Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Shingi Hokke Shu - Escuela del Loto Reformada 新義法華宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


lunes, 20 de mayo de 2024

El Espíritu del Buda: Las Enseñanzas de los Sutras Tathagatagarbha - El Sutra del Rugido de León de la Reina Srimala 1

 Entre los Sermones del Buda encontrados en el Canon Budista, encontramos una serie de discursos sobre el Espíritu del Buda innato en todos los seres, la Naturaleza Búdica. Al principio de su ministerio público, el Buda negó la existencia de un "Alma" (Atman) que fuera eterno, inmutable e independiente, para que sus discípulos pudieran desapegarse de sus conceptos erróneos de sí mismos y del mundo que imperaban en su época y puedieran abrir sus mentes y corazones para la Verdad. Sin embargo, durante el transcurso de su ministerio iluminado, y especialmente, en la década final de su vida en la Tierra, el Buda reveló que sí existe un Espíritu dentro de todos los seres, el cual es eterno, pero no separado del Todo, pues es uno con el Buda y con todos los seres sintientes. Este es su Espíritu, el Espíritu del Buda Eterno, que mora en el corazón de todos nosotros, y es gracias a ese Espíritu que los seres pueden alcanzar el Despertar y la Budeidad. Estos sermones dentro del Canon Budista se conocen como los Sutras Tathagatagarbha, que culminan con el último sermón dado por el Buda en este mundo, el Sutra del Nirvana.

A medida que el Buda continuaba su ministerio y revelaba cada vez más la Verdad, su Dharma Eterno, el Buda le reveló a sus discípulos que su Naturaleza Búdica - el Espíritu del Buda en los seres - era uno con el Buda mismo, el Buda Eterno, por lo que no había separació en la Realidad Ultima entre ellos y el Buda. 

El Buda, el Tathagata o "Quien Viene de la Talidad", como hemos visto, es uno con la Talidad (Tathata). El Bua es la Persona de la Talidad, la Esencia de la cual proviene todo en el Cosmos, quien apareció en este mundo para aliviar nuestros sufrimientos y revelarnos las Leyes Universales, el Dharma, para que podamos transformar las características samsáricas del Sufrimiento, la Impermanencia, la Impureza y el No-Ser (nuestro ser finito y falso) con las Cuatro Virtudes Nirvánicas de la Felicidad, la Eternidad, la Pureza y el Verdadero Ser, el cual es uno con el Buda y con todos los seres en el Universo. Es por eso que nuestra fe se llama "Budismo", pues coloca al Buda como su figura central de adoración. 

El Buda es así nuestro Padre, Maestro y Señor. Es por esto que el próximo Sutra que estudiaremos, el Sutra del Rugido de León de la Reina Srimala (Śrimaladevi Siṃhanada Sutra - Shomangyo), comienza con una descripción de las virtudes del Buda. Este es un Sutra o sermón corto, pero muy importante, pues en el mismo, el Buda continúa revelándonos detalles sobre la existencia del Espíritu del Buda, nuestra Naturaleza Búdica. Dado a nusestro interés en este Sutra por su enseñanza de la Naturaleza Búdica o Tathagatagarbha, veremos someramente los primeros capítulos hasta llegar al corazón del Sutra.

Capítulo 1 – Las Virtudes de un Tathagata

El Sutra fue predicado entre el periodo Mahayana y Prajnaparamita, cuando el Buda ya llevaba más de tres décadas predicando su Dharma, cerca de la ciudad de Srasvati. El mismo se da gracias a la bondad de unos padres por su hija, para que su hija pudiera recibir el mayor regalo de la vida, el Regalo del Dharma - la Gracia del Buda.

"Así he oído. Hubo un tiempo en que el Buda se encontraba en las afueras de Srasvasti, alojándose en el jardín de Jetavana, que Anathapiṇḍika el Viejo compró para el Buda al príncipe Jeta. En ese momento, el rey Prasenajit y su reina Mallika no habían creído en el Dharma por mucho tiempo. El rey le dijo a su reina: 'La reina Śrimala (Guirnalda Suprema) es nuestra hija. Es amable, inteligente y dotada de una gran capacidad. Si ve al Buda, comprenderá rápidamente el Dharma sin albergar dudas. Deberíamos enviarle una carta en el momento adecuado para inspirarla a buscar el Dharma'. La reina dijo: 'Ahora es el momento'."

Habían pasado tan solo unos años desde que el rey y la reina se habían convertido en devotos del Buda, y desearon que su hija pudiera participar de la Gracia del Buda y su Dharma de Salvación. ¿Qué padres no querrían lo mejor para sus hijos? Para infundir en su hija el valor y la impprtancia del Buda en la Tierra, los reyes le enviaron a su hija una carta que describía su conversión, así como todos los milagros que habían ocurrido en sus vidas desde que tomaron refugio en el Buda. Esta es la importancia de esta tan importante, pero sencilla, ceremonia, que muchas veces escapa de muchos budistas hoy día. Estamos tan acorstumbrados a ver el mundo como actualmente es, tan dotado de maravillas - como nunca antes en la historia - que lo damos por sentado, sin saber que es gracias a la aparición y al Dharma del Buda que las cosas han mejorado en la Tierra.

"Luego, el rey y la reina escribieron una carta, alabando brevemente las inconmensurables virtudes del Tathagata. Ordenaron a un asistente de palacio llamado Candra que entregara la carta a Śrimala. Al llegar al reino de Ayodhya, Candra entró al palacio y respetuosamente entregó la carta a la reina Śrimala. Ella lo aceptó alegremente con la mayor reverencia tocándolo en la coronilla de su cabeza. Después de leerla, inspirado por su rara información, Śrimala le habló a Candra en verso:

"He oído que la voz de un Buda
es difícil de encontrar en el mundo.
Si esta carta revela la verdad,
debería hacerte una ofrenda a ti [el mensajero]. 

"Si ese Buda, el Honrado,
ha aparecido en el mundo para beneficiar a todos,
debería compadecerse de mí
y permitirme verlo'."

La reina Srimala, si bien no había escuchado en esta vida sobre el Buda, ya había sembrado las semillas de la virtud en vidas pasadas, por lo que al leer sobre las virtudes del Buda, pudo accesar a sus experiencias pasadas y descubrir su Naturaleza Búdica, el Espíritu del Buda, dentro de ella. El Buda, quien es omnisciente y vive dentro de la reina, así como dentro de cada uno de nosotros, leyó la mente de la reina y apareció milagrosamente delante de ella. Esto hizo que la reina cayera de rodillas y alabara al Buda en hermosos versos, dignos de emulación.

"Tan pronto como tuvo este pensamiento, el Buda apareció en el cielo, en Su cuerpo incomparable, y emitió un vasto resplandor. Śrimala y su séquito se postraron a Sus pies. Con mente pura, alabaron las virtudes del Buda mientras ella hablaba en verso:

"El cuerpo sublime del Tathagata
es incomparable, inigualable
e inconcebible en el mundo.
Por eso ahora le rindo homenaje.

"Así como la forma física del Tathagata es infinita,
así también lo es Su sabiduría,
y Su Dharma es siempre permanente.
Así que ahora tomo refugio.

"Has eliminado las faltas de Tu mente
y las cuatro faltas de Tu cuerpo,
y has llegado al terreno inconcebible [el Terreno del Buda].
Por eso ahora rindo homenaje al Rey del Dharma.

"Has aprendido todo lo que hay que saber,
y Tu cuerpo de sabiduría está libre de obstáculos
abarcando todos los dharmas.
Por eso ahora le rindo homenaje.

"Rindo homenaje a Tus inconmensurables virtudes.
Rindo homenaje a Tus incomparables virtudes.
Rindo homenaje a Tu Dharma ilimitado.
Rindo homenaje a Tu estado inconcebible.

"Oro para que tengas compasión de mí y me protejas,
y permitas que las semillas del Dharma crezcan en mí.
Oro para que me aceptes y me apoyes
en esta vida y en vidas futuras.

"He realizado obras meritorias
y continuaré en esta vida y en vidas futuras.
Con estas raíces de bondad,
oro para que me aceptes y me apoyes'."

Estos son unos versos hermosos, parte de las perlas y las joyas que encontramos en la Tesorería del Dharma del Canon Budista. ¿Cómo muchos budistas pueden vivir sin leer tan hermosas líneas. Estos versos inspiran la fe en todos los que los escuchen. Es por eso que es una tradición milenaria el recitar los Sutras en voz alta. Al hacerlo, nuestras voces se unen en coro con millones de budistas en el pasado, presente y futuro. 

Con estos versos, la reina toma Refugio en el Buda Eterno. Al ver el corazón del a reina y la sinceridad de su espíritu, el Buda ahora le revela la verdad.

"Después de que Śrimala pronunciara estas estrofas, ella y su séquito se postraron a los pies del Buda. Entonces el Honrado por el Mundo le habló a Śrīmala en verso: 

"Te puse en el Dharma hace mucho tiempo,
y llegaste a la realización de la verdad en tu vida anterior.
Nuevamente los acepto y los apoyo ahora
y en sus vidas futuras."

El Buda se le apareció a Srimala por el amor que le tenía a sus padres, y porque sabía que este sermón sería importante en el futuro, sobre todo, en la Era Final del Dharma en la cual vivimos. Es por eso que muchos Patriarcas y Maestros en la Tradición lo han comentado a través de los siglos. 

Aquí, el Buda le revela a la reina Srimala que ya había escuchado el Dharma del Buda y era una Bodhisattva, aunque no lo recordaba, y que siempre ha aparecido ante ella, vida tras vida, para recordarle su voto. El Buda nunca se olvida de sus Hijos. Tras esto, el Buda ahora le otorga una profecía de Budeidad a la reina y su séquito.

"Entonces Śrimala y su séquito se inclinaron ante el Buda. Entre ellos, el Buda le confirió una profecía: 'Debido a las raíces de bondad que has adquirido al alabar las virtudes del Tathagata, renacerás como un rey dominante de dioses y humanos durante incontables asaṁkhyeyas de kalpas. Dondequiera que renazcas, siempre me verás y me alabarás como lo haces ahora. Harás ofrendas a innumerables asaṁkhyeyas de Budas. Después de 20.000 asamkhyeya kalpas, te convertirás en un Buda llamado Luz Universal, el Tathagata, Arhat, Samyak-Saṁbuddha. En Su Tierra del Buda, no habrá caminos de vida malvados ni sufrimiento, como vejez, enfermedad, deterioro, angustia o experiencias desagradables, ni habrá males ni nombres de karmas malvados. Los seres sintientes en ese mundo tendrán buena apariencia y fuerza, vivirán largas vidas y disfrutarán de los cinco deseos. Su felicidad superará la de los dioses en el Cielo Paranirmita-vaśa-vartin [el sexto cielo del deseo en este mundo], y viajarán únicamente en el Mahayana [el Gran Vehículo]. Aquellos en los Tres Reinos de la Existencia que cultiven raíces de bondad se reunirán allí'.

"Cuando la reina Śrimala recibió esta profecía, innumerables seres sintientes, como dioses y humanos, aspiraban a renacer en ese mundo. Entonces el Honrado por el Mundo les confirió la profecía de su renacimiento allí."

Una profecía de Budeidad es algo increíblemente importante en la Tradición Budista; es la aseguranza del Buda mismo de que alguien va a alcanzar el máximo estado espiritual, la total liberación; la total unidad consigo mismo, el Buda Eterno, regresando a la Unidad, pero no antes de establecer una Tierra Pura y salvar innumerables seres sintientes. Esto es porque, una vez alcanzamos la Budeidad, somos uno con el Buda y nos volvemos instrumentos en su Gran Obra de Salvación Universal. Todo esto es gracias a la presencia del Espíritu del Buda en todos los seres sintientes. Este capítulo, entonces, sienta las bases para uno de los sermones más importante en el Canon Budista que revelan la existencia del Espíritu del Buda en todos los seres, su Naturaleza Búdica. 

Capítulo 2 – Aceptando Diez Preceptos

En el capítulo anterior, vimos que la reina Srimala tomó Refugio al ver la figura gloriosa del Buda en todo su esplendor, y que el Buda, al ver el corazón y la sinceridad de la reina, la aceptó como discípula, y le reveló que no era la primera vez que lo hacía; que de hecho, era una gran Bodhisattva que había asumido la forma de una reina secular para llevar incontables seres en su séquito y su reino al Dharma Eterno del Buda. Junto con el Refugio, todo discípulo del Buda recibe igualmente los Preceptos, los Mandamientos Budistas. Esto es precisamente lo que el Buda le confiere a la reina en este capítulo.

Los Preceptos o Mandamientos Budistas son el código moral de todos los budistas, los Hijos del Buda, y rigen su conducta física, mental y espiritual en la Tierra, vida tras vida. Los mismos fueron estipulados de forma completa y perfecta en el Sutra de la Red de Brahma, y en el mismo, el Buda revela que los mismos surgen de nuestra Naturaleza Búdica, por lo que, una vez son debidamente recibidos (dentro de la Tradición Budista), no pueden ser destruidos o perdidos. Estos fueron comentados en El Comportamiento del Bodhisattva: Manifestando Nuestra Naturaleza Búdica - Las Enseñanzas del Sutra de la Red de Brahma (Hikari Publishing, 2024). 

Como veremos, todo Precepto tiene una parte negativa, una positiva, y un beneficio. Esto corresponde a los Tres Preceptos Puros de (1) Evitar el Mal (negativo), (2) Hacer el Bien (positivo), y (3) Purificar la Mente y Beneficiar a Todos los Seres Sintientes (beneficio). En este Sutra, la reina altera el orden y el contenido de los Diez Preceptos Mayores en el Sutra de la Red de Brahma para que reflejen sus Votos del Bodhisattva.

"Después de que Śrimala recibió la profecía, se mantuvo respetuosamente y aceptó diez vastos preceptos. Ella dijo:

"(1) Honrado por el Mundo, desde ahora hasta que alcance el Despertar, nunca consideraré la idea de violar los Preceptos que he aceptado."

El Primer Precepto Mayor es No Matar o Proteger la Vida; reconociendo nuestra Unidad Fundamental. Esto significa que no debemos tomar la vida de ningún ser sintiente, a menos que sea para protegernos a nosotros o a nuestros seres queridos, o para sostener nuestra vida. Esto también significa proteger el ambiente y todas las formas de vida, aún las no-nacidas. Es por esto que el Budismo es anti-aborto y pro-familia. Este Precepto requiere que reconozcamos la Naturaleza Búdica dentro de todos los seres y nuestra Unidad Fundamental con el Cosmos y el Buda Eterno. Pero este Precepto también nos pide que ayudemos a los demás y los protejamos, permitiendo las condiciones para que todas las formas de vida beneficiosas puedan florecer y unirse con nosotros en la Vida Eterna del Buda. Pero el que la reina menciona, en concordancia con sus votos, es que nunca violará los Preceptos y los votos que ha declarado en un pasado lejano cuando por primera vez despertó su Bodhicitta, el Deseo de Alcanzar la Budeidad por el Bien de Todos los Seres Sintientes. Por ello, la reina se adhiere estrictamente a los mismos. Sus Preceptos Bodhissátvicos abarcan el Precepto de No Matar.

"(2) Honrado por el Mundo, desde ahora hasta que alcance el Despertar, nunca albergaré arrogancia hacia mis maestros."

El Segundo Precepto Mayor es No Robar o Respetar lo Ajeno; siendo Caritativos y reconociendo la Individualidad Convencional. Esto significa que no debemos tomar lo que no es nuestro ni privar a los demás de los recursos necesarios para vivir. Esto también significa ser generosos y caritativos, y de permitir las condiciones para que todos los seres tengas los elementos y condiciones necesarias para su existencia. Pero la reina, en concordancia con sus votos, jura no tener arrogancia contra sus maestros, pues si lo hace, es robar, y no solo le roba a ellos, sino que le roba a todos los seres sintientes, pues es gracias a los maestros que recibimos el Verdadero Dharma del Buda, y es con el mismo que únicamente podemos salvar a todos los seres sintientes.

"(3) Honrado por el Mundo, desde ahora hasta que alcance el Despertar, nunca albergaré ira hacia los seres sintientes."

El Tercer Precepto Mayor es No Mentir o Honrar siempre la Verdad; reconociendo la Verdad Ultima. Esto significa que no debemos de ocultar la Verdad o mentir deliberadamente, engañando a otra persona. Esto también significa ser honestos y transparentes, creando las condiciones para la confianza. Pero la reina, en concordancia con sus votos, jura no sentir ira por ningún ser sintiente. La Ira es uno de los Tres Venenos Budistas, junto con la Ignorancia y la Avaricia; los tres son los más grandes obstáculos en el desarrollo espiritual y el Despertar.

"(4) Honrado por el Mundo, desde ahora hasta que alcance el Despertar, nunca albergaré celos de las apariencias o cosas de los demás."

El Cuarto Precepto Mayor es No Abusar de la Sexualidad o Respetar las Relaciones Tradicionales Saludables, reconociendo la Naturaleza Búdica en Todos los Seres. Esto significa que no debemos usar nuestros sentimientos, afectos o sexualidad para manipular o hacer daño a otra persona. Idealmente, las relaciones deben darse de forma consentida, entre adultos y solo entre dos personas, con total honestidad y pureza. Todo lo contrario es una ofensa a la Naturaleza Búdica dentro de la otra persona y la propia. Esto también significa seguir las leyes y el orden social del país donde uno vive y la biología, manteniendo armonía entre nuestras relaciones. En parejas, esto se traduce a sostener relaciones honestas, sinceras y puras, con consentimiento y propósito entre dos personas adultas, que fomenten el orden social y que sean de mutuo beneficio. Pero la reina, en concordancia con sus votos, jura no tener celos o envidia por ningún ser sintiente ni sus posesiones. 

"(5) Honrado por el Mundo, desde ahora hasta que alcance el Despertar, nunca seré tacaña en regalar cosas internas o externas."

El Quinto Precepto Mayor es No Abusar de los Intoxicantes o Mantener la Verdadera Naturaleza de la Realidad. Esto significa que no abusaremos - usaremos de más - sustancias o cosas que nublen nuestra mente, como drogas, alcohol, poder, entretenimiento, etc., ya que esto nubla la Verdadera Naturaleza de la Realidad y nos puede hacer transgredir los Preceptos. Esto  también significa mantener siempre la total interconexión entre todos los fenómenos en el Cosmos, y mantenr armonía entre nuestros pensamientos, palabras y acciones, y recociliar disputas y traer luz y paz al mundo, para que creemos las causas y condiciones para manifestar nuestra Naturaleza Búdica y hacer de este mundo una Tierra Pura.Pero la reina, en concordancia con sus votos, jura practicar la Caridad, la primera de los Seis Paramitas o Perfecciones Budistas.

Estos primeros Cinco Preceptos son recibidos por todos los budistas cuando Toman Refugio, pero los devotos avanzados y los monjes toman otros cinco, para un total de Diez Preceptos Mayores. 

"(6) Honrado por el Mundo, desde ahora hasta que alcance el Despertar, nunca aceptaré ni acumularé cosas para mí. Todo lo que acepte será para aliviar a los seres sintientes que lo necesitan."

El Sexto Precepto Mayor es Me Abstengo de Hablar de las Faltas de la Comunidad y solo Hablaré de sus Virtudes. Esto significa que no debemos usar lenguaje divisivo o que cree desarmonía entre las personas, e incluye el lenguaje abusivo, el sarcasmo y comentarios pasivo-agresivos, así como el bochinche y la calumnia. Esto también significa se siempre corteces y amables en todo momento, tratando de mantener la paz y la armonía. Pero también significa elevar y destacar las virtudes de los demás, para que creemos un patrón de retroalimentación y fomentemos su repetición futura, para ayudarlos en su propio camino al Despertar. Pero la reina, en coconrdancia con sus votos, jura no acumular riquezas para ella, sino compartir todos sus bienes y recursos con todos los seres sintientes.

"(7) Honrado por el Mundo, de ahora en adelante hasta que alcance el Despertar, practicaré los Cuatro Dharmas de Atracción, nunca para recibir buenas retribuciones, sino para beneficiar a todos los seres sintientes. Con la mente libre de deseos codiciosos, complacencia y obstáculos, atraeré seres sintientes."

El Séptimo Precepto Mayor es Me Abstengo de Alabarme a Mí Mismo y de Hacer Menos de los Demás. Esto significa que uno no debe alimentar su propio ego, ni sostener conversaciones frívolas y sin necesidad. Esto también significa velar porque todas nuestras acciones, palabras y pensamientos salgan de nuestra Naturaleza Búdica y no de nuestro ser finito y falso, y que contribuyan a crear las causas y condiciones para manifestar nuestra Budeidad. Pero la reina, en concordancia con sus votos, jura practicar los Cuatro Inmensurables de (1) Bondad Amorosa, (2) Compasión, (3) Alegría Comprensiva y (4) Ecuanimidad. 

"(8) Honrado por el Mundo, de ahora en adelante hasta que alcance el Despertar, cuando vea seres sintientes en el abandono, el confinamiento, los grilletes, la enfermedad, la tribulación o las dificultades, no los abandonaré ni siquiera por un corto tiempo, sino que los beneficiaré adecuadamente hasta que estén libres del sufrimiento."

El Octavo Precepto Mayor es Me Abstengo de Ser Avaro y Seré Generoso. Esto significa que uno no debe ser codicioso ni actuar con una mentalidad nublada por la ignorancia, el apego y la avaricia, sino que uno debe ser generoso y practicar la caridad. Esto también significa que debemos de contribuir positivamente a la sociedad en la que vivimos y apoyar sus instituciones, así como ser caritativos con entidades benéficas que hagan el bien en el mundo. Pero la reina, en concordancia con su votos, jura ayudar, albergar y cuidar a todos los seres afligidos. 

"(9) Honrado por el Mundo, de ahora en adelante hasta que alcance el Despertar, cuando vea a aquellos que se ganan la vida mal, como cazar o criar animales [para el sacrificio], o aquellos que violan los Preceptos puros de un Tathagata, no los abandonaré. a ellos. Dondequiera que vea tales seres sintientes, si tengo el poder de autoridad, domesticaré a los que deberían ser domesticados y atraeré a los que deberían ser atraídos. ¿Por qué? Porque domarlos y atraerlos permitirá que el Dharma permanezca en el mundo por mucho tiempo. Si el Dharma permanece en el mundo durante mucho tiempo, habrá más dioses y humanos, y menos seres sintientes que tomarán los malos caminos de la vida. Entonces todos podrán seguir la Rueda del Dharma que hace girar el Tathagata. Como veo este beneficio, los atraeré, no los abandonaré."

El Noveno Precepto Mayor es Me Abstengo de Caer en la Ira y Seré Harmonioso. Esto significa que no debemos pensar hacer daño a otro ser sintiente, ni hablar ni actuar en un momento donde no tengamos control de nuestras emociones.  Esto también significa que cultivaremos las causas y condiciones para mantener la paz y la armonía donde quiera que vayamos, para contribuir a aliviar el sufrimiento y experimentar felicidad. Pero la reina, en concordancia con sus votos jura llevar a todos los seres descarriados por el Sendero del Bien, sobre todo, al Verdadero Dharma del Buda Eterno, permitiendo que la Luz del Dharma Eterno siga brillando por la eternidad en el mundo.

"(10) Honrado por el mundo, de ahora en adelante hasta que alcance el Despertar, defenderé el verdadero Dharma [Saddharma] y nunca lo olvidaré ni lo perderé. ¿Por qué? Porque olvidar o perder el Dharma significa olvidar el Mahayana. Olvidar el Mahayana significa olvidar los Paramitas. Olvidar los Paramitas significa no querer montar en el Mahayana. Si un Bodhisattva está indeciso acerca de aceptar y abrazar el Mahayana, no tiene ninguna motivación para aceptar el verdadero Dharma y entrar en él con deleite. Entonces nunca podrá trascender el terreno de los seres ordinarios. Al ver esta pérdida inconmensurable, también veo los inconmensurables beneficios que recibe un Bodhisattva-Mahasattva que acepta el verdadero Dharma. Por lo tanto, acepto estos Diez Vastos Preceptos."

Finalmente, el Décimo Precepto Mayor es Me Abstendré de Difamar los Tres Tesoros (el Buda, el Dharma y la Sangha). Esto significa que no debemos sostener puntos de vistas incorrectos y que no sean acordes a la Verdadera Naturaleza de la Realidad. Esto también significa que debemos tomar pasos proactivos para desarrolalr nuestra compasión y nuestra sabiduría, y purificar nuestras mentes, para poder actuar siempre desde nuestra Naturaleza Búdica - el Espíritu del Buda - y acorde con la Verdadera Naturaleza de la Realidad. Aquí, el Precepto de la reina es perfecto en concordancia con la letra de los Preceptos en el Sutra de la Red de Brahma y con su voto, pues jura no solo sostener, predicar y defender el Dharma del Buda, sino su Verdadero Dharma, el cual solo se encuentra en la Enseñanza Perfecta y Completa del Buda, en el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana, donde el Buda revela la totalidad de la Verdad, y nos deja su Legado y Testamento en el mundo. Este es el Verdadero Budismo.

Existen muchas denominaciones budistas en el mundo, gracia a un cisma que se dió siglos tras el Paranirvana del Buda - su desaparición física en la Tierra - pero solo existe una sola Sangha - Orden y Comunidad - una sola Tradición Budista, que mantuvo el Verdadero Dharma del Buda intacto a través de los siglos hasta nuestros días. Esa Tradición Budista se mantiene viva en la escuela Tendai japonesa. Este es el Verdadero Dharma (Saddharma) al cual se refiere la reina Srimala.

Ahora, la reina reitera la sinceridad de su votos y su Juramento del Bodhisattva, y pide que el Buda sea su testigo.

"Que el Rey del Dharma, el Honrado por el Mundo, sea mi testigo, porque en la actualidad sólo el Buda conoce mi veracidad. Los seres sintientes tienen raíces de bondad pequeñas y débiles. Forman una red de dudas porque estos diez votos son difíciles de cumplir, o cometen malos karmas en la larga noche y sufren las terribles consecuencias. Para tranquilizar sus mentes, ahora hago ante el Buda un voto sincero: 'Si observo plenamente estos Diez Vastos Preceptos, esta multitud verá una lluvia de flores celestiales y oirá sonidos celestiales'.

"Tan pronto como pronunció estas palabras, la A cielo abierto llovieron flores celestiales y se escucharon sonidos maravillosos que decían: '¡De hecho, de hecho! Lo que dices es verdad, no mentira'.

"Al ver las flores celestiales y escuchar los sonidos celestiales, todos en la asamblea disiparon sus dudas. Se regocijaron exuberantemente y dijeron que deseaban estar siempre con Śrīmālā y hacer lo mismo que ella haría. Entonces el Honrado por el Mundo confirió a la multitud la profecía del cumplimiento de su deseo."

Hasta ahora, podemos ver cómo la reina Srimala, por medio de su vida y ejemplo, nos muestra el Verdadero Camino Budista: Toma de Refugio, aceptación de los Mandamientos Budistas o Preceptos, y el Juramento del Bodhisattva, que confirma el despertar del Bodhicitta, la Mente que Aspira a Alcanzar la Budeidad por el Bien de Todos los Seres Sintientes. Esto es precisamente lo que confirma en el próximo capítulo.

Capítulo 3 – Los Tres Vastos Votos

Tras haber Tomado Refugio en el Buda y en su Verdadero Dharma, habiendo aceptado los Mandamientos Budistas, la reina, en frente de todo su séquito e incontables seres sintientes, hizo sus tres Grandes Votos del Bodhisattva.

"Entonces Śrimala hizo tres grandes votos ante el Buda. Ella dijo: 'Beneficiaré a innumerables seres sintientes a través del poder de estos votos verdaderos:

"(1) En todas mis vidas, usaré mis raíces de bondad para adquirir la sabiduría y conocimiento del Verdadero Dharma. Este es mi primer gran voto.

"(2) Después de haber adquirido la sabiduría-conocimiento del Verdadero Dharma, lo expondré incansablemente a los seres sintientes. Este es mi segundo gran voto.

"(3) Acepto el Verdadero Dharma y renunciaré a mi cuerpo, vida y riqueza para protegerlo y defenderlo. Este es mi tercer gran voto.

"Entonces el Buda le dijo a Śrimala: “Tus tres vastos votos son como el dominio del espacio, que abarca todos los dharmas. Por lo tanto, los votos de un Bodhisattva, tan numerosos como las arenas del Ganges, están todos abarcados en estos tres vastos votos. Estos tres vastos votos son verdaderamente vastos".

Un Gran Voto del Bodhisattva es un voto que hace un verdadero budista cuando despierta su Bodhicitta, su Deseo de Alcanzar la Budeidad por el Bien de Todos los Seres. Es su forma de repagar su infinita deuda de gratitud para con el Buda por su salvación y su amor. El mismo proviene de la Gracia del Buda mismo; es la puesta en acción del don que el Buda nos ha dado. Este don o carisma se puede manifestar de dos formas: algo innato, o algo adquirido a través de la educación y la experiencia. Es la respuesta a la pregunta: ¿Cómo puedo salvar a todos los seres y repagar el Regalo de la Gracia que he recibido del Buda, ayudándolo en su Obra de Salvación? 

El primer Voto de la reina corresponde al Buda, pues es solo el Buda quien revela su Dharma Eterno, y con el mismo, su Persona y su Gracia, la cual hace posible el Despertar y la salvación de todos los seres, pues solo en el Buda Eterno hay Vida (pues todos somos parte de su Vida Eterna), Verdad (pues solo el Verdadero Dharma es la verdadera religión) y Salvación (pues solo en su Familia, la Sangha, podemos alcanzar el Despertar). Solo el Buda puede, por medio de su Gracia, cultivar nuestras raíces de la bondad y acercarnos al Verdadero Dharma.

Todos los Bodhisattvas han hecho estos votos, incluyendo la esencia de los mismos en sus nombres. s por eso que el Bodhisattva Avalikoteshvara (Kannon Bosatsu) es el Bodhisattva de la Compasión y salva a todos los afligidos; el Bodhisattva Manjushri (Monju Bosatsu) es el Bodhisattva de la Sabiduría, y nos ayuda en el Camino Budista; y que el Bodhisattva Ksitigarbha (Jizo Bosatsu) es el Bodhisattva de los Infiernos, salvando a todos los seres en los Caminos del Mal. Todos usan sus dones o carismas para salvar a los seres y llevarlos al Despertar.

El segundo Voto de la reina corresponde al Dharma, el Verdadero Dharma, pues el mismo es nuestro Mapa de la Vida, y contiene todas las respuestas a las interrogantes perennes de la humanidad. Solo el Verdadero Dharma contiene la Sabiduría Trascendente del Buda. 

Finalmente, el tercer Voto de la reina corresponde a la Sangha, la Familia del Buda, compuesta por la Orden de los sacerdotes o monjes budistas, quienes se encargan de preservar el Verdadero Dharma y atemperarlo a los tiempos, y la Comunidad, compuesta por los devotos comprometidos en poner en acción el Verdadero Dharma del Buda en la Tierra.

Todos poseemos dones o carismas, ya sean innatos o adquiridos, e incluso esos que consideramos adquiridos fueron adquiridos porque el Buda nos guió a los mismos, en concordancia con nuestros votos pasados, que hemos olvidado. La forma de recordar nuestros votos es por medio de la Sangha, la Familia del Buda, y la ayuda de un verdadero monje budista. 

Como vemos en el Sutra, esto solo se puede manifestar siguiendo el Verdadero Dharma, el cual existe hoy día en la Tradición del Loto custodiada por la escuela Tendai japonesa. Es de esto precisamente lo que hablaremos en el próximo capítulo.