El Canon Budista, el cual contiene las Palabras del Buda, se compone de doce divisiones cuyas dimensiones superan la mayoría de las colecciones de literatura sagrada del mundo. El mismo fue pasado oralmente por siglos hasta luego ser compuesto por siglos en las diversas colecciones que existen hoy día, como el Canon Pali y el Canon Sánscrito-Chino. Estos libros o discursos, llamados Sutras, fueron compuestos por diferentes grupos en diferentes localidades, en diferentes lenguajes (Pali, Sánscrito, Gandhari, etc.) y para diferentes audiencias, todas relacionadas. No obstante, la Tradición considera todos estos escritos como "Buddhavachana" o la "Palabra del Buda" y forman el Canon Budista. Solo un pequeño cúmulo de textos son considerados apócrifos, pero se incuyen de igual manera (con este conocimiento) porque fueron compuestos para poder transmitir una verdad, y por el impacto que tuvieron en la Comunidad Budista. Igualmente, el Canon Budista contiene diferentes géneros literarios, desde discursos históricos, narrativos, leyes, cuentos y profecías, entre otros, tanto en prosa como en versos.
¿Por qué todos se consideran el Canon Budista o Buddhavachana? Todo el Canon se considera la Palabra del Buda porque todas (excepto un pequeño número de textos) fueron reveladas por un solo autor, el Buda Eterno, a través de su encarnación en esta Tierra, el Buda Shakyamuni. Es este mismo autor quien, a través de los diversos libros del Canon Budista nos revela una sola historia - el drama de salvación universal. El Buda Eterno es el autor mismo del Canon Budista, el cual, aunque fue compuesto siglos más tarde, fue compuesto por medio de su guía e inspiración. Esto significa que el Buda Eterno inspiró a sus escritores, sus Discípulos humanos, para que transcribieran, no sus propias palabras, sino las Palabras del Buda en los Sutras. Esto nos muestra que el Buda Eterno no es el único autor, sino el autor principal o primario del Canon Budista. Es por eso que, aunque inerrante, el mismo fue compuesto por manos humanas, por lo que, por la naturaleza finita e imperfecta de la humanidad, hay que descubrir la Verdad contenida en sus palabras; el Canon Budista es inerrante en sus verdades eternas, no necesariamente en su presentación. Es por eso que la Tradición Budista no es fundamentalista - no toma las palabras de los Sutras literalmente - sino que es contextualista - mira las Palabras del Buda en contexto con la totalidad y unidad del Canon, mostrando qué el Buda nos revela por medio de sus palabras e historias.
Así, por un lado, la Tradición Budista sostiene el principio de inerrancia o que las Verdades eternas y religiosas del Canon Budista son verdaderas e inalterables, pero por otro lado, acepta y es abierta en que en el proceso de transmisión oral y su transcripción, por ser realizado por mentes y manos humanas, fueron interpretadas en su presentación final en papel. Los Discípulos que transmitieron los Sutras no eran sobrehumanos, sino que eran humanos, falibles, por lo que usaron sus propios poderes y habilidades, así como las formas y estilos literarios comunes al tiempo de su composición. Por ello, la Tradición Budista ha delegado la repsonsabilidad de interpretar la Palabra del Buda a los Grandes Maestros, así como los sacerdotes budistas, para que puedan investigar el verdadero significado que los compositores estaban tratando de comunicar, así como la intención del Buda en su Palabra.
Ahora, no podemos confundir la interpretación como una aprobación del texto por un grupo particular. Lamentablemente, a través de los siglos posteriores el Parinirvana del Buda, ciertos grupos han decidido dividir la totalidad orgánica y la unidad del Canon Budista y enfocarse en un número particular de textos para sostener sus visiones religiosas, aprobando algunos e ignorando o incluso negando la validez de otros. Incluso, ciertos grupos han negado la inerrancia del Canon Budista - y la autoría del Buda Eterno - proponiendo su visión de autoría humana. Estas son perspectivas erróneas y fallidas que solo muestra la inhabilidad de ciertos grupos o denominaciones budistas de entender la unidad orgánica del Canon Budista. El Canon Budista, aunque se divide linguisticamente en dos (Canon Pali y Canon Sánscrito-Chino), es solo uno; su división responde a las regiones y lenguajes de composición.
El Buda Eterno no nos dejó solos vagando por el mundo en la oscuridad de nuestra Ignorancia, para que descubrieramos la Verdad y el significado de la vida por nosotros mismos, sino que en su infinita compasión y misericordia decidió revelarse, aparecer en el mundo, comunicarse con nosotros, y nos reveló su infinita sabiduría en su Dharma, el Canon Budista. La forma en la que decidió perpetuar su Dharma o Enseñanza fue por medio del Canon Budista. El Buda no ha muerto sino que simplemente partióen forma física del mundo, pero su Espíritu continúa entre nosotros. El Buda mantiene una relación personal y una presencia activa en el mundo y en el corazón de todos los seres, por lo que otra de las formas en las que el Buda obra en el mundo es por medio de sus Hijos en su Sangha, compuesta por su Orden (sacerdotes) y su Comunidad (laicos). Es la responsabilidad de la Orden el preservar e interpretar correctamente el Canon Budista en esta Tierra, y así, realizar la Voluntad del Buda en el mundo.
Contrario a como se ha presentado el Budismo en Occidente, el Dharma Eterno del Buda es algo vivo y personal, no solo palabras compuestas en un pasado lejano. El Dharma no es solo una serie de enseñanzas, principios y prácticas para ser simplemente estudiadas y seguidas, sino que es el medio a través y por el cual podemos establecer una relación directa y personal con el Buda Eterno, el cual nos busca, nos llama, y nos guía a través de la vida para darse a conocer, aliviar nuestro sufrimiento, y permitirnos descubrir nuestra unidad con él, su Espíritu en nosotros, nuestra Naturaleza Búdica, para que podamos disipar la oscuridad de la Ignorancia y hacer de neustras vidas y este mundo uno mejor.
Todo esto nos muestra que el Canon Budista contiene las palabras doradas y sagradas del Buda Eterno, su Revelación y su Mensaje, para todos nosotros, por lo que debemos de confiar en la Tradición, y sus Grandes Maestros y en la Orden, para poder hacerla una verdad viva en nuestras vidas. Aquí radica la importancia de la Tradición y la Orden. La Tradición está compuesta por los Grandes Discípulos, como Asvaghosha, Nagarjuna y Vasubandhu, así como en los Grandes Maestros, como el Gran Maestro Chih-i y el Gran Maestro Saicho, quienes mantuvieron la unidad orgánica de la Tradición Budista viva e intacta, y la pasaron en linea sucesoria a la posteridad, de acuerdo con el verdader mensaje e intención del Buda en la Tierra. Ahora, es la responsabilidad de la Orden, los sacerdotes budistas, el continuar preservando la unidad y la ortodoxia por el resto de los siglos, para la salvación de todos los seres sintientes.
A manera de resumen, el Canon Budista contiene la revelación del Buda Eterno y so obra salvífica en el Cosmos, así como su Mensaje - su Dharma Eterno, contenido en el Canon Budista, el cual es unitario, orgánico y armónico. Toda división histórica ha resultado de una falta de disponibilidad o de su mala interpretación. Igualmente, el Canon Budista en inerrante en sus verdades religiosas eternas, pero infalible en que fue compuesto por sus Discípulos - manos humanas - quienes preservaron las Palabras del Buda oralmente por siglos hasta ser recopilado en los Sutras, el cual presentó el Mensaje del Buda en la forma, estilo y palabras (así como con las creencias históricas y culturales) comunes del tiempo de su composición. Por ello, es necesario confiar en la Tradición (Grandes Maestros) y en la Orden (sacerdotes) para su interpretación.
En las próximas páginas, profundizaremos en la historia y el contenido del Canon Budista, y veremos varias formas de abordarlo e interpretarlo.