una comprensión limitada de la Vacuidad de los dharmas oculta la Verdad. Acéptalo y mantenlo como tal. Revela la Unica Noble Verdad Permanente. Acéptalo y mantenlo como tal. Revela la única confianza segura y permanente. Acéptalo y mantenlo como tal. Revela que las opiniones equivocadas invierten la Verdad. Acéptalo y mantenlo como tal. Revela que la mente pura inherente a uno está oculta por las aflicciones. Acéptalo y mantenlo como tal. Revela al Verdadero Hijo de un Tathagata. Acéptalo y mantenlo como tal. Revela el rugido del león de la reina Śrimala. Acéptalo y mantenlo como tal.
"Además, Kauśika, las enseñanzas de este Sutra acaban con todas las dudas y revelan el significado definitivo de entrar en el sendero del Vehículo Único. Kauśika, ahora te encomiendo este Sutra del Rugido de León de la Reina Srimala. Debes aceptarlo, defenderlo, leerlo y recitarlo mientras el Dharma permanezca en el mundo'.
"El rey dios Śakra le dijo al Buda: 'Muy bien, Honrado por el Mundo, acepto tus instrucciones con la más alta reverencia'.
"Entonces el dios-rey Shakra, el venerable Ananda y todos los demás en esta enorme asamblea, tales como dioses, humanos, asuras y gandharvas, habiendo escuchado las palabras del Buda, se regocijaron y llevaron a cabo Sus enseñanzas."
Así cierra este corto pero importante Sutra Tathagatagarbha en el Canon Budista, con una Comisión. como Hijos del Buda, debemos de aceptar el Dharma Eterno del Buda y llevar su buena nueva a todos los seres, sobre todo, a todos los budistas, para erradicar de una vez y por todas las enseñanzas falsas y reestablecer el Verdadero Dharma.