Hoy celebramos, junto con todos los templos budistas en Japón, el Hanamatsuri, o el Nacimiento del Buda Shakyamuni en este mundo. El Buda es mucho más que un fundador en el Budismo, sino que es su razón misma de existencia. Se venida al mundo es su propósito y su mensaje - el inicio de la Tradición del Loto en este mundo - pero aunque el mismo fue sido cubierto por las arenas del tiempo, solo para ser rescatado siglos más tarde, aún sigue vivo en el corazón de miles de adherentes.
El Buda Shakyamuni, cuyo nacimiento conmemoramos hoy, es uno de muchos Budas, pero todos parten de la misma fuente: el Buda Eterno, el Dharmakaya. Puedes encontrar una breve biografía del Buda aquí.
"Buda" significa "Despierto" o el "Iluminado". "Buda" también se usa como título para el primer ser despierto en una era. "Buda" también significa el Buda histórico, que nació como el príncipe Siddhartha Gautama en las estribaciones del Himalaya, en la familia real. Siddhartha nació en Lumbini, que actualmente se encuentra dentro de las fronteras de Nepal. En la mayoría de las tradiciones budistas, Siddhartha Gautama (también conocido como el Buda Shakyamuni), es considerado el Buda Supremo de nuestra época. Fue un sabio en cuyas enseñanzas se fundó el Budismo. Pero como todos los Budas, el mismo fue una encarnación misma de la Energía de Vida del Universo, que por Compasión encarnó en este mundo, como encarna en todos los mundos, para traernos la Sabiduría del Dharma, sus enseñanzas, y ayudarnos a aliviar el sufrimiento y salvarnos del océano de nacimientos y muertes del Samsara. Este es el Buda Eterno - el Universo. Pero "Buda también se refiere a todos y cada uno de nosotros. Dado a que todos somos uno con el Buda - somos una manifestación del Universo - todos poseemos la Naturaleza Búdica: la capacidad de alcanzar el Despertar - nuestra Unidad Fundamental - y convertirnos en Budas, y realizar el trabajo salvífico de Iluminación por todo el Cosmos.
El Buda Shakyamuni predicó el Dharma, las Leyes Universales, por más de cuarenta años. Cuando alcanzó el Despertar en este mundo, el Buda predicó su Iluminación pura desde su esfera omnipresente y omnisciente en el Sutra Avatamsaka, pero los seres de este mundo no estaban listos para la Verdad. Para poder comunicar sus enseñanzas de una forma que pudieramos entender, el Buda adaptó las mismas a las capacidades, naturalezas y necesidades de los seres de su tiempo, revelando gradualmente la Verdad. Dado a que los seres tenían muchas ideas erróneas preconcebidas sobre sí mismos y el mundo, el Buda primero predicó enseñanzas que les ayudaron a desaferrarse de sus cuerpos (mostrándoles su sufrimiento inherente, su naturaleza efímera, su insubstancialidad, sus pasiones y deseos) y de las cosas materiales (mostrándoles su impermanencia) en los Sutras Agama. Luego, les ayudó a desaferrarse se sus ideas y creencias erróneas, y les reveló el funcionamiento del Karma y la Ley de Causa y Efecto y la Vacuidad (la Unidad Fundamental) en los Sutras Prajnaparamita o de la Perfección de la Sabiduría. Estas enseñanzas, si bien reales y verdaderas, fueron preparatorias para su revelación completa de la Verdad. Hoy día, la mayoría de las escuelas budistas, como la escuela Theravada y la escuela Zen, se enfocan en estas enseñanzas exclusivamente. Sin embargo, al final de su vida, cuando las mentes de los seres estaban listas para la revelación completa de su Despertar, el Buda predicó el Sutra del Loto, donde reveló que él era la encarnación del Universo, cuya vida es eterna, pura, llena de dicha y bienaventuranza, y que su misión en este mundo era comunicarnos las Leyes Universales para que ayudemos como Bodhisattvas a los demás seres sintientes a alcanzar el Despertar y convirtamos este mundo en una Tierra Pura.
Como vemos, al inicio, el Buda predicó el Sutra Avatamsaka, o el Sutra de la Guerinalda de Flores, el cual revelaba la totalidad de la pureza del Despertar, la Verdad pura. Pero los seres no estaban listos para la Verdad. Luego, predicó otros Sutras preparatorios para ayudarlos a abrir y purificar sus mentes. Cuando las mismas estaban listas, predicó el Sutra del Loto, el cual unifica todas sus enseñanzas y vuelve a revelar la Verdad, pero en un lenguaje que todos pudieran entender. Finalmente, justo antes de morir, el Buda predicó el Sutra del Nirvana, el cual revela la eternidad de la Verdad. Así, el Sutra Avatamsaka es el alfa y el Sutra del Nirvana es el omega, y el Sutra del Loto los unifica.
Aquí comenzó la Tradición del Loto, la cual se olvidada por sus propios discípulos hasta la llegada de Vasubhandu, uno de los filósofos budistas más prominentes del Siglo IV. Vasubhandu compuso un tratado sobre el Mahayana donde redescubre la Tradición del Loto. Luego, Kumarajiva, quien fue uno de los traductores de Sutras más importantes de todos los tiempos, traduciendo los Sutras del sánscrito al chino. Kumarajiva, y su discípulo Daosheng, continúan esta tradición y su transición de la India a China. En China, el Gran Maestro Chih-i (Tendai Daishi), el fundador de la escuela Tientai en el Siglo VI, reestablece el verdadero mensaje y propósito del Buda en el mundo al establecer el Budismo Ekayana, la Tradición del Loto, como el verdadero Dharma y fundar una escuela basada en sus enseñanzas del Sutra del Loto, de acuerdo con la intención original del Buda Shakyamuni. No existen diferentes enseñanzas, sino diferentes formas de aproximarnos a la Verdad, pero todas parten de un mismo Dharma.
Siglos más tarde, en el Siglo VIII, el Gran Maestro Saicho (Dengyo Daishi), quien estudió Budismo Tiantai y Budismo Huayan en China, funda la escuela Tendai japonesa, en el linaje del Gran Maestro Chih-i, y revela y armoniza nuevamente la Tradición del Loto al unir la visión abarcadora y unificadora del Sutra del Loto con la visión pura y fundamental del Sutra Avatamsaka. Para Saicho, el Sutra del Loto presenta la Verdad desde este mundo, y el Sutra Avatamsaka presenta la Verdad desde el mundo ideal. Así, Saicho logró unificar lo actual con lo ideal, revelando la Naturaleza Iluminada Original del Cosmos. Esta es una afirmación radical de que el mundo en el que vivimos es una manifestación de la actividad dinámica del Universo, el Buda Eterno. Es por eso que nos dice: "Todas las cosas en el universo contienen la vida eterna del Buda Original".
Así, hoy todos celebramos no solo el nacimiento del Buda Shakyamuni, sino que agradecemos que vivimos en un universo que es inherentemente bueno, tanto así que el Alma misma del Universo desciende a los mundos para ayudar a los seres que viven dentro de ellos a reconocer su Unidad Fundamental y a ayudarnos los unos a otros. Gracias al Buda, hoy todos nos unimos con un propósito en común, trascendiendo las barreras ficticias de nacionalidad, tiempo y espacio, para tratar de hacer lo imposible: repagarle al Buda por su infinita Compasión y Sabiduría.
Cuando estudiamos el Dharma y ponemos sus enseñanzas en práctica, todos nos unimos a la vida eterna del Universo y compartimos la vida eterna del Buda, realizando su labor salvífica en el mundo. Cuando profundizamos en nuestro estudio, fe y práctica, continuamos la Tradición del Loto en este mundo.
En Japón, el cumpleaños de Buda se conoce como Hanamatsuri (Festival de las flores) y se celebra en la fecha del calendario gregoriano el 8 de Abril. Como dicta la tradición, los templos budistas en todo Japón están celebrando, ofreciendo servicios extendidos en el templo, y se llevan a cabo procesiones. En muchos pueblos y ciudades de todo el país, se vierte té dulce o agua sobre las cabezas de las estatuas del Buda, los niños se visten con sus kimonos y dan las gracias al Buda mientras caminan junto a plataformas bellamente decoradas.
Hoy, en tu altar, ofrece alguna ofrenda, enciende una vela y un incienso, junta tus manos en Gassho y da gracias por las infinitas bendiciones en tu vida, y por estar vivo y haber encontrado el Dharma en esta vida.