Bienvenido a la Tierra Pura de la Luz Serena, un recurso sobre el Verdadero Budismo (一乘佛教), y sus posteriores ramificaciones, a la luz de las Enseñanzas Perfectas y Completas (圓教). Aquí presentamos el Budismo como religión, filosofía y estilo de vida, con énfasis en la Teología Budista (Budología), aspirando a presentar el Budismo balanceadamente entre la academia (estudios budistas) y la devoción, desde el punto de vista de una escuela tradicional de Budismo japonés (Tendai-shu 天台宗) y las enseñanzas universales del Sutra del Loto (法華経).


sábado, 29 de abril de 2023

El Mundo del Despertar: Ciclo de Lecturas sobre el Sutra Avatamsaka – Capítulo 18

 Tradicionalmente, el Templo Tendai de Puerto Rico tiene varios Ciclos de Estudio y Lectura sobre los Sutras – los Textos Sagrados canónicos del Budismo. Dado a la pandemia mundial, no nos hemos podido reunir. Pero todo problema conlleva una oportunidad, y en nuestro caso, nos brinda la bendición de hacer estas lecturas públicas en este blog, para el beneficio de la Sangha y de toda la comunidad Hispana.

Este año, continuaremos el Ciclo de Lecturas sobre el Sutra Avatamsaka, el primer sermón dado por el Buda tras su Despertar en el mundo, que habíamos comenzado en el 2020-2021. El mismo revelaba completamente el contenido de su Iluminación, pero dado a que los seres sintientes de este mundo no estaban preparados, el Buda modificó y redujo la complejidad y capacidad de sus enseñanzas, para preparar mentalmente a los seres para su eventual revelación. Este Sutra es uno de los más hermosos y complejos, y representa el punto más alto del desarrollo de la literatura religiosa budista. El mismo explica la naturaleza de los Budas y de la Budeidad, su rol en los universos, la metafísica del surgimiento de los mundos y las leyes que gobiernan el Cosmos, y la importancia del rol del Bodhisattva y la salvación de todos los seres sintientes. Es por eso que este Sutra – que fue el primer sermón dado por el Buda - es equiparado con el Sutra del Loto y el Sutra del Nirvana – los últimos sermones del Buda en el mundo. No obstante, dado a su voluminosidad e inaccesibilidad, el mismo ha estado fuera del alcance de muchas personas.

Hoy, estudiaremos someramente el capítulo 18, donde el Bodhisattva Dharmamati, respondiendo a una larga pregunta del Bodhisattva Viryamati, explica las prácticas del Bodhisattva con una gran cantidad de detalles concretos y muchas prácticas y virtudes específicas. Todo error es enteramente mío. 

Como vimos en el capítulo anterior, el Sutra del Nirvana nos dice que el Despertar del Bodhicitta, el Deseo de Alcanzar la Budeidad por el Bien de Todos los Seres Sintientes, es el comienzo de nuestra práctica seria del Camino del Bodhisattvas, los Hijos del Buda en el mundo. Una vez hemos despertado el Bodhicitta, nos embarcamos en prácticas específicas para lograr nuestro Despertar; no hay nada que quede excluído. Cada respiración, pensamiento, palabra y acción debe ser con este propósito. El Bodhicitta es lo que nos dará el sentimiento de misión necesario para poder trascender todos nuestros problemas y viscicitudes y continuar siempre con nuestra fe y práctica. Es por eso que, luego de alabar las virtudes del Bodhicitta, en el capítulo 18 del Sutra Avatamsaka, titulado "Clarificando el Método", el Bodhisattva Dharmamati explica qué prácticas podemos realizar para alcanzar nuestra Budeidad y manifestar nuestra Naturaleza Búdica en cada aspecto de nuestras vidas. Después de todo, el Budismo es una religión para la vida, y no hay aspecto de la misma que quede excluída de la práctica.

"Entonces, el Bodhisattva Viryamati (Sabiduría Vigorosa) le dijo al Bodhisattva Dharmamati: 'Oh, Hijo del Buda, cuando los grandes seres iluminados despiertan por primera vez el Bodhicitta, cumplen tales virtudes infinitas, están repletos de grandes adornos, suben a la vehículo de la omnisciencia, entrar en el estado correcto de los seres iluminados, abandonan todas las cosas mundanas y alcanzan las verdades transmundanas de los Budas, siendo llevados a la compañía de todos los Budas del pasado, presente y futuro, y ciertamente alcanzan el punto final de la Iluminación insuperable. ¿Cómo deberían esos seres iluminados practicar las enseñanzas del Buda para causar alegría a todos los Iluminados, entrar en la morada de todos los seres iluminados, alcanzar la pureza de todas las grandes acciones, cumplir todos los grandes votos, obtener los vastos tesoros de la Iluminación, enseñar siempre de acuerdo con la necesidad y el potencial para la edificación sin renunciar nunca a las prácticas trascendentes, hacer que todos los seres sintientes bajo su cuidado alcancen la liberación y continuar el linaje de los Tres Tesoros intacto, y que sus buenas raíces y habilidades de adaptación no se desperdicien? Oh, Hijo del Buda, ¿mediante qué técnicas pueden hacer que estas cosas se cumplan? Extienda su compasión para explicarnos; todos en esta asamblea quieren escuchar."

En otras palabras: ¿Qué prácticas debemos realizar una vez despertamos el Bodhicitta para alcanzar nuestra Budeidad y salvar innumerables seres sintientes? Si bien el Sutra Avatamsaka nos ha dado una gran y amplia gama de prácticas, existen innumerables formas a través y por las cuales podemos llevar el Budismo a nuestra vida diaria.

"Además, si los grandes seres iluminados siempre practican diligentemente, para eliminar toda la oscuridad de la ignorancia, conquistar demonios y enemigos y controlar a los herejes, lavar para siempre todas las aflicciones que contaminan la mente, todos ellos serán capaces de perfeccionar todas las raíces de la bondad, escapar para siempre las dificultades de todos los miserables reinos del ser, purificar todas las esferas del gran conocimiento, lograr todas las etapas de la Iluminación y sus virtudes puras: las prácticas trascendentes, el dominio mnemotécnico, la concentración, los seis superconocimientos y las cuatro intrepidez que adornan todas las tierras del Buda; también sus refinamientos físicos, sus acciones corporales, verbales y mentales estarán todas perfectamente completas. Conocerán bien todos los poderes, la inocencia, las cualidades únicas, la omnisciencia y las esferas de acción de todos los Iluminados, los Budas, desarrollando y madurando a todos los seres vivos de acuerdo con sus mentalidades, ellos tomarán las tierras del Buda apropiadas y expondrán la verdad según sea necesario de acuerdo con las facultades de los seres y de acuerdo con el tiempo y la situación. Cumplirán varias obras inconmensurables del Buda, así como otras innumerables cosas virtuosas, diversas prácticas, caminos y reinos, y pronto serán iguales a los Iluminados. Pueden mantener y proteger todos los tesoros de verdades reunidos por los perfectamente iluminados sobre sus cientos y miles de engaños inconmensurables de cultivar prácticas esclarecedoras, y pueden exponerlas sin obstáculos ni perturbaciones por parte de demonios o herejes. Mantendrán la verdadera enseñanza para siempre, y en todos los mundos cuando enseñen, estarán protegidos por seres celestiales, reyes yaksha, reyes gandharva, reyes titán, reyes garuda, reyes kinnara, reyes mahoraga, reyes humanos, reyes Brahma y reyes iluminadosa la verdad. Todos los mundos los respetarán y apoyarán, al igual que los coronarán. Siempre estarán bajo el cuidado de los Budas, y también serán amados y respetados por todos los seres iluminados. Alcanzando el poder de las raíces de la bondad, aumentarán las formas virtuosas, expondrán el tesoro de las profundas enseñanzas de los Iluminados y sostendrán la verdadera enseñanza, con la que se adornarán. Por favor, exponga el proceso de las prácticas de los seres iluminados".

En otras palabras, si desarrollamos una fe indomable y fortalecemos nuestro espíritu y mente con la ayuda de la práctica, podemos manifestar poderes trascendentales, dignos de los Hijos del Buda, los Bodhisattvas, y así beneficiar a incontables seres sintientes. Nuestro estudio correcto del Dharma entonces nos ayudará a poder discernir el Verdadero Dharma del Buda y no caer en los errores de los heréticos, quienes presentan un Dharma Falso como el Verdadero Dharma. Si estudiamos a profundiad el Verdadero Dharma Eterno del Buda, con la ayuda de la fe y la práctica, podremos ascender las Etapas del Bodhisattva, sin necesidad de recorrerlas todas, manifestar nuestra Budeidad Innata y beneficiar innumerables seres sintientes. Ante esta petición, que luego es repetida en verso, el Bodhisattva Dharmamati responde:

"Muy bien, Hijo del Buda, has preguntado sobre la práctica pura cultivada por los seres iluminados, por compasión hacia el mundo, porque deseas que muchos sean ayudados y fortificados, y para que muchos se beneficien. Hijo del Buda, te atienes a la verdad, activas un gran vigor, aumentando sin recesión; habiendo alcanzado ya la liberación, eres capaz de plantear esta pregunta, lo mismo que un Iluminado. Escucha con claridad, piensa bien sobre esto, ahora, por el poder espiritual del Buda, les explicaré un poco de esto.

"Hijo del Buda, una vez que los seres iluminados han desarrollado su Bodhicitta, deben abandonar la oscuridad de la ignorancia y protegerse diligentemente de la indulgencia y la laxitud. Si los seres iluminados se atienen a diez cosas, eso se llama no indulgencia: una es mantener el comportamiento por medio de los Preceptos; segundo es abandonar la necedad y purificar la voluntad de la Iluminación; tercero es gustar de la franqueza y rechazar la adulación y el engaño; cuarto es cultivar seriamente las virtudes sin retroceder; quinto es reflexionar continuamente sobre la propia aspiración; sexto es no disfrutar de la asociación con gente común, ya sean amas de casa o monjes; el séptimo es hacer buenas obras sin esperar recompensas mundanas; el octavo es dejar para siempre los vehículos menores y practicar el camino de los seres iluminados; el noveno es practicar con alegría lo que es bueno, sin dejar que la bondad sea cortada; el décimo es siempre examinar el propio poder de perseverancia. Si los seres iluminados practican estas diez cosas, esto se llama permanecer en la no indulgencia."

El Camino Medio del Buda es el balance entre los extremos de la indulgencia, es decir, satisfacer ciegamente todos nuestros deseos y pasiones, y su otro extremo del ascetismo, es decir, negarnos y abstenernos de aquellos placeres y deseos que hacen la vida una que vale la pena vivir; nuestras alegrías, nuestras familias y amistades; esas experiencias que llenan nuestros espíritus y nos motivan a seguir adelante. Lo contrario es, no solo incorrecto desde el punto de vista ortodoxo budista, sino peligroso. Por ello, una característica rectora en las prácticas expuestas por el Bodhisattva Dharmamati es el balance; la moderación; el Camino Medio. En resumen, estas líneas nos invitan a seguir los Preceptos, abandonar nuestros puntos de vista erróneos y hacer del Bodhicitta nuestro norte, a hacer el bien y abandonar el mal, cultivar nuestras virtudes por medio de los Paramitas, reflexionar constantemente sobre nuestro ser finito y falso y descubrir nuestro Verdadero Ser por medio de la Luz del Dharma, no doscriminar entre las personas, hacer buenas obras, alejarnos del Hinayana, buscar nuestra misión en vida y alegrar la vida de los seres, y finalmente, nunca rendirnos. Esto nos trae diez beneficios:

"Cuando los seres iluminados persisten en la no indulgencia, alcanzan diez tipos de pureza. Estos son: (1) actuar de acuerdo con lo que dicen; (2) consumación de la atención y el discernimiento; (3) permanecer en profunda concentración sin letargo ni agitación; (4) buscan gustosamente las enseñanzas del Buda sin desfallecer; (5) contemplan las enseñanzas escuchadas de acuerdo con la razón, desarrollando plenamente un conocimiento hábilmente flexible; (6) entran en meditación profunda y alcanzan los poderes psíquicos de los Budas; (7) sus mentes son ecuánimes, sin sentido de estatus alto o bajo; (8) con respecto a los tipos de seres superior, medio e inferior, sus mentes no están obstruidas y, como la tierra, se benefician a todos por igual; (9) si ven a algún ser que haya despertado una sola vez la determinación de alcanzar la Iluminación, los honran y sirven como maestros, (10) ellos siempre respetan, sirven y apoyan a sus preceptores y tutores, y a todos los seres iluminados, amigos sabios y maestros. Estos son llamados los diez tipos de pureza de la Iluminación de los seres que persisten en la no indulgencia.

"Los seres iluminados moran en la no indulgencia, evocan un gran vigor, producen una atención plena correcta, engendran una aspiración suprema y trabajan incesantemente. Sus mentes están libres de la dependencia de cualquier cosa. Son capaces de cultivar diligentemente la enseñanza más profunda y entrar por la puerta de la no contención. Ampliando sus mentes, son capaces de comprender las ilimitadas enseñanzas del Buda, haciendo que los Iluminados se regocijen.

"Hay diez cosas más por las cuales los seres iluminados pueden hacer que los Budas se regocijen: (1) perseverar sin regresión; (2) no envidiar la vida de los demás; (3) no buscar beneficio o apoyo; (4) saber que todas las cosas son como el espacio; (5) ser hábil en la contemplación, penetrando en todos los reinos de la Realidad; (6) conocer las marcas definitivas de todas las cosas; (7) invocando siempre grandes votos; (8) desarrollar la luz del puro conocimiento tolerante; (9) examinar las propias virtudes sin exagerar o subestimar, (10) cultivar prácticas puras de acuerdo con la forma de no esforzarse."

El Bodhisattva Dharmamati destaca más que todo dos cosas en su lista de prácticas y virtudes: el desarrollo de la sabiduría y la compasión. Como recordaremos, podemos desarrollar sabiduría por medio del estudio y la práctica de los Preceptos y la Meditación. El estudio nos permite desarrollar un conocimiento sólido sobre el Dharma Eterno del Buda, el cual nos sirve como guía para la vida y como un espejo sobre el cual reflejar nuestra práctica, nuestro conocimiento siendo aplicado efecitamente a nuestra vida diaria. Los Preceptos luego nos ayudan a comportarnos conscientemente en todos los aspectos de nuestra vida, como Hijos del Buda, eliminando el mal karma y acumulando karma bueno, para así vivir dedicadas al Dharma y a nuestro desarrollo espiritual como Bodhisattvas. Pero también necesitamos de la reflexión y la devoción a los Budas. Así, junto con la sabiduría, igualmente necesitamos desarrollar compasión, la cual podemos adquirir por medio de la fe, la devoción y el Nembutsu. La fe nos permite ver que, si bien somos seres ignorantes, ciegos, llenos de pasiones y deseos, poseemos debajo de este ser finito y falso que hemos llamado por años nuestro ser el Espíritu del Buda, nuestra Naturaleza Búdica. La fe nos permite ver más allá de nuestro ser actual y de nuestras circunstancias y vislumbrar un mejor futuro, tanto para nosotros como para todos los seres. Luego, la devoción a los Budas nos permite cultivar esa Naturaleza Búdica, desarrollar humildad, y ver nuestra total interconexión con todos los seres. Entonces, la recitación del Nembutsu, el Nombre del Buda, nos permite encender la llama de nuestra Naturaleza Búdica, nuestro Verdadero Ser, y hacerla brillar por las diez direcciones, permitiéndonos realizar el Voto Primal del Buda, nuestra misión en esta Tierra, de llevar a todos los seres al Despertar. Esto nos permite ver nuestra Eternidad en la Vida Eterna del Buda, permitiéndonos descubrir nuestra misión y Felicidad, manifestando nuestro Verdadero Ser, y revelando nuestra Pureza innata y la del Cosmos. Esta es la pureza de la práctica budista.

Luego de describir las prácticas anteriores, ahora el Bodhisattva Dharmamati continúa revelándonos cómo podemos continuar nuestra práctica del Bodhisattva:

"Hay diez cosas que hacen que las prácticas de los seres iluminados sean puras: (1) renunciar a todas las posesiones para satisfacer los deseos de los seres sintientes; (2) adherirse a la moralidad pura, no transgrediendo los Preceptos; (3) ser inagotablemente amable y tolerante; (4) cultivar prácticas diligentemente sin retroceder; (5) estar libre de confusión y perturbación mental, a través del poder de la atención plena correcta; (6) analizar y comprender las innumerables enseñanzas; (7) cultivar todas las prácticas sin apego; (8) ser mentalmente imperturbable, como una gran montaña, (9) liberar ampliamente a los seres vivos, como un puente, (10) saber que todos los seres vivos son en esencia lo mismo que los Budas. Estas diez cosas hacen que las prácticas de los seres iluminados sean puras.

"Una vez que los seres iluminados han alcanzado la pureza en la práctica, también alcanzan diez cosas aún mayores: (1) los Budas de otros reinos siempre los protegen; (2) sus raíces de bondad aumentan, superando cualquier comparación; (3) son capaces para recibir el poder estimulante de los Budas; (4) siempre encuentran buenas personas y ellos confían en ellos; (5) se mantienen diligentes y nunca descuidados; (6) saben que todas las cosas son iguales y no diferentes; (7) ) sus mentes siempre moran en una gran compasión insuperable; (8) observan las cosas como realmente son, produciendo una sabiduría sublime; (9) son capaces de practicar hábiles técnicas de liberación; (10) son capaces de conocer las cosas de los Iluminados y obtienen el poder de los medios hábiles. Estas son las diez excelentes cualidades de los seres iluminados."

Cuando profundizamos en nuestro estudio, fe y práctica (lo que llamo los Tres Pilares de la Práctica Dhármica), nos perfumamos con el Dharma - como dice el Tratado del Despertar de la Fe en el Mahayana del Gran Maestro Asvaghosha - y plantamos semillas de virtud en nuestro espíritu, el cual germinará en un campo infinito de bendiciones para todos los seres. Dado a que manifestamos nuestra Naturaleza Búdica y nos refugiamos voluntariamente en los Tres Tesoros, somos protegidos por los Budas, desarrollamos virtudes; podemos canalizar el poder del Buda Eterno, siendo Bodhisattvas; atraemos buenas personas en nuestras vidas y nos relacionamos con nuestra Familia Budista, la Sangha; somos diligentes en nuestra fe y práctica; podemos actuar con compasión y sabiamente, y ayudar a todas las personas. Todo esto emana de nuestro Bodhicitta, nuestro voto puro de alcanzar nuestro Despertar y el de todos los seres. Este voto, que es una manifestación del Espíritu del Buda en nosotros cumpliendo su Voto Primal, nos lleva a otros votos. 

"Los seres iluminados tienen diez votos puros: (1) prometen desarrollar a los seres vivos hasta la madurez, sin cansarse; (2) prometen practicar plenamente todas las virtudes y purificar todos los mundos; (3) prometen servir a los Iluminados, siempre engendrando honor y respeto; (4) hacen el voto de guardar y proteger la verdadera enseñanza, sin escatimar sus vidas; (5) hacen el voto de observar con sabiduría y entrar en las tierras de los Budas; (6) hacen el voto de ser de la misma esencia como todos los seres iluminados; (7) hacen el voto de entrar por la puerta de la realización de la realidad y comprender todas las cosas; (8) hacen el voto de que aquellos que los vean desarrollen la fe y todos se beneficien; (9) hacen el voto de permanecer en el mundo para siempre por el poder espiritual, (10) ellos prometen cumplir con la práctica del Bodhisattva Samantabhadra, y dominar el conocimiento de todos los detalles y todas las formas de liberación. Estos son los diez votos puros de los seres iluminados."

Todos estos grandes votos emanan del Voto Fundamental, del Bodhicitta. Su culminación entonces no es nuestro Despertar de la Budeidad, sino el uso correcto de los medios hábiles. Como nos dice el Buda Eterno en el Sutra de Mahavairocana: "El Bodhicitta es su causa, la compasión es su raíz, y los medios hábiles son su culminación. Señor de los Misterios, ¿qué es el Despertar? Es conocer la mente de uno como realmente es". Así, como vemos, el Bodhicitta es el principio, el Despertar es el medio, y el uso de lso medios hábiles para ayudar y salvar a todos los seres sintientes es el final - la manifestación de nuestra Budeidad en nuestra vida.

"Cuando los seres iluminados cumplen tales votos, obtienen diez tesoros inagotables: percepción de los Budas; poder de memoria perfecto; cierta comprensión de todas las enseñanzas; salvación compasiva; varios estados de concentración; bendiciones y virtudes extensas que satisfacen los corazones de todos los seres; profundo el conocimiento para exponer todas las verdades, los poderes espirituales adquiridos como consecuencia de la práctica, la subsistencia para contras inconmensurables, y la entrada en mundos ilimitados. Estos son los diez tesoros inagotables de los seres iluminados.

"Cuando los seres iluminados han alcanzado estos diez tesoros, su virtud es completa, su conocimiento es puro; explican la verdad a los seres sintientes de acuerdo con sus necesidades y capacidades. ¿Cómo explican los seres iluminados la verdad a los seres sintientes de acuerdo con sus necesidades y capacidades? Saben lo que hacen los seres, conocen sus causas y condiciones, conocen su comportamiento mental, conocen sus inclinaciones, a los que tienen mucha codicia y deseo les exponen la impureza, a los que tienen mucha ira y odio les exponen la magnanimidad y la bondad; a aquellos con mucha ignorancia y engaño les enseñan la contemplación diligente, a aquellos en quienes estos venenos de la codicia, el odio y la ignorancia son iguales, les exponen la enseñanza del desarrollo del conocimiento para vencer las tres clases de sufrimiento. A los que están apegados a donde están, les enseñan la nulidad vacía de los lugares. A los que son perezosos les hablan de gran vigor. A los que albergan vanidad les explican la igualdad de las cosas. A los aduladores y engañadores les hablan de la simple honestidad de los corazones de los seres iluminados. A los que gustan del silencio y la tranquilidad, expónganles extensamente la Enseñanza, para que la cumplan. Así los seres iluminados enseñan de acuerdo a lo que es necesario y apropiado."

El poder de los medios hábiles (Upaya - Hoben), como hemos mencionado innumerables veces, se refiere a la capacidad de una persona iluminada para adaptar su mensaje a una audiencia específica. Esta doctrina fue elaborada completamente en el Sutra del Loto. El concepto más importante de la habilidad en los medios hábiles es el uso, guiado por la sabiduría y la compasión, de una enseñanza específica (medios) dirigida a la audiencia particular a la que se enseña. En el Sutra del Loto, el Buda ilustró el poder y la importancia de los medios hábiles en la Parábola de la Casa en Llamas.

Supóngase, dice él, que hay un hombre muy rico que tiene muchos hijos. Un día, súbitamente, estalla un incendio en su espaciosa pero deteriorada casa, y sus hijos, totalmente absortos en sus juegos, no saben que la casa está en llamas e ignoran sus gritos de advertencia. Por consiguiente, él recurre a un medio hábil para inducirlos a salir de la casa en llamas. Él les grita que afuera tiene tres carruajes que ellos han querido desde hace mucho tiempo: un carruaje tirado por un carnero, otro tirado por un ciervo, y un tercero tirado por un buey. Ellos salieron corriendo inmediatamente para recibir sus regalos. Habiéndolos persuadido de esta manera hacia la seguridad, el hombre rico les da a cada uno de sus hijos un carruaje, pero no uno de las tres clases que les había prometido. Más bien, le da a cada hijo un carruaje mucho más fino, adornado con numerosas joyas y tirado por un buey blanco. 

El Buda Shakyamuni compara la casa en llamas de la parábola con el Triple Mundo, este mundo en el que vivimos, y las llamas en sí con los sufrimientos del nacimiento y la muerte. El hombre rico es el Buda, los hijos son todos los seres vivientes, y los juegos en los cuales ellos están absortos son los placeres mundanos o la búsqueda de ellos. Las tres clases de carruajes prometidos originalmente representan a los Tres Vehículos, o las enseñanzas provisionales, y el carruaje del gran buey blanco simboliza al supremo vehículo de la Budeidad, el Ekayana - el Sutra del Loto.

¿Por qué este mundo es comparado con una casa en llamas? Si bien este mundo es inherentemente bueno, nuestras ideas erróneas sobre nosotros mismos, los demás seres y el mundo nos causan sufrimiento. Este mundo es llamado el Triple Mundo. Esto es porque sentimos arder los tres fuegos de la ignorancia, el odio y la avaricia. Estos son los Tres Venenos. Nuestra ignorancia sobre nosotros mismos nos hace pensar que somos eternos, y cuando enfermamos, envejecemos o alguien muere, sufrimos. Pensamos que los demás y las cosas deben salir a nuestra conveniencia, bajo los dictados de nuestro ego, y no salen así, y sufrimos. Pensamos que algo durará para siempre, pero en este mundo, todo es temporero, y por ello, sufrimos. Esto nos causa avaricia por otras cosas, otras personas; y nos genera odio y enojo. Pero las cosas no tienen que ser así. 

El Dharma, las enseñanzas del Buda, nos ayudan a desvelar la cortina de nuestra ignorancia y a reconocer la unidad de todas las cosas, la temporariedad del mundo, y la necesidad de trabajar en nosotros mismos. Al poner las enseñanzas en práctica, podemos convertir el sufrimiento, la impureza, la impermanencia y la carencia del ser en las Cuatro Virtudes de un Iluminado: felicidad en medio de la impermanencia, a realizar nuestra pureza innata y de todos los seres (Naturaleza Búdica), la eternidad de la vida y nuestro verdadero ser.

Aquí vemos el rol principal del Buda: salvar a todos los seres. Como una manifestación compasiva del Universo (Dharmadathu), el Universo se personifica (Dharmakaya) y aparece en los mundos, encarnando, como un Buda (Nirmanakaya) para llevarle el Dharma a todos los seres y salvarlos del sufrimiento, ayudándolos a reconocer la Unidad Fundamental (llamado en este Sutra "igualdad") de todas las cosas y el compromiso que se tienen los unos con los otros de ayudarse, y de hacer de este mundo una Tierra Pura.  La relación del Buda con los seres es una de parentesco: el Buda, con su Sabiduría y su Compasión, es el padre y madre de todos los seres; todos somos sus hijos. En un sentido ontológico, todos somos emanaciones del Universo. El Buda es quien nos recuerda esto. En términos soteriológicos, entendemos que si bien el Buda como Dharmakaya (increado, impersonal y sin forma) es la Realidad, los seres necesitan también un Buda personal. Esto se ve claramente en la literatura canónica budista. Por eso, el Buda Shakyamuni es un medio hábil, una personificación hábil usada por el Buda Eterno para revelarnos el Dharma de salvación y acercarnos a la Verdad, nuestra y del mundo.

Los medios hábiles son una de las razones por las que aparenta haber tantos tipos diferentes de Budismo, cuando solo existe un solo Dharma Eterno. Las enseñanzas de varias tradiciones pueden verse y sentirse diferentes, pero todas tienen el mismo objetivo o "sabor": la liberación del Despertar, la Budeidad. De manera similar, en el vasto océano, el agua, ya sea en la superficie o en las profundidades, tiene un solo sabor: sal. 

Ahora: ¿Cómo podemos aplicar los medios hábiles efectivamente, con compasión y sabiduría? La compasión nos ayuda a poder comunicar el Dharma de salvación hábilmente a los seres; a compadecernos y sentir nuestra conexión; reconocer al Buda dentro de ellos. Pero no todo lo que hagamos puede ser correcto; no todo son medios hábiles, por lo que necesitamos sabiduría. El Bodhisattva Dharmamati nos dice:

"Cuando [los Bodhisattvas] exponen la Enseñanza (el Dharma), sus expresiones se entrelazan, y los significados están libres de contradicción y confusión. Observan el contexto de las enseñanzas, las analizan sabiamente, determinan el bien y el mal, están de acuerdo con las marcas definitivas de las cosas: impermanencia, desapasionamiento y desinterés- y establecen progresivamente enfoques prácticos ilimitados, para hacer que todos los seres sintientes eliminen toda duda. Conocen bien todas las facultades, entran en las enseñanzas de los iluminados, experimentan la verdadera realidad, saben que las cosas son iguales, cortan todo apego a las cosas, eliminan todo apego, y siempre recuerdan a los Budas, y sus mentes nunca los abandonan por un momento. Saben que la sustancia y la esencia de los sonidos son iguales, y no tienen apego a las verbalizaciones. Pueden exponer hábilmente ejemplos y alegorías, sin ninguna contradicción. hacer que todos sean capaces de realizar el cuerpo imparcial de sabiduría que todos los Budas manifiestan en todas partes según la necesidad y la idoneidad."

Tenemos que conocer bastante bien, primero que todo, el Dharma Eterno, Luego, debemos de tener un conocimiento general del trasfondo de una persona, para poder adaptar el Dharma a su capacidad, naturaleza y necesidad, muchas veces buscando en su propio trasfondo cómo esa enseñanza dhármica se manifiesta en su propia tradición filosófica o religiosa, y así, no abusamos del Dharma. Pero sobre todo, nuestro deseo de ayudar y usar los medios hábiles debe salir de nuestro corazón, de nuestra Verdadera Esencia, nuestra Naturaleza Búdica, para ayudar a la persona genuinamente, y no para engrandecer nuestro ego o buscar favores o con intenciones egoístas. Es por eso que solo podemos ayudar a otros cuando hayamos tenido un buen entendimiento del Dharma, y como nos dice el Bodhisattva Dharmamati, cuando hayamos aplicado primero que todo el Dharma y hayamos visto sus beneficios en nuestra vida. Solo entonces podemos aplicar los medios hábiles con sabiduría. Es por eso que nuestra práctica, además de ser guiada "por el Poder del Buda", debe ser guiada por un maestro, dentro de una Sangha, pues solo en la Sangha podemos desarrollar las habilidades necesarias para aplicar el Dharma a todos los aspectos de nuestra vida, y así, obtenemos las herramientas y las guías para poder aplicarlo a la vida de otros.

Ahora, el Bodhisattva Dharmamati nos muestra que otra forma de desarrollar el poder de los medios hábies es por medio de los Seis Paramitas:

"Cuando los seres iluminados exponen la Enseñanza a los seres sintientes de esta manera, ellos mismos la practican, aumentando su beneficio, no renunciando a los caminos de la trascendencia, estableciendo completamente el camino de las prácticas trascendentes. En este momento, los seres iluminados renuncian a todo, sin apego, para satisfacer el corazón de los seres sintientes -así pueden purificar la práctica trascendente de la generosidad. Guardan sin apego los Preceptos éticos, divorciándose para siempre de la presunción-así pueden purificar la práctica trascendente de la moralidad. Son capaces de toleran todos los males, con mentes unánimes hacia todos los seres, sin turbación ni vacilación, tal como la tierra, capaz de soportarlo todo, así pueden purificar la práctica trascendente de la paciencia. Emprenden todas las prácticas sin pereza, sin retroceder nunca en lo que hacen, con coraje y energía indomables, sin aferrarse ni rechazar todas las virtudes, pero capaces de cumplir con todos los aspectos del conocimiento, así pueden purificar la práctica trascendente del vigor. No tienen apego ni codicia por ningún objeto de deseo, son capaces de consumar los grados sucesivos de concentración, siempre meditan correctamente, sin morar ni abandonar la concentración, pero capaces de disolver todas las aflicciones, producir innumerables facetas de concentración, desarrollar un gran poder psíquico ilimitado, yendo y viniendo sucesivamente de estado de meditación a estado de meditación, en una meditación entran en meditaciones ilimitadas, conociendo todas las esferas de meditación, no discordantes con el sello del conocimiento de todas las concentraciones y trances, capaces de entrar rápidamente en la etapa de omnisciencia - así pueden purificar la práctica trascendente de la meditación. Escuchando la Enseñanza de los Budas y aceptándola y guardándola, asociándose con compañeros sabios, serviéndolos incansablemente, estando siempre contento de escuchar la enseñanza, nunca cansándose de ella, pensando en lo que se escucha de acuerdo con el principio verdadero, entrando en una concentración genuina, divorciándose de todos los puntos de vista sesgados, observando bien todas las cosas, aprehendiendo la marca definitiva del carácter de la realidad, comprendiendo el camino sin esfuerzo de los Iluminados, cabalgando sobre la sabiduría universal, entrando por la puerta del conocimiento de todo el conocimiento, alcanzando el descanso eterno, así pueden purificar la sabiduría trascendente."

Aquí vemos una exposición hermosa y magistral de los Seis Paramitas o Perfecciones Budistas en acción. Como recordaremos, los Seis Paramitas son nuestra verdadera guía en la vida. Estos son el Dana Paramita o la Perfección de la Caridad o la Generosidad; el Sila Paramita o la Perfección de los Preceptos (No Matar, No Robar, No Mentir, No Abusar de la Sexualidad ni de los Intoxicantes); el Kshanti Parmita o la Perfección de la Amabilidad o Perseverancia; el Virya Paramita o la Perfección del Esfuerzo; el Dhyana Paramita o la Perfección de la Meditación; y el Prajna Paramita o la Perfección de la Sabiduría. Estas prácticas del Bodhisattva se llaman "Perfecciones" porque nunca realmente se alcanzan, sino que debemos de practicarlas toda la vida, siempre refinándolas, hasta el final de nuestras vidas. 

La práctica de la Generosidad o Caridad nos ayuda a disminuir nuestro Ego. No hay nada que le duela más al ego que dar algo, porque piensa que al dar, pierde; tiene menos. Es por eso que el Budismo lo pone como el primer Paramita o Perfección. Los Preceptos, luego, nos ayudan a corregir nuestra conducta. A diferencia de muchas religiones y filosofías, el Budismo no cree en el mal: las personas hacen actos malvados por su ignorancia del mal que causan y del modo correcto de vivir; si estas personas "malvadas" conocieran el verdadero resultado de sus actos y sus repercuciones, tanto para los otros como para ellos (por el karma), no los cometerían. Por eso la importancia de la medicina (conocimiento) del Dharma. Luego, la perseverancia o la paciencia controla nuestros pensamientos, palabras y acciones, y con ello, formamos nuevos patrones de conducta, alineando nuestra voluntad con el Dharma. Pero todo esto requiere esfuerzo. Llevamos incontables vidas rondando por los pasillos oscuros del Samsara, y debemos de corregir cientos, sino miles, de vidas y patrones erróneos para poder realizar progreso. Para poder accesar a nuestro interior, a nuestra pureza innata, debemos de practicar la meditación - el Dhyana Paramita. A través de la meditación, difundimos las capas ilusorias del ego y podemos accesar nuestra Naturaleza Búdica, nuestra Verdadera Naturaleza, la cual es una con la Energía de Vida de Infinita Luz, Sabiduría y Compasión. Así, por medio de la Caridad (ayudar a los demás), los Preceptos, la Paciencia, el Esfuerzo constante por mejorarnos, la meditación y la recitación (prácticas religiosas budistas), podemos comulgar con el Buda, el Universo, y así, desarrollamos Sabiduría. Este es el mapa al Despertar.  

Pero luego de estos Seis Paramitas, existen otros cuatro paramitas, para un total real de Diez Paramitas. Estos son: el Upaya Paramita o la Perfección de los Medios Hábiles, el Bala Paramita o la Perfección de la Fuerza, el Pranidana Paramita o la Perfección de los Votos, y el Jnana Paramita o la Perfección del Conocimiento y Sabiduría Primordial. Estos últimos cuatro Paramitas son aspectos del sexto Paramita, el Paramita de la Sabiduría, y no se agregan a los primeros seis. La forma de dividir los Paramitas en diez está particularmente relacionada con las enseñanzas sobre los Diez Bhumis que describen la progresión de un Dodhisattva donde cada uno de los paramitas se perfecciona sucesivamente en cada uno de los Diez Bhumis, los cuales tocaremos en un capítulo especial dedicado a ellos en el segundo volumen de esta serie.

"Manifestando todas las ocupaciones mundanas para enseñar a los seres vivos, nunca cansándose de ello, apareciendo ante ellos en formas que les agradan, sin tener apegos a nada hecho, a veces manifestando los actos de la gente común, a veces manifestando los actos de los sabios, a veces manifestando el nacimiento y la muerte, a veces manifestando el Nirvana, capaz de observar agudamente todas las acciones y manifestar todos los adornos sin codicia, entrando en todos los reinos de la existencia para liberar a los seres sintientes; así pueden purificar la práctica trascendente de la habilidad en los medios hábiles."

Ser un Bodhisattva, un Hijo del Buda, no necesariamente adquirir poderes trascendentales: solo debemos de, primero que todo, ser buenos seres humanos. Como hemos visto, existen muchas personas que no se comportan como seres humanos, sino que continúan manifestando sus estados de vida anteriores de animales, espíritus hambrientos, o peor, de demonios, causando gran sufrimiento para ellos y otros y sumiendo el mundo en la oscuridad. Dado a que nadie nace con instrucciones, debemos de primero que todo aprender a ser verdaderos seres humanos. ¿Cómo logramos esto? Por el Poder del Buda, por medio del Espíritu del Buda que mora dentro de todos y cada uno de nosotros, nuestra Naturaleza Búdica. ¿Cómo la descubrimos? Por medio del Poder del Dharma, el cual es nuestra guía en la vida y la barca que nos lleva de Esta Orilla del Sufrimiento y la Ignorancia a la Otra Orilla de la Felicidad y la Sabiduría. ¿Cómo podemos ponerla en práctica? Por el Poder de la Sangha, pues es en la Sangha que aprendemos el Verdadero Dharma y desarrollamos la habilidad de ponerlo en práctica en nuestras vidas y en las vidas de los que nos rodean, para que como hondas, se extiendan de nuestro hogar y trabajo a nuestra comunidad, sociedad, país, y de ahí, al mundo. Así, podemos vivir en el Nirvana en esta Tierra.